Vous êtes sur la page 1sur 8

Ilustración SIGLO DE LAS LUCES

LA ILUSTRACIÓN

38 CLÍO
UNA RUPTURA CON EL
ANTIGUO RÉGIMEN
DURANTE EL SIGLO XVIII, FLORECIÓ UN MOVIMIENTO EN EUROPA —SOBRE
TODO EN FRANCIA, INGLATERRA Y ALEMANIA— QUE PROVOCÓ UNA
ENORME CONVULSIÓN A NIVEL CULTURAL, CIENTÍFICO Y ARTÍSTICO, Y QUE
TUVO COMO OBJETIVO DEMOLER EL ANTIGUO RÉGIMEN, CONSIDERADO
FUNESTO PARA EL PROGRESO DEL SER HUMANO. DICHO MOVIMIENTO
TRANSGRESOR SE CONOCE COMO ILUSTRACIÓN. CON ELLA, LA RAZÓN
SE IMPUSO A LA FE AL TRATAR DE COMPRENDER LAS LEYES QUE RIGEN
LA NATURALEZA. A SU VEZ, SE LUCHÓ CONTRA LA IGNORANCIA, LOS
PREJUICIOS Y LA SUPERSTICIÓN, Y CONTRA AQUELLAS INSTITUCIONES —EL
ESTADO Y LA IGLESIA— QUE MANTENÍAN BAJO YUGO AL PUEBLO. HABÍA
LLEGADO LA HORA DE REIVINDICAR LA IGUALDAD ENTRE LOS HOMBRES
Y UNA MORAL LAICA QUE GARANTIZARA EL BIENESTAR DE TODOS. LA
RELIGIÓN NO PODÍA SEGUIR MANTENIENDO LA SUPREMACÍA DE LA
QUE HABÍA GOZADO EN LA EDAD MEDIA. LOS FILÓSOFOS ILUSTRADOS
FUERON, SIN DUDA, LOS FORJADORES DE ESE NOBLE AFÁN POR
CONQUISTAR LA LIBERTAD Y EL CONOCIMIENTO.

POR MOISÉS GARRIDO VÁZQUEZ

T
RAS LA EDAD MEDIA –PERIODO COMPRENDIDO ENTRE LOS SIGLOS VI
Y XV QUE SE CARACTERIZÓ POR SU MARCADO ESPÍRITU RELIGIOSO–,
SE VIVIERON TIEMPOS DE PROFUNDOS CAMBIOS SOCIALES, ECONÓ-
MICOS, POLÍTICOS Y CIENTÍFICOS. El Antiguo Régimen que había domina-
do a toda Europa entraba en crisis. El Renacimiento trajo consigo un movimien-
to renovador que continuó en el siglo XVII con el racionalismo y que culminó
con la llegada, en pleno siglo XVIII, de la Ilustración. Y aunque la base de las
YLHMDVWUDGLFLRQHVWUDWµGHPDQWHQHUVHƓUPHORFLHUWRHVTXHODLUUXSFLµQGH
una poderosa e imbatible ola intelectual afectó, sin duda, a los cimientos que conformaban
ODVRFLHGDGHXURSHDTXHFRQFLHUWDIDVFLQDFLµQREVHUYDEDFµPRHOVDEHUFLHQW¯ƓFRLEDFD-
lando cada vez más hondo en el mundo occidental hasta el punto de relegar o cuestionar
principios religiosos que durante siglos se consideraron inmutables. El lenguaje escolástico,
FRQVXHQIRTXHWHRF«QWULFRIXHTXHGDQGRH[FOXLGRGHOVDEHUFLHQW¯ƓFRTXHRSWµSRUXQD
visión naturalista del mundo. El conocimiento tenía que basarse en la observación y en la
experiencia (empirismo). No hace falta más que recordar los descubrimientos de Newton,
Copérnico, Kepler y Galileo, sin olvidar el esplendor alcanzado por el racionalismo gracias
a DescartesHODXW«QWLFRLPSXOVRUGHOSHQVDPLHQWRFLHQW¯ƓFRPRGHUQR
Ciertamente, supuso toda una revolución explicar la realidad sin la necesidad de recurrir
a postulados teológicos. Fue lo que hizo el biólogo, matemático y cosmólogo Georges-
Louis Leclerc de Buffon: 6µOR PHGLDQWH OD H[SHULHQFLD UHƓQDGD UD]RQDGD \ FRKHUHQWH
REOLJDPRVDODQDWXUDOH]DDUHYHODUVXVVHFUHWRVTXHVHVHSDQLQJXQRGHORVRWURVP«WRGRV
KDIXQFLRQDGRMDP£V, adujo. Y también fue lo que hizo el físico y astrónomo Pierre Simon

