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UNIVERSIDAD NACIONAL DE UCAYALI

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

ESCUELA DE DERECHO

IMPUGNACIÓN

INTEGRANTES:

CHUMBES SIPÁN, MARÍA PAOLA

GUTIÉRREZ FERNÁNDEZ, LUZ DEYSI

SOTO, JOAQUÍN

JULIO 2019

DERECHO PROCESAL PENAL

Dra. PAOLA CÁRDENAS

PUCALLPA _ PERÚ
DEDICATORIA

El presente trabajo de investigación lo dedicamos principalmente a


Dios, por ser el inspiradora darnos fuerza para continuar en este
proceso de obtener uno de los anhelos más deseados.

A nuestros padres y demás familiares, por su amor, trabajo y sacrificio


en todos estos años , gracias a ustedes hemos logrado llegar hasta
aquí y convertirnos en lo que somos. Ha sido el orgullo y privilegio de
ser sus hijos o hijas, son los mejores padres.
AGRADECIMIENTO

Agradecemos a Dios por bendecirnos la vida, por guiarnos a lo largo


de nuestra existencia, ser el apoyo y fortaleza en aquellos momentos
de dificultad y de debilidad.

Gracias a nuestros padres, por ser los principales promotores de


nuestros sueños, por confiar y creer en nuestras expectativas, por los
consejos y valores y principios que nos han inculcado.

Agradecemos a nuestros docentes de la Escuela de Derecho de la


UNIVERSIDAD NACIONAL DE UCAYALI, por haber compartido sus
conocimientos a lo largo de nuestra preparación de nuestra
profesional, de manera especial, a la doctora PAOLA CÁRDENAS tutor
de nuestro trabajo de investigación quien ha guiado con su paciencia,
y su rectitud cómo docente, y a los habitantes de la comunidad de
Pucallpa por su valioso aporte para nuestra investigación.
ÍNDICE:

DEDICATORIA
AGRADECIMIENTO

INTRODUCCIÓN A LOS MEDIOS IMPUGNATORIOS


BASE NORMATIVA.
1. GARANTIAS JUDICIALES
2. NATURALEZA Y OBJETO DE LOS RECURSOS O MEDIOS IMPUGNATORIOS
3. ALCANCES DE LA IMPUGNACIÓN
4. PRESUPUESTOS DE LA IMPUGNACIÓN
4.1. Presupuestos Subjetivos
4.1.1. Agravio
4.1.2. Carácter de parte
4.2. Presupuestos Objetivos
4.2.1. Acto impugnatorio
4.2.2. Plazo
5. EFECTOS
6. PRINCIPIOS Y DERECHOS QUE AMPARAN A LOS MEDIOS IMPUGNATORIOS
6.1. Principio Dispositivo
6.2. Derecho a la pluralidad de instancias, principio de legalidad y especialidad
6.3. Prohibición de reforma en peor y afectación de derecho de defensa
7. SUPUESTOS DE IMPUGNACIÓN.
7.1. Impugnación de auto de apertura.
7.2. Impugnación del auto de no ha lugar a juicio oral
7.3. Impugnación del auto de sobreseimiento
8. IMPUGNACIÓN DIFERIDA.
INTRODUCCIÓN A LOS MEDIOS
IMPUGNATORIOS
______________________________________________________________________________
________

Los medios impugnatorios se basan en la garantía institucional del derecho a la instancia


plural (artículo 139.6 de la Constitución Política del Perú de 1993), que se materializa en el
derecho de recurrir; en tal contexto se debe respetar también el principio de interdicción de la
reformatio in peius, es decir la prohibición de la reforma de la sentencia en perjuicio de los
sentenciados, cuando estos son los únicos impugnantes (1).

Los medios impugnatorios pueden dividirse en intra o extraproceso. Los primeros se


subdividen en recursos y remedios (oposición, tacha); mientras que entre los segundos –que
proceden contra resoluciones judiciales firmes cuestionadas a través de un nuevo proceso–
encontramos a la revisión.

Otra clasificación, esta vez según las formalidades exigidas, es en medios impugnatorios
ordinarios y extraordinarios. La interposición de los primeros no necesita fundarse en causa
legal y, por lo tanto, cabe alegar la totalidad de errores judiciales o vicios, materiales y formales,
sufridos en la sentencia o en las actuaciones de primera instancia; tampoco impiden al juez ad
quem se pronuncie sobre la totalidad de la cuestión litigiosa. Los medios impugnatorios
extraordinarios solo proceden contra determinadas resoluciones, por motivos tasados y se
exigen mayores formalidades para su interposición. Ejemplos representativos de cada uno de los
medios impugnatorios ordinarios y extraordinarios son la apelación y la casación, respectivamente.

_________________________
(1) Cfr. Acuerdo Plenario de los Vocales Superiores de la República Nº 6/2000.

Los recursos (apelación, reposición, casación y queja) según el nuevo Código Procesal Penal
del 2004 (en adelante, NCPP) puede plantearlos la parte legitimada cuando esta considere que
existen vicios o errores en las resoluciones judiciales, por lo que buscan que estas se anulen o
revoquen. Hemos de recordar que los vicios (o también llamados errores in procedendo)
pueden ser tanto por defecto procesal de trámite o por defectos estructurales en la motivación;
mientras que los errores (in iudicando) son defectos sustantivos que se aprecian en la
inaplicación, aplicación indebida o interpretación errónea de una norma de derecho material,
así se dice también que existen tanto errores in iure (problemas de subsunción) como errores in
facto (apreciación y valoración probatoria).

