Sword Art Online - The Day After

Sword Art Online Side Story – The Day After T4DW
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Parte 1
—¿Aún no te has acostumbrado a ese avatar?
Asuna alzó su rostro de la ventana que mostraba su tarea de inglés ante la pregunta
repentina.
Ella respondió mientras sujetaba el cabello azul único de los Undine, fluyendo sobre su
hombro derecho, entre las puntas de sus dedos.
—Hmmm… ¿tal vez un poco más? Es extraño, ¿verdad…? Mi rostro y mi cuerpo son los
mismos que cuando estaba en Aincrad, con la excepción del color de mi cabello y mis ojos,
pero se siente raro en ocasiones. Como si mi cuerpo no estuviera conectado adecuadamente a
mi consciencia…
—Hmm…
El que frunció el ceño con preocupación fue el chico Spriggan del pelo negro que estaba
erguido de pie. Asuna no pudo evitar sentir que él era un chico parecía estar por cumplir los
dieciocho, aunque el chico de tras el avatar era simplemente un año menor que ella, debido a
que su avatar parecía más pícaro que su apariencia en el mundo real.
El Spriggan, sentado a su lado en el sofá, apartó el holoteclado en frente de sí mismo,

posó sus codos sobre la mesa y miró fijamente a Asuna.
—Eso, tal vez, sea un asunto distinto que acostumbrarse… Mencionaste que no hubo
ningún problema con el nivel de conexión ni la respuesta del AmuSphere, ¿no?
—Sí. Ambos estaban en su valor promedio o superior.
—Ya veo…
Él asintió una vez, estiró su mano izquierda y sujetó la mano derecha de Asuna sin previo
aviso.
—Eh, ¿q-qué?
Ella preguntó, con su corazón latiendo fuertemente por la emboscada, pero la otra
persona mantuvo su rostro solemne y abrió la palma de Asuna. Él acercó su dedo índice hacia
allí y lo detuvo tras entrar en contacto levemente.
La sutil sensación cosquillosa que se originó en el medio de su palma se propagó hasta la

espalda de su avatar y Asuna emitió involuntariamente un suave desliz “Nn…”. Pero el Spriggan
habló, con su vista absorbida en la palma, sin perder su expresión contemplativa.
—Mi sentido del tacto está reaccionando en mi costado en este momento, pero tú
también puedes sentir que te toco, ¿cierto?
—Sí… lo percibo.
Asuna asintió y el Spriggan continuó con su expresión solemne.
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—Bien, entonces, lo apartaré, así que dime cuando la sensación se desvanezca por favor…
¿Qué tal, aún lo sientes?
El dedo en la palma se deslizó poco a poco con la sensación que se debilitó excesivamente
estimulando su sistema nervioso virtual. Ella susurró mientras su avatar temblaba.
—Sí… aún lo… siento…
—Ya veo… entonces, ¿qué tal esto?
—Sí… puedo, sentirlo…
—Hmm… parece que las señales I/O están funcionando a nivel normal…
—Ah… puedo, sen…
Y allí, Asuna se percató finalmente del hecho de que su respuesta podría provocar una
especie de malentendido.
Una fuerte fiebre invadió todo su rostro en un instante. Ella retiró rápidamente su mano
derecha, sujetándola firmemente. Volteando hacia el Spriggan con la expresión de sorpresa,
gritó a todo volumen.
—¡Qué me estás haciendo decir! ¡¡Ki-Kirito-kun, idiotaaaaa!!
Aunque su gancho derecho explosivo definitivamente no generó daño ya que estaban en

una posada de una ciudad neutral, empujó sin problemas al pequeño Spriggan hacia la pared
interna desde el sofá.
21 de junio 2025, sábado, 8:30PM.
Asuna, Yuuki Asuna, estaba haciendo la tarea de la escuela con Kirito, Kirigaya Kazuto, en
una habitación de una posada a las afueras de «Yggdrasil City», una ciudad del VRMMORPG,
«ALfheim Online».
La empresa «Ymir», que logró la administración sobre ALO de la compañía ahora disuelta,
RCT Progress, había traído varios cambios al juego, pero uno de ellos era la concesión de una
conexión limitada a redes externas a ALfheim. Iniciando el navegador desde el menú, podían
visualizarse varios sitios y archivos de tarea almacenados en el depósito online al que también
se podía acceder como en una PC o una terminal portátil en el mundo real. Incluso en el caso
en que jugadores con malas intenciones ejecutaran programas sospechosos, serían detectados
inmediatamente por el «Cardinal System», así que tampoco dañarían la seguridad pública del
hogar de las hadas.
Su madre frunció el ceño cuando Asuna empezó a utilizar máquinas FullDive otra vez y le
dijo repetidas veces “Haz tu tarea por ti misma por lo menos”, pero Asuna consideraba su
cuerpo del mundo real y su avatar del mundo virtual como «ella misma».
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La funcionalidad de abrir tantas ventanas a su alrededor como quisiera (para ser precisos,
hbía un límite máximo) hacía más efectivo estudiar en el mundo virtual y no había ningún
problema como que sus ojos se fatigaran o que sus hombros se tensaran. Y, por encima de lo
demás, Asuna podía estudiar hombro a hombro con Kirito, quien vivía en Kawagoe de la
Prefectura de Saitama, alejado de su casa en Miyasaka de la ciudad Setagaya… no, este no
sería el mayor motivo que tenía.
En cualquier caso, ellos estaban escribiendo plenamente en sus holoteclados esta noche
en sus formas feéricas cuando Kirito inició una revisión repentina sobre el sentido del tacto de
Asuna, eso fue lo que ocurrió.
El Spriggan levantó su cuerpo mientras se quejaba y Asuna, quien también se levantó del
sofá, colocó sus manos en su cintura y habló.
—¡Mira, si estás verificando las señales de mi sentido del tacto, hay otros métodos,
¿cierto?!
—Esa era la manera más sencilla… Para empezar, tú eres la que reaccionó de una manera
perv… extraña, Asuna…
Ella fijó una mirada aún más mordaz sobre Kirito, murmurando una respuesta
incomprensible.
—¿Perv… qué? ¿Qué ibas a decir? No me enfadaré, así que ¿me lo podrías decir?
—¡Es una mentira definitivamente! O más bien, ya estás enfadándote…
—¡No es cierto! ¡Si Yui-chan no hubiera salido, me habría enfadado en serio!
Las palabras de Asuna hicieron que Kirito temblara mientras se paraba rígidamente
erguido.
Yui, una AI Top-Down avanzada, la hija de la pareja y también una «pixie de navegación»
en ALO, estaba ausente, ya que había ido a acompañar a algunos de sus amigos, incluyendo a
Klein y a Lisbeth, en su cacería.
El pensamiento de su adorada hija contemplara la escena de antes hizo que su rostro se

encendiera de nuevo y Kirito formó una sonrisa inmediatamente y comentó.
—Asuna, tu cara está muy roja.
Con un tono alegre, ella no pudo evitar presionar su puño una vez más.
Maldición; ese pensamiento apareció en la expresión de Kirito mientras volteaba hacia él

y dio varios pasos hacia adelante cuando eso sucedió.
—Ah…
Asuna se detuvo con un suave murmullo.
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Aquella sensación la había asaltado otra vez. Una sensación extraña donde su espíritu
abandona su avatar por un breve instante. Una que la dejaba confundida de dónde estaban
sus manos y sus piernas y cómo moverlas… una que la dejaba donde no estaba.
Habiendo sentido la anormalidad probablemente, Kirito se acercó a una velocidad igual a

la teletransportación y sostuvo el cuerpo de Asuna. Miró los ojos de Asuna con su expresión
seria y susurró.
—¿Estás bien?
—S… Sí, estoy bien. Ya me siento bien.
Incluso mientras respondía, Asuna apoyó su peso en las manos de Kirito y siguió
murmurando.
—Es solo una pequeña… una pequeña sensación de incomodidad. No es que pierda el
control total de mi avatar y podría ignorarla cuando llegue, pero… no, tal vez solo sea yo,
pero…
—No… es mejor que lo confirmemos. No has sentido esto en Aincrad, ¿no?
—En efecto. Ni una sola vez… creo…
Kirito levantó gentilmente a Asuna y la llevó a la alcoba de la puerta vecina mientras ella
asentía. La habitación rentada era una suite de la más alta categoría, así que una vista no
obstruida del hermoso paisaje nocturno de Yggdrasil City y la vasta tierra de Alfheim de abajo
eran visibles a través de la ventana de la espaciosa habitación. Sin embargo, Kirito no tenía
ojos para esa escena, recostando a Asuna en la enorme cama y sentándose a su lado.
Extendiendo su mano derecha una vez más, acarició suavemente el cabello azul claro mientras
abría la boca.
—Asuna, probablemente no quieres recordar esto, pero…
Asuna entendió lo que Kirito no expresó por su tono en duda. Ella sacudió levemente su
cabeza con una leve sonrisa.
—Está bien… No he sentido esto ni una sola vez cuando era «Titania». Por eso, no creo
que sea por el cambio de mundos.
—Ya veo…
Asintiendo, Kirito desplazó finalmente su vista por la ventana.
Fue el 7 de noviembre, 2024 cuando completó el juego de la muerte, «Sword Art Online»,
y liberó a los seis mil ciento cuarenta y nueve jugadores que seguían con vida del castillo
flotante Aincrad.
Sin embargo, aproximadamente trescientos jugadores, incluyendo a Asuna, no pudieron

retornar al mundo real. Un hombre llamado Sugou Nobuyuki que tenía un importante puesto
en la compañía de electrónicos generales, RCT, secuestró las consciencias de trescientas
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personas en una instalación de investigación virtual establecida en ALO con experimentos

humanos ilegales como su objetivo.
Asuna no fue tratada como un sujeto experimental, fue aprisionada en una gigantesca
jaula que colgaba de una rama de Yggdrasil. Sugou, quien operaba bajo el nombre del «Rey de
las Hadas Oberon», en este mundo, le otorgó el nombre «Titania».
Su angustia como cautiva perduró hasta que Kirito la rescató el 22 de enero del 2025.
Esos dos meses se sintieron tan extensos como los dos años transcurridos en Aincrad, pero,
aun así, ella no estuvo consciente de alguna anormalidad en su sentido del tacto ni una sola
vez durante ese periodo.
—Creo que la primera vez que esta… esta «sensación de separación» ocurrió fue hace
aproximadamente un mes…
Después de que murmuró con una voz suave, los ojos de Kirito se abrieron
completamente.
—¿Recuerdas la primera vez?
—Sí. Porque fue durante la batalla contra el monstruo jefe del primer piso del Nuevo
Aincrad.
Esos ojos negros parpadearon dos, tres veces al escuchar la respuesta de Asuna.
—Conque fue entonces… Ahora que lo mencionas, hubo un momento en el que detuviste
tu magia; no me digas que…
—Lo recuerdas muy bien…
Mientras formaba una sonrisa burlona ante el recuerdo inusual de su amante, Asuna
asintió.
—Sentí que me alejé demasiado mientras entonaba un conjuro y dejé de mover mi boca
inconscientemente. Volví a la normalidad de inmediato y solo ocurrió una vez durante la
batalla, así que pensé que solo habría sido mi imaginación, pero… empezó suceder de vez en
cuando desde ese momento…
—En ese caso, realmente no es un asunto de acostumbrarte a tu avatar. Quiero decir, ya

habían pasado más de tres semanas desde que te sumergiste por primera vez en ALO antes de
la batalla del jefe del primer piso, ¿cierto, Asuna? Si la causa es la falta de experiencia con tu
avatar, habría sucedido de manera más frecuente cuando estaba preparándote.
—Supongo… que tienes razón. Pero, entonces, qué exactamente ha estado…
Ella inclinó su cabeza mientras se recostaba en la cama y Kirito asumió un rostro pensativo
por un momento antes de hablar.
—¿Ese fenómeno no ocurre cuando estás en otro espacio VR aparte de ALO?
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—Umm… es cierto. No estoy en FullDive muchas veces en ninguna parte aparte de aquí,
pero no recuerdo sentirme «separada» en ninguna otra parte.
—Entonces, tampoco es debido a las diferencias del Nerve Gear y el AmuSphere. Luego,
estaría… um… lo dudo, pero tal vez el mismo fenómeno esté sucediendo en el mundo real…
—No es así. Sería una verdadera experiencia fuera del cuerpo si fuera cierto, ¿no?
Tras decir eso, se asustó un poco y revisó sus recuerdos otra vez, pero, afortunadamente,
nada similar le llegó a la mente. Pero, en ese caso, la causa detrás del misterioso «fenómeno
de separación» terminó siendo desconocida. Trató de recopilar información de internet, pero
no pudo encontrar a ningún usuario de AmuSphere que reportara el mismo defecto y los
síntomas eran demasiado vagos para depender del apoyo de RCT o Ymir.
El fenómeno dura apenas un instante y sería el final de todo si lo ignoraba simplemente,

