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Curso de Desarrollo Profesional 2018 - Sargentos

UNIDAD N° 2

DEONTOLOGIA POLICIAL. Deontología Policial. Aspectos Deontológicos Principales.


Importancia de los valores y virtudes policiales. Principios básicos de intervención policial.
Ética Profesional. La Profesión Policial.

PRESENTACION
En esta segunda unidad vamos a abordar propiamente la fundamentación de la
Ética en nuestra función policial, en otras palabras haremos referencia a la ética
profesional del Policía.
Si en todos nuestros dichos, actos y acciones mantenemos el equilibrio entre los
excesos y los defectos sin inclinarse el fiel de la balanza, habremos vivido en el marco de
la Ética. Seguro algo imposible para el ser humano, por cuanto no existe perfección que
no sea Divina.
En nuestra experiencia y cultura Institucional muchas veces estamos tentados a
seguir el camino más fácil y el de la falta de compromiso, con el pensamiento quizás de
que al que está equivocado le va bien, asciende en tiempo y forma, que entonces es
preferible portarse mal que comportarse correctamente. En otras palabras parece ser más
fácil deslizarse por el tobogán de los vicios, y posiblemente haber gozado, las caricias del
dinero y la fama que formarán el ‘tesoro final’ de esta tierra, que será roído por las
polillas. Pero si enfrentamos el ‘cuesta arriba’ del camino de las virtudes habremos
formado un ‘tesoro eterno”. El Profesor José Vicente Vitta tenía razón cuando decía:
“La Ética” es el componente imprescindible de toda actividad humana, y la
búsqueda de la Calidad, de hacer el bien, nos hará virtuosos del servicio que
prestamos, en el sentido más antiguo y preciso de la Virtud: hacer las cosas
técnicas y éticamente bien.
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En la misión y visión Institucional este es un desafío permanente, es decir ser
virtuosos en el servicio que brindamos día a día en la comunidad en el extenso y variado
territorio de nuestra Provincia, que nos plantea y cuestiona de manera permanente,
nuestro actuar correcto o incorrecto, tarea que abordamos en esta Unidad.

DEONTOLOGIA POLICIAL

Al abordar el tema de la deontología policial, se hace importante referirnos también


a lo que es anterior a dicho concepto, es decir los conceptos y aspectos de la ética y la
moral y sus corrientes, que nos llevan a obrar con perfección y dentro del marco de la
ética profesional, que desarrollaremos al final de la unidad.

Ética.
Parte de la Filosofía que se dedica a la reflexión
sobre la moral.
• Saber que intenta construirse racionalmente.
• Intenta desplegar conceptos y argumentos que permitan comprender la dimensión
moral de la persona humana.

ÉTICA, reflexión racional sobre qué se entiende por conducta buena y en qué se
fundamentan los denominados juicios morales.

Su objetivo: es esclarecer reflexivamente el campo de la moral.


Funciones:
• Aclarar qué es la moral. (sus rasgos)
• Fundamentar la moralidad.
• Aplicar a los distintos ámbitos de la vida social los resultados obtenidos en las dos
primeras funciones (para que se adopte una moral crítica).

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La Ética estudia los actos humanos, que también denominamos actos morales o
acciones humanas.

CORRIENTES ÉTICAS Y MORALES

Antes de referirnos a las corrientes éticas y morales, que son variadas y confusas,
nos vamos a referir a la ética en sí, sus funciones y su comparación con la moral. De ello
se desprende que corresponde a la Ética una triple función:
1) Aclarar qué es la moral y cuáles son sus rasgos específicos.
2) Fundamentar la moralidad, es decir, tratar de averiguar cuáles son las razones por
las que tiene sentido que los seres humanos se esfuercen en vivir
moralmente.
3) La aplicación de lo anterior a los distintos ámbitos de la vida
social.

A lo largo de la historia de la Filosofía se han ofrecido distintos modelos éticos que


tratan de cumplir las tres funciones anteriores: son las teorías y las doctrinas éticas, que
dan cuenta del fenómeno de la moralidad en general.
En el siguiente cuadro comparamos únicamente las doctrinas morales y las
doctrinas éticas:

DOCTRINAS MORALES DOCTRINAS ÉTICAS


Sistematizaciones de conjuntos de Reflexiones acerca de la moral.
valores, principios y normas
concretas.
No son teorías filosóficas. Son teorías filosóficas.

Responden a cuestiones concretas, No orientan en forma inmediata la vida


Orientan en forma inmediata la vida moral de la persona. Analiza el
moral de las personas. fenómeno de la moralidad.

LA MORAL
Conjunto de principios, normas, valores y costumbres que rigen
en la conducta de una persona (conducta individual y social de los
hombres), para que pueda considerarse buena. Es decir, la Ética es la

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reflexión racional sobre lo que se entiende por conducta buena (moral) y en que se
fundamentan los denominados juicios morales.
De esta manera estamos en condiciones de entender y sostener que LA ETICA
ESTUDIA LOS ACTOS HUMANOS QUE TAMBIEN DENOMINAMOS ACTOS MORALES
O ACCIONES HUMANAS.

