NUMERO 5. MAYO DE 2007
Revista de la Sociedad de la Vihuela
L2> Hisoanica Lyra
SyUn camino hacia Ja vihuela
XAVIER DiAz-LATORRE
‘me encuentro habitualmente con una situacién pro-
tagonizada por misicos que provienen del mundo de
Ja guitarra, He podido constatar la preocupacién que genera
cen ellos el desconocimiento sobre los pardmetros técnicos
a tener en cuenta cuando se quiere abordar el estudio de los
instrumentos histdricos de cuerda pulsada y, en concreto,
de la villa. La cuestiSn principal acostumbra a estar rela-
cionada con la colocacién de la mano derecha y el uso de
Ja.ufa, A menudo han recibido una informacién que no se
ajusta del todo a la realidad y que hace que se sientan incé-
‘modos o desistan ante la dificultad que supone un cambio
radical en la técnica y en la pulsacién.
C= vihuelista y como profesor de este instramento
Fuentes originales sobre la impostacién de la
mano derecha
Alacercarnos al estudio de la vihuela se nos plantean diver-
sas cuestiones de indole técnica y que en funcién del reper-
torio adquieren més 0 menos relevancia. Las fuentes origi-
nales nos proporcionan diversos puntos de vista sobre la
ejecucién en la vihuela durante el siglo XVI. Ain siendo
‘muy conocidas, vale la pena cetenernos a estudiarlas un ins-
tante, compararlas y valorarlas. Las referencias al respecto
son iconogréficas y textuales y nos ayudan a entender ct
les eran las técnicas y digitaciones preferidas en la inter-
pretacién de sus miisicas.
Para facilicar e1 manejo de esta informacién dividiremos
Tas escuelas técnicas en dos grandes grupos:
1. Mano derecha impostada con el pulgar por fuera
2. Mano derecha impostada con el pulgar por dentro
Si hablésemos sobre instrumentos barracos las dudas
serfan pocas: la mayoria de representaciones pictéricas de
‘iisicos tocando guitarras, laides y archilatides muestra sin
lugar a dudas que las téenicas utilizadas se circunscriben al
primer apartado (pulgar por fuera).
En el caso de la vihuela y el laid renacentista las dudas
son mayores, ya que las dos técnicas conviven en el tiempo,
tal como veremos a continuacién.
Luis Milin, en su libro El Maestro (Valencia, 1536), nos
sugiere cl uso de algunas digitaciones en el arte del redoble
en las primeras fantasias del primer libro, a saber: dos dedos
y dedillo, Todo parece apuntar a que los dos dedos a los que
se refiere son el pulgar y el indice, aunque debemos mati-
zar que él no lo especifica. No obstante, esta técnica apa-
rece en fuentes inglesas eitalianas con les que presumible-
mente Milan estuvo familiarizado, y posteriormente
también en fuentes espafiolas. Lo que me parece més inte-
resante es saber si utilizé esta técnica a la manera extran-
jera o castellana (pulgar por dentro o por fuera respectiva~
‘mente, segin la nomenclatura que usa Venegas)
La informacién complementaria que aparece en el libro,
tal como el grabado al inicio donde Orfeo tafie una vibuela,
podria ayudar a dilucidar alguna de estas cuestiones. Aun-
ue nos vemos tentados a encasillar la posicién de la mano
en el segundo grupo (pulgar por dentro), la calidad del dibujo
no nos lo permite afirmar con rotundidad. La persona que
presumiblemente ha servido como modelo para el grabado
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xno parece un vihuelista ducho en arte de tafe, a juzgar de
‘cémo sostiene el instrumento. Este detalle, que podria pare-
‘cer insignificante, nos invalida por lo pronto el uso de esta
fuente como referencia.