CLÍO 39
Ilustración SIGLO DE LAS LUCES

'HVGH ƓQDOHV GHO VLJOR ;9,, \ KDVWD


RETRATO
DE IMMANUEL ƓQDOHVGHOVLJOR;9,,,VHH[WHQGLµXQSH-
KANT.
riodo de esplendor cultural conocido
como la Ilustración o Siglo de las Luces.
Según Immanuel Kant, "la Ilustración
HVODOLEHUDFLµQGHOKRPEUHGHVXFXO-
pable incapacidad. La incapacidad sig-
QLƓFDODLPSRVLELOLGDGGHVHUYLUVHGHVX
inteligencia sin la guía de otro. Esta in-
FDSDFLGDGHVFXOSDEOHSRUTXHVXFDXVD
QRUHVLGHHQODIDOWDGHLQWHOLJHQFLDVLQR
GHGHFLVLµQ\YDORUSDUDVHUYLUVHSRUV¯
mismo de ella... ¡Sapere aude! Ten el
YDORUGHVHUYLUWHGHWXSURSLDUD]µQKH
DTX¯HOOHPDGHOD,OXVWUDFLµQ.
(QHO6LJORGHODV/XFHVOOHJDSRUƓQ
la hora de rebelarse contra la sumisión,
de disipar los temores metafísicos, de
demoler dogmas obsoletos, de recu-
perar el hedonismo social y de pensar
por cuenta propia sin recurrir a una ins-
Laplace en su 7UDWDGRGH0HF£QLFDFH- tancia externa. Ya no hace falta apelar
leste (1799), explicando las leyes que
LOS FILÓSOFOS a la religión para explicar el mundo, y
gobiernan el Sistema Solar a través de ILUSTRADOS mucho menos para someter al pueblo,
las matemáticas. Cuando Napoleón consideran que a través que necesita librarse de una vez por
le preguntó qué papel desempeñaba todas de los grilletes del Antiguo Ré-
Dios en su sistema teórico, Laplace le
de la razón, y no de la gimen. De ese modo, las tinieblas van
respondió:6H³RUQRWHQJRQHFHVLGDG revelación divina, es retrocediendo poco a poco y se vis-
GH WDO KLSµWHVLV. La Naturaleza, sos- cómo se puede alcanzar lumbra un nuevo amanecer... "Contra
tenían estos sabios, se rige mediante ODVWLQLHEODVUHOLJLRVDVHORVFXUDQWLVPR
precisas leyes matemáticas. Así pues,
la verdad. Por tanto, era WHROµJLFRODQRFKHFDWµOLFDDSRVWµOLFD
HOSURJUHVRFLHQW¯ƓFR\ODVQXHYDVLGHDV esencial la investigación \URPDQDTXHGRPLQDED(XURSDGHVGH
ƓORVµƓFDV ŋLPSXOVRUDV GH XQD PRUDO y adoptar una actitud el golpe de Constantino XQ SX³DGR
laica y humanista— compitieron con la de pensadores a contracorriente del
vieja teología que trataba de mantener
crítica. SHQVDPLHQWR P£JLFR \ P¯VWLFR HQ ODV
a toda costa su hegemonía y autoridad. DQW¯SRGDV GH ODV ƓFFLRQHV ODV I£EXODV
(OGHVDUUROORGHOLQGLYLGXDOLVPRHOFUL- el eclesiástico y el monárquico, fueron \ RWURV UHFXUVRV PLWROµJLFRV DSRUWD
WLFLVPR HO UHODWLYLVPR HO HVFHSWLFLVPR seriamente cuestionados. DQWRUFKDVFDQGHODEURVO£PSDUDV\OLQ-
HOFLHQWLƓFLVPRHOOLEHUDOLVPRHWFTXH ternas para terminar superando la pe-
GHIRUPDP£VRPHQRVLPSO¯FLWDKDE¯D HÁGASE LA LUZ TXH³D \ HQGHEOH FODULGDG GH OD YHOD
HQJHQGUDGR HO 5HQDFLPLHQWR VXSRQ- /D OLEHUWDG ORV GHUHFKRV KXPDQRV OD HVFULEHHOƓOµVRIRMichael Onfray en
GU¯DQODSXHVWDHQPDUFKDGHXQDVHULH GHPRFUDFLD OD LJXDOGDG HO FDSLWDOLV- VXGHVPLWLƓFDGRUHQVD\R Los ultras de
GH IRUPLGDEOHV HOHPHQWRV VXEYHUVLYRV PRHOOLEHUDOLVPRODLPSRUWDQFLDGHOD las Luces (2010).
GHOVLVWHPDGRWDGRVGHXQDIXHU]D\GH FLHQFLD OD DWHQFLµQ D OD WHFQRORJ¯D HO /RVƓOµVRIRVLOXVWUDGRVFRQVLGHUDURQ
XQDWUDFWLYRFDGDYH]PD\RUDƓUPDHO SDSHO GHVWDFDGR GH OD HFRQRP¯D \ OD que a través de la razón, y no de la reve-
historiador Antoni Jutglar. De pronto, SURGXFFLµQ H LQWHUFDPELR GH ELHQHV \ lación divina, es cómo se puede alcan-
la cultura se fue expandiendo por toda VHUYLFLRV FRPR IRUPD GH YLGD IXHURQ zar la verdad. Por tanto, era esencial la
la sociedad, mientras que a su vez se GLPHQVLRQHVGHQXHVWURPXQGRTXHVH investigación y adoptar una actitud crí-
proclamaba la necesidad de libertad HVWDEOHFLHURQ\VHFRQVROLGDURQDSDUWLU tica que lo cuestionara todo, preferen-
e igualdad entre los hombres. Es por de la Ilustración", señala el ingeniero y temente la tradición, que tantos errores
ello que los poderes instituidos, como economista Adolfo Castilla. y prejuicios contenía. Ese objetivo prio-

