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Primera parte

Principios del trabajo pastoral

El pastor generalmente se considera a sí mismo una persona de acción, de


movimiento. A las iglesias les gusta mucho decir: "Nuestro pastor es activísimo.
Todos los días lo vemos visitar y predicar".

Sin embargo, esta actividad intensa a menudo no rinde los mejores frutos. Ni
tampoco permite pastorados de gran alcance. ¿Por qué? Por la razón de que la
tarea de guiar a una congregación no es tan sencilla como parece. Es una labor
compleja. Es una responsabilidad que no exige únicamente "acción visible", sino
orientación clara, motivaciones muy definidas, actitudes positivas, comprensión y
visión panorámica, planeamiento y ejecución cuidadosa. Todo ello precedido por
una vida de estrecha relación con quien guía a la iglesia, el Espíritu Santo, y una
capacidad cada vez mayor de discernimiento de la mente y planes divinos para su
cuerpo.

Jesús en su ministerio terrenal supo dedicar el tiempo necesario a las-multitudes


que le acosaban. Y, cuando fue

Principios y alternativas de trabajo pastoral

Necesario no titubeó para escaparse de ellas por un tiempo, e irse al mar o a un


monte a orar, a descansar, a estar con su círculo más íntimo, o quizá aun a
meditar. El dio el tiempo necesario para enseñar a quienes les iba a encargar la
continuación de su labor. El organizó sus modos de enseñanzas incluso los
aspectos que podía enseñarles en un tiempo y los otros que requerían mayor
madurez y comprensión de ellos.

Para quien ha trabajado largo tiempo con personas es siempre aleccionador ver
con qué determinación Jesús unas veces enseñó a atender a las multitudes más
allá de sus propias capacidades. recursos y tiempo, y otras veces en las cuales
simplemente los apartó de ellas y se los llevó a un sitio aparte. También es
importante ver cómo el Señor, a su tiempo, los envió a predicar, a enseñar, a
sanar. A liberar de presiones satánicas, mediante instrucciones muy cuidadosas y
claras. Luego escuchaba sus informes, y, con base en dichas experiencias, les
enseñaba nuevas cosas.

EI ministerio de San Pablo mostró algo parecido. Aunque su conversión fue


extraordinaria, y tuvo el privilegio de recibir el evangelio por revelación directa del
Señor. El grueso de su ministerio no empezó sino hasta unos 15 años después. Y
el examen de su labor nos muestra que él tenía ciertos objetivos y ciertos planes
de trabajo. Y que, conforme fue pasando el tiempo y' la obra se iba desarrollando,
San Pablo orientaba y reorientaba su labor y con ella la vida de 1as iglesias.

En Jesús y, en San Pablo tenemos el ejemplo de dos hombres que desplegaron


una acción enorme. Pero dicha acción estuvo sostenida por ideas claras, por una
visión definida de lo que se buscaba, y por una ejecución también inteligente.

En mi propia experiencia. Pastoral he aprendido la verdad de algunos refranes


populares, entre ellos: "El que mucho corte, pronto para". El estudio de la Palabra
de Dios y la continua evaluación de mi propia labor y la de otros colegas me llevó
a entender y organizar la labor pastoral y evangelista en forma más racional' ¡No
he descuidado la oración ni la relación con la Mente que guía a la iglesia'

Todo lo contrario. Pero esa afinidad con el Señor me ha instado a madurar el


ministerio'

Los conceptos que siguen, a modo de plataforma teórica del pastorado, los
considero indispensables para que la tarea sea bien hecha. Posiblemente sean
conceptos rudimentarios

e incompletos, pero a mí me han ayudado a entender por qué estoy en el


ministerio y para qué me tiene el Señor en é1. Entonces me ha sido más fácil
orientar el trabajo práctico diario' mensual o anual o por períodos largos y con la
bendición del cielo por supuesto' los frutos han sido muy abundantes

Cuando empezaba el ministerio, allá por 1954' un pastor ya maduro, me decía:


"Perro joven late corriendo' Perro viejo late sentado". Creo que los años me han
mostrado que necesito "latir" corriendo a veces y a veces sentado' Lo importante,
entonces, es saber por qué' para qué y cómo se hacen las cosas' De aquí la
necesidad de considerar los fundamentos del ministerio pastoral'

Presuposiciones teológicas del trabajo pastoral


"Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea.

Pero es necesario

1 Timoteo 3: 1

El fundamento del trabajo pastoral descansa en la Palabra de Dios. La autoridad


que reviste a esta labor no procede de una simple tradición religiosa o cultural. Ni
tampoco se funda en un determinado sistema de organización social, económico o
político. El pastorado tiene fundamentos propios que son de valor permanente y
universal.

Tres son los enunciados básicos. Responden a la existencia de un Dios; a la


existencia de un pueblo escogido por Dios; y a la tarea que ambos están llevando
a cabo.

1. DIOS ESTA PRESENTE Y ACTIVO EN EL MUNDO

El Dios que la Biblia presenta creó loS cielos y la tierra. Creó al hombre y a la
mujer. Y aunque no se le ve, "en El vivimos, nos movemos y somos" (Hechos
17:28). El pecado, al entrar al mundo, separó al ser humano de Dios.

Pero no alejó a Dios, ni lo hizo desinteresarse de su obra; y mucho menos


olvidarse de ella

Se puede afirmar con plena certidumbre que, a pesar del pecado. Dios sigue
presente en el mundo, y que su presencia implica una acción que no tiene
paralelo. Quizá la obra misma de la creación al principio no tuvo el significado que
tiene su acción a partir de la caída del ser humano.
Afirmamos esto Porque si bien la creación fue algo producido por el error. la
sabiduría y el poder divino, al presente a estos factores se suma otro: el dolor
divino. AI ver la maldad humana, a Dios "le dolió en su corazón"

(Gn. 6:6). La obra suprema de Dios, la redención del mundo por medio de su Hijo.
Fue toda una copa de amargura y de dolor.

El Verbo se hizo carne. Se humilló y se entregó por los pecadores. Aunque por
poco tiempo, Dios así puso su tienda entre nosotros. Pero no nos dejó solos. Vino
el otro Consolador para que estuviera con nosotros para siempre (Jn. 1:i, 14; Fil.
2:1-11; l4:16;Hch.2:l-21).

