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Proceso de fabricación de un producto que se realiza con las manos o con ayuda de máquinas.
Como se puede observar la manufactura es un subsistema de la empresa u organización, que para alcanzar su objetivo requiere de estudios, análisis y toma de
decisiones acordes a racionalizar los recursos para lograr ser productivo.
Es por ello que dentro de la planeación y control de la manufactura se deben llevar a cabo las siguientes actividades:
Estudio de la demanda.
Planeación de la producción.
Programa de manufactura.
Aprovisionamiento y administración de inventarios.
Presupuesto de producción.
Control de producción.
El Proceso Productivo (Fuente: https://tecnologiansq.wordpress.com/procesos-productivos-2/)
A diario nos encontramos con diferentes productos tecnológicos pero alguna vez te has preguntado, como se elaboró dicho producto, bien en esta
unidad vamos a conocer como se realizan diferentes procesos productivos para la elaboración de bienes y servicios.
La Materia Prima: Se define como materia prima a todos los elementos que se incluyen en la producción, fabricación de un producto, la materia
prima es todo aquel elemento. De igual forma se conoce como materia prima a los materiales extraídos de la naturaleza que nos sirven para
transformar la misma y construir bienes de consumo. Se clasifican según su origen en ; vegetales, animales, minerales; Algunos ejemplos de
materias primas:
De origen vegetal De origen animal De origen mineral
Madera lino, algodón corcho Pieles, lana, cuero Hierro , cobre, oro, mármol
Se conoce como proceso productivo a la forma en que una serie de insumos se transforman en productos mediante la participación de una
determinada tecnología (combinación de mano de obra, maquinaria) dicho de otra forma un proceso productivo es el conjunto de operaciones que
mediante recursos técnicos y humanos transforman la materia prima en un producto, además el proceso productivo puede realizarse de manera
artesanal o industrial.
Etapas del Proceso Productivo
- Entrada.
- Transformación de la materia prima.
- Salida o producto final.
Los costos de producción son aquellos relacionados a las operaciones realizadas desde la adquisición del material hasta su transformación en producto o en
servicio, integrado por los elementos o sub-componentes mencionados a continuación:
• Compra de Materiales de operación
• Materiales de operación representan aquellos materiales que se convierten en un artículo de consumo o de servicio. Estos excluyen los materiales
relacionados al mantenimiento.
• Sueldos y salarios que representan los esfuerzos necesarios para la transformación de dicho material. Estos sueldos y salarios representan costos directos ya
que se pueden identificar precisamente en términos monetarios a la transformación mencionada.
• Gastos indirectos a la producción no relacionados al mantenimiento son los elementos necesarios y accesorios para la conversión del material, además de los
sueldos y salarios directos, como: el lugar donde se trabaja (oficinas, talleres, fábricas, etc.), equipo, herramientas, energía, combustibles, lubricantes, sueldos,
artículos de oficina, etc.
• Gastos indirectos a la producción relacionados al mantenimiento son los elementos necesarios para llevar a cabo una obra de trabajo relacionada al
mantenimiento.
Los costos de producción pueden dividirse en dos grandes categorías: COSTOS DIRECTOS O VARIABLES, que son proporcionales a la producción, como materia
prima, y los COSTOS INDIRECTOS, también llamados FIJOS que son independientes de la producción, como los impuestos que paga el edificio. Algunos costos no
son ni fijos ni directamente proporcionales a la producción y se conocen a veces como SEMIVARIABLES.
En la Tabla siguiente, se muestra una clasificación de los costos de producción que se da a título ilustrativo y como elemento de control.
Fuentes: http://www.dt.gob.cl/1601/articles-88984_recurso_1.pdf
La responsabilidad social empresarial (RSE) es la integración voluntaria por parte de las empresas de temas sociales y ambientales en sus
operaciones comerciales, procesos productivos y relaciones con los grupos de interés: clientes, proveedores, trabajadores, accionistas... Ser
socialmente responsable no sólo significa cumplir plenamente con las obligaciones jurídicas establecidas en estos ámbitos, sino también ir más
allá, invirtiendo en el capital humano y en las relaciones con el entorno y la sociedad en que se opera.
