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RESUMEN
En las industrias conserveras, desde la entrada de la materia prima hasta el producto final
deben establecerse controles de calidad. De este modo, el RTS de Conservas Vegetales
establece la obligatoriedad de que este tipo de industria cuente con un laboratorio y con el
personal necesario para llevar a cabo los métodos analíticos necesarios para asegurar la
calidad del producto. En este artículo se resumen los diferentes controles necesarios para
garantizar la seguridad y el cumplimiento de las Normas de Calidad de las conservas
vegetales.
CINCO PUNTOS
Para garantizar la calidad higiénico-sanitaria de una conserva los parámetros más importantes
son el pH, la actividad acuosa, la hermeticidad del envase, el control de cierres y el control de
esterilidad comercial.
Los parámetros utilizados para determinar la calidad de un cierre son la superposición y la
compacidad.
Es importante medir mediante un vacuómetro la presión negativa en el espacio de cabeza del
envase para verificar que el vacío es correcto.
Las conservas ácidas (pH<4,6) se consideran seguras tras aplicar un tratamiento de
pasteurización; sin embargo, las conservas no ácidas requieren de tratamientos más intensos
para garantizar su inocuidad.
Las Normas de Calidad de las conservas vegetales fijan los parámetros necesarios para la
categorización comercial del producto en extra, primera o segunda.
Introducción
[Figura 1. Determinación del índice de compacidad y superposición del cierre de una lata]
Todas las medidas se expresan en mm. Las fórmulas para calcular los % de
superposición y compacidad son las siguientes:
c) pH
Las conservas se clasifican según su pH en:
Conservas ácidas: son aquellas que presentan valores de pH inferiores a 4,6 ya sea por las
características de acidez de la materia prima o bien por la adición de acidulantes al líquido
de gobierno.
Conservas no ácidas: son aquellas que tienen valores de pH superiores a 4,6.
Según esta clasificación, las conservas ácidas se consideran seguras tras aplicar un tratamiento
de pasteurización; sin embargo, las conservas no ácidas requieren de tratamientos más
intensos (Fo>3 min) para garantizar su inocuidad.
La medición del pH del producto homogeneizado se realiza con un potenciómetro, referido a
20º C (ver Figura 2). Una vez calibrado el aparato con las 2 soluciones tampón se introducen
los electrodos en la muestra homogeneizada. La determinación debe realizarse una vez
estabilizado el pH en el producto.
g) Esterilidad comercial
El objeto de esta prueba es comprobar que el tratamiento térmico efectuado haya
sido el adecuado. El número de muestras debe ser representativo del lote y deben de tomarse
de diferentes puntos de la autoclave. Esta prueba consiste en someter las muestras a distintas
temperaturas de incubación. Tras realizar un examen visual de la apariencia externa de las
conservas, las muestras se incuban en dos estufas a una temperatura y tiempo de permanencia
determinados dependiendo de la acidez de las mismas:
Se considera que hay esterilidad comercial cuando se cumplen los siguientes requisitos:
1) El envase no está alterado tras la incubación y el producto no rezuma.
2) No se aprecia modificación alguna de textura, color, ni aroma del producto envasado.
3) La diferencia de pH entre el producto incubado y el testigo es inferior a 0,5 unidades. Si
hay pequeñas variaciones, entre 0,15 y 0,5 unidades, se realizan dos recuentos microbianos
al microscopio, uno de una muestra incubada y otro de un testigo y la relación entre estos
debe ser inferior a 100 para considerarlo satisfactorio.
b) Contenido neto
Es la cantidad del producto existente en el envase, es decir la suma de la
cantidad, en peso o volumen, del producto y del líquido de gobierno.
c) Características organolépticas
En el control de la calidad organoléptica del producto se valoran los siguientes
atributos: color, olor, sabor, y textura Para ello se clasifican en tres niveles: típico, aceptable y
anormal o extraño. Las normas exigen que los valores sean los típicos o aceptables del
producto envasado, con ausencia de factores anormales o extraños.
d)Turbidez
La turbidez es el grado de transparencia del líquido de gobierno de una conserva.
Para medirlo se emplea el turbidímetro de Kertesz (ver figura 2), en el que se vierte el líquido
de gobierno y se mira perpendicularmente a la cara más estrecha. La medida de la turbidez
viene dada por el número de marcas blancas visibles a través del líquido.
d) Sedimentos
Esta determinación permite cuantificar las partículas suspendidas en el líquido
de gobierno tras la estabilización del producto. Para ello, se vierte el líquido de gobierno en
una probeta en forma de cono y se deja reposar durante 10 minutos. Pasado este tiempo, se
observa los sedimentos depositados en el fondo y se calcula el porcentaje.
e) Calibre
En determinadas conservas, para su categorización la medición del tamaño o
forma de las diferentes presentaciones es fundamental. Se realiza mediante el empleo de
tamices (en el caso de los guisantes) o calibradores (pie de rey, plantillas).
f) Uniformidad
La uniformidad del tamaño y el color del producto es un requisito que deben
cumplir para su categorización y denominación. De esta manera, la norma de calidad de cada
conserva fija valores de tolerancia en cuanto a la uniformidad. Por ejemplo, en conservas de
pimiento se establecen distintos niveles de tolerancia de la uniformidad del color para su
categorización.
Orden del 21 de noviembre de 1984 Normas de calidad para conservas vegetales. ANEXO 15
La uniformidad del color se calcula mediante el porcentaje, en masa, respecto al peso
escurrido, de las piezas que discrepen del grado mínimo establecido o del color dominante de
la muestra. La uniformidad de tamaño se determina mediante la relación entre los tamaños
“medios máximos” y “medios mínimos”. Por los tamaños “medios máximos” y “medios
mínimos” se entiende el valor medio de las piezas de apariencia mayor o menor,
respectivamente, que supongan el 20% en masa o en número de las contenidas en el envase,
cuando éste sea de formato igual o menor de 850 ml., o el 10% cuando el envase sea mayor.
Cuando el envase tenga menos de 10 unidades se tomarán los suficientes envases hasta
completar como mínimo diez unidades.
g) Sólidos solubles
Los sólidos solubles se miden por lectura refractométrica, referida a 20º C del
producto homogeneizado. Se expresa en grados Brix. o % sólidos solubles. En ciertos tipos de
conservas como las mermeladas, almíbares, y concentrados el porcentaje de sólidos solubles
del producto determina la denominación del mismo. Así, por ejemplo, para que un producto
sea denominado mermelada debe tener entre 40-60 º Brix.
h) Unidades fibrosas
La medida de fibrosidad es importante en algunos vegetales como por ejemplo el
espárrago. Por ello, en las conservas de espárragos se establecen unos niveles de tolerancia de
unidades fibrosas para la categorización del producto. Por unidad fibrosa se entiende aquella
unidad que sometida a la acción del fibrómetro (consiste en un hilo de acero de 0,8 mm de
diámetro, del que pende un lastre de 1,360 Kg aplicado transversalmente sobre un espárrago)
no se corta en 5 segundos, a un tercio de la longitud a partir del corte (ver figura 2).