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TERCERA PERSONA EN TEXTOS ACADÉMICOS

Escribir en tercera persona puede ser una tarea simple si prácticas. Para fines académicos, escribir en
tercera persona implica que el escritor deba evitar el uso de pronombres personales como "yo " o "tú".

Utiliza la tercera persona en cualquier texto académico. La tercera persona tiene un punto de vista
que va más allá de la subjetividad del escritor y, por lo tanto, parece ser más objetiva y menos
personal. Para la escritura académica y profesional, este sentido de objetividad permite al escritor
parecer imparcial y más creíble.

 Cuando hablamos de tercera persona nos referimos a la gente "externa". Tendrás que usar
pronombres (personales y posesivos) como: "él", "ella", "ellos", "ellas", "se", "consigo", "le",
"les", "su (s)", "suyo (s)", "suya (s)"; entre otros.
 Los nombres propios también se consideran una forma adecuada de usar la tercera persona.
 Por ejemplo: “Smith piensa de manera distinta. De acuerdo a su investigación, las declaraciones
anteriores sobre este asunto no son correctas.”

Para escribir en tercera persona debes:

1. Evitar usar pronombres de primera y segunda persona. La primera persona se refiere a


un punto de vista según el cual el escritor dice algo desde su perspectiva. La segunda persona
implica un punto de vista en donde el escritor se dirige directamente al lector.

 Los pronombres en primera persona son: yo, mí, mi, mío (as), me, conmigo, nosotros,
nosotras, nuestro (s), nuestra (s), nos.
 La segunda persona incluye: tú, usted, tu, tuyo(s), te, contigo, suyo (as), vosotros,
vosotras, ustedes, os.
 El problema con la primera persona, académicamente hablando, es que suena demasiado
personal y subjetiva. Es decir, puede ser difícil convencer al lector de que las opiniones
e ideas expresadas son imparciales y que no están influenciadas por sentimientos
personales.
 Por ejemplo: Observa la diferencia entre estas dos frases. La primera utiliza la primera
persona y la segunda, la tercera persona.
 “A pesar de que Smith lo ve de esta manera, yo creo que su argumento es
incorrecto.”
 “A pesar de que Smith piensa de esta manera, otros en el campo no están de
acuerdo.”
 "La ropa de un hombre afecta cómo se ve" está escrita en tercera persona. En cambio,
"Tu ropa afecta cómo te ves" está escrita en segunda persona. "Mi ropa afecta cómo
me veo" está en primera persona.
 Usa las palabras lo, le, la y les para tus pronombres personales en el caso objetivo.
Elimina cualquier referencia como: me, nos o te en este caso. Por ejemplo, "La ropa les
importa" está escrito en tercera persona. "La ropa te importa" está en segunda persona,
y "La ropa me importa" está en primera persona.

 Usa las palabras su y sus para los pronombres personales en el caso posesivo. Elimina
referencias como mí, mío/a, míos/as, nuestro/a, nuestros/as, tu o tus, en este caso. "Son
sus ropas", por ejemplo, está escrita en tercera persona. "Es tu ropa" está en segunda
persona y "Es mi ropa" está en primera persona.
 Usa pronombres indefinidos como: cualquiera, nadie, ambos, cada uno, todos, alguien,
alguno, y muchos. "Cualquiera puede dar su opinión", por ejemplo, está escrita en tercera
persona. "Yo puedo dar una opinión" está escrita en primera persona
 Un problema importante con el uso de la segunda persona es que puede sonar un tanto
acusatoria. Existe el riesgo de poner demasiada responsabilidad sobre los hombros de
los lectores.
 Por ejemplo: observa la diferencia entre las siguientes frases. La primera está en segunda
persona, mientras que la segunda oración en tercera.
 “Si hoy en día todavía te muestras en desacuerdo, es obvio que desconoces
los hechos.”
 “Sí hoy en día hay alguien que todavía se muestre en desacuerdo, es porque
desconoce los hechos.”

2. Haz referencia al tema en términos generales. A veces un escritor tendrá que referirse a
alguien de forma indefinida. Ahí es donde la tentación de escribir en segunda persona puede
darse. En lugar de utilizar un "tú", puede ser más apropiado usar un pronombre indefinido en
tercera persona o un sustantivo.
 Los pronombres indefinidos de tercera persona incluyen: "alguien", "cualquiera",
"todos", "nadie", "otros", "todos", "ninguno", "uno", entre otros
 Por ejemplo: “Uno podría estar de acuerdo con los hechos.”
 Los nombres comunes de tercera persona indefinida (en la escritura académica) incluyen
"escritor", "autor", "individuos", "estudiante", "estudiantes", "maestro", "gente",
"mujeres" , "hombres", "niños", "investigadores", "científicos", "escritores", "expertos".
Por ejemplo: “A pesar de los desafíos que implica, los investigadores siguen insistiendo
en sus conclusiones.”

