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TODOS
Señor Jesús, queremos estar contigo, estar junto a Ti. Quizá no se nos ocurran
muchas cosas, pero queremos estar, queremos sentir tu amor, como cuando nos
acercamos a una hoguera, queremos amarte, queremos aprender a amar. Lo
importante es estar abiertos a Tu Presencia. Y agradecer, alabar, suplicar. Y callar,
escuchar, no decir nada, simplemente estar. Acógenos como discípulos que quieren
escuchar tus palabras, aprender de Ti, seguirte siempre. Acógenos como amigos. Y
haz de nosotros también tus testigos, testigos del amor. Señor Jesús, toca este día
nuestro corazón, danos tu gracia, sálvanos. Llénanos de la vida que sólo Tú puedes
dar.
Señor mío Jesucristo, que por amor a los hombres permaneces, lleno de amor, en
este Sacramento, de día y de noche, esperando, llamando y recibiendo a cuentos
vienen a visitarte. Creo que estás presente en el Santísimo Sacramento del altar. Te
adoro desde el abismo de mi nada. Te doy gracias por todos los beneficios que me
has hecho, especialmente por haberme dado en este Sacramento tu Cuerpo, Sangre,
Alma y Divinidad. Por haberme concedido como abogada a tu Santísima Madre la
Virgen María. Y por, haberme llamado a que te visite en este santo lugar. Adoro tu
Corazón lleno de amor, en agradecimiento a tan maravilloso regalo; y para
desagraviarte de tantos ultrajes como recibes en todos los sagrarios del mundo donde
estás olvidado.
Señor Jesús, te amo con todo mi corazón; me pesa haber ofendido tantas veces a tu
infinita bondad, y propongo enmendarme con ayuda de tu gracia. Yo, pecador, me
consagro todo a Ti, y en tus manos pongo mi voluntad, mis afectos, mis deseos y todo
cuanto soy y puedo. Todo lo uno a tu Corazón lleno de amor, y así lo ofrezco al Padre
Eterno, y le pido, en tu Nombre y por el amor que te tiene, lo acepte benignamente.
Amén.
CANTO
Jesús elevó los ojos al cielo y exclamó: "Padre, he manifestado tu Nombre a los
hombres: hablo de los que me diste, tomándolos del mundo. Eran tuyos, y tú me los
diste y han guardado tu Palabra. Yo ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por
los que son tuyos y que tú me diste -pues todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío-;
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yo ya he sido glorificado a través de ellos. Yo ya no estoy más en el mundo, pero ellos
se quedan en el mundo, mientras yo vuelvo a ti. Padre Santo, guárdalos en ese
Nombre tuyo que a mí me diste, para que sean uno como nosotros. Cuando estaba
con ellos, yo los cuidaba en tu Nombre, pues tú me los habías encomendado, y
ninguno de ellos se perdió, excepto el que llevaba en sí la perdición, pues en esto
había de cumplirse la Escritura. Pero ahora que voy a ti, y estando todavía en el
mundo digo estas cosas para que tengan en ellos la plenitud de mi alegría.
Yo les he dado tu mensaje y el mundo los ha odiado porque no son de este mundo,
como tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los
defiendas del Maligno. Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Conságralos mediante la verdad: tu Palabra es verdad. Así como tú me has envido al
mundo, así también los envío al mundo; por ellos ofrezco el sacrificio, para que
también ellos sean consagrados en la verdad". Palabra de Dios
(GUIA) Sagrado Corazón Sacerdotal de Jesús, que te dignaste elegir a tus sacerdotes
como ministros tuyos, continuadores de tu obra redentora y dispensadores de tus
misterios, invistiéndoles con los mismos poderes con que te envío tu Padre Celestial:
te suplicamos por la intercesión del Corazón Inmaculado de nuestra Madre Santísima
y de los santos Ángeles custodios de tus sacerdotes, te dignes asistirlos con tu gracia,
para que se santifiquen y consigan con una intensa vida interior y apostólica llenar tus
deseos de reinar en las almas y en el mundo entero. Te pedimos por la santificación
de nuestro Santísimo Padre el Papa Benedicto XVI, tu primer sacerdote en la tierra,
para que con mano firme conduzca la nave de la Iglesia al puerto seguro de salvación.
