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PARA COMPRENDER LA EPISTEMOLOGÍA

CARLOS ALVARADO DE PIÉROLA

“La ciencia no es capaz de responder a


preguntas sobre su propio sentido.
Sin filosofía, la ciencia no se comprende a sí
misma.”

Karl Jaspers.

INTRODUCCIÓN.

Cuando se habla de la ciencia, se suele pensar en un conocimiento siempre sólidamente


fundamentado, en cuya estructura están ausentes las contradicciones y cuyas aserciones son
siempre verdaderas además de indiscutibles. Sin embargo, esto no pasa de ser una idea popular que
no se parece mucho a la realidad. Es cierto que la ciencia formula afirmaciones a las que suele
apoyar con una fundamentación que se esfuerza por ser sólida; que, mediante el uso de
procedimiento rigurosos, construye teorías coherentes en las cuales se espera no existan
contradicciones lógicas; que, además, espera establecer la verdad de sus enunciados y a lograr una
objetividad cien por cien indiscutible... Sin embargo, éstas no son más que aspiraciones cuya
realización en la práctica resulta difícil de lograr.

En respaldo a lo dicho, invitamos a considerar las siguientes reflexiones. El fundamento de


una afirmación puede obtenerse de dos maneras: deduciéndolo a partir de otra u otras afirmaciones,
como en el caso de las ciencias formales, o también observando los hechos, como en el caso de las
ciencias empíricas. Sin embargo, deducir unas afirmaciones a partir de otras presupone, al menos,
dos requisitos indispensables: de una parte, que tengamos un punto de partida, una aseveración cuyo
fundamento se encuentre en sí mismo, de lo contrario no podríamos evitar incurrir en un
procedimiento vicioso: el regressus ad infinitum (regresión al infinito). Tal es el caso de los axiomas
en la matemática. Los axiomas constituyen proposiciones cuya verdad no se demuestra, pero se
acepta sin discusión. No obstante, cabe plantearse la siguiente interrogante: ¿cuán legítimo resulta
este recurso de apelar a afirmaciones no demostrables? De otra parte, este procedimiento hace
necesario poseer reglas o métodos de derivación cuya legitimidad sea indiscutible, mas ¿es posible
construir una herramienta semejante? En el caso de las proposiciones cuya verdad se establece
mediante la verificación, o sea la constatación con los hechos, se plantean también algunos
problemas: las observaciones que hacemos no siempre nos muestran la realidad de las cosas.
Durante muchísimo tiempo la humanidad ha observado que el Sol "sale" por el este y se "oculta" por
el oeste; sin embargo, en determinado momento tuvo que aceptar que, en realidad, el movimiento del
Sol es sólo aparente, ya que es la Tierra la que se mueve alrededor de su eje. Por otra parte, se
consideraba que las observaciones daban a determinados enunciados un significado fáctico, al
hacerlos verificables; sin embargo, el concepto de verificación, que parece tan sencillo, es en el
fondo muy problemático. ¿Quién verifica? El Individuo. En consecuencia, el proceso de verificación
es una experiencia individual y, por naturaleza, subjetiva e intransferible. ¿Cómo establecer
entonces la objetividad a la que aspira la ciencia? Otro tanto podemos decir del concepto de
significado.
2

Existen, por otra parte, situaciones que suelen colocar a los científicos en posiciones muy
embarazosas. La física clásica, uno de cuyos representantes más destacados es Newton, sostenía
como uno de sus principios fundamentales que la masa era una magnitud invariable, así como
también que el tiempo y el espacio eran absolutos e inmodificables, a la vez que independientes de la
materia y el movimiento. Y apoyada en estos principios la física inició un recorrido exitoso, haciendo
gala de un poder explicativo y un poder predictivo muy grandes. Hasta que, el descubrimiento de
nuevos hechos, condujo al surgimiento de una nueva física, la física relativista, que se apoya en
supuestos totalmente diferentes, como aquellos que sostienen que la masa no es una magnitud
invariable y que, además, el espacio y el tiempo no son absolutos sino relativos y no se conciben al
margen del movimiento. Al mismo tiempo, el concepto clásico de materia ha debido ser revisado y
modificado a la luz de nuevos descubrimientos. ¿Cómo es posible que exista esta divergencia?
¿Acaso la física clásica se ha equivocado de manera absoluta? Y, de ser así, ¿por qué se sigue
utilizando? ¿Existe la posibilidad de que algunas de las dos no sea en realidad ciencia? ¿Es posible
que ambas sean sólo una verdad parcial? Responder a estas interrogantes no es fácil.

