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UNIVERSIDAD SAN PEDRO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

CURSO: INTRODUCCION A LAS CIENCIAS JURIDICAS

DOCENTE: JORGE ANTONIO ALVARADO SANCHEZ

TEMA: HABEAS CORPUS

ALUMNO: AVALOS AURORA LUIS HUGO

FECHA : JULIO 02 DEL 2019

CHIMBOTE – PERÚ
AGRADECIMIENTO

A mis Docentes por su comprensión


y paciencia en la realización de este
objetivo de vida como es llegar a ser
abogado.
DEDICATORIA
A Dios que me ha dado la vida y la
fortaleza. A mis Hijos por ser mi
motor y motivo y a mi Madre por
estar cuando más la necesito.

INDICE
INTRODUCCIÓN……………………………………………..…...…….. 05

RESUMEN………………………………………………………………… 11

HABEAS CORPUS………………………………………………………. 12

l. CONCEPTO Y OBJETO…………………………………..…………... 12

1.1 FINALIDAD…………………………………..……………………………. 13

1.1.1 CARACTERÍSTICAS…………………………………………………… 13

1.2 CASOS DE IMPROCEDENCIA…………………………………….. 14

1.3 TITULARES DE LA ACCIÓN………………………………………. 15

1.4 SUJETO PASIVO DE LA ACCIÓN………………………………… 16

1.5 COMPETENCIA…………………………………..…………………… 16

1.6 TRÁMITE DE LA ACCIÓN…………………………………………… 18

1.7 REGLAS PROCESALES ESPECIALES…………………………… 41

CONCLUSIONES…………………………………..……………………… 43

BIBLIOGRAFÌA…………………………………..………………………… 44

ANEXOS……………………………………..……………………………… 45

INTRODUCCIÓN
La acción del Hábeas Corpus tiene una literatura impresionante, sobre

todo en Inglaterra y en los Estados Unidos de América. En la actualidad, es

usada como medio de asegurar el control judicial del Ejecutivo,

fundamentalmente en caso de extradición e inmigración, pero es utilizable en

otras áreas del poder, tales como detención e internamiento bajo poderes de

emergencia o cuando es limitada o restringida la libertad en pacientes

mentales.

En los siglos XV y XVI, las cortes del King´s Beach y Common Law usaron

el writ para imponerse sobre cortes rivales y para liberar prisioneros de esas

cortes que se habían excedido en sus jurisdicciones –competencias (WRIT

está constituida por un acta expedida por la Corte Suprema de Justicia auto

de Corpus Corpus), por el cual los que habían ordenado la detención,

tenían que presentar el cuerpo del detenido

En el Siglo XVII, parlamentarios usaron el writ para realizar arrestos

arbitrarios ordenados por el Rey o el Consejo del Rey. En 1640 se aprobó la ley

para que en casos de detención, las cortes del Common Law investigasen la

verdadera causa del arresto o privación de libertad.

La esencia de estos tipos de Hábeas Corpus era que una corte pudiera

determinar la legalidad de una detención. Con posterioridad a esta ley de 1640,

se sancionaron las de 1679, 1816, y 1862, prohibía la evasión del Hábeas

Corpus trasladando prisioneros fuera de la jurisdicción de las cortes inglesas.


La de 1816 dio poderes al Juez en los casos civiles para investigar en relación

con el “retorno” del detenido. La de 1862 estableció que el writ no sería

empleado fuera de Inglaterra en ningún dominio o colonia en donde existiesen

cortes que garantizasen el uso de Hábeas Corpus.

De Inglaterra, el Hábeas Corpus paso a Estados Unidos de Norteamérica,

manteniéndose en sus diversas modalidades, pero en la actualidad lo que

más se emplea, es el llamado técnicamente HÁBEAS CORPUS AD

SUBJUDICIENDUM. Su propósito fundamental es obtener la libertad inmediata

por una detención ilegal, para liberar a aquellos que son hechos

prisioneros sin causa suficiente; en otras palabras para liberar a las

personas detenidas indebidamente o alejadas de aquellos que tienen que ver

legalmente con su detención.

El Hábeas Corpus, se ha extendido a otros países, como es el caso de

Portugal y más recientemente a España: 1933 y 1978 respectivamente. No

obstante que, como se sabe en España se contaba desde muy antiguo con

diversos recursos que tenía similares propósitos.

Sin embargo si bien es difícil decir cual de dichos medios procésales es

anterior en el tiempo, lo concreto del caso es que con la llegada del

absolutismo a España, todas esas bondades procésales empiezan un periodo

de extinción que durará siglos y por ende serán puestos de lado y olvidados por

los pueblos. Por el contrario, Hábeas Corpus, evolucionó en Inglaterra en forma

lenta pero segura y jamás dejó de existir ni de aplicarse.

Bajo la influencia de la experiencia inglesa, el Hábeas Corpus se


incorporó y existe en la actualidad en casi toda América Latina; si bien es

probable que la experiencia norteamericana se haya extendido más durante el

presente siglo. En todos estos países el desarrollo de la institución es similar,

con algunas variantes. Conviene con todo dejar aclarado que el nombre juris es

distinto en algunos países, lo que no ha impedido que la doctrina y la

jurisprudencia los reconozcan como Hábeas Corpus. Así en Honduras, El

Salvador y Guatemala, recurso de exhibición personal; en Venezuela, Amparo a

la libertad y seguridad personal, mientras que los demás derechos son protegidos

por el Recursos de Protección, etc.

Clásicamente se ha considerado al Amparo como un instituto unitario, no

obstante sus numerosos variantes en cuanto alcances protectores y cauces

procésales y se acepta dentro del Amparo el denominado “Amparo –Libertad” o

“Amparo-Habeas Hábeas”, que cautela no sólo la libertad corporal sino la

integridad corporal, la deportación, la tortura.

Brasil es el país que introduce por vez primera el Hábeas Corpus en

1830, fue creado para la protección de quien sufre o pueda sufrir violencia o

coacción ilegal en su libertad de ir y venir.

En la Argentina, el Hábeas Corpus lo encontramos en la Constitución de

1949, derogada a la caída de Perón. Aparece nuevamente en 1957, y se

presenta de manera clásica y vinculada con la libertad personal y procede por

arresto sin orden de autoridad y otros casos.

En el Perú se sigue una huella o matriz tradicional y así figura desde la


primera ley sobre Hábeas Corpus de conformidad con el siguiente esquema

que consta de cuatro etapas claramente diferenciadas:

Primer Período de 1897 a 1933: Cubre la dación de la primera ley de

Hábeas Corpus en 1897, para la sola protección de la libertad individual, y así

permanece hasta 1933. si bien en 1916 hay algunos aparentes indicios de

ampliar su radio de acción, esto no se concreta en la realidad ni menos en las

normas, si bien aspecto importante es la Constitución de 1920 que eleva el

Hábeas Corpus, por vez primera a nivel constitucional.

Segundo Período de 1933 a 1979: La Constitución de 1933 incluyó al

Hábeas Corpus para la defensa de todos los derechos individuales y sociales

(Art. 69); no obstante, al hablar de los derechos los llamo “garantías

individuales y sociales”. Sin embargo, el Hábeas Corpus funcionó para todo e

hizo las veces no solo de Hábeas Corpus estricto sensu, sino también de

Amparo. La parte procesal se complicó y así en 1968 se distinguió el Hábeas

Corpus Civil del Penal; por otro lado, en 1974 se creó el “Amparo Agrario”, que

funcionaba solo en el respectivo fuero privativo y para fines concretos de

reforma agraria.

Desde 1979 hasta 1993. Esta etapa se abre con la Constitución

sancionada en 1979, y lo trascendente de la nueva Carta Constitucional, es la

distinción entre dos figuras jurídicas claras y precisas; de un lado el Hábeas

Corpus para la defensa de la libertad individual y los derechos constitucionales

conexos; y de otro lado, el Amparo, para los demás derechos fundamentales.

Desde 1993 hasta el presente. En esta etapa se apertura con la


inclusión de la Acción Constitucional: Hábeas Data y Acción de Cumplimiento y

la entrada en pleno vigor de la Carta de 1993 que precisamente traía estas

novedades que incorporaba como acciones de garantía a las ya existentes:

Acción de Hábeas Corpus; Acción de Amparo, Acción de Inconstitucionalidad y

la Acción Popular.

Por cierto, la temprana introducción de estos instrumentos protectores

en nuestros países ha tenido un doble origen. Por un lado los frecuentes

abusos que se han dado en el continente desde que se adquirió independencia

política, caracterizados por revueltas, golpes de estado, dictaduras de diversos

signos y violaciones sistemáticas de los derechos humanos. Y por otro lado, el

deseo de las clases políticas e intelectuales de proveerse de instrumentos

jurídicos que sirvieran al ciudadano de protección frente a tales excesos.

Lo anterior está relacionado con lo que en las últimas décadas se ha

visto con claridad: que los derechos humanos y su protección son el supuesto

básico del funcionamiento de todo sistema democrático.

Durante mucho tiempo se pensó que los derechos humanos sólo podían

ser violados por el Poder Político.

De lo expuesto se desprende la importancia y trascendencia del tema

investigado, desde que la libertad, es el bien jurídico ligado a los bienes

conceptuales de la democracia y se constituye en uno de los pilares

fundamentales del Estado de Derecho, de manera que en situaciones de

conmoción social y con regímenes autoritarios y de dictadura como el que ha


gobernado el Perú durante la última década; la libertad adquiere contornos

dramáticos. Por ello, y vista la trascendencia del tema hemos efectuado la

presente investigación analizando las resoluciones expedidas por el Órgano de

Control de La Constitucionalidad: El Tribunal Constitucional.


RESUMEN
El proceso Constitucional Habeas Corpus, es una institución jurídica de gran
importancia. Se trata de una acción de garantía que procede en los casos en que
se violen o amanecen Derechos Constitucionales por acción o por omisión de
actos de cumplimiento obligatorio. Siendo la libertad individual su razón de ser.

Su objetivo es proteger la libertad personal, independientemente de la


denominación que recibe el hecho cuestionado (detención, arresto, prisión,
desaparición forzada, etc). Nuestra actual constitución señala que procede contra
cualquier autoridad, funcionario o persona, por cualquier acción u omisión que
implique una amenaza o violación de la libertad personal.

Lo que se tutela es la libertad física en toda su amplitud. Ello en razón a que ésta
no se ve afectada solamente cuando una persona es privada arbitrariamente de
su libertad, sino que también se produce dicha anomalía cuando encontrándose
legalmente justificada esta medida, es ejecutado con una gravedad mayor que la
establecida por la ley o por los jueces.

En efecto, la facultad de locomoción o de desplazamiento espacial no se ve


afectada únicamente cuando una persona es privada arbitrariamente de su
libertad física, sino que ello también se produce cuando se presentan
circunstancias tales como la restricción, la alteración o alguna forma de amenaza
al ejercicio del referido derecho; asimismo, cuando a pesar de existir fundamentos
legales para la privación de la libertad, ésta se ve agravada ilegítimamente en su
forma o condición, o cuando se produce una desaparición forzada, etc.