así que, probablemente, no supondría mucho obstáculo en la forma de jugar, pero tras
meditarlo tanto tiempo, sería muy complicado ignorar completamente este asunto.
Con su perfil lateral visible para Asuna mientras se sentaba, Kirito exhaló un quejido otra
vez, pero habló de pronto, aparentemente habiendo mantenido su determinación.
—Supongo que todo lo que queda sería discutirlo con Yui.
—Sí…
Asuna también lo había considerado después de que la cuarta o la quinta «separación»

ocurrió, pero siguió dudando hasta hoy. Después de todo, Yui estaría extremadamente
preocupada si sabía de la condición anormal de Asuna y, en el caso donde el problema no
podría resolverse con las habilidades de Yui, probablemente colocaría una enorme carga en el
corazón de la niña.
Yui era un modelo de AI que apoyaba a los jugadores de SAO con sus problemas mentales.
Sin embargo, sus varias autoridades fueron congeladas tras convertirse en un juego de la
muerte y fue incapaz de no hacer nada más que monitorear las emociones negativas de al
menos varios miles de jugadores. Su programa principal se descompuso eventualmente por la
carga inusual ejercida y ella apenas podía hablar para el tiempo en que se encontró con Asuna
y Kirito.
De esta manera, Asuna decidió nunca preocupar a Yui y proteger su pequeño corazón del
daño más mínimo.
Sin embargo, Kirito asintió una vez como si viera a través de ese sentimiento y extendió su
mano hasta la cabeza de Asuna otra vez. Mientras acariciaba su cabello con una fuerza gentil,
pero firme, apenas había avatares con un nivel de control tan delicado, habló.
—Entiendo cómo te sientes, Asuna. Pero… si Yui descubre que no lo discutiste con ella, se
entristecería de todas formas, ¿no, Asuna?
—Pero… a decir verdad, no es un problema tan importante. Estoy segura de que

probablemente me acostumbraré a este fenómeno tarde o temprano y ya no me molestará.
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—Quién sabe… Eres muy sensible después de todo, Asuna…
Y allí, Kirito dejó su boca abierta y continuó mientras sacudía su cabeza nervioso.
—Ah, no, no quise decirlo de una manera rara.
—Oye, yo entiendo eso muy bien… ¿Entonces?
—Entonces… veamos, no creo que un jugador sensible sería capaz de ignorar una falla
pequeña en sus sentidos. Con más razón durante los combates, quiero que disfrutes
completamente este mundo, Asuna… este no es un juego de la muerte, es un VRMMO normal.
Quiero remover cualquier obstáculo para lograrlo, sin importar lo leve que sea… este tal vez
sea un deseo egoísta mío al final, pero…
Volteando hacia Kirito, quien terminó con un murmullo y parecía levemente deprimido,
Asuna extendió su mano derecha.
Colocando la mano sobre el borde del collarín de la ajustada camisa negra, la haló hacia
ella con todo lo que tenía. Con su equilibrio perturbado por ese elevado parámetro de fuerza
heredado de los días de SAO, el esbelto Spriggan gritó “Wah” mientras caía sobre el pecho de
Asuna que estaba recostada.
Sujetándolo con ambos brazos sin demora, Asuna vertió toda su fuerza en abrazarlo
firmemente mientras susurraba.
—Gracias, Kirito-kun… lo estoy disfrutando realmente ahora mismo. Me estoy divirtiendo

yendo a las varias naciones de Alfheim y las muchas ciudades del Aincrad renacido, paseando,
comprando y teniendo aventuras contigo, Yui-chan y los demás. También quiero seguir
viajando por este mundo con todos a partir de ahora.
Kirito dejó de forcejear en sus brazos mientras Asuna hablaba con un ritmo gentil. Poco
después, ella colocó tímidamente sus brazos alrededor de su espalda.
Ahora que lo pensaba, esta sería la primera vez que se acunaba con Kirito de esta manera
desde SAO. Había estado continuando su rehabilitación desde que se libró de la jaula del
mundo virtual desde enero hasta los finales de abril y, después de eso, adaptarse al mundo
real tras dos años, incluyendo su escuela nueva, le costó todo, así que no podía permitirse
perder el tiempo con Kirito en cualquier mundo.
La única razón para hoy también fue porque nadie aparte de la pareja había recibido una
gran pila de tareas, ya que solía de haber más personas en las reuniones de estudio.
Sin embargo, Asuna estaba tramando un solo plan en este momento… o, tal vez, una
promesa para sí misma en lo profundo de su corazón.
Ella no sabía qué tan pronto sería, pero cuando el vigesimoprimer piso en adelante fueran
habilitados en el nuevo Aincrad, que solo llegaba hasta el décimo piso hasta ahora, llegaría al
vigesimosegundo piso antes que nadie y compraría la pequeña casa de troncos construida en
lo profundo del denso bosque. Esa casa de jugador en la que pasó un tiempo breve, pero
dichoso, con Kirito.
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Por supuesto, había escasas diferencias entre el nuevo y el viejo Aincrad, no solamente las
ubicaciones de los monstruos y las generaciones de ítems, también la topografía, así que esa
casa en particular tal vez no exista en ese lugar en particular. Sin embargo, Asuna creía que sí.
Creía que esa casa de troncos los esperará a ellos dos definitivamente. Aunque no estaba
segura de si la Quest de la «casa voladora» tendría que completarse una vez más antes de
comprarla1.
—Quizá…
Tal vez el tranquilo murmullo de Asuna había llegado a sus oídos, pero Kirito inclinó
ligeramente su cabeza en sus brazos. Tras susurrar “No, no es nada”, Asuna continuó sin
mencionarlo.
Quizá este misterioso fenómeno de separación había sido provocado porque su corazón
estaba anhelando demasiado esa casa. Su consciencia tal vez había abandonado a su avatar
por un mero instante, volando hacia el bosque del vigesimosegundo piso…
La voz de Kirito llegó a los oídos de Asuna mientras meditaba.
—Discutámoslo mañana con Yui. Incluso si hubiera un desperfecto que ignoramos, Yui
debería encontrarlo definitivamente.
—Sí… es cierto.
Parpadeando, Asuna lo liberó lentamente de su abrazo.
Las mejillas que se tocaban se separaron y los ojos de la pareja se encontraron a corta
distancia. Un leve presentimiento fluyó por el pecho de Asuna, pero Kirito intercambió miradas
con ella, levantó su cuerpo y se sentó en el lado de la cama una vez más antes de girar su
cabeza y hablar.
—Bueno… ¿qué quieres hacer ahora? ¿Nos unimos a Klein y al resto?
Asuna formó una sonrisa amarga y sacudió su cabeza a ambos lados.
—No lo creo. No hemos terminado nuestras tareas, ¿no?
—Ah… e-es cierto…
—Probablemente serán las diez cuando terminemos todo, así que cazaremos mañana.
Agil-san y Leafa-chan dijeron que también vendrían mañana, estoy segura de que será más
divertido con más personas.
—Bieeeeeeen.
Tras responder de una manera infantil, su cabeza se desplomó y murmuró para sí mismo.
—Aaaah… y las diez también era cuando la verdadera cacería empezaba en SAO…
1
Esta es una referencia a la side story “The Day Before”, donde se relata cómo Kirito y Asuna llegan a
casarse oficialmente en Aincrad tanto como la compra de su casa en el piso 22.
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—¡No recuerdes esas cosas raras! En primer lugar, nunca fuiste muy dispuesto en la
«jornada nocturna», ¿no? Y seguías subiendo de nivel a pesar de eso, así que eso se consideró
parte de los siete misterios del grupo de despeje.
Asuna dijo eso, levantando la parte superior de su cuerpo de la cama, y Kirito expresó una
pregunta mientras asumía una expresión un tanto complicada.
—¿Cuáles eran los otros seis misterios?
—Veamos… había la «Leyenda del Espadachín Negro – Espada de Una Mano Sin
Escudo»… o la «Leyenda del Espadachín Negro – Obteniendo demasiados Last Attacks»2…
—Es-Espera, espera. ¿Todas esas no son historias sobre mí?
—Está bien, el séptimo era la «Leyenda del Líder de KoB que era muy denso»… pero ese
en particular resultó no ser tan misterioso…
Asuna rememoró los recuerdos de hace ocho meses mientras murmuraba y el espadachín
de pelo negro que vio a través del «misterio» del líder, Heathcliff, también conocido como
Kayaba Akihiko, dejó caer su mano extendida sobre su cabeza.
—No es como si hubiera un verdadero misterio a mi alrededor. Solo logré mantener mi

nivel de alguna forma, gracias al ánimo y la ayuda de varias personas… por supuesto, eso te
incluye, Asuna.
Tras acariciar su cabeza dos o tres veces, Kirito se levantó de la cama y se estiró con un
movimiento exagerado.
—Bueno, apresurémonos y acabemos nuestras tareas… Mientras estemos en ese tema,

también me gustaría pedir un poco de ayuda…
—Supongo que no tengo opción.
Aterrizando en el suelo con un rebote en sus acciones, Asuna añadió con una amplia
sonrisa.
—¡Cuando acabemos, asegúrate de invitarme algo en el restaurante del primer piso!
Lo que sintió al principio cuando retornó al mundo real del mundo virtual fue el peso de
su cuerpo físico.
Para decirlo de otra manera, también podía ser la magnitud de la verdadera gravedad. Ya
que ella persistía en un build enfocado en la velocidad como esgrimista en el viejo SAO, su
percepción del peso de su avatar se aligeraba proporcionalmente. Galopando por los campos
como si fuera un ventarrón, día tras día, saltaba sobre obstáculos como un potro. Esa agilidad
no cambió ni siquiera en ALO, a donde se transfirieron los datos de su status. No, tal vez habría
sentido una gravedad levemente inferior, ahora con alas en su espalda.
2
Esto se explica en “Aria de una Noche sin Estrellas” del volumen 1 de Sword Art Online Progressive.
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Consecuentemente, su respiración se sentía prácticamente ahogada por el peso ejercido

en todo su cuerpo en ese instante en que abrió sus ojos sobre la cama de su habitación
tenuemente iluminada. A pesar de lo ansiada que era la «desconexión» cuando estaba
atrapada en ese juego de la muerte, ella simplemente no podía encontrar ninguna alegría en
esa sensación. Se acostumbraría a este shock algún día probablemente de todas maneras.
Tras abrazarse por unos diez segundos, Asuna levantó su cuerpo gentilmente.
Removió la máquina FullDive sorprendentemente más delgada que el Nerve Gear, el

AmuSphere, de su cabeza. El sensor del techo detectó sus movimientos y aumentó
automáticamente la intensidad de la iluminación indirecta.
Postrando sus dos pies en el suelo, ella se puso de pie cuidadosamente, pero, como se
esperaba, aún sufrió de un leve vértigo. Se asemejaba ligeramente al misterioso «fenómeno de
separación» que afectaba de manera leve a la Asuna del mundo virtual, pero, comparado a
allá, donde se sentía que su consciencia despegaba hacia el cielo, el vértigo del mundo real se
sentía como si fuera halada hacia el suelo. El nivel de incomodidad era mucho peor.
Sacudiendo levemente su cabeza y deshaciéndose del vértigo, ella deslizó sus pies por sus
zapatillas y caminó hasta la ventana del sur.
Observó la zona residencial, sumergida en el denso y húmedo aire nocturno, a través del
espacio en las cortinas por un momento. Quizá había una leve llovizna, ya que paraguas
blancos se formaban alrededor de los faroles de la calle, trayendo vagamente a la mente los
efectos de luz del mundo virtual.
—¿……?
Sintiendo un estímulo abrupto en una parte de sus recuerdos, Asuna frunció el ceño.
Una calle de noche. La iluminación opacada por la niebla nocturna. Un cauce,

murmurando mientras fluía. Abrazando sus rodillas, agachada, a su lado. Sintiéndose
impotente, queriendo huir, pero careciendo de toda ruta de escape…
Ella no podía recordar cuándo o dónde vio esa escena. Trató de comprender firmemente
la imagen indistinta, pero se desvaneció de una manera tan abrupta como cuando llegó.
Sintiendo una desolación inexplicable que perduraba en lo profundo de su pecho, Asuna

