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Eric Laurent

LA GARANTIA DEL FANTASMA

Este título es irónico porque si algo implica la teoría del fantasma


en Lacan es_qu_e_míinaLde_análisis secentra gn u_nminterrogantesobre
el fantasma.Toda la teoría o la enseñanza
que Lacandesarrolla
sobre
este tema del final de análisis gira alrededor de un punto: interrogar la
garantíaque tiene uno de la coherencia
de su de
mundo, &
senti. o que otºrga&al mundo a"partir de su fantasma.
He preparado como introducción una referencia utilizada por Lacan
a Willie Hoffer, un teórico americano que, como su apellido lo dice, es
un inglés importado. Willie Hoffer es un annafreudiano importado de
Viena. Lo que me hizo gracia es que esta mañana se interrogó, a partir
del recorrido de una analizante de Anna Freud: Esther Menaker, preci-
samente, esta referencia a Willie Hoffer, que fue su segundo analista.
Xavier Esqué citó <<Varientes de la cura tipo», en donde Lacan dice
esto: <<&sobre la terminación del análisis, establece crudamente que
implica la identificación del sujeto con el Yo del analista en cuanto
que este Yo lo analiza.
»Esta fórmula no significa otra cosa sino que al excluir su relación
con el sujeto de todo cimiento en la palabra, el analista no puede co-
municarle nada que no haya recibido de un saber preconcebido o de una
intuición inmediata...» (Escritos 1, pag. 326.)
He traído conmigo la traducción del artículo. Cuando Willie Hoffer
trata de definir el final del análisis y la salida de la neurosis de transfe
rencia lo plantea así: <<Lasalida no puede producirse si el paciente no se
identifica con el analista en su análisis. Esto se demuestra por la capaci
dad del paciente para interpretar él mismo los productos de su incons
ciente, para suprimir él mismo sus resistencias y finalmente para enten
der y en ciertos límites controlar sus actigouts en el contexto social».
Y sigue: <<esuna actividad del ego que fue adquirida a lo largo del
tratamiento analítico, aprendida por el paciente sin haber sido enseñado.
Esto puede continuar después de la conclusión del análisis con el analista
actual o después de que este análisis haya sido limitado en su frecuen
cra, su tiempo o su meta».
A este procedimiento él lo compara con lo que se llamó la sustitu-
ción del superyó infantil por el superyó del analista, según la teoría de

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Enseñanzas de las salidas de análisis

Strachey. Hoffer añade: «no es necesario llamarlo en


sustitución, elEgo
del paciente es un cambio debido a una identificación», y la ubicaen
el Yo.
Esta sustitución yoica, esta construcción de una identificación,de
una introyección dentro del analizante del analista mismo, defineno
solamente un impasse teórico, sino una ética del sin fm, labrada
como tal.
Recibí hace unas semanas a una persona que venía a vermetrasun
recorrido especial. Un analista que tenía una formación completamen
te distinta de la formación lacaniana y que me planteabasu interéspor
la enseñanza de Lacan. ,
Cuando lo interrogué sobre su recorrido analítico dijo quehacíacasi
treinta años que estaba metido en el psicoanálisis, y que de esostreinta
años, casi la mitad del tiempo se analizó. Planteaba como un deberel
analizarse y estaba dispuesto a analizarse de nuevo. Lo planteabacomo
una ética analítica el mantenerse siempre en análisis en el momentoen
que uno analiza. Es un poco del orden de lo que Willie Hoffer plantea
Y esta persona me presentaba esto como garantía de su honestidad, de
su ética frente al psicoanálisis.
Llama la atención el cambio que nos uro-one Lacan al decirque
forma parte de la ética del psicoanálisis el concluir, lo cual escompleta
menté'otra perspectiva. No es seguir analizándose uno solo,no esseguíi
analizándose con sus pacientes, no es seguir analizándose con suanalista
o con otro. Es seguir en posición de analizante en relación conel psi
coanálisis mismo. Esto es lo que plantea Lacan másalládemdaidenti
&n. dicecue
Alcanzarestaposición,la quedesignaLacancuando
todo e a u oo él hace el Paseya que en el momento mismoenqueno
está en la posición del analista se vuelve analizante implica haber
concluido algo.
Lacan nos conduce a esta otra ética, que implica primero unafase
reno
de conclusión que permita plantearse esta ¿ºsigidpjel analizante
vado.
Es a partir de esto que se puede considerar lo que fueronlas
/

