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1. (Jueces 7:1-3) Dios le dice a Gedeón que le diga a todos los soldados
que tienen miedo que se vayan a casa.
a. El pueblo que está contigo es mucho: Esta era una gran prueba para la fe
de Gedeón. Su ejércitode 32,000 hombres ya era sobrepasado por los 135,000
Madianitas. Pero Dios pensaba que su ejército era muy grande, y Él le ordenó
a Gedeón que invitara a todos aquellos que tenían miedo que se fueran a casa.
Él se quedó únicamente con 10,000 hombres.
i. Gedeón probablemente estaba sorprendido en el número de hombres que
tenían miedo de pelear, y esperaba que solamente unos cuantos cientos se
fueran. Pero se nos dice que ellos se reunieron en un lugar donde podían ver
las 135,000 tropas de Madián (Jueces 7:8). La vista de un gran ejército opositor
hizo que muchos soldados Israelitas tuvieran temor.
b. No sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado:
Esto explica el porque un ejército de 32,000 era muy grande. Israel aún podía
tomar crédito por la victoria si ellos tenían 32,000 tropas. Podrían creer que
desvalidos que triunfaron por medio de su gran valentía o estrategia. Dios
quería que las probabilidades para obtener la victoria estuvieran en contra de
ellos para que se viera claramente que la victoria era únicamente de Él.
i. Si en verdad creemos en el principio, No con ejército, ni con fuerza, sino con
mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos. (Zacarías 4:6), entonces nuestra
insignificancia no importa. Si en verdad creemos en el principio, Éstos confían
en carros, y aquéllos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro
Dios tendremos memoria. (Salmos 20:7), entonces la insignificancia no
importa.
2. (Jueces 7:4-8) Gedeón debe separar a los hombres de acuerdo a una
prueba peculiar.
iii. Podemos decir que Dios eliminó a los que tenían miedo y a aquellos que
pensaban primero en la conveniencia, la manera fácil. “El pensamiento es
inquietante, pero bien puede ser verdad, que la composición del ejército de
Dios para pelear contra las huestes de Satanás en cualquier días es poco
diferente. Cuántos Cristianos tienen tanto miedo del enemigo que no son de un
uso real en esta guerra, y cuantos del remanente están centrados en ellos
mismos, en lugar de estar centrados en Dios, los cuales hallan un pequeño
lugar para un ministerio efectivo.” (Wood)
c. Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré, y
entregaré a los madianitas en tus manos: Dios le aseguró a Gedeón que la
victoria era certera, aún solamente por medio de estos 300 hombres. Ahora el
ejército Israelí era menor a 1% de su tamaño original, y la proporción era de
400 soldados Madianitas por cada soldado Israelí. Gedeón únicamente podía
confiar en Dios porque no había nada más para confiar.
ii. “Una torta de pan de cebada pudiera ser una cosa insignificante; pero si Dios
esta detrás de ello, ésta derribaría una tienda” (Meyer)
Gedeón viera una confirmación de Su obra futura. Esto obviamente no era una
coincidencia y no era obra de la suerte. Dios utilizó esta situación para edificar
la fe de Gedeón, y funcionó tan bien que todo lo que Gedeón pudo hacer fue
adorar a Dios.
i. No fue accidente que el hombre soñara el sueño esa noche; no fue accidente
que el le dijera a su amigo sobre el sueño en ese momento; no fue un
accidente que Gedeón llegara al lugar exacto donde escuchó al hombre contar
el sueño.
ii. “Pienso que si yo hubiera sido Gedeón hubiera dicho para mi mismo, ‘No me
regocijo tanto en lo que dijo esta persona que soñó tanto en el hecho que el a
contado el sueño en el momento en el que estaba merodeando cerca de él: veo
la mano del Señor en esto, y yo fortalecido por lo que vi. En verdad percibo que
el Señor a obrado todas las cosas con una sabiduría fehaciente, y no falla en
sus diseños. Él, quien a ordenado este asunto puede ordenar todo lo demás.’”