Podemos decir entonces que la función que cumple el habeas corpus es esencial,
pues actúa como medio para controlar el respeto a la vida e integridad de la
persona, para impedir su desaparición o la indeterminación de su lugar de
detención, así como para protegerla contra la tortura u otros tratos o penas
crueles, inhumanas o degradantes.
HABEAS CORPUS

l. CONCEPTO Y OBJETO

El Hábeas Corpus es una Acción de Garantía Constitucional de la libertad física y


corporal de las personas. Es de naturaleza sumaria, dirigida a restituir la libertad
que ha sido vulnerada o amenazada por actos u omisiones provenientes de
autoridades, funcionarios o particulares.

conexos a ella (Const., arto 200 inc. 1). Esta acción se ejerce con el objeto de
reponer las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de violación de la
libertad individual (Ley N° 23506, arto 1).

El Hábeas Corpus, es un procedimiento destinado a la protección del derecho a la


libertad personal, por el que se trata de impedir que la autoridad o alguno de sus
agentes puedan prolongar de forma arbitraria la detención o la prisión de un
ciudadano. A través del hábeas corpus, una persona privada de libertad puede
obtener su inmediata puesta a disposición de la autoridad judicial competente,
que resolverá acerca de la legalidad o no de la detención.

El Hábeas Corpus tiene origen anglosajón y se caracteriza por ser un


procedimiento sumario y rápido que debe finalizar en un periodo breve de tiempo.
Es también un proceso sencillo y carente de formalismos que no precisa la
presencia de abogado. El hábeas corpus procede no sólo en los casos en que, en
principio, se ha producido una detención ilegal, sino también en aquellos otros en
los que la detención ha sido conforme a la ley.

Dado que el procedimiento de hábeas corpus tiende a la protección de un


derecho fundamental como es el derecho a la libertad personal, las legislaciones
permiten que pueda instarlo no sólo la persona privada de libertad, sino también
su cónyuge, ascendientes, descendientes y hermanos e incluso puede iniciarse
de oficio por la autoridad judicial competente. Si concurren los requisitos para su
tramitación, el juez inicia el procedimiento ordenando a la policía que lleve a su
presencia a la persona detenida. La autoridad judicial, una vez que ha escuchado
al detenido y a las personas implicadas en el arresto, decide acerca de la
legalidad o no de la misma, y decreta, en caso de apreciar irregularidades, el
rápido enjuiciamiento del detenido (si es que la detención ha devenido ilegal por
haber transcurrido el plazo establecido por la ley), o bien su libertad.

1.1 FINALIDAD

La acción de Hábeas Corpus, tiene como fin inmediato el restablecimiento de la


libertad personal vulnerada o amenazada. Esto significa regresar a la situación
anterior en que se encontraba el sujeto, en uso de su libertad. A decir de Ortecho
Villena, este propósito resulta perfectamente claro, tratándose de la libertad
corporal, frente a un arresto, pero resulta un tanto impreciso, pero no por eso
menos efectivo, cuando se trata de otros aspectos de la libertad personal, como p.
ejemplo, en la omisión de otorgar un pasaporte o el de ser asistido por un
abogado, en caso de encontrarse detenido ilegalmente o en el caso de
incumplimiento de una excarcelación ya ordenada.

1.1.1 CARACTERÍSTICAS

a.- ES UNA ACCIÓN DE GARANTÍA CONSTITUCIONAL:


Esto significa la concurrencia de una persona y el obrar
procesalmente de la misma ante un organismo jurisdiccional
competente, según sea el caso, para conseguir la protección a su
libertad personal.

Esta terminología de acción y no de recurso, como algunas veces se


ha término "recurso" se reserva para los medios impugnatorios que se
emplean para las resoluciones judiciales o administrativas. También
nos permite distinguir un derecho de un mecanismo para defender ese
derecho, como lo es una acción de garantía, ya expresada
anteriormente.
b.- ES DE NATURALEZA PROCESAL:

En efecto el Hábeas Corpus no es una situación de derecho


sustantivo, sino de derecho procesal o adjetivo, pues implica el
desarrollo de un procedimiento judicial, con la única particularidad que
es especial, por la libertad que se cautela o por la naturaleza del mismo
procedimiento, que un sentido preferencial y urgente.

c.- ES DE PROCESAMIENTO SUMARIO

Quizá si debiésemos calificarlo de sumarísimo, pues su tramitación


es muy breve o sumamente breve abarca todo cuanto se trata de
aplicar para el caso de restablecer la libertad, frente a una detección
arbitraria. Y aquí nuevamente insistimos en el carácter especial y
extraordinario que tiene el valor de la libertad, que exige un remedio
inmediato y efectivo, en el que, como veremos más adelante se dan
todas las facilidades procesales.

El carácter sumario de este procedimiento exige la referencialidad


por parte de los jueces; cuando los accionistas recurren en uso de
Hábeas Corpus, se prohíben toda clase de articulaciones que
entorpezcan su desenvolvimiento.

1.2 CASOS DE IMPROCEDENCIA

La acción de hábeas corpus no procede en los siguientes supuestos:

a. Casos de improcedencia de carácter general (Ley Nº 23506, arto 5;


aplicable también a la acción de amparo, acción de cumplimiento y acción
de hábeas data):

- Cuando ha cesado la violación o la amenaza de violación del derecho


constitucional, o si la violación se ha convertido en irreparable.
- Cuando se dirige contra una resolución judicial o arbitral emanadas de un
proceso regular. .
- Cuando el agraviado opta por recurrir a la vía judicial ordinaria.
- Cuando es ejercida por las dependencias administrativas, incluyendo las
empresas públicas, contra los Poderes del Estado y los organismos creados
por la Constitución, por los actos efectuados en el ejercicio regular de sus
funciones.

b. Casos de improcedencia de carácter específico (Ley N° 25398, arto 16,


aplicable solo a la acción de hábeas corpus):

- Cuando el recurrente tiene una instrucción abierta o se halla sometido a juicio


por los hechos que originan la acción de garantía.
- Cuando la detención que motiva la acción de hábeas corpus ha sido ordenada
por juez competente dentro de un proceso regular.
- En materia de liberación del detenido, cuando el recurrente sea prófugo de la
justicia, o desertor de las Fuerzas Armadas o de la Policía Nacional, o evasor
de la conscripción militar, o militar en servicio arrestado por sus jefes, o esté
cumpliendo pena privativa de la libertad ordenada por los jueces.

Adicionalmente, cabe señalar que la acción de hábeas corpus no procede a favor


de quienes estén involucrados en el delito de tráfico ilícito de drogas, durante la
detención preventiva en la investigación policial en la que haya participado el
representante del Ministerio Público y el caso haya sido puesto en conocimiento
de la autoridad judicial' competente (D. Leg. Nº 824, arto 17).

1.3 TITULARES DE LA ACCIÓN

La acción de hábeas corpus puede ser interpuesta por la propia persona


perjudicada o cualquier otra en su nombre, sin necesidad de poder, papel sellado,
boleta de litigante, derecho de pago, firma de letrado o formalidad alguna (Ley Nº
23506, arto 13).

Cuando se trata de menores de edad (niños o adolescentes) que han sido


detenidos, estos no solo pueden impugnar la orden que los ha privado de su
libertad, sino también ejercer directamente la acción de hábeas corpus, cuando se
trata de una detención arbitraria (Ley Nº 27337, arts.185 y 186).
Por otro lado, cabe señalar que el defensor del pueblo está facultado, en el
ejercicio de sus funciones, para interponer la acción de hábeas corpus en tutela
de los derechos constitucionales y fundamentales de cualquier persona; y
asimismo, está facultado para intervenir en los procesos de hábeas corpus a fin
de coadyuvar a la defensa del perjudicado (Ley Nº 26520, arto 9 inc. 2).

Por último, en épocas de elecciones, las autoridades electorales pueden


interponer la acción de hábeas corpus para liberar a las personas con derecho a
votar que hayan sido detenidas en forma ilegal, frente a la denuncia de este
hecho por los personeros o familiares del detenido (Ley Nº 26859, arto 344).

1.4 SUJETO PASIVO DE LA ACCIÓN

La acción de hábeas corpus se interpone contra cualquier autoridad, funcionario o


persona; si bien las personas naturales y jurídicas son emplazadas directamente,
la defensa del Estado o de cualquier funcionario o servidor público la asume el
procurador público que corresponda, o el defensor que el funcionario o servidor
designe sin perjuicio de la intervención del procurador público; a su vez, se debe
considerar que la no participación del procurador o del defensor nombrado, no
invalida ni paraliza el procedimiento (Ley Nº 23506, art. 10; Ley Nº 25398, art. 12).

1.5 COMPETENCIA

Actualmente la competencia para conocer de la acción de hábeas corpus es la


siguiente:

a) Como regla general se establece que la competencia jurisdiccional para


conocer las acciones de hábeas corpus corresponde a cualquier Juez
Especializado en lo Penal (antes Juez Instructor o Juez de Instrucción) del lugar
donde se encuentra el detenido, o del lugar donde se haya ejecutado la medida, o
del lugar donde se haya dictado la misma (Ley Nº 23506, art. 15 y Ley Nº 25398,
art. 21).
Cabe mencionar que de acuerdo al art. 3 de la R. Nº 192-2001-CE-PJ y al art. 5
de la R. Nº 006-2002-P-CSJL-PJ, en el distrito judicial de Lima, las acciones de
hábeas corpus serán de conocimiento del Juez Especializado en lo Penal que se
encuentre de turno.

b) En caso de detención arbitraria atribuida a una orden judicial, la acción de


hábeas corpus se interpondrá ante la Sala Superior Especializada en lo Penal
(antes Tribunal Correccional), la misma que designará a un Juez Especializado en
lo Penal, quien decidirá en el término de veinticuatro horas, es decir que este
último tiene facultad de fallo (Ley Nº 23506, art. 15).

Cabe agregar que, en el distrito judicial de Lima, en casos como este se asume
que la acción de hábeas corpus debe presentarse ante la Sala Especializada en
lo Penal que se encuentre de turno; pues los arts. 6 y 7 de la R. Nº 006-2002-P-
CSJL-PJ se refieren a un turno especial de dichas Salas para casos similares, por
ejemplo cuando estas tienen competencia como primera instancia, entre otros
supuestos.

c) Igualmente, interpretando extensivamente el arto 15 de la Ley Nº 23506, se


establece que si la vulneración de la libertad individual ha sido ocasionada por
acción u omisión de una Sala Superior, la acción de hábeas corpus se interpone
ante la Sala Superior Especializada en lo Penal que se encuentre de turno si es
en la ciudad de Lima, la cual, del modo que ya se describió, designará al Juez
Especializado en lo Penal que resolverá el caso en primera instancia; si la Sala
Superior emplazada es la misma Sala a la que coincidentemente le corresponde
el turno señalado, esta se inhibirá de ver el caso y remitirá en el día los actuados
a otra Sala Especializada en lo Penal, la que se encargará, de efectuar la
designación del Juez Especializado en lo Penal.

d) Para el caso del delito de terrorismo, es competente para conocer las acciones
de hábeas corpus que eventualmente interpongan quienes hayan sido detenidos
por la presunta comisión de estos delitos, el Juez Penal Especializado de
Terrorismo y, en su defecto, el Juez Especializado en lo Penal (juez ordinario) (La
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el Exp. Nº 01 0-2003-AlrrC,
declaró inconstitucional el tipo penal de "traición a la patria" y suprimió dicha frase
del texto del arto 6 del D.L. Nº 25659, modificado por la Ley Nº 26248).

