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Movilidad para las personas con discapacidad en la capital musical de

Colombia

Avenida Ferrocarril

Frecuentemente el trato dado al tema de la discapacidad es muy variado, aunque


los medios de comunicación tradicionales algunas veces intentan promover el
respeto y la igualdad de derechos de las personas con discapacidad, esto por
medio de noticias de denuncias, inclusión o mostrando diferentes ejemplos de
vida, su labor no ha sido muy efectiva. Desde siempre han existido prejuicios y
discriminación en la vida cotidiana y laboral para estas personas, con falsos
estereotipos, donde se cree que ellos son una carga o un costo adicional, entre
otras falsas acusaciones, tanto a nivel internacional, como nacional y local.

En cuanto a la movilidad para las personas con discapacidad no es para nada


agradable, ya que las barreras arquitectónicas y urbanísticas son uno de los
principales problemas que intensifican la dificultad para estas personas, también
para integrarse en el mercado laboral y en las actividades de la vida cotidiana.

“La situación de las personas con discapacidad se caracteriza por extrema


pobreza, tasa elevada de desempleo, acceso limitado a los servicios públicos de
educación, atención médica, vivienda, transporte y otros; en general, su posición
social y cultural es marginada y de aislamiento”, comenta Armando Vásquez en
su texto “La discapacidad en América Latina”, en donde continúa planteando la
difícil situación que presentan las personas con discapacidad. Y es que,
Colombia es el cuarto país de Latinoamérica con más personas con
discapacidad, exactamente con 4.992.000 personas, según el Banco

Interamericano de Desarrollo, solo detrás de países como, Brasil, México y Perú.

Como refiere la información del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), una


de las causas de la discapacidad en Colombia, son las lesiones ocasionadas por
los accidentes de tránsito, demostrando así la poca infraestructura que hay, así
sea para las personas con discapacidad o sin discapacidad. Por lo otro lado, se
puede observar que las enfermedades ocasionan que muchas personas queden
con algún problema de discapacidad, esto comparado con las lesiones por
accidentes de tránsito, denota una gran igualdad entre las dos causas.

La discapacidad se ha vuelto parte del ser humano, según la Organización


Mundial de Salud, casi todas las personas en algún momento sufrirán algún tipo
de discapacidad transitoria o permanente. Es por eso que la OMS define
discapacidad como un término general que comprende las deficiencias, las
limitaciones de la actividad y las restricciones de la participación, es por eso que
se convierte en un problema complejo y en los años futuros, la discapacidad será
un problema mayor porque sus cifras siguen aumentando. “Más de mil millones
de personas viven en todo el mundo con alguna forma de discapacidad, de ellas
casi 200 millones experimentan dificultades en su funcionamiento” OMS.

En al año 2006 las Naciones Unidas acordó la convención sobre los derechos
de las personas con discapacidad y en su artículo uno define a las personas con
discapacidad “ La discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias
físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con
diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la
sociedad, en igualdad de condiciones con las demás.” ONG. En términos
generales la discapacidad es un impedimento que da a nivel motriz afectando el
control y el movimiento del cuerpo, visual reducción en su campo visual y la
intelectual o cognitiva.

Cuando se habla de diseño urbano, se entiende como la posibilidad de


solucionar las problemáticas que tiene la ciudad o los ciudadanos. Esto significa
que existen elementos de accesibilidad universal, frente a la movilidad. Sin
embargo, el arquitecto Andrés Francel, menciona que existen otras posibilidades
más blandas dentro del urbanismo táctico o estratégico, que implica convocar a
la participación ciudadana, en especial a las personas con discapacidad, de este
diseño.

Esta inclusión puede lograrse desde la planimetría y de la geometría, Andrés


Francel, da como propuesta diseñar un barrio cuyas características sean líneas
rectas con trama tradicional para mejorar los diferentes tipos de movilidad,
ampliación de las zonas comunes para que las personas con discapacidad
puedan transitar con mayor facilidad.