Nada hay tan claro en la Biblia como la continua presencia del Señor en el mundo.
Y nada hay tan claro como su incansable acción. Isaías 42:4 lo expresó así:

No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra la justicia...

Dios está intensamente preocupado y ocupado en la suerte del ser humano. De


día y de noche, de oriente a occidente y de sur a norte se despliega su mano
redentora.

Su preocupación cubre a los negros, a los blancos, a los amarillos, y a cuantos


colores se den en la piel humana. Y cubre a los pobres, a los ricos, a los sabios y
a los no sabios. De la verdad enunciada toma fundamento el pastorado.

Esta labor es labor de Dios. Y responde a las más hondas aspiraciones suyas. El
trabajo pastoral está enmarcado en el plan de Dios para la humanidad caída. No
se origina en los programas humanos sino en el programa divino.

Sin pretender con esto ensalzar una función, y mucho menos a los funcionarios, sí
es necesario reconocer sobre todo la enorme seriedad e importancia que esta
labor encierra. Por lo cual, toda persona que sirve o aspira a servir en el
pastoreado debe reconocer si su motivación proviene de otras convicciones o
fuentes, o si se centra concretamente en la dimensión divina.
En la obra pastoral puede dejarse una gran variedad de motivaciones.'
colaboración con Dios; amor a la humanidad: simple filantropía; deseos de
expresarse: modalidad económica de vivir; fama y aún dominio sobre las
personas. Se da una ganta muy extensa que va desde las más sanas actitudes
hasta aquellas con pasiones ocultas v peligrosas.

Quien aspire a esta labor debe reconocer primero (), sobre todo) si su sentir es el
sentir de Dios, y su mente está en la correcta sintonía con la mente de Dios. Sólo
así se podrá distinguir cuándo se realiza la obra de los hombres, y cuándo la obra
de Dios. Porque Dios bendice lo que es su_ yo. Y así los pastores no trabajaremos
en vano.

2. HAY UN PUEBLO ESPECIAL EN EL MUNDO

En el mundo Dios no actúa solo. Aún cuando tiene ángeles, que son sus
servidores inmediatos. éstos ni siquiera pueden participar como quisieran (1 P. I
:11). Dios depende de su pueblo que ha comprado con la sangre del Cordero

(l P. 2:9-10). La realización del plan de Dios se va haciendo en una estrecha


colaboración entre El 1,, sus redimidos.

Tan importante es la posición y acción de los cristianos sobre la tierra que Jesús
dijo una vez que si ,,éstos callasen las piedras hablarían". Dios ha llamado a su
pueblo: "testigos", "sal" y "luz" del mundo embajadores", "pacificadores", "linaje
escogido", "real sacerdocio", "nación santa" y muchos otros calificativos (Hch. l:g;
Mt. 5:9, l3-16; 2 Co. 5:20; 1 P. l:9-10).

Lo más significativo de todo esto no es que Dios quiere realzar el ego de los que
creen, entender que por la relación que han adquirido con Él tiene una función
especifica que cumplir. EI pueblo de Dios no sólo vive para creer. Cree ."- vive
para servir (Ef. 2:10).

En el Antiguo Testamento se deja ver cómo habría de actuar Dios co el mundo a


través cie su pueblo Israel. Ante la defección cie éste, la iglesia llega a constituirse
el instrumento principal de la voluntad de Dios. La iglesia así, al presente, no sólo
viene a constituir la congregación de los herederos del reino, sino que es la
ejecutora principal de los planes divinos. Quiere decir que hay un Dios presente y
activo en el mundo )' un pueblo mediante el cual actúa

(Ro. 10:11).

Este pueblo debe conocer profundamente a Dios. Debe ser compañero de Dios.
Debe conocer los planes de Dios. Y debe identificarse y comprometerse en la
acción de Dios. La obra pastoral se funda también en este principio. Reconoce la
realidad terrena de un pueblo que está vinculado a la realidad de un Dios presente
y activo en el mundo.

El pastorado se ve, entonces, como una empresa de implicaciones eternas en la


cual se dan la mano Dios y el ser humano. En ella sufren y gozan juntos Dios y
sus hijos. En ella trabajan hombro a hombro Dios y sus siervos. Y en ella
triunfaran y disfrutaran eternamente Dios y sus herederos.

3. EL PUEBLO DE DIOS NECESITA DIRECCIÓN

Al ser tan grande la tarea de Dios y ia tarea de su pueblo en la tierra se necesita


orientación La Biblia especifica en repetidas oportunidades que el mismo pueblo
de Dios puede perder su sabor y su sendero. Por esta, constituido por seres
humanos, aunque arrepentidos, a veces la fuerza del pecado y del mundo le hace
perder de vista sus objetivos primordiales. Y a veces el cansancio, propio del ser
huma no, hace que se rehúya la lucha. o que se refugie en un lugar de seguridad
5' comodidad (Mt. 5: 13: He' 10:35-39)'

Por esto el Espíritu Santo, quien es :Guiador del pueblo de Dios, reparte dones a
"cada uno" (1 Co 12:7; 1 P

4: 10). Pero también da ministerios a la iglesia como son los apóstoles, los
profetas' los evangelistas, los pastores maestros
(Ef. 4:11). Ellos dan la dirección al pueblo .Algunos acostumbran decir que si
Jesús es la cabeza de ]a iglesia y ésta es su cuerpo' el ministerio (en este caso los
pastores) viene a constituir ei cuello. Es el vínculo entre Jesús su pueblo a fin de
que marchen y trabajen juntos'

Dios quiere que su pueblo crezca en números por la vía del arrepentimiento y fe
en Jesús, para que la visión apoca' líptica de una multitud incalculable sea una
realidad (Ap.7:9'17). Pero El igualmente quiere que esas persones no solo-crean y
se salven- Él quiere que se formen a la imagen de su hijo ( 1 Co.3:18; Ef. 4:13)' Y
El quiere que aprendan a edificar y a sobreedificar el edificio de Dios ( 1

Co. 3:9-15). Y quiere que su pueblo aprenda a ser verdadera luminaria en el


mundo (Mt. 5 :14161' E, incluso' Dios quiere que su pueblo se prepare, ahora para
servir en el reino venidero de Jesús ( I Co ' 6: 2-3 )'

La obra pastoral se fundamenta también en esta tercera verdad. Al pueblo de Dios


hay que guiarlo hacia esos

"pastos”.