Cabe señalar que el art, 15 de la Ley Nº 23506, que regula la competencia


jurisdiccional en las acciones de hábeas corpus, fue modificado por el D.Leg. Nº
900, el mismo que estableció que dicha competencia correspondía en Lima y
Callao al Juez Especializado de Derecho Público, y en los demás distritos
judiciales a los Jueces Especializados Penales o Mixtos, según el caso.
Asimismo, tratándose de detención arbitraria atribuida a una orden judicial, la
acción de hábeas corpus se interponía ante la Sala Superior de Derecho Público,
en Lima y Callao; y en los demás distritos judiciales ante la Sala Especializada
Penal o Mixta, según el caso. No obstante, el D.Leg. N° 900, que introdujo esta
modificatoria, fue declarado inconstitucional y dejado sin efecto por sentencia del
Tribunal Constitucional publicada el 27/12/2001 (Exp. N° 004-2001-I/TC), por lo
que se entiende que la competencia en las acciones de hábeas corpus se sujeta a
lo establecido en el texto original del arto 15 de la Ley N° 23506, que es el que
hemos considerado y así ha quedado expuesto en este rubro.

Luego de la declaratoria de inconstitucionalidad del D.Leg. N° 900, se dictaron la


R. Adm. N° 192-2001-CE-PJ y la R. N° 006-2002-P-CSJL-PJ, antes mencionadas,
las mismas que incluyen normas relacionadas con el conocimiento de las
acciones de hábeas corpus y amparo en el distrito judicial de Lima.

1.6 TRÁMITE DE LA ACCIÓN

ARTÍCULO 28.- Competencia

La demanda de hábeas corpus se interpone ante cualquier Juez Penal, sin


observar turnos.

Como ya se dijo al comentar el artículo 12 CPC, el turno constituye un criterio por


el cual se define la competencia de los distintos juzgados y salas para conocer de
los litigios que se presenten al Poder Judicial. Normalmente las demandas -y
entre ellas las demandas constitucionales- deberán presentarse ante el juez que
esté de turno al momento en que se presenta la demanda. Sin embargo, y como
una nueva manifestación del principio de informalidad que anima el proceso
constitucional de hábeas corpus, la demanda en este caso puede presentarse
ante cualquier juez penal, esté o no de turno.

Se tramita el proceso ante la jurisdicción penal por la sencilla razón que la mayor
cantidad y las más importante violaciones de derechos constitucionales de la
libertad tienen que ver con detenciones arbitrarias ejecutadas por autoridades
policiales o por jueces a inicio o dentro de un procedimiento penal. Sin embargo,
el hecho que el juez competente para tramitar un proceso constitucional de
hábeas corpus es un juez penal no significa que se trate de un proceso penal.
Como bien se ha escrito, "el 'habeas corpus' no constituye proceso penal alguno,
puesto que su finalidad no consiste en hacer valer el 'ius puniendi' del Estado,
sino el derecho a la libertad del ciudadano".

Anteriormente se disponía que era competente el juez penal "del lugar donde se
encuentra el detenido o el del lugar donde se haya ejecutado la medida o el del
lugar donde se haya dictado" (artículo 15 Ley 23506). Nuevamente, el hecho que
no hayan sido recogidos estos criterios delimitadores de la competencia del juez
por el territorio, no conlleva prohibición alguna. En virtud de las tantas veces
mencionado principio de informalidad, debe considerarse que se trata de criterios
igualmente vigentes. Más aún cuando la ley, en el artículo bajo comentario, ha
dispuesto que es competente cualquier juez penal y, claramente, siempre a
elección del demandante. Como bien se ha dicho, en interpretación del artículo 28
CPC, "se entiende que no necesariamente el juez competente es aquel en donde
se encuentra el detenido o del lugar en donde se haya ejecutado la medida o el
del lugar en donde se haya dictado".

La única limitación que debe formulársele es que la elección no suponga una


efectiva violación de derecho constitucional alguno del demandado. La elección
será plenamente válida aún en el supuesto que le genere al demandado alguna
razonable dificultad de defensa. Y es que, como ha escrito la Comisión encargada
de la redacción del anteproyecto del Código Procesal Constitucional, "Lo que se
pretende es flexibilizar al máximo la viabilidad del hábeas corpus".
Competencia del juez de Paz
Cuando la afectación de la libertad individual se realice en lugar distinto y lejano o
de difícil acceso de aquel en que tiene su sede el Juzgado donde se interpuso la
demanda este dictará orden perentoria e inmediata para que el Juez de paz del
distrito en el que se encuentra el detenido cumpla en el día, bajo responsabilidad,
con hacer las verificaciones y ordenar las medidas inmediatas para hacer cesar la
afectación.

Esta es otra de las disposiciones que manifiestan un afán y espíritu de no dejar


ninguna situación de amenaza o violación efectiva del derecho a la libertad, sin -al
menos- intentarla neutralizar y así poder salvar el derecho afectado. El legislador
se pone en la situación de que la agresión al derecho de libertad ocurra en zonas
especialmente alejadas de las ciudades o capitales de provincia en las que -con
mayor o menor dificultad-llega el aparato estatal. ¿Qué ocurre si la afectación del
derecho a la libertad acontece en lugares alejados del juzgado o de difícil acceso?
¿Se le debe obligar al juez penal a que deje sus labores a fin de ir y determinar si
efectivamente ocurrió la amenaza o violación denunciadas? La respuesta no es
otra que tratar de conseguir una doble finalidad: sin obligar al juez penal a que
desatienda sus obligaciones jurisdiccionales a fin de dedicarse a velar por un
único caso, se debe intentar igualmente lograr la salvación del derecho
constitucional conculcado.

Se ha escrito, con razón, que "es lógico suponer que de producirse una detención,
o de violarse o amenazarse otros derechos individuales en un lugar lejano al
juzgado correspondiente o de igual modo, el lugar donde se ejecutó la violación o
donde se dictó la misma, son también lejanos al despacho del juez o de difícil
acceso al mismo, éste no puede abandonar su juzgado, quizá por días, para
dedicarse única y exclusivamente a conocer el caso" .

La conjugación de estas dos finalidades justifica plenamente el dispositivo legal


que se comenta ahora: que un tercero, juez igualmente, haga las veces del Juez
penal en el proceso de hábeas corpus. Ese tercero es el Juez de paz. El Juez
penal delegará en el Juez de Paz la responsabilidad de verificar si los hechos
denunciados como agresiones al derecho a la libertad o conexos son verdaderos
o no. Y de ser verdaderos, le conmina a que ordene el cese inmediato de la
afectación del derecho constitucional. Esta suerte de delegación deberá ser
cumplida obligatoria e inmediatamente por el Juez de paz, debe cumplirla -según
el dispositivo que ahora se comenta- en el día y bajo responsabilidad. Así, "la
urgencia del trámite se traslada, bajo responsabilidad, al Juez de Paz. Este está
obligado a darle inmediato curso a la acción, y a proceder como se le señala al
Juez de Primera Instancia (...) [es decir], debe de hacer la pesquisa del caso y
excarcelar él, el Juez de Paz, al detenido, en uso de las atribuciones que le
confiere (...) la ley y que le han sido encomendadas además por el juez que le
encargó la comisión".

Para el ejercicio de la acción de hábeas corpus no se requiere poderes, papel


sellado, boleta de litigante, cédulas, derecho de pago, firma de letrado ni cualquier
otra formalidad (Ley N° 23506, arto 13 y Ley N° 25398, arto 21). La acción puede
ser interpuesta en forma verbal o por escrito (incluso telegráficamente); en el
primer caso deberá levantarse un acta ante el juez' o el secretario sin otra
exigencia que la de suministrar una sucinta relación de los hechos (Ley N° 23506,
arto 14). Una vez interpuesta la acción de hábeas corpus se sigue el siguiente
trámite:

a) Trámite en primera instancia:


- Cuando se trata de casos distintos a la detención arbitraria, el juez deberá citar a
quien o a quienes ejecutaron la violación requiriéndoles que expliquen la razón
que motivara la agresión, debiendo resolver de plano, en el término de un día
natural, bajo responsabilidad. La resolución deberá ser notificada personalmente
al detenido o al agraviado y cumplida el mismo día (Ley N° 23506, arto 18).

- Cuando se trata de detención arbitraria, al interponerse la acción el recurrente,


de ser posible, deberá indicar el día y la hora en que se produjo la detención y el
lugar donde se encuentra el detenido (Ley Nº 25398, arto 17). Iniciado el
procedimiento, el juez dispondrá que en el día la autoridad responsable presente
al detenido y explique su conducta (Ley N° 23506, arto 16), pudiendo el juez
constituirse en el lugar de los hechos (Ley N° 25398, arto 20). En cualquier caso
si el juez comprueba la detención arbitraria deberá ordenar la inmediata libertad
del agraviado, sentando el acta correspondiente sin que sea necesario notificar
por escrito al responsable de la agresión para que cumpla la orden judicial, y
dando cuenta a la Sala Superior de la cual depende (Ley N° 25398, arto 20 y Ley
N° 23506, arto 16). De no ser suficiente la sumaria investigación el juez procederá
conforme a lo dispuesto para los casos distintos a la detención arbitraria (Ley N°
23506, arto 16 in fine).

- Cuando se trata del caso de detención arbitraria emanada de una orden judicial,
la acción se interpone ante la Sala Superior Especializada en lo Penal de turno,
tal como se dijo anteriormente (ver rubro VI, lit. b); dicha Sala designa a un Juez
Especializado en lo Penal para que conozca y resuelva la acción de hábeas
corpus. El trámite ante este juez designado por la Sala Penal es semejante al
detallado en el párrafo anterior.

Cabe señalar que en la tramitación de la acción de hábeas corpus no existe etapa


probatoria, lo que no impide la presentación de prueba instrumental o la actuación
de las diligencias que se considere necesario realizar sin dilatar los términos, no
siendo necesario notificar previamente a las partes sobre la realización de las
diligencias (Ley N° 25398, arto 13).

Trámite en caso de detención arbitraria

Tratándose de cualquiera de las formas de detención arbitraria y de afectación de


la integridad personal, el Juez resolverá de inmediato. Para ello podrá constituirse
en el lugar de los hechos, y verificada la detención indebida ordenará en el mismo
lugar la libertad del agraviado, dejando constancia en el acta correspondiente y
sin que sea necesario notificar previamente al responsable de la agresión para
que cumpla la resolución judicial.

