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Chile: País ladrón y carente de vergüenza.

- El saqueo chileno del Perú


entre 1879 y 1884.- Homenaje a la deshonesta república que más ha
robado a sus vecinos de la América del Sur.- Documentos y textos para la
Historia de Chile y el Perú

El general chileno manco Erasmo Escala Arriagada se acerca a tierra


llevando sobre los hombros el producto de los robos y saqueos
perpetrados en el Perú. La ilustración fue publicada en el periódico
chileno El Barbero, edición del 29 de noviembre de 1879.
Serie de artículos dedicados a Chile por su Día Nacional
18 de septiembre de 2013

En 1879, Perú sufrió una guerra de agresión y conquista territorial


planificada con antelación por la República de Chile. Muchos tienen
presente que el territorio peruano fue desmembrado con el robo de
Tarapacá y Arica (49 mil kilómetros cuadrados). Sin embargo, lo que no
se recuerda es que lo que se presenció en la Guerra del Salitre, entre 1879
y 1884, constituyó un crimen de lesa humanidad practicado por el
gobierno y las fuerzas armadas de Chile. Fue además una expresión de
repudio racista contra el Perú, nación de cholos, mestizos e indios.

Para llevarla adelante, el gobierno chileno adquirió la experiencia


necesaria “pacificando” la Araucanía y cancelando la vida de miles de
pobladores indígenas, habitantes originarios del propio Chile.
Las acciones en las que se vieron envueltas las tropas chilenas durante la
invasión del Perú configuran un crimen horrendo: genocidio. Violando la
Convención de Ginebra de 1864 y la Declaración de Bruselas de 1874, las
tropas chilenas asesinaron con frialdad a heridos peruanos. Al grito de
“mueran los cholos”, se enorgullecían de “no tomar prisioneros”. Miles
de peruanos perecieron “repasados” por los fusiles invasores.
Ciudadanos de toda condición, hogares, pueblos, autoridades,
instituciones, empresas e iglesias fueron violados, vejados, humillados,
saqueados, deportados, asesinados y destruidos por las tropas de
ocupación, que remitían felices y conscientes a Chile el botín de la
rapiña.

Chile dio muerte, inclusive, a marinos peruanos que trece años antes –
con sus vidas y sus naves– lo habían protegido de la agresión española.
Destaca entre ellos el nombre de Miguel Grau, al que la Historia recuerda
como el Caballero de los Mares, por su respeto y humanidad con los
vencidos.

Contrasta con la grandeza de Grau la miseria de los generales del sur que
ordenaban el “repase” de los heridos, el fusilamiento de los prisioneros y
el saqueo de los pueblos peruanos. Triste situación la de un país cuyos
principales héroes militares son criminales de guerra que mancharon su
foja de servicios con los crímenes contra la humanidad, atrocidades y
robos cometidos en el Perú.

Inclusive treinta y cuarenta años después de 1879, en las primeras


décadas del siglo XX, cuando Chile ocupaba Tacna y Arica, la política
oficial de ese gobierno –conocida como “chilenización”– violentó e
incluso asesinó a los peruanos que en esa tierra, su propia tierra,
levantaban la bandera de Bolognesi, Grau y Cáceres y se negaban a
adoptar la nacionalidad chilena.

La conducta que describimos ilustra nuestro pasado común. Es historia


que no puede borrarse. Trasunta el pasado y problematiza el futuro. Para
los peruanos es una lección que debemos mantener presente, no sólo por
patriotismo y dignidad, sino por mero instinto de conservación nacional
frente a un país cuyo arrogante lema es que las cosas se hacen “por la
razón o la fuerza”.

Si los chilenos quieren sinceramente que el futuro una a nuestras dos


naciones, si realmente anhelan que el pasado no nos divida, la condición
fundamental de ese proceso es reconocer la responsabilidad histórica de
Chile en el genocidio, desmembramiento territorial y saqueo del Perú. El
primer paso de una verdadera reconciliación entre nuestras dos naciones
es que Chile solicite disculpas públicas al pueblo peruano por su
conducta y acciones delictivas durante la guerra que declaró en 1879 y
ofrezca las reparaciones que la Historia exige.

Para que las anteriores acciones se produzcan, es imprescindible que el


pueblo de Chile tome conciencia de la gravedad y extensión de los
crímenes cometidos entre 1879 y 1884. Los artículos siguientes han sido
escritos con la finalidad que los chilenos conozcan los saqueos, robos y
otros vejámenes cometidos en su nombre, contra el Perú y los peruanos,
durante el Conflicto del Salitre. Todos ellos están sustentados con
evidencias documentales chilenas que demuestran la responsabilidad del
país del sur en la ejecución de los citados crímenes de guerra.