La tarea, entonces, no es fácil ni sencilla' Tradicionalmente ha habido una imagen


del pastor como el que guía al pueblo hacia la tranquilidad y la quietud' A veces
esta imagen ha tomado formas de paternalismo y de conformismo.

Es la de alguien que cuida, protege' y aún sobreprotege al pueblo de cualquier


cosa que lo contamine o le

“Quite la paz". Muchos grupos han auspiciados modelo de pastor al que se le paga
para que haga todo' Así el pueblo no es más que un grupo pasivo y que no
participa activamente de la realización de los planes de Dios'

El fundamento bíblico del pastorado es muy serio. Reclama de los pastores antes
que ser servidores, ser verdaderos seguidores e imitadoras s de Jesús ( I Co. I
1:i). Reclama de ellos ser modelos de la congregación. Reclama de ellos ser
visionarios, porque sin visión el pueblo perece. Reclama dé ellos tener una visión
dinámica de la iglesia para comprometerla en los planes de Dios. Reclama no
dejarse llevar por actitudes personales o colectivas que quieran hacer de la iglesia
otra cosa de lo que Dios ha propuesto. Reclama de los pastores conocer también
su cultura, su medio, su idiosincrasia. Y así. con los principios de la Palabra divina
.v con la dirección del Espíritu, forjar una acción pastoral que sea fiel a la voluntad
divina y adecuada a la situación adonde vive. Y reclama capacidad para motivar,
capacitar y movilizar al pueblo en los propósitos celestiales (Ef., 4:12).

Desde este punto de vista pensamos en los pastores comoquienes han sido
puestos por el Espíritu Santo en una congregación para guiarla, y están convictos
de tal cosa (Hch. 20:28). Si han pasado por las aulas de una institución teológica o
no; si ostentan algún título o no; si llevan cuello clerical o no, esto es secundario o
complementario. Interesan las convicciones fundamentales de la obra y la práctica
de ellas. La capacitación teórica puede irse dando en muchas maneras. Los títulos
son secundarios.

Lo fundamental es que Dios está muy ocupado y urgido en el mundo y necesita


que su pueblo lo esté con El. Y necesita que los pastores sepamos cumplir a
cabalidad la tarea propuesta.

A los pastores de hoy Dios nos hace presente Ia exhortación dada a un obrero del
primer siglo: Decid a Arquipo: Mira que cumplas el ministerio que recibiste en el
Señor.

Col. 4: l7

CUESTIONARIO

1. ¿En qué aspectos concuerdo con las presuposiciones establecidas?

2. ¿,Por qué estoy de acuerdo?

3. ;En que aspectos no concuerdo con las presuposiciones?


4. ¿Por qué no estoy de acuerdo?

. 5. ¿Qué otros aspectos 1,o incluiría para darle al trabajo pastoral un fundamento
bíblico más amplio?

6. ¿Es importante para mí como pastor tener ciertos fundamentos sobre los que
descansa mi labor?

7. ¿Existe en mi localidad alguna institución teológica o reunión de pastores en la


cual se podría abrir un' diálogo sobre el tema de este capítulo?

8. ¿Cómo podría despertar el interés de otros pastores para lievar a cabo una
reflexión sobre este tema?

BIBLIOGRAFIA

(Evang.) Costas Orlando. Hacia una teología de la evangelización,

Buenos Aires: La Aurora, 19,73, 360 pp.

Los objetivos del pastorado

La obra pastoral necesita apuntar con precisión. Debe tener puntos de referencia
bien concretos hacia los cuales guiar la acción de la iglesia. San Pablo afirmaba
que él peleaba no como dando golpes al aire. El sabía adónde, en qué forma, y en
qué tiempo asestaba sus "golpes".

Muchos pastores no pueden ver fruto permanente de sus esfuerzos porque su


labor carece de orientación. Han asumido la idea de que ser pastor es dar
sermones, visitar hermanos para recordarles que vengan al culto, y oficial ciertas
ceremonias. Los que tienen visión misionera, dedican parte de su tiempo a abrir
obras nuevas. Pero con el tiempo se dan cuenta que la vida y el tiempo se les
escapa )/ que no avanzan como quisieran.
Hay pastores que tienen grandes dificultades en movilizar sus iglesias en tareas
que son su vida misma, como la evangelización,' reuniones de predicación por las
calles, campañas, etc. Y si lo logran es por breve tiempo. Otros afirman que
mediante campañas y otros medios

Pueden levantar congregaciones nuevas en poco tiempo.

Pero luego no saben qué hacer con la nueva iglesia. Los convertidos siguen con
sus chismes. se ven envueltos continuamente en pleitos, cuentos. Y
resentimientos. Falta la colaboración, Y a menudo aparecen también las
divisiones.

Cuando se trabaja en la obra a base de un programa inadecuado los problemas


mencionados, 5, otros más, no sólo aparecen. sino que se hacen males crónicos.
Por eso es tan importante que cada pastor conozca a fondo los objetivos de su
tarea. Así podrá orientar mejor su labor. Podrá escoger sus medros más
adecuados. Y podrá forma y su propio programa de acción. En fin. podrá
desarrollar una pastoral propia. Electiva, y que satisfaga al Señor, a Ia iglesia y a
él mismo.

Una congregación puede tener un templo, ya sea en ei centro o en una orilla de la


población. O bien puede no tener templo y reunirse en .casas. O bien puede
reunirse en un parque o en una plaza. La ubicación geográfica no tiene mayor
importancia. Lo que sí es importante es que la congregación sea conocida. Y que
las referencias que la comunidad no cristiana tiene de dicha iglesia sean
favorables en cuanto a su testimonio y su presencia.