40 CLÍO
EL FILÓSOFO
BRITÁNICO
JOHN LOCKE.

RETRATO
DE VOLTAIRE.

ritario de la Ilustración lo apreciamos ya HQWHODGHMXLFLRODVEDVHVHQODVTXHVH


claramente en el 'LFFLRQDULRKLVWµULFR\ asienta la sociedad constituida", señala
ASPECTOS BÁSICOS crítico  GHOƓOµVRIRIUDQF«VPierre Pujol Jaumandreu, doctor en Filosofía
DE LA ILUSTRACIÓN Bayle. Diez años antes, había salido a y Letras. Y, aunque la gran mayoría de
la luz la magna obra Principios mate- ORVƓOµVRIRVLOXVWUDGRVQRIXHURQQHFH-
6HJ¼QHOƓOµVRIRLWDOLDQR P£WLFRVGHODƓORVRI¯DQDWXUDO(1687), de sariamente ateos (eran más bien deís-
Nicola Abbagnano, la Newton, pilar de la ciencia moderna. tas), sí que mantuvieron una postura
época de la Ilustración /D UHYROXFLµQ LQWHOHFWXDO \ FLHQW¯ƓFD abiertamente anticlerical, como fue el
comprende tres aspectos lo transformó todo en aquella época, caso de Voltaire, que arremetió con-
diferentes y conexos que coincidiendo con los grandes avances tra el cristianismo y sus representantes.
SXHGHQGHƓQLUOD que experimentó la navegación marí- En su ensayo Tratado de la tolerancia
tima, el desarrollo capitalista, el incre- (1763), se encargó de denunciar el au-
mento de la alfabetización y el crucial toritarismo dogmático y las crueldades
1. La extensión de la papel que jugaron las grandes urbes, cometidas a lo largo de la historia en
crítica a toda creencia cada vez más pobladas. "En el centro el seno de la religión. /D ƓORVRI¯D KD
o conocimiento, sin PLVPRGHOFRQRFLPLHQWRHVW£ODQDWXUD- GHVDUPDGRPDQRVTXHODVXSHUVWLFLµQ
excepción. OH]DKXPDQD\VµORHQORTXHODFLHQFLD KDE¯D HQVDQJUHQWDGR WDQWR WLHPSR \
FRQFXHUGDFRQHOKRPEUHHV«VWDH[DF- OD PHQWH KXPDQD DO GHVSHUWDU GH VX
2. La realización de un ta"GHFODUµHOƓOµVRIRDavid Hume. HEULHGDGVHKDDVRPEUDGRGHORVH[-
conocimiento que, para FHVRVDTXHODKDE¯DDUUDVWUDGRHOIDQD-
abrirse a la crítica, incluya y CENSURA ANTIFILOSÓFICA tismo", escribió.
organice los instrumentos Ese intento por mejorar las condiciones Es evidente que la superstición y el
para la propia corrección. de vida de la sociedad en pos de la feli- fanatismo religioso eran objetivos a
cidad y la tolerancia, implicó luchar con- FRPEDWLUSRUORVƓOµVRIRVGHO6LJORGH
3. El uso efectivo, en tra regímenes opresores como el que las Luces (cargaron duramente contra
todos los campos, del representaba la institución eclesiástica. la Compañía de Jesús, símbolo del po-
conocimiento logrado de (O
ƓOµVRIR
GHOVLJOR;9,,,HVP£VTXH der de la Iglesia y gran perseguidora
HVWDPDQHUDFRQODƓQDOLGDG XQ VDELR HQ DEVWUDFWR XQ VDELR TXH de herejes). En este sentido, es de des-
de mejorar la vida individual aplica su inteligencia al 'progreso de WDFDUWDPEL«QODDSRUWDFLµQGHOƓOµVRIR
y asociada de los hombres. ODV/XFHV
SRQLHQGRGHXQPRGRXRWUR británico John Locke, uno de los pa-

CLÍO 41
Ilustración SIGLO DE LAS LUCES

dres de la Ilustración, cuyos valores de


tolerancia, educación y libertad fueron JEAN
considerados imprescindibles para ha- D'ALAMBERT.