Si bien el plan de desarrollo 2016 – 2019, plantea que 2.897 personas con
discapacidad han recibido diferentes tipos de apoyos para que estas personas
puedan lograr y sentirse incluidos en la sociedad ibaguereña, pero ¿qué tan
cierto es eso?, pues según dicho documento el municipio cuenta con una política
pública de discapacidad, pero esta no ha tenido el impacto y cumplimiento
esperado, que garantice el goce efectivo de derechos de la población, esto lo
explican la población afectada, o sea, las personas con discapacidad.

Oscar Villa, es una persona en condición de discapacidad, el cual afirma que es


imposible transitar por las calles de Ibagué, ya que no existe un transporte
público adecuado para subir la silla de ruedas, además afirma que “hay más
carros que lugares para movilizarme con mi silla”. Camilo Fernández comenta
que no suele usar el transporte público, ya que los conductores no gustan
esperar a que pueda subirse, y a su silla. Esto lo lleva a recurrir al taxi, y aun así
en algunas ocasiones no lo llevan por la falta de una bodega para la silla de
ruedas. También comenta que le afecta su economía al tener que ir a cualquier
lado en taxi, ya que los precios son bastante altos comparado con el transporte
público (bus).

Otro argumento que Fernández y Villa planean es la falta de cultura de los


conductores de bus y taxi, ya que no se inmutan en ayudar a cualquier persona
que se le dificulte subirse en el transporte, afirman que “actúan con indiferencia”
y concluyen proponiendo que todos los conductores de servicio público sean
debidamente educados por sus respectivas empresas, dándoles charlas y
talleres para evitar esa indiferencia contra las personas con discapacidad.

Oscar acepta que Ibagué cuenta con infraestructura para personas con alguna
discapacidad, pero está ubicada en los lugares más vistosos y transitados de la
ciudad, “me parece que es para que la gente piense que Ibagué si es apta para
las personas con discapacidad, pero no es así”, concluyó.

En una ciudad como esta, sin semáforos bien ubicados, la cultura de las
personas es quien suple esta necesidad, los valores aún continúan rondando en
unos pocos. Hoy en día es casi normal encontrar a unas personas con
limitaciones cognitivas o físicas transitar por las calles, se puede decir que
comparado con años anteriores la cuidad de Ibagué cuenta con un poco más de
cultura y concientización frente a estas personas, pero para nadie es un secreto
que la gente sale a las calles envueltas en sus burbujas, siendo ajenas a lo que
pasa a su alrededor.

La solidaridad crece, lentamente, pero lo hace. Las personas son más


conscientes de que hay otras que no tienen sus mismas oportunidades ni
habilidades, utilizan pequeños espacios de sus tiempos para poder ayudar al
sector con discapacidad. De igual manera, los conductores de vehículos
particulares contribuyen esperando el paso de estas personas, especialmente
para quienes tienen sillas de ruedas, pues la calidad de los andenes no es la
adecuada para su libre andar.

Otra incógnita sobre la movilidad del peatón, viendo el panorama desde el


servicio público de transporte, en otras palabras, el bus. Este fue el protagonista
del recorrido, específicamente las rutas 40, 90, 19 y 22, la intención era buscar
un patrón que permitiese saber qué tan seguras son las vías para los peatones,
y aún más para las personas con discapacidad. Al terminar el trayecto, se pudo
concluir que solo el 15% de la ruta recorrida es apta para todo público. Mientras
que el 85% restante se divide en sectores donde se presenta discontinuidad en
los andenes, bien sea por el milimetraje que los separa o los obstáculos en los
mismos, en donde para subir a los andenes es casi exclusivo para las personas
que no requieren algún aparato o ayuda para subir o bajar los andenes. Esto
hace que se exponga la vida de las personas.