enseñanzasy las sorpresaspara nosotros en el Cartel del Pase,sobre109


enel
resultadosefectivosde los análisistal cual podíanserrecogidos
dispositivo. Hemos tenido en nuestro Cartel la suerte de estaren un
período fecundo del debate sobre el asunto. En dos años hemos visto
casi treinta Pases,lo cual es mucho y da cierta amplituda nuestra
reflexión.
En estos casos se puede decir que las salidas del análisis, en tanto
'
que relámpagos, momentos de atravesamiento puntuales, fueron muy

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La garantía del fantasma

pocas. Se realizó de manera indudable en un caso, en el cual el sujeto


testimoniaba de un día para otro del cambio subjetivo que hubo, marca
do por la imposibilidad de ir a ver a su analista con el cual llevaba ya
algún tiempo. <<Marcado» en el sentido más profundo, en un instante,
como ocurre fuera del análisis en la estructura del amor, en el <<flechazo».
Instantáneamente el sujeto sabe que algo de su destino está en juego,
que algo cambió. Y cuando -para seguir el comentario de Heidegger
sobre Heráclito se habla del relámpago que hace percibir el mundo
como un todo, vemos cómo, bajo esta luz, aparece una serie que cambia
el punto de vista, el sentido.
Esto hace referencia a la estructura del amor, una estructura en la
cual, si seguimos a Lacan, la discontinuidad es lo más patente. La
fórmula del establecimiento de la transferencia esla fórmula de la
metáfora por _l_a_cual el sujeto_se dirige al analista y_lo instala en la
posiciºn del amado. Es crucial pensar la estructura del amor como algo
que tiene en
__sy_re_f_e_rencia_fundamental la discontimudad, en la metáfo-
ra. www en anflisis implica que la metáforade lalengua,
la metáfora del inconsciente, permite la metáfora del amor, el final del
proceso analítico tendrá que ver también con esto. El relám oago del fi-
xnallienequevereonelawómammlifleglazo del inicio.
Fue entre los casos que hemos visto, por supuesto el caso de
una mujer el que presentó esta estructura de discontinuidad de forma
más notable. Tiene que ver con el rasgo pasional que hay en la posición
subjetiva de las mujeres, el rasgo específico del amor femenino distinto
de los rasgos fetichistas del hombre.
Y lo que se vio en estos casos fue precisamente el peso que lleva en
los hombres la construcción, la densificación del fantasma&
constituye el fantasma como la axiomátigaííe todas las hipótesis posi
blegdel amor para un sujeto -ama según una serie de condiciones que
_a_
aparecen lo largo, de los años como condicionesde su acogía
goce7, en un hombre se destacaacon rasgos muy precisos, y de cierta
manera se densifica.
Para nosotros fue una sorpresa ver cómo en una serie de casos un
sujeto podía tener un saber sobre su fantasma, un fantasma conden
sado, reducido. Por ejemplo, unsujeto que tenía una relación con un
Otro fundamentalmente malo. Para él'se mantuvo como una verdad últi
ma que la sabiduría fundamental era no confiar en nadie. Producía en su
vida el hecho de que para todo el mundo él era alguien en el que no se
podía confiar, por supuesto. Y en su relación amorosa tenía que hacer
saber que no era de fiar, que por lo menos todas eran accesibles. Tenía
que hacer esto de manera notoria, y hacer aceptar al otro esto era para

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Enseñanzas de las salidas de análisis