(Spurgeon)
iii. Debió edificar la fe de Gedeón el saber que sus enemigos tenían temor
de él. Cuando somos débiles en la fe a menudo hacemos más fuertes a
nuestros enemigos que lo que realmente son. Podemos decir que el mismo
diablo tiene temor del Cristiano promedio – o al menos temor de lo que
éstos pueden llegar a ser.
iv. Deberíamos de subirlo al corazón; nuestros enemigos, tanto humanos como
espirituales, en su núcleo, tienen temor de nosotros. “He aquí la hueste de
escépticos, y de herejes, y de maldicientes, quienes, en el momento actual, han
llegado a la heredad de Israel, hambrientos de sus postres de racionalismo y
ateísmo. Ellos están consumiendo todo el maíz de la tierra. Ellos echan la duda
sobre todas ls variedades de nuestra fe. Pero no necesitamos tener temor de
ellos; pues si escuchamos sus consejos secretos, podríamos percibir que ellos
tienen temor de nosotros. Sus fuertes fanfarronerías y sus constantes burlas,
son el índice de un temor real. Aquellos que predican la cruz de nuestro Señor
Jesús son el terror de los pensadores modernos. En su corazón de corazones
ellos temen la predicación de un evangelio a la antigua, y ellos odian lo que
temen. En sus camas sueñan de la llegada de algún evangelista a su
vecindario. Lo que fue el nombre de Richard para los Saracens, ese es el
nombre de Moody hacia estos intelectos presumidos.” (Spurgeon)
c. Levantaos, porque Jehová ha entregado el campamento de Madián en
vuestras manos: El ánimo de Gedeón era contagioso. Al haber recibido
ánimos, él no podía evitar el esparcir ese ánimo hacia los demás, y su ánimo
edifico la fe de ellos.
i. “Pero que lástima es el que debamos necesitar tales pedacitos de cosas para
animarnos, ¡cuando tenemos asuntos de mayor importancia que nos deben de
animar! Gedeón ya había recibido, por el propio ángel de Dios, la palabra,
‘Seguramente estaré contigo, y tú derrotarás a los Madianitas como un solo
hombre.’ ¿No era esto suficiente para él? ¿De donde el sueño de un muchacho
trae más consuelo que la propia palabra de Dios?” (Spurgeon)
CON
Si quisieras comprobarlo podrías filmar a alta velocidad a un perro y a un gato mientras
beben. Te darías cuenta de que la respuesta es contundente. Los perros se mojan el hocico,
los bigotes y hasta las orejas si las tienen largas, pero los gatos no se mojan. ¿Cómo lo
logran?
Los gatos extienden su lengua tanto como pueden y la curvean como si fuera una pala. Con
delicadeza levantan el agua de un solo golpe; forman una columna de agua que capturan
en un solo movimiento, para inmediatamente después cerrar el hocico. Repiten las acciones
tantas veces como sea necesario hasta saciar su sed. Dios enseñó a los gatos cómo hacer
que con el movimiento de su lengua, el agua suba sin caerse y se mantenga en su hocico
sin escurrir; a diferencia de los perros, que usan su lengua para lamer el agua en grandes
sorbos hacia su hocico. Dios hizo a los gatos expertos en física, aunque ellos no lo sepan.
Equilibran dos fuerzas muy importantes, la gravedad y la inercia.
Cuando Gedeón eligió a su ejército para ir a pelear contra los madianitas, Dios le ordenó
primero que mandara de regreso a su casa a todos aquellos que tuvieran miedo. Después
le instruyó que llevara al río a tomar agua a los 10,000 que habían quedado y decían ser
valientes, y observara su estilo para beber: si se arrodillaban a la orilla del río, o levantaban
el agua con sus manos y la lamían como perros. Solalmente los que lamieran el agua de
sus manos irían a la batalla.
Para sorpresa de Gedeón, únicamente 300 hombres lamieron el agua de sus manos, pero
con ellos Dios ganó la batalla contra los madianitas. ¿Sabes por qué? Porque estaban
alertas a lo que pasaba a su alredeor. No se de tuvieron en cosas poco importantes. Los
300 valientes de Gedeón prestaban atención.
Dios espera que prestes atención a sus indicaciones. No te distraigas con cosas de poca
importancia. El Señor quiere que seas de sus valientes, de quienes obtienen la victoria, ¡No
te distraigas!
«Gedeón llevó entonces a la gente a tomar agua, el Señor le dijo; «Aparta a los que beban agua
en sus manos, lamiéndola como perros, de quellos que se arrodillan para beber»» (Jueces 7:5)