Otra cuestión importante es la interpretación del desarrollo científico. Por ejemplo, tanto la
mecánica clásica como la relativista corresponden a dos momentos importantes de la historia de la
física. ¿Acaso la física se desarrolla por acumulación progresiva de conocimientos, en virtud de la
cual las teorías "verdaderas" van sepultando a las teorías "falsas"? ¿O se trata de la sustitución de
dos modelos o paradigmas inconmensurables entre sí en donde la noción de verdad se torna
irrelevante, en aras de la noción de utilidad? Tampoco aquí es sencillo elaborar una respuesta.

Asunto de interés, asimismo, es la discusión en torno a si la ciencia consiste en una colección


de observaciones a partir de las cuales deducimos leyes y teorías, o en el examen crítico de
hipótesis, mediante el cual vamos eliminando aquellas que conduzcan a conclusiones falsas. Otro
problema: ¿Por qué la confirmación de una hipótesis no nos permite afirmar necesariamente su
verdad? Y, a propósito, ¿qué es la verdad científica? Al igual que en los casos anteriores, las
respuestas que se han elaborado distan mucho de considerarse totalmente satisfactorias y la
discusión continúa. En suma, recogiendo las palabras del matemático Henri Poincaré, sólo “para un
observador superficial, la verdad científica está fuera de toda duda; la lógica de la ciencia es
infalible, y si los sabios se equivocan algunas veces, es por haber desconocido sus reglas.” 1

LA EPISTEMOLOGÍA ES UNA METATEORÍA EN LA CUAL SE MANIFIESTA LA


RELACIÓN CIENCIA-FILOSOFÍA.

Como se puede apreciar, la ciencia, ya sea formal o empírica, genera problemas directamente
relacionados con su fundamentación, con los procedimientos utilizados para establecer lo que se
denomina la verdad de sus enunciados, con el alcance de estas verdades e, inclusive, con la manera
de entender su desarrollo, entre otros muchos que nos hemos guardado de mencionar. Tales
problemas son ineludibles y han colocado a los cultivadores de la ciencia, en más de una ocasión, en
situaciones realmente difíciles. Sin embargo, de una u otra forma, hay que enfrentarlos. Mas, ¿qué
disciplina ha de servir para realizar esta nada fácil tarea? La respuesta no puede ser otra que: la
filosofía. La filosofía, a la que suele definírsele como saber radical por excelencia, comprometida
con la búsqueda de los primeros principios y el examen de los fundamentos, e interesada incluso en
disipar los falsos problemas que surgen cuando se hace un mal uso del lenguaje, es la creación
humana más indicada para resolver, o por lo menos intentar hacerlo, estas engorrosas cuestiones.

1Henri POINCARÉ, La ciencia y la hipótesis, p. 13.


3

Así es como ha surgido la filosofía de la ciencia, llamada también teoría de la ciencia o


epistemología, término que utilizaremos de aquí en adelante.

¿Por qué es necesaria una teoría filosófica acerca de la ciencia? Esta pregunta es fácil de
responder si consideramos que, desde sus orígenes, filosofía y ciencia han ido siempre tomadas de la
mano. Históricamente, la filosofía ha sido la madre de la ciencia, pero al adquirir ésta su mayoría de
edad, los vínculos no desaparecieron. El gran físico Albert Einstein expresa muy acertadamente esta
relación cuando escribe: “Las generalizaciones filosóficas deben basarse sobre las conclusiones
científicas. Pero, establecidas y aceptadas aquéllas ampliamente, influyen a su vez en el
desarrollo ulterior del pensamiento científico, indicando uno de los múltiples caminos a seguir.” 2
Por su parte, Mario Bunge nos recuerda que “los problemas más difíciles y fértiles de la ciencia y
la tecnología nacieron en el seno de la filosofía”. 3 El físico Luis de Broglie, ha ilustrado muy
bien algunos casos que confirman esta indiscutible afirmación. 4