él una condición fundamental. Tenía que hacerse amar en tanto que no


fiable, y se mantenía así en una posición mortificada. El final del
análisis para este sujeto fue precisamente hacer reconocer y aceptar esto
al analista. Daba la idea no tanto de un atravesamiento, sino de una
cierta compactificación del fantasma, con un saber obtenido.
Así como desde un punto de vista nos sirvió de ejemplo el relámpa
go de un sujeto, la compactificación del Otro nos sirvió de ejemplo
ver tooos os mes o- .nálisis no estaban del
paraeigmatico para que
lado del relámpago sino del lado de la extinción progresiva;
. Hay sgetoxque pueden subjetivar de un momento a otro que no
amanmás a una persona.Un sujeto como Russell, el lógico, que en su
autobiografía escribe que se dio cuenta que no amaba más a su mujer
atravesando un puente en bicicleta. Al entrar al puente amaba a su
mujer, y al salir del puente no la amaba más. Como era un lógico eso
tuvo consecuencias drásticas, aplicó la certidumbre.
!
¿lay discontinuidad ejercida, pero también hay todo lo que está del
lago de la extinción progresiva, un tipo de working out del proceso en el
cual se alcanza un nivel de neutralización, de impasse. Del lado del
significante, por ejemplo, un sujeto dijo en su testimonio que llegó un
momento en el cual podía prever exactamente lo que iba a decir su
analista, tenía la anticipación de todo lo que iba a pasar. Esto produce,
por supuesto, una neutralización mortífera del asunto. El sujeto verifi
caba sesión por sesión que desde hacía cierto tiempo no había más la
dimensión de la sorpresa.Y esto para él fue una salida: neutralización
_deljlado del significante.
, vaciarel lugardel analista,esdecir,conside-
Paraotrofuemá'snbien
rar que su analista era inexistente, que ya no le daba ninguna importan
cia ¿&a a necrro ñwdecirfNo era del 1566351tener, Sino"del
lado del hacerineíistirwese Lugargle daba igual. Y hubo un largo tiempo
en el que iba a verificar cue a no había nadie en ese luzar cue había
ocupado el ana ista tanto tiempo. Del lado del objeto, no de la cadena,
WE», y para este sujeto fue también una salida.
, ubo también analizantes para nuienefshabía un olvido total del
analista. Analistas com aletamente olvidables,
Al contrario, muchas personasquerían olvidar a Lacan, el analista
inolvidable, sea en el registro de una queja permanente porque no po
dían olvidar el error que cometió, sea del lado del analista imprevisible,
inolvidable porque no se sabía cómo olvidar a este analista que hizo
cosas fuera de todo sentido humano y que quedaba como un enigma.
Todos estos casos fueron encontrados más bien del lado de los
hombres, porque el fantasma tiene un pie en lo que queda del Otro.

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La garantía del fantasma

Lo que quiero subrayar es la posición distinta del sujeto femenino


frente a esto. Y es que hay mujeres"qiepñeden tener una lucidez sobre
su antasma aún más aguda que un hombre. Tener por ejemplo la lu-
cidez de tener en cuenta el objeto indigno que hizo que no tuviese otro
derecho en la vida que casarse con este objeto. Es una particular lucidez
de alguien que puede decir que su marido está en el lugar del objeto
rebajado. Era exactamente el caso, y no era tan perceptible. Había que
construir precisamente la lógica de por qué esa era la condición de su
goce, y ese sujeto lo construía. Pero al mismo tiempo, quedaba en una
posición embarazada frente al saber, una posición que contrastaba con
su lucidez. El saber adquirido sobre su fantasma, por lo tanto, no le
daba un acceso renovado al saber como tal, al deseo de saber. La
mantenía en una posición de no tener derecho a saber.
Esto contrastabacon&&cz había__u_n
lucidez sobre el fantasma, esta iba acompañada de una renown de la
rela01oncon el saber:Algo ¿"ara
del horror al saber.
...& Enlos sujetos mujeres no había el mismo efecto de correlación entre
la construcción consistente del fantasma la relación con un Otro, sino
que apuntaban precisamente a la inconsistencia de este Otro algo nue
Wm 'sepuedemostrar.
Esto nos llamó la atencióny nos hizo leer de nuevounapáginadel
<<Atolondradichº» en la cual haguma prosopopeya muy distinta de la
que aparece en los Escritos, donde hay una verdad que habla. En este
caso no es la verdad que habla, es más bien el goce. Empieza así: <<Tú
IWS satisfecho, pequeño hombre, tú has entendidoen el gradoque es
necesario».1 Está en el contexto en el cual Lacan comenta el Edipo
femenino. Hace referencia al enigma que no está en la obra de Sófocles
pero que estaba en los mitos: ¿Quién tiene cuatro patas a la mañana,
dos patas al mediodía y tres al anochecer? Y la respuesta era «el
hombre», que camina a cuatro patas, dos patas, y después con un
bastón. Es la esfinge que plantea esta cuestión: ¿Qué es el hombre?
¿Qué es lo que tiene estas particularidades? Y Edipo se apresura a
identificarse con el hombre por el miedo a ser comido. Frente a esta voz
femenina: << ¿quién eres tú?», se apresura a identificarse con el significante
«hombre».
Lacan retoma esto empezando no por la pregunta sobre el
significante, no por el enigma de la mujer, sino a partir de la respuesta
de la mujer. Que lo . ue existe es el goce femenino: <<mehas satisfecho,
pegueño hombre».
' Este pasaje es muy dificil de traducir y no voy a hacerlo. Lo que
¡quiero subrayar es que esta prosopopeya es para Lacan una llamada

