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- L os Deícticos
GRAMÁTICA
Los deícticos: personales, posesivos, demostrativos y adverbios
Los deícticos
El concepto de deixis es particularmente útil para la agrupación de ciertas categorías
morfológicas tradicionalmente separadas y lejanas en su apreciación, pero
íntimamente relacionadas desde esta óptica. La deixis consiste en la peculiar forma
que tiene la lengua de captar y de nominar aquello que se halla ante nuestros ojos (o,
mejor, ante nuestra percepción física, sensorial o intelectual): dado que un mismo
hecho (la caída de una viejecita en una esquina, por ejemplo) puede ser percibido por
las tres personas gramaticales ( yo, tú, él ), desde tres lugares distintos (desde aquí,
ahí, allí, respectivamente), en tres momentos diferentes ( ahora, antes, después ) y
con múlti ples apreciaciones semánticas (que si venía de una tienda o si iba hacia otro
sitio; que si se trataba de tu ma dre o de mi suegra ; etc.) el cúm ulo de posibles
variantes lingüísticas que podrían producirse si un hablante pretendiera referir el
hecho puede s er realmente abrumador. Si ese hablante es el hijo de la viejecita y se
encuentra en la misma esquina dirá que el suceso ha tenido lugar aquí , en esta
esquina en la que me encuentro yo ahora junto a mi madre caída,
que venía de aquella tienda; si ese habl ante es su nuera y se ha quedado en la
tienda, dirá media hora después que el suceso había tenido lugar allí ,
en aquella esquina en la que se encontraba él antes junto a mi suegra caída,
que iba desde esta tienda a otro sitio; y así sucesivamente podría ir interviniendo
cada hablante interesado en dar su versión sin que ninguna de ellas coincidiera en las
formas que hemos señalado en cursiva. Consiste, pues, la deixis, en una especial
forma de ca ptación de la realidad y, en consecuencia, en un modo muy pe cu liar de
expresión de lo captado, para el que la lengua dispone de siete categorías
morfológicas específicas: los personales, reflexivos y recíprocos ,
los posesivos, los demostrativos, los adverbios (básicamente los de lugar y los de
tiempo) y el verbo, amén de ot ros recursos léxicos referidos principalmente al
sustantivo, como veremos a continuación. Para ejemplificar de otro modo lo que
venimos diciendo, podemos servirnos de una especie de edificio de tr es plantas, con
una escalera que las uniese por el ex tremo frontal: a la planta intermedia subiría una
persona ahora , procedente de la planta baja, en la que se encontraba antes, y con
idea de subir después a la de arriba; supongamos a continuación que esa persona que
está ahora en la segunda planta soy yo , que me encuentro en este lugar de aquí junto
a lo mío; a mi derecha te encuentr as tú , en ese lugar de ahí , junto a
lo tuyo; en aquel otro lugar de mi izquierda se encuentr a él, allí precisamente, junto
a lo suyo.
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Enfocadas así las cosas, cada una de las percepciones distintas señaladas arriba da
lugar a un tipo especial de deixis, por lo que podría hablarse de los siguientes
fenómenos deícticos:
Deixis personal
La deixis personal consiste en un trío de personas tomadas en singular o plural: es
el caso de los personales, reflexivos y recíprocos, y de los posesivos , pues todos
indican la existencia de un yo , que me veo en posesión de lo mío ; de u n tú , que te ves
en posesión de lo tuyo y de u n él , que se ve en posesión de lo suyo . A los
mencionados han de se r añadidos los restantes elementos de cada paradigma: yo,
me, mí, conmi go, nosotros, nosotras; tú,...; mi, mío, mía, míos, mías, nuestro,
nuestra, nuestros, nuestras, lo mío, lo nuestro; tu...
Deixis espacial
La deixis espacial consiste en un trío de lugar es íntimamente relacionados con el
trío personal: es el caso de los demostrativos y los adverbios de lugar , pues todos
indican la existencia de este lugar, precisamente aquí ; de ese lugar,
precisamente ahí y de aquel lugar, precisamente allí . A los mencion ados, han de ser
añadidos los restantes elementos de cada paradigma: este, esta, esto, estos, estas;
ese,...; aquí, acá; ahí...; arriba, abajo; encima, deba jo;...
Deixis temporal
La deixis temporal consiste en un trío de momentos tem porales relacionados co n el
presente, pasado y futuro: el antes, ahora, después; el ayer, hoy, mañana;... Es el
caso, pues, de los adverbios de tiempo.
Deixis "verbal"
Podríamos hablar también de deixis "verbal" en el sentido de que el verbo, por su
especial significación perso nal y temporal, tendría plena carta de naturaleza en su
consideración como otra deixis más, y se diferenciaría de las anteriores en que
amalgama en cada una de sus formas a dos deixis a la vez ( como = 1ª persona +
presente; comisteis = 2ª persona + pasado; etc.). Si el verbo conllevase también la
idea de deixis espacial sería, qué duda cabe, el auténtico aglutinante de toda la deixis
castellana.
