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Martín Macedo:
George Ohsawa
Los japoneses sabían que esta apertura sería riesgosa para preservar
la pureza y vitalidad de su tradición milenaria, pero la necesidad de
acompañar los progresos en el campo tecnológico y científico
obligaba a correr ese riesgo.
Su madre tuvo que hacer frente a un hogar con cuatro hijos y trabajó
como partera en un hospital.
Quedó tan impactado por su cura y tan agradecido por haber podido
sobrevivir a la tuberculosis que decidió consagrar su vida a difundir
la antigua medicina tradicional dietética de extremo oriente.
Oshawa era un escritor afamado y por ese tiempo escribió que Japón
iba a perder la guerra con EE.UU. en caso de entrar en un conflicto
bélico total.
Con aprecio
Dr Martín Macedo
¿Qué Es La Macrobiótica?
by Drmacedo on enero 15, 2014 in Macrobiotica
El tema de la macrobiótica es conocido en todo el mundo, la gente la
conoce como una dieta, como una forma de alimentación un poco
rara, extraña, muy parecida a la alimentación japonesa tradicional.
En realidad la macrobiótica es una tradición, es una forma de
comprender la vida y la alimentación y tiene una serie de principios
que buscan equilibrar al organismo con su entorno natural.
Por lo tanto es muy macrobiótico comer carne de ballena en Alaska y
es muy macrobiótico comer arroz en China o comer maíz en Perú.
Pero una vaca come igual todo el año. Para la vaca no hay Navidad, ni
hay día de cumpleaños, ni hay día de la independencia. La vaca come
siempre lo mismo.
¿Por qué?
Por eso para poder avanzar en este camino uno necesita ser un buen
chef.
No en alguien que sepa cocinar, sino en alguien que sepa crear platos
deliciosos y al mismo tiempo que permitan mejorar la salud de
aquellos que lo comen, por lo tanto la cocina es el hospital hogareño,
es el lugar donde se cocina todo.
En la cocina se crea la enfermedad y la salud, ahí se crea una familia
feliz o una familia que pelea y que discute y que tiene conflictos
constantes.
Esa es un poco la visión que se tiene de la cocina por lo tanto la
cocina es para la macrobiótica el arte más importante de todos, por
eso debemos ser artistas, no es un tema de las mujeres, los hombres
también debemos saber cocinar.
Además que los elementos son muy simples y son muy económicos,
porque realmente se simplifica mucho la alimentación cuando uno
sigue los principios de la macrobiótica.
Cada mañana leerla en voz alta y sin faltar jamás. No hay excusas. Es
un juramento. Es de vida o muerte.
Una vez que uno entra en este hábito no se puede violar jamás. Si se
actúa con laxitud, todo el programa fracasa.
Pasos A Seguir
Durante los próximos 42-45 días al levantarse leer una hoja o tarjeta
con los siguientes nuevos hábitos (en voz audible para penetrar en la
mente subconsciente):
Alimentar El Templo
by Drmacedo on febrero 16, 2014 in Macrobiotica
Cada vez. Todas las células, de todas las clases, incluyendo a las
bacterias, protozoarios y hongos, son organismos de una complejidad
que ni las mentes más brillantes llegan a comprender. Solo nos
podemos extasiar y maravillar ante tanta perfección.
Según datos aportados por el gran Deepak Chopra una sola célula
corriente, es capaz de realizar 6000 funciones biológicas
simultáneamente. Cada célula es un organismo en sí. Y sabe cómo
sobrevivir. Sabe cómo defenderse. Sabe cómo conseguir pareja. Sabe
como reproducirse. Sabe cómo sintetizar su propio ADN y ARN. Sabe
como reparar los daños a la membrana o a algunos de sus organelos
misteriosos. Ya lo sabe. Y no fue a la Universidad. Lo sabe. Siempre lo
ha sabido. Porque las células han evolucionado desde formas simples
a las formas actuales, prodigiosas, de una complejidad que asombra y
deja perplejo hasta al más indiferente.
Una simple araña nos deja pasmados. ¿Cómo teje esa tela con tanta
perfección, que ni un ingeniero de la mejor escuela del mundo podría
imitar?
Cuando usted come una zanahoria, debería sentir una gran emoción.
Es un producto biológico de una elevada sofisticación, y según la
sensibilidad de los pueblos tradicionales tiene “alma”.