Puede ser que la congregación no sea muy bien vista al principio por tratarse de
una iglesia no católica, como sucede corrientemente en nuestro continente. Pero
si a pesar de aquello los rasgos de la agrupación cristiana, sus normas de vida, su
armonía interna, y su vida cotidiana son realmente una luz, esa iglesia se ganará
su puesto en la comunidad. Y al tener el lugar su tarea se le facilita.
Por el contrario. una congregación que está presente en

'su comunidad pero vive en desorden, en pleitos, atacando siempre la forma de


ser de la gente, negativos a participar en la búsqueda del bienestar colectivo, y
atacando a las otras iglesias, aunque tenga un buen edificio ha puesto en
entredicho su lugar en la comunidad. Esta iglesia se está cerrando las
posibilidades de desarrollar ampliar su ministerio.

Su futuro está completamente minando.

Por esta razón el trabajo pastoral debe perseguir consciente e inteligentemente


que la iglesia no sea un "quiste" o cuerpo extraño en la comunidad, sino que sea
parte integra de ella. Debe guiarla a entender y a vivir la posición que Dios le ha
asignado como luz, como sal y como comunidad pacificadora. Pastor e iglesia
deben ser libros abiertos a su comunidad.

Cuando existen dos o más congregaciones cristianas en una población la


situación requiere ser muy bien manejada.

Porque si entre los pastores no hay buenas relaciones, no se visitan, y quizá hasta
se lanzan ataques de púlpito a púlpito (y peor si usan altoparlantes) la gente de la
localidad muy pronto sabrá catalogar dichas actitudes y presentará resistencia a
su mensaje. Estas iglesias )' pastores sencillamente están dañando su propio
ministerio

De aquí que todo pastor debe buscar que su congregación se gane su puesto, en
la comunidad. Es lo que el Nuevo

Testamento llama "tener gracia" o "tener favor¡ con todo el Pueblo". Eso es lo que
permite, en parte. que el Señor pueda añadir a la iglesia cada día los que han de
ser salvados

(Hch .2:47).

SEGUNDO OBJETIVO: RECONCILIAR Y VINCULAR A LAS PERSONAS CON


DIOS
Este objetivo pertenece al más profundo deseo de Dios.
Ei quiere que ei ser humano no esté separado de El sino que vivan en diálogo
continuo. En las Sagradas Escrituras es claro el hecho que Dios ha buscado
restablecer el diálogo con sus criaturas. Todo esto tuvo su expresión suprema en
la encarnación del Verbo, su muerte, resurrección y ascensión, y luego en la
venida y acción presente del Espíritu Santo. Entonces Dios, hoy como ayer, busca
que las personas sepan que El existe; que crean a lo que Él dice; que lo busquen;
que lo encuentren; que le sigan; y que, al fin, disfruten eternamente de El y con El.

La misión de la iglesia en este mundo corresponde básicamente a la verdad


anteriormente expuesta. A la iglesia no hay que andar buscándole misiones o
tareas. Ya Dios se la ha trazado muy claramente. Por eso San Pablo apostólica
y pastoralmente lo expresó de la siguiente manera:

Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio
de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: reconciliado con Dios.

2 Co.5:20

Por tanto la labor pastoral también debe apuntar sin rodeos en en aquella
dirección.
Este objetivo de reconciliar y vincular a las personas con Dios se expresa en la
tarea evangelizadora como labor suprema que toda iglesia cristiana debe llevar a
cabo.
De aquí que la labor pastoral se debe proyectar definitivamente hacia la
motivación, capacitación acción evangelizadora permanente de la congregación.
Se da el caso de las conocidas campañas evangelísticas que son acciones
temporales.
Se logra formar coros y nombrar consejeros. Pero a la hora del trabajo de
integración de los nuevos creyentes, que son fruto de la campaña, por lo general
es el pastor solo el que lleva la carga. Y es bien sabido que una vez que el
evangelista se va y pasa toda la emoción de la campaña. la iglesia vuelve a entrar
en el mismo espíritu de pasividad o inmovilidad. De aquí que los frutos de las
campañas son muy bajos. Apenas se logra integrar porcentajes de un 2,3 ó 4 por
lo general. Hay sus excepciones..
Esta situación tan conocida y comentada puede ser enfrentada de otra manera y
puede y debe ser tocada desde sus mismas raíces. Y todo esto ha de comenzar
por reconocer que toda iglesia tiene una tarea suprema que es la evangelización,
y que el pastorado está puesto para motivar, capacitar, organizar, y movilizar
permanentemente a la iglesia en función de este objetivo primario.
EI pastor es, pues, el primero que debe conocer su tarea y no excusarse con la
conocida frase: "Yo soy pastor.
No soy evangelista". La iglesia igualmente debe decir: "Yo soy la evangelista". Por
tanto, es tarea pastoral formar y orientar a la iglesia para esta labor¡. En esta
manera el objetivo de reconciliar y vincular a las personas con Dios será una tarea
más fácil, más amplia y más rápida.

TERCER OBJETT\/O: FORMAR Y PERFECCIONAR A


LOS CRISTIANOS
San Pablo hizo muy claro este propósito cuando expresó que sus esfuerzos los
dirigiría a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre. Col. 1:28;
ef.4:13

La medida del crecimiento de cada cristiano es Jesús mismo. Hasta su estatura


hemos de aspirar a crecer todos.
Lo cual quiere decir que la obra pastoral debe ser hecha de tal manera que el día
final pueda presentar "Perfectos" a los fieles.
La obra pastoral requiere darle hoy a este punto |a importancia debida. Por lo
general en nuestras iglesias se pone un énfasis desmedido en la conversión. en el
nuevo nacimiento. y se descuida todo el proceso siguiente. Por esto hay tantos
cristianos que no crecen, no colaboran, simplemente
"calientan bancas" en los templos. Y es por esto que hay tantos cristianos que
siguen arrastrando pecados y costumbres de la vieja vicia. Dejan algunas cosas
externas y visibles cuando se convierten. Pero conservan muchas cosas que a
veces son peores como el resentimiento, el orgullo, los chismes, ia desobediencia,
la falta de sujeción al Señor y a la congregación, la pereza para sentir y muchas
otras. Esto indica que hace falta una clara visión Ce lo que es la vida cristiana. Ella
parte, sí, de una conversación genuina de un bautismo en el Espíritu Santo, pero
debe ser seguida de un proceso definido, de maduración y' perfeccionamiento.
San Pedro expresa la urgente necesidad cie este proceso cuando establece que a
la fe hay que añadirle virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia' piedad,
afecto fraternal y amor (2 P. 1:5-8). San Pablo lo expresa en el sentido
de mirar a cara descubierta a Jesús para ir siendo transformados a su semejanza
(2 Co.3:18). La vivencia cristiana encierra no solo dejar pecados -v formas de la
vieja vida, que es el aspecto negativo, sino avanzar a ia semejanza de Jesús. Esto
significa que todo convertido debe aspirar a amar, como lo hizo Jesús; a ser justo
como Jesús; a servir como Jesús; a ser santo como Jesús. Y no solo aspirar a
esas cosas, sino dar al Espíritu Santo toda la libertad de acción para que realice
esa transformación permanentemente.

