Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
ESPERALO
C o n A l e g r ía
ESPERALO CON ALEGRIA
IMPRESO EN LA ARGENTINA
Printed in Argentina
Primera edición
MCMXCVII - 4M
ISBN 950-573-610-X
— 36505—
Contenido
P ró lo g o ...................................................................................7
E p ílo g o ...............................................................................109
7
8 • VIENE. ESPERALO CON ALEGRIA
Referencias
1. Si no se especifica de otra manera, todas las referencias bíblicas provienen de la
versión Reina-Valera, revisada en 1960.
2. Escatología es el área de la teología que estudia los eventos finales. Los “sucesos
escatológicos”, por tanto, tienen que ver con los acontecimientos del fin.
3. Hermenéutica es el área de la teología que analiza los principios de interpretación
del texto bíblico.
Una Mirada Hacia el Pasado
P
ara mirar con seguridad hacia
el futuro, primero debemos mi
rar con fe hacia el pasado. La tranquilidad d
Cristo en las nubes del cielo, depende de nuestro encuentro previo con
él a los pies de la cruz. Aunque los creyentes hablamos muy “familiar
mente” de nuestro encuentro con el Señor, somos conscientes de que
detrás de ese encuentro hay un elaborado plan del cielo para resolver
los delicados problemas que el pecado provocó en la relación divino-
humana. Es cierto que esperamos a Alguien que es nuestro Amigo y
Salvador, pero también es cierto que ese Amigo es “Dios fuerte” y
“Padre eterno” (Isaías 9:6), y que nosotros somos pecadores. Los peca
dores, en condiciones naturales, no pueden soportar el encuentro con
Dios; para ellos, la presencia divina es “fuego consumidor” (Hebreos
12:29). Cuán importante, entonces, es conocer y aceptar el plan divino
para los pecadores que desean la solución a este problema.
La aceptación o rechazo del plan de Dios determinará, en un cerca
no futuro, una diferencia que será de vida o de muerte eterna; de en
cuentro permanente o de separación definitiva. Nuestra mirada hacia el
11
12 • VIENE. ESPERALO CON ALEGRIA
que Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los
impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo,
pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra
su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo
murió por nosotros” (Romanos 5:6-8).
La posibilidad de vida eterna en lugar de muerte eterna para el
pecador que se arrepienta, fue el resultado de una decisión tomada
antes de la fundación del mundo, y corroborada en la cruz de Cris
to. “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que
nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales
en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo,
para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor ha
biéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio
de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de
la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en
quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según
las riquezas de su gracia” (Efesios 1:3-7). Dios nos ha predestinado
para la vida eterna —es la única predestinación de la que se habla
en la Biblia— y ha hecho todo lo necesario para que ésta sea una
realidad en nosotros.
Esta unión con la familia del cielo se hace realidad a partir del
momento de nuestra unión con Cristo. En realidad, la vida eterna
comienza en el mismo instante en que aceptamos al Salvador. Aun
si tenemos que pasar por la experiencia de la muerte, lo hacemos
con la seguridad de la resurrección, porque estamos conectados a
la Fuente de la vida eterna, que es nuestro Señor Jesucristo. “De
cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me
envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasa
do de muerte a vida” (Juan 5:24). Estas palabras de nuestro Re
dentor, tienen toda la fuerza y veracidad que siempre han caracte
rizado sus promesas. A aquellos que oyen su palabra, creen en él,
y se unen a él, les asegura vida eterna, porque él mismo se ha
encargado y responsabilizado de solucionar todos los problemas
que separaban al ser humano de la posibilidad de vida eterna. Es
tas palabras, tomadas con toda la seriedad que se merecen, signi
18 • VIENE. ESPERALO CON ALEGRIA
Conclusión
Esta mirada hacia el pasado puede concluir, entonces, con una
gran medida de seguridad en Cristo. Siendo que a través de él pode
mos ser expiados de la condena; limpiados de la culpa; reconcilia
dos con Dios, y vestidos con su perfección, ¿quién puede condenar
nos, culparnos, acusamos o separarnos? Por supuesto, estas mis
mas preguntas ya las hizo San Pablo, y sus respuestas son una gran
fuente de seguridad para la salvación: “¿Quién acusará a los esco
gidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará?
Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que
además está a la diestra de Dios, el que también intercede por noso
tros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o an
gustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?...