En el artículo 25 CPC se han comentado ya los supuestos de detención arbitraria


(incisos 7, 9 y 14), Y de afectación a la integridad personal (inciso 1). Corresponde
ahora comentar el trámite dispuesto en el Código Procesal Constitucional para
estos supuestos. El trámite consiste en que, en los supuestos mencionados, el
juez tiene la obligación de inmediatamente después de presentada la demanda,
acudir al lugar en el que se encuentra el detenido con la finalidad de verificar si la
detención obrada ha sido llevada debidamente o por el contrario ha configurado
una detención arbitraria. De tratarse de una detención arbitraria, el juez tiene la
obligación de ordenar en el mismo lugar en el que ha verificado la arbitrariedad
del encarcelamiento del detenido que se le ponga en inmediata libertad.

Este principio general, sin embargo, admite de una matización. Para cuando se
trata de detención arbitraria configurada por la demora de la policía en poner a
disposición de la autoridad judicial al detenido, el juez no decretará la inmediata
libertad del detenido sino que ordenará sea puesto inmediatamente a disposición
de la autoridad judicial correspondiente.

En uno u otro caso, el juez no tiene por qué notificar de modo previo al que ha
ejecutado la detención arbitraria para que se produzca la liberación del detenido.
Inmediatamente de ordenada la liberación o el pase al juzgado correspondiente,
ésta deberá ejecutarse. Lo único que se exige es que se levante el acta a la que
haya lugar en la que se dejará constancia de la liberación.

Con este procedimiento se pone plenamente de manifiesto la característica de


sumariedad y prontitud que define el trámite de los procesos constitucionales.
Especialmente significativa es la manifestación de este principio cuando de la
tramitación del hábeas corpus por detención arbitraria y/o afectación de la
integridad personal se trata. Como se puede verificar, el trámite es sumarísimo en
el que con una sola constatación, el juez queda habilitado a disponer el cese de la
detención arbitraria, o el cese de la afectación de la integridad personal. Este
proceso constitucional, "no puede dar lugar a trámites burocráticos ni a mayor
argumentación dilatoria, y es que, "el virus de la morosidad y de la tardanza
procesal, pernicioso en cualquier clase de expediente, lo es más todavía en el
hábeas corpus, ya que éste intenta proteger uno de los valores supremos del
hombre, como es su libertad corporal". Incluso, se ha llegado a afirmar, para
justificar esta sumariedad, que "La libertad personal es uno de los valores más
urgentes, el más urgente después de la propia vida".

Trámite en casos distintos


Cuando no se trate de una detención arbitraria ni de una vulneración de la
integridad personal, el Juez podrá constituirse en el lugar de los hechos, o, de ser
el caso, citar a quien o quienes ejecutaron la violación, requiriéndoles expliquen la
razón que motivó la agresión, y resolverá de plano en el término de un día natural,
bajo responsabilidad.

La resolución podrá notificarse al agraviado, así se encontrare privado de su


libertad. También puede notificarse indistintamente a la persona que interpuso la
demanda así como a su abogado, si lo hubiere.

Este artículo prevé el trámite que se ha de seguir cuando el proceso de hábeas


corpus se ha iniciado en los casos distintos a la detención arbitraria y afectación
de la integridad personal. Como se recordará, el hábeas corpus procede en una
serie de situaciones en las que se considera afectada la libertad personal o
derechos conexos (artículo 25 CPC), además de las mencionadas detención
arbitraria y afectación de la integridad personal.

Es un trámite distinto al estudiado en el artículo anterior pero sin que afecte la


sumariedad del mismo, propio de todo proceso constitucional, especialmente del
hábeas corpus. El juez no tiene la obligación de acudir a donde ocurre la violación
del derecho constitucional como ocurría en los supuestos comentados en el
artículo anterior, sino que ahora tiene la opción de constituirse al lugar de los
hechos agraviantes del derecho constitucional; o la opción de citar a los que
ejecutaron los actos de violación del derecho constitucional, para que en el
despacho del juez expliquen los motivos que originaron los actos supuestamente
violatorios del derecho constitucional. La otra diferencia la constituye el hecho que
el juez cuenta con un día natural-bajo responsabilidad, dice la ley- para resolver la
demanda constitucional, a diferencia del trámite en el supuesto anterior en que
debía resolver inmediatamente.

Como se puede apreciar, el trámite -al menos en el texto de la ley, de ahí en la


ejecución de los casos prácticos puede ocurrir como de hecho ocurre, algunas
dilaciones- sigue siendo considerado "Como derivación también de los postulados
de sumariedad y urgencias) propio de los procesos constitucionales que han sido
destinados para la defensa de derechos constitucionales.

La razón de este sumario trámite "es precisamente el poder apreciar cuáles han
sido las razones o los motivos de la autoridad para tomar la determinación, que no
siendo tan evidente como la de la retención personal, merece una explicación
máxima si se señala que la persona encargada de la autoridad tiene algo que
decir respecto a sus actos".

Finalmente, el último párrafo de la disposición que se comenta, recoge la facultad


del juez para decidir si la sentencia que resuelve el caso es o no notificada al
agraviado en su derecho constituciona1662. Y en la medida que el agraviado
puede ser una persona distinta al demandante en el proceso constitucional, se
permite también que a juicio del juez, la sentencia pueda ser notificada también a
éste lo mismo que al juez. En todo caso, téngase siempre presente que el
ejercicio de esta facultad por parte del juez debe realizarse sin afectar el derecho
de defensa que tiene el agraviado y/o el demandante en el proceso.

Trámite en caso de desaparición forzada

Sin perjuicio del trámite previsto en los artículos anteriores, cuando se trate de la
desaparición forzada de una persona, si la autoridad, funcionario o persona
demandada no proporcionan elementos de juicio satisfactorios sobre su paradero
o destino, el Juez deberá adoptar todas las medidas necesarias que conduzcan a
su hallazgo, pudiendo incluso comisionar a jueces del Distrito Judicial donde se
presuma que la persona pueda estar detenida para que las practiquen. Asimismo,
el Juez dará aviso de la demanda de hábeas corpus, al Ministerio Público para
que realice las investigaciones correspondientes.

Si la agresión se imputa a algún miembro de la Policía Nacional o de las Fuerzas


Armadas, el juez solicitará, además, a la autoridad superior del presunto agresor
de la zona en la cual la desaparición ha ocurrido, que informe dentro del plazo de
veinticuatro horas si es cierta o no la vulneración de la libertad y proporcione el
nombre de la autoridad que la hubiere ordenado o ejecutado.
La desaparición forzada como causal de procedencia del hábeas corpus fue
comentado anteriormente (articulo 25.16 CP). Se dijo entonces que se
configuraba el supuesto de desaparición forzada cuando concurrían los siguientes
factores: privación de la libertad de una persona; que esta medida haya sido
ejecutada por agentes del poder político o que actuaban con su autorización; falta
de información sobre el paradero de la persona privada de su libertad (artículo II
de la Convención interamericana sobre desaparición de personas).
La situación es especialmente complicada, no sólo porque la desaparición forzada
supone la amenaza cierta e inminente cuando no la violación efectiva de derechos
constitucionales como la vida o la integridad física de las personas, sino también
porque es muy difícil que se logre una salvación plena de los derechos
constitucionales involucrados debido a que el paradero de la persona
desaparecida no es conocido y el agresor del derecho constitucional es una
persona o autoridad que cuenta con la colaboración -directa o indirecta, querida o
no querida- del poder político, lo que al menos al inicio lo hace especialmente
difícil de encuadrar.

En el pasado reciente de la historia del Perú, cuando se han dado casos de


desapariciones forzosas, no se ha vuelto a saber nada de los desaparecidos o se
han encontrado muchos meses después los cuerpos sin vida de los mismos. En
uno y otro caso no se pudo actuar a tiempo para evitar perjuicios irremediables a
bienes jurídicos tan preciados como la vida o la libertad, precisamente porque los
ejecutores de las agresiones se encontraban protegidos por el poder político,
especialmente, por los que tenían la fuerza militar o policial en ese momento.
Sin embargo, no es posible aceptar que el derecho deba claudicar frente a
situaciones tan perjudiciales a los derechos fundamentales de las personas, por
muy complicadas que sean las dificultades que puedan darse. Los mecanismos
judiciales de protección de los derechos fundamentales igualmente deben operar
incluso en situaciones como los estados de excepción en los que temporalmente
se llegan a suspender determinadas derechos constitucionales. Debe existir el
convencimiento que ante la amenaza o violación efectiva de un derecho
fundamental siempre existirá la posibilidad de echar andar algún mecanismo
dirigido a la salvación del derecho, por muy difícil o especialmente complicada
que se pueda mostrar la situación.
Precisamente con base en este convencimiento es que el Código Procesal
Constitucional ha previsto el mecanismo por el cual se ha de tramitar las
situaciones de desapariciones forzosas. Poco se podrá esperar de este trámite si
es que los jueces constitucionales no reparan en lo delicado de las situaciones de
desapariciones forzadas y en el deber jurídico (y moral) de defensa de los
derechos fundamentales que adquieren cuando acceden a la magistratura. El
poder político, por muy fuerte e irrazonable que se pueda mostrar es siempre
-debe sedo- un poder cuyo ejercicio debe desarrollarse por los cauces
constitucionales, es decir, un poder limitado por el derecho, en primer lugar por la
norma fundamental: la Constitución. Si se desviara de esos cauces, deben ser
-entre otros-los jueces quienes deben neutralizar cualquier tipo de extralimitación.

En esta línea es que se faculta ya la vez obliga al juez que conoce de la demanda
constitucional por desaparición forzada para que adopte todas las medidas
necesarias con la finalidad de producir el hallazgo del desaparecido. El juez debe
ser bastante imaginativo ya no sólo para asistir él mismo a lugares en los que
posiblemente se halle el detenido o para interrogar a los ejecutores del acto, sino
especialmente valiente para poder enfrentar todo tipo de amenaza o
entorpecimientos o falta de colaboración que pudiera hallar.
Estas cualidades deben ponerse de manifiesto especialmente cuando se trate de
enfrentar al poder armado, es decir, a las fuerzas armadas o fuerzas policiales,
quienes por un mal entendido espíritu corporativo y por los medios de destrucción
con los que cuentan, pueden mostrarse reacios a colaborar con la justicia civil.

Normas especiales de procedimiento

Este proceso se somete además a las siguientes reglas:

1) No cabe recusación, salvo por el afectado o quien actúe en su nombre

La recusación es el mecanismo por el cual se faculta a las partes en un proceso


de solicitar que el juez u auxiliares judiciales, se aparten del conocimiento del
mismo debido a que hay riesgo de imparcialidad664. Las causales por las cuales
se puede solicitar la recusación vienen recogidas en la norma procesal civil y
penal. Para el caso del hábeas corpus habrá que estar a las disposiciones del
Código procesal penal para definir su procedencia y su trámite.
Debido a la urgencia en la tramitación y solución a la demanda constitucional, el
legislador con acierto ha dispuesto la improcedencia de la recusación cuando sea
planteada por la parte demandada. Teniendo en cuenta que la "recusación
conlleva una dilación en el juicio, demora que puede alcanzar ribetes de
espectacularidad ya que la separación o apartamiento de un juez o de un
secretario Judicial] implican el traslado del expediente a otro juez o a otro
secretario, con el consiguiente tiempo que ello toma", queda plenamente
justificada la improcedencia.

