Vous êtes sur la page 1sur 1

Comentario

El lenguaje como acto social no escapa de la complejidad que sustenta cualquiera de las
acciones realizadas por el ser humano. Así pues, está integrada por dos partes: Lengua y
habla; la primera de ellas se refiere al idioma y la segunda a “como lo digo”. En este
sentido, hay una similitud entre “lengua y habla” y “norma y uso”, pues lengua, que es
el idioma, es la norma, la que rige lo que puede y no puede hacerse lingüísticamente.
Así mismo habla, que es “como lo digo” se puede representar por el término “uso” que
se distingue como todas las posibilidades que tiene el hablante en el sistema de una
lengua.

Por otro lado, el estudio del lenguaje, siendo una tarea de suma importancia, se puede
realizar desde dos puntos de vista distintos: Diacronía y sincronía. La diacronía toma en
cuenta la historia y evolución de la lengua, por lo que nos lleva al reconocimiento y
análisis de los cambios lingüísticos, mientras que la sincronía, que estudia el lenguaje en
un momento determinado, hace el análisis de las variaciones lingüísticas.

Ahora bien, la sincronía determina 3 tipos de variedades, la diatópica, diastrática y


diafásica. Las variedades diatópicas se basa en la delimitación territorial, por lo que
dentro de ella se estudian los “dialectos” que muchas veces llamamos “acentos”, las
variedades diastráticas se basa en factores, en cuanto a la instrucción del hablante, por lo
que estudia el término “nivel”, y por último, las variedades diafásicas que son causadas
por dos factores: el medio en que se realiza la comunicación y la relación que tienen los
interlocutores, por lo que tienen en su haber los términos “registro” y “estilo”.

No hay duda que el lenguaje es imprescindible en la vida humana por lo que conocer
todos estos términos es de suma importancia para entender todo lo que en el converge.
Desde que empezamos a decir nuestras primeras palabras nos sumergimos en el mundo
de la lingüística compleja, donde una palabra del ayer puede ser reemplazada por una
del hoy, y esto se debe a que a pesar de la normativa, el lenguaje lo hacemos nosotros
como hablantes y el uso reiterativo de una palabra puede conllevar a una variedad, y
más tarde a un cambio.

Por último es imperante reconocer que a pesar de la línea divisoria entre “lengua” y
“habla” o “norma” y “uso”, y las diferencias que puede haber entre uno y otro, ambos
hacen parte del lenguaje, y además, hay una interdependencia entre los dos, pues son el
instrumento y el producto.

Vous aimerez peut-être aussi