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UNIDAD N° 2
PRESENTACION
En esta segunda unidad vamos a abordar propiamente la fundamentación de la
Ética en nuestra función policial, en otras palabras haremos referencia a la ética
profesional del Policía.
Si en todos nuestros dichos, actos y acciones mantenemos el equilibrio entre los
excesos y los defectos sin inclinarse el fiel de la balanza, habremos vivido en el marco de
la Ética. Seguro algo imposible para el ser humano, por cuanto no existe perfección que
no sea Divina.
En nuestra experiencia y cultura Institucional muchas veces estamos tentados a
seguir el camino más fácil y el de la falta de compromiso, con el pensamiento quizás de
que al que está equivocado le va bien, asciende en tiempo y forma, que entonces es
preferible portarse mal que comportarse correctamente. En otras palabras parece ser más
fácil deslizarse por el tobogán de los vicios, y posiblemente haber gozado, las caricias del
dinero y la fama que formarán el ‘tesoro final’ de esta tierra, que será roído por las
polillas. Pero si enfrentamos el ‘cuesta arriba’ del camino de las virtudes habremos
formado un ‘tesoro eterno”. El Profesor José Vicente Vitta tenía razón cuando decía:
“La Ética” es el componente imprescindible de toda actividad humana, y la
búsqueda de la Calidad, de hacer el bien, nos hará virtuosos del servicio que
prestamos, en el sentido más antiguo y preciso de la Virtud: hacer las cosas
técnicas y éticamente bien.
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En la misión y visión Institucional este es un desafío permanente, es decir ser
virtuosos en el servicio que brindamos día a día en la comunidad en el extenso y variado
territorio de nuestra Provincia, que nos plantea y cuestiona de manera permanente,
nuestro actuar correcto o incorrecto, tarea que abordamos en esta Unidad.
DEONTOLOGIA POLICIAL
Ética.
Parte de la Filosofía que se dedica a la reflexión
sobre la moral.
• Saber que intenta construirse racionalmente.
• Intenta desplegar conceptos y argumentos que permitan comprender la dimensión
moral de la persona humana.
ÉTICA, reflexión racional sobre qué se entiende por conducta buena y en qué se
fundamentan los denominados juicios morales.
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La Ética estudia los actos humanos, que también denominamos actos morales o
acciones humanas.
Antes de referirnos a las corrientes éticas y morales, que son variadas y confusas,
nos vamos a referir a la ética en sí, sus funciones y su comparación con la moral. De ello
se desprende que corresponde a la Ética una triple función:
1) Aclarar qué es la moral y cuáles son sus rasgos específicos.
2) Fundamentar la moralidad, es decir, tratar de averiguar cuáles son las razones por
las que tiene sentido que los seres humanos se esfuercen en vivir
moralmente.
3) La aplicación de lo anterior a los distintos ámbitos de la vida
social.
LA MORAL
Conjunto de principios, normas, valores y costumbres que rigen
en la conducta de una persona (conducta individual y social de los
hombres), para que pueda considerarse buena. Es decir, la Ética es la
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reflexión racional sobre lo que se entiende por conducta buena (moral) y en que se
fundamentan los denominados juicios morales.
De esta manera estamos en condiciones de entender y sostener que LA ETICA
ESTUDIA LOS ACTOS HUMANOS QUE TAMBIEN DENOMINAMOS ACTOS MORALES
O ACCIONES HUMANAS.
La principal diferencia es: que la Moral dicta las normas y criterios de actuación y la
ética trata de fundamentar racionalmente dichas normas y criterios.
DEONTOLOGÍA POLICIAL
El término Deontología proviene del vocablo griego “deon”, que significa deber y
“logos”, razonamiento o ciencia. Es una palabra que por primera vez utilizó el economista,
jurista, literario y filósofo ingles JEREMIAS BENTHAM, (1748−1832), en una corriente
doctrinaria llamada Utilitarismo, que versa sobre los deberes del ser humano, Bentham
afirmaba que deontología no es más que la ética y moral de la persona aplicada a
diversas situaciones sociales, es decir, el bien y el mal que cada persona tiene consigo
mismo volcado a todo lo que le rodean en la profesión que desempeña.