EJERCICIO

1. Pasa el siguiente texto a tercera persona.


“MI NOVIA
Hace mucho tiempo, yo tenía una novia buena y hermosa. Me amaba con una devoción tal,
que no pude resistir la tentación de ser malvado. Me solazaba en la traición, en el capricho,
en la impuntualidad, en la mentira gratuita. Ella lloraba en secreto, cuando yo no la veía, pues
sabía que su llanto me irritaba. Pero un día, un incidente que ni siquiera recuerdo me despertó
el temor de perderla. El amor crece con el miedo. Mi conducta cambió. Me fui haciendo
bueno. Quise pagar el daño que había hecho y empecé a vivir para ella. Le cantaba, la llevaba
a pasear por los lugares más hermosos del mundo. Le imponía aventuras inesperadas. Me
hice sabio y generosos sólo para merecer su amor. Pero un día me dejó”
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2. Lee el siguiente artículo de la revista Semana y señala las expresiones que indican que el
texto está narrado en tercera persona.
2015/04/18 22:00
¿Por qué el ataque de las FARC?
Nadie se explica por qué las FARC, después de importantes avances en el proceso de paz, atacaron al Ejército.
¿Acto deliberado, disidencia o insensatez?

La lluvia y el cansancio hicieron que el sargento segundo Diego Benavides y su destacamento de soldados
profesionales de la Fuerza de Tarea Apolo se refugiaran el martes en la noche, como lo venían haciendo desde
hacía cuatro días, en el polideportivo de la vereda La Esperanza, en un paraje conocido como Buenos Aires, a
las puertas de la región del Naya, en Timba, Cauca.
El cielo, completamente oscuro, se iluminaba de vez en cuando por los relámpagos de una tormenta eléctrica
que, al parecer, hizo que los centinelas abandonaran sus puestos de combate, y le sumaran al error de acampar
en una instalación civil, el de bajar la guardia. Los soldados dormían en sus sacos de campaña, confiados en el
cese del fuego unilateral que desde diciembre decretaron las FARC.

Sin embargo, a las 11:30 de la noche una lluvia de plomo les cayó encima. Según los sobrevivientes, el efecto
sorpresa fue tan grande que resultó difícil reaccionar en términos militares efectivos. El combate duró pocos
minutos. Pasada la medianoche, junto al humo, el olor a pólvora y los gritos de angustia, quedaron tirados en el
piso los cadáveres despedazados de 11 soldados y otros 17 heridos. También dos guerrilleros cayeron muertos.
El país entero expresó su estupor e indignación ante una emboscada sangrienta e incomprensible que nadie ha
podido explicar.

Consciente de esto el presidente Juan Manuel Santos reaccionó en forma inmediata. Anunció que reanudaba
los bombardeos que hacía pocas semanas había suspendido. No faltaron por supuesto los clamores de que lo
que tocaba era pararse de la Mesa de La Habana. En todo caso, todo el mundo coincidía en que el proceso había
quedado gravemente herido.

Otra cosa clara desde el primer momento es que no se trató de un choque accidental sino de un ataque a
mansalva. La Fuerza de Tarea Apolo estaba desde febrero en esa área, buscando laboratorios de cocaína y
desactivando campos minados. Esta tropa también había seguido el rastro de Chichico, un guerrillero de la
columna Miller Perdomo de las FARC, que se escondía entre esas montañas con no más de 20 guerrilleros.
Aunque eran pocos, para compensar esa desventaja numérica recurrieron a la sorpresa y técnicas de infiltración
nocturna que en argot militar se conocen como pisa suave.

3. Basados en el artículo: “Las Fark no Oyen” por Armando Neira de la revista Semana
(www.iberoamerica.net › Colombia › Prensa generalista › semana.com)

Elabora un mentefacto argumentativo (trabajo en pareja), respondiendo a las preguntas:


“Qué buscan las FARC? ¿Cuál es su fin? ¿Por qué actúan así?”, luego expón los argumentos en
un ensayo argumentativo, narrado en tercera persona, con buena puntuación y estructuración de
párrafos (el ensayo es un trabajo individual de dos páginas).

Las FARC no oyen

POR ARMANDO NEIRA (*)


¿Qué buscan las FARC al desconocer su responsabilidad en la matanza de los militares?
Qué buscan las FARC? ¿Cuál es su fin? ¿Por qué actúan así? Son varias las preguntas que los colombianos se
hacen sobre esta guerrilla en el inicio de esta semana. Los pocos vínculos de confianza que habían construido
con los demás colombianos fueron quebrados con la matanza de los soldados en Cauca y despreciados con su
declaración de este lunes en La Habana.