La principal semejanza es: que las dos se encargan de nuestras costumbres y


formas de actuar en la medida en que pueden considerarse como correctas o
incorrectas...

La principal diferencia es: que la Moral dicta las normas y criterios de actuación y la
ética trata de fundamentar racionalmente dichas normas y criterios.

Ejemplo: Moral (ser obligatorio la enseñanza secundaria) y ética (porque te formas


para el futuro, para tener cultura...)

DEONTOLOGÍA POLICIAL

El término Deontología proviene del vocablo griego “deon”, que significa deber y
“logos”, razonamiento o ciencia. Es una palabra que por primera vez utilizó el economista,
jurista, literario y filósofo ingles JEREMIAS BENTHAM, (1748−1832), en una corriente
doctrinaria llamada Utilitarismo, que versa sobre los deberes del ser humano, Bentham
afirmaba que deontología no es más que la ética y moral de la persona aplicada a
diversas situaciones sociales, es decir, el bien y el mal que cada persona tiene consigo
mismo volcado a todo lo que le rodean en la profesión que desempeña.
Este término se aplica aquí a la moral, es decir a aquella parte del dominio de las
acciones que no está bajo el imperio de la pública legislación. En cuanto arte es lo que es
conveniente hacer; en cuanto ciencia es conocer lo que conviene hacer en
toda ocasión. En otras palabras, todos los profesionales nos encontramos
abarcados por el concepto de Deontología y cualquiera sea nuestra
profesión es importante que conozcamos los deberes que a ellas se aplican,
esté regulada o no.

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Cuando nos referimos al “DEBER SER”, hablamos de la Deontología Ciencia que estudia
el conjunto de deberes y obligaciones tanto morales como éticos con los que se debe
ejercer una profesión libre determinada.

Conjunto de principios y reglas éticas que regulan y guían la profesión policial.

Desde 1997 cuando con un conjunto de entonces Oficiales Subalternos,


comenzaron a trabajar hace tiempo en el aspecto doctrinario, pudimos reafirmar que esta
actividad se encontraba descuidada internamente y en un total abandono por parte del
Estado y la sociedad, refiriéndome al abandono en el sentido de que no nos habíamos
preocupado por instituir la actividad policial como una profesión, sino como una mera
consecuencia de los reclamos que solicita nuestra sociedad en sus diversos momentos
históricos.

Afortunadamente, nuestros planes de estudios nos permitieron visualizar que


primero nosotros como Institución, debemos concientizarnos en lo doctrinario y
deontológico de la función, para recién hacer docencia hacia fuera. Tomado esto como el
principio para que la actividad policial pueda instituirse como una profesión reconocida y
respetada como cualquier otra.

Por ello, que lo primero que se aprendió fue que el término Deontología proviene
del vocablo griego “deon”, que significa deber y “logos”, razonamiento o ciencia. Es una
palabra que por primera vez utilizó el economista, jurista, literario y filósofo ingles
JEREMIAS BENTHAM, (1748−1832), en una corriente doctrinaria llamada Utilitarismo,
que versa sobre los deberes del ser humano, Bentham afirmaba que deontología no es
más que la ética y moral de la persona aplicada a diversas situaciones sociales, es decir,
el bien y el mal que cada persona tiene consigo mismo volcado a todo lo que le rodean en
la profesión que desempeña.

Al leer e investigar respecto a los orígenes de la


Deontología Policial, se pudo establecer la existencia de
muchas referencias de corte y contenido filosófico-político
sobre la deontología policial, tales como las efectuadas por
Maquiavelo, Hobbes, Montesquieu, Rosseau, Kant, Rawls,
Habbermas y otros muchos pensadores que se han ocupado,
cada uno a su manera, de la “Ética del Poder”, pero

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históricamente se considera que los
principios de la deontología policial se
instituyen hacia 1829, cuando Sir Robert
Peel propuso el London Metropolitan Police
Actión, que no es otra cosa que los
“principios de actuación de su policía
londinense”, curiosamente vigentes hasta
el día de hoy que son los siguiente:

London Metropolitan Police Act


Sir Robert Peel (1829): El actuar del policía como ciudadano de uniforme (la policía
son los ciudadanos y éstos son la policía)

1. Prevenir el delito y el desorden, antes que reprimirlos por la fuerza militar y por
la severidad de las penas previstas por la ley.

2. No olvidar nunca que si la policía quiere ser capaz de cumplir con sus funciones
y sus obligaciones, hace falta que los ciudadanos aprueben su existencia, sus
actos y su comportamiento y que la policía sea capaz de ganar y conservar el
respeto de los ciudadanos.

3. No olvidar nunca que ganarse el respeto de los ciudadanos y conservarlo


significa también asegurarse la cooperación de un público dispuesto a ayudar a
la policía a respetar las leyes.

4. No olvidar que cuanta mayor cooperación se obtenga de los ciudadanos, menos


necesario será el empleo de la fuerza física y del enfrentamiento para conseguir
los objetivos de la policía.