Este término se aplica aquí a la moral, es decir a aquella parte del dominio de las
acciones que no está bajo el imperio de la pública legislación. En cuanto arte es lo que es
conveniente hacer; en cuanto ciencia es conocer lo que conviene hacer en
toda ocasión. En otras palabras, todos los profesionales nos encontramos
abarcados por el concepto de Deontología y cualquiera sea nuestra
profesión es importante que conozcamos los deberes que a ellas se aplican,
esté regulada o no.
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Cuando nos referimos al “DEBER SER”, hablamos de la Deontología Ciencia que estudia
el conjunto de deberes y obligaciones tanto morales como éticos con los que se debe
ejercer una profesión libre determinada.
Por ello, que lo primero que se aprendió fue que el término Deontología proviene
del vocablo griego “deon”, que significa deber y “logos”, razonamiento o ciencia. Es una
palabra que por primera vez utilizó el economista, jurista, literario y filósofo ingles
JEREMIAS BENTHAM, (1748−1832), en una corriente doctrinaria llamada Utilitarismo,
que versa sobre los deberes del ser humano, Bentham afirmaba que deontología no es
más que la ética y moral de la persona aplicada a diversas situaciones sociales, es decir,
el bien y el mal que cada persona tiene consigo mismo volcado a todo lo que le rodean en
la profesión que desempeña.
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históricamente se considera que los
principios de la deontología policial se
instituyen hacia 1829, cuando Sir Robert
Peel propuso el London Metropolitan Police
Actión, que no es otra cosa que los
“principios de actuación de su policía
londinense”, curiosamente vigentes hasta
el día de hoy que son los siguiente:
1. Prevenir el delito y el desorden, antes que reprimirlos por la fuerza militar y por
la severidad de las penas previstas por la ley.
2. No olvidar nunca que si la policía quiere ser capaz de cumplir con sus funciones
y sus obligaciones, hace falta que los ciudadanos aprueben su existencia, sus
actos y su comportamiento y que la policía sea capaz de ganar y conservar el
respeto de los ciudadanos.
6. Utilizar la fuerza física en los casos donde la persuasión, los consejos y las
advertencias, hayan resultado ineficaces para asegurar el respeto de la ley o el
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restablecimiento del orden; y en un caso dado, no utilizar más que
el mínimo de fuerza física necesaria para conseguir los objetivos
planteados.
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mismos se sustenta en el hecho de que el ser humano existe en un medio social en el
cual se desenvuelve con libertad, lo cual implica el contacto permanente con el orden
público y la ley, como limitantes del comportamiento humano para el mantenimiento del
respeto, la legalidad y la convivencia armoniosa en una comunidad determinada.
En el seno de la Institución, es fundamental establecer, reconocer y hacer
vigentes los valores institucionales, en tanto constituyen los principios rectores dentro del
sistema organizativo que guían e invitan al personal policial a desenvolverse durante el
servicio con acciones destacables rasgadas por la significación de los mismos. Su
adopción para la ejecución de las tareas cotidianas tiene por resultado la generación de
actos virtuosos, loables, dignos del reconocimiento por parte de la comunidad y de sus
pares. De esta manera, es posible acentuar la imagen positiva de los integrantes de la
Institución y, con ello, generar una representación óptima de la calidad de las tareas
llevadas a cabo y del sistema de valores que atraviesa los diferentes campos teóricos y
prácticos del quehacer policial. En este sentido, no debemos dudar en recurrir a nuestro
Plan Estratégico Institucional (PEI) 2017-19 que correctamente expresa en su Eje Nº 13
la necesidad de “fortificar la doctrina y deontología policial, en pos de consolidar los
valores y la ética profesional”, lógicamente amparados en el eje 12 de respeto a los
DDHH. Documento que no debemos olvidar de leer, tomar conciencia y sobre todo aplicar
para un mejor desempeño profesional.
Los valores hacen a la ética profesional policial y son reglas esenciales que deben
gobernar la conducta del Hombre y Mujer Policía. Se aplican de igual forma en tiempos de
conflictos como de orden y son de cumplimiento tanto para la Institución como un todo
como para el policía individualmente considerado.
