Vous êtes sur la page 1sur 2

Consejos para una Iluminación

fluorescente “sustentable”

Muchas veces nos encontramos con el requerimiento “necesito un equipo de 2x40w o 2x20w con
ballast magnético”. ¿Sabe ese cliente lo que está comprando? ¿Sabe que adquiere tecnologías de
hace más de medio siglo atrás? ¿Sabe que uno de los componentes de los tubos que está
comprando es el Mercurio, material altamente contaminante del medioambiente y dañino para la
salud? ¿Qué hacemos con el manejo de estos tubos al final de su vida útil? ¿Dónde los
desechamos? ¿Sabe que en EEUU o en Europa es impensable realizar un proyecto de Iluminación
que considere tecnologías T10 o T12? Estas son algunas de las preguntas que tratamos de
abordar en este artículo.

T12 vs T10 vs T8 vs T5

Como resultado de la tabla que sigue, podemos indicar que el sistema óptimo es el T5, que además de
las ventajas descritas en el cuadro presenta las siguientes mejoras:

o Reducción del diámetro del tubo en un 40% (16 mm) y


optimización de la longitud en 50 mm, es decir, luminarias más
pequeñas y compactas.
o Incremento de la eficiencia hasta en un 105 lm/w (factor de ballast
de 1,25).
o Cambio de la temperatura óptima de flujo de 25ºC a 35ºC,
resultando en la misma luminancia para todas las potencias.
o Además, el sistema T5HO entrega un 80% más de luz en el rango de 5ºC a -50ºC y puede
funcionar en temperaturas ambiente de más de 65ºC.

De igual modo, podemos decir que el ballast óptimo es el electrónico, porque:

o Su consumo y peso son menores.


o Se puede controlar la cantidad de luz de las lámparas.
o Puede tener comunicación con otros equipos.
o Incrementa la frecuencia común desde 50 Hz a más de 50 kHz, lo que resulta en un aumento de un
10% del flujo luminoso.
o En comparación al ballast magnético convencional, el menor factor de potencia del ballast
electrónico reduce las pérdidas, lo que se traduce en un menor nivel de calentamiento dentro de la
luminaria y, por ende, en una mayor vida útil de la luminaria y
del cableado.
o El encendido y funcionamiento del ballast se produce en 0,5
segundos y sin pestañeos. De igual modo, evita el efecto
estroboscópico y no provoca vibraciones mecánicas en las
luminarias.
o La corriente más baja contribuye a una vida útil de la lámpara
más larga y a una menor reducción del flujo luminoso en el
tiempo.
o El ballast electrónico inmediatamente desconecta las
lámparas con fallas, previniendo que parpadeen y se
recalienten.
o Opera diferentes potencias de lámparas.
o Operación silenciosa.
o Distorsión de armónicas <10%
o Factor de potencia >0.98
o Factor de ballast entre 1 y 1,25.

El problema del Mercurio (Hg)

Los tubos tienen como componente el elemento químico Mercurio, el cual produce daños serios en los
seres humanos y en el ambiente, y 1 mg puede contaminar 30.000 litros de agua. Como norma general,
podemos decir que los tubos fluorescentes no se deben quebrar por ningún motivo.

Según la norma medioambiental europea, en particular las directivas ROHS y WEEE, los contenidos de
Mercurio en lámparas fluorescentes deben ser menores a 5 mg.

Según estas regulaciones, un tubo de 36w del tipo ecológico contiene aproximadamente 3,5 mg de Hg,
mientras que en el caso de los tubos estándares T10 y T12 de 40w, el contenido está entre 6 y 12 mg,
aproximadamente. En cambio, las nuevas tecnologías de tubos T5 tienen menos de 1,4 mg por tubo.

En Chile, la normativa aplicable al desecho de los tubos corresponde el Decreto Supremo Nº 148, y aún
no se pueden reciclar en el país. El tratamiento para el tipo de residuos de lámparas y tubos
fluorescentes con Mercurio es el de estabilización, solidificación y posterior confinamiento en depósitos
de seguridad con control de lixiviado constante. Todo esto hecho a través de empresas especializadas.

Conclusión

Debido a todos los temas enumerados, surgen como opción:

1. Si está utilizando tecnología T10, tubos de 40w o 20w, cambiar por tubos T8 36w o 18w.
2. Si es factible, cambiar los ballasts magnéticos por ballasts electrónicos.
3. Si cuenta con más recursos o se trata de un proyecto nuevo, cambiar por tecnología T5, que bajo
todos los parámetros vistos anteriormente parece ser la mejor opción en relación a la fluorescencia
actual.
4. Si se encuentra en la disyuntiva de especificar, comprar o pedir un producto que tenga tecnología
fluorescente, pedir siempre tecnología T8 o T5 electrónica.
5. Erradicar los conceptos T10, T12, 40w y 20w de sus futuras peticiones de material.

Después de todo, el futuro de nuestro mundo, su propio bienestar y ahorro, dependen de consejos tan
sencillos como los mencionados.

Paulina Barría, Arquitecto PUC,


Diplomada en Diseño de Iluminación.

Vous aimerez peut-être aussi