FHUXQHƓFD]XVRGHODUD]µQKXPDQD\
evitar así los extremismos religiosos.
Ante semejante panorama, a las auto-
ridades religiosas no les queda más re-
medio que admitir estar enfrentándose
DXQGXURFRQWULQFDQWHODQXHYDƓORVR-
fía", que fue ganando terreno a pasos
agigantados. Es algo que no pudieron
permitir y reaccionaron inmediatamen-
te haciendo uso una vez más de la into-
lerancia. Recurren, pues, a la represión
\DODFHQVXUDFRQWUDDTXHOORVƓOµVRIRV
\FLHQW¯ƓFRVTXHGLIXQGHQLGHDVKHU«-
ticas" que ponen en riesgo los dogmas
teológicos. Los pensadores ilustrados
son ridiculizados, insultados y acusados
de no cultivar moral alguna (son llama-
dos "libertinos"). A su vez, los editores
y libreros que difunden este tipo de
textos son arrestados. Incluso en 1757
se dicta una orden para condenar con
pena de muerte a los autores o propa-
gadores de cualquier escrito que arre-
meta contra la religión. "Los teólogos
producen compendios de argumentos
contra el Iluminismo (...). Tienden a ser-
YLUVH GH OD DFXVDFLµQ GH
PDWHULDOLVWD
 EL PRAGMATISMO DE DAVID HUME
SDUDGHVFDOLƓFDUDVXVDGYHUVDULRV6XV
UHIXWDFLRQHV VH EDVDQ HQ JHQHUDO HQ EL FILÓSOFO, escocés se incorporó a Consideraba que las
HODUJXPHQWRGHORUGHQVRFLDOORVƓOµ- MATEMÁTICO Y ůĂƐƌĞƵŶŝŽŶĞƐĮůŽƐſĮĐĂƐ "verdades religiosas",
VRIRVGHVY¯DQHOHPSOHROHJ¯WLPRGHOD ECONOMISTA DAVID que habitualmente como la existencia de
UD]µQSDUDGHVWUXLUORVSULQFLSLRVUHOLJLR- ,hDΈϭϳϭϭͳϭϳϳϲΉ tenían lugar en diversos Dios o la inmortalidad
VRV TXH JDUDQWL]DQ OD FRKHVLµQ VRFLDO, LLEGÓ A PARÍS A salones parisinos, como del alma, no se pueden
explica el historiador Pascal Charbon- &/E>^ϭϳϲϯWZ el de D'Holbach en la rue demostrar mediante
nat. La Historia Natural, de Buffon, es TOMAR CARGO COMO Royale Saint-Roch (hoy la razón. Pero a su vez
censurada LSVR IDFWR; el incendiario SECRETARIO EN LA rue des Moulins). Así pues, sostenía que tampoco
Testamento, de Meslier, tiene que ser EMBAJADA BRITÁNICA. ƉĂƌƟĐŝƉſŵƵLJĂĐƟǀĂŵĞŶƚĞ puede demostrarse
escondido para evitar represalias (ver Su deseo de conocer al en aquellas distendidas racionalmente que no
anexo); Del espíritu, obra de Helvétius, virtuoso D'Holbach y a tertulias. No obstante, su hay tales "verdades". "El
se prohíbe por el Consejo del rey; y la ƐƵƐĐŽůĞŐĂƐĮůſƐŽĨŽƐƐĞ preocupación, más que ateísmo de Hume era
Historia natural del alma, de La Mettrie, cumplió de inmediato. negar rotundamente una ƐſůŝĚŽ͕ƉĞƌŽ͕ĞŶƷůƟŵĂ
es quemada públicamente. Su autor se Gozó de un caluroso ƌĞĂůŝĚĂĚŵĞƚĂİƐŝĐĂʹĂůŐŽ instancia (y de acuerdo
exilia en Holanda. Pero de allí también recibimiento. Todos ƋƵĞĚĞƐĚĞƐƵĞƐĐĞƉƟĐŝƐŵŽ con sus convicciones
tiene que huir cuando sale a la luz su sabían que estaban ante ĮůŽƐſĮĐŽůĞƌĞƐƵůƚĂďĂ ĮůŽƐſĮĐĂƐͿ͕ƚĂŶ
ensayo(OKRPEUHP£TXLQD. Los censo- una de la mentes más ŝŵƉŽƐŝďůĞʹ͕ĨƵĞĚĞĐŽŶƐƚƌƵŝƌ ƉƌĂŐŵĄƟĐŽ͕ƋƵĞĠůƉƌĞĨĞƌşĂ
res se escandalizan con lo que leen en brillantes de Gran Bretaña. las bases de la teología ĐŽŶƐŝĚĞƌĂƌƐĞĂŐŶſƐƟĐŽΗ,
GLFKRPDQLƓHVWRPDWHULDOLVWD\DTXHVX >ĂĂŵŝƐƚĂĚƐĞĨƌĂŐƵſĂů ƌĂĐŝŽŶĂůLJĐŽŵďĂƟƌůĂ señala el historiador
autor descarta toda posibilidad metafí- instante y el pensador excesiva credulidad. Philipp Blom. En su ensayo