¿Por qué solo permitirla al demandante? Porque desaparece la posibilidad de que


este mecanismo sea empleado dolosamente por el demandado para dilatar el
proceso. El demandante deberá pensárselo bien antes de decidirse por recusar al
juez; deberán existir indicios realmente importantes que lleven a pensar la
parcialidad del juez, para que se decida por plantear la recusación. Esta medida
prevista sólo para el demandante o su representante no supone la creación de
ninguna situación de indefensión para el demandado. Si se hubiese hecho
extensiva esta posibilidad también para éste, el riesgo de una dilación indebida -al
margen de la posible sanción procesal por actuación dolosa- son muchos
mayores, con la consiguiente desprotección del derecho constitucional agredido.

En cualquier caso, téngase en cuenta que de no favorecer la sentencia al


demandado, éste podrá apelar de ella para que el caso pueda volver a ser
estudiado por el superior jerárquico: "[e]l hecho que la ley no le otorgue este
derecho [de recusación] al presunto responsable ni a sus defensores, ni a los
Procuradores (cuando se trata de Autoridad o Funcionarios Públicos), ello no
tanto les está recortando su derecho de defensa, porque si consideran que un
Juez o Tribunal se ha parcializado, tendrán la oportunidad de impugnar la
resolución final, teniendo posibilidad de defenderse ampliamente en la instancia
Superior y Suprema" .

3) No caben excusas de los jueces ni de los secretarios

Normalmente, cuando existan "motivos que perturban la función del Juez, éste,
por decoro o delicadeza, puede abstenerse de seguir conociendo del proceso
mediante resolución debidamente fundamentada, remitiendo el expediente al Juez
que debe conocer de su trámite". La excusa se asemeja a la recusación en tanto
ambas tienen por finalidad que un juez que está conociendo de un caso y por las
causales que se recojan en la norma procesal, deje de conocerlo. Se asemejan
también en que en ambos casos se produce una dilación en la tramitación del
proceso, con el consiguiente riesgo de agravación de la situación del afectado en
su derecho a la libertad o, incluso, de irreparabilidad de la misma. No cabe más
que coincidir cuando se escribe que esta prohibición de excusa "evita también que
algunos magistrados que pudiesen estar tentados de no estar presentes en la
solución del conflicto para no enfrentarse al poder político o a una persona
poderosa o a una organización compleja, tengan la posibilidad de apartarse".

Los jueces deberán habilitar día y hora para la realización de las actuaciones
procesales.

El principio que anima la tramitación de un proceso es que las distintas


actuaciones procesales tienen un lugar y un tiempo en el que deben ser
realizadas. Se les suele llamar "lugar hábil" o "tiempo hábi1>. Fuera de ese
tiempo y ese lugar, en principio, no cabe realizar ninguna actuación procesal. Sin
embargo, esta regla general admite excepciones. Una de ellas es en materia
penal. Así, se dispone que "salvo disposición legal en contrario, las actuaciones
procesales podrán ser realizadas cualquier día y cualquier hora, siempre que
resulte absolutamente indispensable según la naturaleza de la actuación. Se
consignarán el lugar y la fecha en que se cumplan" (artículo 117 CPp).
Manifestación de esta excepción es lo que dispone el artículo que ahora se
comenta.

Durante la tramitación del proceso de hábeas corpus, el juez penal deberá


convertir en hábil un día u hora que son inhábiles por estar fuera del horario de
atención al público del órgano judicial. La conversión se realizará cuando así lo
declaré el juez. Y deberá hacerlo cuando sea necesario para una más rápida y
efectiva salvación del derecho agredido: "el Juez no debe tener en cuenta si es de
noche o de día; sábado, domingo o feriado, para llevar a cabo una determinada
diligencia, relacionada con la tramitación de esta acción [el hábeas corpus]".
Nuevamente hay que acudir a la urgencia en la salvación del derecho
constitucional de la libertad o conexo, los cuales pueden convertirse en
irreparables incluso por el breve paso del tiempo, de modo que "Los magistrados
están, pues, en el deber de agilizar el proceso".

5) No interviene el Ministerio Público

Con la ley 23506 también se disponía la no intervención del Ministerio público,


con la excepción de que su actuación coadyuvara a la defensa del perjudicado,
como defensor del pueblo. Con el Código Procesal no se prevé esta excepción,
con lo cual se entiende que el Ministerio público no debe intervenir en ningún
supuesto durante la tramitación del proceso constitucional de hábeas corpus. Esta
variación acaso venga exigida por la demora que en el trámite ha significado la
intervención del Ministerio Público por sus pronunciamientos con retrasos y, no
pocas veces, improductivos: "la experiencia en el Perú demuestra la lentitud con
que se expide el Ministerio Público que normalmente -sin tocar el fondo y por
tanto [sin] juzgar lo acertado o desacertado de sus dictámenes- retarda la solución
de los casos en los que tiene que emitir opinión"675. Con esto, se pretende darle
más agilidad y sumariedad a la tramitación de la demanda constitucional a fin de
obtener una más eficaz respuesta de salvación del derecho constitucional
vulnerado.

Se pueden presentar documentos cuyo mérito apreciará el juez en cualquier


estado del proceso

A lo largo del proceso constitucional de hábeas corpus las partes tienen la


posibilidad de alcanzar al juez o sala los documentos que consideren pertinentes
con la finalidad de probar sus alegaciones y obtener la acogida de su pretensión.
Documento, "en sentido amplio, es toda representación material destinada e
idónea para reproducir una cierta manifestación del pensamiento: como una voz
grabada eternamente (vox mortua) C...). Como el medio común de representación
material del pensamiento es la escritura, los documentos más importantes son la
escritura.
6) Debe insistirse en que esta posibilidad está presente a lo largo de todo el
proceso constitucional, independientemente de la instancia en la que se
encuentre, incluso cuando se encuentre tramitado ante el Tribunal Constitucional.
De esta manera, se otorga una amplia oportunidad de probanza para demostrar
que existe agresión del derecho constitucional el demandante, y para demostrar
que tal agresión no existe, el demandado.

La justificación de la posibilidad que trae el artículo que ahora se comenta se


debe hallar tanto en la necesidad de una respuesta pronta a la presunta agresión
del derecho constitucional, como en la necesidad de que esa respuesta sea una
lo más ajustada posible a la verdad de los hechos y a la justicia. El que se trate de
una posibilidad limitada a los documentos se entiende perfectamente si se repara
en el hecho que en este tipo de procesos no existe etapa probatoria lo que -como
se comentó anteriormente- exige que las pruebas que se presenten sean de
actuación inmediata.

7) El Juez o la Sala designará un defensor de oficio al demandante, si lo pidiera

En este dispositivo, el legislador se ha colocado en el supuesto que el


demandante, el agraviado en su derecho constitucional o el tercero que actúa a
su favor en el proceso, carezca del conocimiento suficiente para bien tramitar el
proceso, o que carezca de los recursos económicos requeridos para poder pagar
un abogado que le asesore. En esta situación, se dispone que el demandante
pueda pedir al juez o a la sala -según el proceso se encuentre en primera o
segunda instancia- que se le otorgue un abogado que le patrocine gratuitamente
en la causa. Este será uno de los abogados de oficio que tenga adscrito el órgano
judicial. Nunca se otorgará un defensor de oficio a iniciativa del juzgado o sala,
pues no se obligará al demandado a contar con esta ayuda si él no lo ha
solicitado expresamente, y se entiende perfectamente en la medida que un
abogado nunca debe ser impuesto. Se puede afirmar que el espíritu de este
dispositivo legal "es el de impedir que la persona alguna se quede desamparada
por falta de medios o por falta de oportunidades para acceder a una defensa".
8) Las actuaciones procesales son improrrogables
Con la anterior legislación se disponía que "[no se puede pedir el aplazamiento de
diligencia ni de informes forenses, salvo por el actor o por el perjudicado" (artículo
23.7 Ley 23506). Con la nueva legislación procesal constitucional se es más
tajante: los actos procesales deben ser cumplidos en el día y hora en el que
fueron programados. Ni el demandante ni mucho menos el demandado podrá
solicitar su prórroga. Esta medida viene justificada nuevamente por la naturaleza
sumaria y urgente del proceso constitucional de hábeas corpus. Sin embargo,
este dispositivo legal no puede ser interpretado como si impidiese reprogramar
alguna actuación procesal que por alguna razón justificada no pudo realizarse.
Como ya se comentó es un principio que anima el proceso constitucional el de
dirección judicial (artículo III CPC), lo cual ha supuesto que el juez pueda -por
ejemplo- realizar las actuaciones probatorias que considere indispensables para
la buena solución de la controversia, sin afectar irrazonablemente la duración del
proceso (artículo 9 CPC). Nuevamente hay que hacer necesaria referencia al
principio de proporcionalidad o razonabilidad.

Contenido de sentencia fundada

La resolución que declara fundada la demanda de hábeas corpus dispondrá


alguna de las siguientes medidas:

La sentencia que emita el juez penal en la primera instancia del proceso


constitucional puede fallar fundada o infundada la demanda. Si falla infundada la
demanda significa o que la amenaza o violación efectiva del derecho
constitucional no ha ocurrido realmente; o que no se ha acreditado
indubitablemente que la agresión ha ocurrido. Debe recordarse que la afectación
del derecho constitucional debe ser manifiesta debido a que -como ya se comentó
anteriormente- en los procesos constitucionales no existe etapa probatoria
(artículo 9 CPC).

Por el contrario, si la demanda ha sido declara fundada significará que la


amenaza cierta e inminente del derecho constitucional ha ocurrido y que ha sido
convenientemente acreditada. Precisamente por eso es que el juez constitucional
cuando declare fundada la demanda de hábeas corpus deberá ordenar las
medidas correspondientes para hacer posible el cumplimiento efectivo de la
finalidad de los procesos constitucionales: reponer las cosas al estado anterior de
la amenaza o violación efectiva del derecho constitucional, en buena cuenta, la
salvación y aseguramiento del derecho constitucional a través del cese del acto
agresor. Estas medidas que ordenará el juez con esta finalidad, obviamente,
dependerán del tipo de afectación del derecho constitucional y del tipo de derecho
constitucional afectado, y pueden ser cualquiera de las siguientes:

1) La puesta en libertad de la persona privada arbitrariamente de este derecho; o

Como se estudió antes, la demanda de hábeas corpus puede presentarse -entre


otros supuestos- frente a detenciones decretadas o ejecutadas irregularmente.
Este supuesto constituye la hipótesis típica de agresión al derecho a la libertad
locomotora de las personas que hace procedente la demanda de hábeas corpus.
Si finalmente la sentencia declara fundada la demanda por haberse configurado
cualquiera de los estudiados supuestos de detención arbitraria, el fallo deberá
ordenar la inmediata puesta en libertad de quien ha sufrido la irregular detención.