(GUIA) Sagrado Corazón Sacerdotal de Jesús, por medio del Corazón Inmaculado
de nuestra Madre María Santísima y de los santos Ángeles custodios de tus
sacerdotes, te pedimos por la santificación de nuestros Pastores, los Obispos,
especialmente por nuestro Prelado Alberto Suarez Inda a quienes el Espíritu Santo
puso para regir tu Santa Iglesia.
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GUIA: Purísimo Corazón de María GUIA: Corazón Sacerdotal de Jesús
TODOS: Sé nuestra salvación TODOS: Danos Sacerdotes santos.
GUIA: Ángeles custodios de los GUIA: Que tus sacerdotes, Señor
sacerdotes TODOS: Se revistan de santidad
TODOS: Rogad por ellos.
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(GUIA) Sagrado Corazón Sacerdotal de Jesús, por medio del Corazón Inmaculado
de nuestra Madre María Santísima y de los santos Ángeles custodios de tus
sacerdotes, te pedimos por la santificación y defensa de nuestros sacerdotes
diocesanos y en especial por nuestro párroco el padre David, para que unidos a su
Obispo, con acierto y celo apostólico santifiquen a las almas encomendadas a sus
cuidados.
(GUIA) Sagrado Corazón Sacerdotal de Jesús, por medio del Corazón Inmaculado
de nuestra Madre María Santísima y de los santos Ángeles custodios de tus
sacerdotes, te pedimos por la santificación de nuestros sacerdotes regulares, para
que con el buen olor de sus virtudes perfumen el mundo. corrompido y lleven la luz
de tu Evangelio a las remotas tierras de misión.
(GUIA) Sagrado Corazón Sacerdotal de Jesús, por medio del Corazón Inmaculado
de nuestra Madre María Santísima y de los santos Ángeles custodios de tus
sacerdotes, te pedimos por la santificación de los formadores del clero y
perseverancia de los aspirantes al sacerdocio en su santa vocación.
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iOh, Dios!, que constituiste Sumo y Eterno Sacerdote a tu Unigénito para gloria de tu
Majestad y salvación del humano linaje, haz que los que El eligió como ministros y
dispensadores de sus misterios sean fieles en el cumplimiento de sus ministerios. Por
el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
CANTO
Cristo, Verbo de Dios, que estás con el Padre desde siempre y para siempre,
_T_ consagra a tu Iglesia en la unidad.
Padrenuestro...
TODOS: Dios todo poderoso, mira con bondad al Santo Padre el Papa Benedicto XVI.
Acepta nuestras oraciones y sacrificios por su vida y ministerio. Aumenta en nosotros
el honor y respecto, la obediencia y la fidelidad, la devoción y el amor al Sucesor de
Pedro, porque donde está Pedro, allí está la Iglesia; y donde está la Iglesia, no hay
muerte sino vida eterna. Te rogarnos, que concedas a tu siervo nuestro Obispo
Alberto quien pusiste al frente de esta diócesis, la gracia de presidir, en nombre de
Cristo. La grey que pastorea, y ser maestro fiel de verdad, sacerdote de los sagrados
misterios y ministro del santo servicio.
Mira, oh Dios, con benevolencia a nuestro querido párroco David que has colocado al
frente de los intereses espirituales de esta comunidad, Concédele, te pedimos la
gracia de hacernos adelantar con sus palabras y con su ejemplo, para que, de esta
manera, goce un día de la vida eterna, con todos los que le hemos sido confiados. Te
lo pedimos por Cristo Jesús. Amén.
