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O C E A N O G R A F Í A F Í S I C A

LA OCEANOGRAFÍA FÍSICA es una rama de las ciencias del mar que se


ha desarrollado rápidamente y que trata de entender los problemas
relativos a las propiedades físicas del agua del mar, o bien, a los
movimientos de las partículas fluidas que la componen, sin olvidar la
acción recíproca del mar y de la atmósfera, por una parte, y del mar
con el fondo oceánico, por otra.

Esta ciencia incluye dos actividades principales: la primera se dedica


al estudio directo y a la preparación de cartas sinópticas de las
propiedades físicas del océano, como temperatura, densidad,
transparencia, presión, punto de ebullición, punto de congelación,
calor específico, energía absorbida, entre otras; y la segunda es el
estudio teórico de los procesos físicos del mar que intervienen en la
circulación del agua oceánica, como corrientes, mezcla, mareas y
surgencias, para explicar su comportamiento.

La circulación del agua del mar es la propiedad física básica que se


presenta en el océano, por lo que los oceanógrafos la han estudiado
mediante muchas técnicas. De esta característica se derivan todas
las demás propiedades físicas del mar y, a su vez, la circulación es el
resultado de la interacción de ellas.

Figura 1. Oceanografía física.


Figura 2. Circulación del agua oceánica.

De manera general, se puede decir que las corrientes oceánicas se


producen porque el agua caliente del ecuador, que es más ligera,
fluye hacia los polos por la superficie del mar, al llegar a éstos
desciende, se enfría y regresa hacia el ecuador por el fondo,
ascendiendo muy lentamente en las regiones tropicales, para iniciar
el ciclo nuevamente.

De este modo, grandes cantidades de calor solar son transportadas


desde los trópicos hacia el norte y el sur, dispersándose por el
planeta; este calor, al aumentar, produce la evaporación del agua en
regiones subtropicales, la cual se precipita como lluvia en las zonas
templadas de mayor latitud. Esta disipación del calor solar hace
posible que una gran parte del planeta sea habitable e influye en la
distribución de los seres vivos.

La circulación del agua no es tan sencilla como se describió


anteriormente, debido a que la complica el movimiento de los
vientos. Los persistentes alisios empujan el agua caliente de la
superficie hacia el Oeste, a lo largo del ecuador en los océanos, hasta
que esta agua encuentra tierra y se desvía hacia el norte y el sur,
formándose varias corrientes marinas; por su gran caudal se han
hecho famosas dos de ellas: la Corriente del Golfo y la del Este de
Australia.

La rotación del planeta complica todavía más la circulación oceánica,


porque tiende a desviar todas las masas de agua hacia la derecha en
el hemisferio norte y hacia la izquierda en el sur.

A esto se deben sumar otros fenómenos que dificultan la circulación


de corrientes, como son los que se presentan en lugares donde la
evaporación es grande, por lo que se produce agua más salada y
pesada que desciende a profundidades hasta de 1.5 kilómetros, como
por ejemplo, en el Mar Rojo, y las zonas ártica, antártica y
subantártica que cambian las velocidades de enfriamiento del agua,
lo que provoca fenómenos de hundimiento o de surgencia que varían
las características de las corrientes.
Figura 3. Propiedades físicas del océano.

Observar la diversidad del proceso que interviene en la circulación


del agua en el océano permite dar cuenta de la infinidad de problemas
que tienen que resolver los oceanógrafos físicos en relación con esta
característica.

Otro campo de la física del mar es el estudio de las olas, las mareas
y los niveles de agua. El conocimiento más profundo sobre el origen
y comportamiento de las olas ha permitido prever los maremotos,
salvando con ello gran cantidad de vidas.

Los estudios de las mareas son imprescindibles para las


construcciones portuarias y también para realizar las obras de tipo
hidráulico que permiten que las bocas de las lagunas costeras se
mantengan abiertas y que la vida en ellas permanezca estable.