5. Obtener y conservar la aprobación de los ciudadanos, no halagando la opinión


pública, sino utilizando siempre la ley de una manera absolutamente imparcial,
independientemente de su relación con la política y sin preocuparse de la
justicia o la injusticia de fondo de las leyes; poniendo su servicio y amistad a
todos los ciudadanos (...). Siendo siempre cortés y amable y no dudando en
sacrificarse cuando se trate de defender la vida.

6. Utilizar la fuerza física en los casos donde la persuasión, los consejos y las
advertencias, hayan resultado ineficaces para asegurar el respeto de la ley o el

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restablecimiento del orden; y en un caso dado, no utilizar más que
el mínimo de fuerza física necesaria para conseguir los objetivos
planteados.

7. Mantener siempre con la ciudadanía las relaciones que permitan


concretar la tradición histórica según la cual la policía son los ciudadanos y
éstos son la policía; los policías no son más que miembros de la ciudadanía
pagados por ocuparse, a tiempo completo, del bienestar de la comunidad, de las
tareas que incumben a cada ciudadano.

8. No perder nunca de vista la necesidad de atenerse estrictamente en las


funciones que son las de la policía y abstenerse de usurpar, incluso aunque sea
en apariencia, los poderes del aparato judicial para vengar a los individuos o al
Estado y para juzgar autoritariamente sobre la culpabilidad y castigar a los
culpables.

9. No perder nunca de vista que el criterio de la eficacia de la policía es la ausencia


de crimen y de desorden y no la manifestación visible de la acción de la policía
para conseguir estos resultados

Nadie duda de la vigencia de tales principios, para muchos desconocidos y que


merecen ser tenidos en cuenta en nuestro diario servicio policial, desde ya en nuestra
legislación doctrina.

IMPORTANCIA DE LOS VALORES Y VIRTUDES EN EL


EJERCICIO PROFESIONAL DE POLICIA

Los valores constituyen un conjunto de representaciones sobre aquellos


comportamientos que son considerados positivos y que dan cuenta de una manera
“buena” y “correcta” de nuestro diario obrar.

Si esta acepción se activa en el contexto de la


profesión policial, tendremos que dentro de estas
nociones axiológicas se encontrarán orientaciones
valorativas que guiarán el comportamiento correcto
durante el desempeño policial. El surgimiento de los

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mismos se sustenta en el hecho de que el ser humano existe en un medio social en el
cual se desenvuelve con libertad, lo cual implica el contacto permanente con el orden
público y la ley, como limitantes del comportamiento humano para el mantenimiento del
respeto, la legalidad y la convivencia armoniosa en una comunidad determinada.
En el seno de la Institución, es fundamental establecer, reconocer y hacer
vigentes los valores institucionales, en tanto constituyen los principios rectores dentro del
sistema organizativo que guían e invitan al personal policial a desenvolverse durante el
servicio con acciones destacables rasgadas por la significación de los mismos. Su
adopción para la ejecución de las tareas cotidianas tiene por resultado la generación de
actos virtuosos, loables, dignos del reconocimiento por parte de la comunidad y de sus
pares. De esta manera, es posible acentuar la imagen positiva de los integrantes de la
Institución y, con ello, generar una representación óptima de la calidad de las tareas
llevadas a cabo y del sistema de valores que atraviesa los diferentes campos teóricos y
prácticos del quehacer policial. En este sentido, no debemos dudar en recurrir a nuestro
Plan Estratégico Institucional (PEI) 2017-19 que correctamente expresa en su Eje Nº 13
la necesidad de “fortificar la doctrina y deontología policial, en pos de consolidar los
valores y la ética profesional”, lógicamente amparados en el eje 12 de respeto a los
DDHH. Documento que no debemos olvidar de leer, tomar conciencia y sobre todo aplicar
para un mejor desempeño profesional.

En este cometido no sólo es preciso que los


efectivos policiales actúen de una manera correcta sino
que estén convencidos de la necesidad de orientar sus
actos hacia un horizonte de valores que impulse tanto su
crecimiento personal como su aporte en la concreción de
la misión y visión institucional. Es por ello que desde la
Conducción Superior, se tiene como valores institucionales
a aquellas normas rectoras, emergentes de la doctrina y
deontología policial, de las reglas consuetudinarias y de
las legales, que se considera fundamentales y exigibles al
momento de evaluar la disposición actitudinal en el
cumplimiento de las funciones.

Valores policiales permanentes.

Los valores hacen a la ética profesional policial y son reglas esenciales que deben
gobernar la conducta del Hombre y Mujer Policía. Se aplican de igual forma en tiempos de
conflictos como de orden y son de cumplimiento tanto para la Institución como un todo
como para el policía individualmente considerado.