Mientras no exista en la obra pastoral esta perspectiva, la labor seguirá cojeando.


Porque se seguirán enfatizándolos esfuerzos evangelísticos gastando recursos en
abundancia para "convertir" personas, creyendo que por el hecho de levantar la
mano, de ser bautizados, saber la doctrina de la iglesia, y asistir regularmente a
las reuniones. ya la persona está completa. La conversión constituye apenas el
primer pasó en la vida de fe. Es solo pasar al otro lado de la puerta. Pero a partir
de allí debe iniciarse un programa serio de formación a fi¡ de que el cristiano sepa
dónde está, hacia donde va ¡' qué debe hacer.

Lo anterior implica una constante revisión del programa y una evaluación de la


vida misma que va desarrollando la iglesia. Se necesita un programa más
concreto que tienda a realizar las aspiraciones de Dios para con sus hijos' para
que dejen de ser niños en Cristo y vayan adelante a la perfección (He.6i1; I Co.
3:l).
Este asunto conduce al estudio de otros factores muy importantes. Es el caso de
la continuidad pastoral Hay denominaciones que acostumbran cambiar o rotar
pastores cada año o cada dos años. Y hay pastores que toman la costumbre de
esta en una iglesia por períodos parecidos. El pastor experimentado sabe muy
bien que uno o dos años es apenas el tiempo necesario Para comenzar a conocer
una congregación y una comunidad, y para que la congregación empiece a
conocer al pastor Y es apenas el tiempo necesario para atrasar planes en serio.
Entonces cuando una denominación, un pastor. o una iglesia acostumbran este
tipo Ce rotación lo que hacen es crear una vida artificial pura unos y otros. Los
pastores se contentan con programitas sencillos, apenas para "pasar el tiempo".
Hay muchos que incluso guardan un archivo de sermones que lo van pasando de
una congregación a otra en la misma forma. Así aniquilan la creatividad y la
seriedad en la comunicación del mensaje fresco de Dios a su pueblo. Las iglesias
también aprenden a que las "entre. tengan", a que las hagan pasar el tiempo, a no
edificarse ellas mismas pues saben que tendrán una voz nueva cada año o cada
dos años.
También hay que ver el compromiso mismo del pastor en este proceso. Toda
congregación será lo que su pastor es. No será tanto lo que predica su pastor,
sino lo que él vive. Así un pastor sectarita, que siente y piensa mal de otras
iglesias, consciente o inconscientemente, formará una iglesia que cree que las
demás son malas. Un pastor que no ha comprendido el amor y la misericordia, y
se pasa en sus predicaciones sólo atacando el pecado, formará una iglesia
negativa y criticona. Un pastor Legalista que no ha comprendido bien lo que es la
libertad del evangelio y del Espíritu
Santo (Gá.5:l;2 Co.3:17) formará una congregación en la que todos pasarán
examinándose y juzgándose unos a otros por la ropa que llevan o por cosas
secundarias.
Un pastor que es perezoso, que se levanta tarde, que no estudia, que no organiza,
hará una iglesia sin metas, desordenada y sin cooperación alguna.
EI pastor que toma en serio a Jesús moverá a su pueblo a vivir como El. El que
ama y que hace misericordia enseñará lo mismo. El que sirve enseñará a servir. El
que madruga a trabajar, a estudiar y a orar, transmitirá eso también.
Esto muestra que el compromiso del pastor es fundamental. El pastor forma su
congregación más por lo que hace que Por lo que dice ( I Co' 11;1 )'
La obra pastoral exige continuidad ' Exige seriedad’ Exige programarse. Exige
compromiso de los pastores' Exige compromiso de las iglesias' Exige renovación y
cambio. Exige mejorar no sólo la predicación sino el programa total. De aquí que
el objetivo de formar y perfeccionar a los cristianos debe arrancar del pastor
mismo' El mismo debe ser ejemplo. El mismo debe buscay parecerse a Jesús' El
mismo debe estar profundamente comprometido en el Programa total de la iglesia
e ir adelante' Entonces el rebaño será como su pastor. Entonces pastor y ovejas
crecerán' se perfeccionarán y se presentarán juntos como obra ya completa en la
presencia del Señor (Fil' 3: 12-18)'