En consecuencia, nos encontramos en una situación en la cual una teoría, la ciencia, se


convierte en objeto de estudio de otra teoría, la filosofía. Cuando esto sucede, decimos que ésta
última es una metateoría.5 La epistemología viene a ser, pues, en tanto reflexión acerca de la
ciencia, una teoría (filosofía) acerca de otra teoría (la ciencia). Por supuesto, no existiría si su
objeto no existiese; por eso se ha dicho que es una actividad parasitaria (en el mejor sentido de la
palabra) de la ciencia misma.6

También se dice que la epistemología es una reflexión de “segundo orden” sobre la ciencia y
sus resultados. Según J. Losee, esto significa que tenemos que distinguir niveles. El nivel 0 sería el
nivel de los hechos, el nivel 1 sería el de la explicación de los hechos (la ciencia) y, finalmente, el
nivel 2 sería el del análisis de los procedimientos y de la lógica de la explicación científica, vale
decir, el examen de la explicación de los hechos (epistemología o filosofía de la ciencia). 7 Por este
motivo, la ciencia sería una reflexión de “primer orden” y la epistemología de “segundo orden”.

ORIGEN DEL TÉRMINO "EPISTEMOLOGÍA"

2 Albert EINSTEIN, La física, aventura del pensamiento, p. 68.

3 Mario BUNGE, Seudociencia e ideología, p. 15.

4 Cf. Luis de BROGLIE, Physique et Microphysique.

5Análogamente, se habla de metalenguajes. Un metalenguaje es un lenguaje en el cual se habla de otro lenguaje.


En consecuencia, se hace necesario establecer una jerarquía de niveles en virtud de la cual distinguiremos el
lenguaje-objeto (aquel del cual se habla) y el metalenguaje (aquel en el que se habla del lenguaje-objeto). Por
ejemplo, la matemática, un lenguaje, puede ser materia de investigación por otra disciplina, otro lenguaje, en este
caso la metamatemática; en consecuencia, la primera es el lenguaje-objeto de la segunda, la cual será su
metalenguaje. Así es como podemos distinguir también una lógica y una metalógica. Por ende, podremos
considerar también a la ciencia convertida en lenguaje-objeto de la epistemología, que sería el metalenguaje de
aquella.

Esta jerarquía de niveles en el lenguaje fue introducida por el filósofo británico Bertrand Russell (1872-
1970), como un intento por solucionar el problema de las llamadas paradojas semánticas.

6
7 Cf. Diccionario Herder de la filosofía.
4

"Epistemología" es un término generado a partir de una vieja palabra y que sirve hoy para
designar una nueva disciplina. Etimológicamente, viene del griego, de un término que se utilizó para
denominar una forma de conocimiento con características similares a lo que ahora llamaríamos
ciencia..8 Sin embargo, en la actualidad designa una disciplina filosófica que, como ya lo hemos visto,
se ocupa del conocimiento científico. Para comprender esta evolución del significado de la palabra
epistemología, debemos remontarnos a la antigua Grecia. Allí, sobre todo a partir de Platón, se
distinguía la "doxa"9 de la "epistéme".10 La primera era la opinión, la segunda el conocimiento
verdadero; la primera conducía al error, la segunda a la verdad. En suma, la primera era apariencia,
la segunda saber genuino.

Si consideramos que como modelo de conocimiento verdadero por excelencia, siempre se ha


pensado en el término ciencia, entonces podremos comprender el porqué, con el paso de los años, el
término epistemología ha devenido en sinónimo de estudio de la ciencia. 11

No obstante, no siempre fue así. Aun hoy, podemos distinguir hasta dos usos de la palabra
"epistemología":

a) En un sentido general, como sinónimo de teoría del conocimiento.

b) En un sentido específico, como teoría o filosofía de la ciencia. En este caso, es


considerada como un caso especial de la gnoseología o teoría del conocimiento.