2) Que continúe la situación de privación de libertad de acuerdo con las


disposiciones legales aplicables al caso, pero si el Juez lo considerase necesario,
ordenará cambiar las condiciones de la detención, sea en el mismo
establecimiento o en otro, o bajo la custodia de personas distintas de las que
hasta entonces la ejercían; o

Además de los típicos supuestos de 'detención arbitraria, el hábeas corpus


procede también para situaciones en las que se ha agredido entre otros- el
derecho constitucional a la integridad personal, o el derecho a no ser sometido a
torturas o tratos inhumanos o humillantes, o el derecho a no ser violentado para
obtener declaraciones, o el derecho del detenido o recluso a no ser objeto de un
tratamiento carente de razonabilidad y proporcionalidad en la forma y condiciones
en que se cumple la detención o la pena privativa de libertad.
Es a estos supuestos a los que se refiere el inciso que se comenta ahora. En
efecto, en las mencionadas hipótesis el juez penal no podrá ordenar la liberación
del detenido porque la privación de la libertad ha sido dispuesta de modo ajustado
a ley. Lo que sí deberá ordenar es la modificación de la manera como se está
ejecutando la detención o la pena privativa de la libertad, porque es con la
ejecución donde se termina en definitiva de vulnerar alguno de los derechos
constitucionales mencionados en el párrafo anterior.

3) Que la persona privada de libertad sea puesta inmediatamente a disposición


del Juez competente, si la agresión se produjo por haber transcurrido el plazo
legalmente establecido para su detención; o

Como se estudió antes, la detención de una persona puede ocurrir por mandato
judicial o por flagrancia en la comisión del delito. En uno u otro caso, la autoridad
judicial sólo puede mantener al detenido en sus dependencias por un plazo
determinado. Normalmente, la autoridad policial puede mantener detenida a una
persona por 24 horas, transcurridas las cuales debe poner el detenido a
disposición de la autoridad judicial correspondiente. Este plazo será de hasta por
15 días en caso la detención se haya producido por casos de terrorismo,
espionaje o tráfico ilícito de drogas. Si vencido cualquiera de estos dos plazos la
autoridad policial no ha cumplido con poner el detenido a disposición de la
correspondiente autoridad judicial, procede interponer una demanda de hábeas
corpus. Si esta es declarada fundada, el juez debe ordenar no la liberación del
detenido, sino que éste sea puesto inmediatamente a disposición del juzgado
correspondiente.

En situaciones como estas son en las que cobra especial significación la


sumariedad en el proceso constitucional de hábeas corpus, debido a que si el juez
no actúa con la celeridad y eficacia correspondientes se abre una peligrosa puerta
a la consagración de reiteradas y temporales agresiones al derecho a la libertad.
En efecto, puede ocurrir -y de hecho ha ocurrido con bastante frecuencia- que
-por ejemplo- habiéndose vencido las 24 horas previstas de plazo para poner el
detenido a disposición de la autoridad judicial y habiéndose interpuesto la
correspondiente demanda constitucional, el juez sentenciaba bastantes días
después infundada la demanda por sustracción de la materia debido a que días
antes de emitida la sentencia -y después de cumplidas las 24 horas el detenido ya
había pasado a disposición del juez correspondiente. Sin embargo, con el Código
Procesal Constitucional-como ya se tuvo oportunidad de comentar- en estos
casos el juez deberá declarar fundada la demanda (segundo párrafo del artículo 1
CPC).

4) Que cese el agravio producido, disponiendo las medidas necesarias para evitar
que el acto vuelva a repetirse.

La finalidad de los procesos constitucionales -digámoslo una vez más- es la


salvación del derecho constitucional a través del cese del acto u omisión que
agravian el mencionado derecho. Sin embargo, en no pocas oportunidades una
efectiva y plena defensa de un derecho constitucional no se agota con la orden de
cese de la agresión al derecho constitucional, sino que exige igualmente se
ordene una serie de medidas dirigidas a evitar que la agresión vuelva a repetirse.
Estas medidas son las que deberán ser incluidas por el juez en su sentencia
cuando exista el riesgo de que vuelva a repetirse la agresión que dio lugar a la
demanda constitucional.

Nuevamente hay que apelar al convencimiento del juez de la especial importancia


que para la existencia digna de la persona (fin supremo de la sociedad y del
Estado) tiene el respeto y garantía de sus derechos fundamentales. Y apelar,
igualmente, a la conciencia que el juez pueda detener de su importantísimo papel
en el logro de una vigencia plena de los mencionados derechos fundamentales.

b) Recurso de apelación:

Apelación

Sólo es apelable la resolución que pone fin a la instancia. El plazo para apelar es
de dos días.

El recurso de apelación previsto en el proceso constitucional que es objeto de


comentario viene a ser manifestación del principio constitucional de pluralidad de
instancias que se recoge en el artículo 139. 6 CP, el cual se verifica a través de la
previsión de recursos. En general, los recursos "son, genéricamente hablando,
medios de impugnación de los actos procesales. Realizado el acto, la parte
agraviada por él tiene, dentro de los limites que la ley le confiera, poderes de
impugnación destinados a promover la revisión del acto y su eventual
modificación".

El recurso de apelación permite que la controversia resuelta por el juez inferior


pueda volver a ser examinada por el juez superior. Es un recurso que podrá
emplear quien se sienta perjudicado por la solución que emita el juez inferior.
Asimismo, "representa una garantía de los ciudadanos, bajo tres aspectos: a) En
cuanto un juicio reiterado hace, por sí mismo, posible la corrección de los errores.
b) En cuanto los dos juicios están confiados a jueces diferentes. c) En cuanto el
segundo juez se presenta como más autorizado que el primero".

Sin embargo, es claro que en ningún caso podrá existir la certeza de que el fallo
de la impugnación sea mejor o más justo que el fallo apelado. Como se ha escrito,
"si existe un mecanismo en el proceso, que pueda dejar profundamente perplejo a
quien considere el costo y el rendimiento del mismo, es sin duda alguna la
impugnación. Cierto que la impugnación es un remedio más genérico que la
invalidación, porque actúa no sobre los síntomas sino sobre la raíz del mal, en
cuanto ataca el acto por el lado de la justicia y no por el de la validez (...); pero es
también un remedio menos seguro: mientras se trata de eliminar un acto nulo
para colocar en su lugar un acto válido, la confrontación es fácil; pero, en cambio,
cuando se sustituye un acto por otro, prescindiendo de su validez, ¿qué garantía
existe de que el segundo sea más justo que el primero?".

Esto es verdad. Es cierto que la apelación por sí misma no asegura que el


resultado de la segunda instancia sea el resultado justo a la controversia
presentada. Si bien nunca habrá certeza, lo que sí existen son mejores
condiciones para que se de una respuesta más justa que la respuesta impugnada.
La revisión tiene la ventaja de conocer los hechos probados y los argumentos
esgrimidos por cada una de las partes y en los hechos y argumentos en los que
se ha basado la solución impugnada; y también que el órgano revisor será
siempre colegiado, compuesto al menos por tres miembros. Una y otra situación
apuntan a una mejor solución del caso. Que esto se llegue o no a dar realmente
es una cuestión que no depende del recurso de apelación mismo, sino de otros
factores. En todo caso, es mucho más probable que la solución justa del caso se
de en procesos que admiten revisiones a través de recursos como el de
apelación, que aquel otro en el que no es posible la impugnación.
En el caso del hábeas corpus, quien se considere afectado -demandante o
demandado- por la decisión del juez penal, puede interponer el recurso de
apelación ante el mismo juez para su trámite correspondiente. Sólo es recurrible
la resolución del juez que agote la instancia. Ninguna otra resolución -de haberla-
puede ser apelada. El recurso debe presentarse dentro de los dos días siguientes
contados a partir de la notificación de la resolución.
Trámite de Apelación

Interpuesta la apelación el Juez elevará en el día los autos al Superior, quien


resolverá el proceso en el plazo de cinco días bajo responsabilidad. A la vista de
la causa los abogados podrán informar.

En este artículo se contiene el trámite que se ha de seguir con el recurso de


apelación interpuesto. El recurso se presenta ante el juez cuya resolución se
pretende apelar. El juez tiene la obligación de elevar a la Sala penal
correspondiente, el expediente del proceso llevado en su despacho. Debe hacerlo
en el mismo día que se presenta, dispone la ley, bajo responsabilidad. La Sala
penal tiene cinco días hábiles para resolver el recurso, igualmente bajo
responsabilidad. Este plazo se computa desde el día en que la Sala ha
recepcionado el recurso junto con el expediente.

La obligación de elevar los autos al superior es manifestación del denominado


"efecto devolutivo" que junto al "efecto suspensivo", son dos características
presentes en el recurso de apelación: "adoptando una terminología tradicional a
las instituciones modernas, (...) la apelación tiene dos efectos: 1. Efecto
suspensivo, con lo cual quiere significarse la falta normal de ejecutoriedad en la
sentencia de primer grado durante el término para apelar y el juicio de apelación.
2. Efecto devolutivo, con lo cual quiere significarse el paso del pleito decidido por
el juez inferior al conocimiento pleno del juez superior>, . Tanto uno como otro
efecto están igualmente presentes en la apelación de la sentencia que ahora se
comenta.

Debe recordarse que si la sala de segunda instancia resuelve a favor del


demandante, el proceso de hábeas corpus termina ahí. Si resuelve de modo
contrario, el demandante tiene a su alcance el ya comentado recurso de agravio
constitucional (articulo 18 CPC).

Sea que se trate o no del caso de detención arbitraria, el recurso de apelación es


procedente solo contra la resolución que pone fin a la instancia. El plazo para
interponer dicho medio impugnatorio es de dos días hábiles (Ley N° 23506, art.
19).

Una vez interpuesto el recurso, el juez deberá remitir los autos, en el día, a la Sala
Superior Especializada en lo Penal, la misma que dentro de los dos días hábiles
siguientes señalará la fecha para la vista de la causa, con citación de los
abogados. El plazo para la vista y resolución no podrá ser, por ningún motivo,
mayor de cinco días hábiles, bajo responsabilidad (Ley N° 23506, arto 20).

Es pertinente agregar que el arto 20 de la Ley N° 23506, que regula el trámite del
recurso de apelación, fue modificado por el D.Leg. N° 900, el mismo que se
refería a que dicho trámite había de realizarse ante la Sala Superior (de Derecho
Público, Especializada en lo Penal o Mixta). Sin embargo, el D.Leg. N° 900, que
introdujo esta modificatoria, fue declarado inconstitucional y dejado sin efecto por
sentencia del Tribunal Constitucional publicada el 27/12/2001 (Exp. N° 004-2001-
I/TC), por lo que se entiende que el recurso de apelación se tramita ante la Sala
Superior Especializada en lo Penal, de acuerdo a lo previsto en el texto original
del arto 20 de la Ley N° 23506, conforme ha quedado expuesto en el párrafo
anterior.

