Una alimentación saludable consiste en ingerir una variedad
de alimentos que te brinden los nutrientes que necesitas
para mantenerte sana, sentirte bien y tener energía. Estos
nutrientes incluyen las proteínas, los carbohidratos, las
grasas, el agua, las vitaminas y los minerales.
La nutrición es importante para todos. Combinada con la
actividad física y un peso saludable, la buena alimentación
es una forma excelente de ayudar a tu cuerpo a
mantenerse fuerte y saludable. Lo que comes puede influir
en tu sistema inmunitario, tu estado de ánimo y tu nivel de
energía.
- Permite mantener la mente despierta. El cerebro, para llevar a cabo sus funciones,
necesita determinados nutrientes de manera continuada, de modo que una dieta saludable
y organizada
- Te ayuda a controlar el peso. Llevar una dieta equilibrada con bajo contenido de
grasas y azúcares, permite mantener mejor el peso y mantenerlo estable a largo plazo.
- Mejora la capacidad de respuesta de tu sistema inmune. Dado que el sistema inmune
está relacionado con gran cantidad de nutrientes, mantener una alimentación adecuada
hace que este se defienda de manera más eficiente de los agentes extraños y sea
más difícil que las bacterias actúen provocando infecciones.
- Eficaz para controlar la tensión arterial. Una dieta rica en frutas y verduras
puede ayudarte a reducir los problemas con la tensión arterial. Los responsables
son las vitaminas y minerales como el potasio que contienen.
- Promueve el equilibrio y adecuado tránsito intestinal. Si tomas diariamente fruta,
verdura, y cereales integrales, no tendrás problemas para cubrir la cantidad de fibra
diaria necesaria. Reduce el riesgo de determinadas enfermedades como las
cardiovasculares o algunos tipos de cáncer. ¡Recuerda consumir una cantidad adecuada!
- Mejora el estado de ánimo.
Determinado como el hierro, ácido
fólico, algunas vitaminas del grupo
B o los ácidos grasos omega 3
pueden influir en nuestro estado de
ánimo. Una dieta variada, aporta la
cantidad necesaria de estos y
mantiene el equilibrio nuestro estado
de ánimo, así como una actitud
positiva.
Los embutidos: Como el jamón de cerdo, longaniza, prietas,
salame y mortadela son alimentos con un alto contenido de
grasas, sobre todo saturadas.

Bebidas con gas: Se asocia a un aumento del sobrepeso

y obesidad, también enfermedades como la diabetes,
aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares por
los altos niveles de azúcar que aporta. Una lata de 350 cc
de bebida aporta 12 cucharaditas de azúcar.

Grasas: Un alimento muy dañino para la salud, pues tienen

un alto contenido de grasas saturadas, grasas trans y
colesterol, además del aporte de hidratos de carbonos
refinados.

Los dulces: Son golosinas que contienen grandes

cantidades de azúcar y jarabe de maíz rico en
fructosa por lo que su consumo excesivo también aumenta
el riesgo de presentar sobrepeso, obesidad, diabetes y
resistencia a la insulina.