En consecuencia, podemos distinguir dos maneras diferentes de hablar de la epistemología:


como gnoseología o teoría del conocimiento en general y como teoría del conocimiento científico.

Sin embargo, es este último sentido el que se ha generalizado progresivamente. Aunque


también cabría hacer una precisión, pues las modernas corrientes epistemológicas, a diferencia de
las filosofías de la ciencia de corte tradicional, se esfuerzan por penetrar en la estructura de la
ciencia gracias al uso intensivo de la Lógica Matemática, sobre todo a partir de la aparición del
neopositivismo o positivismo lógico, que ha ejercido una indiscutible influencia en la formación de la
nueva filosofía de la ciencia.12

ETAPAS EN EL DESARROLLO DE LA EPISTEMOLOGÍA.

Si examinamos la historia de la filosofía no podemos dejar de reconocer que las reflexiones


acerca de la naturaleza del conocimiento y de los diversos problemas que plantea han existido

8’επιστήμη (episteme). s. Ciencia; arte; saber; habilidad; ingenio. │ Conocimientos científicos.│ Aplicación;
estudio. Al respecto, creemos conveniente citar al filósofo Martín Heidegger: “Se traduce ’επιστήμη generalmente
por ‘ciencia’. Esto es engañoso, porque dejamos demasiado fácilmente que se infiltre la representación moderna de
‘ciencia’.” (Martín Heidegger, ¿Qué es esto, la filosofía?, p. 36.) Efectivamente, la concepción griega de ciencia
no es la del hombre de hoy.

9δόξα (doxa). s. Opinión; creencia; apariencia. │ Imaginación, conjetura. │ Reputación; gloria. │ Dogma;
principio.

10Ya Parménides (n. circa. 539-540 a.C.), en su conocido poema Sobre la naturaleza, distinguió las vías de la
verdad (la persuasión y la verdad) de la vía de la opinión, relacionada con la variación y la sensación.

11En este sentido se utiliza la palabra inglesa epistemology.

12Cf. Luis PISCOYA HERMOZA, Metapedagogía. Un enfoque epistemológico de la tecnología educativa, "Nota
preliminar". Acerca de la relación existente entre la epistemología actual y el positivismo lógico, conviene
consultar también, del mismo autor: "¿Qué es la epistemología?", Alma Mater, Lima, diciembre, 1993.
5

desde el comienzo del filosofar, de manera que la epistemología, entendida en su sentido lato, sería
muy antigua. Gorgias de Leontini (c. 485-c. 380 a. C.), famoso sofista griego, afirmaba que el
conocimiento de algo no es posible, pero aun siéndolo no sería comunicable. Por supuesto, no siempre
se planteó como el problema principal, por lo que encontramos etapas en las cuales tuvo mayor
trascendencia que en otras. Según Mario Bunge, 13 hay, en el comienzo, un periodo que él denomina
“clásico”. En esta etapa, que se extiende desde Platón (427 – 347 a. C.) a Russell (1872 – 1970), la
epistemología es sólo un capítulo de la teoría del conocimiento o gnoseología. Sus cultivadores, no
son epistemólogos profesionales, por decirlo así, sino científicos y matemáticos que la cultivaban “en
horas de ocio o en trance de divulgar conferencias de divulgación, y por filósofos sin gran
preparación científica”.14 Entre ellos estuvieron John Herschel (1792 – 1871), Auguste Comte (1798
– 1857), William Whewell (1794 – 1866), Claude Bernard (1813 – 1878), Ernst Mach (1838 – 1916),
Pierre Duhem (1861 – 1916), Federico Engels (1820 – 1895), Henri Poincaré (1854 – 1912), Vladimir
Lenin (1870 – 1924), Arthur Eddington (1882 – 1944), Ernst Cassirer (1874 – 1945), etc.

