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Alergia alimentaria y nutrición.

Dieta hipoalergénica, Dieta Novel, Dieta


casera y dieta Barf, ¿realmente son lo mismo?

Ana Milena Carmona Gil – MV, Esp.

En dermatología, cuando nos enfrentamos a un potencial caso de dermatitis


atópica, siempre debemos hacer uso de los criterios de exclusión. Dentro de
los criterios que se deben tener en cuenta, se debe descartar la posibilidad que
dicho paciente padezca de Reacción Cutánea Adversa al Alimento (RCAA) o
que algún componente dentro de la dieta haya disparado una crisis de
dermatitis atópica. Para poder descartar estas posibilidades debemos conocer
a fondo cuáles posibilidades u opciones tenemos disponibles para el propietario
puesto que cada paciente podrá reaccionar de diferentes maneras frente a
determinada dieta. Es importante poder ofrecer alternativas que faciliten llegar
al diagnóstico sospechado.

Cuando se habla de reacción adversa al alimento se refiere a cualquier


respuesta clínicamente anormal que se pueda atribuir a la ingestión, contacto o
inhalación de un alimento o de sus derivados o de un aditivo contenido en el
mismo. Si esta reacción es reproducible puede deberse a fenómenos tóxicos,
farmacológicos, trastornos metabólicos o a una respuesta inmune específica.
(Audicana,2015). La alergia a alimentos denota una reacción mediada por el
sistema inmune, sea por inmunoglobulinas o células frente al alimento o
componente del alimento ingerido. Finalmente la sensibilización a alimentos
indica que el paciente presenta una respuesta inmunomediada, pero eso no
necesariamente se traduce en una reacción alérgica.

Hipersensibilidad
tipo I (IgE)
Alergia
Hipersensibilidad
Reacción tipo II, III, IV
adversa al
alimento Toxicidad
Farmacológicas
Intolerancia Idiopáticas
Metabólicas
La reacción cutánea adversa al alimento se manifiesta con signología de prurito
y/o angioedema en más del 50% de los pacientes que padecen alergia
alimentaria y se puede presentar a partir de cualquier edad. Este es el caso de
la respuesta inmunomediada. En el caso de la dermatitis atópica inducida por
alimentos, no necesariamente hay mediación de IgE y por lo general se
presenta de 1-3 años de edad.

Cuando se inicia el proceso de evaluación nutricional en un paciente con prurito


se debe diferenciar entre los diferentes métodos que se pueden o deben
implementar según el caso.

Dieta Hipoalergénica

La dieta hipoalergénica consiste en la hidrolización de las proteínas,


desnaturalizándolas hacia sus componentes aminoacídicos. Dicha hidrolización
se lleva a cabo mediante procesos enzimáticos o por modificación del pH en
medios de elevadas temperaturas. Al descomponer la proteína en aminoácidos
se modifica el tamaño de la molécula que debe reconocer el GALT (Tejido
linfoide asociado al intestino), de modo que no desarrolle la respuesta de
intolerancia frente al alérgeno de origen proteico. De allí se deriva su nombre;
se refiere a un bajo potencial alergénico.

Desafortunadamente, no existe ningún alimento comercial en el mercado hasta


la fecha que sea completamente analergénico, puesto que la sensibilidad o
hiperreactividad del sistema inmune varía entre pacientes y aún siendo
proteínas hidrolizadas, pueden generar reacción en animales con un sistema
inmune hiperreactivo.

Es importante tener en cuenta las posibles reacciones cruzadas entre


alimentos. Estudios han demostrado que hay reacción cruzada entre el
cordero, el pollo y la leche. Esta información es crucial a la hora de elegir un
concentrado hidrolizado para evitar posibles reacciones.

Cabe resaltar que desde la definición misma de reacción cutánea adversa al


alimento, pueden incluirse carbohidratos y aditivos, los cuales aún no han sido
estudiados a profundidad en el área de medicina veterinaria y que
potencialmente podrían afectar los resultados del proceso de eliminación. Aùn
no hay reportes documentados sobre reacciones cutáneas adversas al
alimento para componentes nutricionales diferentes de las proteínas.

Una dieta hipoalergénica se debe suministrar por un período mínimo de 8


semanas, donde debe quedar estrictamente prohibido cualquier clase de
alimento diferente del concentrado. Si durante las semanas de ensayo el
paciente no presenta ninguna crisis pruriginosa y se evidencia mejoría que se
correlacione de manera directa con el cambio en la dieta, se procede a
reintroducir el alimento anterior. Esto se realiza con el fin de verificar que en
efecto, la mejoría obedece al alimento y no a otra condición no identificada. Si
el paciente presenta recaída en su condición dermatológica, se confirma del
diagnóstico de reacción cutánea adversa al alimento y se debe analizar cuál
alimento será el más adecuado para evitar la reacción nuevamente.

Dieta Novel

Una dieta novel se trata de una dieta que el animal no haya consumido
previamente. Esto incluye cualquier clase de snack o alimento adicional
brindado a la mascota en cualquier momento de la vida hasta la fecha de inicio
de la dieta novel. Muchos concentrados comerciales no medicados ofrecen
este tipo de dietas clasificándolas como hipoalergénicas sin serlo. Las dietas
con base en proteínas nuevas parten del sustento que el sistema inmune debe
desarrollar memoria para producir reacciones alérgicas que dependan de los
anticuerpos. En este sentido, si un animal no ha sido sensibilizado frente a
determinado antígeno, es poco probable que desarrolle una respuesta en el
reto inicial. Esto no descarta el hecho que un paciente pueda, con el tiempo,
desarrollar una nueva reacción adversa a los componentes introducidos. De la
misma forma que en la dieta hidrolizada, esta dieta puede presentar niveles
altos de reacción cruzada dependiendo de la fuente proteica que se elija.