Antes en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de
aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni
la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni
lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada
nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor
nuestro” (Romanos 8:33-39).
Referencias
1. Elena G. de White, El Deseado de todas las gentes, pp. 16-17.
2 . ________ , Review and Herald, febrero 10, 1891.
3 . _________ , El Deseado de todas las gentes, pp. 710-711.
4 . _________ , Palabras de vida del gran Maestro, p. 253.
2
Una Mirada Hacia Arcilla
25
26 • VIENE. ESPERALO CON ALEGRIA
Conclusión
Nuestra “mirada hacia arriba” concluye con grandes motivos de
alabanza y de agradecimiento; la obra intercesora de Cristo y su
ministerio judicial tienen una y la misma finalidad: mantenernos
sin mancha delante de él, hasta el día en que el reino sea entregado
a sus herederos. De todo corazón podemos expresar con el apóstol:
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos
bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en
Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo,
para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor ha
biéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio
de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de
la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en
quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según
las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros
en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de
su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí
mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del
cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como
las que están en la tierra” (Efesios 1:3-10).
Referencias
1. Elena G. de White, El Deseado de todas las gentes, pp. 622-623.
2 . ________ , El camino a Cristo, pp. 69-70.
3 . ________ , El conflicto de los siglos, p. 543.
4 . _________ , Review and Herald, 25 de mayo, 1905. También en El evangelismo,
p. 167.
5 . ________ , Comentario bíblico adventista, tomo 5, pp. 1102-1103.
6 . ________ , Nuestra elevada vocación, pp. 51-52.
7 . ________ , El camino a Cristo, p. 64.
8 . ________ , Review and Herald, 29 de junio, 1897.
9 . ________ , El Deseado de todas las gentes, pp. 288-289.
10. Varias declaraciones bíblicas hacen referencia a esto. Como ejemplos podemos
citar: Mateo 12:36-37; Mateo 25:31-46; Romanos 2:6; Apocalipsis 20:11-13.
11. En sus obras publicadas (en inglés), Elena de White utiliza en 14 ocasiones la
expresión: “justificados por la fe; juzgados por las obras”. Puede encontrarse una de
estas ocasiones en Servicio cristiano, p. 111.
12. Elena G. de White, Review and Herald, 6 de Marzo, 1888.
13. ________ , Bible Echo and Signs ofthe Times, 15 de enero, 1889.
14. ________ , Manuscript Releases, tomo 1, p. 89.
3
U
na mirada hacia nuestro inte
rior, podría transformarse en
una búsqueda sumamente desanimadora. Al c
tros mismos, con la sinceridad que caracteriza un autoexamen, po
dríamos vemos demasiado lejos del ideal que Dios tiene para sus
hijos, y por lo tanto dudar de que nuestro encuentro con Cristo pue
da ser un encuentro feliz.
Esta experiencia puede ser compartida por una inmensa mayoría de
los creyentes. Aun los personajes bíblicos pueden unirse a nosotros y
expresar sus inquietudes íntimas. San Pablo describe vividamente una
de esas ocasiones cuando miró hacia dentro de sí mismo: “Y yo sé que
en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien
está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino
el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo
hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el
bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre
interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miem
bros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a
43
44 • VIENE. ESPERALO CON ALEGRIA
la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿quién
me librará de este cuerpo de muerte?” (Romanos 7:18-24).
Afortunadamente, el apóstol encontró la respuesta a sus inquie
tudes y la comparte con nosotros. Esta solución, que comienza con
una gratitud a Dios en el último texto de este capítulo (Romanos
7:25), se extiende a todo el capítulo 8 de la epístola a los Romanos,
que es una de las mayores fuentes de seguridad en Cristo.
“Andar en el Espíritu”
“Andar en el Espíritu” es la expresión predilecta de Pablo para
referirse a la forma de vida de aquellos que están en camino al reino
de Dios. Es la antítesis de “vivir en la carne”, que es la forma
natural de vivir de todos los seres humanos antes de conocer y aceptar
a Cristo.