La situación cambió significativamente a partir del advenimiento del Círculo de Viena en 1927.
Por primera vez, nos dice Bunge, un grupo de epistemólogos, algunos de ellos profesionales, entre los
que se encontraban matemáticos, lógicos, filósofos y científicos sociales, se reunieron para elaborar
una nueva epistemología. Entre ellos encontramos a Moritz Schlick (1882 – 1936), el inspirador del
movimiento, Rudolf Carnap (1891-1970), Hans Reichenbach (1891-1953), Víctor Kraft (1880 – 1975),
Herbert Feigl (1902 – 1988) y –tangencialmente- a Karl Popper (1902-1994) y Ferdinand Gonseth
(1890 – 1975). “El Círculo de Viena cambió la faz técnica de la filosofía, al poner en práctica y
desarrollar el programa de Russell, de hacer filosofía more geométrico,15 y en particular con ayuda
de la lógica matemática, de allí que fueran denominados también empiristas lógicos.” 16

Pero dicha epistemología tenía, nos dice Bunge, un defecto fatal: estaba atada a la tradición
empirista e inductivista de Bacon (1561 – 1626), Hume (1711 – 1776), Berkeley (1685 – 1753), Comte
y Mach, incompatible con una epistemología inherente al enfoque científico.

Luego vino o que nuestro autor denomina la “epistemología artificial”, que se obsesiona con los
juegos lingüísticos y profundiza este alejamiento de la ciencia que se manifestaba ya en los
empiristas lógicos. Esta tendencia encontró su mejor exponente en el filósofo austriaco Ludwig
Wittgenstein (1889 – 1951). “En suma, la filosofía lingüística mató al Círculo de Viena desde
adentro antes que el nazismo emprendiera su Blitzkrieg17 contra la razón.”18

PERO, ¿CÓMO SE DEFINE ACTUALMENTE LA EPISTEMOLOGÍA?

Se han realizado muchos intentos por definir a la epistemología. A continuación examinaremos


algunos de ellos.

1) Un prestigioso diccionario de filosofía, la definía como filosofía de las ciencias, pero


no en el sentido de que estudia los métodos científicos, lo que sería objeto de la metodología y

13 Cf. Mario BUNGE, Epistemología.

14 Ibid., p. 14.
15
A la manera de la geometría.

16 Ibid., p. 16.
17
Guerra relámpago.
18
Ibid., pp. 16-17.
6

formaría parte de la lógica; sino como “el estudio crítico de los principios, de las hipótesis y de
los resultados de las diversas ciencias, destinado a determinar su origen lógico (no
psicológico), su valor y su alcance objetivo [cursiva nuestra, C. A.]”. Deberemos, pues, distinguir
la epistemología de la teoría del conocimiento, aunque ésta sea su introducción y auxiliar
indispensable, en cuanto la primera estudia el conocimiento en pormenor y a posteriori, en la
diversidad de las ciencias y de los objetos más bien que en la unidad del espíritu. 19

2) Karl Popper, uno de los más caracterizados representantes contemporáneos de

la filosofía de la ciencia, ha escrito: "(...) el problema central de la epistemología ha sido


siempre, y sigue siéndolo, el del aumento del conocimiento. Y el mejor modo de estudiar el
aumento del conocimiento es estudiar el del conocimiento científico [las cursivas son del original,
C. A.]."20 Nuestro filósofo piensa que el problema de la epistemología puede abordarse por dos lados
distintos: a) como el problema del conocimiento del sentido común u ordinario, y b) como el problema
del conocimiento científico. Señala, asimismo, que los filósofos que se inclinan por el primer
enfoque piensan que el conocimiento científico sólo puede ser una extensión del conocimiento
común, y creen también, que éste es más fácil de analizar. Pero se equivocan -agrega- pues "los
problemas más importantes y más atractivos de la epistemología han de ser completamente
invisibles para los que se limitan al análisis del conocimiento [ordinario]." 21 En todo caso, Popper
opina que la epistemología es “la teoría del conocimiento científico”.22

3. Se ha dicho también que es el estudio centrado en el análisis lógico del lenguaje


científico (enunciados de observación, hipótesis, leyes, teorías, reglas, etc.), del método científico y
de los criterios que se utilizan para decidir la validez o la aceptabilidad de una formulación
científica. Consecuentemente, la epistemología, así definida, se distinguiría por su capacidad para
penetrar en la estructura de la ciencia gracias al uso intensivo de la Lógica Matemática, como
instrumento de análisis del lenguaje científico. En consecuencia, el análisis epistemológico "(...) no
está dirigido al examen de hechos, eventos, acontecimientos o cosas, sino al de los conjuntos
de reglas y proporciones que constituyen los sistemas tecnológicos y las teorías científicas,
respectivamente".23