Dentro de los efectos que pueden originar los recursos están: el devolutivo, suspensivo y
extensivo. El primero de ellos importa que tanto el trámite como la resolución del recurso estén
a cargo de un órgano jurisdiccional de superior jerarquía, que se encargará de reexaminar lo
dispuesto por la instancia inferior y de resolver dentro de los límites de lo apelado. El efecto
devolutivo opera automáticamente para todos los recursos, a excepción del recurso de
reposición, pues en este último el competente para hacer el reexamen es el mismo juez que
emitió la resolución impugnada.

El efecto suspensivo de los recursos implica que se detenga la ejecución o cumplimiento de la


resolución recurrida. El artículo 412 del NCPP recoge el efecto no suspensivo de los recursos,
siendo una de las excepciones a la regla lo señalado en el artículo 418: “El recurso de apelación
tendrá efecto suspensivo contra las sentencias y los autos de sobreseimiento, así como los
demás autos que pongan fin a la instancia”.

Cuando en los procesos exista una pluralidad de imputados, en principio, el juez ad quem está
facultado para extender los efectos de la impugnación de cualquiera de ellos a los demás,
siempre y cuando les favorezca y los fundamentos del medio impugnatorio no respondan a
criterios exclusivamente personales. He aquí donde se aprecia el efecto extensivo de los
recursos.
Por último, en el artículo 410 del NCPP también se consagra el efecto diferido de los recursos.
Este consiste en que en los procesos con pluralidad de imputados o de delitos, cuando se dicte
auto de sobreseimiento y estando pendiente el juzgamiento de los otros, la impugnación que se
presente –si es concedida– reservará la remisión de los autos hasta que se pronuncie la
sentencia que ponga fin a la instancia, salvo que ello ocasione grave perjuicio a alguna de las
partes.

BASE NORMATIVA.

✓ Constitución Política del Perú de 1993


Artículo 139.- Principios de la función jurisdiccional

Son principios y derechos de la función jurisdiccional: (…)

6. La pluralidad de instancia.

✓ Pacto Internacional de Derechos Civiles Y Políticos

Artículo 14.- (…)

5. Toda persona declarada culpable de un delito tendrá derecho a que el fallo condenatorio y la
pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal superior, conforme a lo prescrito
por la ley.

✓ Convención Americana sobre Derechos Humanos

Artículo 8.- Garantías Judiciales (…)

2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no
se establezca legalmente su culpabilidad. Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en
plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas: (…)

h) Derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior.

✓ Código Procesal Penal (2004)

Artículo 404.- Facultad de recurrir

1. Las resoluciones judiciales son impugnables solo por los medios y en los casos expresamente
establecidos por la Ley. Los recursos impugnatorios se interponen ante el juez que emitió la
resolución recurrida.

2. El derecho de impugnación corresponde solo a quien la Ley se lo confiere expresamente. Si la


Ley no distingue entre los diversos sujetos procesales, el derecho corresponde a cualquiera de
ellos.
3. El defensor podrá recurrir directamente en favor de su patrocinado, quien posteriormente si
no está conforme podrá desistirse. El desistimiento requiere autorización expresa de abogado
defensor.

4. Los sujetos procesales, cuando tengan derecho de recurrir, podrán adherirse, antes que el
expediente se eleve al juez que corresponda, al recurso interpuesto por cualquiera de ellos,
siempre que cumpla con las formalidades de interposición.

Artículo 405.- Formalidades del recurso

1. Para la admisión del recurso se requiere:

a) Que sea presentado por quien resulte agraviado por la resolución, tenga interés directo
y se halle facultado legalmente para ello. El Ministerio Público puede recurrir incluso a
favor del imputado.

b) Que sea interpuesto por escrito y en el plazo previsto por la Ley. También puede ser
interpuesto en forma oral, cuando se trata de resoluciones expedidas en el curso de la
audiencia, en cuyo caso el recurso se interpondrá en el mismo acto en que se lee la
resolución que lo motiva.

c) Que se precise las partes o puntos de la decisión a los que se refiere la impugnación, y
se expresen los fundamentos, con indicación específica de los fundamentos de hecho y de
derecho que lo apoyen. El recurso deberá concluir formulando una pretensión concreta.

2. Los recursos interpuestos oralmente contra las resoluciones finales expedidas en la audiencia
se formalizarán por escrito en el plazo de cinco días, salvo disposición distinta de la Ley.

3. El juez que emitió la resolución impugnada, se pronunciará sobre la admisión del recurso y
notificará su decisión a todas las partes, luego de lo cual inmediatamente elevará los actuados
al órgano jurisdiccional competente. El juez que deba conocer la impugnación, aun de oficio,
podrá controlar la admisibilidad del recurso y, en su caso, podrá anular el concesorio.

Artículo 406.- Desistimiento

1. Quienes hayan interpuesto un recurso pueden desistirse antes de expedirse resolución sobre
el grado, expresando sus fundamentos.
2. El defensor no podrá desistirse de los recursos interpuestos por él sin mandato expreso de su
patrocinado, posterior a la interposición del recurso.

3. El desistimiento no perjudicará a los demás recurrentes o adherentes, pero cargarán con las
costas.

Artículo 407.- Ámbito del recurso

1. El imputado y el Ministerio Público podrán impugnar, indistintamente, del objeto penal o del
objeto civil de la resolución.

