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SanaDoctrinaDeCristo® | “Más creyentes sobre sus rodillas orando significará más creyentes sobre sus pies evangelizando”. 1
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SanaDoctrinaDeCristo® | “Más creyentes sobre sus rodillas orando significará más creyentes sobre sus pies evangelizando”. 2
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que quieran, sin ninguna obligación de obedecer los mandatos Divinos (Salmo 14:1) “Dice el
necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay
quien haga el bien”. Esta actitud constituye un auténtico peligro para nosotros, los cristianos
verdaderos. Si no estamos alertas, podríamos dejar de seguir las instrucciones de las
sagradas Escrituras que es la Palabra de Dios e incluso quejarnos de cualquier cosa que no
nos guste. O quizá podríamos cuestionar los consejos que recibimos sobre las diversiones,
Internet o los estudios que tienen muy poco sustento. Por consiguiente, para que el mundo ya
no nos moldee tenemos que examinar con honradez cuáles son nuestras actitudes,
sentimientos, metas y valores. Estas cosas tal vez no se vean abiertamente. Otros quizás nos
digan que somos buenos siervos de Jehová Dios; Pero solo nosotros sabemos si el
conocimiento de las Sagradas Escrituras realmente nos ha transformado y sigue
transformándonos en estos aspectos esenciales (Santiago 1:23-25) “23 Porque si alguno
es oidor de la Palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en
un espejo su rostro natural. 24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida
cómo era. 25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en
ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que
hace”. ¿Qué nos ayuda a ver los cambios que debemos realizar? Bueno; La transformación
debe producirse en nuestro interior, y para efectuar estos cambios tan profundos,
necesitamos algo que pueda atravesar la superficie y llegarnos a lo más hondo. ¿Qué puede
ayudarnos? Cuando aprendemos lo que Jehová Dios como nuestro Padre Celestial,
nos instruye constantemente, entonces, lo que Él, espera de nosotros según su
propósito expuesto en las Sagradas Escrituras, nuestra reacción revela lo que
tenemos en el corazón y nos hace conscientes de los cambios que debemos realizar
para cumplir “la Perfecta Voluntad de Dios” (Hebreos 4:12) “Porque la palabra de Dios
es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y
el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del
corazón”. ¿Qué clase de transformación se produce cuando Jehová Dios por medio de
Jesucristo y el Espíritu Santo nos moldean? (Isaías 64:8) “Ahora pues, Jehová, tú eres
nuestro Padre; Nosotros barro, y TÚ el que nos formaste; Así que obra de tus manos somos
todos nosotros”. La imagen verbal que empleó Nuestro Padre Celestial, por medio del profeta
Isaías señala un aspecto en el que meditar. ¿En qué sentido nos moldea Jehová Dios, el
Alfarero, a nosotros, el barro? Él no nos cambia físicamente, quizás para darnos una
apariencia más atractiva. El entrenamiento que nos da no es físico, sino espiritual. Si nos
dejamos moldear por él, la transformación que se produce es interna, espiritual: Justo lo que
necesitamos para combatir las influencias del mundo. ¿Cómo funciona el proceso con el que
Jehová nos moldea? Pensemos por un momento el proceso del Alfarero: Para hacer una
vasija de buena calidad, se necesita que la arcilla sea excelente. Pero además, el
alfarero tiene que hacer dos cosas. Primero debe lavarla para eliminar todo
elemento extraño o minerales contaminantes. Y luego debe mezclarla con la
adecuada cantidad de agua y amasarla para que conserve su forma después de que
la moldee. Observemos que el agua se emplea tanto para lavarla como para darle la debida
consistencia y flexibilidad a fin de transformarla en una vasija que puede ser muy valiosa.