13
Enseñanzas de las salidas de análisis
&&

hechapor lo que él dice en francés la surmoítié. Hay un juegoentre


surmoi (en francés), el Uberich, <<sobremí», y la surmoitíé. Entre el yo
y la mitad (moitie) se puede hacer este juego de palabras que tomaen
cuenta el hecho de que a veces se habla de la mujer como la mitad del
hombre. Es el resto del mito aristotélico del mundo dividido en dos.
_ Lacan señala que en esta voz del goce femenino no se trata de otra
cosaque del verdadero superyó. No el superyó que los analistas hasta
Lacanpensabanque era el superyó materno, como más arcaicoqueel
superyó paterno. A partir de los años treinta todo el mundo se dio
cuentade que el buen padre y sus interdicciones era una función muy
necesariaque no hacía daño a nadie. El momento en el cual se entróen
la épocapermisiva de la educación fue el momento en el que nadiesabía
lo que era un padre. Entonces no se creía más en esta función. Peroel
momento cuando cayó completamente todo, se empezó a hablar dela
necesidadde mantener una buena imagen paterna. Eso dio lugar a que
todo el mundo tomara esto como una broma fundamental, ya que man-
tener el buen semblante de <<sí,haz lo que diga tu padre», significa
realmenteque la única cosa seria es el superyó materno.
Durante veinte años los analistas, especialmente los analistasde
niños,mantuvieronla idea de que lo serio era superaresodel superyó
maternoarcaicotratando de mantenerlairnagen paterna,es de__rjacer
alsujeto
creer su es
esto
enwp721-(1r7cT'I-:é1'c:an
que
sostiene u el
&osa
padre; queestaimagen;es un No
mediador. tantoel
porta:
dordelasinterdicciones
sinoel si
___qu,e dignidad
&& t1ene__u__r_1a
" hace
vivir
el
deseo.
El superyó materno es una máscara de la surmoitié. El hecho
es
funoamenta más
que___ "lla del
goce fálico ha a al10 ue estéof
en un
encima, suplemento,
We como en el caso
deAquiles
la
y tortuga,destacadopor J. A. Miller cueda fuera del alcance&dela
medidafálica.En estesentidoquedafuera del alcancedel fantasma,
el
cual incluyela medida fálica que pasa de un lado al otro de las fórmulas
de la sexuación. .,
El relato que aquí se desliza, la llamada del superyó no maternosino
femenino,es ésta:<<sabrás
al anochecerhacerte el igual de Tires1as,
y
comoél, por haber sido el Otro, podrás adivinar lo que te he dicho».
Tiresias fue el adivino griego que se transformó en mujer durante
siete años y después volvió a su condición de hombre. El era el que
convocabancada vez que había que testimoniar sobre el goce fálico de
los hombres y el goce de las mujeres. Y Tiresias testimoniaba quelas
mujeres gozaban más, más allá, que había un suplemento del lado de la
mujer.
La garantía del fantasma