Al respecto, cabe agregar que los arts. 6 y 7 de la R. N° 006-2002-PCSJL-PJ se


refieren a un turno especial de las Salas Penales para el conocimiento de los
recursos de apelación de las acciones de hábeas corpus.
c) Recurso extraordinario:
El arto 21 de la Ley N° 23506 establecía la procedencia del recurso de nulidad si
la acción de hábeas corpus hubiera sido denegada en segunda instancia por la
Corte Superior. Sin embargo, esta norma fue derogada tácitamente por la 42 disp.
trans. de la Ley N° 26435, desprendiéndose de los incisos 2) y 3) de dicha
disposición que ante la denegatoria del hábeas corpus solo procede el recurso
extraordinario contemplado en el arto 41 de dicha ley, reduciéndose así el número
de instancias judiciales y pasando a conocimiento del Tribunal Constitucional la
acción de hábeas corpus denegada por la Corte Superior en segunda instancia
(Const., art. 202 inc. 2, y Ley N° 26435, art. 41 párr. 1Q, y 4f! disp. trans. ines. 2 y
3).
El recurso extraordinario procede, pues, solo cuando el hábeas corpus ha sido
denegado, siendo el plazo para interponerlo de quince días contados a partir de la
fecha en que es notificada la resolución denegatoria del hábeas corpus expedida
por la Corte Superior (Ley N° 26435, arto 41 párr. 2Q).

Así pues, una vez interpuesto el recurso, los autos son remitidos al Tribunal
Constitucional dentro del plazo máximo de cinco días, bajo responsabilidad (Ley
N° 26435, arto 41 párr. 3Q). El Tribunal Constitucional se pronuncia sobre el fondo
y la forma del asunto en un plazo máximo de diez días, y el fallo de este órgano
que estime o deniegue el hábeas corpus agota la jurisdicción interna (Ley N°
26435, arts. 43 y 45), pudiéndose recurrir a los tribunales u organismos
internacionales constituidos según tratados o convenios de los que es parte el
Perú (Const., arto 205).

Adicionalmente, debe tenerse en cuenta que el Tribunal Constitucional para


conocer en última y definitiva instancia las resoluciones denegatorias de la acción
de hábeas corpus, se constituye en dos Salas con tres miembros cada una. Las
resoluciones requieren tres votos conformes.

En caso de poder reunirse el número de votos requeridos, cuando haya vacancia


o impedimento de uno de sus miembros o para dirimir la discordia, la Sala en la
cual tiene lugar cualquiera de estos supuestos puede recurrir a los miembros de la
otra Sala, en orden de antigüedad, desde el menos al más antiguo y, en último
caso, al Presidente del Tribunal (Ley N° 27850 que modifica el arto 4 de la Ley N°
26435, agregándole los párrafos 5 y 6).

Finalmente, cabe recordar que el Tribunal Constitucional al conocer mediante el


recurso extraordinario de las resoluciones denegatorias de la acción de hábeas
corpus, se pronuncia sobre el fondo y la forma del asunto materia de litis; en ese
sentido, cuando el Tribunal estime que en el procedimiento llevado a cabo, antes
de que el caso llegue para su conocimiento, hubo quebrantamiento de forma,
declara la nulidad de la resolución, reponiendo el proceso al estado que tenía
cuando se cometió el error, disponiendo la devolución de los autos al órgano
judicial del que procedieron para que este sustancie la resolución con arreglo a
derecho (Ley N° 26435, arto 42).

d) Recurso de queja:
Procede este recurso contra el auto que deniega elevar el recurso extraordinario
al Tribunal Constitucional (Ley N° 26435, arto 41 párr. 4Q).
El plazo para interponer el recurso de queja es de cinco días hábiles siguientes a
la notificación de la resolución denegatoria.

La queja se interpone ante la Sala que de negó el recurso extraordinario, la


misma que elevará el cuaderno de queja al Tribunal Constitucional dentro del
tercer día bajo responsabilidad. El Tribunal resuelve en el plazo de diez días sin
más trámite. Si la queja se declara fundada se concederá el recurso extraordinario
comunicando simultáneamente esta decisión a la Sala para que eleve el
respectivo expediente dentro del tercer día y con notificación a las partes. Si la
queja se declara inadmisible o improcedente se comunica a la Sala de origen y se
notifica a las partes (R.Adm. N° 111-2003-PITC, arts. 51 al 61).

Cabe indicar que el Recurso de Queja contra la denegatoria de conceder recurso


extraordinario ante el Tribunal Constitucional, estaba regulado primigeniamente
por la R. Adm. N° 026-97-PfTC la misma que fuera derogada tácticamente por la
R. Adm. N° 033-2003-PfTC, de fecha 6 de marzo del 2003, norma cuya existencia
fue muy breve, ya que también ha sido derogada por la R. Adm. N° 111-2003-
PfTC, Reglamento Normativo del Tribunal Constitucional, de fecha 1 de setiembre
del 2003, actualmente en vigencia.

No se debe soslayar que cuando se trate de casos de omisión de un acto debido


se notificará al responsable de la agresión con el fallo que ordena el cumplimiento
incondicional de dicho acto, concediéndole para el cumplimiento del referido acto
el término de 24 horas, siempre que este plazo no perjudique el ejercicio del
derecho reconocido por la resolución final, bajo apercibimiento de ejercitarse la
acción penal pertinente si se da el caso; asimismo, el agresor se hará
responsable del pago de los daños y perjuicios que resultaren de este
incumplimiento (Ley N° 23506, arto 4 y Ley N° 25398, arto 28).

1.7 REGLAS PROCESALES ESPECIALES

En la tramitación procesal de esta acción, rigen las siguientes reglas particulares


(Ley N° 23506, art. 23):

a) No cabe recusación alguna, salvo por el perjudicado o actor.


b) No caben excusas de los secretarios ni de los jueces.
c) Los jueces deberán habilitar día y hora para las diligencias procesales.
d) No interviene el Ministerio Público, salvo para coadyuvar a la defensa del
perjudicado, como defensor del pueblo.
e) Se pueden presentar pruebas instrumentales en cualquier estado del proceso,
incluso en la Corte Suprema.
f) El juez o la Sala Superior deberá designar de oficio un defensor al recurrente,
si es que este lo solicita, corriendo los gastos por cuenta del Estado.
g) No se puede pedir aplazamiento de diligencias ni de informes forenses, salvo
por el actor o por el perjudicado.

En cuanto a las reglas especiales para la tramitación de la acción de hábeas


corpus en el caso del delito de terrorismo, aquellas se hallan en el arto 6 del D.L.
Nº 25659 modificado por la Ley Nº 26248, Y son las siguientes (La Sentencia del
Tribunal Constitucional recaída en el Exp.Nº 010-2003-AlfTC, declaró
inconstitucional el tipo penal de "traición a la patria", suprimiendo dicha frase del
texto del arto 6 del D.L. Nº 25659):

a) El Juez Penal Especializado de Terrorismo es competente para conocer la


acción de hábeas corpus, en su defecto, es competente el Juez Especializado
en lo Penal (juez ordinario).
b) La acción puede ser ejercida por el propio afectado o por cualquier otra
persona en su nombre. En este último caso, el juez previamente debe
proceder a la debida identificación del accionante.
c) Cuando varias acciones de garantía se hubieran interpuesto en favor del
mismo ciudadano, será competente el juez que conoció la primera.
d) No son admisibles las acciones de hábeas corpus sustentadas en los mismos
hechos o causales, materia de un procedimiento en trámite o ya resuelto.
e) Admitida la acción el juez dispondrá la notificación inmediata al procurador
público encargado de los asuntos de terrorismo y procederá conforme a lo
dispuesto en las Leyes Nºs. 23506 y 25398.
f) El recurso de apelación será de conocimiento de la Sala Superior
Especializada en lo Penal que se encuentre de turno.
g) No cabe recusación ni excusa de los magistrados ni de los auxiliares de
justicia, salvo los casos taxativos establecidos por la ley.
CONCLUSIONES

La acción de Hábeas Corpus, tiene como fin inmediato el restablecimiento de la


libertad personal vulnerada o amenazada. Esto significa regresar a la situación
anterior en que se encontraba el sujeto, en uso de su libertad.

El Habeas Corpus es un Procedimiento de origen inglés, destinado a proteger al


individuo de las detenciones arbitrarias, o sea aquellas que no cumplan con las
formalidades legales requeridas para privar de libertad a cualquier persona. Dicha
figura ha tenido marcada presencia en la historia legal y doctrinal del mundo,
sobre todo a partir de los grandes movimientos revolucionarios que se dieron en
las distintas monarquías predominantes del pasado.

El Habeas Corpus ha estado presente en todas nuestras Constituciones, ya sea


de manera expresa o tácita.

El Habeas Corpus es una acción, no es un recurso, pese a que se le denomine


como tal en algunos escritos de nuestra Ley. Los recursos se interponen ante un
proceso iniciado y dentro de él; en tanto que, el Habeas Corpus genera un
proceso de índole sumaria, hecho que los distingue con mayor claridad.

Contra de las sentencias conclusivas de Habeas Corpus proferidas por jueces o


magistrados, distintos al Pleno de la Corte Suprema de Justicia, sí caben
Demandas de Inconstitucionalidad y Amparos de Garantías Constitucionales.
BIBLIOGRAFÌA

Chaname Orbe, Raúl. Comentarios a la Constitución. Juristas editores.


Cuarta edición 2008.

Bernales Ballesteros, Enrique. La constitución de 1993 Análisis Comparado. Rao


editora. Quinta edición 1999.

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tribunal constitucional. 2010. PP. 513-532.

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Editorial Rodhas, 2005

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Edición. Palestra Editores. Lima, 2003.

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Rodhas. Lima, 2002.

DÍAZ ZEGARRA, Walter. "Los Procesos Constitucionales". Palestra Editores.


Lima, 1999. 294 Páginas.`

Guerra Morales, Silvio: Instituciones de Derecho Penal y Procesal Penal 1994.

Código Judicial de la República de Panamá.

Constitución Política de la República de Panamá.

Diccionario Jurídico Espasa.


ANEXOS

 Modelo 1
Demanda de Hábeas Corpus
Exp.: Sec.:
Escrito Nº 1 Cuaderno principal
Sumilla: Acción de hábeas corpus

SEÑOR JUEZ ESPECIALIZADO EN LO PENAL

AAA AAA, identificada con D.N.I. ........, con dirección domiciliaria


en Av. .............................. y con domicilio procesal en la casilla .....
del Opto. de Notificaciones del Colegio de Abogados de Lima; a Ud. atentamente digo:

Que, recurro a su despacho a fin de interponer la presente ACCIÓN DE HÁBEAS CORPUS en


nombre y representación de mi cónyuge, don aaa aaa, quien ha sido detenido arbitrariamente por
orden del Mayor PNP ................... de la Comisaría del distrito de .......,.................. provincia de
Lima;
solicitando que se ordene su libertad inmediata, en atención a los siguientes fundamentos de
hecho y de derecho:

l. FUNDAMENTOS DE HECHO:

1. Con fecha ............ la ... Comisaría de la Policía Nacional del Perú del distrito y provincia antes
indicados, cursó una citación para que mi esposo, don aaa aaa, se apersonara a sus oficinas para
prestar su declaración a fin de esclarecer los hechos relativos a una supuesta comisión de delito
de hurto denunciado por la presunta agraviada, la empresa .............., en la cual mi esposo
trabajaba como vigilante.

2. Cumpliendo con dicha citación, mi esposo se apersonó a rendir su declaración, luego de la cual
la Policía concluyó que habían indicios que harían presumir su eventual responsabilidad en los
hechos denunciados, ordenando su detención inmediata.