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Promueven el entendimiento de los policías y de éstos con el resto de la Nación,
hacia aquellos que están comprometidos a seguir. Por lo tanto aunque otros valores
personales o creencias religiosas puedan variar de hombre a hombre, esos valores
centrales de la ética de la Policía de Salta forman el basamento de la profesión y son
entendidos y aceptados en todos los niveles del mismo.
La adhesión a los valores permanentes sustentados por la Policía, la Fe en Dios, el
Amor a la Patria y al Orden Público, la Pasión por la Libertad y la Igualdad, el Respeto a
las Leyes y la Subordinación en todas sus magnitudes, representa la primera definición
vocacional del hombre policía.
La Fe en Dios señala la supremacía de lo espiritual sobre lo terrenal; el Amor a la
Patria y al Orden Público impulsa a los mayores sacrificios institucionales y personales;
la Pasión por la Libertad y la Igualdad hace de la Policía de Salta en lo interno uno de
los más firmes defensores de la paz social y de una auténtica democracia representativa;
el Respeto a las Leyes pieza fundamental para exigir de otros el cumplimiento y la
Subordinación única herramienta para reconocer y valorar lo superior.
La Policía de Salta, fue y será la respuesta imperiosa a la necesidad de mantener el
orden público dentro de la provincia, aún con la entrega de nuestros sacrificios y vidas.
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tratar con imparcialidad y neutralidad, no discriminar en ningún caso y oponerse
resueltamente a cualquier acto de corrupción.
- Creatividad. Es la capacidad para generar ideas, proponer alternativas, vislumbrar
problemas y formular hipótesis, de proponer nuevas metodologías que gocen del
aval de las ciencias y construyan la profesión en el único marco posible, el de los
Derechos Humanos. A la creatividad se opone el gregarismo y la mediocridad que
buscan refugio en el continuismo mediante las resistencias al cambio.
- Competencia. Es más que cualificación, es la capacitación en la medida que supone
adquisición de conocimientos, habilidades, actitudes y hábitos. No es suficiente el
“saber”, se requiere “saber hacer”, “saber ser” y el “saber estar”. Se trata, en
definitiva, de todo lo que contribuye al desarrollo personal y profesional del individuo.
- Colaboración. El trabajo en equipo, sumando esfuerzos, “codo con codo”, es una de
las claves del éxito en las organizaciones.
- Responsabilidad. Libertad para tomar decisiones. Siempre referida a ámbito de las
competencias de cada cual. Asumir los resultados de esas
decisiones. Estaría muy vinculado con el compromiso y
requiere un clima laboral que posibilite la implicación y el
compromiso personales.
VIRTUDES POLICIALES
Los hábitos que conciernen a la problemática ética son las virtudes. Éstos
constituyen hábitos operativos, es decir, son cualidades estables de las potencias
(facultades) del hombre, que lo disponen e inclinan a obrar en un sentido.
La virtud
No puede confundirse con la mera costumbre, ya que ésta se trata de una simple
repetición de actos externos; mientras que la virtud implica un creciente conocimiento y
amor del bien y un orden de las pasiones, por lo cual aumenta la perfección de la libertad
a través de esas acciones. Dispone al ser humano a comportarse de una manera
adecuada a su propia naturaleza, fortalece la voluntad y el rendimiento positivo de la
libertad.
El término virtud proviene del vocablo latino virtus, que equivale al término vis,
cuyo sentido es fuerza. En una acepción más limitada significa un hábito adquirido que
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perfecciona o refuerza alguna potencia activa. La virtud es esencialmente personal e
implica fuerza espiritual para vencer las dificultades que se presentan en su ejercicio. Las
virtudes nacen de la actividad humana libre y dan una mayor firmeza, facilidad, eficacia y
satisfacción para obrar bien.
Las virtudes nacen de la actividad humana libre y dan una mayor firmeza, facilidad,
eficacia y satisfacción para obrar bien. Se las clasifica en virtudes intelectuales y
virtudes morales.
Entre todas las virtudes morales ocupan un sitial de preferencia las llamadas
virtudes cardinales, del latín cardo, que significa quicio; por ser como los quicios sobre
los que gira toda la vida moral de la persona. Se llaman cardinales porque son el principio
y el fundamento de las demás virtudes.