El proceso de cambio que significa dejar de “vivir en la carne” y
comenzar a “vivir en el Espíritu” pareciera, en ocasiones, no ser
bien entendido. Probablemente, el mayor obstáculo para una clara
comprensión del tema, está en el significado que le damos a ciertas
expresiones bíblicas. Una “vida carnal” o una “mente carnal” se las
relaciona más bien con cierto tipo de pecados específicos. Una per
sona decente, moralmente hablando, no se la define como alguien
con una “mente carnal”. Pero en el Evangelio, una “vida carnal” es
sinónimo del “viejo hombre” o “el hombre natural”. No importa
cuán decente aparezca la persona ante la sociedad, si no ha experi
mentado el nuevo nacimiento; si no es una nueva criatura en Cristo,
todavía vive “en la carne”.
Pero también hay cristianos carnales. Son creyentes que han acep
tado a Cristo e incluso pueden haber experimentado el nuevo naci
miento, pero se han detenido allí; no han permitido que el Espíritu
Santo controle sus vidas y continúan conduciéndose por las deci
siones de su propia mente, y guiándose por su propia voluntad. Por
supuesto, siguen mostrando los resultados de “vivir en la carne”. A
estos hermanos se dirige el apóstol Pablo cuando escribe: “Porque
aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y
disensiones, ¿no sois camales, y andáis como hombres?” (1 Corintios
3:3). Nótese que estos hermanos no eran “carnales” porque come
tían pecados de índole moral, sino porque en su vida se mostraban
aún los resultados de una “mente camal”.
“Andar en el Espíritu”, en cambio, es un proceso dinámico y
activo. Es más que experimentar el nuevo nacimiento; es permitir
que la nueva criatura ahora crezca y transite en los caminos de Dios,
guiada por el Espíritu. Por eso el apóstol aconseja: “Si vivimos por
46 • VIENE. ESPERALO CON ALEGRIA
Luchas y Conflictos
Las declaraciones anteriores nos hablan de “lucha”, de “esfuer
zos”, de “trabajo perseverante y prolongado”, y esto, a primera vis
ta, parecería “salvación por obras”. Pero los escritos proféticos ha
cen énfasis en el concepto de que la salvación es obra exclusiva de
Dios porque, como decíamos anteriormente, la participación hu
mana le daría un toque de incertidumbre e inseguridad que el Señor
no desea para sus hijos. El Evangelio se esfuerza en mostrarnos que
UNA MIRADA HACIA ADENTRO • 51
Conclusión
Comenzamos este capítulo con una mirada hacia el interior de
nuestro ser, que nos llenó de un sentimiento de indignidad y de
insuficiencia para recibir la salvación prometida. Ese sentimiento
de indignidad no se pierde con el paso de los años; por el contrario,
56 • VIENE. ESPERALO CON ALEGRIA
Referencias
1. Elena G. de White, El Deseado de todas las gentes, p. 143.
2. Id., p. 625.
3. Elena G. de White, Los hechos de los apóstoles, pp. 447-448.
4 . ________ , Consejos para los maestros, p. 21.
UNA MIRADA HACIA ADENTRO • 57
E
l creyente encuentra gozo y ale
gría en la comunión con otros
creyentes. La atmósfera de paz, amor y simpat
siguen a Cristo, invita a mantenerse dentro de ese círculo. Pero la
iglesia ha sido llamada a cumplir una misión en el mundo exterior;
ese mundo lleno de violencia, miseria, incredulidad y pecado. Y
aunque ese no es el ambiente ideal para el creyente, el Señor lo
llama a “mirar hacia afuera”, especialmente para ver los campos
“blancos para la siega” (Juan 4:35).
La misión de la iglesia está íntimamente ligada al tema de nues
tro encuentro con Cristo, puesto que nuestro Señor coloca sobre la
iglesia la responsabilidad de dar el último mensaje de amonesta
ción al mundo. El cumplimiento de la misión es absolutamente esen
cial en el plan de Dios, pues todos los seres humanos deben tener la
misma oportunidad de aceptar la salvación y prepararse para el en
cuentro con Dios. ¿Cómo puede la iglesia concluir su misión con
una población mundial siempre creciente? ¿Cuánto falta, en exten
59
60 • VIENE. ESPERALO CON ALEGRIA,
Responsables de la Salvación
Sin embargo, a pesar de los riesgos subyacentes, el Señor nos
envía al mundo a cumplir nuestra misión, básicamente por la razón
de que él ha determinado que el Evangelio sea compartido a través
de lo que la Escritura denomina “testimonio”: los que han experi
mentado la salvación — seres humanos— deben contar su expe
riencia a sus congéneres. Aunque el Señor puede usar otros medios,
pareciera que ha dispuesto excluir, en términos generales, a otros
seres —los ángeles— y también a otros medios de comunicación
—una voz poderosa desde los cielos, por ejemplo— y colocar la
responsabilidad sobre el agente humano.