4. Andrés Rivadulla, menciona por su parte una serie de interrogantes que se le


plantean al filósofo de la ciencia:

- ¿qué tipos de conocimientos pueden ser calificados de científicos?,

- ¿de qué medios se sirve la ciencia para conocer y explicar el mundo?,

- ¿existe una justificación lógica de nuestros conocimientos científicos?,

- ¿son tales conocimientos estrictamente verificables, sólo confirmables en un


determinado grado, o simplemente corroborables de modo provisional?,

19Cf. André LALANDE, Diccionario de filosofía.

20Karl POPPER, La lógica de la investigación científica, p. 16.

21Ibid., p. 19.

22 Karl POPPER, Conocimiento objetivo, p. 108.


23Luis PISCOYA, Metapedagogía, p. 7.
7

- ¿cómo se construye el lenguaje científico?,

- ¿cuál es la estructura lógica de las teorías de la ciencia?,

- ¿son las teorías científicas inmunes frente a potenciales falsadores, o son


susceptibles de revisión?,

- ¿existe progreso en la ciencia, qué tipos de progreso son apreciables, y cómo


funciona la dinámica de teorías?,

- ¿progresa la ciencia según un estricto modelo lógico?, ¿avanza la ciencia hacia "la

verdad"?, etc. Examinar e intentar responder a estas preguntas, dice nuestro autor, será el
objeto de la teoría de la ciencia.24

En suma, podemos concluir señalando que la epistemología ha surgido como respuesta a una
necesidad real experimentada por los propios hombres de ciencia. Tiene la nada fácil tarea de
ayudarnos a entender el conocimiento científico desde una perspectiva crítica, no dogmática,
sometiendo todos sus supuestos a reflexión y análisis. Cierto es que la realización de este objetivo
ha originado una serie de "ismos" que suele desconcertar -y, a veces descorazonar- al que recién se
inicia en esta disciplina; sin embargo, muy pronto éste comprenderá que es precisamente esta
diversidad la que garantiza el libre desarrollo del pensamiento. Lo cual se ha puesto en evidencia
desde la época de los antiguos griegos, que, en su indeclinable búsqueda de la verdad, hicieron de la
libre discusión su método predilecto y un arte refinado.

BIBLIOGRAFÍA

DE BROGLIE, Lois Physique et Microphysique. Paris, Albin Michel, 1947.

EINSTEIN, Albert La física, aventura del pensamiento. Buenos Aires,


Losada, 1945.

FERRATER MORA, José Diccionario de filosofía. Barcelona, Ariel, 1994.

HEIDEGGER, Martín ¿Qué es esto, la filosofía? Lima, UNMSM, 1958.

LALANDE, André Vocabulario Técnico y crítico de la filosofía. Buenos


Aires, El Ateneo.

MOULINES, Ulises Exploraciones metacientíficas. Madrid Alianza


Editorial, 1982.

PISCOYA, Luis Metapedagogía. Un enfoque epistemológico de la


tecnología educativa. Lima, Episteme, 1993.

24Andrés RIVADULLA RODRÍGUEZ, Filosofía actual de la ciencia, p. 23.


8

----------- "¿Qué es la epistemología?", en Alma Mater, Lima,


diciembre, 1993.

POINCARÉ Henri La ciencia y la hipótesis . Buenos aires, Espasa-Calpe,


1943.

POPPER, Karl La lógica de la investigación científica. Madrid,


Tecnos, 1980.

----------- Conocimiento objetivo. Madrid, Tecnos, 1974.

RIVADULLA, Andrés Filosofía actual de la ciencia, Madrid, Tecnos, 1986.

SEBASTIÁN, Florencio Diccionario griego-español. Barcelona, Sopena, 1954.

SEIFFERT, Helmut. Introducción a la teoría de la ciencia, Barcelona,


Herder, 1977.

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