CUARTO OBJETTVO: CREAR Y MADURAR RELACTONES


Es muy común pensar que una iglesia es un grupo de personas que se reúnen
para alabar al Señor' Esta es una media verdad. La iglesia es mucho más que
gente reunida bajo un mismo techo. Y es mucho más que un grupo que confiesa
verbalmente una misma fe'
Los corintios, una iglesia primitiva' creían en Cristo y se reunían a alabarle. Pero
ellos vivian divididos en facciones. Vivían en pleitos unos con otros' Vivían sin
disciplina. Tenían diversas prácticas sin importarles los demás'
Llegaban a la Santa Cena pero humillaban a los pobres' Tenían todos los dones
del Espíritu pero los usaban-para distinguirse ellos mismos. A ellos San Pablo dijo:
"examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe "'" (2 Cor 13:5).
De otra iglesia primitiva, la de Jerusalén, dice San Lucas que: todos estaban
juntos; que tenían en común todas las cosas; que repartían a todos según la
necesidad de cada uno; que partían el pan en las casas; y que comían juntos con
alegría y sencillez de corazón'
Hechos 2:42-16
De la iglesia en Colosas San Pablo afirmó que él se gozaba mirando su buen
orden (Col. 2:5 ).
En nuestros días al énfasis del crecimiento numérico de las iglesias hay que
ponerle los debidos complementos.
Un grupo cristiano que no desarrolla las relaciones nuevas y propias del Espíritu
‘Santo, no sólo puede ser un engaño sino que es un escándalo para el mundo. El
crecimiento numérico debe estar siempre aparejado por una maduración en las
relaciones. Y si este objetivo no es claro en la obra, ya sea misionera o pastoral, el
trabajo no sólo es parcial sino que le falta contenido verdadero.
Esta es la razón por la cual aunque se levantan congregaciones con facilidad hoy
día por todo lado. con la misma facilidad muchas se mueren. Otras se van
apagando hasta quedar reducidas a un grupo pequeño. Otras no son más que
nidos de problemas.
Formar una iglesia no es sólo convertir personas y reunirlas. Con las
congregaciones hay que aplicar el mismo principio de los árboles: hay que
enderezarlo desde que es pequeño. Así a la congregación hay que enseñarle
desde su mismo nacimiento cuáles son sus campos de relación, cómo lograrlos y
cómo mantenerlos. Por tanto a los hermanos hay que enseñarles primeramente a
relacionarse con Dios. Pero juntamente con eso, a relacionarse unos con otros, a
relacionarse con la iglesia como comunidad de fe y de servicio para trabajar juntos
para Dios y para la gente. Deben aprender a mantener el orden interno. Deben
aprender a relacionarse con el ministerio de la iglesia y sujetarse a é1. Y que
también aprendan a relacionarse con los vecinos, los colegas de estudio. los
compañeros de trabajo, de deporte, con las amistades. con los familiares.
Hay iglesias en las cuales se celebran cultos muy vistosos. aparentemente mu¡'
formales' Pero las personas vienen y se van sin saber ni importante quién está a
su lado' El culto ., nada más que una ceremonia que' se dice' se dirige a
Dios. Pero no loma en cuenta que esa adoración a Dios debe hacerse
estrechamente con amor' relación' y expresión vivencial al hermano (l Juan 4:20)'
Un culto que solamente tienda a la relación con Dios' y que no abra las puertas de
par en par a la relación de unos con otros puede ser una simple falsificación del
culto cristiano Basta recordar que la misma mesa del Señor en la iglesia primitiva
no tenía la formalidad y la frialdad que en muchas iglesias tiene hoy' Antiguamente
era una comida en conjunto, era una fiesta de amor en el Espíritu dirigida a Dios,
,v que se proyectaba en gran amor de los unos hacia los otros también.

La tarea pastoral apunta a crear y perfeccionar las relaciones Este es uno de sus
cometidos' Para eso cuenta con la acción del Espíritu Santo' la guía de la Palabra
de Dios Y la autoridad espiritual de la cual está investido el pastor por Dios.

QUINTO OBJETIVO: ORGANIZAR Y MOVILIZAR


CAPACIDADES
La congregación es un organismo vivo, dinámico. Vive no sólo porque cree y para
creer. Vive para servir. En el Nuevo Testamento no hay lugar para congregaciones
de "turistas". Tampoco hay lugar para los que adquieren el "tiquete" de la
salvación y se sientan en el tren tranquilamente a esperar que Jesús regrese o
que Dios se los lleve. Jesús llama a creer en El cómo Saltador. También a creer
en El cómo Señor. Y por esto nos llama a ser como
EI: como el Hijo del Hombre no vino para ser servido sino para servido
Marcos 10:45
San Pablo establece que el Espíritu Santo reparte sus dones (sobrenaturales) "a
cada uno". Los da para "edificación" de todo el cuerpo. Los otorga para que cada
uno cumpla por lo menos una función especifica, o sea que
todo creyente tenga por lo menos un campo de servicio en la iglesia ( I Co. 12 a
14: Ro. 1 2:3-8; 1 P. 4: 1 0).
El mismo Espíritu establece la función de los ministerios en la iglesia. Dice que los
apóstoles, los profetas, los evangelistas, los pastores y maestros tienen su
propósito.
El los da para perfeccionar a los santos para la obra del ministerio.
..
Efesios 4: 11 -12
Los pastores entonces no son dados a la iglesia para que ellos hagan toda la obra.
Sino para perfeccionar o madurar a los hermanos pan¡ que ellos hagan la obra de
Dios. Y aquí se llega a uno de los puntos más delicados de la obra pastoral.
Cuando un pastor se queja de esta manera:
"En esta iglesia todo me toca hacerlo. Nadie me ayuda": cuando se mira que la
esposa del pastor toca el piano o el órgano por años y años, que entre ella y el
pastor por lo general dirigen los cultos, hacen obra evangelística, visitan a los
hermanos, oran por los enfermos y ayudan a los necesitados, no hay ‘que culpar a
la congregación. El defecto está en la labor pastoral misma que centraliza la tarea
y no sabe motivar. Orientar, capacitar y movilizar su gente
Lo más grave de todo esto es que en el seno evangélico se ha formado una
mentalidad muy corriente tanto en los seminarios, entre pastores y misioneros, y
en las iglesias, que al pastor se le llanta ), se le paga para que predique, visite,
evangelice y oficie ceremonias.
El modelo bíblico no es así. Los pastores aunque reciban salario y casa. no viven
para hacerlo todo, sino para enseñar a los hermanos a hacer la obra de Dios. Este
debe ser un objetivo fundamental de la otra pastoral. Y dadas las características
de la iglesia en la América Latina, y de la magnitud de la obra que hay por delante,
es mucho más urgente darle a este principio bíblico de la movilización del pueblo
de Dios el valor y la urgencia que se merecen.
El pensamiento i: esfuerzo de este libro se dirige precisamente en esta dirección.
La acción pastoral que parte del Nuevo Testamento es de conjunto. Toda la iglesia
está incluid a. Todo hermano puede y debe servir. Dios pedirá cuenta de su labor
tanto a pastores como hasta al hermano que se considera más inútil (Mt. 25:1446;
I Co.3:lGl5). Por esto el pastorado lleva el claro objetivo de hacer de la iglesia un
organismo en el que todos participen, de hacer de ella un conjunto en el que todos
aprendan, gocen, sufran y trabajen juntos.
El camino pastoral por el que muchos han optado de predicar y visitar es el
camino del menor esfuerzo. Dios nos llama a movilizar a su pueblo para hacer de
él una verdadera comunidad pastoral.

l ¿Con cuáles aspectos de este capitulo no estoy deacuerdo?