2. El actor civil solo podrá recurrir respecto al objeto civil de la resolución.

Artículo 408.- Extensión del recurso

1. Cuando en un procedimiento hay coimputados, la impugnación de uno de ellos favorecerá a


los demás, siempre que los motivos en que se funde no sean exclusivamente personales.

2. La impugnación presentada por el imputado favorece al tercero civil.

3. La impugnación presentada por el tercero civil favorece al imputado, en cuanto no se haya


fundamentado en motivos exclusivamente personales.

Artículo 409.- Competencia del Tribunal Revisor

1. La impugnación confiere al Tribunal competencia solamente para resolver la materia


impugnada, así como para declarar la nulidad en caso de nulidades absolutas o sustanciales no
advertidas por el impugnante.

2. Los errores de derecho en la fundamentación de la decisión recurrida que no hayan influido


en la parte resolutiva no la anulará, pero serán corregidos. De igual manera se procederá en los
casos de error material en la denominación o el cómputo de las penas.

3. La impugnación del Ministerio Público permitirá revocar o modificar la resolución aun a favor
del imputado. La impugnación interpuesta exclusivamente por el imputado no permite
modificación en su perjuicio.

Artículo 410.- Impugnación diferida


1. En los procesos con pluralidad de imputados o de delitos, cuando se dicte auto de
sobreseimiento, estando pendiente el juzgamiento de los otros, la impugnación que se presente
si es concedida reservará la remisión de los autos hasta que se pronuncie la sentencia que
ponga fin a la instancia, salvo que ello ocasione grave perjuicio a alguna de las partes.

2. En este último caso, la parte afectada podrá interponer recurso de queja, en el modo y forma
previsto por la Ley.

Artículo 411.- Libertad de los imputados.- Los imputados que hayan sobrepasado el tiempo
de la pena impuesta por una sentencia pendiente de recurso, sin perjuicio que este sea
resuelto, serán puestos en inmediata libertad. El juzgador está facultado para dictar las medidas
que aseguren la presencia del imputado, siendo aplicable en lo pertinente las restricciones
contempladas en el artículo 288.

Artículo 412.- Ejecución provisional

1. Salvo disposición contraria de la Ley, la resolución impugnada mediante recurso se ejecuta


provisionalmente, dictando las disposiciones pertinentes si el caso lo requiere.

2. Las impugnaciones contra las sentencias y demás resoluciones que dispongan la libertad del
imputado no podrán tener efecto suspensivo.

Artículo 413.- Clases.- Los recursos contra las resoluciones judiciales son:

1. Recurso de reposición.
2. Recurso de apelación.
3. Recurso de casación.
4. Recurso de queja.

Artículo 414.- Plazos

1. Los plazos para la interposición de los recursos, salvo disposición legal distinta, son:

a) Diez días para el recurso de casación.

b) Cinco días para el recurso de apelación contra sentencias.


c) Tres días para el recurso de apelación contra autos interlocutorios y el recurso de queja.
Uy

d) Dos días para el recurso de reposición.

2. El plazo se computará desde el día siguiente a la notificación de la resolución.

Impugnación en los Procesos Penales


_____________________________________________________________________________________
_________

1. Garantías judiciales

El numeral 24 parágrafo e) del artículo 2 de la Constitución Política del Perú señala que toda
persona es considerada inocente mientras no se haya declarado judicialmente su
responsabilidad; asimismo, conforme a lo previsto en el artículo 284 del Código de
Procedimientos Penales vigente, la sentencia absoluta debe sustentarse en el hecho de que la
inocencia se presume y la culpabilidad se prueba (R.N. Nº 4894-2007, Centro de Investig. del
P.J.).

2. Naturaleza y objeto de los recursos o medios impugnatorios

Todo medio impugnatorio tiene por objeto lograr por parte del justiciable que un órgano de
una instancia superior modifique determinada decisión que obviamente le es desfavorable a sus
intereses (Exp. N° 4533-2001-Lima, Data 40 000, G.J.).

Luego, el derecho a la pluralidad de instancias garantiza que los justiciables, en la


sustanciación de un proceso, cualquiera sea su naturaleza, puedan recurrir las resoluciones
judiciales que los afectan ante una autoridad jurisdiccional superior. En la medida que la
Constitución no ha establecido cuáles son esas instancias, el principio constitucional se satisface
estableciendo cuando menos una doble instancia; y, en esa medida, permitiendo que el
justiciable tenga posibilidad de acceder a ella mediante el ejercicio de un medio impugnatorio.
La Constitución tampoco ha establecido qué tipo de resoluciones pueden impugnarse. Y aunque
el ordinal “h“ del artículo 8.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos haya
establecido que la pluralidad de instancias solo comprende al “fallo”, considera el Tribunal
Constitucional que el derecho a recurrir las resoluciones judiciales no solo comprende a las
sentencias, sino también a los autos. Sin embargo, como sucede con todo derecho
constitucional, el derecho de acceso a los medios impugnatorios no es un derecho cuyo
ejercicio pueda considerarse absoluto, pues puede ser objeto de limitaciones, siempre que con
ellas se busque preservar otros derechos, bienes o principios constitucionales, y que las mismas
sean razonables. La razón de ser de un medio impugnatorio radica en el reconocimiento de la
equivocación humana como accidente posible en el proceso. Ello autoriza la intervención de un
órgano para acordar o reconocer la eficacia de una relación o situación jurídica (STC Exp. N°
2877-2005-PHC/TC, Data 40 000, G.J.).