No es el caso en cambio de Los Seis Libros del Delphin
de Mhisica de Cifra para Taiter Vihuela (Valladolid, 1538)
de Luis de Narvéez, donde el grabado al final de cada libro
muestra a Arién tafiendo una vihuela de gran tamaiio con
‘una impostacidn de mano derecha que podemos incluir en
el primer grupo sin duda alguna, Fsté claro que el modelo
del maestro grabador fue un vihuelista versado, zel propio
‘Narvéez, tal vez’, jun discipulo suyo? O un vihuelista de
Granada (de donde Narvéez era oriundo) o de Valladolid,
donde se edité el libro, 0 1o copié quizd de otro dibujo? Lo
‘que esté claro es que alguien cercano a Narvéez tocaba la
vihuela impostando la mano a la castellana. En estos libros,
por el contrario, no hay referencias textuales a la técnica
de mano derecha,
Por lo que se refiere a Alonso de Mudarra en sus Tres
Libros de Musica en cifras para viuela (Sevilla, 1546), é1
nos habla de dedillo y dos dedos y los intercala aparente-
mente ain con mayor naturalidad que Milén. En las pri-
eras fantasfas, las escalas en las que propone el uso de las
dos técnicas mencionadas en una misma disminucién que
asciende y desciende se alternan sin mayor problema apa-
rente. Si usaba el pulgar por fuera o por dentro, no nos queda
claro.
‘Venegas de Henestrosa en su Libro de ciffa nueva (Aleaé
de Henares, 1557) describe las cuatro maneras de redoblar
en la vihuela, a saber: dedillo,figueta castellana (p-i pulgar
por fuera), figueta extranjera(p-i pulgar por dentro) e indice-
medio.
Miguel de Fuenllana en su Libro de misica para vibuela
intitulado Orphenica Lyra (Sevilla, 1554), nos habla de la
destreza de los que usan el dedillo, pero nos cuestiona la
limpieza de tal técnica. £1 se decanta por el uso de la digi-
tacién indice-medio (i-m) aunque nos describe la destreza
de algunos excranjeros en el arte de la disminucién en la
que usan la técnica pulgar-indice (p-i).
La técnica castellana es, a simple vista, muy parecida a
Ja técnica usada por los guitarvistas en la actualidad. Como
diferencias notables a tener en cuenta hay que destacar, en
primer lugar, el uso det dedo menique apoyado en la tabla
arménica, seguramente herencia del uso del plectro durante
la Edad Media, y, en segundo lugar, la figueta castellana y
el dedillo.
‘Todos estos puntos me reafirman en mi conviecién de
‘que la guitarra ofrece una excelente base técnica que s6lo
requiere ser ampliada y no necesariamente cambiada
Sobre el uso de la ufa, cabe decir que no tenemos dema-
siadas referencias histéricas del Renacimiento,
En sti argamentacién sobre el dedillo, Fuenllana se
refiere a la wha sin demasiado afecto, ya que sostiene que
ésta ensucia la ejecucién, Existe también un poema ale-
min andnimo que recomienda cortarse las uiias antes de
tocar el latid. Ain en relacién con el uso de la ufia, se
dice que Francesco da Milano usaba ufas de plata, refe-
rencia que no he podido contrastar pero que vale la pena
citar aqui.musica practica be |
La experiencia me dice que ambas opciones son posi-
bles, aunque animo al uso de la yema en el pulgar y que la
curiosidad de cada vihuelista le guie en el uso asi como lon-
gitud y forma de la una, ya que hay muchos parémetros a
tener en cuenta (tensién de las cuerdas, material de éstas,
inclinacién de la mano y del instrumento, etc.). Actual-
mente me he decantado por el uso de la yema debido al
‘encordado en tripa. Atin as{ debo decir que la ejecucién del
dedillo me resulta mas satisfactoria usando un poco de wiia
en el dedo indice. En la actualidad atin se usa eficazmente
la técnica de dedillo en Portugal, donde las mmisicos que
tocan la guitarra tradicional usan cuerdas metélicas, plee-
to en el dedo indice ¢ inclinan la mano al estilo de la figueta
extranjera,
ZEs la técnica la que define el repertorio 0 es
el repertorio el que responde a las
posibilidades técnicas?
Si observamos una sonata de Giuliani, Sor o alguno de sus
‘contemporsneos, no encontraremos problema alguno en
consenstar que pertenece al primer grupo, el del pulgar por
fuera, no s6lo gracias a las citas explicitas de los autores sino
también debido a la textura de sus obras: arpegios, escalas,
uso del anular.
Si vamos hacia atrés y observamos el repertorio para
laid barroco o tiorba, a textura de las obras, basada amplia~
‘mente en el acompaiamiento y melodia, con las partes mis
rapidas en los registros més agudos, nos inclinan a creer
que la técnica usada es también la primera, ya que se
requiere mayor uso de las digitaciones con el indice y
medio. La segunda técnica no es imposible, como bien nos
demuestran muchos profesionales actuales, pero la primera
incide directamente en el volumen y la fluides de las par-
tes ripidas.