Deixis "léxica"
También podría hablarse de deixis "léxica" cuando se trate de vocab los relacionados
mediante algún tipo de antonimia o se refieran al parentesco o circunstancias
similares: así, mi madre es tal para un cónyuge, pero para el otro es mi suegra; ir es
caminar hacia allá para el que camina, pero es venir para quien espera la llegada del
que camina; toma es lo que dic e el que entrega algo, pero el que lo recibe
dice trae; et c
Estilos directo e indirecto
Uno de los fenómenos más curiosos que presenta la deixis es el referido a los estilos
directo e indirecto. Si imaginamos el caso de un jefe que regaña a un empleado por
el estado de la oficina, ese empleado puede contar el regaño a un compañero a la
mañana siguiente diciéndole: El jefe me dijo ayer: " Mañana irá a vuestra oficina la
limpiadora y yo mismo le ayudaré a barrer la porquería que tenéis en aquel
rincón", repitiendo exacta y literalmente, en estilo directo, todas las palabras
pronunciadas por el jefe. Pero también podía haber dicho a su compañero las mismas
palabras del siguiente modo: El jefe me dijo ayer que hoy vendría a nuestra oficina
la limpi adora y que él mismo le ayudaría a barrer la porquería que tenemos en este
rincón. Si se comparan ambos mensajes, se apreciará que todas las deixis empleadas
en el primero han sido sustituidas por otras de su mismo tipo en el segundo, según
un modo especia l de conversión del estilo directo en otro denominado estilo
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Disfunciones coloquiales
Las disfunciones coloquiales son ciertas alteraciones de la deixis normal, asumidas
por la lengua, en las que aparenta producirse un error en la consideración de la
persona, el lugar o el tiempo reales y correctos de la deixis utilizada; así, el camarero
que atiende a una mujer, por ejemplo, puede preguntarle sin dirigirse a ella en
segunda persona sino en tercera: ¿Qué va a tomar la señora? (en vez de ¿Qué vas a
tomar tú? ) y lo mismo ocurre co n ¿Qué va a tomar uste d? Algo semejante sucede
cuando alguien dice: Con este ruido no oyes nada , cuando el que "oye" no es el tú sino
el yo . Análogo sería también el caso de quien dice: El menda no va hoy a
trabajar, o Los españoles somos muy simpáticos, o Ayer hemos ido de
viaje, o Cervantes escribe una página del Quijote y se acuesta, o ¿Cómo estamos esta
mañana, abuelo?,... Se trata siempre de casos muy cercanos a la d iscordancia. De
muchos de ellos trataremos en la Morfosintaxis, al hablar de la concordancia en la
lección 9ª.
Los personales, reflexivos y recíprocos
Los personales, reflexivos y recíprocos son aquellas categorías morfológicas que,
como su propio nombre indica, se refieren a las tres personas gramaticales, sea de
un modo estrictamente personal, o de un modo re flexivo o recíproco. Por su
coincidencia en algunas formas, podemos ejemplificar juntas las tres categorías en
el siguiente esquema:
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en mi casa) , por lo que su abuso en nuestra lengua demuestra una mala traducción
si el texto base procede de o tra. No obstante, podría señalarse que:
Formas apocopadas
Las formas apocopadas sólo se refieren a un solo poseedor, except o las de tercera
persona, que pueden referirse también a varios. Suelen usarse fosilizadas en fórmulas
de tratamiento: Mi sargento, Su Ilustrísima,...
Formas neutras
Las formas neutras so n claramente sustantivos y no pronominalizaciones: si me
refiero a una casa o caserón de mi propiedad, por e jemplo, y la quiero mencionar con
posesivos, he de decir la mía como pronomi nalización femenina que sustituye a la
casa; el mío como pronominalización masculina que se refiere al caserón; y lo
mío como sustantivo neutro que no especifica si lo poseído es masculino o femenino,
sino una posesión neutralizada y, por ende, sustantiva.
Formas de tercera persona
Las formas de tercera persona coinciden para un solo poseedor y para varios.
Así, suyo se refiere a suyo de él, suyo de ella, suyo de usted, suyo de ellos, suyo de
ellas y suyo de ustedes. A veces s e produce la reduplicación de l a p osesión: su libro
de usted, su casa de ellos,... pero no puede decirse ni la casa *de nosotros o
vosotros ni nuestra casa *de nosotros o vosotros. A veces pueden perder su valor
posesivo, como en Llegó un general con sus galones y todo; o en Esta mujer tiene ya
sus buenos cuarenta años.
La forma "cuyo, a, os , as"
La forma cuyo fue incluida dentro de los alusivos relativos, y allí es donde tiene
cabida morfológicamente. No obsta nte, ha sido también mencionada a quí por guardar
semánticamente estrechísima relación con los posesivos. Así, en el mensaje El tendero
cuya tienda no abra será sancionado , la forma cuya concuerda con tienda pero se
refiere a la posesión del tendero: el tendero cuya tienda de él... Sea como fuere, la
coincidencia formal de cuyo, a, os ,as con la atípica forma de tercera persona suyo,
a, os, as es evidente.