Como precisa el inciso 14 del artículo 139 de la Constitución Política, el derecho se proyecta a
todas las etapas y articulaciones que pudiera comprender el proceso judicial. De este modo,
uno de los ámbitos en los cuales se van a desplegar sus efectos es el referido al uso de los
recursos impugnatorios. El derecho a los recursos forma parte, así, del contenido esencial del
derecho a la pluralidad de instancias, no solo a título de una garantía institucional que posibilita
su ejercicio, sino también como un elemento esencial del debido proceso, en la medida en que
promueve la revisión, por un superior jerárquico, de los errores de las instancias inferiores (STC
Exp. N° 0787-2003-HC/TC, www.tc.gob.pe).

En el sistema judicial los recursos o medios impugnatorios buscan a corto plazo una revisión
de las cuestiones contenidas en una resolución, que puede ser firme o no, dependiendo de la
naturaleza del recurso y la etapa procesal en que este se encuentre, así como un examen de los
trámites seguidos por el juzgador para su emisión. Como ya quedó establecido, la impugnación
tiende a corregir la falibilidad del juzgador y, de esta manera, lograr la eficiencia del acto
jurisdiccional.

En este esquema, si bien es cierto que un sistema procesal en el que no se permitiese a cada
parte recurrir las resoluciones judiciales, y así resolver las contiendas con tremenda rapidez,
sería poco menos que inconcebible o injusto, no lo es menos que este servicio podría
comprometer drásticamente el propio contenido de las resoluciones, sacrificando la justicia de
la decisión a su prontitud. De ahí que una impugnación significa una alerta o un instante de
reflexión frente al impulso de la rapidez de quien resuelve en las primeras instancias, que nos
permita recordar que ello constituye el precio que los ciudadanos deben pagar por la custodia
de sus derechos y deberes. En consecuencia, la naturaleza de los recursos es impugnar una
sentencia o una resolución judicial que, o bien es gravosa para una parte, o bien no se ajusta a
normas procesales. Como fundamentos de los medios de impugnación se tiene que estos sirven
para recurrir el error de las resoluciones judiciales, si lo que se intenta en este caso es que el
órgano judicial pueda reconsiderar su decisión (los defectos que se denuncian pueden consistir
en vicios de la actividad procesal o un error de juicio; vale decir, una torcida interpretación de
una voluntad abstracta de la ley existente), o atender, no tanto al error de las resoluciones
judiciales, sino al gravamen que provoca la resolución judicial (STC Exp. N° 2877-2005-PHC/TC,
Data 40 000, G.J.).

Finalmente, las normas procesales que regulan los medios impugnatorios son imperativas y,
por tanto, son obligatorias y de estricto cumplimiento para las partes que intervienen en un
proceso (R.Q. N° 888-2005-Cañete, Data 40 000, G.J.).

3. Alcances de la impugnación

En materia penal, la interposición de un medio impugnatorio permite determinar la


competencia del órgano judicial superior en el sentido de que este no puede: a) modificar
arbitrariamente el ilícito penal con el que se venía juzgando al procesado; y, b) aumentar la
pena inicialmente impuesta si es que ningún otro sujeto procesal hubiera hecho ejercicio de los
medios impugnatorios. Una exigencia de esta naturaleza se deriva: a) de la necesidad de
respetar el derecho de defensa de la persona sometida a un proceso penal, lo que no se
salvaguardaría si, destinando su participación a defenderse de unos cargos criminales,
precisados en la denuncia o en la formulación de la acusación fiscal, sin embargo, termina
siendo condenada por otros, contra los cuales, naturalmente, no tuvo oportunidad de
defenderse; b) del hecho de no poder modificar, para aumentar, los extremos de la sanción,
pues es indudable que, no habiendo interpuesto medio impugnatorio el titular de la acción
penal, esto es, el Ministerio Público, aquel extremo debe entenderse como consentido y, por
tanto, queda prohibido de reformar para empeorar (STC Exp. N° 1258-2005-PHC/TC, Data 40
000, G.J.).

Así, dado un caso concreto, la Sala Penal como juez recursal: (I) Se limitará a conocer la
materia objeto de la impugnación. La garantía constitucional de la defensa en juicio prevista por
el artículo 139, inciso sexto de la Carta Fundamental pone límites al juzgador en cuanto a que
no puede pronunciarse ni en exceso a lo pedido, ni fuera de lo pedido, ni en menos de lo pedido
(principio de congruencia resolutiva); (II) Dará una respuesta razonada a las pretensiones de las
partes, sin que esto suponga un razonamiento autónomo y pormenorizado respecto a todos y
cada uno de los fundamentos jurídicos en que aquellas se sustenten. Las exigencias derivadas
del artículo 139, inciso tercero de la Constitución Política han de entenderse cumplidas con la
denominada motivación implícita y no solo y necesariamente con la expresa y manifiesta. Con
este criterio, debe descartarse cualquier lesión que puedan anunciar las partes en caso de que
esta Sala no abarque en cada uno de los razonamientos formulados en sus alegatos; (III)
Evaluará dentro de los alcances actuales la interdicción de la reforma peyorativa, regulada en el
artículo 300 del Código de Procedimientos Penales (en adelante, C de PP), modificado por el
Decreto Legislativo N° 959, interpretando que la prohibición de reformar en peor se refiere al
monto de la pena y no al contenido de la imputación, y siempre, claro está, que la decisión
modificatoria que adopte el tribunal de alzada no vulnere el derecho de defensa del recurrente
(cfr. San Martín Castro, César. Derecho Procesal Penal. Vol. II, Lima 1999, p. 707 y ss.); (IV)
Tendrá en cuenta el criterio jurisprudencial vinculante consolidado que admite la nulidad parcial
de la sentencia, siempre que por imperativos deducibles del principio de acción y celeridad
procesal sea necesario aplicar (decisión del Pleno Jurisdiccional de la Primera Sala Plena de
Jurisprudencia Vinculante de la Corte Suprema de Justicia de la República de 1999 (Exp. Nº 306-
2004-Lima, Data 40 000, G.J.).