Lima, 30 de septiembre de 2012

El soldado chileno de la izquierda sostiene en los brazos los robos


realizados en Iquique y Tarapacá; el de la derecha carga en una canasta el
producto de los hurtos en los territorios peruanos de Pisagua, Dolores,
Agua Santa, Pozo Almonte, y La Noria y en los pueblos bolivianos de
Cobija y Tocopilla. La ilustración fue publicada en el periódico chileno El
Barbero, edición del 16 de diciembre de 1879.
El robo de las estatuas de mármol de los leones de Lima
Caricatura publicada en El padre Cobos, periódico de Santiago de Chile,
edición del 3 de abril de 1883

Ladrones chilenos saqueando Chorrillos, enero de 1881


Rateros chilenos de uniforme robando en Chorrillos, enero de 1881

A la izquierda, el Monumento al Dos de Mayo, ubicado en la Plaza de ese


nombre, en la ciudad de Lima. A la derecha, el Monumento al Dos de
Mayo –gemelo del anterior– hurtado por Chile en 1881 y ubicado hoy en la
ciudad de Talca.
Neptuno, estatua propiedad del Gobierno del Perú, robada de Lima por
Chile en 1882. Actualmente se encuentra en la Plaza Aníbal Pinto (antes
Plaza del Orden) en Valparaíso, tal como describe el intendente de ese
puerto en carta de 1882 al presidente de Chile.

Dos de los leones que se exhibían en el Jardín Zoológico ubicado en el


Palacio de la Exposición de Lima y que junto con sus jaulas fueron
robados del Perú y llevados a Santiago de Chile a fines de 1881.
Lista de los libros traídos del Perú, testimonio del robo de los libros de la
Biblioteca Nacional del Perú y materiales de enseñanza de la Universidad
de San Marcos, reportados en el Diario Oficial de la República de Chile,
Santiago, Sumario, lunes 22 de agosto de 1881, Año V, número 1,315

En el tercio inferior de la columna de la derecha se inicia la publicación


(en tres partes) del informe sobre los libros y objetos científicos robados
al Perú y remitidos a la Universidad de Chile por la Intendencia General
del ejército invasor. El informe está fechado en Santiago el 3 de agosto de
1881 y tiene dieciséis páginas. Es elevado por Ignacio Domeyko, rector de
la citada Universidad, al ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública
Manuel García de la Huerta. Domeyko expresa cumplir así con lo
dispuesto en el decreto supremo del 22 de marzo de 1881.

En el documento, el rector de la Universidad de Chile da cuenta de haber


recibido “una multitud de objetos” repartidos en setentaicuatro cajones y
ochenta bultos. Entre los objetos a los que tuvo acceso Domeyko se
encontraron:

— Instrumentos y aparatos para la enseñanza de la física y de la química


— Una colección de muestras para la química orgánica y farmacia
— Preparaciones anatómicas
— Objetos de historia natural
— Libros que sumaron más de diez mil volúmenes de libros, muchos de
ellos publicados en el siglo XVI y XVII, incluyendo múltiples joyas
bibliográficas universales, y
— Una colección geológica de rocas
Continúa la publicación de la Lista de los libros traídos del Perú, que
prueba el robo de los libros de la Biblioteca Nacional del Perú y de los
materiales de enseñanza de la Universidad de San Marcos. El reporte
apareció en el Diario Oficial de la República de Chile, Santiago, Sumario,
martes 23 de agosto de 1881, Año V, número 1,316. La relación se
encuentra ordenada por cajones y presenta los libros numerados y con
indicación de su tamaño y el número de volúmenes que incluye cada uno.
En las páginas interiores del Diario Oficial continúa la publicación del
contenido de cada uno de los cajones.
Continúa la publicación de la Lista de los libros traídos del Perú, que
prueba el robo de los libros de la Biblioteca Nacional del Perú y de los
materiales de enseñanza de la Universidad de San Marcos. El reporte
apareció en el Diario Oficial de la República de Chile, Santiago, Sumario,
miércoles 24 de agosto de 1881, Año V, número 1,317. En las páginas
interiores del Diario Oficial continúa la publicación del contenido de cada
uno de los cajones. Aquí se concluye la publicación de la Lista.

Textos y documentos para la Historia de Chile y el Perú

I. Los militares y marinos chilenos como ladrones

Mas aporte en la fuente asi como:


III. Robo de la Biblioteca Nacional de Lima

IV. Robo
del Archivo Nacional del Perú

V. Robo del Palacio de la Exposición de Lima y obras de arte

VI. Robo del Jardín Zoológico de Lima

VII. Robo del Reloj de Pedro Ruiz Gallo

VIII. Robo de la Universidad de San Marcos

IX. Robo del Observatorio Astronómico de Lima

X. Robo de la Imprenta del Estado Peruano

XI. Robo de la Casa de la Moneda

XII. Robo de la Escuela de Artes y Oficios, Factoría de Bellavista,


Maestranza de Guías y Fábrica de Pólvora

XIII. Robo del Museo de Artillería

XIV. Robo de antigüedades peruanas

XIV. Robo de antigüedades peruanas

XIV. Robo de antigüedades peruanas

XVII. Robo de la Hacienda Montalván del Libertador Bernardo O'Higgins


XVIII. Otros robos y saqueos

XIX. Violación de las leyes de la guerra y el saqueo del Perú

XIX-6. Crímenes de guerra cometidos por Chile en el saqueo y robo del


Perú durante el Conflicto del Salitre.- Violaciones chilenas a las “Leyes de
la guerra para los ejércitos de tierra”

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