Las cuatro virtudes cardinales son:
1. PRUDENCIA. Nos hace conocer y practicar los medios más conducentes para
obrar el bien. Se ejercita mediante el conocimiento, el juicio y la voluntad.
2. JUSTICIA. Hace que demos a cada uno lo suyo y lo que le corresponde.
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3. FORTALEZA. Nos da valor para amar y servir a Dios y a las personas con
fidelidad. Contribuye a resistir las dificultades y superar los obstáculos que se nos
presentan a diario.
4. TEMPLANZA. Hace que frenemos las pasiones bajas. La templanza dirige las
pasiones bajo el dominio de la razón y de la voluntad, encauzándolas hacia el bien,
fomentando la armonía entre los sentidos y la razón.
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No infligir, instigar o tolerar actos de tortura, apremios u otros tratos crueles,
ultrajantes, inhumanos o degradantes de la condición y dignidad humana.
No acatará ni podrá invocar la orden de un superior o cualquier tipo de
circunstancia especial o situación de emergencia pública para justificar la comisión
de delitos contra la vida, la libertad, la integridad personal o de cualquier especie.
Mantener en reserva las cuestiones de carácter confidencial referidas al honor, la
vida y los intereses privados de las personas que llegaren a su conocimiento,
especialmente las referidas a menores, a menos que el cumplimiento del deber
legal o los requerimientos de la justicia exigieren revelarlas, en cuyo caso se
deberá actuar con la mayor cautela al respecto.
Claro que ello no es suficiente, de ahí que se deban recurrir a los valores y virtudes
policiales exigibles para todo personal y que se mencionaron con anterioridad.
ETICA PROFESIONAL
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Las normas
deontológico-profesionales han de
ser aceptadas, al menos
implícitamente, por los miembros del
colectivo que regulan, ya que son un
medio para procurar el
perfeccionamiento moral de los
profesionales, mejorando el desempeño
de su función social mediante la
disciplina interna y el autocontrol.
Así mismo, es preciso destacar que para que estas prácticas profesionales
se vayan institucionalizando se requiere la constitución de un campo profesional,
entendiendo por tal “al conjunto de prácticas aceptadas y con un alto grado de
reconocimiento por parte del resto de los integrantes de una sociedad”. Estos campos
profesionales se distinguen entre si por su grado de profesionalización y por la intensidad
del disciplinamiento de sus prácticas. Por ejemplo, el ejercicio profesional de la medicina
se encuentra sometido a estrictas regulaciones jurídicas y asociativas.
Por tanto, al ser la deontología policial expresión de la ética policial, ésta tiene
como finalidad orientar el comportamiento profesional de los policías según los
siguientes criterios de acción:
(a) Una función de servicio público. Una institución policial existe para servir a todos
los ciudadanos sin distinciones ni discriminaciones y contribuir al desarrollo integral
de la sociedad, en el marco de la democracia y el respeto al Estado de Derecho.
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(b) Para ello, los policías -en su calidad de funcionarios públicos- nunca deben
utilizar sus cargos para lograr beneficios propios o particulares. Esta es la
principal cualidad de una ética pública y, consecuentemente, de la deontología
policial.
(c) Una función social: Desde la ética profesional, la gestión policial debe ser
considerada como un medio que
busca fines superiores, como la
justicia y la paz. Para ello es
necesario que la labor policial ayude
a fortalecer la confianza entre los
integrantes de una sociedad, con el
fin de contribuir a la cohesión social,
base de la democracia, de la
participación ciudadana y de la
convivencia social.
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exige a sus policías el desarrollo de una gestión de calidad y transparente, debido a
que el progreso social y su continuidad pasan en gran medida por la ejecución de
un adecuado y oportuno servicio policial.
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de sus deberes es subsistir, y luego, como un mandato natural de solidaridad, el
permitir a sus semejantes realizarse como personas humanas y libres.
- Los derechos: el derecho es la facultad de hacer o de exigir todo aquello que le está
permitido por las leyes naturales, por las positivas y por las normas de
comportamiento social. En este campo encontramos el derecho a la vida, y a la
libertad y todos aquellos que no entren en colisión con los derechos de los demás.
LA PROFESION POLICIAL.