CANTO
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(GUIA): Ven, oh Espíritu Santo, y da a los sacerdotes, dispensadores de los misterios
de Dios, un corazón nuevo que actualice toda su preparación, que les haga
conscientes _cual sorprendente revelación_ del sacramento recibido, y que respondo
siempre con nueva ilusión a los incesantes deberes de su ministerio, en orden a tu
Cuerpo Eucarístico y a tu Cuerpo Místico. Dales un corazón nuevo, siempre joven y
alegre.
TODOS: Ven. Oh Espíritu Santo, y da a nuestros sacerdotes, discípulos y apóstoles
de Cristo Señor, un corazón puro, capaz de amarle solamente a Él con la plenitud, el
gozo, y la profundidad que solo Él sabe dar, cuando constituye el exclusivo y total
objeto del amor de un hombre que vive de tu gracia; dales un corazón puro que solo
conozca el mal para denunciarlo, combatirlo y huir de él; un corazón puro como el de
un niño, pronto al entusiasmo ya a la emoción.
(GUIA) Ven, oh Espíritu Santo, y da a los ministros del pueblo de Dios un corazón
grande, abierto a tu silenciosa y potente Palabra inspiradora; cerrado a toda ambición
mezquina, a toda miserable apetencia humana; impregnado totalmente del sentido de
la Santa Iglesia; un corazón grande, deseoso únicamente de igualarse al del Señor
Jesús, y capaz de contener dentro de sí las proporciones de la Iglesia, las
dimensiones del mundo; grande y fuerte para amar a todos, para servir a todos, para
sufrir por todos; grande y fuerte para superar cualquier tentación, dificultad, hastío,
cansancio, desilusión, ofensa; un corazón grande y fuerte, constante si en necesario
hasta el sacrificio, feliz solamente de palpitar con el Corazón de Cristo y de cumplir
con humildad, fidelidad y valentía la voluntad divina. Amén.
TODOS
Oh María,
Madre de Jesucristo y Madre de los sacerdotes
Acepta este título con el que hoy te honramos
Para exaltar tu maternidad
Y contemplar contigo
Al sacerdocio de tu Hijo unigénito y de tus hijos,
Oh Santa Madre de Dios.
Madre de Cristo, Que al Mesías Sacerdote diste un cuerpo de carne
Por la unción del Espíritu Santo
Para salvar a los pobres de corazón contrito:
Custodia en tu seno y en la Iglesia a los sacerdotes,
Oh Madre del Salvador.
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Madre de la fe,
Que acompañaste al templo al Hijo del hombre,
En cumplimiento de las promesas
Hechas a nuestros padres:
Presenta a Dios Padre, para su gloria,
A los sacerdotes de tu Hijo,
Oh Arca de la Alianza.
Madre de la Iglesia,
Que con los discípulos en el cenáculo
Implorabas al Espíritu
Para el nuevo Pueblo y sus Pastores:
Alcanza para el orden de los presbíteros
La plenitud de los dones,
Oh Reina de los Apóstoles.
Madre de Jesucristo,
Que estuviste con El al comienzo de la vida
Y de su misión,
Lo buscaste como Maestro entre la muchedumbre,
Lo acompañaste en la cruz,
Exhausto por el sacrificio único y eterno,
Y tuviste a tu lado a Juan, como hijo tuyo:
Acoge desde el principio
A los llamados al sacerdocio,
Protégelos en su formación
Y acompaña a tus hijos
En su vida y en su ministerio,
Oh Madre de los Sacerdotes. Amén.
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Que dé a nuestro Seminario los Superiores y Profesores santos y sabios que necesita.
Que nuestro Seminario sea escuela altísima de tu Amor, fragua de apóstoles
entregados, y vivero de sacerdotes santos.
GUIA: Para que estas súplicas penetren en el cielo.
TODOS A Ti acudimos, Señor.
GUIA: Para que estos santos deseos sean consoladora realidad.