4. Presupuestos de la impugnación

La garantía de la pluralidad de instancias amparada constitucionalmente no es absoluta, en


tanto el legislador puede, como lo hace, establecer algunos parámetros como lo son el plazo
impugnatorio y la materia de impugnación (R.Q. N° 813-2006-Lima, Data 40 000, G.J.). Veamos:

4.1. Presupuestos subjetivos


4.1.1. Agravio

Para la admisión del recurso se requiere que este sea presentado por quien resulte agraviado
por la resolución. A estos efectos es de asumir la concepción de la denominada “voluntad
impugnativa”, atento al contenido o fundamentación y a la pretensión hecha valer mediante
determinado recurso (Cas. N° 01-2007-Huaura, Villavicencio R. y Reyes A., p. 312).

Así, solo es posible cuestionar indirectamente un fallo supremo cuando hay, de un lado,
vicios de procedimiento en la tramitación del recurso en la propia Sala Penal, siempre que
importen una efectiva indefensión a la parte afectada, y, de otro lado, pero muy
restrictivamente, vicios por defecto de la propia sentencia de mérito, y solo cuando se vulnere
el principio de congruencia entre la pretensión impugnatoria y la absolución del grado o
sentencia proferida (R.N. Nº 798-2005-Ica, www.pj.gob.pe).

En el mismo sentido, se hace evidente el agravio sufrido por el recurrente, si ha dictado un


fallo cuyos fundamentos no obedecen al propó-sito del dictamen fiscal acusatorio,
infringiéndose los principios de legalidad y del debido proceso; en consecuencia, se incurre en
vicio procesal insubsanable de conformidad con lo previsto y normado en el artículo 298 del C
de PP (R.N. N° 4045-2001-Piura, www.pj.gob.pe).

4.1.2. Carácter de parte

Constituye un presupuesto subjetivo de todo recurso impugnatorio en orden a la


legitimación activa del recurrente que este sea parte o, en todo caso, un interviniente accesorio
(R.N. N° 680-2005-Arequipa, Data 40 000, G.J.). En ese sentido, la interposición de un medio
impugnatorio es un derecho exclusivo de las partes procesales y, excepcionalmente, de terceros
que puedan resultar afectados; pero, en modo alguno de los propios integrantes de los órganos
jurisdiccionales (R.N. N° 686-2005-A-Arequipa, Data 40 000, G.J.).

La facultad de recurrir una resolución judicial constituye una garantía constitucional que
encuentra un tratamiento específico en el NCPP en el numeral 4 del artículo I de su Título
Preliminar y artículo 404 y siguientes. Corresponde al imputado y a la parte civil recurrir una
sentencia, al primero, en lo que atañe a la condena, pena y reparación civil, y al segundo, única
y exclusivamente respecto de la reparación civil, salvo cuando se trate de una sentencia
absolutoria que tiene el derecho de impugnarla. En el nuevo modelo procesal se admite un
nuevo juicio oral, previo al mismo una etapa de traslado del escrito de fundamentación del
recurso de apelación, su absolución por la parte contraria en el plazo de ley, un control de
admisibilidad y un estadio de ofrecimiento de medios probatorios, que el órgano de
juzgamiento admitirá o no (Exp. Nº 2007-00479-14-1308-JR-PE-1, Corte Superior de Huaura,
Data 40 000, G.J.).

En el mismo sentido, el C de PP en su artículo 290 proscribe la posibilidad de que la parte civil


pueda impugnar el extremo de la pena privativa de la libertad fijada en la sentencia, pues
solamente está autorizado a cuestionar la reparación civil, salvo que el fallo sea absolutorio
(R.N. N° 2614-2005-Junín, Data 40 000, G.J.).

Cabe agregar que, el agraviado está legitimado para solicitar su constitución en parte civil,
por ende ejercitar todos los derechos y recursos impugnatorios que establece el C de PP,
siempre y cuando exista una causa penal abierta por acción del Representante del Ministerio
Público, por lo tanto antes que se decida la apertura del proceso penal no corresponde al
agraviado ejercer ningún derecho de impugnación al carecer de legitimidad procesal (Exp. Nº
630-1998-Lima, Data 40 000, G.J.).

Por otro lado, la constitución en parte civil es fundamental para hacer uso de los recursos.
Así, al no haberse constituido en parte civil el procurador público, carece de la facultad para
interponer los medios impugnatorios que la ley concede (Exp. Nº 066-1997-Lambayeque, Data
40 000, G.J.).