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existencia. El hecho de que sea rica no la exime de esa obligación, porque puede trabajar
sin percibir paga, gratuitamente. Y de ese modo se hace un bien a sí mismo y a los
demás.
La persona que ejerce un oficio o una profesión realiza un acto humano en
beneficio de seres humanos. La connotación ética de
los actos realizados por un profesional está marcada
por una relación binaria en la que intervienen el
Dignificar el servicio
profesional y el que solicita los servicios del
policial
profesional. Además lleva implícito un contrato,
Propuestas para fortalecer a la
aunque no esté de por medio ningún acto jurídico, policía hay. Sin embargo, más
allá del modelo policial que se
ningún documento escrito. El que solicita la atención implemente, se deben incluir
de un profesional -con o sin honorarios- lo hace para elementos de fondo si se busca
el éxito en cualquiera de los
que el profesional lo ayude en la solución de un esquemas. Entre ellos, la
instauración de una auténtica
problema; si el profesional acepta -con o sin carrera de formación policial,
salarios y prestaciones dignas
honorarios- queda establecido un contrato, como para una profesión altamente
riesgosa, recursos materiales
relación bilateral. y tecnológicos, una
coordinación eficiente entre
La profesión es un medio de vida; es actividad los distintos cuerpos policiales
lucrativa, es decir, con ella se obtiene lucro, ganancia y mecanismos eficaces de
control del actuar de dichos
de dinero, el cual se utiliza como medio para servidores públicos.
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capacidad alcanzado en alguna actividad, pero, por sobre todo, de la voluntad de
hacer realidad determinado anhelo.
c) Ciencia: porque toda profesión supone conocimientos específicos en quien la ejerce.
El título oficial es una garantía de la preparación científica o técnica del sujeto que lo
ha obtenido. Por razones de ética, el profesional debe
acrecentar sus conocimientos, debe actualizarse en los
contenidos, métodos y procedimientos, según la índole de la
profesión.
d) Idoneidad: es la aptitud para ejercer la profesión
(física y psicológica).
e) Bienestar: porque se debilita el accionar si no se
tiene reconocimiento social y gubernamental, lo cual se
trasluce en un perfecto bienestar social, familiar, laboral y
económico general.
El profesional policial.
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capacidad de trabajo y de adaptación para adquirir los nuevos conocimientos y
nuevos enfoques de los problemas profesionales.
La defensa de los derechos de la persona humana. La persona no puede nunca
estar subordinada a algo inferior a ella. Dentro de su jurisdicción (al menos moral) el
policía debe ser celoso custodio
de los derechos de la persona
humana.
La defensa de la vigencia de un
orden socialmente más justo.
La sociedad trae al individuo
múltiples bienes; pero esto no es
un privilegio para unos pocos que
dirigen la sociedad. Se debe
buscar el bienestar de la
sociedad entera, sin exclusión de
ningún sector. El profesional
tiene que ser un defensor de las normas éticas, porque la sociedad se preserva en el
orden y la justicia.
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La película "Tiempos Modernos" de Charles Chaplin
muestra como algunos trabajos enajenan al ser humano, y pueden
destruirlo. De allí la necesidad de buscar condiciones laborales
más dignas, que posibiliten que el trabajo verdaderamente
desarrolle y perfeccione al hombre.
Conclusiones.
Hoy como siempre el Policía debe nutrirse de valores y virtudes que nos lleven a
mejorar el ejercicio profesional, caso contrario el paso hacia el cambio que anhelamos
será hacia el vacío, desde donde será imposible salir sin el esfuerzo personal e
institucional. Un Policía consiente de su labor, recibirá no sólo el reconocimiento social
sino además de su familia y sin lugar a dudas podrá reclamar por sus derechos, muchas
veces olvidados.
No caben dudas que el elemento de fondo de nuestra profesionalización, está en la
formación policial, pero lógico sin descuidar nuestra propia formación como personas ya
que entre todos debemos enaltecer el ejercicio policial, a lo cual debe sumársele el
esfuerzo de otros estamentos para establecer una justa recompensa a una labor tan
diferente del resto de la Administración Pública Provincial y tan delicada, valiosa y
sustantiva para la plenitud de un Estado social y democrática de derecho.
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Actividad 2
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