42 CLÍO
sica, planteando que el ser humano es
sólo una máquina biológica que busca
BUSTO DE
'KZ'^ͳ>Kh/^ el placer y huye del dolor y gobernada
LECLERC DE por las leyes de la Naturaleza.
BUFFON.
El historiador Philipp Blom, autor del
recomendable libro Gente peligrosa.
(OUDGLFDOLVPRROYLGDGRGHOD,OXVWUDFLµQ
europea (2010), también hace especial
hincapié en la férrea censura que su-
frieron los pensadores ilustrados: "En la
)UDQFLDGHOVLJOR;9,,,QRVHSRG¯DSXEOL-
FDUOHJDOPHQWHXQVROROLEURVLQXQSULYL-
OHJLRUHDOTXHLQGLFDEDTXHKDE¯DSDVD-
do por las manos de los censores de la
,JOHVLD\TXHHVWRVORKDE¯DQDSUREDGR
/DV SHQDV SRU LQIULQJLU HVDV OH\HV HUDQ
VHYHUDV\VHDSOLFDEDQHVWULFWDPHQWHD
GLVFUHFLµQGHODVDXWRULGDGHVFRPRHO
FHQVRUMHIH\HOSRGHURVR3DUOHPHQWGH
3DU¯VDXQTXHWDPEL«QVHVDE¯DTXHDO-
JXQRVFRUWHVDQRVLQŴX\HQWHVXVDEDQVX
SRVLFLµQSDUDFHQVXUDUOLEURV\DWDFDUD
los autores. Los castigos iban desde una
VLPEµOLFDURWXUD\TXHPDGHOOLEURWDUHD
DVLJQDGDDOYHUGXJRGH3DU¯VKDVWDXQDV
cuantas semanas en la Bastilla o una
agotadora temporada en las galeras de
OD DUPDGD IUDQFHVD FDVL XQD VHQWHQFLD
GHPXHUWH SDVDQGRSRUODWRUWXUD\HMH-
cución públicas".
/ŶǀĞƐƟŐĂĐŝſŶƐŽďƌĞĞů 3HURORVƓOµVRIRVQRVHDPHGUHQWDQD
entendimiento humano pesar de que los censores eclesiásticos
(1748), Hume plasmó un acechan por doquier, y continúan difun-
argumento en contra de los RETRATO diendo numerosos textos materialistas
milagros que se hizo muy DE DAVID y anticlericales, aunque a veces optan
HUME.
célebre: ΗEŝŶŐƷŶƚĞƐƟŵŽŶŝŽ por hacerlo de forma clandestina y em-
ĞƐƐƵĮĐŝĞŶƚĞƉĂƌĂĞƐƚĂďůĞĐĞƌ pleando pseudónimos para despistar
ƵŶŵŝůĂŐƌŽ͕ĂŶŽƐĞƌƋƵĞĞů a los represores. Es lo que solía hacer
ƚĞƐƟŵŽŶŝŽƐĞĂĚĞƚĂůĐůĂƐĞ '
+ROEDFK(VWHLOXVWUHƓOµVRIRWRP£Q-
ƋƵĞƐƵĨĂůƐĞĚĂĚƌĞƐƵůƚĞŵĄƐ dose con cierta ironía la disputa con los
ŵŝůĂŐƌŽƐĂƋƵĞĞůŚĞĐŚŽ WHµORJRVGHƓQLµDV¯HOW«UPLQRPDWH-
ƋƵĞƉƌĞƚĞŶĚĞĞƐƚĂďůĞĐĞƌΗ. rialismo": 2SLQLµQ DEVXUGD HV GHFLU
Otras de sus obras más FRQWUDULDDODWHRORJ¯DTXHVRVWLHQHQDO-
destacadas son: Tratado JXQRVLPS¯RVTXHQRWLHQHQHVS¯ULWXVX-
ƐŽďƌĞůĂEĂƚƵƌĂůĞnjĂ,ƵŵĂŶĂ ƓFLHQWHSDUDVDEHUORTXHHVXQHVS¯ULWX
(1739-1740),/ŶǀĞƐƟŐĂĐŝſŶ RXQDVXVWDQFLDTXHQRWLHQHQLQJXQDGH
ƐŽďƌĞůŽƐƉƌŝŶĐŝƉŝŽƐĚĞ ODV FXDOLGDGHV TXH QRVRWURV SRGHPRV
la moral (1751), Historia conocer" (7HRORJ¯DSRUW£WLO, 1758).
natural de la religión (1757)
y ŝĄůŽŐŽƐƐŽďƌĞůĂƌĞůŝŐŝſŶ LA ENCYCLOPÉDIE
natural (1779), que se De esa incesante lucha en el plano in-
publicó de manera póstuma. telectual contra las concepciones del

CLÍO 43
Ilustración SIGLO DE LAS LUCES

DESCARTES.

