Vous êtes sur la page 1sur 4

Proyectos productivos formados en el acuerdo de paz 2016

El primer contrato se ejecuta en la región de Montes de María con inversiones por más de $2
billones para cinco años, dice el gerente del programa.
Con la paz en camino se abren posibilidades de
desarrollo en zonas antes dominadas por los
grupos alzados en armas. Para hacer presencia
institucional en estas regiones, el Gobierno ha
implementado una serie de planes, que
originalmente nacieron en Francia hace más de
30 años, y que permitirán desarrollar obras
cofinanciadas por la Nación y las regiones en
grandes espacios del territorio nacional en
donde la presencia del Estado era nula.

Y se hará a través de los contratos Plan para


la Paz, que “son mecanismos de gestión de la inversión, no tienen una apropiación
presupuestal ni tienen recursos ciertos. Son dinámicas de gestión en el marco de acuerdos
entre la Nación y los territorios”, dice Santos Alonso Beltrán, gerente de esta iniciativa en el
Departamento Nacional de Planeación (DNP).

“En apenas un lustro se han canalizado recursos por $14,3 billones, que
benefician a los habitantes de los departamentos de Santander, Boyacá, Tolima, Cauca, Chocó,
Antioquia, Córdoba, Arauca y Nariño. Pero ha sido tal el impacto de los contratos en las
regiones, que el Gobierno Nacional determinó extender los beneficios de esta herramienta a
todas las zonas afectadas históricamente por el conflicto armado”, señala un documento del
DNP.
Con la paz en camino se abren posibilidades de desarrollo en zonas antes dominadas por los
grupos alzados en armas. Para hacer presencia institucional en estas regiones, el Gobierno ha
implementado una serie de planes, que originalmente nacieron en Francia hace más de 30
años, y que permitirán desarrollar obras cofinanciadas por la Nación y las regiones en grandes
espacios del territorio nacional en donde la presencia del Estado era nula.
Y se hará a través de los contratos Plan para la Paz, que“son mecanismos de gestión de la
inversión, no tienen una apropiación presupuestal ni tienen recursos ciertos. Son dinámicas
de gestión en el marco de acuerdos entre la Nación y los territorios”, dice Santos Alonso
Beltrán, gerente de esta iniciativa en el Departamento Nacional de Planeación (DNP).
“En apenas un lustro se han canalizado recursos por $14,3 billones, que benefician a los
habitantes de los departamentos de Santander, Boyacá, Tolima, Cauca, Chocó, Antioquia,
Córdoba, Arauca y Nariño. Pero ha sido tal el impacto de los contratos en las regiones, que el
Gobierno Nacional determinó extender los beneficios de esta herramienta a todas las zonas
afectadas históricamente por el conflicto armado”, señala un documento del DNP.
El informe precisa que se han priorizado los municipios que han sido más golpeados por el
conflicto interno y “en donde los índices de pobreza y desigualdad son alarmantes, se
beneficiarán de inversiones por un poco más de $10 billones a través de una segunda
generación de contratos Plan, ahora denominada contratos Plan para la Paz”.
Beltrán explica que el monto de las inversiones depende de los proyectos identificados en los
territorios. “Tienen que ser proyectos estratégicos, de impacto regional y con
financiación. Una regla obliga a que el 60 % sea financiado por la Nación y el 40 % por el
territorio”, dice.
Los contratos Plan han determinado siete lugares en los que ya se están desarrollando, que
comprenden la primera generación de este mecanismo de desarrollo.
La segunda generación, que son los contratos Plan para la Paz, arrancó en la región de los
Montes de María, que involucra a los departamentos de Bolívar y Sucre. Estos contratos ya
están en marcha y superan ampliamente los $2 billones. Este fue el primer proyecto de los
nueve que se encuentran estructurados por el Departamento Nacional de Planeación para
toda la iniciativa.
En los Montes de María se financió el alcantarillado de El Carmen de Bolívar, con
aproximadamente $70.000 millones, se dio continuidad a la transversal de los Montes de
María, con casi $30.000 millones, y se garantizaron los recursos para el acueducto de San
Jacinto, con $14.000 millones.
En el Marco Fiscal de Mediano Plazo, presentado en junio por el Ministerio de Hacienda, se
destaca que el costo total estimado del Acuerdo de Paz asciende a $129,5
billones. La reforma rural integral es el rubro más costoso y representa cerca del 85 % del
total de los costos del Acuerdo. La solución al problema de drogas ilícitas es el segundo, con el
6,4 % del total. Estas decisiones se complementan con las obras relacionadas en los contratos
Plan para la Paz.
Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda, manifestó que para este año el Gobierno hace un
esfuerzo grande disponiendo de recursos de $1,8 billones y para 2017 se elevan a
$2,4 billones. “Todo esto es desarrollo en las zonas que han sido más afectadas
históricamente por el conflicto”, anotó.
Parte de los mecanismos que “nos van a permitir avanzar son los planes de desarrollo con
enfoque territorial en las zonas del país que se han identificado con mayor incidencia del
conflicto y para eso hay unos recursos importantes en el presupuesto de este año y el del
entrante”, aseguró Cárdenas.

