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Educación ambiental ía
REFLEXIÓN DE LA
SOSTENIBILIDAD A PARTIR DE
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Educación ambiental
ÍNDICE
• Conclusión.…………………………………………………………….. Páginas 5 y 6
A continuación, vamos a tratar de desarrollar el presente trabajo, para el cual he escogido dos
fotografías del proyecto llamado Hungry Planet de Peter Menzel; el cual fotografió a distintas
familias de distintos lugares del mundo posando junto a la comida que consumían semanal o
mensualmente.
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Educación ambiental
Las fotografías escogidas pertenecen a Carolina del Norte (EEUU) y Malí (África), en cuyo
análisis trataremos de contestar a las preguntas propuestas con la mayor exactitud posible.
La primera fotografía corresponde a la familia Revis, de Carolina del Norte (EEUU), lugar que
cuenta con 9.535.483 de habitantes, donde la esperanza de vida es de aproximadamente 79
años.
Esta familia, la cual tiene un gasto de 341.98$ semanales, está conformada por 4 miembros,
Ronald y Rosemary Revis (matrimonio) y Brandon y Tyrone (hijos del primer matrimonio de
Rosemary). Entre los productos que nos muestran, a priori podemos observar que todos son
alimentos procesados y envasados, muchos de ellos de procedencia estadounidense como las
patatas Lays, Coca-Cola, kétchup Heinz, refresco 7up, productos de comida rápida de Mc
donals o Burguer King; y muchos otros de procedencia desconocida como pizzas, mostaza,
soja, especias, grandes cantidades de carne, garrafas de leche y zumo, productos para preparar
comida mexicana, siropes, botes de alubias y guisantes en conserva, cereales, flanes, gelatina,
cacao en polvo y algunos vegetales como tomates, pimientos, uva y plátanos. Como método
para conservar los alimentos utilizan el congelador y el frigorífico y para cocinarlos hacen uso
de la cocina eléctrica, microondas y tostador.
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Educación ambiental
Esta familia vive en Kouakourou, un pueblo en la región de Mopti (zona centro-sur de Malí,
África), el cual cuenta con una población de 300.000 habitantes aproximadamente. Se ha de
decir, que en este País, la esperanza de vida es de 55 años, casi el 69 % de la población vive por
debajo del umbral de la pobreza nacional, y sobre un 44% no dispone al acceso de agua
potable.
Entre los productos alimenticios expuestos, podemos observar que todos son naturales, sin
manufacturar, excepto un bote de tomate triturado; Así pues, encontramos mijo, arroz, sorgo
y maíz, los cuales son productos típicos de Malí. También vemos, frutos secos (dátiles),
tomates, plátanos,leche, condimentos alimenticios como sal y azúcar. Y como bebida agua
extraída del pozo y que conservan en garrafas, en este caso la podemos ver en una garrafa
blanca. Como método de conservación para mantener los alimentos hacen uso del secado
natural y éstos los cocinan al fuego.
Seguramente, toda esta comida habrá sido cultivada por la familia ya que la agricultura
representa la columna vertebral de su desarrollo (puesto que el 80% de los trabajadores se
dedican a ella, frente al 20% que lo hacen en el sector de servicios) o comprada en el mercado
semanal que realizan todos los sábados en la ciudad. Por lo que respecta a las cantidades, son
muy pocas para el tiempo que han de durar, y para el número de personas que ha de
abastecerse de ellas, además de la inexistencia de proteínas de origen animal excepto leche.
Seguramente esta reflexión, sea algo que la familia se ha planteado, pero no podrán obtener
más alimentos debido al índice de pobreza generalizado que existe en este país; aunque sí
podrían pensar en las consecuencias de la agricultura sobre el medioambiente, porque afecta a
la erosión de los suelos y transformación de áreas naturales en espacios para cultivo, además
de las graves consecuencias de los plaguicidas tóxicos que utilizan para mejorar las cosechas y
la calidad de éstas, los cuales son sumamente perniciosos debido a los restos que quedan tras
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su aplicación, puesto que son absorbidos por la tierra, el aire que los desplaza a muchos
kilómetros de distancia haciendo que éstos caigan sobre plantas que dan frutos o alimentos
para los animales e incluso en el agua, contaminando a los organismos que allí habitan y a las
personas que la consuman.
CONCLUSIÓN
Por todo esto, se ha de decir que si comparamos una familia con la otra, o lo que es lo mismo
ambas regiones, mientras que en Carolina del Norte (EEUU) se sigue un modelo 100%
consumista, en Malí se sigue un modelo no consumista, en primer lugar debido al índice de
pobreza generalizado que existe, puesto que el 90% de la población vive con menos de 2
dólares al día (1,6 euros). Además, son muy preocupantes los efectos del cambio climático que
se dan como consecuencia de la alta contaminación en unos lugares del mundo considerados
países desarrollados como en EEUU y se sienten sus efectos en otros considerados como no
desarrollados, como es el caso de Malí o África en general, que no están preparados para
afrontar consecuencias como la lluvia seca, desertización o escasez de agua. Estos hechos no
solo repercuten en el medioambiente, sino que acarrean un grave impacto social llegando a
ocasionar muertes entre los habitantes de estas regiones, debido a la escasez de agua que
portan los ríos y los acuíferos, además de su contaminación y mengua o inexistencia de
cosechas malogradas por plagas o sequía.
Así pues, sería conveniente que todos adoptásemos una postura más comprometida con la
madre tierra, ya que lo que hacemos en una parte del mundo se siente en otra y con mayor
intensidad en aquellas zonas donde por desgracia necesitan más ayuda por su falta de
recursos. Una manera de comenzar el cambio consistiría en adoptar una posición firme frente
al problema medioambiental, abandonando las medias tintas y luchando por la ecología en
todos los ámbitos que nos rodean, comenzando por la comida, en cualquiera de sus procesos,
bien sea elaboración, cosecha, embasamiento, almacenamiento, transporte u otros de los
pasos que se dan desde el campo de cultivo a nuestros hogares; por tanto, si es posible
contribuir todos a cuidar el medioambiente, pero lo que sería una utopía es pretender
implantar un único modelo de consumo para todo el mundo, ya que como bien hemos visto en
los casos expuestos anteriormente la diferencia del gasto entre una y otra familia es muy
dispar; de esto deducimos que aquellos que tienen recursos económicos podrían cambiar sus
rutinas moderando su consumo y de paso contribuir a la reducción de basuras y
contaminación, pero seguramente no querrán; mientras que aquellos que cuentan con menos
recursos y que tal vez necesitasen un aumento en su consumo, no pueden permitírselo.
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BIBLIOGRAFÍA
WEBGRAFÍA
http://es.wikipedia.org/wiki/Poluci%C3%B3n_por_pl%C3%A1stico (Recuperado 30
de Noviembre)
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Educación ambiental
http://elpais.com/diario/2005/08/14/eps/1124000816_850215.html