siguió contemplando el paisaje nocturno del mundo real por ese breve momento.
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Parte 2
Soleado, 22 de junio, domingo, 4:30PM.
Asuna estaba en la última planta del Dungeon del octavo piso del gigantesco castillo
flotante que deambulaba por los cielos de Alfheim —la llamada «cámara del jefe».
Solo se podía hacer una cosa en esta cámara. Naturalmente, enfrentar al monstruo jefe.
¡Kyurururu! Esa advertencia aguda provino de un dragón pequeño con plumas azules
claras en todo su cuerpo, «Pina». Silica, la jugadora Cait Sith a la que pertenecía, gritó sin
demora.
—¡Asuna-san, ahí viene la invocación del minion!
—¡Entendido! ¡Todos, reúnanse!
Asuna alzó el báculo de su mano derecha e hizo gestos a los miembros del party y
comenzó a entonar un hechizo rápidamente.
—Ek kalla hreinn brunnr, andask3.
Cuando recitó la última sílaba en voz alta, encajó fuertemente el báculo en el suelo de
mármol negro. Una débil luz azul onduló hacia afuera y mucha agua brotó como si la
persiguiera, creando una superficie acuática con un diámetro cercano a los diez metros al poco
tiempo.
—¡Gracias, Asuna!
—¡Muchas gracias!
La Leprechaun que sujetaba un mazo, Lisbeth, y Silica, con Pina montada sobre su cabeza,
corrieron sobre la superficie acuática primero, junto con los camaradas de sus días de SAO, el
guerrero del hacha Gnome, Agil, y el Salamander que poseía una katana, Klein. Levemente
retrasado detrás de ellos, el Spriggan completamente negro, Kirito, y una espadachina mágica
Sylph quien era su hermana menor en el mundo real, Leafa, regresaron de la línea del frente
juntos.
Ellos siete conformaban el límite máximo de un party, pero Asuna y los demás no eran los
únicos que luchaban en la cámara del jefe. Formaban una incursión con otros cuatro parties,
así que debía haber treinta y cinco personas en el vasto espacio circular, pero no desprendía la
impresión de estar repleto, probablemente porque la cámara del jefe recibió una ampliación
del antiguo Aincrad.
Saltando a la superficie acuática que tenía un efecto restaurador de HP, junto con
resistencia al veneno y al fuego, una pixie, Yui, le agitó sus manos a Asuna desde el hombro de
Kirito mientras él tomaba un profundo respiro.
3
Aparece, manantial sagrado, e inunda.
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—¡Mama, te has acostumbrado a entonar hechizos!
—A-Ahaha… Gracias, Yui-chan.
En el momento en que Asuna respondió, una gran cantidad de pilares de fuego

emergieron alrededor de la superficie acuática. Crearon inmediatamente tornados giratorios,
expandiéndose en una llama humanoide en sus centros, y cambiaron a pequeños Fire
Elementals con una altura de casi un metro.
Uno no era un oponente suficiente por sí solo, pero había muchos. Eran probablemente
más de treinta los que aparecieron por toda la vasta cámara del jefe. Además, los Elementals
solo eran los mobs minions, con el amo de la espaciosa zona cubierta de mármol negro —y
todo el octavo piso del castillo flotante, el monstruo jefe, atacando al mismo tiempo.
El nombre del jefe era «Wadjet the Flaming Serpent»4.
Por la investigación realizada tras la batalla inicial, Wadjet era aparentemente una deidad
serpiente de fuego que aparece en la mitología egipcia. También se le asemejaba en el
exterior, con una apariencia con la porción de la capucha de una cobra combinada con una
deidad de cuatro brazos. Su cuerpo gigantesco negro envuelto en llamas y acercársele sin
protección generaba DoT5.
El party de Asuna no se encargaba de lidiar con el jefe en este momento ya que otros dos
parties asumieron ese papel. Tenían que apresurarse y encargarse de los minions mientras que
esos catorce aún mantenían su HP.
Con el báculo de su mano derecha aún clavado sobre el suelo, Asuna analizó rápidamente
el status de sus alrededores.
Wadjet y los dos parties estaban librando una batalla feroz al otro lado de la espaciosa
cámara del jefe. Entre los dos parties, uno liderado por una Salamander se había retirado a una
superficie creada por un mago Undine como Asuna, pero el otro parecía no tener jugadores
capaces de utilizar este hechizo «Purified Surface»6. Asuna levantó su mano izquierda, volteó
hacia ellos y gritó.
—¡Atraigan a todos los minions que puedan y entren al agua por aquí por favor!
El líder Sylph agitó su mano como si respondiera en afirmativo.
Sus seis camaradas cercanos volvieron cenizas a los Fire Elementals que se abrían paso
hacia allí, uno tras otro, inclusive durante su intercambio. Tal vez eran los minions del jefe,
pero aún eran contrincantes formidables que negaban la mitad de todo daño físico cuando
luchaban normalmente, pero fueron severamente debilitados en el momento en que entraron
a la superficie acuática mágica, así que incluso este party, con su falta de magos, pudo
encargarse de ellos sin problemas.
4
Wadjet la Serpiente Flameante.
5
Damage over Time, daño con el tiempo.
6
Superficie Purificada.
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Para el momento en que se deshicieron de todos los Elementals cercanos, el otro party se
había zambullido en la superficie acuática con un extenso tren de enemigos. Fue demasiado
estrecho como se esperaba, con catorce en el círculo con un diámetro de diez metros, pero
Kirito y Klein atrajeron a la mitad de los Elementals adicionales hacia ellos mismos de
inmediato, luchando mientras utilizaban toda el área de la superficie acuática.
Asuna quería cambiar su báculo por su estoque tras ver esos incesantes resplandores
metálicos que brillaban a su alrededor, pero el báculo tenía que permanecer en el suelo para
mantener la superficie acuática mágica. Asuna estaba jugando como una maga inclinada a ser
una sanadora en ALO porque pensaba que las clases de apoyo también podrían ser
interesantes, pero otra razón fue el hecho de que el party ya estaba repleto de clases de
ataque físico cuando se unió recientemente.
Quizá adivinando el deseo en el corazón de Asuna, Leafa habló apologéticamente tras

llegar a su lado.
—Lo siento, Asuna-san, por hacer que seas el apoyo todo el tiempo.
—No, está bien, no lo hago en contra de mi voluntad. Es divertido conjurar hechizos y

todo.
—¡Claro que sí! Onii… Kirito-kun aún es tímido de conjurar incluso ahora. Regáñalo la
próxima vez por favor, Asuna-san.
Tensando inmediatamente la sonrisa que apareció momentáneamente, Leafa levantó su

mano izquierda.
—Theír fylla heilagr austr, brot7.
El canto del hechizo de curación invocado fue grandioso como se esperaba. Tras entonar
las palabras del hechizo sin problemas, gotas azules de agua se derramaron a su alrededor
desde su mano izquierda, curando el daño de los guerreros no cubiertos por el efecto HoT8 de
la superficie acuática.
Todos los Elementals habían sido derrotados tras proseguir por un poco más, así que
Asuna levantó el báculo de su mano derecha. La superficie acuática mágica con sus chapoteos
azules de agua se desvaneció y los numerosos íconos de buff alineados bajo su barra de HP se
redujeron en uno.
Desplazando su visión, pudo ver que el otro party que luchaba a la derecha también
estaba a punto de eliminar completamente a sus Elementals circundantes. Habiendo
confirmado que todos los minions habían sido eliminados, Klein volteó hacia los catorce que
confrontaban al jefe y gritó.
—¡Bien, ese es el final de los minions! ¡Podemos cambiar en cualquier momento!
Un Imp robusto que parecía ser el líder del otro lado gritó inmediatamente.
7
Cúralos, agua sagrada, y combate.
8
Heal over Time, curación con el tiempo.
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—¡Entendido! ¡Cambiemos en el siguiente quiebre por favor!
El jefe con forma de serpiente alzó rápidamente su cabeza en alto. La deidad negra se
fundida en la porción esparcida de la cabeza de la cobra osciló la espada ancha sujetada con
uno de sus cuatro brazos.
Con eso, un relámpago púrpura recorrió el espacio alrededor del jefe, con enormes
espadas medio transparentes materializándose una tras otra. Los jugadores concentrados en
frente del jefe se separaron, con los que sostenían escudos o los que se especializaban en
armas de dos manos alzando sus equipos respectivos.
—¡¡Shagyuaaaaaaaaaaaaaa!!
Junto con su grito bizarro, el jefe —Wadjet the Flaming Serpent osciló su espada hacia
abajo. Respondiendo a ese movimiento, las enormes espadas fantasmales rugieron mientras
atacaban a los jugadores.
Cuatro lograron defenderse mientras que los cuatros restantes salieron volando una gran
distancia con sus escudos o armas. Sin embargo, las llamas que cubrían a Wadjet se
extinguieron debido a que utilizó una Skill fuerte y, sin dejar que esa oportunidad se perdiera,
los magos de la retaguardia soltaron los hechizos que impedían el movimiento que terminaron
que entonar.
La mayoría de monstruos jefes poseían una resistencia a los debuffs, pero aún podían
sellar sus movimientos por diez segundos o más con la sincronización perfecta. En el instante
en que las telarañas, cadenas de plata, fluidos pegajosos y demás creados por los hechizos
enredaron a Wadjet, el líder Imp agitó su mano vigorosamente.
—¡Retírenseeeee!
Uoooh, los jugadores empezaron a correr como uno mientras gritaban. Los cuatro
afectados por las espadas fantasmales lograron ponerse de pie de alguna manera y gritaron
líneas como “¡No me dejeeen!” cuando se unieron a sus camaradas en retirada.
—¡Bieeen, es nuestro turno!
Klein saltó al frente con su espada blandida y Kirito y Agil lo siguieron inmediatamente.
Un pensamiento llegó repentinamente a Asuna mientras corrían.
«Todos se están divirtiendo.»
Eso incluyó a Kirito, Lisbeth y el resto, pero lo sintió de una manera más intensa cuando
vio a los otros cuatro parties.
Había conocido a la mayoría de esos veintiocho jugadores por primera vez hoy. Siendo
invitados por ellos que estaban reclutando participantes para la incursión del jefe en la plaza
del portal de transferencia de la ciudad principal del octavo piso, «Friben», fueron al Dungeon
después de presentarse brevemente y saltaron a la cámara del jefe con el mismo vigor que
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cuando subieron por la torre a toda velocidad. Esa energía habría sido completamente
impensable en los días del viejo Aincrad.
En el pasado, antes de la batalla para derrotar al jefe, había exploraciones y reuniones,

realizadas de vez en cuando, evaluando cualquier riesgo, y acumulando toda capacidad de
combate como les fuera posible; solo después de eso, lo desafiarían seriamente. Asuna
comprendía las circunstancias para que ALO fuera completamente diferente de SAO, en donde
ellos tenían esa condición absoluta de no terminar con ninguna víctima, pero, aun así, no podía
evitar pensar “¿En serio empezaremos así?” justo antes de la batalla del jefe de hoy. El octavo
piso del nuevo Aincrad era la línea del frente actual, lo que quería decir que su jefe, Wadjet the
Flaming Serpent, aún no había sido derrotado. ¿No sería apropiado llevar a cabo una pequeña
reunión de estrategias o confirmar sus posiciones si estaban enfrentando un oponente tan
poderoso? Ella se preguntaba.
Sin embargo, sintió finalmente que entendía ahora, después de que casi treinta minutos
habían pasado desde que la batalla inició.
Lo que verdaderamente importaba no era el hecho de derrotar al jefe, sino disfrutar el

proceso.
Incluso si derrotaban al jefe, no ocurriría debido al comando unilateral de un grupo

principal dominante, como los «Caballeros de la Sangre», una vez comandado por Asuna como
su sublíder. Los corazones de todos los jugadores latían como uno, pensando juntos, luchando
juntos, celebrando… o quizá, lamentándose juntos. Ese era el verdadero de un RPG online;
sería divertido incluso si terminaban derrotados, si probaban esa emoción.
El jugador Imp, que iba detrás de los dos que se estaban retirando, levantó su mano
izquierda cuando pasó cerca de Asuna y gritó.
—¡Nos repondremos en tres minutos, encárguense hasta entonces!
Mientras chocaba alegremente su palma, Asuna respondió.
—¡Nos encargamos! ¡Contamos con vosotros para los minions!
Después de que el grupo se fue con el tintineo de sus armaduras, ella escuchó líneas como
“¡Por qué estás tan amistoso!” y “¡No es así, idiota!” y Lisbeth que corrió a su lado estalló de
risa.
—Lo mismo de siempre, Asuna.
—¿A-A qué te refieres?
—Ocurría lo mismo en el viejo Aincrad de vez en cuando caminábamos juntas…
—¡N-No importa algo así ahora! ¡Mira, ahí viene el ataque del jefe!
Inmediatamente después de su respuesta un tanto agitada, Wadjet empezó a moverse

