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La investigación que pone cifras al descenso de hijos cuando las mujeres estudian

Un análisis en 18 países con 670.449 africanas nacidas entre 1950 y 1995


concluye que se habrían producido 13 millones menos de nacimientos con
mayor acceso a la educación

A principios del siglo XX la gente nacía y moría constantemente. Los avances médicos,
mayor higiene y mejores servicios aumentaron la esperanza de vida. Tiempo después,
también comenzaron a disminuir los alumbramientos. La población creció de forma
espectacular, incluso cuando comenzaron a bajar las tasas de natalidad. Esto sucedió
primero en Europa, y Norteamérica, después se extendió a Latinoamérica y Asia. Parecía
que le había tocado el turno a África: los índices de natalidad empezaron a disminuir en el
continente en los ochenta, pero esta tendencia se frenó e incluso revirtió en los noventa y
los dosmil. Volvieron a aumentar los nacimientos, hubo que revisar las proyecciones de
población y se empezó a hablar de la bomba demográfica africana. Ante la falta de una
explicación concreta a este aumento, algunos expertos hablan de "misterio".
Hoy hay 1.256 millones de africanos; en 2050 se espera que sean el doble, según las
previsiones de la ONU. Un grupo de investigadores austriacos publicó recientemente un
estudio en el que trata de arrojar luz a esta incógnita demográfica y achaca en gran
medida este freno en el descenso de los nacimientos a la irregular inclusión de la mujer en
la educación en África subsahariana. Los expertos concluyen que si las niñas hubiesen
tenido un mayor acceso a la educación en la región, habrían nacido 13 millones de niños
menos entre 1995 y 2010. Las conclusiones se han publicado en la prestigiosa revista
científica PNAS.
"Los años posteriores a las independencias (la mayoría en los sesenta) representaron un
periodo de gran esperanza en la región porque muchos países ampliaron sus servicios
sociales. Sin embargo, el período inicial de felicidad económica y social pronto fue
reemplazado por tiempos más duros relacionados con aumentos de los precios del
petróleo, los aumentos en las tasas de interés y el incremento de la deuda externa. Esto
dio lugar a medidas de austeridad y recortes masivos en los presupuestos
gubernamentales, particularmente en los sectores sociales de salud y educación", detallan
los investigadores.
Para llegar a estas conclusiones los investigadores han combinado estadísticas
demográficas y sanitarias para crear una base de datos con 670.000 mujeres nacidas entre
1950 y 1995 diferenciadas por su nivel educativo. Los autores del estudio han comparado
18 países con un acceso a la eduación irregular y otros con uno más continuo. "Por
supuesto, hay varios estudios que analizan el vínculo entre la fertilidad y la educación. Sin
embargo, el nuestro se centró enteramente en explicar el freno en el descenso de
fertilidad en África subsahariana", especifica el investigador Endele Kebade, que ha
liderado este análisis.

Los políticos africanos deben dar prioridad no solo a la expansión de la educación sino
también a la calidad
Como señalaba un informe de Unicef de 2015, "la educación femenina está correlacionada
con una disminución en las tasas generales de fertilidad. Las mujeres con educación
primaria tienen, en promedio, 0,7 partos menos que las mujeres sin educación".
Actualmente el 59% de las niñas y el 61% de los niños acaba primaria en África
subsahariana, según datos de la Unesco. La desigualdad económica hace que este
porcentaje se reduzca hasta el 32% en el caso de los niños más desfavorecidos. "La
educación y el acceso a la información permiten a las niñas tomar decisiones sobre su
futuro, incluyendo la familia que quieren formar, y esto se traduce habitualmente en un
menor número de hijos, y en una mayor tasa de supervivencia de estos", detalla Blanca
Carazo, responsable de Programas de Unicef Comité Español.
El enorme aumento de población africana es algo que preocupa en Europa y son muchas
las voces que han alertado de que es urgente una mejora de la educación en el
continente. El presidente francés Emmanuel Macron lo resumió así en una intervención
hace unos meses: "Siempre digo: 'Preséntame a la mujer que decidió, siendo
perfectamente educada, tener siete, ocho o nueve hijos. Por favor, preséntame a la joven
que decidió dejar la escuela a los 10 para poder casarse a los 12". Macron expresó esta
idea en el evento Goalkeepers que cada año organiza la Fundación Bill y Melinda Gates
durante la Asamblea General de las Naciones Unidas. El ministro de exteriores español
Josep Borrell también argumentó en una intervención sobre migraciones en el Congreso
que “la solución es darles oportunidades en su tierra y controlar el crecimiento de la
población para que el desarrollo pueda llegar a todos”.
"Debido a que las generaciones más recientes de mujeres jóvenes vuelven a tener mayor
acceso a los estudios, este hallazgo sugiere que en el futuro, podemos esperar una
aceleración en la disminución de la fertilidad", especifica la investigación. Esto no indica
necesariamente un descenso en la población del continente porque también es previsible
que aumente la esperanza de vida. Para los autores del estudio, una de las conclusiones es
clara: hay que invertir más en unas políticas educativas bien diseñadas. "Los políticos
africanos deben dar prioridad no solo a la expansión de la educación sino también a la
calidad", puntualiza el investigador austriaco.

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