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Promueven el entendimiento de los policías y de éstos con el resto de la Nación,
hacia aquellos que están comprometidos a seguir. Por lo tanto aunque otros valores
personales o creencias religiosas puedan variar de hombre a hombre, esos valores
centrales de la ética de la Policía de Salta forman el basamento de la profesión y son
entendidos y aceptados en todos los niveles del mismo.
La adhesión a los valores permanentes sustentados por la Policía, la Fe en Dios, el
Amor a la Patria y al Orden Público, la Pasión por la Libertad y la Igualdad, el Respeto a
las Leyes y la Subordinación en todas sus magnitudes, representa la primera definición
vocacional del hombre policía.
La Fe en Dios señala la supremacía de lo espiritual sobre lo terrenal; el Amor a la
Patria y al Orden Público impulsa a los mayores sacrificios institucionales y personales;
la Pasión por la Libertad y la Igualdad hace de la Policía de Salta en lo interno uno de
los más firmes defensores de la paz social y de una auténtica democracia representativa;
el Respeto a las Leyes pieza fundamental para exigir de otros el cumplimiento y la
Subordinación única herramienta para reconocer y valorar lo superior.
La Policía de Salta, fue y será la respuesta imperiosa a la necesidad de mantener el
orden público dentro de la provincia, aún con la entrega de nuestros sacrificios y vidas.

Valores éticos institucionales.


Los valores policiales en una sociedad democrática son objeto de estudio en la
formación de los policías. Entre ellos, se han destacado:
- Compromiso. Se trata de la voluntad de implicarse. Hacer más de
lo que se obliga. Es la actitud y la implicación por encima de los
conocimientos. “Hace más quien quiere que quien sabe”.
Compromiso es entrega desinteresada a una labor, asumiendo los
sacrificios que esa labor conlleve: es el impulso, la
vitalidad, la ilusión.
- Disciplina. Estado de orden y obediencia existente
en el individuo o en el grupo y que se manifiesta a
través de la subordinación, el respeto y la lealtad.
Implica obediencia a las normas y las órdenes recibidas en el seno de una
organización jerárquica. La obediencia a las normas nunca supondrá acatar órdenes
ilegales.
- Integridad. Hace referencia a la prestación ética del servicio. No vulneración de
ninguna de las normas recogidas en el código deontológico de referencia. Significa

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tratar con imparcialidad y neutralidad, no discriminar en ningún caso y oponerse
resueltamente a cualquier acto de corrupción.
- Creatividad. Es la capacidad para generar ideas, proponer alternativas, vislumbrar
problemas y formular hipótesis, de proponer nuevas metodologías que gocen del
aval de las ciencias y construyan la profesión en el único marco posible, el de los
Derechos Humanos. A la creatividad se opone el gregarismo y la mediocridad que
buscan refugio en el continuismo mediante las resistencias al cambio.
- Competencia. Es más que cualificación, es la capacitación en la medida que supone
adquisición de conocimientos, habilidades, actitudes y hábitos. No es suficiente el
“saber”, se requiere “saber hacer”, “saber ser” y el “saber estar”. Se trata, en
definitiva, de todo lo que contribuye al desarrollo personal y profesional del individuo.
- Colaboración. El trabajo en equipo, sumando esfuerzos, “codo con codo”, es una de
las claves del éxito en las organizaciones.
- Responsabilidad. Libertad para tomar decisiones. Siempre referida a ámbito de las
competencias de cada cual. Asumir los resultados de esas
decisiones. Estaría muy vinculado con el compromiso y
requiere un clima laboral que posibilite la implicación y el
compromiso personales.

VIRTUDES POLICIALES

Los hábitos que conciernen a la problemática ética son las virtudes. Éstos
constituyen hábitos operativos, es decir, son cualidades estables de las potencias
(facultades) del hombre, que lo disponen e inclinan a obrar en un sentido.

La virtud

Virtud. Hábito humano y operativo bueno.

No puede confundirse con la mera costumbre, ya que ésta se trata de una simple
repetición de actos externos; mientras que la virtud implica un creciente conocimiento y
amor del bien y un orden de las pasiones, por lo cual aumenta la perfección de la libertad
a través de esas acciones. Dispone al ser humano a comportarse de una manera
adecuada a su propia naturaleza, fortalece la voluntad y el rendimiento positivo de la
libertad.
El término virtud proviene del vocablo latino virtus, que equivale al término vis,
cuyo sentido es fuerza. En una acepción más limitada significa un hábito adquirido que

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perfecciona o refuerza alguna potencia activa. La virtud es esencialmente personal e
implica fuerza espiritual para vencer las dificultades que se presentan en su ejercicio. Las
virtudes nacen de la actividad humana libre y dan una mayor firmeza, facilidad, eficacia y
satisfacción para obrar bien.
Las virtudes nacen de la actividad humana libre y dan una mayor firmeza, facilidad,
eficacia y satisfacción para obrar bien. Se las clasifica en virtudes intelectuales y
virtudes morales.

Las virtudes intelectuales, son las que perfeccionan al hombre en el conocimiento


de la verdad; posibilitando a la inteligencia conocer el orden moral y la manera adecuada
de moverse dentro de él, para que el ser humano pueda alcanzar su fin último.
En tanto que las virtudes morales perfeccionan la voluntad y las tendencias
sensibles, ayudando a las personas a obrar rectamente respecto de la elección del bien.
Son las que inclinan al ser humano a practicar el bien propio de su naturaleza, o sea, el
bien moral. De esto se infiere que las virtudes morales no pueden usarse para hacer el
mal.