2. ¿Qué críticas positivas tengo para el capítulo?


3. Si yo tuviera que preparar un. Estudio o curso sobre los objetivos del pastorado,
¿cuáles y, rían mis pensamientos centrales?
4. ¿En qué me ha ayudado el estudio de este capítulo?

5 ¿Qué necesidades empiezo a descubrir en mi propia labor pastoral?


6.¿ necesidades noto ahora en la vida de la iglesia?
7 . ¿Qué respuestas o soluciones daría a las preguntas5y6?
8. ¿Qué es lo que en estos campo ya he hecho?
9. ¿En qué aspectos quisiera profundizar más?

BIBLIOGRAFIA
(Evang.) Baker, Ivan. Id, haced discípulos, Buenos Aires:
Ed. Logos, 1975,95 pp.
(Evang.) Bürki, Hans. El cristiano y el mundo, Buenos
Aires: Eds. Certeza, TT pp.

Metas finales del pastorado


En un estudio realizado con pastores de varios países latinoamericanos se les
formuló la siguiente pregunta: ¿Qué es para usted la meta final del trabajo
pastoral? Muchos no respondieron. Un buen sector contestó: "salva almas".
Uno especificó: "la unión final de los creyentes con su Señor". Otro: "presentar al
creyente para la eternidad y mundo actual". Curiosamente los pastores predican
mucho sobre ia eternidad y sobre la salvación de las almas. Pero a veces no
perciben con caridad lo que implica la eternidad o el futuro del cristiano. La
enseñanza y la predicación común parecen enseñar que el cielo que heredarán
los creyentes es un lugar sólo de almas, algo así como de nubes de humo, de
seres informes, y de una situación en la que los espíritus estarán flotando en el
cosmos por toda la eternidad.
Una imagen tan vega acerca del futuro del pueblo de Dios impide al pastor
proyectar su acción en una forma más definida. Por eso es importante entender
claramente
lo que Dios se ha propuesto hacer con su pueblo en el futuro. De otra manera
solamente se lograran ver los problemas que diariamente se presentan en la
iglesia; o solo se alcanzara a percibir el sermón que debe prepararse para el
domingo o los dos o tres domingos próximos, y no podrá, ni el pastor ni la
congregación, alzar los ojos, ver su futuro y prepararse debidamente para el.
A Abraham Dios le dio promesas sobre el futuro de su familia. Y sin comprender
bien el presente, salió sin “saber a dónde iba”. Por esa visión, tuvo fe. Y supo
actuar con firmeza. También a José Dios le dio visión del futuro. Lo preparado con
varios años de anticipación. Así salvo a Egipto y al naciente Israel. El profeta
percibió muchas de las cosas que habían de acontecer en el futuro de su pueblo y
aun final de los tiempos. San Pablo y los otros apóstol tenían muy clara la visión
del futuro. Y el libro de apocalipsis presenta un cuadro desafiante, especialmente
en los últimos capítulos. Cuando no hay visión el pueblo perece. La visón es
necesaria para el ministerio pastoral .
Proponemos considerar las siguientes metas finales.

PRESENT.A.R PERFECTOS A LOS CREYENTES


La tarea pastoral es mucho más que convertir personas.
Es mucho más que bautizar. Es mucho más que contar con la asistencia regular
de personas en los cultos. Es mucho más que enseñar a diezmar. Es mucho más
que saber que las personas son bautizadas en el Espíritu Santo.
La tarea pastoral busca presentarle al Señor personas maduras, adultas en la fe,.
Perfectos en Cristo Jesús" (Col. 1 :18). Un pastor no se puede contentar con ver
en los feligreses ciertas cosas muy propias de las costumbres y principios
denominaciones solamente. Dios quiere más. El quiere que los pastores le
entreguemos la obra acabada. Esto implica varias cosas;

l. Todo pastor debe participar de esta visión.


2. Toda obra pastoral debe tender hacia el mismo fin.
3. Aunque en la formación de un cristiano o de una iglesia intervienen distintos
pastores a través de los años, debe existir un plan general, una continuidad,
avance y armonización en la labor pastoral.

¿Cómo se ve afectada esta visión en la realidad de muchas regiones? Tomemos


el siguiente caso real. En una pequeña ciudad hay una gran concentración urbana
de unas 45.000 personas. En ella se aglomeran unas 30 congregaciones
evangélicas de diferentes denominaciones. cada templo se sitúa entre una a tres
cuadras de la otra.
Es muy fácil observar que cuando a los creyentes no les gusta algún proceder en
la iglesia o algún sermón, sencillamente los domingos siguientes caminan unos
pocos metros más, o menos, y se van a otra iglesia. Esto ha producido no sólo
una rotación continua e incontrolada de ros hermanos de una iglesia a otra, sino
una calidad de vida cristiana que muy poco tiene que ofrecer a la población no
cristiana. No hay coordinación entre los pastores. Entonces la gente no pasa de
hacer una profesión Je fe y quedarse en una etapa permanente de niñez en
Cristo.
Otro caso es el siguiente: hay pastores que atienden una iglesia por uno o dos
años no más. Su obra se concreta en mantener el culto y mantener a los
creyentes. Cuando este hecho se repite. y se va un pastor y viene otro sin un
programa, sin una relación de trabajo con el otro, cabe preguntarse: ¿se estará
caminando hacia aquella meta final de presentarle perfectos al Señor los
creyentes?

