ARQUEOLOGIA AMERICANA
LAS
RUINAS DE TIAMUANACO
FRECUERDOS DE VIAGEI
BARTOLOME MITRE
BUENOS: AIRES
IMPRENTA DE PABLO CONI, ESPECIAL. PARA OBRAS
6 — cau atsiva — 60)
4879ARQUEOLOGIA AMERICANA
5 LAS RUINAS DE TIAHUANACO
(sxcuravos px v1Acr)
r
En la maliana del dia 1* de Enero de 1848, eruzaba de
sur a norte en di
liviana, que se lev
vel del mar, circunduda py
que widen hasta 23,000 pics ingleses de clevacion. Te
& la visto los tres jignntes de los Andes, el Ivua
nyus erestas resplandecientes
0 estendia d mis piés una Ise
nar ¥ tenfamio sobre nuestras exbenas
el cielo mas expléadido y runeparente del univers
ts triste n
Es sin dude wate en Ta geogratia de
Ja Ameri eala de montaiins que se
eleva eo su ventro, coo una corona inural de almenss
atudas de cleruns nieves. Determinau este re
General Library System fivo las dos zrandes exdenas de la Cordillera
feted 3 - delos Andes, que se bifucenn ent lus fronteras de la Reps
POR cos ga ouan to Argentin ywuclven cous onl stra del Inge
Madison, WI 53708-1494
USA=
Pent, cerrando sus eslabones de granito entre los 15 y 20
‘grades de Iatitad sur. Férmase asf una especie deinmenso
‘torreon eliptico, cuyo recinto lo constituyen las mis
‘montaiias que avanzan sus coutrafuertes por
tinente. Dentro de este cireuito se desenvuelve & Ja ma-
nera de una vasta plataforma, que tiene algana auslog(a
con la del Thibet, la alti-planicie del Alto Per, que ha
dado au nombre geoxréfico& esta eneaimbrada rejion, y que
amide mos de cien leguas de osteusion en su oje mayor y
como treinta 4 cuarenta de ancho, envolviendo por waa
parle al Cuzco y por la otra & Potost.
Casi en el centro de este llano andino, y como & euatro
jel famoso Iago de Titi-Caca,— Tabulosa cuna de
lizacion incGsicn,—yacen las no menos faunoeas rui-
nas del templo de Tishuanaco, que por su antiguedad y
‘as{ como por Ia orizinalidad de su amuitee-
tura, lis sido Hamado Ia Ralbek americana,
‘Las ruinas de Tiahaanaco, con sus elevadosterrados 6
tdmulos actificiales, sus lergas colummatas, sus pérlicos
monolitos, sus murallas ciclépens, sus {dolos funtésticos,
‘us estétuas colosales, sus misteriosos subterréneos, sus
correctos bajos relieves, sus colnmnas geométrieas, sus
acueductos en embrion ¥ sus s{mbolos mudos, son otros
tantos enigmas de una civilizacion estinta, euyo orfjen st
pierde en la noohe de los tiewpus,y cuya remota meinoria.
hhabian perdiéo millares de afios antes del descubrimiento
de Amécien hasta los mismos habitadores del suelo.
Estas rainas prehistéricas, testimonios de unt raza
construetora, mas adelantada que Ia que encontraron los,
desoubridores cspaioles en el Peri, gon andnimas coma
las de Mitla, de Palenque y de Copan, y su eardcler mas
primitivo y severo, indica que son mas entiguas,
La ereencia vulgar que ha atribuido estos monumentos
G los qquichuns bajo el veinado de lus Incas, no tiene fun-
damento alguno; y Ie erftiea de acuerdo con la eronologia,
3
ha despojado & estos hasta de la paternidad de las gran-
des consirncciones que se encuentran é iamediaciones del
Cuzco, centro de eu gobierno, Ni tiene mas valor le opi
anion sostenida por algunos arqueslogos americanistas, de
que los teraplos de las islas de Titi-Cace, eercanos & ‘Tia-
huanaco, sean obras suyas, bautizando gratuitamente su
‘atilo con la denominacion de arquitectara quiehua.
La opinion, al parecer mas autorizads, que atribuye &
Jos Aymarnes las construcciones de Tinhuanaco, uo tiene
mayor consisteneie, Esta raza, considerada como autéo.
tona bien que no primitiva, era Ia que oxpaba el torrito-
xo al tiempo de ser conquistado por los Incas, es decir