4.2. Presupuestos objetivos

4.2.1. Acto impugnatorio

El acto de impugnación está sujeto a un procedimiento en el que se exige la concurrencia de


requisitos objetivos y subjetivos. Así, la impugnación se interpone dentro de un plazo
perentorio, legalmente establecido. Cuestión complementaria y no necesariamente simultánea
a la interposición de la impugnación es la fundamentación del agravio (Exp. Nº 306-2004, Data
40 000, G.J.). Luego, uno de los presupuestos de carácter objetivo de todo recurso impugnatorio
está referido al objeto impugnable, esto es, a la resolución materia de impugnación (R.Q. Nº
1500–2007-Moquegua, www.pj.gob.pe).
Los recursos impugnatorios están sometidos al principio de taxatividad; por consiguiente, el
acto impugnatorio debe reunir los presupuestos previstos por ley, que condiciona su
admisibilidad. Así, por ejemplo, el inciso tres apartado “c” del artículo 297 del C de PP, prescribe
que el recurso de queja excepcional está condicionado a que se indique en el escrito que
contiene el recurso, las piezas pertinentes y sus folios para la formación del cuaderno respectivo
(R.Q. Nº 64-2008, www.pj.gob.pe).

Sobre la actuación del fiscal, cabe advertir que si este solicita la nulidad de la sentencia,
sustentando su pronunciamiento en razonamientos que inciden sobre aspectos que no fueron
objeto de impugnación, tal pretensión debe ser desestimada, por cuanto la Ley Nº 27454 que
modificó el texto del artículo 300 del C de PP ha precisado que la Corte Suprema solo puede
emitir pronunciamiento sobre el asunto materia de impugnación (R.N. N° 3830-2002-Santa,
Data 40 000, G.J.). En el mismo sentido, si el fiscal superior mostró su conformidad con todos los
extremos del fallo, y son los acusados quienes expresaron su disentimiento en cuanto a su
condena, es de concluirse que el extremo absolutorio dictado a favor de estos se encuentra
firme y no puede ser objeto de análisis por la Sala Penal, en aplicación del artículo 300 del C de
PP, que solo permite al órgano revisor pronunciarse sobre aspectos que han sido materia de
impugnación, a menos que favorezcan al encausado (R.N. Nº 466-2005-Junín, Data 40 000, G.J.).

4.2.2. Plazo

El plazo para la interposición del recurso o medio impugnatorio es un presupuesto procesal


de carácter objetivo de toda impugnación, de carácter insubsanable, cuya vulneración
determina la inadmisibilidad del medio de impugnación deducido (R.Q. N° 1336-2006-C. Sup.,
Data 40 000, G.J.). La fijación de plazos para impugnar se sustenta en exigencias válidas como la
igualdad de oportunidad para impugnar que tienen las partes (igualdad de armas) y la
seguridad jurídica para el desarrollo de los actos procesales (Exp. Nº 306-2004, Data 40 000,
G.J.).

Esto se observa, por ejemplo, en el inciso 5 del artículo 300 del C de PP, ya que el objeto de
esta norma es otorgar 10 días a la parte apelante para que prepare la argumentación de su
recurso, lo que evidentemente significa que el interesado dispone de 10 días después de
realizada la diligencia de lectura de sentencia, no pudiéndose computar como parte del plazo el
día en que la diligencia se lleva a cabo, por cuanto es en ella donde se toma conocimiento de las
razones que sustenta la resolución que se va a recurrir (STC Exp. Nº 4739-2004-PHC/TC, Data 40
000, G.J.).

Debe tomarse en cuenta que el cómputo de los plazos, para la interposición de los medios
impugnatorios solo comprende los días hábiles, debiendo entenderse de la misma forma, que
para el cómputo de los plazos de cualquier otra articulación, no resulta aplicable lo dispuesto
por el artículo 92 del código acotado (R.N. N° 1266-2003-Lima, Data 40 000, G.J.).

5. Efectos

Los recursos o medios impugnatorios, por su naturaleza, pueden tener dos tipos de efectos:
los que se deducen de la simple interposición del recurso, y los que se deducen de la decisión
del medio impugnatorio. Entre los primeros efectos, encontramos que solo la interposición de
los recursos interrumpe la producción de la cosa juzgada, por lo que la resolución dictada y
sometida a impugnación, no adquiere la calidad de firme. Por otro lado, se admite una
clasificación de los recursos o medios impugnatorios según sus efectos, de modo que la
normatividad ha reconocido distintos tipos. A parte de los recursos con efecto no devolutivo (la
tramitación y la resolución corresponde al mismo tribunal que dictó la resolución que se
impugna), con efecto diferido (cuando hay pluralidad de imputados o delitos o cuando se dicte
sobreseimiento o cualquier resolución que ponga fin al ejercicio de la acción penal) y con efecto
suspensivo (el tribunal dictará una resolución que sustituirá total o parcialmente la resolución
recurrida), existen también los que gozan de efecto devolutivo. En este último supuesto,
corresponde resolver al tribunal jerárquicamente superior del que dictó la sentencia o
resolución, por lo que el inferior devuelve al ad quem la facultad del fallo para que, en segunda
instancia, se encargue del reexamen y emita decisión final; por este efecto, la causa se eleva del
órgano judicial que ha conocido (a quo) a uno jerárquicamente superior, lo cual provoca un
lógico cambio de sede que, a consecuencia de la centralizada estructura jerárquica, ampliará el
territorio jurisdiccional del segundo (ad quem) (STC Exp. N° 2877-2005-PHC/TC, Data 40 000,
G.J.).