Es otra ver.en el Renacimiento donde la diferenciacién
es mis dificil, Para determinar qué técnica es la més ade-
cuada para la interpretacidn de la miisica de un autor en
concteto, debemos prescindir de examinar la homofonia,
Dues esta presente en todos los estilos y no es por tanto
eterminante. Deberos pues centrarnos en las obras que
«san de disminuciones en combinacién con otras voces.
En las fantasias de redobles de Luis Milin, destinadas a
“a ejecucién con el dedillo, abundan las escalas descendien-
tes y las disminuciones en una sola cuerda
En las fantasias de redobles de Alonso de Mudarra el
autor nos especifica dénde usar el dedillo y, salvo contadas
excepciones, las escalas son descendentes.
Estos dos autores son los mas ilustrativos para el estu-
dio del deditlo, A menudo me he preguntado si no es posi-
ble tocar esas disminuciones con otra digitacién. Creo que
es posible, pero su ejecucién incidird directamente en la
velocidad, timbre y fluidez de la disminucién alejandose de
Ia intenci6n del autor.
Conozco dos maneras de ejecutar esta técnica. La pri-
mera es la de usar el dedo o ufia a modo de plectro y con
‘un movimiento arriba-abajo, haciendo caso omiso del cam
bio de cuerda, La segunda (la que yo uso) consiste en apo-
yar ligeramente cuando el dedo toca con la yema y después
subir con la uiia, Se aprovecha el cambio de cuerda para
repetir ataque cuando la escala es descendente
Cuando los compositores piden la alternancia entre el
dedillo y los dos dedos se nos presenta otra ver la duda:
digueta o i-m? ¥ en caso de escoger figueta jcastellana o
‘extranjera?
Por la explicacién que hace Fuenllana sobre las técni-
cas diversas y dénde se utilizan, y por experiencia propia,
dificilmente se podrian tocar con fluidez las fantasias de
redobles de Milén con la técnica i-m.
Por lo que se reficre alas Fantasias de Mudarra, la com-
binacién con el dedillo, que segtin mi experiencia es la téc-
nica mas rapida, invita a la alternancia con la figueta, ya
que la considero mas répida que la digitacién i-m, aunque
nada definitivo por lo que se refiere a si extranjera o cas-
tellana.
En cambio, en la misica de Narvéez abundan, desde las
dlsminuciones en registros agudos (como en Gudrdame las
vacas), hasta la combinacién de dedos durante una dismi-
rucién (Baxa de contrapunto), jel anular qui2a? Me inclino
a pensar, y 2 experiencia me lo corrobora, que para la
iisica de Narve7 el uso de la técnica castellana facilita su
sjecucién,
En el caso de Fuenllana, é1 mismo cita implicitamente
sus preferencias: técnica castellana y disminuciones i-m, si
bien es cierto que en la misica de Fuenllana no abundan
las disminuciones ya que... «obscurecen la composicién».
{Quird debido también a su escuela técnica?
as conclusiones son nuevamente subjetivas.
UA donde nos lleva toda esta disquisicién?
Siendo la vihuela un instrumento eminentemente his-
pinico, deducimos pues que en la vihuela se ejecutaba a la
manera castellana y en el laid 0 vihuela de Flandes a la
‘manera extranjera. La técnica usada en la Peninsula Tbérica
en la interpretacién de la misiea para vihuela més docu-
mentada es la referente al primer grupo (pulgar por fuera).
Con este articulo no pretendo destutorizar alos vihne-
Uistas que usan la técnica del segundo grupo, la denominada
cextranjera, ya que también es una técnica hist6rica exis-
tente en el resto de Europa, muy eficaz y solvente usada
con el instramento hermano de la vihuela hispénica, el laa,
Deseo sito reivindicar el estudio y desarrollo de una téc-
nica tan nuestra como la de la figueta castellana y del dedi-
Uo, hoy tan en desuso entre los vihuelistas profesionales.
Segiin mi opinién, esta orientacién facilitard el acceso 2
muchos buenos guitarristas interesados en la vihuela
‘Me gustaria que este articulo sirviera como invitacién a
todo aquél interesado en entrar en este fascinante mundo
que es el de la vihuela, No es ningiin secreto que el patri-
monio musical que aporta es de los més bellos que nos ha
dado la historia de la musica CR
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