No solo es la falta de información por parte de las entidades responsables de la


movilidad, sino que, nadie sabe qué es lo que piensan lo más afectados, los
ibaguereños. Para resolver este puno, fue necesaria una encuesta sobre el
diseño urbano de la ciudad, en esta la ciudadanía tuvo la oportunidad de contar
sus experiencias respecto al tema. Y es que la gente plantea que, alguna vez en
su vida tuvieron complicaciones para caminar debido a algún accidente, esto
hizo que estuvieran en serios problemas para transitar por las calles de la ciudad
de Ibagué, dejando en evidencia la falta de rampas en los andenes, ni puentes
por los cuales transitar, esto sumado a la inseguridad que vive una persona con
discapacidad.

Afirman que en condiciones de discapacidad es imposible llegar a sus trabajos,


ya que el sistema de transporte no garantiza la accesibilidad para la demanda
que tienen.

Si bien hablar de discapacidad conceptualiza en personas con limitaciones


físicas, el Instituto de Rehabilitación del Tolima (IDEAL) argumenta que la
mayoría de las personas solo piensa que las personas con discapacidad son
aquellos individuos que por algún desafortunado hecho les falta alguna
extremidad del cuerpo o tiene alguna enfermedad que les impide ser
independientes, exponiendo que los ancianos y las personas con bastón también
pertenecen al grupo de personas con discapacidad.

Ibagué comparado con las grandes ciudades de Colombia, no es muy distinta en


cuanto a la movilidad para las personas con discapacidad y es que, aunque
pasen los años, sigue habiendo grandes brechas para estas personas. Una nota
del Espectador publicada en el año 2018 “Las barreras que siguen sufriendo
las personas con discapacidad en Bogotá” afirma que la capital colombiana
no ha avanzado en cuanto a cultura ni infraestructura para estas personas.

Aunque en Medellín se han instalado mejoras para la movilidad en general, aún


sigue siendo difícil transitar para las personas con discapacidad y es que, como
todo en este país, propuestas no han faltado, solo hace falta concretarlas. Si las
personas son las que deberían configurar y ser parte de las decisiones de la
ciudad, se debe hacer una presión social para que, las entidades públicas
escuchen sus necesidades, afirma Francel.

Ibagué no se queda atrás, en el transcurso de los años, se ha visto que la ciudad


ha venido “modernizándose” pero en lo que nos compete, que es la
infraestructura para las personas con limitaciones, no se ha visto un gran avance,
de acuerdo a lo expuesto en los anteriores párrafos. Aparte, el aumento de los
automóviles hace que Ibagué sea un caos para todas las personas.

La ley que protege los derechos de personas con discapacidad es la Ley


Estatutaria 1618 de 2013 y su objetivo es garantizar y asegurar el ejercicio de
sus derechos, mediante la adopción de medidas de inclusión, dentro de ella se
definen los conceptos: personas en condición de discapacidad, la inclusión
social, acciones afirmativas que se traduce en políticas, acciones dirigidas
reducir o eliminar las desigualdades, acceso y accesibilidad son las condiciones
y medidas pertinentes que deben cumplir las instalaciones para las personas con
discapacidad.

Según el texto de la Política Pública de Discapacidad de Ibagué, el objetivo es el


de lograr una sociedad inclusiva y solidaria fundamentada en el ejercicio pleno
de los derechos humanos y en especial de la población en condición de
discapacidad.
El panorama colombiano en cuanto a la movilidad y los diseños urbanos aún no
es claro, hay más brechas que soluciones, es evidente que aún queda mucho
camino por recorrer. Ibagué no se queda atrás, pero también cabe rescatar los
avances que la administración del alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo ha hecho
en la ciudad de Ibagué, en donde ha hecho una inclusión de las personas con
discapacidad. Ofelia Martínez, Líder de ASOMICEL, comenta que la
infraestructura en Ibagué para las personas con hijos con discapacidad como
ella no es la mejor, ya que, según ella, cuando se construye no se piensa en los
demás, sino en la parte individual.

Nicolás Góngora.

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