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Facilitan:
Andre Simón
Facundo
Gonzalez
Material Teórico
Qué son los mandalas
Un mandala es un dibujo que se desarrolla a partir de un centro y dentro de una periferia
cerrada. Esta forma inicial (centro + periferia cerrada) es el símbolo de la vida y de la
organización de la vida. Está presente en la naturaleza desde lo micro hasta lo macro. Por
ejemplo, si cortamos una fruta por la mitad horizontalmente, veremos que tiene un
centro, una organización de sus semillas dentro de la carne del fruto y una corteza o una
piel que determina la periferia. Si observamos un átomo o una galaxia, veremos lo
mismo. También es la célula: núcleo, citoplasma, membrana. Por extensión, representa
nuestra primera célula, nuestra concepción, con todos sus mensajes y toda su
organización.
Monjes budistas tibetanos e indios nativos americanos han usado mándalas como una
forma de meditación, sanación y conexión espiritual.
El psicólogo Karl Gustav Jung, estudió y trabajó mucho con el dibujo centrado. Lo
popularizó con su nombre en sánscrito: Mandala, que según una de sus traducciones
quiere decir “pensamiento contenido en un círculo“. También se utiliza el término “dibujo
centrado o forma centrada” para poner de manifiesto su carácter universal y laico.
En sus trabajos, Jung se dio cuenta que la expresión gráfica espontánea en esta forma
centrada facilitaba la introspección y permitía la expresión de todo el contenido de la
psique de la persona en ese momento. Se puede decir que es como una radiografía de la
psique. Y desde la neuropedagogía, se verificaron los efectos reveladores y
desestresantes que tiene una actividad con el dibujo centrado.
Se genera un profundo silencio cuando las personas pintan y poco a poco, los rostros se
relajan y aparecen expresiones de bienestar y de satisfacción.
Al no ser una actividad de plástica, poco importa que la persona sepa o no pintar,
siempre los mandalas coloreados son preciosos porque reflejan la belleza de la persona.
Desde la neuropedagogía, se observó que esta actividad baja el nivel de estrés de las
diferentes partes de nuestro sistema cerebral central. Y también, al ser una actividad que
solicita las habilidades de ambos hemisferios cerebrales, es un ejercicio de
“rehabilitación” cerebral que facilita a las personas el reencuentro con la forma natural.
Por eso, muchas personas después de un simple coloreado se encuentran en paz,
calmadas y tienen una visión menos aterradora de su entorno.
Es importante recalcar que los efectos de un coloreado de Mandala son diferentes de los
de una creación. Las activaciones cerebrales son diferentes y pueden dar lugar a estrés
(en el caso de la creación). Por eso, es recomendable que inicialmente esta última
actividad se realice acompañado.
El Color
El color es una energía vibratoria que forma parte de los principios de la creación y como
tal su resonancia influye en nuestras vidas y en nuestro cuerpo físico.
Vibración es vida y vida es conciencia. El sonido, la música, el color, la luz, los minerales,
los vegetales, los pensamientos, la oración, las formas geométricas, todo vibra aunque
en frecuencias variadas.
Color es energía en acción y cabe señalar la importancia que este ejerce sobre todo ser
viviente. Los estudios sobre los colores empiezan con la acción de la Luz. La luz blanca
contiene todos los colores visibles y muchos de ellos pueden ser percibidos por el ojo
humano en función de su longitud de onda, en su amplio espectro.
Cada vez son más las personas que acuden a las mandalas para usarlas como terapia de
relajación e introspección. Lo recomendable es pintarlas en un ambiente tranquilo con
música que motive tu concentración.
Cada uno de nosotros nos identificamos con un color, es el que más nos agrada y hay
momentos que de acuerdo a nuestro estado emocional, físico o espiritual, nos atrae otro.
El meditar con un mándala con el color que necesitamos, nos ayudará a equilibrarnos y
transportarnos a un estado especial de sanacion.