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UN ESTUDIO SOBRE EMOCIONES Y ENFERMEDAD, DIABETES

CONCLUSIONES

La Gestalt, así como las diferentes corrientes que estudian las emociones y
sentimientos, junto con disciplinas de la medicina científica o tradicional, como lo
son los estudios del estrés, y los más actuales estudios de la Nueva Medicina
Germánica y la Medicina Psicobiológica, encuentran grandes coincidencias sobre
la forma de aparición de las enfermedades. Todas ellas coinciden en que la persona
que presenta síntomas, vivió la experiencia de uno o varios eventos: traumáticos,
dolorosos, sorpresivos y con la imposibilidad de ser expresados y, adicionalmente,
en soledad; también así experienciaron, la permanencia en estados emocionales
disfuncionales desencadenados por estas experiencias traumáticas.

De igual forma, podemos concluir, que los procesos emocionales que


desencadenan alteraciones en el organismo, lo hacen buscando mantener el
equilibrio orgánico-emocional, así como también la biología propia del ser humano
que trae consigo códigos y programas para la supervivencia.

En el caso del participante, éste experimentó desde temprana edad, experiencias


traumáticas relacionadas con personas significativas para él, principalmente la
vergüenza, experiencia por demás dolorosa y con presencia de una profunda
emocionalidad, vinculándose esta con el surgimiento de pautas de conducta que lo
llevaron a desarrollar bloqueos importantes en sus relaciones con otras personas y
en la satisfacción de sus necesidades psico-afectivas.

La herida de vergüenza experimentada por el participante en la niñez, fue una


experiencia tormentosa y con una profunda herida en su sí mismo, sintiéndose
expuesto y carente de valor, provocando en el participante un asunto inconcluso
que lo lleva a desarrollar diferentes resistencias al contacto con sus necesidades
psicosociales e, incluso con sus propias necesidades corporales; dentro de las
resistencias más agudas que presento y que se siguieron presentando durante un
periodo largo de su vida son la Retroflexión y la Introyección, y con una menor
frecuencia, el aislamiento y la confluencia. Vive en silencio la mayoría de situaciones
conflictivas con figuras de autoridad y retroflectando la mayor parte del tiempo, esto
principalmente por la mirada auto-exigente que le habita.

El participante se relaciona desde temprana edad consigo mismo como una persona
carente de valor para los demás, y se mira así mismo como una persona con poca
capacidad de logro, lo que lo lleva vivirse en lucha constante por lograr un lugar en
su medio. Esto lo llevo a relacionarse desde un punto de vista devaluado, poco
aceptado e incluso en momentos, rechazado.

Los estragos de las experiencias de vergüenza vivida en el kínder y en la primaria,


así como las diferentes experiencias de violencia de la madre, lo llevan a la
necesidad de darle gusto a sus padres, por un lado, el deseo de estudiar ingeniería
como su padre y posteriormente, el deseo de estudiar para sacerdote; una
aspiración no expresada directamente por la madre, sin embargo, e intuido así por
el participante, viviendo crisis existenciales con la presencia de insatisfacción
personal.

La forma en que el participante afronta esto es marcándose estándares muy altos,


que lo lleven a diferenciarse de los demás, esto para poder relacionarse con el
medio y ser aprobado por los otros.

Se instala en el perfeccionismo, con consecuencias adversas para su vida


emocional, ya que por un lado no le es posible cumplir tan altos estándares y lo
llevan a una mirada auto-devaluatoria de sí mismo, y se presenta en él un estado
de estrés permanente, con las consecuencias naturales de esta situación, que es la
presencia de síntomas.

Podemos concluir que si sintetizamos las experiencias emocionales y sentimientos


de deterioro vividos por el participante, como lo son: la culpa, la desolación, la
devaluación, injusticia, rechazo, vergüenza, entre otros, en dos de las emociones
básicas que son el enojo hacia los demás y la tristeza hacia sí mismo, el participante
se mira a sí mismo como una persona divida, instalándose en él de esta forma, la
omnipotencia impotente en su vida, y así, experimenta una lucha permanente, lo
que lo lleva a sintomatizar la Diabetes Mellitus II.

La Gestalt, podemos concluir, ha sido un gran apoyo para el participante, ya que lo


llevo a conocerse más a si mismo, a darse cuenta que es lo que hace para presentar
los síntomas, y modificar su estilo de vida tanto corporal como afectivo-relacional
con él mismo y con los demás, de tal forma que mantiene en cifras de control los
indicadores de su diabetes, proporcionándole esto una forma adecuada de calidad
de vida.

La presente investigación, a través de la historia de vida y desde una mirada


fenomenológica, nos permite mirar cómo la Diabetes Mellitus II se pude llegar a
instalar en las personas que tienen un manejo no adecuado de las experiencias
emocionales y traumáticas durante su vida, así también, la gran dificultad que existe
en la aceptación al diagnóstico y el apego al tratamiento, que requiere un cambio
completo en la visión de sí mismo, y las actitudes ante los problemas del día a día.