una vez más tras librarse de los debuffs.
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Cuando se les comparaba con los monstruos dioses malignos que deambulaban por la
vasta tierra de hielo debajo de Alfheim, Jötunheimr, los monstruos jefes del renovado Aincrad
eran inferiores en tamaño, pero poseían mucho más poder que ellos aparentemente. Eso fue
afirmado por el hecho de que habían despejado meramente siete pisos de los diez
implementados en el castillo flotante, incluso después de que había transcurrido más de un
mes. Ella escuchó que el jefe del octavo piso, Wadjet, también había estado haciendo que
guerreros poderosos de todas las razas en incursiones completas de siete parties de siete
jugadores cada uno huyeran sin excepciones desde hace una semana.
Con eso en mente, una sensación intensa de tensión la asaltó simplemente al mirar al
monstruo jefe con el rostro de un humano y el cuerpo de una serpiente que casi llegaba al
cielorraso con su cabeza levantada, pero forzó una sonrisa y se deshizo de ella. Lo que
importaba no era ganar, era disfrutar. No debía tener miedo de huir y luchar con todo lo que
tenía—
—¡¡Jaruaaa!!
Desatando su voz bizarra, Wadjet blandió el báculo que sostenía con su brazo inferior
izquierdo.
Respondiendo a ese movimiento, los pilares circulares que yacían en fila en la parte
exterior de la cámara retumbaron mientras giraban, revelando grandes espejos ocultos en sus
lados invertidos. Los dos parties que se habían retirado antes se separaron instantáneamente
sin esperar la orden de sus líderes, apegándose a los espejos que sumaban ocho.
El báculo de Wdjet disparó un rayo de luz que poseía poder suficiente capaz de matar
instantáneamente desde la bola de cristal en su extremo. La hacía un arma terrorífica por sí
sola, pero lo que la hacía más complicada era el cómo el rayo de luz sería reflejado en patrones
complejos en los espejos circundantes, imposibilitando predecir su trayectoria.
Parecía que esos espejos provocaban la aniquilación total siempre que aparecían en la
batalla del jefe habían empezado. Aparentemente, podían romperse después de golpearlos
incontables veces con armas, pero su durabilidad era extremadamente alta y dispararían el
rayo de luz antes de que destruyeran los ocho espejos, provocando varias víctimas.
Sin embargo, ahora, una semana después, se había ideado un método para encargarse de
ellos de una manera más eficiente que romperlos.
Los jugadores que apegaron a los ocho espejos cambiaron los ángulos de los espejos a la
fuerza por el frente y cayeron hacia atrás inmediatamente. Luego, un rayo de luz verde oscuro
emergió del báculo alzado de Wadjet.
El rayo de luz que llegó al espejo en el extremo oeste de la cámara debió haber rebotado
hacia otro espejo de inmediato originalmente, matando instantáneamente a todos los
jugadores en su camino. Sin embargo, el espejo cuyo ángulo fue modificado por los jugadores
reflejó el rayo de luz de una manera casi perpendicular, en otras palabras, hacia Widjet.
Impactado por la luz que disparó personalmente, el monstruo jefe chilló agudamente y se
retorció, reduciendo gratamente sus barras de HP uniformes. Dicho eso, solo estaban en la
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segunda barra con la mitad disminuida, pero la cantidad de muertos aún era cero. Se podría
decir que luchaban relativamente bien para ser un equipo improvisado que carecía de dos
parties para formar una incursión completa.
Parecía que Klein, actuando como el líder del party en esta ocasión, también pensaba así
ya que gritó enérgicamente mientras blandía su katana.
—¡Bieeeeeeen, podemos hacerlo! ¡¡Todos a la carga!!
Agil, blandiendo un hacha de dos manos, y Kirito, sosteniendo una espada de una mano,
saltaron de inmediato con Leafa y Lisbeth siguiéndolos por detrás. Agrupándose alrededor del
extenso torso del jefe, todos cortaron, atacaron y apuñalaron como uno.
Asuna tampoco quiso esperar en la retaguardia esta vez. Dicho eso, no lo atacó
precisamente con el báculo, sino con ataques mágicos. Componiendo un hechizo con su
habilidosa entonación a máxima velocidad, ella agitó su báculo hacia la parte superior del
cuerpo de Wadjet e incontables lanzas afiladas de hielo descendieron, encajándose en sus
escamas negras. Su aura de llamas se había disipado por el momento debido al daño
autoinfligido por el rayo de luz de muerte segura, así que la magia de elemento hielo contra la
que era débil lo atravesó, reduciendo su medidor de HP junto con los ataques físicos de Kirito y
los demás.
Retorciéndose con una herida grave, Wadjet empezó a enrollar su largo cuerpo de
serpiente más y más como un resorte. Habiendo notado ese movimiento desde lejos, Asuna
gritó fuertemente.
—¡Aquí viene el ataque de la cola! ¡Todos, prepárense para saltar!
Los atacantes que confrontaban al jefe saltaron fuertemente hacia atrás en ese instante y
se alistaron. Si fuera a clasificarse, Wadjet se inclinaría a ser el jefe de ataques elementales,
pero sus ataques físicos también eran poderosos, con el defecto de esquivar el primer golpe de
una Skill, donde enrolla su cola tres veces extremadamente cerca del suelo, provocando que la
persona caiga y también reciba el segundo y tercer golpe.
Asuna también dobló sus rodillas levemente y estimó el momento al mismo tiempo que
sus camaradas. Terminando de enrollar su cola, los ojos de la deidad resplandecieron de
carmesí oscuro. Ahora… ¡Salten!
Sin embargo, ocurrió en ese momento.
Un poco antes de que su avatar saltara, Asuna sintió que su consciencia tiró hacia arriba
por sí sola. El «fenómeno de separación» habitual.
«¡En un momento así—!» Ella tragó saliva mientras aguardaba la restauración de sus
sentidos. A pesar de que se suponía que el fenómeno duraba un mero instante, se sintió
desesperadamente extenso en esa situación. El poder acumulado dentro del enorme cuerpo
del jefe fue desencadenado, con su cola rugiendo mientras se aproximaba más. «Es inútil… no
hay tiempo suficiente.»
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Una conversación que tuvo antes de la batalla del jefe se reprodujo en su mente al borde
de que sus piernas fueron abatidas por el látigo grueso.
Una hora antes del encuentro con Leafa, Klein y los demás, Kirito y Asuna se conectaron
en la misma posada que ayer y llamaron a Yui para consultarle sobre esas circunstancias.
Habiendo regresado a su apariencia de vestido enterizo blanco original de la de una pixie

de navegación, Yui escuchó atentamente las palabras de Asuna en medio de la pareja, pero
murmuró una sola frase después de la explicación.
—Tu consciencia… se separa…
Asuna le asintió a Yui, sentada recatadamente en el sofá con sus ojos bien abiertos.
—Así es. Es difícil expresarlo con palabras, pero… creo que definitivamente hay alguna
clase de problema con la conexión con mi avatar.
—Cómo pudo ocurrir ese fallo… Me disculpo, Mama, si tan solo lo hubiera notado antes…
—No, no es tu culpa, Yui-chan.
Ella envolvió las mejillas de la chica cabizbaja entre sus manos.
—Yo soy la que debe disculparse por no discutirlo contigo antes. Pensé que pudo haber
sido por no estar acostumbrada al avatar al principio. Pero la posibilidad de muchas otras
causas emergió mientras charlaba con Kirito-kun ayer…
En ese momento, Kirito abrió su boca mientras se sentaba al otro lado de Yui.
—Qué opinas, Yui… ¿se te ocurrió una causa posible…?
—Veamos…
La chica AI entrelazó sus largas cejas entre las manos de Asuna y, al parecer, estaba
meditando, Levantó su rostro después de unos meros tres segundos aproximadamente, pero
su expresión seguía nublada.
—Desafortunadamente, soy incapaz de determinar una causa para el fallo solamente con
la información que me diste antes, Mama… Además, soy incapaz de revisar directamente los
paquetes intercambiados entre tu AmuSphere y el servidor de ALO con mis derechos actuales.
Tal vez sea capaz de obtener algunos datos si estoy cerca cuando el fenómeno ocurra…
—Ya… veo. Lo siento, Yui-chan, por exigirte tanto…
Yui sostuvo firmemente las manos de Asuna cuando trató de disculparse por afuera con
las suyas. Retirándolas de sus mejillas, las puso en medio y les ejerció fuerza.
—Aunque aún soy capaz de conjeturar hasta cierto punto.
—Eh… ¿En serio?
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—Sí. En primer lugar, podemos asumir que la causa del fenómeno de separación no yace
en el AmuSphere o en ti, Mama. En ese caso, mi primera idea sería un desperfecto por parte
del servidor, pero el Cardinal System no había detectado ningún error por el momento y
ningún usuario había reportado un desperfecto de la misma clase.
Asuna miró fijamente a la niña, quien comenzó a hablar lúcidamente mientras sostenía
sus manos, con silenciosas emociones fuertes.
Ayer, Kirito y Asuna se preocuparon por que esta discusión colocaría una gran carga sobre
Yui. Sin embargo, parecía que esa ansiedad era errónea. No solo Yui admitió inmediatamente
que no podría resolver el problema, también se esforzó para manejarlo. La niña también
estaba madurando con el paso de los días.
—Por consiguiente, concluyo que el problema en cuestión está en el servidor de ALO… en

otras palabras, algo que existe dentro de ALfheim está provocando una interferencia irregular
en Mama. Aunque aún soy incapaz de determinar si es un jugador o un objeto, si es
intencional o no, por el momento.
—Interferencia… irregular…
Asuna repitió las palabras de Yui esta vez.
Incluso si era un jugador el que inducía el fenómeno de separación de Asuna, no podría

ser un jugador ordinario. Ninguna magia o ítem era capaz de eso, así que tenía que ser uno con
una autoridad superior definitivamente… sería obra de un cracker o de un Game Master.
Lo que llegó a la mente de Asuna tras llegar a ese punto en sus pensamientos fue el hecho
de un hombre en particular. El que confinó a Asuna en una jaula por más de dos meses, el Rey
de las Hadas Oberon, Sugou Nobuyuki.
Sin embargo, ese hombre aún estaba en custodia en el centro de detención de Tokio y no
podría estar interfiriendo con el servidor de ALO o algo así. Kirito pensó lo mismo
probablemente ya que su rostro se tensó por un momento y sacudió levemente su cabeza de
inmediato. Mirando los ojos de Yui con su expresión de siempre, preguntó.
—Oye, Yui. Mencionaste que tal vez haya sido un objeto el que había estado interfiriendo
con Asuna, ¿cierto? ¿Qué se… supone que signifique exactamente? ¿Algo como un ítem en
particular o una formación terrestre podría superar los límites del sistema y ejercer una
influencia sobre los jugadores…?
Con eso, la chica inclinó su cabeza levemente como si se preguntara cómo explicarlo y
comenzó a hablar a un ritmo lento.
—Papa y Mama seguramente ya lo sabéis, pero yo fui desarrollada originalmente como

una versión prototipo del «Mental Health Counselling Program»9 que se encarga de los
estados mentales de los jugadores. En otras palabras, eso quiere decir que el Nerve Gear tenía
la capacidad de leer no solamente las sensaciones y las señales de movimiento de los que lo
9
Programa de Asesoramiento de Salud Mental.
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portaban, sino también sus emociones. El Cardinal System del antiguo SAO monitoreaba los
estados mentales de todos los jugadores y compilaba esa información…
Asuna ya había sabido todo hasta ese punto. Cuando se conocieron por primera vez, Yui
habló como si fuera un infante de solo dos o tres años porque la incapacidad de tratar la
enorme cantidad de emociones negativas de los jugadores dañó su programa central.
Tras mirar cada uno de sus rostros, Yui continuó con una voz firme.
—Sin embargo, el análisis de señales que representaban a las emociones era retardado en
comparación a los de las sensaciones y movimiento. Solo la cantidad considerable de datos
acumulados de las emociones negativas como el «enfado», la «tristeza», el «miedo» y la
«desesperación» podían distinguirse del resto, impidiendo que Cardinal… y también a su
subprograma, yo, analicemos esas otras emociones en ese momento. Entonces, siempre que
hubiera un insumo de un patrón emocional único, pero intenso, Cardinal guardaría sus datos
en bruto junto con el ambiente circundante. Entre los datos registrados, estaba el ID del
jugador que transmitía las señales, por supuesto, y, además, estaba la hora, ubicación e incluso
los ítems poseídos.
—¡…!
Asuna exhaló una pequeña bocanada de aire mientras intercambiaba miradas con Kirito.
Esta era la primera vez que escuchaba esto. La explicación de Yui fue un tanto complicada
de entender, pero el punto esencial era el siguiente. Durante momentos cuando los jugadores
poseían emociones intensamente peculiares, el Cardinal System que administraba el servidor
del antiguo SAO no registraba los datos comprimidos del análisis del patrón, sino los datos en
bruto… es decir, la «emoción en sí». Sin embargo, ¿eso no sería un acto equivalente a copiar el
alma de un jugador, incluso si era meramente una capa de ella, en cierto sentido?
En el momento en que se preguntó si eso era posible con la tecnología FullDive actual,
Asuna recordó. Que ella había avistado un ejemplo real de ese fenómeno con Kirito.
—Es cierto… Kirito-kun, ¿lo recuerdas…? Hace mucho, cuando investigamos el caso del
asesinato del área interna…
Quizá habiendo pensado lo mismo, Kirito asintió inmediatamente.
—Sí. Definitivamente lo vimos en la cima de la colina del campo del decimonoveno piso
después de que resolvimos el caso. La asesinada Griselda-san estaba de pie al lado de la
tumba. Eso… no fue una ilusión, fue el corazón de Griselda-san, guardado y vinculado a la
tumba… no, el anillo siempre estuvo enterrado bajo la tumba… ¿fue eso…?
No tenían forma de confirmarlo después de todo este tiempo. Yui no comentó sobre ese
tema tampoco. Kirito acarició eventualmente la pequeña espalda de Yui de una manera gentil
con su mano izquierda mientras guardaba silencio. Con una voz tranquila, preguntó otra vez.
—Lo que estás diciéndonos, Yui, es que siempre que los jugadores exhibieran emociones
fuertes en el antiguo SAO, esos datos se guardarían junto con el paisaje e ítems… ¿así es?
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Kirito preguntó a la pequeña hada que asintió una vez más.
—En ese caso, ¿lo que dijiste antes sobre un objeto que cause el fenómeno de separación
estaba refiriéndose a eso, Yui? Para decirlo de otra manera… ¿el corazón de un jugador,
alojado en un ítem, está interfiriendo con Asuna o algo así…?
Yui tampoco respondió inmediatamente esta vez. Sin embargo, en lugar de un silencio
para elegir las palabras adecuadas, Asuna sintió que fue provocado por quedarse perpleja por
el razonamiento que había expresado.
—No puedo responder con un sí en esta fase inicial…
Tras murmurar con una voz reservada, Yui levantó el rostro y habló con un tono distintivo.
—Pero aprendí esto después de hablar y explorar con muchas personas como Lisbeth-san,
Silica-san, Leafa-san, Klein-san, Agil-san y los demás, y, por supuesto, ustedes también, Papa y
Mama. Que el corazón humano y el sistema FullDive tienen mucho más potencial que lo que
puedo entender en este momento. Por consiguiente, tampoco puedo decir no a su pregunta.
Papa, como he mencionado al principio, creo que esa conjetura es plausible.
Un jugador desconocido.
Alternativamente, el «fragmento del corazón» de un jugador, albergado en un ítem o