Todo suplemento se debe suspender para evitar confusiones con el proceso de


evaluación. Se recomienda realizar una escala visual por parte de los
propietarios donde deberán documentar la evolución diaria de su mascota con
respecto al nivel de prurito.

El proceso de evaluación de la dieta se lleva a cabo de la misma manera que la


dieta hidrolizada. Teniendo en cuenta las mismas recomendaciones de
restringir por completo cualquier alimento adicional. Es muy importante que el
médico veterinario revise con lupa los componentes de los concentrados que
va a formular puesto que en algunos casos pueden mencionar la proteína
principal de la formulación, pero en letra menuda (y que pocos leen) mencionar
otras fuentes de proteína complementarias que podrían ser las mismas que el
paciente consume o ha consumido previo a la restricción.

Dieta Casera

Actualmente se considera la dieta de elección por parte de los dermatólogos


veterinarios, pero no por parte de los nutricionistas veterinarios. Esto se debe a
que una dieta casera formulada con el fin específico de realizar una dieta de
eliminación o restricción, requiere de conocimientos avanzados en nutrición. Un
estudio realizado en el 2011 donde un grupo de mas de 100 dermatólogos
veterinarios fueron consultados sobre su selección de dieta casera demostró
que más del 90% de las dietas descritas presentaban deficiencias nutricionales
importantes según los estándares actuales de requerimientos nutricionales
básicos en caninos. Estas son cifras preocupantes.

Desde el punto de vista del objetivo de la dieta casera, es más viable que las
dietas anteriores por razones económicas y de palatabilidad para el paciente.
Sin embargo, para el propietario implica disponer de un tiempo extra para
suministrar el alimento a las horas requeridas. Este tipo de alimentos no se
pueden servir y dejar hasta que el paciente los consuma. La base de la dieta
casera es igual a la de la dieta novel.

La dieta casera debe estar formulada específicamente con componentes que el


paciente no haya consumido previamente. Tiene la ventaja sobre las demás
dietas que se excluyen los conservantes y demás químicos a la formulación.
Nuevamente es importante mencionar que aún no se ha comprobado reacción
cutánea adversa al alimento frente a estos componentes. Tiene la limitación
que sólo una persona calificada para realizar la formulación podrá elaborar una
dieta balanceada de manera adecuada. La dieta casera NO ES UNA DIETA
BARF. Los alimentos utilizados tienen un proceso mínimo de cocción y su
objetivo no es considerar a los alimentos concentrados como nocivos para las
mascotas, sino como una alternativa frente a procesos de reacciones alérgicas
o de condiciones clínicas específicas que requieran una formulación que
permita por medio de los componentes nutricionales mejorar la calidad de vida
o el estado patológico del paciente.

En este caso, se puede elegir entre la reintroducción del concentrado anterior o


la introducción de la proteína de la cual estaba compuesto el concentrado. Hay
que tener en cuenta que muchos pacientes sometidos a dieta casera
presentarán dificultad para volver a aceptar el alimento concentrado. En caso
tal de encontrarse reacción adversa con la reintroducción proteica, se puede
proceder a reformular la dieta de modo que pueda ser utilizada para
mantenimiento del paciente o elegir un concentrado que esté libre de la
proteína alergénica.

Dieta BARF

La dieta BARF se refiere a dietas basadas en alimentos crudos y hueso. Es


muy común que se confunda este tipo de dieta con la dieta casera y son dos
conceptos completamente diferentes. En los últimos 5 años se ha despertado
un gran interés por este tipo de dieta puesto que los fundadores de esta
corriente ideológica partieron del hecho de observar los efectos nocivos del uso
de alimentos concentrados sobre la calidad de vida de las mascotas. Se basan
en la presentación de alteraciones metabólicas como la obesidad, diferentes
endocrinopatías y patologías como cálculos hasta infecciones recurrentes en
diferentes órganos como consecuencias del tipo de nutrición que se le estaba
suministrando a las mascotas, refiriéndose específicamente a los alimentos
concentrados. También se basaron en la idea de una dieta más semejante al
estado natural en el que se encontraban los perros y los gatos antes de que el
hombre interviniera en todos sus procesos etológicos y nutricionales. Es por
esto que sugieren el uso de alimentos crudos, con el fin de eliminar la
posibilidad de desnaturalización de los componentes nutricionales necesarios
por medio de la cocción.

En estudios realizados con las dietas BARF se encontró que los pacientes a los
que se les suministra proteína cruda tienen una probabilidad significativamente
más alta que las mascotas bajo dietas con cocción de contraer enfermedades
parasitarias, virales o bacterianas como el E.coli o Salmonella con potencial
zoonótico. Además de esto se encontraron desbalances severos en la relación
calcio:fósforo al sobresuplementar con hueso molido o entero, desbalances en
yodo, cobre, zinc y vitaminas A y D al no contemplar a los suplementos de
minerales y aminoácidos dentro de sus formulaciones.

En la actualidad ningún nutriólogo veterinario recomienda la dieta BARF como


una dieta aceptable para el manejo de dermatopatías y hasta el conocimiento
de la autora de estas memorias, tampoco lo recomiendan como alimento de
mantenimiento en condiciones fisiológicas.

Es importante que el médico veterinario se documente y a la vez documente a


los propietarios sobre cuáles son los tipos de alimentos disponibles en el
mercado y cuál sería el ideal según la condición frente a la cual se encuentre el
paciente.

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