Antiguo Régimen surge en 1747 una


gran antorcha para desvanecer las
tinieblas: la Enciclopedia, un ambicio-
so proyecto que recogería todo el sa-
ber humano acumulado hasta enton-
ces (vio la luz entre 1751 y 1772). Una
forma muy elegante de demostrar la
fuerza de la razón frente a la tradición
y la autoridad, intentando compren-
der con ella el mundo en términos
mecánicos sin tener que basarse en
el criterio de una autoridad religiosa.
(O ƓOµVRIR Denis Diderot y el mate-
mático Jean Le Rond d'Alembert se
encargaron de dirigir la Enciclopedia.
&RQWDURQSDUDHOORFRQGHVWDFDGRVƓ-
OµVRIRV\FLHQW¯ƓFRV P£VGHGRVFLHQ-
tos colaboradores) que aportaron sus
amplios conocimientos en distintas
áreas del saber. Uno de ellos fue el
antes citado barón D'Holbach, autor
JEAN MESLIER, EL CURA ATEO DEL SIGLO DE
del extraordinario Sistema de la Natu- LAS LUCES
UDOH]D(1770), obra en la que explicaba QUIZÁ SORPRENDA A de los pensamientos Laetoli, apareciendo
el mundo en términos materialistas y MÁS DE UN LECTOR LJƐĞŶƟŵŝĞŶƚŽƐĚĞ en la extraordinaria
mecanicistas (ver CLÍO nº 201). SABER QUE EL Jean Meslier, cura de colección "Los Ilustrados".
Con sus veintiocho volúmenes PADRE DEL ATEÍSMO Etrépigny y de Balaives, Obviamente, se optó por
(diecisiete de texto y once de gra- MODERNO FUE UN acerca de ciertos ĂďƌĞǀŝĂƌĞůơƚƵůŽ͗Memoria
bados), La EnciclopediaŋƓQDQFLDGD SACERDOTE. Su nombre: ĞƌƌŽƌĞƐLJĨĂůƐĞĚĂĚĞƐĞŶ contra la religión. Meslier
mediante suscripciones— se convir- Jean Meslier (1664-1729). la guía y gobierno de ĂĮƌŵĂƋƵĞŝŽƐŶŽ
tió en uno de los monumentos de sŝǀŝſĚĞĨŽƌŵĂŚƵŵŝůĚĞ los hombres, donde se ĞdžŝƐƚĞ͕ĚĞĮŶĞĂ:ĞƐƷƐ
la historia del pensamiento occi- en un pequeño pueblo hallan demostraciones ĐŽŵŽƵŶůŽĐŽĨĂŶĄƟĐŽ͕
GHQWDO 7RGDV ODV GHVDƓDQWHV LGHDV ĨƌĂŶĐĠƐLJĂƉĞƐĂƌĚĞƐƵ claras y evidentes de la niega la existencia de
ilustradas quedaron impresas para ĐŽŶĚŝĐŝſŶƌĞůŝŐŝŽƐĂ͕ĨƵĞ ǀĂŶŝĚĂĚLJĨĂůƐĞĚĂĚĚĞ un más allá, asevera
siempre en la Enciclopedia, que autor de la obra más todas las divinidades y que la inmortalidad del
tampoco se libró de los ataques de radical que se haya escrito religiones que hay en el ĂůŵĂĞƐƉƵƌĂĮĐĐŝſŶ͕
ODFHQVXUD XQGHFUHWRRƓFLDOODSUR- jamás contra Dios, Jesús, mundo, memoria que ƐŽƐƟĞŶĞƋƵĞůĂŵĂƚĞƌŝĂ͕
hibió en 1757) y tuvo que gestarse los papas, la Iglesia y las debe ser entregada a sus principio de todo, está
de forma secreta (Diderot ya había religiones. Tenía 60 años parroquianos después regida exclusivamente
sido encarcelado por su obra Carta cuando redactó con suma de su muerte para que por leyes mecánicas y
sobre los ciegos y temía volver a las paciencia un manuscrito ƐŝƌǀĂĚĞƚĞƐƟŵŽŶŝŽĚĞ no responde a causas
andadas). Pese a todo, fue un éxito de mil páginas. Una ardua la verdad, tanto para sobrenaturales y sentencia
de ventas y sus dieciocho mil pági- tarea a la que se entregaba ellos como para sus que las religiones, puras
nas sacudieron los cimientos de la de noche, mientras que de semejantes. /ŶƚĞƐƟŵŽŶŝŝƐ invenciones humanas,
época. "La Enciclopedia de Diderot ĚşĂĂƚĞŶĚşĂĂƐƵƐĨĞůŝŐƌĞƐĞƐ ŝůůŝƐ͕ĞƚŐĞŶƟďƵƐ͘ Salió a la son dirigidas por
IXHHOWH[WRFHQWUDOGHOD,OXVWUDFLµQ como un cura cualquiera. luz en 1761 en una versión ƟƌĂŶŽƐƉĂƌĂĞdžƉůŽƚĂƌ
IUDQFHVD -XJµ XQ SDSHO SULQFLSDO D Nadie sospechó nada, ĞĚŝƚĂĚĂʹLJƌĞĐŽƌƚĂĚĂʹƉŽƌ económicamente al vulgo
OD KRUD GH GLIXQGLU ORV LGHDOHV LOXV- ya que llevó el asunto Voltaire͘ƐŽƐş͕ĨƵĞƌĂĚĞ ignorante. No está mal
WUDGRV GH WROHUDQFLD UD]µQ \ SUR- con suma cautela. Su Francia. En España, se para ser un sacerdote...
greso por toda Europa", sostiene el ĐŽŵďĂƟǀŽTestamento publicó íntegramente en Además, proclama
ƓOµVRIR Jonathan Hill. En su Dis- ůůĞǀſƉŽƌơƚƵůŽMemoria 2010 gracias a la editorial ũƵƐƟĐŝĂƐŽĐŝĂů͕ŝŐƵĂůĚĂĚ
curso preliminar de la Enciclopedia