3. El caso es que mi esposo ha sido detenido en base a las conclusiones subjetivas del oficial que
le tomó la declaración, sin que haya sido sorprendido en flagrante delito y sin que exista mandato
judicial de detención. Y por si fuera poco, mi esposo se encuentra a la fecha en los calabozos de la
referida Comisaría por más de veinticuatro horas, negándose la Policía a dejarlo en libertad o a
remitirlo a la Fiscalía o al Juzgado correspondiente, aduciendo que aún faltan tomar otras
declaraciones y confeccionar el atestado.

4. Por tal motivo me veo obligada a interponer la presente acción de hábeas corpus, solicitando a
su despacho se sirva adoptar las medidas del caso y ordenar la inmediata libertad de mi cónyuge
don aaa aaa.
II. FUNDAMENTOS DE DERECHO:
1. Detención arbitraria.- De acuerdo al arto 2 inc. 24 lit. f) de la Constitución Política y al arto 12
inc. 10 de la Ley de Hábeas Corpus y Amparo (Ley N° 23506), nadie puede ser detenido sino por
mandato escrito y motivado del juez o por las autoridades policiales en caso de flagrante delito; en
todo caso, el detenido debe ser puesto a disposición del Juzgado que corresponda en el plazo
máximo de veinticuatro horas. De no cumplirse esta disposición la detención es arbitraria, como en
el presente caso.

2. La acción de hábeas corpus.- Conforme al arto 2 inc. 24 lit. f) de la Constitución Política y al arto
12 inc. 10 de la Ley N° 23506, procede la acción de hábeas corpus en caso de detención
arbitraria, en consecuencia, habiéndose configurado dicha detención arbitraria en el presente
caso, la suscrita interpone la referida acción de garantía a través de este recurso.

3. Titular de la acción de hábeas corpus.- Al amparo de lo dispuesto por el arto 13 de la Ley de


Hábeas Corpus y Amparo (Ley N° 23506), puede ejercer dicha acción de garantía la persona
perjudicada o cualquier otra en su nombre, sin necesidad de poder u otras formalidades; por lo
que en virtud del referido dispositivo interpongo la presente acción en nombre y representación de
mi cónyuge don aaa aaa.

POR TANTO:

A Ud., Sr. Juez, solicito admitir la presente acción, tramitarla de acuerdo a su naturaleza y en su
oportunidad declararla FUNDADA, ordenando la inmediata liberación del detenido arbitraáamente.

OTROSI DIGO.- Solicito que una vez concluido el procedimiento de la presente acción de hábeas
corpus, se disponga abrir la correspondiente instrucción a los responsables, sin perjuicio del pago
de la indemnización por daños y perjuicios, de acuerdo a lo dispuesto por el arto 11 de la Ley N°
23506.

Lima, ....... de

de ......

FIRMA
Modelo 2
Demanda de Hábeas Corpus
Exp.: Sec.:
Escrito Nº 1 Cuaderno principal
Sumilla: Acción de hábeas corpus

SEÑOR JUEZ ESPECIALIZADO EN LO PENAL

AAA AAA, identificado con D.N.I. ........, con dirección domiciliaria en Av. .............................. y con
domicilio procesal en la casilla ........... del Dpto. de Notificaciones del Colegio de Abogados de
Lima; a Ud. atentamente digo:

Que, recurro a su despacho a fin de interponer la presente ACCIÓN DE HÁBEAS CORPUS en


nombre y representación de mi hermano, don aaa aaa, quien actualmente se encuentra privado de
libertad por la supuesta comisión de un delito de robo del cual ha sido absuelto; solicitando que se
ordene su libertad inmediata, en atención a los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:

l. FUNDAMENTOS DE HECHO:

1. Con fecha ............ don ................,.......... denunció a mi hermano don aaa aaa por la supuesta
comisión del delito de robo de veinte equipos de cómputo y otros bienes muebles, los mismos que
habrían sido sustraídos violentamente del local comercial de propiedad del denunciante, lugar
donde laboraba mi hermano en calidad de asistente de limpieza.

2. Por tal motivo, y luego de las investigaciones preliminares a nivel de la Policía Nacional y del
Ministerio Público, el juez del.... Juzgado Especializado en lo Penal de Lima dictó orden de
detención contra mi hermano don aaa aaa y contra otros tres inculpados, quienes fueron recluidos
en el centro penitenciario de ................., donde actualmente se encuentran privados de libertad.

3. Ocurre, Sr. juez, que el proceso penal iniciado para determinar la autoría y responsabilidad por
la comisión del delito denunciado, ha sido resuelto con fecha ............, mediante sentencia que
declara absuelto y libre de responsabilidad a mi hermano don aaa aaa, y que condena a los otros
tres inculpados en base a las pruebas y diligencias actuadas en el proceso.

4. No obstante la sentencia absolutoria expedida a favor de mi hermano y de la fecha en que la


misma ha sido dictada, hasta el momento el centro penitenciario de ............. no cumple con
ponerlo en libertad, por lo que me veo obligado a interponer la presente acción de hábeas corpus,
solicitando a su despacho se sirva adoptar las medidas del caso y ordenar la inmediata libertad de
mi hermano don aaa aaa.

II. FUNDAMENTOS DE DERECHO:


1. Derecho a ser puesto en libertad.- De acuerdo al arto 2 inc. 24 lit. b) de la Constitución Política y
al arto 12 inc. 16) de la Ley de Hábeas Corpus y Amparo (Ley Nº 23506), ningún detenido o
procesado puede continuar privado de su libertad, como ocurre en el presente caso, si ha sido
absuelto en el proceso penal correspondiente, debiendo por tal motivo ser exca rcela do.

2. Detención arbitraria.- De acuerdo al arto 18 de la Ley complementaria de las disposiciones de la


Ley de Hábeas Corpus y Amparo (Ley N° 25398), el hecho de mantener privada de su libertad a
una persona cuando existe mandato judicial para ponerla en libertad, constituye un caso de
detención arbitraria, por lo que procede la acción de hábeas corpus para ponerla en libertad
inmediatamente.

3. La acción de hábeas corpus.- Conforme al arto 2 inc. 24 lit. b) de la Constitución Política y al


arto 12 inc. 16) de la Ley N9 23506, procede la acción de hábeas corpus en el caso materia del
presente recurso, pues existe una sentencia absolutoria a favor del agraviado que, asimismo,
ordena su excarcelación.

4. Titular de la acción de hábeas corpus.- Al amparo de lo dispuesto por el arto 13 de la Ley de


Hábeas Corpus y Amparo (Ley N° 23506), puede ejercer dicha acción de garantía la persona
perjudicada o cualquier otra en su nombre, sin necesidad de poder u otras formalidades; por lo
que en virtud del referido dispositivo interpongo la presente acción en nombre y representación de
mi hermano don aaa 888.

POR TANTO:

A Ud., Sr. Juez, solicito admitir la presente acción, tramitarla de acuerdo a su naturaleza yen su
oportunidad declararla FUNDADA, ordenando la inmediata liberación del detenido.

OTROSI DIGO.- Solicito que una vez concluido el procedimiento de la presente acción de hábeas
corpus, se disponga abrir la correspondiente instrucción a los responsables, sin perjuicio del pago
de la indemnización por daños y perjuicios, de acuerdo a lo dispuesto por el arto 11 de la Ley N°
23506.

Lima, ....... de de ......

FIRMA
Modelo 3
Demanda de Hábeas Corpus
Exp.: Sec.:
Escrito Nº 1 Cuaderno principal
Sumilla: Acción de hábeas corpus

SEÑOR JUEZ ESPECIALIZADO EN LO PENAL

AAA AAA, identificado con D.N.I. ........, con dirección domiciliaria en Av. ....................,......... y con
domicilio procesal en la casilla ........... del Opto. de Notificaciones del Colegio de Abogados de
Lima; a Ud. atentamente digo:

Que, recurro a su despacho a fin de interponer la presente ACCIÓN DE HÁBEAS CORPUS, la


misma que dirijo contra el Mayor PNP adscrito a la División de Delitos contra la Vida, el Cuerpo y
Salud de ..............,"", quien mantiene en su poder mi pasaporte; solicitando la entrega inmediata
del mismo, en atención a los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:

l. FUNDAMENTOS DE HECHO:

1. Con fecha ............. fui citado a la División de Delitos contra la Vida, el Cuerpo y la Salud
de ......,......., con el objeto de prestar una declaración en calidad de testigo, en el marco de las
investigaciones que dicha División viene realizando a propósito del delito de homicidio en agravio
de quien en vida fue ...................., cometido presuntamente por ................

2. En el momento de la declaración, y atendiendo a mi calidad de ciudadano extranjero con visa de


trabajo en el Perú, me identifiqué con mi pasaporte N9 ..............., de la República de .................
Luego de la declaración el oficial encargado de la misma, Mayor PNP se negó a devolverme el
referido documento argumentando que debía conservarlo hasta concluir con las declaraciones de
los demás testigos y también para una eventual segunda declaración de mi parte, indicándome
que retorne al día siguiente para comunicarme si esta se efectuaría o no.

3. El caso es, Sr. juez, que me he apersonado al local de la mencionada División hasta en tres
oportunidades y en ninguna de ellas el Mayor PNP ............ ha accedido a devolverme mi
pasaporte. Es más, la última vez que concurrí a dicho lugar el oficial en cuestión me manifestó que
incluso podría ser detenido, cosa que considero improcedente dada mi calidad de testigo de los
hechos investigados.

4. Como quiera que la situación no ha variado y es de necesidad imperativa contar con mi


pasaporte como único documento para poder identificarme, me veo obligado a interponer la
presente acción de hábeas corpus, solicitando a su despacho se sirva adoptar las medidas del
caso y ordenar la inmediata devolución de mi pasaporte.
II. FUNDAMENTOS DE DERECHO:

1. Derecho a no ser privado del pasaporte.- De acuerdo al arto 2 inc. 21 de la Constitución Política
y al arto 12 inc. 12) de la Ley de Hábeas Corpus y Amparo (Ley Nº 23506), ninguna persona
puede ser privada de su pasaporte dentro o fuera de la República.

2. La acción de hábeas corpus.- Conforme al arto 2 inc. 21 de la Constitución Política y al arto 12


inc. 12) de la Ley N° 23506, procede la acción de hábeas corpus en el caso materia del presente
recurso, pues el suscrito ha sido privado de su pasaporte sin que exista una razón fundada para
e/lo.

POR TANTO:

A Ud., Sr. Juez, solicito admitir la presente acción, tramitarla de acuerdo a su naturaleza y en su
oportunidad declararla FUNDADA, ordenando la inmediata devolución de mi pasaporte.

OTROSI DIGO.- Solicito que una vez concluido el procedimiento de la presente acción de hábeas
corpus, se disponga abrir la correspondiente instrucción a los responsables, sin perjuicio del pago
de la indemnización por daños y perjuicios, de acuerdo a lo dispuesto por el arto 11 de la Ley N°
23506.

Lima, ....... de……..de......

FIRMA

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