La voz femenina, la voz de las sirenas es: <<¡cástrate,transfórmate


en Tiresias para saber verdaderamente cómo estamos nosotras del otro
lado, y sabrás entonces adivinar el sentido de lo que estamos diciendo!».
Esa es la voz de la sirena. Es la razón por la cual Ulises tomó sus pre-
cauciones para no castrarse y se mantuvo fijo en el barco. La ima
gen actual de las pinturas griegas lo muestra sujeto al mástil del barco
esa figura de la erección fálica frente a las voces de las sirenas.
Lacan dice que esta voz de las sirenas es una surmoítié que no se
&teLa palabramairaenírancáadesigna la ññíñedad de la angus-
tia, el hecho de que cuando uno está angustiado tiene las palmas de las
manos húmedas. Entonces es un juego de palabras entre moite de la
angustia de castración y surmonter, sobrepasar. Este juego de palabras
hace la serie de que es una <<sobremitad» que no se «sobrepasa» tan
fácilmente como la consciencia universal.
La consciencia universal es el superyó, la voz del superyó. Lo cual
implica que si uno trata de pensar el final de análisis en términos de un
<<estápermitido», este goce construido con la consistencia del fantasma,
del lado hombre, se abre al final sobre un <<estápermitido» más allá de
..&»

1a consciencia universal, más allá de lo que hay que hacer y no hacer.


Según la moral provisional de la epoca en que se está viviendo, uno
tiene que hacerse responsable de su goce según las leyes vigentes. Pero
puede ser responsable de esto más allá de lo correcto, de lo conforme, y
el primer paso es enfrentarse a la consciencia universal. Es lo que
habitualmente se traduce en el psicoanálisis, antes de Lacan, como te
ner un superyó más suave, no tan feroz.
Pero lo más feroz es este <<más»de goce del cual testimonian en&su
l uresencia
lasmujeres. del
verdad no_es_la
superyó
Lacajdice;que_la
una
prohibición,
___,
sins1m. empuje,
-.-..._... .......
llarnada&a&este_¡gozamás.alla_.del
límite fálico! Es esta presencia, la más incuietante,la que es encarnada
vor el _oce femenino. Es la razón nor . allaxozdeLgQQQíemenino
cumple esa función de voz de sirena.
Lacan concluye esta prosopopeya diciendo: <<estosdichos no po
drían completarse, refutarse, inconsistirse, indemostrarse, indecidirse
Sólo a partir de lo que existe de los surcos de su decir».
Todas estas palabras: completarse, etcétera, son las maneras de
decir lo que en el Otro es del orden de la incompletud. Las palabras:
inconsistencia, irrefutabilidad, indemostrabilidad, indecidibilidad, son
conceptos lógicos que surgen después del teorema de Godel. Como en
cualquier sistema, como en cualquier Otro, por más sencillo que se lo
quiera definir, hay verdades que no se podrán demostrar nunca, que
¿linea podrán reducirse aLsaber.

H
Entonces, lo que hace presente esta serie de términos negativos es
la indemostrabilidad. Es este punto con el que el sujeto tiene que inten
tar enfrentarse directamente, especialmente cuando está del lado mascu
lino, pero también cuando está del lado femenino Frente al goce que se
definecomolleno, comoalgoqueseimpone,quetieneesadimensión
de
empuje, de evidencia, su tarea es saber que más allá de las condiciones
de goce del fantasma va a quedar aún un suplemento.
La posición verdadera del sujeto, especialmente del que va a ocupar
el lugar del analista, va a ser la de enfrentarse no identificarse con
la posición femenina como encarnación de ese goce suplementario.
Mantenerse en la posición del que más allá del prestigio de ese
goce puede interrogar esa voz superyoica y remitirla a los surcosde
su decir, al goce mismo del cual se origina. Remitirla a que los dichos
tienen un origen en un decir que no es nada más que el punto que queda
más allá de todos los dichos que se puedan producir.
Frente a todo lo que es verbal está lo que queda como pre-verbal.Se
trata de dirigirse hacia esto.
Esa voz superyoica que tiene tanto que ver con un silencio fue
cercada antes de Lacan por una serie de analistas, especialmenteen lo
que está del lado de la soledad con el Otro. En el artículo de Melanie
Klein «On _S___oli_tude»,ella decía que para un sujeto enfrentarsea lo real,
lo más crucial era el estar solo el poder estar solo con esa nostalgiade
.-.&