El trabajo pastoral, entonces, debe obedecer no sólo a la creatividad momentánea


de un pastor, o a su buena predicación, sino a un plan general más amplio, más
concreto. más relacionado en todas sus partes. El trabajo pastoral es mucho más
que entretener hermanos mientras vuelve el
Señor. Es trabajar intencionadamente en el perfeccionamiento de ellos. El
pastorado sigue a Jesús en aquello que el expresó: "He acabado la obra que me
diste que hiciera"
(Juan 17:3), Por esto Dios no lleva a su presencia a las personas apenas se
convierten, salvo excepciones, sino que las deja bajo la atención de sus pastores
para su respectiva maduración.

2. PREPARAR A LOS CRISTIANOS PARA SERVTR


EN EL RETNO TERRENAL DE JESUS
Predicamos comúnmente que habrá un milenio, que Jesús reinara sobre la tierra,
que lo hará con vara de hierro, que serán mil años de paz, de justicia y de
prosperidad. Pero no es muy común escuchar que para ese período los creyentes
deberán ü preparados, no solo cono personas salvas, sino preparados
debidamente para servir al Rey y reinar con El. Y la tarea pastoral de hoy debe
dirigirse hacia esta meta también.

Cuando los corintios se peleaban unos contra otros


San Pablo les hizo ver lo siguiente:
1. Que ellos no crecían en su capacidad de relacionar se unos con otros.
2. Que no crecían en su capacidad de entender los problemas
Y de solucionarlos'
Entonces su reprensión se basó en que ellos actuaban así porque olvidaban que
habían de ".juzgar al mundo venidero" y que habrían de "juzgar a los ángeles" r i
Co 6:2-3).

¿Qué quiere decir lo anterior a los pastores y las congregaciones, hoy día?
Simplemente que una parte de la vida gloriosa de los hijos de Dios en el futuro
será sentir a la par del Rey; y que el período en que ahora estamos es' en parte,
de servir a aquel futuro glorioso: y que ´por tanto, hemos de aprender a desarrollar
algo más que fa fe. Tenemos que aprender a desarrolla¡ la capacidad de entender
situaciones, de resolver problemas, de ponernos de acuerdo, de loma¡ decisiones
y de trabajar juntos.

La iglesia es una escuela en la que se aprende a servir en el presente y es


escuela que prepara para servir en el futuro con el Rey Jesús. Ahora ignoramos
cuántas formas
de servicio habrá en tocios los niveles cuando Jesús gobierne
las naciones. Pero sí sabemos que trabajaremos a su lado.
Por esto el Señor espera que nosotros nos preparemos
y que aprendamos a ser fieles tanto en lo pequeño como en lo grande; y que
aprendamos a utilizar las capacidades 1, los dones, ya sea que el Señor haya
entregado cinco, dos, o uno (Mateo 25:14-30). Tamaña sorpresa se van a llevar
quienes piensan que la función de la iglesia es sólo hacer pasar el tiempo mientras
Jesús regresa, La iglesia que no vive para servir¡ en el presente se va a encontrar
en serios problemas en el futuro.
3. PRESENTAR UNA IGLESIA UNIDA
Jesús busca presentarse a sí mismo una iglesia gloriosa.
Este afán divino debe ser parte de ia meta final de toda labor pastoral. Debe
buscar la numerosidad, la santidad y la unidad de la iglesia (Ap. 7:9-17;Ef. 4:1-6:
Jn. 17;Ef. 5:
27). Si solo existe en el pastor y en la iglesia una conciencia
"localista", "egocéntrica", en lo que toca a Ia congregación misma; o si existe un
cúmulo cie actitudes centradas únicamente en la misma denominación, sin ver
más allá de la realidad del cuerpo de Cristo, no se está concordando con el plan
de Dios.
El trabajo de cada pastor debe ver una realidad mayor que la iglesia local, y que lo
que é1 y su iglesia hacen no es sino parte de una gran totalidad. Que si bien cada
uno construye "por aparte", al final cada parre debe armoniza con todo el resto.
La edificación del cuerpo de Cristo es semejante a la que realizan muchas
empresas constructoras. Si se va a levantar un gran edificio, el arquitecto y los
ingenieros trazan todos los planos. Pero encargan a otros la estructura básica. A
otros hacer los ventanales. A otros las puertas
.A otros las cerraduras de las puertas. A otros el sistema eléctrico. A otros el
sistema de aguas. A otros el sistema de desagües. A otros mobiliario.

Cada firma puede trabajar por separado haciendo lo suyo. Pero todos siguen un
mismo plan' De modo que al final, a las ventanas ni les sobra ni les falta' Cada una
se ubica correctamente en su lugar. Lo mismo sucede con las puertas y las
cerraduras. Y lo mismo con el restó. Todo encuentra su sitio exacto
una visión de este tipo es un desafío al amor y al respeto que se deben los
cristianos entre sí. Es un llamado a entendiendo entre los diferentes organismo. Es
un llamado a la comunión y a l1 colaboración entre las iglesias cristianas.
Esto puede tener muchas expresiones tales como reuniones periódicas de
pastores de un¿ ciudad o región para
orar, para estudiar la Palabra de Dios, pala ayudarse mutuamente, para estudiar
problemas de la región y así busca¡ respuestas para llevar a cabo programas de
evangelización unidos, apertura de nuevos campos misioneros con la colaboración
de varios iglesias; para la celebración de convivios de vez en cuando entre una o
más congregaciones, para programas conjuntos de formación pastoral, para toma¡
acuerdos mutuos y así evitar la competencia y los malos entendidos. Y también
pueden reunirse para la celebración conjunta de fechas especiales como días de
la Reforma
Protestante, días patrios y otras más. En fin, puede reunirse para todo aquello
que, bajo la dirección del Espíritu
Santo, se puede hacer para que haya armonía en las relaciones
del pueblo de Dios, y también armonía en el crecimiento de todo el cuerpo.

CUESTIONARIO
1 . ¿con que aspectos no estoy de acuerdo
2. ¿Qué bases bíblicas tengo para no estar de acuerdo
3. ¿Qué otros elementos le hacen falta a este capítulo?
4. ¿Qué importancia ha ido cobrando en mi entendimiento el trabajo pastoral

5 ¿Qué hay de este capítulo y de los anteriores que no se o he dado a conocer a


los hermanos de la Iglesia

6 ¿Con quienes más podría compartir o dialogar sobre el asuntos?

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