CONCLUSIONES

La Gestalt, así como las diferentes corrientes que estudian las emociones y
sentimientos, junto con disciplinas de la medicina científica o tradicional, como lo
son los estudios del estrés, y los más actuales estudios de la Nueva Medicina
Germánica y la Medicina Psicobiológica, encuentran grandes coincidencias sobre
la forma de aparición de las enfermedades. Todas ellas coinciden en que la persona
que presenta síntomas, vivió la experiencia de uno o varios eventos: traumáticos,
dolorosos, sorpresivos y con la imposibilidad de ser expresados y, adicionalmente,
en soledad; también así experienciaron, la permanencia en estados emocionales
disfuncionales desencadenados por estas experiencias traumáticas.

De igual forma, podemos concluir, que los procesos emocionales que


desencadenan alteraciones en el organismo, lo hacen buscando mantener el
equilibrio orgánico-emocional, así como también la biología propia del ser humano
que trae consigo códigos y programas para la supervivencia.

En el caso del participante, éste experimentó desde temprana edad, experiencias


traumáticas relacionadas con personas significativas para él, principalmente la
vergüenza, experiencia por demás dolorosa y con presencia de una profunda
emocionalidad, vinculándose esta con el surgimiento de pautas de conducta que lo
llevaron a desarrollar bloqueos importantes en sus relaciones con otras personas y
en la satisfacción de sus necesidades psico-afectivas.

La herida de vergüenza experimentada por el participante en la niñez, fue una


experiencia tormentosa y con una profunda herida en su sí mismo, sintiéndose
expuesto y carente de valor, provocando en el participante un asunto inconcluso
que lo lleva a desarrollar diferentes resistencias al contacto con sus necesidades
psicosociales e, incluso con sus propias necesidades corporales; dentro de las
resistencias más agudas que presento y que se siguieron presentando durante un
periodo largo de su vida son la Retroflexión y la Introyección, y con una menor
frecuencia, el aislamiento y la confluencia. Vive en silencio la mayoría de situaciones
conflictivas con figuras de autoridad y retroflectando la mayor parte del tiempo, esto
principalmente por la mirada auto-exigente que le habita.

El participante se relaciona desde temprana edad consigo mismo como una persona
carente de valor para los demás, y se mira así mismo como una persona con poca
capacidad de logro, lo que lo lleva vivirse en lucha constante por lograr un lugar en
su medio. Esto lo llevo a relacionarse desde un punto de vista devaluado, poco
aceptado e incluso en momentos, rechazado.

Los estragos de las experiencias de vergüenza vivida en el kínder y en la primaria,


así como las diferentes experiencias de violencia de la madre, lo llevan a la
necesidad de darle gusto a sus padres, por un lado, el deseo de estudiar ingeniería
como su padre y posteriormente, el deseo de estudiar para sacerdote; una
aspiración no expresada directamente por la madre, sin embargo, e intuido así por
el participante, viviendo crisis existenciales con la presencia de insatisfacción
personal.

La forma en que el participante afronta esto es marcándose estándares muy altos,


que lo lleven a diferenciarse de los demás, esto para poder relacionarse con el
medio y ser aprobado por los otros.

Se instala en el perfeccionismo, con consecuencias adversas para su vida


emocional, ya que por un lado no le es posible cumplir tan altos estándares y lo
llevan a una mirada auto-devaluatoria de sí mismo, y se presenta en él un estado
de estrés permanente, con las consecuencias naturales de esta situación, que es la
presencia de síntomas.

Podemos concluir que si sintetizamos las experiencias emocionales y sentimientos


de deterioro vividos por el participante, como lo son: la culpa, la desolación, la
devaluación, injusticia, rechazo, vergüenza, entre otros, en dos de las emociones
básicas que son el enojo hacia los demás y la tristeza hacia sí mismo, el participante
se mira a sí mismo como una persona divida, instalándose en él de esta forma, la
omnipotencia impotente en su vida, y así, experimenta una lucha permanente, lo
que lo lleva a sintomatizar la Diabetes Mellitus II.
La Gestalt, podemos concluir, ha sido un gran apoyo para el participante, ya que lo
llevo a conocerse más a si mismo, a darse cuenta que es lo que hace para presentar
los síntomas, y modificar su estilo de vida tanto corporal como afectivo-relacional
con él mismo y con los demás, de tal forma que mantiene en cifras de control los
indicadores de su diabetes, proporcionándole esto una forma adecuada de calidad
de vida.

La presente investigación, a través de la historia de vida y desde una mirada


fenomenológica, nos permite mirar cómo la Diabetes Mellitus II se pude llegar a
instalar en las personas que tienen un manejo no adecuado de las experiencias
emocionales y traumáticas durante su vida, así también, la gran dificultad que existe
en la aceptación al diagnóstico y el apego al tratamiento, que requiere un cambio
completo en la visión de sí mismo, y las actitudes ante los problemas del día a día.

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