quizá un objeto topográfico. Cualquiera podía ser el origen del misterioso fenómeno de
separación.
No era nada más que una conjetura, pero eso era lo que Yui dijo antes de la batalla del
jefe. La hora de reunirse llegó entonces, así que no pudieron adentrarse más al tema, pero
Asuna interpretó a su propia manera las palabras de Yui mientras se desplazaba al nuevo
Aincrad.
En otras palabras, ¿no podría ser que alguien estuviera llamándola? Alguien que jugaba
ALO actualmente… o quizá alguien que solía jugar SAO estaba llamando a Asuna. Por esa
razón, su alma sería halada hacia esa persona, extrayéndola prácticamente de su avatar, por
así decirlo. Si esa era la verdad, estaba segura de que la persona no tenía una mala intención
específica, fuera un varón o una mujer. Esa persona no podía decidir la hora ni el lugar,
interfiriendo con el juego de Asuna de esta manera. Como en este mismo momento.
Mientras que la ilusoria sensación de flotación la abrumaba, el paisaje a su alrededor

cambió con ella.
La cámara del jefe de mármol negro se desvaneció gradualmente y una cámara

completamente diferente se proyectó vagamente ante ella.
Una pared se formó de un patrón aleatorio de bloques marrón claro y un suelo del mismo
color. Los alrededores estaban infestados de una gran cantidad de monstruos… Elementals de
minerales, rocas ennegrecidas esculpidas en forma de humano, y Dwarves oscuros, pequeños
y corpulentos con un arma que parecía ser un pico en mano. A pesar de cómo pudo sentir que
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había visto este espectáculo que titilaba como un bochorno en alguna parte antes, no pudo
recordar el momento o lugar. Era exactamente igual a esa extraña sensación que la sorprendió
anoche mientras contemplaba el paisaje nocturno por la ventana.
En otras palabras, ¿este recuerdo no le pertenecía a Asuna, sino a aquella persona que
estaba llamándola…?
Vio la habitación fantasma y a los monstruos por un breve instante. Cuando se

desvanecieron, su consciencia también retornó a su avatar. Sus ojos que se abrieron
rápidamente avistaron la persistente cola de Wadjet the Flaming Serpent que volaba hacia ella
de la misma manera que una segadora de césped, casi tocando el suelo.
Sus camaradas dentro del rango del ataque saltaron verticalmente de inmediato. Sin
embargo, Asuna fue la única que se impulsó del suelo a una velocidad leve, pero fatalmente
lenta. «Es inútil, no lo lograré…»
—¡Asuna!
Junto con ese grito abrupto, un impacto provino no por su delante sino desde su costado.
Su cuerpo fue levantado rápidamente y la cola de Wadjet rozó las puntas de sus botas
inmediatamente después de eso. Olvidando revisar su propio medidor de HP, Asuna miró el
rostro del Spriggan vestido de negro que la abrazaba firmemente.
—Ki-Kirito-kun, por qué…
¿Por qué sabías el tiempo de la «separación»? Kirito susurró en respuesta a la única

palabra con esa implicación.
—Yui la detectó antes.
Continuando, la pixie sentada sobre el hombro de Kirito remarcó con una cara seria.
—Hace ocho segundos, una especie de señal fue dirigida a Mama. El análisis tomó un
poco de tiempo.
—Realmente hay alguien que…
Murmurando con confusión, Asuna notó finalmente que había estado suspendida en el
aire por varios segundos. Tras mirar atentamente, pudo ver que una tenue fosforescencia se
emitía de las alas grises que brotaron de la espalda de Kirito.
Las nueve razas de hada de Alfheim estaban equipadas con la capacidad de volar sin
excepciones, incluso los Gnomes y los Leprechauns que parecían incompatibles con los cielos.
La restricción del tiempo de vuelo que existió durante la era de RCT Progress también fue
abolida en la actualización de mayo, así que, ahora, uno podía volar por horas consecutivas si
lo deseaba, pero existían las excepciones. El helado mundo subterráneo, Jötunheimr, y los
Dungeons de varias naciones. Por supuesto, las torres de los Dungeons del renovado Aincrad
también fueron incluidas en la lista de áreas que restringían el vuelo.
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Sin embargo, había otra excepción. Solo los Spriggans, que sobresalían en la cacería de
tesoros, poseían una Skill avanzada única para volar temporalmente, incluso cuando estaban
bajo tierra. Dependía del nivel del dominio, pero la duración era corta y Kirito utilizó esta
excepción secreta para salvar a Asuna.
—Gracias, Kirito-kun…
Lo siento; las palabras con las que Asuna trató de continuar fueron interrumpidas por una
sacudida de la cabeza de Kirito.
Casi veinte jugadores saltaron continuamente de manera coordinada para esquivar el

segundo y tercer ataque de cola del suelo. Cuando el ataque de área físico de Wadjet
concluyó, Kirito descendió al suelo mientras abrazaba a Asuna. La duración de la Skill expiró y
sus alas grises se desvanecieron en silencio. Si no estaba equivocada, esta habilidad debía
tener un periodo de enfriamiento que superaba por encima de los quinientos o seiscientos
segundos, así que tardaría un rato hasta que pudiera volar otra vez. Ella no recibiría ninguna
ayuda si el fenómeno de separación atacaba una vez más antes de entonces.
Quizá adivinando los pensamientos internos de Asuna, Yui voló desde el hombro
izquierdo de Kirito hacia el hombro derecho de Asuna con un rebote. Colocando su boca cerca
del oído de Asuna, susurró.
—Mama, grabé el patrón aproximado de la señal, así que seré capaz de advertirte más
rápido la próxima vez.
—Bien, te lo encargo, Yui-chan.
Después de responder con una voz susurrante, Asuna volteó hacia sus camaradas y gritó.
—¡Lo siento, tropecé un momento! ¡Me aseguraré de evadirlo la próxima vez!
Lisbeth levantó su mano izquierda con un “¡No te preocupes!” sin dudarlo. Durante eso,
Kirito dejó el lado de Asuna y corrió hacia Wadjet que estaba en un estado de retraso.
Mirando la espalda de Kirito mientras él oscilaba su espada junto con Klein quien estaba
gritando “¡Uoryaaa!”, Asuna frunció el ceño repentinamente.
De alguna manera, sentía que Kirito permaneció más tranquilo durante toda esta batalla
del jefe de lo habitual. No, él tal vez ya había empezado a hablar menos desde el momento en
que le confió a Klein la posición del líder del party. Pensó en confirmarlo con Yui sobre su
hombro derecho, pero cerró su boca inmediatamente que acababa de abrir. Tenía que
enfocarse en la batalla en este momento.
El medidor de HP de siete etapas de Wadjet se adentró en la zona roja de su segunda

barra por los ataques simultáneos de los atacantes quienes evadieron el ataque de la cola sin
lastimarse. La deidad con el cuerpo de una serpiente emitió un furioso grito mientras oscilaba
la antorcha de bronce que su brazo inferior derecho sujetaba.
—¡¡Invocación de minions, iniciando!!
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Asuna ya había retrocedido un poco y comenzó a entonar el hechizo «Purified Surface» un

poco antes de que Klein gritara. Los dos parties que se dirigieron a la retaguardia no serían
capaces de lidiar con los Fire Elementals que aparecieran en todo el vasto espacio por sí solos.
El party de Asuna debía dejarle el jefe al party de los Salamander y al party de los Sylphs
mientras enfrentaba a los minions.
Klein también tomó esa decisión probablemente. Pensó darle una señal a Asuna y voltear,
pero se percató de que ya estaba entonando un hechizo y sonrió.
—¡Bieen, volvamos y encarguémonos de los Fire Eles… ¡espera, oye, Kirinoji!
Tras desplazar su visión al escuchar la voz inquieta de Klein, ella vio que Kirito se mezcló
con los otros dos parties y se alejó una buena distancia. Quizá habiéndose percatado de la voz
de Klein tras correr unos pocos pasos, se quedó inmóvil.
Asuna continuó su entonación mientras miraba fijamente el rostro de Kirito mientras

regresaba con su mano izquierda levantada como si se disculpara. El él de siempre nunca
cometería ese error en medio de una batalla de jefe.
¿Perdió la concentración por preocuparse demasiado por el fenómeno de Asuna? O —

¿había otro motivo…?
Pensando en eso en un rincón de su cabeza incluso mientras terminaba de entonar el

hechizo a toda velocidad, Asuna encajó su báculo de su mano derecha en el suelo con un ruido
agudo. Sintiendo el frío del agua sagrada que empapaba sus botas, no pudo evitar susurrarle a
Yui sobre su hombro derecho. De una forma u otra, no podía hacer nada mientras mantenía
esta magia.
—Oye, Yui-chan, Kirito-kun ha estado…
Con eso, la pixie asintió como si hubiera estado esperando esas palabras todo el tiempo.
—Sí, Papa es un poco diferente de lo habitual.
—Eso pensaba… Me pregunto por qué…
—Yo tampoco lo sé…
Yui, quien albergaba mucha más información sobre el humano conocido como Kirito que
Asuna en cierto sentido, fue la que lo dijo, así que él realmente estaba actuando «diferente de
lo habitual» hoy. Ciertamente, parecía impensable que la razón para ello no estaba relacionada
al fenómeno de separación de Asuna.
Cuando esta batalla termine, hablaré apropiadamente con Kirito-kun otra vez. Acerca de
todo, incluyendo esas misteriosas escenas que vi anoche y antes.
Decidiéndolo en su corazón, Asuna sujetó firmemente su báculo y enfocó su consciencia

en la batalla en su vista.
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Aproximadamente treinta minutos más tarde—
Habiendo soportado hasta el final los dos solos aparentemente, Kirito y Klein fueron
trasladados al punto de guardado en la primera planta del Dungeon. En el instante en que sus
avatares se materializaron, el usuario de katana presionó ambos puños y gritó.
—¡Kuwaaaaaaaaaaaah, estuvo cercaaaaaa! ¡Y también solo quedaba uno de esos

medidoreeeeeeeeees!
Con eso, Agil, quien «retornó de la muerte» al mismo tiempo que Asuna y los demás,
respondió con una sonrisa amarga.
—Aunque esa barra es la parte difícil. Escuché que los patrones de ataque de Wadjet
cambian cuando está en su último medidor como los jefes de abajo.
—Ya lo seeé, pero ¿no creen que pudimos haber hecho algo con la motivación si
llegábamos a la última?
—¡Por supuesto que no! ¡Más bien, no lo hiciste cuando llegamos a ella!
Lisbeth y Leafa no fueron las únicas que estallaron de risa por el diálogo que parecía una
sátira de comedia, los cuatro parties que conformaban la incursión también rieron.
El «fenómeno de separación» no había ocurrido desde entonces y Asuna centró todo lo