Entre todas las virtudes morales ocupan un sitial de preferencia las llamadas
virtudes cardinales, del latín cardo, que significa quicio; por ser como los quicios sobre
los que gira toda la vida moral de la persona. Se llaman cardinales porque son el principio
y el fundamento de las demás virtudes.
Las cuatro virtudes cardinales son:
1. PRUDENCIA. Nos hace conocer y practicar los medios más conducentes para
obrar el bien. Se ejercita mediante el conocimiento, el juicio y la voluntad.
2. JUSTICIA. Hace que demos a cada uno lo suyo y lo que le corresponde.

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3. FORTALEZA. Nos da valor para amar y servir a Dios y a las personas con
fidelidad. Contribuye a resistir las dificultades y superar los obstáculos que se nos
presentan a diario.
4. TEMPLANZA. Hace que frenemos las pasiones bajas. La templanza dirige las
pasiones bajo el dominio de la razón y de la voluntad, encauzándolas hacia el bien,
fomentando la armonía entre los sentidos y la razón.

PRINCIPIOS BASICOS DE INTERVENCION POLICIAL

Cuando hacemos referencia a estos principios,


inmediatamente debemos remitirnos a los que menciona la Ley 7742
Orgánica de la Policía de Salta y su reglamentación. En tal sentido en el
Capítulo III Principios Básicos y Valores de Actuación Art. 10, indica lo
siguiente:
“El personal de la Policía de la Provincia de Salta, en el desempeño de sus
funciones, deberá observar los siguientes principios básicos de actuación policial:
Ejercer los actos propios de sus funciones de policía de seguridad y auxiliar de la
justicia, en cualquier momento y lugar de la Provincia, en cumplimiento y
observancia de los requisitos establecidos por Ley.
Actuar con sujeción a los principios de legalidad, razonabilidad, responsabilidad y
ética profesional, privilegiando la tarea preventiva y disuasiva por sobre el uso de la
fuerza.
En aquellos casos en que resulte necesario el uso de la fuerza pública, la actuación
deberá ser moderada y gradual para evitar un mal mayor a la integridad física, la
vida, la libertad, los bienes, derechos propios o de terceros, y para restablecer las
condiciones de seguridad pública.
Observar en todo momento el respeto hacia las personas y los principios de
imparcialidad e igualdad ante la Ley, protegiendo los derechos y garantías
establecidos en la Constitución Nacional y de la Provincia.

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No infligir, instigar o tolerar actos de tortura, apremios u otros tratos crueles,
ultrajantes, inhumanos o degradantes de la condición y dignidad humana.
No acatará ni podrá invocar la orden de un superior o cualquier tipo de
circunstancia especial o situación de emergencia pública para justificar la comisión
de delitos contra la vida, la libertad, la integridad personal o de cualquier especie.
Mantener en reserva las cuestiones de carácter confidencial referidas al honor, la
vida y los intereses privados de las personas que llegaren a su conocimiento,
especialmente las referidas a menores, a menos que el cumplimiento del deber
legal o los requerimientos de la justicia exigieren revelarlas, en cuyo caso se
deberá actuar con la mayor cautela al respecto.

Claro que ello no es suficiente, de ahí que se deban recurrir a los valores y virtudes
policiales exigibles para todo personal y que se mencionaron con anterioridad.

ETICA PROFESIONAL

Para nuestro caso, sería la


Las profesiones son actividades humanas, que ética que debemos aplicar
en cada acción que nos
generan en quienes las ejercen obligaciones y derechos toque ejecutar durante el
especiales; por eso nació la Ética Profesional. cumplimiento de la función
policial, de manera que
La Ética Profesional no es una ética aparte, sino es la sean no sólo acertadas y
positivas, sino
misma Ética que desciende a las actividades concretas de fundamentalmente buenas
y respetuosas de los
cada profesión, especificando las aplicaciones que derivan derechos del ciudadano.
racionalmente de los principios generales para el buen
ejercicio de cada profesión.
La ética policial es una “ética profesional”, porque
ésta orienta los diferentes campos del quehacer profesional, representando básicamente
una vocación procedimental. No sólo busca fundamentar normas morales, sino que
principalmente tiene por objetivo definir procedimientos y fundamentos propios del
quehacer policial, que operan con el criterio de responder a problemáticas
inherentes a su función.

Los principios y valores de la ética policial aplicada, son receptados en


los códigos de deontología profesional, los cuales traducen de manera práctica y
concreta los valores de la ética profesional, agrupándolos en normas que regulan y
explicitan los deberes que han de observar los policías en el ejercicio de sus funciones.

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Las normas
deontológico-profesionales han de
ser aceptadas, al menos
implícitamente, por los miembros del
colectivo que regulan, ya que son un
medio para procurar el
perfeccionamiento moral de los
profesionales, mejorando el desempeño
de su función social mediante la
disciplina interna y el autocontrol.

La Ética profesional o Deontología es una Ética aplicada que se ocupa de los


comportamientos Éticos en el ejercicio de una determinada profesión, cumpliendo de esta
manera un doble cometido, ya que, por un lado, aplica a la actividad profesional los
criterios y principios aportados por la Ética básica o universal, y por el otro, aporta criterios
o principios específicos de cada profesión.