Los virus se encargan del trabajo sucio. Las bacterias hacen la labor
imprescindible para la belleza de la creación, pero que nosotros no
haríamos por todo el oro del mundo. Se encargan de descomponer
todas las formas de vida inviables. No es viable. No funciona. Está sin
energía. Debilitado. Intoxicado. Enfermo. Frágil. Feo. En proceso
degenerativo o involucionando. En proceso de degradación. Y
aparecen las bacterias y los virus, los protozoarios y los hongos para
acelerar y facilitar la descomposición de esos materiales orgánicos,
ex-biológicos, ex-formas saludables-perfectas-funcionales. O
directamente con fallas funcionales congénitas. ¿Es cruel? ¿Es
brutal? Es la naturaleza. Es brutalmente perfecta. Es amorosamente
perfecta. Tiene las dos caras. La cara amorosa de una madre que
nutre con su leche y sus caricias. Y la cara despiadada de un tornado
o un relámpago que cual hábil cirujano secciona y rehace una nueva
realidad biológica. Los microbios han venido a servir.
Las arañas han venido a servir. Los pájaros han venido a servir. Hasta
las rocas sirven a un propósito. Usted no ha venido a este mundo a
“pasarlo en grande”. Usted ha venido a servir. A servir en grande. A
vivir una vida con significado. De servicio. A embellecer este mundo.
Con su alegría, con su salud, con su única e imcomparable
combinación de talentos. Y el virus vino a servir. Al igual que la
bacteria. Vinieron a apurar la degradación de aquellas formas
vivientes que ya están desafinando, que ya no pueden tocar en la
orquesta sinfónica porque han perdido la magia, la habilidad y la
pasión. En la naturaleza sólo perfección. Solo función perfecta.
Alegría perfecta. Coraje infinito. Belleza que no deja de asombrarnos.
Los virus están para servir. Para atacar las formas vivientes llamadas
células que están perdiendo calidad. Que están enfermas. Débiles.
Sin buena función. Se están afeando por la degradación de sus
funciones.
De la misma forma que un tiburón persigue a los animales heridos o
enfermos en el mundo submarino, los virus y bacterias persiguen a
las células débiles y alteradas. El tiburón no es malo. Simplemente
cumple su servicio de limpiador de los mares. Solo deja con vida a las
formas más fuertes, más hermosas, más perfectas, más hábiles y
más veloces. Lo viejo, lo herido, lo decadente es inmediatamente
eliminado.
El Arte De Curar
by Drmacedo on febrero 19, 2014 in Macrobiotica
También tienen estrés los pájaros y los gatos. Hasta los insectos
perciben las amenazas de sus depredadores naturales. Y no tienen
PAR. Culpar al stress, a la genética, al cambio climático, a la
resonancia Schumann, al smog o a problemas emocionales, es
colocar la causa afuera de nuestro centro. Y si la causa está afuera,
lógicamente está fuera de nuestro control. No puedo controlar el
clima, ni la resonancia Schumann, ni el smog ni a la genética.
La persona que padece una PAR, ha trabajado muy duro durante años
para comprar los alimentos que provocan el daño articular. Ha
trabajado para ganar el dinero necesario para comprar kilos de queso
y litros de yogur. Y ha tenido que ir al mercado a comprar bebidas
cola, centenares de veces durante mucho tiempo. Es mucho esfuerzo
a lo largo de años.
Pero cada paciente elige qué medicina seguir. Y en quién creer. Las
creencias forman parte de ese mundo interior. De esa realidad
interior que crea la realidad exterior. La ignorancia y el miedo crean
una proyección llamada enfermedad incurable. La comprensión y la
toma de conciencia crean una proyección llamada salud perfecta.
Pero esta proyección exterior proviene del interior. Por ello es
necesario primero curar el interior. Como decía Ohsawa “curar el
alma”. De lo contrario la enfermedad retorna una y otra vez. Y lo hace
con la esperanza de que el “paciente” comprenda. Dicen que a buen
entendedor pocas palabras bastan. Pero si es mal entendedor, tendrá
que aprender con dolor. En ese caso no bastan las palabras.
Entonces aparece el plan B. Con dolor aumentan las probabilidades
de comprender y curar el “alma”. Pero algunos ni siquiera con dolor
llegan a comprender. Siguen bebiendo leche y negando su
responsabilidad hasta el último momento de su vida. Se trata de
auténticos héroes. La arrogancia total. La voluntad invertida. La
voluntad de permanecer en el infierno hasta el último momento. Es
una forma de usar la libertad. La Libertad Infinita que Dios nos otorgó
a todos desde el mismo momento de nacer en este planeta.
Dr. Martin Macedo