un Otro cue lo entienda más allá de toda palabra. Decía queeslo que
.. ..-&

precede toda verbalización, lo preverbal. Frente a esto, Lacan apunta


uue la verdad de la soledad no es la soledad con la madre, es a se e ao
de enfrentarse con esta voz de las sirenas, poder estar solo -sea hom-
&

bre o mujer_ con estallamada.<<Sé ¡ara ésaesla llamada


..._'.'

&&
Otro mí»,
con la cual se enfrenta el hombre. Del lado de la mujer es <<ser Otrapara
__7--
sí misma como ella es _Qtrapara un hombre».
Se trata de resistir a esta llamada para encontrar la palabrajusta
que permiteindecidir, indemostrar, remitir esta llamada llena de goceal
punto de inconsistencia que hay en el Otro.
La verdadera soledad es encontrar un punto en el cual no hay
identificación posible, Uno está solo porque no hay otra maneraquela
de mantenerse en una posición de excepción, de extimidad. Esla razón
por la cual, cuando Lacan comenta la soledad, hace de la soledad no
una relación con la madre, sino una relación del sujeto --especialmente
el sujeto femenino-- <<solacon el Otro».
Es este «sola 'con el Otro» lo que hace que la sociedad de las
mujeres no sea una sociedad unificada, que no haya conformidad, que
sean una por una y no haya fenómeno comparable a la hermandad

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La garantía del fantasma

masculina que produce los ejércitos disciplinados. La sociedadfemeni-


na compuesta de singularidades no conformes es otra manerade hablar
de esta sociedad.
Hemos constatado que un sujeto femenino puede tener condiciones
de goce en su fantasma perfectamente expresadas, y al mismo tiempo
estar en una relación de soledad con este punto que queda para ella
misma como un enigma, lo cual implica que debería dar un paso más,
sobrepasar ese punto en el cual el sujeto queda como un enigma para sí
mismo, igual que lo es para el hombre.
Este razonamiento nos permitió pensar cómo un sujeto femenino
podía alcanzar este punto y al mismo tiempo podíamos apostar a nom
brarlo A.E. Porque incluso si quedaba como enigma para sí misma, se
podía decir que había atravesado su fantasma, y que esa posición podía
superarse al ser nombrada, reconocida en esa posición.
Enunciar entonces un <<sípuedes» fue una manera de dar cuenta de
estas discrepancias de la experiencia, en la cual no encajabaexactamen-
te lo . ue tabapreyisto, es decir, atravesamiento del fantanna, identifi-
cacióncon el síntomay produccióndesaber.&

Coloquio

R. Calvet: Generalmente el dispositivo del Pase se entiende como un


final de los finales, y usted lo plantea como una apertura posible a otra
posición cuando habla de este caso en que hay una nominación para
decir un <<sí,tú puedes saber».

E. Laurent: Sí.

(Pregunta inaudible.)

E. Laurent: En cierta manera es toda la lógica del saber en función de


estos Pases. Es pasar de un saber a _unsaber decidido. La decisión que
hay que añadir al saber es lo que está eníúcg'ó'fúando se habla de
certeza, y se discute qué tipo _decerteza, puesto que implica una rela
ción al saber. Es la manera en que Lacan cuestiona todo lo que es la
oposición habitual entre lo que uno sabe y la certeza. Uno puede sa-
ber muchas cosas pero no concluir en nada, que nada cambie en su vida,
* entonces se
que a. La categoría de__1__a___certeza
consiste en obtener. un.&
su eto aue ha; a pasar este saoer al surco de su vida, y es esta realiza-
ción final lo que va en sentido contrario de la neurosis. :! sentimiento