44 CLÍO
>hͳ
ADRIEN
HELVÉTIUS.
—que sirvió como presentación del
primer volumen—, d'Alembert ma-
nifestó: "El imperio de las ciencias
\ GH ODV DUWHV HV XQ PXQGR DOHMDGR
GHO YXOJR HQ HO TXH WRGRV ORV G¯DV
VHKDFHQGHVFXEULPLHQWRVSHURGHO
TXH WHQHPRV PXFKRV UHODWRV IDEX-
losos. Era importante asegurar los
YHUGDGHURV SUHYHQLU VREUH ORV IDO-
VRVƓMDUSXQWRVGHSDUWLGD\IDFLOLWDU
DV¯ODH[SORUDFLµQGHORTXHIDOWDSRU
encontrar (...). Que la Enciclopedia
VHFRQYLHUWDHQXQVDQWXDULRGRQGH
ORV FRQRFLPLHQWRV GH ORV KRPEUHV
HVW«QDODEULJRGHORVWLHPSRV\GH
ODVUHYROXFLRQHV.
Debemos mucho a la Ilustración
P£VDOO£GHVXVSRVWXODGRVƓORVµƓFRV
materialistas y de su defensa de la
certeza empírica): desde los valores
entre hombre y mujer y ŚĂďůĂƌĞŶĐŽŶƚƌĂĚĞŵŝƐ ǀŝĐŝŽƐ͕ůĂƐŝŶũƵƐƟĐŝĂƐLJ democráticos hasta la libertad indivi-
respeto por las libertades ƉƌŽƉŝĂƐŽƉŝŶŝŽŶĞƐ͘;͙Ϳ ůŽƐĚĞƐſƌĚĞŶĞƐ͘;͘͘͘ͿhŶ dual, pasando por la igualdad, los de-
individuales. Procuró KƐĂƐĞŐƵƌŽƋƵĞůŽŚĂкà mundo dirigido por el rechos civiles, la solidaridad, la tole-
ser consecuente con sus con dolor y con una ƉŽĚĞƌLJĞůŐŽďŝĞƌŶŽĚĞ rancia, el acceso a la educación para
ideas: se desvivió por los repugnancia extrema", un ser todopoderoso todos los ciudadanos, el principio de
pobres, los humillados reconoció. Para evitar estaría exento de soberanía popular, etc. Esa lucha per-
y los despreciados, y serias represalias, decidió vicios, maldades y manece vigente en pleno siglo XXI,
ƌĞƉĂƌơĂƐƵƐŐĂŶĂŶĐŝĂƐĐŽŶ que su obra saliera a la luz ĚĞƐſƌĚĞŶĞƐ͕ƉŽƌƋƵĞ pues, a pesar de los cambios positi-
ĂƋƵĞůůŽƐĨĞůŝŐƌĞƐĞƐŵĄƐ estando ya muerto. "Que ƐŝĨƵĞƐĞŝŶĮŶŝƚĂŵĞŶƚĞ vos que se dieron en Europa gracias
ĚĞƐĨĂǀŽƌĞĐŝĚŽƐ͘zƐŝĞƌĂ sacerdotes, predicadores, ďƵĞŶŽLJƉƌƵĚĞŶƚĞ͕ĐŽŵŽ a semejante movimiento intelectual,
ĂƚĞŽLJĂŶƟĐůĞƌŝĐĂů͕͎ƋƵĠ doctores y autores de dicen, impediría con su aún no se han logrado todos sus obje-
razón le llevó a tomar los ŵĞŶƟƌĂƐ͕ĞƌƌŽƌĞƐĞ ďŽŶĚĂĚLJƐƵƉƌƵĚĞŶĐŝĂ tivos. El fanatismo religioso sigue cau-