que tenía en la batalla, pero el desafío para derrotar al jefe del octavo piso terminó con una
total aniquilación. Sin embargo, todos tenían caras animadas. El que reclutó para la incursión,
el líder Sylph, se acercó mientras sus grebas de acero resonaban y llamó a Klein con una
sonrisa aún en su rostro.
—No, honestamente, sí creo que estuvimos muy cerca de algo. ¿No crees que pudimos
haberlo vencido con una incursión completa?
—¡Oh, por supuesto! Nuestra cooperación también fue muy buena, si tan solo la tasa de
aparición de los Eles de fuego no hubiera aumentado extrañamente en ese momento…
—Bueno, habríamos sido aniquilados por el láser antes de eso si ustedes no estuvieran
aquí. En serio, ustedes se mueven genial.
Klein rio con un “Hehe” mientras sostenía la mano derecha extendida del Sylph con
pasión.
Tras soltar su mano, el líder de la incursión asumió un rostro levemente pensativo antes
de desplazar su vista hacia Agil, Lisbeth y el resto mientras hablaba.
—Oigan, si están de acuerdo, ¿no lo desafiarían otra vez con nosotros después de volver a
la ciudad? Tal vez seamos capaces de encontrar otros dos parties a esta hora.
—¡Claro, no nos molestaría! ¿Qué hay de ti?
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El objetivo de la pregunta de Klein, Agil, respondió en inglés con un “Why not” y los cuatro
miembros del escuadrón de las chicas expresaron su afirmación cuando el par volteó hacia
ellas.
El usuario de katana vestido con una armadura de samurái roja sonrió y empezó a gritar
“Bien, entonces es…” antes de que una de sus cejas se torciera hacia arriba debajo de su
bandana. Se percató que el que debió haber concordado inmediatamente con él
habitualmente había estado en silencio. Girando sus ojos hacia Kirito, de pie a una corta
distancia, gritó con una expresión perpleja aún en su rostro.
—Oyeeeee, tú también vienes, ¿cierto, Kirinoji?
El rostro del Spriggan vestido de negro saltó al escucharlo. Como si la conversación de

antes lo hubiera atravesado, mostró una sonrisa, aunque también parecía un tanto rígida para
los ojos de Asuna, y habló.
—S-Sí, por supuesto…
Pero, en ese momento, su visión permaneció en el vacío. Sus labios débilmente fruncidos
se movieron cautelosamente poco después.
—No, tengo algo que hacer después de esto. Lamento arruinar el ánimo, pero tengo que
irme.
—B… Bien, aunque no tengo problema con ello…
Klein pensaba decir algo más después de eso, pero frotó su mentón peludo como si se
contuviera. Formó una sonrisa otra vez y sonrió.
—¡Bieeen, me encargaré del resto! ¡Me aseguraré de enviarte una foto cuando llegue al
noveno piso!
Prosiguiendo desde allí, Agil también expresó una línea que parecía un tanto familiar.
—También te escribiré un ensayo de ochocientas palabras o menos sobre lo que pienso

de los tesoros que consigamos de Wadjet.
—Lo estaré esperando.
Kirito mostró una breve sonrisa burlona y se inclinó lacónicamente ante el líder Sylph
antes de voltear su cuerpo. Sus ojos se encontraron momentáneamente con los de Asuna,
pero solo dejaron lo que parecía ser un guiño de disculpa mientras comenzaba a caminar hacia
la salida de la torre en el sur a una velocidad rápida.
Ella sintió que Yui, sentada sobre su hombro derecho, se tensó demasiado. Asuna también
dirigió un pie adelante sin pensarlo en ese instante, pero detuvo su pisada. Asuna era la única
maga del party. No podía irse…
—Asuna-san, ve por favor.
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Repentinamente, escuchó eso. Asuna no supo cuándo, pero Leafa estaba detrás de ella
cuando miró hacia atrás con sorpresa; ella levantó su mano derecha con una leve sonrisa y
tocó su espalda con un palmoteo.
—Le preguntaré a otros dos, así que está bien. Cuento contigo por Onii-chan.
—Pero…
Después de murmurar eso mientras desplazaba su rostro hacia ambos lados, Lisbeth,
Silica, incluso Agil y Klein, asintieron con sonrisas en sus rostros.
Inhalando un gran respiro y reafirmando su corazón, Asuna inclinó intensamente su

cabeza. Levantando la parte superior de su cuerpo, le gritó a sus camaradas y a los miembros
de la incursión.
—¡Lo siento mucho! ¡Permítanme retirarme ahora por favor!
“¡Gracias!”, “¡Hasta la próxima!”, “¡No entiendo lo que ocurre, pero buena suerte!”;
varias voces emergieron de las decenas de personas que observaron la conversación tras eso.
Ella se inclinó otra vez y volteó con fuerza.
La presencia de Kirito ya había desaparecido del camino que continuaba por decenas de
metros hacia el sur desde la habitación segura. Sin embargo, Yui reportó claramente desde su
hombro.
—¡Papa está volando hacia el extremo en este momento!
—Gracias, Yui-chan.
Respondiendo con un susurro, Asuna depositó el báculo de su mano derecha en una

ventana que abrió rápidamente y comenzó a correr con la salida del Dungeon como meta.
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Parte 3
El atardecer cubrió el campo sin que ella se diera cuenta.
ALfheim recorría un ciclo de día y noche en dieciséis horas, así que no estaba sincronizado
con el mundo real. Eran más de las 5PM en este momento, así que los cielos aún debían ser
azules en esta temporada cuando el solsticio de verano había transcurrido, pero incluso la
posluminiscencia se había extinguido en el hogar de las hadas.
El octavo piso de Aincrad era un piso de bosques. El tercer piso también tenía a los
bosques como tema, pero, comparado con ese piso, donde había más que unos pocos
pastizales y superficies rocosas, el octavo piso estaba repleto de bosques. Después de todo, no
existía nada que se consideraría tierra allí. Agua sin profundidad cubría la superficie del piso,
dejándola intransitable, y los jugadores tenían que utilizar los senderos suspendidos que
servían como sustitutos para eso, los árboles descomunalmente enormes (por supuesto,
mucho más pequeños que el Árbol del Mundo Yggdrasil) que extendían sus gruesas ramas por
todas partes o los puentes de suspensión artificiales también construidos en todos lados, para
movilizarse.
En el antiguo SAO, caer descuidadamente significaba buscar un árbol con una escalerilla y
atravesar el agua, pero ya no era un tema de preocupación. Asuna salió del enorme árbol
negro incinerado que servía como el recipiente del Dungeon e ignorando la escalera espiral
ubicada en el árbol a su lado, agitó fuertemente las alas de su espalda.
El Dungeon no era lo único quemado como el carbón; los árboles de los alrededores
también estaban quemados, debido a la labor del nuevo jefe del piso. Wadjet, la deidad
serpiente de las llamas —o eso relataba la historia. El jefe de los viejos tiempos era un ser
completamente diferente y los árboles de esta área también eran completamente verdes, así
que los diseñadores del mapa de la nueva compañía de administración, Ymir, probablemente
se esforzaron mucho para quemarlos.
Ascendiendo cerca de cincuenta metros en casi línea recta, ella voló horizontalmente
cuando la vista se amplió hasta cierto punto. Las copas de los imponentes árboles gigantes de
este piso tocaban la base del noveno piso, así que no saldría del bosque incluso si ascendía
otros cincuenta metros. En otras palabras, este era uno de los pocos pisos donde era posible
tocar la base del siguiente piso directamente si se esforzaban en trepar árboles, pero, por
supuesto, cavar un hoyo superaba todo método.
Pasando un tronco que parecía tener un diámetro de diez metros mientras volaba, Asuna
le pidió a Yui que se trasladara de su hombro a su pecho.
—¿En qué dirección está Kirito-kun?
—Llegará a la circunferencia exterior pronto. ¡No seré capaz de detectarlo si la distancia

aumenta un poco más!
—¡Entendido! Él es muy rápido, cielos.
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Acercando sus brazos a su cuerpo, aceleró con todo lo que tenía. Ella se familiarizó con el
sistema de vuelo exclusivo de ALO de inmediato y también dejó de utilizar el controlador
auxiliar en dos, tres días, pero aún no rivalizaba con Kirito y Leafa al volar si se ponían serios.
Dependiendo de la luz emitida de los faroles de los puentes suspendidos establecidos de
tronco a tronco, voló mientras evadía obstáculos por un pelo.
Eventualmente, una luz azul apareció al frente. La luz de la luna, ella alcanzaría la
circunferencia exterior muy pronto. Kirito probablemente ya estaba afuera del castillo
flotante. En el instante en que lo pensó, Yui gritó otra vez.
—¡Papa está ascendiendo paralelamente la pared exterior externa de Aincrad!
—Eh…
Asuna abrió completamente sus ojos de manera gentil. Kirito mencionó que “tenía algo
que hacer”, así que ella imaginó que estaba dirigiéndose hacia Yggdrasil City en el Árbol del
Mundo para desconectarse. Sin embargo, ahora que lo pensaba, las posadas de los variados
pueblos del octavo piso bastarían para una desconexión de emergencia e incluso si iba a
Yggdrasil City, podía transferirse allá directamente con el portal de transferencia del primer
piso, la Ciudad Inicial.
En otras palabras, el objetivo de Kirito estaba en alguna parte de los pisos superiores de
ALO… no, de Aincrad.
Sin embargo, este octavo piso era la línea del frente de Aincrad en el día actual, 22 de
junio. Las circunferencias exteriores del noveno piso en adelante estaban completamente
selladas, imposibilitando que los invadieran por afuera. En el pasado, Asuna acompañó a Kirito,
Lisbeth y los demás en un intento de volar hacia el «Palacio Rubí» que debía estar en el
centésimo piso, pero llegaron a la altitud máxima de vuelo en el quincuagésimo piso y su paseo
fue limitado a la pared de acero que se extendía infinitamente.
Kirito también debía estar consciente de que no podía entrar a los pisos superiores. ¿A
dónde exactamente planeaba ir a pesar de eso…?
Mientras pensaba en eso, Asuna salió a los cielos ilimitados desde la abertura del sur del
octavo piso.
La vista que la recibió si levantaba la mirada era la de una luna llena que yacía en medio
del cielo. Iluminando la pared exterior del sellado castillo flotante de blanco azulado. Una
pequeña silueta ascendía por el borde de aquella pared. Como si estuviera tratando de llegar a
la zona del quincuagésimo piso tan rápido como podía. Sintiendo una especie de tensión por el
vuelo recto, Asuna dudó por un momento sobre si realmente debía seguirla.
—Kirito-kun…
Que lo llamara de una manera no deliberada coincidió con el murmullo “Papa…” de Yui,
con su rostro asomado en el collarín de su túnica corta. Asuna se decidió en el instante en que
escuchó esa voz frágil. Doblando sus piernas, pateó el aire con toda su fuerza. Estirando su
cuerpo, aceleró hacia arriba como una flecha azul.
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La distancia hasta Kirito era equivalente a siete de los pisos de Aincrad —en otras
palabras, setecientos metros. En el antiguo SAO, siete pisos arriba era prácticamente otro
mundo, pero eso también era en el pasado. Asuna poseía estas cuatro alas ahora,
resplandeciendo de azul claro.
Mientras volaba desesperadamente tras su amado, Asuna tuvo una premonición. Aún no
sabía hacia dónde se dirigía Kirito, pero estaba segura de que allí yacía la respuesta necesaria
para resolver el misterio del «fenómeno de separación». Él probablemente ideó una hipótesis
basándose en la conversación con Yui y, ahora, estaba tratando de probarla.
Rasgando la atmósfera virtual mientras surcaba por los cielos por arriba, Kirito no intentó
reducir su velocidad incluso después de pasar por el vigésimo piso. No se detuvo incluso donde
el «hogar del bosque» de la pareja supuestamente les esperaba, el vigesimosegundo piso;
pasó por donde el gigantesco gremio, el «Ejército de Liberación de Aincrad» fue devastado, el
vigesimoquinto piso. A dónde se dirigía exactamente… en el momento después de que ella
pensó esto, la sombra negra decidió voltear en una curva cerrada. Todo su cuerpo se zambulló
hacia la imponente pared exterior de acero a su lado.
—¡Ah…!
Un grito tartamudo se filtró de ella, esperando una colisión, pero Kirito desplegó sus alas
ante la pared y frenó estrechamente. No colisionó con ella con fuerza suficiente para reducir
su medidor de HP, pero el impacto que sus manos generaron en la pared llegó hasta Asuna
quien estaba muy por debajo.
Ese lugar era… el vigesimoséptimo piso.
Si no estaba equivocada, la ciudad principal se llamaba «Ronbaru». Escarpadas montañas

rocosas cubrían todo el piso, con el pueblo y el Dungeon excavados en ellas. Podía obtenerse
abundantes ítems minerales, así que era un piso popular entre los jugadores de la clase
artesana en SAO, pero apenas impresionaba a Asuna. El monstruo jefe de la categoría
Elemental metálico montó una cantidad razonable de resistencia, pero ella recordó que se
alojó en el piso por unos meros días.
Esas circunstancias no debían ser distintas para Kirito, quien también fue parte del grupo
de despeje. ¿Por qué vino al vigesimoséptimo piso a pesar de eso?
La silueta negra mantuvo sus manos presionadas sobre la pared exterior de acero sin
moverse ante Asuna, observando con todo su corazón. Como si pensara que la pared podría
abrirse realmente si oraba lo suficiente.
Sin embargo, naturalmente, no tuvo efecto en la pared inmortal. Asuna redujo su