6. Principios y derechos que amparan a los medios impugnatorios

6.1. Principio dispositivo

El uso de los recursos o medios impugnatorios constituyen un derecho individual, en tanto


que la interposición de cualquier impugnación constituye un acto voluntario del justiciable
(entiéndase todas las partes procesales) conforme lo prescribe el artículo once de la Ley
Orgánica del Poder Judicial (R.N. Nº 708-2004-Arequipa, Data 40 000, G. J.).

Luego, si bien es cierto que la persona sometida a juicio, en uso irrestricto del principio
constitucional del derecho de defensa, puede presentar los recursos que franquea la ley;
también es cierto que tal derecho debe enmarcarse dentro de los límites que la propia ley
señala (R.N. N° 2618-2004-Lima, Data 40 000, G.J.).

6.2. Derecho a la pluralidad de instancias, principio de legalidad y especialidad

El derecho a la pluralidad de instancias no significa la existencia de una organización judicial


estructurada en fases sucesivas sin tope, pues por lo contrario el proceso ordenado en el Perú
se lleva por dos instancias dentro de las que se diseña el tema de la impugnación, regido por los
principios de legalidad y especialidad, de modo tal que el justiciable no puede ofrecer medios
impugnatorios no previstos en la ley ni utilizar arbitrariamente alguno de los que conforman el
catálogo de medios para destinarlo específicamente a cuestionar resolución de tipo distinto a la
que le causa agravio, en una suerte de aplicación del proscrito “recurso indiferente” no
aceptado por nuestro sistema recursivo. Luego, tratándose de delitos juzgados conforme a las
reglas del proceso penal sumario, contra lo decidido en segunda y última instancia no cabía la
interposición del denominado recurso de nulidad, previsto exclusivamente para casos
tramitados en vía ordinaria, ni menos el recurso de queja (STC Exp. N° 0478-2005-PA/TC, Data
40 000, G. J.).

En consecuencia, la garantía procesal de la pluralidad de instancias no obliga a que el


legislador ordinario regule un recurso impugnatorio para toda resolución judicial, solo exige que
legalmente se configure un recurso devolutivo contra las sentencias y las resoluciones
equivalentes; por lo demás, tratándose de una institución de configuración legal, como ya se
dijo, la impugnación está informada por el principio de legalidad, en cuya virtud solo son
recurribles las resoluciones que establece la ley, y únicamente pueden hacerlo las partes a las
que se le reconoce ese derecho, salvo los supuestos de excepción taxativamente autorizados
por esta (R.N. N° 708-2004, Arequipa, Data 40 000, G.J.).

6.3. Prohibición de reforma en peor y afectación de derecho de defensa

Como expresa el artículo único de la Ley N° 27454, que modifica el artículo 300 del C de PP, si
el recurso de nulidad es interpuesto por uno o varios sentenciados, la Corte Suprema solo
puede confirmar o reducir la pena impuesta y pronunciarse sobre el asunto materia de
impugnación, salvo que el medio impugnatorio haya sido interpuesto también por el Ministerio
Público, en cuyo caso la Corte Suprema podrá modificar la pena impugnada, aumentándola o
disminuyéndola cuando esta no corresponda a las circunstancias de la comisión del delito.

Una exigencia de esta naturaleza se impone por la necesidad de respetar el derecho de


defensa de la persona sometida a un proceso penal, lo cual no se lograría si, destinando su
participación a defenderse de unos cargos criminales, precisados en la denuncia o en la
formulación de la acusación fiscal, termina, sin embargo, siendo condenada por otros, contra
los cuales, naturalmente, no tuvo oportunidad de defenderse; y, asimismo, porque no se puede
modificar la pena aumentando los extremos de la sanción, pues es indudable que, si no
interpone medio impugnatorio el titular de la acción penal, esto es, el Ministerio Público, debe
entenderse como prohibido reformar para empeorar la pena (STC Exp. N° 6590-2005-PHC/TC,
Data 40 000, G.J.).

Por otro lado, el derecho de defensa también queda afectado cuando, en el seno de un
proceso judicial, cualquiera de las partes resulta impedida, por concretos actos de los órganos
judiciales, de hacer uso de los medios necesarios, suficientes y eficaces para ejercer la defensa
de sus derechos e intereses legítimos, como son los medios impugnatorios (STC Exp. N° 10114-
2005-PHC/TC, Data 40 000, G.J.).

7. Supuestos de impugnación

7.1. Impugnación de auto de apertura

La apertura de la instrucción tiene establecido como uno de sus requisitos sine qua non para
el inicio del periodo investigatorio que de los primeros recaudos y de la denuncia del
representante del Ministerio Público se adviertan indicios suficientes o elementos de juicios
reveladores de la existencia de un delito, que se haya individualizado a su presunto autor o
partícipe y que la acción penal no haya prescrito. En tal virtud la normatividad procesal vigente
–véase artículo 77 del C de PP– exige solo que se aprecien datos primigenios indiciarios, no
fehacientes que constituyan la fuente primaria de la posible comisión de un ilícito penal, y que
permitan conducir al descubrimiento de la existencia o no del delito y, por ende, a la
culpabilidad o inocencia de los presupuestos implicados en el desarrollo de la etapa sumarial,
en tanto, aquí se va acumular o reunir la prueba de la realización del factum, las circunstancias
en que fue perpetuado y sus móviles. Sin perjuicio de lo expuesto, si el juez penal ya expidió “el
auto de procedimiento penal” por el mérito de lo resuelto por el Tribunal Superior, que
revocando la resolución del juez penal “ordenó que se abra instrucción”–; en tal sentido, dicha
resolución no puede ser revocada o anulada –que conllevaría amparar la pretensión de los
recurrentes– analizando la concurrencia de prueba suficiente, pues dicha decisión es inapelable
y cualquier cuestionamiento a dicho auto podrá promoverse a través de los medios de defensa
que regula la normatividad procesal vigente, entre los que tenemos las cuestiones previas o en
su defecto la excepciones; que al respecto sostiene el doctor César San Martín Castro en su libro
Derecho Procesal Penal –tomo I, Grijley, segunda edición, 2003, p. 515– ”es obvio que el auto
del juez penal que aprueba la promoción de la acción penal o abre instrucción es inapelable (...)
Solamente son impugnables las medidas coercitivas que contiene dicha resolución.