Así mismo, es preciso destacar que para que estas prácticas profesionales
se vayan institucionalizando se requiere la constitución de un campo profesional,
entendiendo por tal “al conjunto de prácticas aceptadas y con un alto grado de
reconocimiento por parte del resto de los integrantes de una sociedad”. Estos campos
profesionales se distinguen entre si por su grado de profesionalización y por la intensidad
del disciplinamiento de sus prácticas. Por ejemplo, el ejercicio profesional de la medicina
se encuentra sometido a estrictas regulaciones jurídicas y asociativas.

Es decir que además de la leyes sancionadas por el poder político, la


mayoría de las profesiones se encuentran reguladas por asociaciones profesionales que
dictan las normas obligatorias para todos quienes comparten una misma profesión.

A la luz de este paradigma fundamental, la calidad profesional y ética es - y debe


ser - el valor más preciado, ya que una función policial proba y eficaz genera
condiciones de progreso estable para las sociedades y las personas.

Por tanto, al ser la deontología policial expresión de la ética policial, ésta tiene
como finalidad orientar el comportamiento profesional de los policías según los
siguientes criterios de acción:

(a) Una función de servicio público. Una institución policial existe para servir a todos
los ciudadanos sin distinciones ni discriminaciones y contribuir al desarrollo integral
de la sociedad, en el marco de la democracia y el respeto al Estado de Derecho.

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(b) Para ello, los policías -en su calidad de funcionarios públicos- nunca deben
utilizar sus cargos para lograr beneficios propios o particulares. Esta es la
principal cualidad de una ética pública y, consecuentemente, de la deontología
policial.

(c) Una función social: Desde la ética profesional, la gestión policial debe ser
considerada como un medio que
busca fines superiores, como la
justicia y la paz. Para ello es
necesario que la labor policial ayude
a fortalecer la confianza entre los
integrantes de una sociedad, con el
fin de contribuir a la cohesión social,
base de la democracia, de la
participación ciudadana y de la
convivencia social.

El policía, al ejercer una función pública, adquiere una responsabilidad social


que es inherente a su misión, la cual debe estar orientada por los valores de la ética
social, como la veracidad, la honestidad, la solidaridad y la reciprocidad, entre
otros.

El policía no es un ser aislado, es parte activa de la sociedad. Debe


entender, entonces, que su actividad profesional tiene un marcado componente
social, directamente relacionado con el incremento de la calidad de vida de las
personas, a través de la promoción de la seguridad y la colaboración con el sistema
de administración de justicia.

(d) Un servicio que promueve el desarrollo humano. La deontología policial debe


promover la humanización de la sociedad. Esto sólo es posible si cada persona es
plenamente valorada y respetada en su dignidad y en sus derechos, y en la medida
en que se reconoce su condición de ser social que sólo logra su realización más
plena con el otro y a través del otro, en comunidad. Siguiendo la clásica distinción
aristotélica, la ética policial considera que la persona y la sociedad nunca deben ser
entendidas como “medio”, sino siempre como “fin”.

(e) Una actividad que promueve la excelencia del servicio. La deontología, al


considerar la función policial como un servicio de carácter público, asume que
dicha misión debe realizarse de manera eficiente y eficaz. La sociedad espera y

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exige a sus policías el desarrollo de una gestión de calidad y transparente, debido a
que el progreso social y su continuidad pasan en gran medida por la ejecución de
un adecuado y oportuno servicio policial.

En síntesis, la ética policial es el fundamento que debe orientar todas las


acciones de los policías y guiar las directrices y lineamientos de sus planes,
programas y proyectos. Debe ser la fuente que inspire y otorgue sentido a la
profesión, liberándola y protegiéndola de aquellas influencias y tendencias que
buscan desconocer la importancia central de la dignidad humana

El origen de los deberes y derechos

El ser humano se desenvuelve dentro de dos órdenes o mundos distintos: el que


viene dado por la naturaleza y el que surge de su condición de ser libre, en virtud del cual
es autor de todo aquello que agrega a la naturaleza. Es la distinción entre lo que recibe de
hecho y lo que él conforma o hace: la cultura. Este mundo del quehacer del hombre da
lugar al orden moral.
El hombre, cada hombre es el único sujeto de la
Ética, por ser el único ser vivo que posee la capacidad de
diferenciar el bien y el mal y de obrar según su libre
elección. BUEN OBRAR
El obrar ético se asienta en las virtudes y en los Nuestro accionar debe
valores, que deben triunfar sobre los vicios y los disvalores centrarse siempre en el
sociales, para transitar el camino de la realización humana. deber de proteger al

La existencia en sociedad impone al hombre ciudadano y el de respetar


sus derechos constitucio-
deberes y derechos que debe observar para poder convivir
nales.
con sus semejantes. La libertad debe reconocer límites, sin
los cuales sería prácticamente imposible la vida, no sólo
del hombre, sino de la naturaleza toda. De esas
limitaciones surgen tanto los derechos como las obligaciones.
Los hombres establecieron pautas de comportamiento social que hacen a la cultura
de los pueblos.
- Los deberes: son todos aquellos que está obligado a cumplir el hombre para dar
satisfacción a las demandas sociales que su vida de relación le impone. El primero

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de sus deberes es subsistir, y luego, como un mandato natural de solidaridad, el
permitir a sus semejantes realizarse como personas humanas y libres.
- Los derechos: el derecho es la facultad de hacer o de exigir todo aquello que le está
permitido por las leyes naturales, por las positivas y por las normas de
comportamiento social. En este campo encontramos el derecho a la vida, y a la
libertad y todos aquellos que no entren en colisión con los derechos de los demás.