velocidad casi en el momento en que llegó al vigesimosexto piso, llegando detrás de Kirito a
una velocidad relativa a confiarle su cuerpo al impulso hacia arriba al final.
Ella no gritó. Yui, en su pecho, también guardó silencio. Los monstruos voladores también
aparecían raramente a estas alturas, así que todo lo que existía alrededor del trío era la luz de
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la luna que se vertía incesantemente, el viento nocturno que soplaba y, por último, el castillo
flotante de acero.
Poco después, las manos de Kirito dejaron la pared exterior del vigesimoséptimo piso.
Bajando sus manos tranquilamente, sus alas giraron con la vibración más mínima.
—Asuna. Yui.
Una sonrisa fugaz apareció mientras decía los nombres del par. Ella casi nunca avistó esa
expresión durante toda su relación de más de dos años y ocho meses.
—Kirito-kun…
Susurrándole, Asuna cerró la distancia meramente un poco. Sin embargo, dudó en

acercarse más. Había mucho que quería preguntar, pero no sabía por dónde empezar.
Apartando su vista de Asuna, flotando en medio del aire, Kirito observó sus alrededores y
señaló abajo hacia la derecha.
—Hablemos por allí.
Tras echar un vistazo, había algo como un puente que sobresalía de la pared exterior del
castillo flotante. Su longitud sola era de casi tres metros, pero bastaba como un reemplazo
para una banca. Asintiendo, Asuna se trasladó con Kirito y se sentó lentamente en la barra de
acero.
Sentándose a su lado por la derecha, Kirito levantó su mano derecha y acarició

gentilmente la cabeza de Yui con las puntas de sus dedos mientras ella solo asomaba su rostro
por el collarín de Asuna. Mientras exhibía una sonrisa delicada como si contuviera una clase de
dolor en su corazón, comenzó a hablar con un tono tranquilo.
—Lo siento, Yui. Asuna también… te preocupé, ¿cierto?
Como sustituto de una respuesta, Yui salió de las ropas de Asuna y se sentó secamente en
el hombro derecho de Kirito. Sus redondos ojos negros se desplazaron hacia Asuna. Continúa,
Mama; parecieron incitarla.
Asintiendo en respuesta, Asuna se decidió y preguntó.
—Kirito-kun… ¿había… algo aquí, en el vigesimoséptimo piso?
Su boca se cerró por un momento, pero reiteró una última mitad después de pensarlo un
poco.
—¿Algo, ocurrió… hace tiempo, en el vigesimoséptimo piso…?
En ese momento—
Sus propias palabras formaron una llave que abrió una puerta en sus recuerdos y Asuna
abrió completamente sus ojos.
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Algo sí ocurrió. En este piso, Asuna había escuchado una vez esa historia de los labios de
Kirito. No había mencionado el número del piso específico, pero era tan claro ahora. Este piso
definitivamente fue… la chispa que provocó que Kirito rechazara los gremios y parties,
continuando su lucha como el único jugador solitario del grupo de despeje, ese incidente es…
—Sí… eso es.
Adivinando probablemente los pensamientos internos de Asuna por su expresión, Kirito lo

reconoció vagamente y habló.
—Fue en el Dungeon de este vigesimoséptimo piso donde… el gremio al que entré por
primera vez, los «Gatos Negros de la Luna Llena», fue aniquilado completamente…
Kirito le había contado a Asuna sobre la tragedia de los Gatos Negros, que siempre había
albergado en su corazón, dos días antes de que se casaran en frente de su casa en el bosque.
En otras palabras, fue el 22 de octubre, 2024.
Ellos conocieron a Yui por primera vez en el bosque del vigesimosegundo piso una semana
entera después de eso, pero incluso ella sabía al menos un resumen de ese incidente ahora.
Kirito no habló sobre el pasado a largo plazo otra vez y comenzó una historia del presente con
una voz suave.
—Hoy, cuando me enteré de que las emociones fuertes de los jugadores podían grabarse
en el servidor de SAO depositándolas en el entorno o en ítems por Yui… Pensé esto. Que los
sentimientos de todos los Gatos Negros aún permanecerían en ese caso… ese miedo y
desesperación del instante en que fueron asesinados por los Elementals minerales y Dwarves
oscuros en la habitación secreta del Dungeon del vigesimoséptimo piso…
«¡¡—!!»
Esa visión que invadió a Asuna durante la batalla contra Wadjet revivió distintivamente en
su mente en el momento en que escuchó esas palabras.
Ese diseño, similar a bloques apilados de piedra arenisca y la enorme cantidad de

Elementals y Dwarves que cubrían esa habitación estrecha eran inequívocamente del Dungeon
de vigesimoséptimo piso del antiguo Aincrad. Era la misma escena que Kirito describió,
¿cierto?
—Kirito-kun.
Asuna forzó esa voz débil por medio de su garganta de alguna manera. Le explicó de
alguna manera ese fenómeno descriptible a Kirito quien levantó su rostro abatido. La escena
que vio durante la batalla del jefe, de la aniquilación de los Gatos Negros de la Luna Llena con
la habitación secreta como escenario, y esa escena que vio desde su alcoba anoche después de
desconectarse, de las calles nocturnas. El fluido cauce murmurante y las luces de las calles
rodeadas por la neblina nocturna…
—……
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También sorprendió a Kirito aparentemente como lo esperaba, dejándolo sin palabras por
varios segundos, pero él asintió lentamente al poco tiempo.
—Dudo que sea una equivocación. Esas calles nocturnas son… probablemente los
recuerdos de la única jugadora de los Gatos Negros… Así que eso significa que… esa chica fue
la que provocó el «fenómeno de separación» en Asuna…
Él detuvo sus palabras temporalmente, continuando con una voz más silenciosa que
antes.
—Me pregunto si Sachi está, llamándome… Pero ¿por qué, no a mí… sino a Asuna…?
La que contestó sus murmullos confundidos, que parecían estar parcialmente dirigidos a
sí mismo, fue Yui, quien permaneció en silencio observándolos hasta ahora.
—Eso sería… porque Papa está utilizando un avatar diferente de su tiempo en SAO en este
momento… creo.
—¡………!
La parte superior del cuerpo de Kirito saltó en ese momento y él miró sus manos,
cubiertas por guantes de cuero negro. Asuna sabía que las formas de esas palmas y dedos eran
diferentes en la más mínima expresión de cuando estaba en SAO.
Para empezar una vida de juego normal en ALfheim Online, sin tratarlo como un juego de
la muerte, Lisbeth, Silica, Klein, Agil, los muchos otros supervivientes y, obviamente, Asuna
transfirieron sus avatares y los datos de sus cuentas de sus días de SAO a ALO sin cambiar casi
nada. Sin embargo, Kirito fue el único en empezar de nuevo con un Spriggan que tenía una
apariencia un tanto traviesa para rescatar a Asuna de esa jaula y continuó con eso.
Si Kirito hubiera revivido su viejo avatar, los sentimientos de aquella chica conocida como
Sachi, que debían de estar almacenados en alguna parte del vigesimoséptimo piso de nuevo
Aincrad, probablemente habrían llamado a Kirito en vez de a Asuna. En ese caso, ella supuso
que Kirito habría sido el que tuviera el «fenómeno de separación».
Pero, en lugar de Kirito, ¿por qué Sachi eligió a Asuna, no, por qué Sachi pudo elegir a
Asuna?
La chica debió haber estado fallecida por más de un año antes de que Asuna se casara con
Kirito. En aquellos días, Asuna se concentraba en nada más que fortalecer a su gremio y
completar los pisos, como la sublíder del gremio recientemente formado, los «Caballeros de la
Sangre». Apenas intercambiaba miradas con Kirito en las reuniones de estrategias o las
batallas de jefe y no sabía nada sobre su unión a los «Gatos Negros de la Luna Llena» o que el
gremio fue totalmente aniquilado aparte de él, el único sobreviviente. Para invertirlo, Sachi de
los Gatos Negros tampoco debía saber nada de Asuna, ni siquiera su nombre.
La que contestó sus dudas también fue Yui esta vez.
—El avatar que Mama está utilizando actualmente… hablando técnicamente, aún está en
un estado de casado con el antiguo avatar de Papa. No se muestra en tu status ya que ALO no
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tiene un sistema de matrimonio en este momento, pero… los datos de tu personaje aún están
conectado al antiguo Papa.
—Es… ¡¿Es verdad?!
La situación actual ya debió haberla acostumbrado, pero la sorpresa provocó que Asuna
terminara gritando.
Kirito también abrió sus ojos completamente, pero murmuró “Ya veo…” después de un
momento.
—Yo también estuve allí… cuando Sachi murió. Las emociones de Sachi al borde de la
muerte debieron haberse guardado, haberse conectado a mi antiguo avatar, en vez de ese
lugar en el Dungeon del vigesimoséptimo piso. Pero terminé cambiando mi avatar… por eso,
las señales enviadas por las emociones de Sachi se dirigieron hacia Asuna que aún estaba
conectada a mi antiguo yo… debe ser algo así…
Asuna pudo entenderlo de alguna manera hasta ese punto. Sin embargo, aún tenía una
pregunta sin responder.
—Pero ¿por qué sería «ahora»…?
Desplazando su vista hacia la pared exterior del imponente castillo flotante a su izquierda,
continuó.
—El fenómeno de separación ocurrió por primera vez más de tres semanas después de
que me sumergí en ALO por primera vez. Además, la frecuencia ha estado aumentando
últimamente. La incorporación de recuerdos, que nunca ocurrió antes, también empezó a
suceder…
—Eso es…
Kirito dijo una sola palabra y abrió una ventana repentinamente. Observó el indicador de
la hora por un momento, pero inhaló un profundo respiro y mencionó con una voz levemente
tensa.
—Sachi murió el 22 de junio del 2023… hoy, hace dos años. La hora fue… 5:45PM. En
otros, tres minutos…
—¡¡……!!
Asuna engulló su aliento instintivamente. Yui, sentada sobre el hombro de Kirito, también
abrió completamente sus ojos negros.
Removiendo la ventana y mirando el cielo nocturno que estaba completamente repleto

de estrellas resplandecientes sin que nadie lo notara, Kirito comenzó a hablar suavemente.
—Yo… había presenciado la muerte de muchos jugadores en SAO. Algunos a los que
incluso mi espada les arrebató la vida. Por eso… planeé dejar de considerar las muertes de los
Gatos Negros y Sachi un caso único. Cuando estaba en el antiguo Aincrad, traté de que un
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árbol creciera en el hogar posada de los Gatos Negros como reemplazo para una tumba y lo
visité de vez en cuando, pero… ahora que no puedo subir al onceavo piso donde se encontraba
esa posada ni al vigesimoséptimo piso donde todos murieron… pensé en terminarlo así… Pero
después de escuchar las palabras de Yui… me percaté de que la causa de tu fenómeno de
separación tal vez eran las emociones de Sachi, guardadas en el servidor, y solo pude pensar
en confirmarlo sin importar el costo, Asuna…
Colocando sus brazos sobre su regazo, él apretó firmemente sus puños. Con su cabeza
profundamente inclinada, articuló la continuación con una voz sofocada.
—Si las emociones de Sachi en ese momento… su miedo, su desesperación y su tristeza

fueron guardadas en el servidor y están tratando de que alguien las conozca ahora… sería mi
deber como el único sobreviviente. Pero cambié mi avatar y corté los lazos con el pasado… es
mi culpa que las emociones de Sachi perdieran su rumbo y… se dirigieran hacia Asuna…
—Kirito-kun.
Asuna sacudió su cabeza sin fin mientras decía el nombre de su ser amado. Había tanto
que quería decirle que sus palabras no saldrían. Fue entonces que incluso respirar empezó a
doler por la irritación abrumadora.
—¡Estás equivocado, Papa!
La que gritó decididamente fue Yui. Volando desde el hombro de Kirito, ella se desplazó
ante su rostro y habló encarecidamente sujetando firmemente sus manos pequeñas.
—El Cardinal System solo registra emociones especiales de las que no puede descifrar
patrones. Tal vez no sea bueno decirlo de esta manera, pero el miedo y la desesperación que
los jugadores poseían en su lecho de muerte en SAO no son nada especial. Los datos puros de
la desesperación dejarían de ser percibidos por las operaciones del sistema tras meramente
dos semanas. Por esa razón, si Sachi-san hubiera dejado alguna clase de emoción en el
servidor… ¡¡no debió haber sido desesperación ni miedo!!
Kirito levantó su rostro un poco ante los gritos frenéticos de Yui y murmuró con una voz
ronca.
—………………Entonces……… la emoción, que Sachi dejó………….
Asuna no pudo escuchar esas palabras hasta el final.
22 de junio, 5:45:13PM.
El «fenómeno de separación» más grande hasta ahora aconteció.
La dureza de la barra de metal sobre la que ella se sentó, la frialdad del aire que soplaba a
grandes alturas, la textura de su equipo de tela adecuada para magos, todo eso se fue a alguna
parte lejana. Una abrumadora sensación de flotación envolvió todo su cuerpo y el peso de su
cuerpo virtual se desvaneció.
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Y la consciencia de Asuna abandonó completamente su avatar al final. Una luz blanca