Esta es la ruta de la implementación del Acuerdo de Paz


La Agencia para la Reincorporación y Normalización –ARN, desarrolla acciones que aportan a
la construcción de Paz en Colombia. En este Informe de Rendición de Cuentas
encuentra aquellas que están directamente relacionadas con la implementación del Acuerdo
de Paz, adelantadas entre el 2 de diciembre de 2016 y el 30 de mayo de 2018,
sobre los siguientes puntos del Acuerdo:

Punto 3 Punto 6
Fin del conflicto Implementación,
verificación y refrendación

El 24 de noviembre de 2016, en el teatro Colón de


Bogotá, se puso fin a un conflicto armado de más
de medio siglo que desangró a Colombia. Las Farc
y el gobierno firmaron en ese escenario un
documento de 310 páginas donde acordaron
cómo ambas partes acabarían con un histórico
enfrentamiento. Se gastaron casi cuatro años en
la construcción del texto final. Luego lo
sometieron a un plebiscito para refrendarlo
ante los colombianos, pero una parte del país no
lo aceptó. Esto llevó a revisarlo y
modificarlo, para que ese jueves de noviembre
Rodrigo Londoño, por parte de las Farc, y el entonces presidente Juan Manuel Santos firmaran
el acuerdo final.
De ese momento clave en la historia reciente de Colombia ya han pasado dos años. Los
acuerdos se dividieron en seis puntos y su aplicación era inmediata después de la firma en el
teatro Colón. Se pactó acceso a tierras y reformar el campo, que para muchos académicos es
uno de los orígenes del conflicto entre las guerrillas y el Estado colombiano. También se
acordó apoyar la transición de la Farc de grupo armado a movimiento político, reparar a las
víctimas de la guerra, esclarecer lo que ocurrió en más de media década de enfrentamientos,
brindar oportunidades a quienes fueron obligados a subsistir del negocio de los cultivos de
uso ilícito y acompañar la incorporación a la vida civil de los excombatientes de las Farc.
Los principales beneficiados de este acuerdo de paz son los habitantes de la Colombia rural.
Son ellos los que más sufrieron la guerra y los que hoy más respaldan la implementación de lo
pactado. Sin embargo, la puesta en marcha del documento firmado hace dos años ha sido
lenta. Así lo constata el retraso del catastro rural, una herramienta indispensable para que a
campesinos y excombatientes les den acceso a tierras. También lo evidencia el poco respaldo
en el Congreso a las circunscripciones especiales para la paz, que le otorgaba a las víctimas y
líderes de las comunidades apartadas del país una oportunidad de participar en la política.
Otro ejemplo de la lentitud en la implementación es el Programa Nacional Integral para la
Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito —PNIS—, que tiene inconvenientes logísticos y de
financiación.
ajo este panorama, en SEMANA RURAL nos dedicaremos del 26 de
noviembre al 2 de diciembre a revisar, analizar y comprender cómo avanzan
los acuerdos de paz en la Colombia rural. Una semana dedicada a la paz.
La primera entrega de este especial es el balance de cinco de los puntos que
tocan directamente a los habitantes del campo colombiano. Esperen en estos
días crónicas, reportajes, entrevistas y piezas audiovisuales sobre los dos
años del fin del conflicto entre las Farc y el gobierno.

Vous aimerez peut-être aussi