Asimismo, son de gran utilidad para la industria pesquera, ya que


algunos métodos de captura se basan en el comportamiento que los
seres vivos presentan ante los cambios de marea. Y, de unos treinta
años a la fecha, las mareas son utilizadas para producir fuerza motriz.

El nivel del mar no es constante y no sólo varía con las mareas


diarias, sino que todos los años sube en verano y baja en invierno, a
causa, principalmente, de los cambios de temperatura y de la presión
atmosférica.

En los ciclos que han durado cientos de años, el nivel del océano
también se ha ido modificando debido al aumento y disminución de
los hielos polares. En la época de los romanos, el nivel del mar era
bajo, los inviernos eran fríos y los veranos secos, pero a partir del
año 500 de la era actual los hielos polares disminuyeron, el nivel del
mar aumentó y muchas zonas costeras fueron cubiertas por el agua;
lo mismo ocurrió con los puertos construidos en los días de Roma,
pero los que se hicieron para sustituirlos quedaron distantes del mar
durante la Edad Media, en la cual bajó el nivel del mar, debido a que
se produjo otra época de fríos. El estudio de estos cambios del nivel
del mar permiten predecir las variaciones del clima, entre otros
fenómenos.

El océano regula las características del clima y se puede considerar


como la "memoria" de la atmósfera, porque en él se deposita la
mayoría de los cambios atmosféricos que se van acumulando; en
ocasiones estos fenómenos pueden regresar a la atmósfera causando
modificaciones.

La acción que el océano ejerce sobre el clima es estudiada por la


meteorología, una rama de la física. Uno de los procesos más
interesantes para este estudio es la distribución de calor en el globo,
regulada principalmente por las corrientes oceánicas. El mar actúa
como un inmenso regulador que equilibra el contenido en vapor de
agua y bióxido de carbono en la atmósfera: estas dos sustancias son
las causantes principales de la retención de casi todo el calor del Sol
cerca de la superficie de la Tierra, lo que permite comprender la
importancia que para el clima tienen los océanos. Para estudiar estos
fenómenos, la oceanografía física emplea satélites meteorológicos.

En el estudio de la física del mar los científicos han desarrollado gran


cantidad de técnicas y aparatos, los cuales cada vez se hacen más
complejos. Así, por ejemplo, las corrientes de superficie que se
medían observando cómo se desplazaba un objeto flotante (que
podría ser una botella llena de aire), en la actualidad se estudian
utilizando el cinematógrafo geoeléctrico, que registra el voltaje
producido por las corrientes y que permite conocer su velocidad.
También para medir esta importante característica se utilizan las
boyas de flotabilidad neutra.

Uno de los mayores adelantos técnicos que se ha tenido en la


oceanografía física es la construcción de un instrumento que mide
continuamente la temperatura, salinidad, velocidad de corriente y
velocidad del viento. Este instrumento se hace llegar al fondo,
transmitiendo información a la superficie mediante impulsos sonoros
codificados que son registrados en estaciones fijas de observación en
el mar, las que a su vez transmiten estos impulsos por radio a los
laboratorios en tierra.

Con estos métodos la oceanografía física permite comprender y


predecir que algunas partes del océano sean más fértiles y prolíferas
en seres vivos que otras.

La producción del océano está íntimamente relacionada con las


características físicas y químicas del agua. Cuando el plancton capta
la energía del Sol y la almacena para elaborar alimento, necesita de
sustancias inorgánicas llamadas nutrientes, las cuales se encuentran
en el fondo del océano como producto de la descomposición
bacteriana de la materia orgánica, y para salir del fondo y subir a la
superficie necesitan de las corrientes llamadas surgencias, siendo
esto un abono del mar, semejante a lo que sucede cuando se fertiliza
un pastizal. Esto permite que aumente la producción de alimentos, y
por lo tanto, las poblaciones de vegetales y animales marinos.
Esta área de las ciencias del mar está en pleno desarrollo y los físicos
que se especializan en el estudio de los mares pueden dividirse en
oceanógrafos físicos (también llamados hidrógrafos) y meteorólogos
marinos.

http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen2/ciencia3/086/htm/sec_5.htm

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