No cabe la impugnación no solo porque la ley no acepta tal recurso, sino también porque
contra los extremos o elementos que integran dicha resolución existen medios de defensa
específicos” (R.N. Nº 2167-2006-Lima, www.pj.gob.pe).

En efecto, el auto de apertura de instrucción constituye una resolución que resulta


inimpugnable por ausencia de una previsión legal que prevea un recurso con este fin. Siendo
así, determinar su inimpugnabilidad generaría un estado de irresolubilidad hasta el momento
de la finalización del proceso penal mediante sentencia o por alguna causal de sobreseimiento,
lo que no se condice con el respeto del derecho al debido proceso y a la tutela jurisdiccional
efectiva. De ahí la necesidad de que las resoluciones judiciales, como el auto de apertura de
instrucción, sean motivadas es un principio que informa el ejercicio de la función jurisdiccional
y, al mismo tiempo, un derecho constitucional de los justiciables. Mediante ella, por un lado, se
garantiza que la administración de justicia se lleve a cabo de conformidad con la Constitución y
las leyes (artículos 45 y 138 de la Constitución) y, por otro, que los justiciables puedan ejercer de
manera efectiva su derecho de defensa (STC Exp. N° 10226-2006-PHC/TC, Data 40 000, G.J.).

Sin embargo, resulta totalmente distinto cuando se trata de un auto que deniega la apertura
de instrucción. Ya que si el derecho de acción está reservado al Ministerio Público, la facultad de
impugnar el auto del juez en el extremo que declara no ha lugar a la apertura de instrucción, es
también atribución o potestad solo suya; por tanto, el agraviado no está facultado para solicitar
directamente la apertura del proceso ni legitimado para interponer recurso impugnatorio
alguno al auto que decide no abrir proceso (Exp. N° 54-1999-JPCN, Data 40 000, G.J.).
7.2. Impugnación del auto de no ha lugar a juicio oral

La impugnación de algunas resoluciones judiciales solo puede interponerla una parte


procesal específica; así, el auto que declara no ha lugar a juicio oral respecto de un procesado
no puede ser impugnado por el coinculpado, pues la única parte procesal facultada a impugnar
dicha resolución es la parte civil, que en los procesos por delitos contra el orden financiero y
monetario sería el procurador, previo apersonamiento (R.N. N° 2014-2004-Cusco, Data 40 000,
G.J.).

7.3. Impugnación del auto de sobreseimiento

Nuestro ordenamiento procesal permite la impugnación del auto de sobreseimiento cuando


el artículo 292, literal c) del C de PP establece que procede el recurso de nulidad “contra los
autos que (...) extingan la acción o pongan fin al procedimiento o a la instancia”. En tal sentido,
el ordenamiento jurídico penal permite que el auto que declara el sobreseimiento del proceso
(en tanto pone fin al juzgamiento), sea pasible de impugnación (STC Exp. N° 6838-2006-PHC/TC,
Data 40 000, G.J.).

En esa línea, si el órgano judicial está conforme con el dictamen no acusatorio del Fiscal
Provincial y, por ello, no decide incoar el procedimiento para forzar la acusación, y si a
continuación, con motivo del recurso de apelación de la parte civil, el fiscal superior igualmente
emite un dictamen no acusatorio, ratificando el parecer del Fiscal Provincial; no existe
posibilidad jurídica que el órgano jurisdiccional de alzada dicte una resolución de imputación.
No obstante ello, es posible –asumiendo una ponderación de otros derechos fundamentales en
conflicto– una anulación del procedimiento cuando, de uno u otro modo, y de manera
especialmente relevante, se afecte el derecho a prueba de la parte civil –que integra la garantía
constitucional de defensa procesal– o la decisión fiscal incurra en notorias incoherencias,
contradicciones o defectos de contenido que ameritan un nuevo pronunciamiento fiscal y, en su
caso, la ampliación de la propia instrucción (R.Q. Nº 1678-2006-Lima, Data 40 000, G.J.).

8. Impugnación diferida
Finalmente, el artículo 410 del NCPP establece que en los procesos con pluralidad de
imputados o de delitos, cuando se dicte auto de sobreseimiento, estando pendiente el
juzgamiento de los otros, la impugnación que se presente si es concedida reservará la remisión
de los autos hasta que se pronuncie la sentencia que ponga fin a la instancia, salvo que ello
ocasione grave perjuicio a alguna de las partes (Exp. Nº 2008-00097-Huaura, Villavicencio R. y
Reyes A., p. 277).

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