LA PROFESION POLICIAL.

Profesión es un término que


proviene del latín "professio", que nos
indica la acción y el efecto de
profesar, de ejercer una cosa, empleo
o facultad conforme una inclinación
natural que se manifiesta en nosotros,
o que por un motivo circunstancial
debemos ejercitar. También, el
término profesión proviene del latín
"profiter": que significa declaración
pública.
La profesión es un compromiso entre lo individual, que busca con la profesión los
medios de vida; y la sociedad, con sus necesidades que son las que justifican la profesión.
Una profesión es el lugar desde el cual debemos servir a la sociedad de acuerdo
con nuestras capacidades.
Para ejercer la profesión es preciso una preparación de las aptitudes necesarias
para desempeñarla. No es mera instrucción profesional. "La instrucción se caracteriza por
dirigirse a una parte especial del hombre y a un sector del mundo. La formación tiene
como fin la totalidad del hombre. Persona es aquella que sabe lo que pasa en el mundo
tomado como totalidad" (PIEPER, Josef, 1971),
Todo trabajo honesto dignifica al hombre, además de facilitarle los medios honestos
para subsistir. El trabajo tiene un fin que es el desarrollo del mismo hombre, de sus
facultades espirituales y corporales. A su vez, el trabajo cumple una función social. Sea
remunerativo o sin cargo, voluntario o involuntario, sus frutos se extienden a la sociedad.
Si el trabajo es honesto, esos frutos son un bien para la sociedad. Aunque una persona no
necesite del trabajo para subsistir, tiene que trabajar para darle algún sentido serio a su

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existencia. El hecho de que sea rica no la exime de esa obligación, porque puede trabajar
sin percibir paga, gratuitamente. Y de ese modo se hace un bien a sí mismo y a los
demás.
La persona que ejerce un oficio o una profesión realiza un acto humano en
beneficio de seres humanos. La connotación ética de
los actos realizados por un profesional está marcada
por una relación binaria en la que intervienen el
Dignificar el servicio
profesional y el que solicita los servicios del
policial
profesional. Además lleva implícito un contrato,
Propuestas para fortalecer a la
aunque no esté de por medio ningún acto jurídico, policía hay. Sin embargo, más
allá del modelo policial que se
ningún documento escrito. El que solicita la atención implemente, se deben incluir
de un profesional -con o sin honorarios- lo hace para elementos de fondo si se busca
el éxito en cualquiera de los
que el profesional lo ayude en la solución de un esquemas. Entre ellos, la
instauración de una auténtica
problema; si el profesional acepta -con o sin carrera de formación policial,
salarios y prestaciones dignas
honorarios- queda establecido un contrato, como para una profesión altamente
riesgosa, recursos materiales
relación bilateral. y tecnológicos, una
coordinación eficiente entre
La profesión es un medio de vida; es actividad los distintos cuerpos policiales
lucrativa, es decir, con ella se obtiene lucro, ganancia y mecanismos eficaces de
control del actuar de dichos
de dinero, el cual se utiliza como medio para servidores públicos.

conseguir todas aquellas cosas que ayudan a Arturo Piñeiro – Periodista


mexicano
conservar y a perfeccionar la existencia. Pero,
además, es un servicio para la comunidad, que revierte al propio sujeto que sirve, al
profesional.

Requisitos necesarios para el ejercicio de una profesión


Para el ejercicio de toda actividad profesional son indispensables:
a) Vocación: es una inclinación o disposición especial que, saliendo del interior de la
persona, la lleva a cumplir determinada actividad en su vida. Es la inclinación
natural a la realización personal, que impulsa a desarrollar una tarea determinada
en la sociedad. Es el amor manifestado en el querer y en el hacer, respondiendo a
los dictados del corazón con la inteligencia y voluntad. Es realizar un compromiso
con uno mismo y con la sociedad durante toda la vida, conforme a los ideales
abrazados.
b) Competencia: en el sentido de aptitud e idoneidad para conocer y resolver un
asunto. Nace de las incumbencias que nos atribuyen los estudios, del grado de

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capacidad alcanzado en alguna actividad, pero, por sobre todo, de la voluntad de
hacer realidad determinado anhelo.
c) Ciencia: porque toda profesión supone conocimientos específicos en quien la ejerce.
El título oficial es una garantía de la preparación científica o técnica del sujeto que lo
ha obtenido. Por razones de ética, el profesional debe
acrecentar sus conocimientos, debe actualizarse en los
contenidos, métodos y procedimientos, según la índole de la
profesión.
d) Idoneidad: es la aptitud para ejercer la profesión
(física y psicológica).
e) Bienestar: porque se debilita el accionar si no se
tiene reconocimiento social y gubernamental, lo cual se
trasluce en un perfecto bienestar social, familiar, laboral y
económico general.

