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LOS CUATRO VIAJES DE CRISTOBAL COLÓN:

Cristóbal Colón con su teoría de que la Tierra no era plana, sino redonda y buscando llegar al
oriente (India) navegando mares, descubrió América.
Primer viaje (3 de agosto de 1492-15 de marzo de 1493)

Finalizados todos los preparativos, la expedición salió de Palos de la Frontera (Huelva) el 3 de


agosto de 1492, con las carabelas La Pinta y La Niña, y con la nao Santa María con una tripulación
de unos 90 hombres. El 14 de octubre de 1492, Rodrigo de Triana, divisaba tierra firme,
terminando de esa manera el temor de muchos de los marineros.

En diversas pinturas y otras obras artísticas se ha reflejado la presencia de algún sacerdote o


religioso, sin embargo en esta primera expedición no viajó ningún clérigo entre la
tripulación. Colón llegó a varias islas del Caribe: Guanahaní (San Salvador), Cuba (Juana) y Santo
Domingo (La Española).

Segundo viaje (25 de septiembre de 1493-11 de junio de 1496)

El 25 de septiembre del año 1943 los Reyes Católicos daban beneplácito para el siguiente viaje del
genovés. Esta rapidez se piensa que vino ligada al temor de los monarcas porque su reino vecino,
Portugal, podía reclamar territorios.

Partió de Cádiz y desembarcó en la isla de Puerto Rico el 19 de noviembre.


El objetivo de este viaje fue explorar, colonizar y predicar la fe católica por los territorios que habían
sido descubiertos en el primer viaje, todo ello bajo el amparo de las bulas alejandrinas que protegían
los territorios descubiertos de las reclamaciones portuguesas. Colón descubrió las Pequeñas Antillas
(Dominica y Guadalupe), pasó por Puerto Rico (San Juan Bautista) y llegó a La Española donde
encontró el fortín La Navidad destruido. Muy cerca, fundó su primera ciudad a la que bautizó como
La Isabela. Después exploró Cuba y navegando al sur descubrió Jamaica (Santiago).
Tercer viaje (30 de mayo de 1498-25 de noviembre de 1500)

En este viaje, Colón partió desde Sanlúcar de Barrameda capitaneando seis barcos y llevando
consigo a Bartolomé de Las Casas, quien después proporcionaría parte de las transcripciones de los
Diarios de Colón.

La primera escala la realizó en la isla portuguesa de Porto Santo, de donde procedía su mujer. De
allí partió hacia Madeira y llegó el 31 de julio a la isla Trinidad. Desde el 4 al 12 de agosto exploró el
golfo de Paria, el cual separa Trinidad de Venezuela. En su reconocimiento de la zona llegó hasta la
desembocadura del río Orinoco, navegó por las islas de Isla Chacachacare y Margarita y renombró
Tobago ("Bella Forma") y Granada ("Concepción"). Inicialmente, describió las tierras como
pertenecientes a un continente desconocido para los europeos, pero luego se retrajo y dijo que
pertenecían a Asia.

El fin de esta etapa vino precedido de una serie de revueltas contra el genovés, haciendo incluso
que los monarcas tomaran cartas en el asunto y enviando a Francisco de Bobadilla a tomar el
control de las islas. De esa manera, terminaron destituyendo a Cristóbal Colón que fue enviado
prisionero en el año 1500 a España, para hacer frente a las acusaciones de las que era acusado.

Cuarto viaje (11 de mayo de 1502-7 de noviembre de 1504)


Nuevamente partió de Cádiz. Exploró las costas de las actuales Honduras, Nicaragua, Costa Rica y
Panamá, así como el golfo de Urabá en la actual Colombia. Desde este golfo intentó retornar a La
Española, pero una tormenta lo hizo desembarcar en Jamaica, donde permaneció hasta 1504.
En 1503, en su último viaje por las Antillas Mayores, descubrió las islas llamadas actualmente
Caimán Brac y Pequeño Caimán (pues Colón nunca vio la isla de Gran Caimán), que recibieron el
nombre de Las Tortugas. Se les dio ese nombre por la gran cantidad de tortugas que había en ellas
y en sus alrededores. Regresó en 1504 a Sanlúcar de Barrameda.
Fábula de la Rana Sobre el Ánimo
Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo
profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor el hoyo. Cuando vieron cuan
hondo era el hoyo, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se
debían dar por muertas ya que no saldrían. Las dos ranas no hicieron caso a los
comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus
fuerzas. Las otras seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles.
Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió. Ella se
desplomó y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible. Una vez
más, la multitud de ranas le gritaba y le hacían señas para que dejara de sufrir y que
simplemente se dispusiera a morir, ya que no tenía caso seguir luchando. Pero la rana
saltaba cada vez con más fuerzas hasta que finalmente logró salir del hoyo. Cuando salió
las otras ranas le dijeron: “nos da gusto que hayas logrado salir, a pesar de lo que te
gritamos”.
La rana les explicó que era sorda, y que pensó que las demás la estaban animando a
esforzarse más y salir del hoyo. Moraleja: 1. La palabra tiene poder de vida y muerte. Una
palabra de aliento compartida a alguien que se siente desanimado puede ayudar a
levantarlo. 2. Una palabra destructiva dicha a alguien que se encuentre desanimado
puede ser lo que acabe por destruirlo. Tengamos cuidado con lo que decimos. 3. Una
persona especial es la que se da tiempo para animar a otros.

TEXTOS Y SU FINALIDAD PERSUASIVA


Los textos persuasivos son aquellos que buscan inducir al lector a tomar determinado
comportamiento, que puede ser una simple modificación ideológica o bien un
posicionamiento activo frente a alguna circunstancia.
El emisor del discurso se propone generar una actitud en particular en el receptor y para
eso utiliza determinados recursos del lenguaje específicamente preparados para modificar
opiniones o concepciones.
En los textos persuasivos prevalece la función apelativa o conativa del lenguaje. A diferencia
de las otras funciones que están asociadas principalmente a un único discurso, la intención
persuasiva aparece en diferentes clases de textos.

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