hábitos? "Para complacer imposturas semejantes se ƚŽĚŽƉŽĚĞƌŽƐĂƐƋƵĞ sando estragos; los líderes políticos
a mis padres", responde ĞƐĐĂŶĚĂůŝĐĞŶLJĞŶĨĂĚĞŶ ĞdžŝƐƟĞƐĞŶĞůŵĂů͕ůĂ se corrompen mientras engañan con
con sinceridad Meslier, ĐƵĂŶƚŽƋƵŝĞƌĂŶĚĞƐƉƵĠƐĚĞ ŝŶũƵƐƟĐŝĂ͕ůĂŵĂůĚĂĚLJĞů falsas promesas y oprimen al pueblo;
que se hizo sacerdote a ƋƵĞŚĂLJĂŵƵĞƌƚŽ͘YƵĞŵĞ ĚĞƐŽƌĚĞŶ͘;͙ͿŽŵƉƌŽďĂƌ y los derechos civiles se vulneran en
los 22 años a pesar de que ƚƌĂƚĞŶĞŶƚŽŶĐĞƐ͕ƐŝƋƵŝĞƌĞŶ͕ ƋƵĞŚĂLJƚĂŶƚŽŵĂů͕ƚĂŶƚŽ numerosas ocasiones, entre otros
ΗŶƵŶĐĂŚĞƐŝĚŽƉƌŽƉĞŶƐŽ de impío, apóstata, vicio, tanta miseria y graves problemas que asolan al mun-
a la santurronería ni a la ďůĂƐĨĞŵŽLJĂƚĞŽ͘EŽŵĞ ƚĂŶƚĂŵĂůĚĂĚŶŽƐŚĂĐĞ do. Por eso, hoy quizá más que nunca
ƐƵƉĞƌƐƟĐŝſŶ͕ŶŝŚĞƐŝĚŽ ƉƌĞŽĐƵƉĂĞŶĂďƐŽůƵƚŽƋƵĞ ver de manera evidente el lema kantiano "Sapere aude!" ha
tampoco tan tonto como me injurien y maldigan ƋƵĞŶŽŚĂLJŝŽƐΗ. de ser necesariamente recordado. Y
para dejarme arrastrar por ĐƵĂŶƚŽƋƵŝĞƌĂŶ͕ƉƵĞƐ ͎zƋƵĠƐƵŐŝƌŝſĨƌĞŶƚĞĂ HVDDVSLUDFLµQGHORVƓOµVRIRVLOXVWUD-
las misteriosas locuras de no podrá producirme la las quimeras religiosas? dos de coexistir en armonía en una
la religión". Aceptó el juego ŵĄƐŵşŶŝŵĂŝŶƋƵŝĞƚƵĚΗ, Guiarnos por las luces sociedad más justa, donde todos ten-
ĚĞůĚĞƐƟŶŽLJŵĂŶƚƵǀŽůĂ ŵĂŶŝĨĞƐƚſ͘ de la razón: ΗEŽŚĂLJŽƚƌŽ gamos derecho a vivir con dignidad
pantomima de por vida, ^ĞŐƷŶDĞƐůŝĞƌ͕ ĐĂŵŝŶŽƋƵĞĞůĚĞůĂƌĂnjſŶ –ahí se halla la ética del hedonismo
para no decepcionar a si hubiese un Dios ŶĂƚƵƌĂů͕ƋƵĞĞƐ͕ĐŽŵŽŵĞ ilustrado—– sigue siendo la aspiración
ƐƵƐĨĂŵŝůŝĂƌĞƐLJĂŵŝŐŽƐ͘ ŝŶĮŶŝƚĂŵĞŶƚĞďƵĞŶŽLJ ƉĂƌĞĐĞĞǀŝĚĞŶƚĞ͕ĞůƋƵĞ del hombre actual en su anhelo por
ΗƐƚĂďĂŵƵLJĐŽŶƚƌĂƌŝĂĚŽ sabio, ΗŝŵƉĞĚŝƌşĂƋƵĞ ŚĂLJƋƵĞƐĞŐƵŝƌƉĂƌĂŶŽ hallar la felicidad, individual y colec-
ƉŽƌƚĞŶĞƌƋƵĞĂĐƚƵĂƌLJ ĞdžŝƐƟĞƐĞŶĞůŵĂů͕ůŽƐ ĐĂŵŝŶĂƌĂĐŝĞŐĂƐΗ͘ tivamente. Sí, el pensamiento ilustra-
do, afortunadamente, sobrevive.

CLÍO 45

Vous aimerez peut-être aussi