El concepto responsabilidad social empresarial o corporativo (RSE), tiene diversas acepciones, dependiendo de quién lo utilice. La
conceptualización más holística y progresista hace referencia a que una empresa es socialmente responsable, cuando en su proceso de toma de
decisiones valora el impacto de sus acciones en las comunidades, en los trabajadores y en el medio ambiente e incorpora efectivamente sus
intereses en sus procesos y resultados. Asimismo, ejerce un especial respeto por las regulaciones y leyes internas del país donde opera y que la
sociedad ha definido como válidas y legítimas, pero también respeta los acuerdos y tratados internacionales sobre fiscalidad, prevención de la
corrupción, respeto a los derechos humanos y derechos laborales, protección del medio ambiente y busca garantizar que cumplan estas
regulaciones y principios, los subcontratistas, socios comerciales, proveedores y cualquier otro con quien realice negocios.
Las empresas no se comportan de modo responsable por el mero hecho de decir que aceptan los valores enunciados y obtener con ello una
ventaja competitiva sobre las otras empresas, es importante que combinen su entusiasmo verbal por el tema con prácticas empresariales
coherentes, situación que no siempre ocurre. En efecto, la empresa que dice asumir sus principios, no puede proclamar que el objeto de su interés
y preocupación fundamental son sus trabajadores, cuando al mismo tiempo no los reconoce como sujetos de derechos, no incorpora sus intereses
en el proyecto de la empresa, mantiene bajos estándares laborales y un mal clima interno. Lo mismo se aplica para los temas ambientales, de
protección a la comunidad u otros.
Las políticas de responsabilidad social en las empresas van destinadas a implementar procesos de mejora en la gestión empresarial, con el objetivo
de minimizar los impactos que la actividad genera sobre el medio y la sociedad presente y futura. Principalmente, se trabaja en tres ámbitos: social,
medio ambiental y económico.
Se caracteriza también por su transversalidad: la RSE empieza a entenderse como una nueva cultura que impregna toda la empresa y está presente
en todos los niveles de la organización y en todos los ámbitos, desde la dirección, la estrategia o las políticas hasta los procedimientos. Su éxito es
basa en la transparencia y la participación de las partes interesadas en todas las fases del proceso.
De este modo, las empresas que son verdaderamente responsables respetan el derecho de la gente a conocer las consecuencias éticas, sociales y
ecológicas de sus actividades, productos y servicios. Por lo tanto, la transparencia y el acceso a la información y la rendición de cuentas son
elementos indispensables de la RSE.
Los avances actuales de la RSE en el mundo, y los esfuerzos de la comunidad internacional y de muchas compañías y organizaciones empresariales,
principalmente de los países más desarrollados, por legitimar e imponer estos principios e instalar una ética empresarial de efectivo respeto a los
derechos de las personas, nos permite afirmar que no existe una adhesión seria y verdadera a la RSE cuando ésta se asume con el sólo objetivo de
presentar ante la sociedad, los clientes, inversionistas, gobierno y competidores, una imagen de empresa moderna y ética, privilegiando, por
ejemplo, acciones hacia la comunidad en una estrategia de buen vecino y, al mismo tiempo, no considerando a sus trabajadores como agentes de
desarrollo, no respetando sus derechos como personas y no incorporando sus intereses en los objetivos de la empresa.
Las prácticas de la empresa socialmente responsable reflejan el compromiso a hacer negocios de forma que preserve o aumente, en lugar de
dañar, los beneficios a las comunidades cercanas, los trabajadores, el medio ambiente y la conducta económica justa. Sin embargo, no basta con el
sólo compromiso, este proceso debe ir acompañado de mecanismos claros de implementación o puesta en práctica de los principios y valores de la
RSE, que incluyan seguimiento y verificación independientes.
La creciente toma de conciencia de los actores sociales, especialmente los trabajadores, los consumidores y la comunidad organizada, acerca de sus
derechos como personas, está logrando que el simple discurso de las empresas respecto de su adscripción a los principios de la responsabilidad
social ya no sea suficiente para que éstos o la sociedad en su conjunto, le otorguen lo que podríamos llamar un “certificado de buena conducta”, o
sancione positivamente el accionar de las empresas. La práctica de hacer negocios debe ir acompañada de conductas empresariales que respeten y
contribuyan efectivamente a la preservación del medio ambiente, favorezcan el desarrollo de las comunidades del entorno de la empresa,
incorporen a sus trabajadores y sus intereses a los proyectos empresariales, den a estos un trato justo y desarrollen una conducta económica
transparente.