Relación con los personales
La relación de los posesivos con los personales es bien clara en muchos aspectos,
y ello sin tomar en consideración que ambos son las categorías morfol ógicas
empleadas por el castellano para la expresión de la deixis personal:
muchas formas posesivas y personales presentan lexema semejante : mío/mí,
vuestro/vosotros,...
semánticamente, existe un correlato entre ellos : mío = de mí, vu estro = de
vosotros, suyo = de él, de usted,... Atendiendo a esto, ha de evitarse la
colocación pospuesta de los posesivos con respecto a los adverbios o
locuciones de lugar: *detrás mía, *enfrente nuestro,... pues en estos casos han
de ser sustituidos por el personal correspon diente precedido de
preposición: detrás de mí, enfrente de nosotros,... Es poco frecuente que en
esta construcción que comentamos aparezcan dos posesivos a la
vez: ¡Devuélveme mi fotografía tuya!
Modificación de los posesivos
Los posesivos pueden ser modificados por adverbios , como si admitiesen grado al
modo de los adjetivos: ¡Eres muy tuyo de hacer lo que quieras!; ¡Bi en vuestras que
son esas pruebas!; Es más mío que tuyo; Es una chica bastante suya.
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Los demostrativos
Los demostrativos son la categoría m orfológica encargada de señalar en la deixis
espacial la situación en que se encuentran los sustantivos a que se refieren. Su
paradigma es el siguiente:
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El adverbio y la pronominalización
El adverbio guarda una absoluta relación con la pronominalizació n, pues la práctica
totalidad de los adverbios equiv ale, en puridad, a una pronominalización de un
sintagma preposicional: así, el sintagma en la playa = aquí, el sintagma en el
momento actual = ahora, el sintagma de esta manera = así,... Esto viene a deci r que
los adverbios son otra suerte de p ronominalización muy semejante a los personales,
y muy especialmente los de lugar y tiempo, precisamente por hallarse tan inmersos y
de forma tan idéntica en la deixis castellana. Al hilo de lo que dijimos al hablar de los
alusivos en la lección anterior, el adverbio admitiría ser encuadrado dentro d e
una pronominalización de tercer grado . Cuando tienen este valor de
pronominalización pueden aparecer dobles, como si fuesen uno solo, pero por ello han
de ser del mismo tipo; ello ocurre con los cuatro tipos de circunstanciales, como los
de lugar: aquí arriba, ahí abajo, allá lejos, allí encima, aquí dentro,...; los de
tiempo: mañana tarde, ayer mañana, ahora después, todavía hoy, nunca jamás,...; los
de modo: así de bien , bien así, igual de mal, peor que regular,...; y los de
cantidad: poco más, mucho menos, bastante más, bastante menos,...
Adverbio y alusivos relativos
El adverbio también tiene una evidente relación con los alusivos relativos , ya que
las cuatro formas donde, cuando, como y cuanto son las mismas u homónimas en
ambas categorías. En esta misma lección incluimos ya los ejemplos correspondientes
en el esquema 59.
Clasificación de los adverbios
Si analizamos ahora el esquema que nos sirve de guía "de izquierd a a derecha" ,
podremos justificar la clasificación que de ellos realizamos: todos los adverbios
entendidos como tales tienen cabida en los siete grupos del esquema, sin necesidad
de abrir nuevas agrupaciones que, a veces, son irrisorias en otras gramáticas por
contener algunos grupos nuevos solamente una forma. Estos siete grupos que
proponemos pueden, a su vez, ser reunidos en otros dos mayores:
Circunstanciales
El grupo de los adverbios realmente circunstanciales se refiere a aquellos que
producen comple mentos circunstanciales de lugar, de tiempo, de modo y de
cantidad, así como oraciones inordinadas adverbiales de los mismos cuatro tipos,
como luego se verá en la Sintaxis. La prác tica to talidad de estos adverbios podría
aparecer en mensajes incompletos p roducidos como respuesta a oraciones
interrogativas parciales con las preguntas de dónde, cuándo, cómo y cuánto : ¿...?
Antes; Después; Aquí; Así; Bien; Demasiado;...
Tonales
Los adverbios incluidos en el grupo de los tonales difícilmente podrían ser
clasificados como circunstanciales ya que su significación es más tonal que
circunstancial en la oración en que intervienen: son los adverbios de afirmación,
negación y duda . Todos ellos podrían aparecer solos en mensajes incompletos
producidos como respuesta a cualquier interrogación total: ¿...? Sí; También; Tal vez;
No;...
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Locuciones adverbiales
Posee el castellano un sinnúmero de locuciones adverbiales para expresar las distintas
circunstancias con construcciones muy anquilosadas pero de muy abundante uso.
Algunas de ellas son las siguientes:
de lugar: a campo traviesa,...
de tiempo: de higos a brevas, jamás de los jamases, por siempre jamás, al
pronto, por de pronto,...
de modo: a ciegas, ipso facto, a trancas y barrancas, así como así, así así,...
de cantidad : de balde,...
de afirmación: en efecto, eso sí,...
de negación: nones, eso sí que no,...
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