TODOS En Ti esperamos, Señor.
GUIA: Para que tus seminarios aceleren la hora de tu Reinado.
TODOS. En Ti confiamos, Señor.
TODOS
Oh Dios, que para gloria de tu majestad y salvación del humano linaje constituiste a
tu Unigénito Hijo Sumo y Eterno Sacerdote, haz, te rogamos, que aquellos a quienes
Él escogió por ministros y dispensadores de sus misterios sean hallados fieles en el
cumplimiento del ministerio que les está confiado. Por el mismo Jesucristo Señor
Nuestro. Amén.
CANTO
GUIA:
A nuestro Santo Padre, el Papa, A los sacerdotes en los hospitales,
_ envuélvelo en tu gracia, Señor. _ dales constancia, Señor.
A los Cardenales y Representantes
del Papa, A los sacerdotes enfermos,
_ envíales tu luz, Señor. _ sánalos, Señor.
A los Arzobispos y Obispos, A los sacerdotes tibios,
_ dales tus dones, Señor. _ enfervorízalos, Señor.
A los sacerdotes de seminarios, A los sacerdotes débiles,
_ dales tu Sabiduría, Señor. _ fortalécelos, Señor.
A los sacerdotes religiosos, A los sacerdotes tentados,
— hazlos perfectos, Señor. _ dales el triunfo, Señor.
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A los sacerdotes en pecado, A los sacerdotes atados a lo terreno,
_ dales tu gracia, Señor. _ rompe sus cadenas, Señor.
A los sacerdotes pobres, A los sacerdotes misioneros,
_ socórrelos, Señor. _protégelos, Señor.
A los sacerdotes celosos, A los sacerdotes predicadores,
_ ayúdalos, Señor. _ ilumínalos, Señor.
A los sacerdotes que desean amarte, A los sacerdotes directores de
_ enciéndelos, Señor. almas,
A los sacerdotes tristes, _ instrúyelos, Señor.
_ consuélalos, Señor. A los sacerdotes párrocos,
A los sacerdotes turbados, _ dales tino, Señor.
_ dales la paz, Señor. De los sacerdotes vicarios,
A los sacerdotes ancianos, _ no te apartes, Señor.
_ sostenlos, Señor. A los sacerdotes difuntos,
A los sacerdotes jóvenes, _ dales la gloria, Señor.
_impúlsalos a tu gloria, Señor. De toda la Iglesia militante y
A los sacerdotes aislados, purgante,
_ acompáñalos, Señor. _ apiádate, señor.
TODOS
Señor Jesús, te pido por tus sacerdotes. Que cuando estén clavados en la cruz del
confesionario, pongas en ellos tu corona de luz en vez de tu corona de espinas.
Que cuando, día a día, te traigan al pan convertido en tu Cuerpo, ello no se les vuelva
rutina, sino diario milagro.
Que su trato con las almas sea siempre para dejar en ellas el amor y el valor que Tú
nos entregas.
Que cuando jóvenes, tengan la fortaleza de tus últimos tres años y cuando viejos,
sigan sintiendo que "Dios alegra su juventud".
Que espíritu viviente en carne y hueso, sean como Tú, profundamente humanos y
perfectamente divino
TODOS Jesús mío, dame tu Bendición antes de retirarme y que el recuerdo de esta
visita que acabo de hacerte, permanezca en mi memoria y me anime a amarte más y
más. Haz que cuando vuelva a visitarte, vuelva más santo. Aquí te dejo mi corazón
para que te adore constantemente y lo hagas más agradable a tus divinos ojos.
Santísima Virgen, Madre de Dios y Madre mía, que por tu intercesión he alcanzado la
gracia de realizar este rato de oración, concédeme que pueda repetirla muchos días
más en la vida.
Dejo en tus manos amorosas mi vida, problemas y necesidades para que Tú hagas
con ellos lo que más convenga.
Emaus
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