Pues bien, tal como el agua cambia la arcilla, la Palabra de Dios nos cambia a nosotros. Nos
ayuda a dejar atrás la forma en que pensábamos cuando no conocíamos a Dios y a
transformarnos en personas valiosas a sus ojos (Efesios 5:26) “para santificarla, habiéndola
purificado en el lavamiento del agua por la palabra”. ¿Vemos por qué se nos anima tantas
veces a leer todos los días las Sagradas Escrituras y a no perdernos las reuniones, donde se
Estudia la Palabra de Dios? Porque así permitimos que Jehová nuestro Padre Celestial y Dios,
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nos moldee (Sal. 1:2) “Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día
y de noche”; (Hech. 17:11) “Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica,
pues recibieron la Palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Sagradas Escrituras
para ver si estas cosas eran así”; (Hebreos 10:24,25) “24 Y considerémonos unos a otros
para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25 no dejando de congregarnos, como
algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se
acerca”. Transformarse nos ayudará a afrontar mejor los problemas; Pero leer regularmente
las Sagradas Escrituras y aprender de ellas no es suficiente para que nos transforme. Mucha
gente la lee de vez en cuando y la conoce bastante bien. Tal vez usted haya encontrado
personas así en el ministerio. Algunas hasta son capaces de recitar pasajes bíblicos de
memoria. Sin embargo, su conocimiento quizás tiene poco o ningún efecto en su
modo de pensar o en su forma de vivir. ¿Qué les falta? Para ser transformado por la
Palabra de Dios, uno debe permitir que esta Palabra “se ahonde” en nuestro corazón (Gálatas
6:6) “El que es enseñado en la Palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye”.
Por lo tanto, debemos dedicar tiempo a pensar en lo que aprendemos. Nos conviene
preguntarnos: ¿Estoy convencido de que lo que he aprendido es mucho más que un simple
conjunto de enseñanzas religiosas? ¿Acaso no he visto en mi propia vida pruebas de que es la
verdad? Además, ¿veo formas de aplicar personalmente los principios de las Sagradas
Escrituras, o solo las veo como algo que Enseñar a otros? ¿Siento que Jehová Dios me está
hablando a mí, por medio de las Sagradas Escrituras? Si reflexionamos en estas
preguntas, nuestros sentimientos por Jehová Dios nuestro Padre Celestial,
Jesucristo nuestro Señor y El Espíritu Santo que nos une con todo lo Divino, se harán
más profundos. Nuestro amor por ÉL crecerá. Y cuando el corazón se conmueva de
esta forma, nos impulsará a hacer los cambios necesarios (Proverbios 4:23) “Sobre
toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”; (Lucas 6:45) “El
hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal
tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca”. Como
verdaderos cristianos debemos de preguntarnos: ¿Qué consejo debemos de seguir de las
Sagradas Escrituras para que nos traiga muchas bendiciones? Para empezar debemos de Leer
con regularidad la Palabra de Dios y meditar en ella nos motivará a seguir este consejo de
nuestro Padre Celestial por medio del apóstol Pablo: (Colosenses 3:9,10) “9 No mintáis los
unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, 10 y revestido del
nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento
pleno”. En efecto, si captamos todo el sentido de lo que las Sagradas Escrituras nos enseñan y
lo aplicamos, adquiriremos la nueva personalidad cristiana, la cual nos protegerá de las
astutas trampas de Satanás. Por último veamos lo que nos dice nuestro Padre Celestial por
medio del apóstol Pedro cuando nos recuerda: Que como hijos obedientes, debemos de dejar
de amoldarnos según los deseos que tuvimos en otro tiempo. Y luego pasa a decirnos que,
más bien, nos comportemos de manera santa en todo (1 Pedro 1:13 al 16) “13 Por tanto,
ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia
que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; 14 como hijos obedientes, no os
conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; 15 sino, como aquel
que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; 16
porque escrito está: Sed santos, porque Yo Soy Santo”. Si hacemos cuanto podamos por dejar
atrás las ideas y actitudes que tuvimos en el pasado y nos dejamos transformar, recibiremos
muchas bendiciones. Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Raúl. Para la difusión
gratuita entre cristianos, se permite fotocopiar esta hoja (por favor no cambiar el
texto).
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