17
Enseñanzas de las salidas de análisis

de irrealización fundamental de la vida, de que todo se queda en el


espacio, es lo que Lacan llamó irreal que no es sólo lo virtual y
designa lo que Freud decía respecto a que un pedazo de la realidad
había sido cortado. En este sentido, la ertez. es el operador con el cual
el sujeto puede adelantarse, ouede dar " oaso mas allá de los ideales
con el saber que tiene. La certeza es el saber en tanto que pasa a la
realidad, lo cual es el único viático cue vá a tener el."'sujeto. Si se
\affélanta a esta zona no tiene sus identificaciones habituales,ríotiene
otra cosa que lo que ha obtenido. ¿En nombre de qué se adelanta?En
este sentido la certeza es el saber en tanto que realizado. Es esto
también lo que está en ueg_o_para
anunciado que fue el final.

J. M. Panés: Quería preguntarle algo en relación con uno de los ejem


plos de Pase que usted comentó. En ese caso en el que había algo de la
salida del análisis, que se producía de manera rutilante, creí entender
que eso iba precedido de una interrupción del análisis.

E. Laurent: Fue el momento de interrupción. Es decir que este sujeto


que cumplía con su análisis con regularidad dedicada, trabajadora, que
estaba implicado, de un día para otro se encontró con algo, vio algo que
cambió el sentido profundo de lo que se daba en el análisis. En la
fenomenología esto se tradujo en que no podía volver a ver al analista,
iba más allá de él. Y tuvo que darse algún tiempo para encontrar las
palabras justas y después ir a verle. Y era una salida auténtica, no era
un actig out prematuro. Lacan habla en la Proposición del Pase de dos
ejemplos de analizantes que no podían más. En uno se había transfore
mado en una voz, y en el otro en un objeto anal, es decir un analistaal
se
que deja como una mierda. Si huye de la consulta es porque huele de'
masiado, porque se ha transformado en un objeto horrible. En el otrose
había transformado en una voz, es decir, algo insoportable que grita'
ba, cualquiera que fuera la cosa que hiciera o dijera. Uno se topacon
esto que es igual a una cierta imposibilidad, y éstaspuedensersalidas.
En estos casos, Lacan interroga: ¿tiene la inocencia de la salida garantía
suficiente? Es decir, no toma esto como ejemplos de lo que hay que
hacer pero los da como ejemplos de salida efectiva, incluso de Pase.No
de un buen pase puede ser pero sí de una salida.

M. Rebollo: Usted dijo que no siempre se está en posición deanalista,y


quº'ººaºdºnºSe estáerLestap&táen posicióndeana1zante.
Tamiénhablótdelefecto de som&aliíra en un casodefin
de anáhSlS ¿Puedeentoncesconsiderarseque en el momentode 1nee
La garantía del fantasma

análisis, si alguien es el sorprendido, éste es el analista? Siguiendo este


mismo razonamiento, ¿pasaría el analista al fin de la cura a una posi
ción de analizante?
E.Laurent: Creo que la sorpresa es_unadimensión de la experiencia,
no un ideal. Ino pueee ¡lalorar la sorpresa, o a contrarlo, tener un
prejuicio contra la sorpresa. Cuando he hablado de ese analizante que
trataba de organizar su vida para eliminar toda sorpresa, hablaba de
una dimensión de la experiencia. \Todas las vidas bien organizadas son
construiclaí para eliminar la sorpresa.Por'el contrñcí hay sujetos"que"
hacen de su vida un caos tota para mantenerseen la dimensión de la
sorpresa constante. Y se ve que entre obsesión e histeria hay una
báscula: el valor de la sorpresa del lado de la histeria y el valor de la
anulación de toda sorpresadel lado de la obsesión.Yo diría quemahay
que querer mantenerse siempre a este nivel. Hay un nivel de regulariggd
en el análisis que implica el fastidio, y hay que soportar esto.. Para
concluir la pregunta de Rebollo: no siempre hay que valorar la sorpresa
como algo decisivo. Si sur;e algo nuevo, surge en una cierta dimensión
de sorpresa, pero no de sorpresa exaltada.
______&

NOTAS

1. J. Lacan, «E1 atolondradicho», en Escansión n.º 1, p. 39.

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