Muchos defensores del proceso les habían pedido un acto de contrición, un reconocimiento del error. Pero
no. No se movieron ni un centímetro: sindicaron a lo que llaman ‘el establecimiento’ de lo ocurrido, eludieron
su crimen y, como si no hubiera pasado nada, insistieron en el cese al fuego bilateral. “No puede seguir
cayendo el pueblo por la irresponsabilidad de un Estado todos los días más responsable”, insistieron en Cuba.

La ausencia de explicaciones por parte del jefe de la delegación de la guerrilla, Iván Márquez, ante la prensa
en el cierre del ciclo 35 de los diálogos de paz con el gobierno colombiano provoca una tremenda desazón en
el país y abre, de paso, un inquietante escenario de la debilidad política de esa organización. Una de las
grandes virtudes de los líderes que han cambiado sus sociedades es sintonizarse con sus pueblos, con sus
sentimientos, sus sueños y expectativas.

Con la emboscada a los militares y las palabras de hoy las FARC muestran lo contrario. Para ponerlo en
palabras, exclamaron: “Nos tiene sin cuidado lo que ustedes piensen”. No de otra forma se explica el ataque
rompiendo su propia palabra sino, ahora, el empecinamiento en buscar el ahogado río arriba.

Este proceso se sostiene por la tozudez del presidente Santos. Y ahí están los frutos que hasta ahora ha ido
recogiendo: caída en su popularidad; lluvia de insultos en Cali, y lo que faltaba, silbado como comandante en
jefe por sus propios hombres, en Bogotá; y ahora por los paisas en Medellín. ¿Por qué las FARC quieren
apretarlo más? Este proceso se sostiene por la paciencia del equipo negociador del Gobierno.

Y ahí están: soportando una paliza de influyentes sectores que les exigen mandar a las FARC al carajo y
abandonar la isla para siempre. Este proceso se sostiene por la coherencia de muchos dirigentes políticos,
analistas progresistas y líderes sociales que creen que después de tantos muertos el único camino que nos
queda es la salida negociada. Desde sus partidos políticos, desde sus columnas de opinión, desde sus espacios
de análisis reclamaron tras el golpe de mano una respuesta sensata para seguir aferrados a la causa. Pero no.
La guerrilla desoyó a todo el que no forme parte de sus filas y siguió caminando hacia atrás.

“Este es un momento donde se requiere un gesto grande de buena voluntad de la guerrilla, para recuperar el
terreno perdido. Un buen principio sería que las FARC en lugar de seguir justificándolo reconocieran su error
y pidieran perdón al país”, había pedido SEMANA este domingo. El análisis de la edición impresa no era
gratuito.

“La lección que deja este conato de crisis es que hay un desgaste fuerte en la opinión y que, si el tiempo de
los diálogos no se acelera y se concretan hechos significativos de paz, la retórica y el misterio que rodean las
conversaciones no aguantan más”. Así están las cosas. Las FARC están tensando la cuerda al extremo de
reventarla. ¿Lo harán a propósito? ¿Para qué? ¿Qué buscan las FARC al desconocer su responsabilidad en la
matanza de los militares? ¿Por qué causaron ese baño de sangre?

Las FARC tienen hoy una dificultad enorme para comunicarse con el resto del país y, como dice Humberto de
la Calle, jefe del equipo negociador, el problema no está en sus enemigos a los que ha combatido durante
medio siglo de existencia, sino con el pueblo por el que dicen luchar: “La indignación actual no es un fenómeno
mediático. No es una estrategia ideada por alguien para atacar el proceso, o por la oposición política. No hay
que equivocarse en eso. Es una reacción limpia, auténtica, espontánea. Miles de colombianos llevando flores
a los cantones militares. Reuniones callejeras para expresar el dolor de los colombianos, que no obedecen a
concierto o preparación alguna. Es un acontecimiento inédito que las FARC deben comprender en su
verdadera dimensión. El problema de las FARC hoy es con la gente. No con los militares. No con la llamada
oligarquía. No con los políticos. Es con la gente”. Pero, las FARC no oyen.

* Nota del Director. Presento mis más sinceras excusas a los lectores por el errado primer titular de esta
columna. Lamento mucho haber herido a las personas con autismo. Nunca fue mi intención ni de Semana.com
usar un término para lastimar o descalificar a esta población.

DirectordeSemana.com
Twitter: @armandoneira

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