El profesional policial.

El servicio que realiza el policía profesional dentro de la sociedad y actuando con


carácter público requiere:

 Conciencia profesional. El ejercicio de la profesión policial tiene íntima relación con


la moral que debe imprimirse a todos los actos relacionados con el servicio que se
presta. El ejercicio de la profesión debe efectuarse buscando lo mejor para la
Institución Policial y para el destinatario del servicio.
 Deontología propia. Cada una de las profesiones ejercidas por los hombres tiene
características propias, que hacen que deba regirse por normas éticas de
comportamiento, aplicadas a su caso particular. Para nuestro caso se dispone de un
conjunto de principios, normas y valores que ordenan nuestro desempeño policial.
 La especialización. Hoy es imposible la práctica eficiente de una profesión sin un
mínimo de especialización; pero no debe perder la visión general de los problemas de
su profesión. Debemos aprender cada vez más para ser mejores.
 Seriedad profesional. El policía está obligado a brindar a sus ciudadanos el máximo
de seguridad profesional, sobre todo si de eso depende la vida, salud o los bienes de
los mismos. La seriedad supone que el profesional se actualice, investigue. Supone
también adaptarse al tiempo histórico en que le toca vivir; requiere una gran

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capacidad de trabajo y de adaptación para adquirir los nuevos conocimientos y
nuevos enfoques de los problemas profesionales.
 La defensa de los derechos de la persona humana. La persona no puede nunca
estar subordinada a algo inferior a ella. Dentro de su jurisdicción (al menos moral) el
policía debe ser celoso custodio
de los derechos de la persona
humana.
 La defensa de la vigencia de un
orden socialmente más justo.
La sociedad trae al individuo
múltiples bienes; pero esto no es
un privilegio para unos pocos que
dirigen la sociedad. Se debe
buscar el bienestar de la
sociedad entera, sin exclusión de
ningún sector. El profesional
tiene que ser un defensor de las normas éticas, porque la sociedad se preserva en el
orden y la justicia.

Cualidades morales de la profesión.

a) Autoridad y responsabilidad: el policía profesional es una autoridad, no en sentido


político sino en sentido científico. Se llama autoridad en sentido científico, a una
persona que, en una determinada rama de la ciencia, posee un vasto y profundo
conocimiento y tiene la virtud de la veracidad, que consiste en manifestar lo que
piensa. En otras palabras: una autoridad es una persona competente en un
determinado nivel científico y es veraz. Eso otorga confianza.
b) La honestidad intelectual: buscar, aceptar, amar, vivir y transmitir la verdad. La
expresión "honestidad intelectual" designa una combinación de voluntad e
inteligencia, puesto que "honestidad "es lo mismo que decir" bondad moral.", y el
adjetivo "intelectual" designa todo lo que es relativo a la inteligencia. De modo que la
honestidad intelectual es la conducta moralmente buena en el ejercicio de la
inteligencia.

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La película "Tiempos Modernos" de Charles Chaplin
muestra como algunos trabajos enajenan al ser humano, y pueden
destruirlo. De allí la necesidad de buscar condiciones laborales
más dignas, que posibiliten que el trabajo verdaderamente
desarrolle y perfeccione al hombre.

Conclusiones.

Hoy como siempre el Policía debe nutrirse de valores y virtudes que nos lleven a
mejorar el ejercicio profesional, caso contrario el paso hacia el cambio que anhelamos
será hacia el vacío, desde donde será imposible salir sin el esfuerzo personal e
institucional. Un Policía consiente de su labor, recibirá no sólo el reconocimiento social
sino además de su familia y sin lugar a dudas podrá reclamar por sus derechos, muchas
veces olvidados.
No caben dudas que el elemento de fondo de nuestra profesionalización, está en la
formación policial, pero lógico sin descuidar nuestra propia formación como personas ya
que entre todos debemos enaltecer el ejercicio policial, a lo cual debe sumársele el
esfuerzo de otros estamentos para establecer una justa recompensa a una labor tan
diferente del resto de la Administración Pública Provincial y tan delicada, valiosa y
sustantiva para la plenitud de un Estado social y democrática de derecho.

Crio Gral ® Lic Alberto Rubén Apase


Profesor en Seguridad

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Actividad 2

A) DE AUTOEVALUACIÓN – NO SUBIR A LA PLATAFORMA


• DEL SABER
o Realizar una red conceptual de la unidad.
o Analice en su ámbito laboral, principalmente durante un procedimiento
policial, ¿qué principios y valores de actuación tuvo en cuenta el
personal afectado al mismos?
o ¿Por qué muchas veces durante nuestro desempeño no consideramos
las virtudes policiales?.
o ¿Considera a su actividad como una profesión?, en su caso porque lo
afirma?

B) OBLIGATORIAS – PARA SUBIR PLATAFORMA:

Participación en el foro de opinión.

Realización del trabajo práctico de la Unidad.

Competencias a evaluar DEL SABER HACER y DEL SER.

Se subirá a la plataforma una plantilla de preguntas a responder para evaluar


competencias.

000000000000000000

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