cubrió la gigantesca forma del castillo flotante totalmente negro y los cielos se cubrieron
completamente de estrellas.
Su alma fue absorbida al corredor de luz, guiada a otra parte…
Ella estaba de pie en una habitación desconocida cuando recobró su consciencia.
No era extremadamente espaciosa. Una cama simple y un escritorio de madera eran sus
únicos muebles. Calles que se asemejaban a las aldeas rurales europeas podían apreciarse a
través de la única ventana presente. Una cubierta de piedra y hierro se extendían en el lugar
de los cielos. Este no era el mundo real… era una calle en alguna parte de Aincrad. El techo y
las paredes de cada casa parecían familiares. Esta probablemente era la ciudad principal del
onceavo o doceavo piso. Un piso que aún debió haber salido en la actualidad.
Era de noche, pero la iluminación del único farol de la pared lo atenuaba. Probablemente
no era una casa de jugador, sino una posada. Asuna rodeó la cama, se acercó a la puerta y giró
la perilla, pero su mano la traspasó sin ser capaz de sujetarla. Tras echarle un vistazo a su
cuerpo, ya no era una maga Undine para su sorpresa. Un corpiño para caballeros basado en el
blanco y rojo. Guantes largos y botas largas de los mismos colores. No había un estoque en su
cintura, pero este era inequívocamente su traje de sus días en el gremio Caballeros de la
Sangre. Sin embargo, todo su cuerpo era traslúcido como un fantasma.
Qué está pasando; ocurrió cuando levantó su rostro con ese pensamiento.
El espacio sobre la cama fluctuó y apareció una sombra difusa.
Una jugadora con un cuerpo esbelto. Dándole su espalda a Asuna, estaba sentada sobre
las sábanas blancas. Portaba una túnica azul clara y una minifalda. Sin ninguna armadura. El
cabello, bien cortado levemente por encima de sus hombros, era negro con un matiz leve de
azul. Ella podía decir que la chica era de la misma generación solamente por la vista trasera.
La chica parecía estar meciendo la parte superior de su cuerpo a ambos lados. En el

instante en que pensó que la chica probablemente estaba cantando, una voz apacible cantante
llegó a sus oídos. Una famosa canción de Navidad. Siguió cantando con amor, lenta y
gentilmente, frase por frase.
Múltiples cuentas de luz comenzaron a danzar en la visión de Asuna mientras escuchaba.

Lágrimas se habían acumulado en sus ojos sin que se diera cuenta. Las fuertes emociones
empuñaron su pecho. Las emociones de la chica fluyeron con la melodía como su médium. Ni
una sola pizca de miedo o desesperación yacía allí. Llenas de calidez, como broncearse bajo de
la luz de sol en un día de primavera, esos sentimientos no eran nada más que puros…
Una lágrima se derramó del ojo derecho de Asuna y cayó mientras la canción terminaba.
La chica se puso de pie y volteó silenciosamente, luego encaró a Asuna con la cama entre
ellas.
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La luz que resplandecía en sus ojos evitó que tuviera una buena vista de su rostro. De
alguna manera, logró avistar que esos labios que mostraban una sonrisa modesta se movieron
gentilmente.
Escuchó una voz.
Dile de mi parte.
Que fui feliz.
La luz completamente blanca envolvió a Asuna una vez más. La chica, la habitación, las
calles, todo se alejó.
Confiando su cuerpo a la sensación de flotación, Asuna comprendió. Que esta sería la

última «separación».
Lentamente, sus párpados se levantaron.
Una cantidad ilimitada de estrellas que brillaban en el cielo tiñeron levemente de índigo
azulino. Al castillo de acero que se imponía sobre todo lo demás y una gran luna llena visible
en su borde.
Ella desplazó su vista un poco y allí, estaban Kirito y Yui, viéndola con rostros
preocupados. La mano derecha de Kirito estaba apoyando el cuerpo de Asuna.
—Gracias, ya estoy bien.
Susurrando, echó un vistazo a su atuendo mientras levantaba su cuerpo, pero, por

supuesto, había regresado a la túnica azul corta original.
—Asuna………
Escuchando una preocupada voz inquisitiva, le echó otro vistazo a Kirito. Se sintió un poco
perdida con respecto a por dónde o cómo debía empezar su explicación, pero se dio cuenta
inmediatamente. Lo que debía decirle ya estaba en su corazón.
—Sachi-san estaba sonriendo.
Asuna dijo eso y Kirito abrió sus ojos completamente.
Viendo directamente esos ojos negros, que reflejaban cada vez más la luz de la infinidad
de estrellas, poco a poco, Asuna entregó las palabras que se le confiaron con todo su corazón.
Ella cantó esa canción de Navidad, como Sachi.
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Parte 4
El día después de «aquel día» —23 de junio, lunes, nueve de la noche.
Asuna estaba en la ciudad principal del octavo piso del nuevo Aincrad, «Friben», una vez
más.
La segunda batalla para derrotar al jefe sin Kirito y Asuna de ayer había fracasado
aparentemente para su mala suerte. Sin embargo, dedujeron cómo luchar cuando llegaban al
último medidor de HP, así que todos los que conformaban la incursión parecieron haber
prometido desafiarlo una vez más al día siguiente.
Esta vez, aparte de Asuna y Kirito, quienes evidentemente estaban participando, el

general Eugene y la lord Sakuya también los acompañaron, liderando un party de sus elites
Salamanders o Sylphs respectivamente, cubriendo el punto de congregación, la plaza del portal
de transferencia, con un entusiasmo muchas veces mayor que el día previo.
—Pero estoy muy asustado…
El que le dijo eso a Klein fue el espadachín Sylph que era el líder de la incursión una vez
más en esta ocasión. Parecía haberse acobardado de asumir la posición de comandante sin
consultarlo con los Lords de las razas, pero no hubo casi nadie, entre los hombres al menos,
que pudo rehusarse cuando Sakuya le dijo “Cuento contigo” de reojo.
—¿Qué eres exactamente, para convocar a Sakuya-san y al general Eugene al mismo

tiempo?
Cuando Asuna contempló la escena de Klein sonriendo con un “No, no soy tan importante
nahaha”, mientras el líder Sylph le preguntaba, antes de que Agil le respondiera “Tú no eres en
el que está interesado” con desánimo y escuchó las voces de Kirito y de Yui desde su costado.
—¿E-Eeeh? ¿Mi peinado?
—¡Así es!
Volteando, ella le preguntó al par.
—¿Qué pasa, Kirito-kun, Yui-chan?
—No es nada, eso es, bueno…
El Spriggan sujetó un mechón de su puntiagudo pelo negro mientras hablaba con una
expresión abatida.
—Yui ha estado diciéndome que cambie mi peinado porque es difícil sentarse en él…
Cambiar peinados no es nada barato…
Con eso, Yui, de pie en el hombro de Kirito, colocó sus manos sobre su cintura y objetó.
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—¡Creo que deberías gastar tu dinero en más que en equipo y en el casino de vez en
cuando! ¡Además, mi eficiencia de recolección de información aumenta cuando estoy en un
lugar alto!
—Espera un momento, Yui-chan. Antes, después de equipo, mencionaste…
—¡Eeeeen-Entendido! ¡Comprendo! ¡Lo cambiaré después de que la batalla del jefe de

hoy termine!
Quizá, habiendo cambiado de opinión de manera muy abrupta, Kirito gritó eso, pero Yui
sacudió su cabeza una vez más.
—¡Hay diez minutos más antes de que nos reunamos! ¡Puedes cambiar tu peinado en la
barbería con tanto tiempo!
—Sí, sí… Entonces, Asuna, lo siento, pero me iré un momento, así que te encargo el resto.
—S-Sí. Ten cuidado.
Despidiendo al par, un pensamiento le llegó repentinamente a Asuna.
Su avatar de Spriggan actual tal vez tenga un rostro y peinado diferentes de su avatar de
SAO, pero si fuera a allanar su pelo puntiagudo, ¿no desprendería la misma presencia que el
antiguo él inesperadamente?
No era como si ella quisiera que regresara a su apariencia de SAO, pero, aun así, Asuna
aún sentía una especie de expectativa y le agitó su mano a Lisbeth, Silica y Leafa quienes
aparecieron en el portal de transferencia.
—¡Chicaaas, deprisa, deprisa!
—¿Qué, qué pasaaa?
Mientras llamaba a Lisbeth y las demás, quienes tenían rostros confundidos, Asuna gritó
con una sonrisa.
—Verán, Kirito-kun va a…
(Fin)
Pagina | 41
Sword Art Online Side Story – The Day After

Staff Sword Art Online:
Alemilla: Traductor/Corrector/Editor
Noir: Traductor / Corrector
Nana: Traductor
Kaii Killer: Editor
Agradecimiento especial a: Tap Trans
“Fomentamos y somos una

comunidad lectora amante de la
cultura japonesa y su literatura.
Tradukchion 4 da Win!”
Pagina | 42
Pagina | 43

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Sword Art Online Side Story – The Day After T4DW

—¿Aún no te has acostumbrado a ese avatar?

El Spriggan, sentado a su lado en el sofá, apartó el holoteclado en frente de sí mismo,

—Sí. Ambos estaban en su valor promedio o superior.

La sutil sensación cosquillosa que se originó en el medio de su palma se propagó hasta la

Asuna asintió y el Spriggan continuó con su expresión solemne.

—Sí… aún lo… siento…

—Ya veo… entonces, ¿qué tal esto?

—Sí… puedo, sentirlo…

—Ah… puedo, sen…

—¡Qué me estás haciendo decir! ¡¡Ki-Kirito-kun, idiotaaaaa!!

Aunque su gancho derecho explosivo definitivamente no generó daño ya que estaban en

21 de junio 2025, sábado, 8:30PM.

—¡Es una mentira definitivamente! O más bien, ya estás enfadándote…

—¡No es cierto! ¡Si Yui-chan no hubiera salido, me habría enfadado en serio!

El pensamiento de su adorada hija contemplara la escena de antes hizo que su rostro se

—Asuna, tu cara está muy roja.

Maldición; ese pensamiento apareció en la expresión de Kirito mientras volteaba hacia él

Asuna se detuvo con un suave murmullo.

Habiendo sentido la anormalidad probablemente, Kirito se acercó a una velocidad igual a

—S… Sí, estoy bien. Ya me siento bien.

—No… es mejor que lo confirmemos. No has sentido esto en Aincrad, ¿no?

—En efecto. Ni una sola vez… creo…

—Asuna, probablemente no quieres recordar esto, pero…

Asintiendo, Kirito desplazó finalmente su vista por la ventana.

Sin embargo, aproximadamente trescientos jugadores, incluyendo a Asuna, no pudieron

personas en una instalación de investigación virtual establecida en ALO con experimentos

—¿Recuerdas la primera vez?

—Lo recuerdas muy bien…

—En ese caso, realmente no es un asunto de acostumbrarte a tu avatar. Quiero decir, ya

—Supongo… que tienes razón. Pero, entonces, qué exactamente ha estado…

—¿Ese fenómeno no ocurre cuando estás en otro espacio VR aparte de ALO?

El fenómeno dura apenas un instante y sería el final de todo si lo ignoraba simplemente,

—Supongo que todo lo que queda sería discutirlo con Yui.

Asuna también lo había considerado después de que la cuarta o la quinta «separación»

—Pero… a decir verdad, no es un problema tan importante. Estoy segura de que

—Quién sabe… Eres muy sensible después de todo, Asuna…

—Ah, no, no quise decirlo de una manera rara.

—Oye, yo entiendo eso muy bien… ¿Entonces?

—Gracias, Kirito-kun… lo estoy disfrutando realmente ahora mismo. Me estoy divirtiendo

La voz de Kirito llegó a los oídos de Asuna mientras meditaba.

Parpadeando, Asuna lo liberó lentamente de su abrazo.

—Bueno… ¿qué quieres hacer ahora? ¿Nos unimos a Klein y al resto?

Asuna formó una sonrisa amarga y sacudió su cabeza a ambos lados.

—No lo creo. No hemos terminado nuestras tareas, ¿no?

—Ah… e-es cierto…

—¿Cuáles eran los otros seis misterios?

—Es-Espera, espera. ¿Todas esas no son historias sobre mí?

—No es como si hubiera un verdadero misterio a mi alrededor. Solo logré mantener mi

—Bueno, apresurémonos y acabemos nuestras tareas… Mientras estemos en ese tema,

—Supongo que no tengo opción.

—¡Cuando acabemos, asegúrate de invitarme algo en el restaurante del primer piso!

Consecuentemente, su respiración se sentía prácticamente ahogada por el peso ejercido

Removió la máquina FullDive sorprendentemente más delgada que el Nerve Gear, el

Una calle de noche. La iluminación opacada por la niebla nocturna. Un cauce,

Sintiendo una desolación inexplicable que perduraba en lo profundo de su pecho, Asuna

Soleado, 22 de junio, domingo, 4:30PM.

—¡Asuna-san, ahí viene la invocación del minion!

—¡Entendido! ¡Todos, reúnanse!

—Ek kalla hreinn brunnr, andask3.

—¡Mama, te has acostumbrado a entonar hechizos!

—A-Ahaha… Gracias, Yui-chan.

En el momento en que Asuna respondió, una gran cantidad de pilares de fuego

El nombre del jefe era «Wadjet the Flaming Serpent»4.