El sentimiento de tener la salvación de la humanidad “en nuestras
manos” puede ser sobrecogedor y hasta aterrador. Por supuesto, Dios
nos ofrece una respuesta a esa inquietud. Pero antes de analizarla, de
bemos medir el nivel de responsabilidad que Dios coloca sobre noso
tros. Cuando Cristo nos comisiona: “Id por todo el mundo y predicad el
Evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo;
mas el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:15-16), en realidad
está colocando la decisión final sobre cada persona. Pero, a su vez, está
dejando sobre nosotros la responsabilidad de alcanzar a cada indivi
62 • VIENE. ESPERALO CON ALEGRIA
Conclusión
La obra de Dios terminará con una gran manifestación del poder
del Espíritu. Ahora mismo, algunos hechos extraordinarios —como
la apertura de países enteros cerrados por años a la predicación del
Evangelio— están comenzando a suceder. Las barreras políticas,
sociales o raciales, están siendo una vez más removidas por la ac
ción del Espíritu, para que, con su poder ilimitado, la iglesia avance
como nunca antes, y concluya la tarea encomendada. Esa tarea, que
desde una perspectiva humana podría tomar años o décadas, desde
la perspectiva de Dios puede tomar horas o días. Con las palabras
del profeta, nuestros corazones pueden llenarse, una vez más, de
certidumbre y seguridad: “Levántate, resplandece; porque ha veni
do tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí
que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre
ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las
naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento” (Isaías
60:1-3).
Referencias
1. Vea, Elena G. de White, El evangelismo, pp. 60-61.
2 . ________ , Servicio cristiano, pp. 13-20.
3 . ________ , El evangelismo, p. 215.
4 . ________ , Los hechos de los apóstoles, p. 109.
5. Asociación General, 128th Annual Statistical Report-1990, p. 46.
74 • VIENE. ESPERALO CON ALEGRIA
L
a posibilidad de mirar anticipa
damente al futuro, ha atraído el
interés y la curiosidad de todo ser humano. La
quicos” y horóscopos en esta era de computadoras y vuelos espa
ciales, parece indicar un creciente anhelo por conocer el futuro, tanto
en el aspecto personal, como en el de toda la humanidad. A pesar de
lo ingenuo que resulta confiar en cartas, signos, números o líneas
de las manos para descubrir el futuro, millones de personas gastan
tiempo y dinero intentándolo de esa manera.
Los creyentes, en cambio, tenemos una alternativa diferente. La voz
de los profetas inspirados por el Espíritu Santo nos abre una puerta de
información segura y confiable. La Sagrada Escritura nos recuerda que
Dios no hará nada “sin que revele su secreto a sus siervos los profetas”
(Amos 3:7). El propósito básico que el Señor cumple a través de las
profecías es informar al creyente acerca de los eventos venideros. ¡Cuán
agradecidos podemos estar que Dios no nos hace entrar a ciegas en un
futuro tenebroso, sino que ilumina nuestro sendero de tal manera que
podemos caminar de su mano con seguridad y tranquilidad!
75
76 • VIENE. ESPERALO CON ALEGRIA
E l Futuro de la Iglesia
El futuro de la iglesia remanente de Dios es realmente glorioso.
Esta iglesia militante se convertirá en una iglesia triunfante, por la
gracia y el poder de su Salvador. Sin embargo, mientras dure su
militancia, estará sumida en una guerra contra los poderes de las
tinieblas que se irá acrecentando en la medida en que se aproxime
el tiempo de la venida del Señor. El hecho de que la iglesia esté en
medio de un conflicto no debiera sorprendernos, ya que las profe
cías lo anuncian claramente: “Entonces el dragón se llenó de ira
contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descen
dencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen
el testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis 12:17). Lo que sí debería
sorprendernos es si la iglesia no fuese atacada por las fuerzas del
mal. Pero prácticamente en cada instancia en que los escritos
proféticos prenuncian esta lucha, también aseguran la victoria final
de la iglesia: “Y ellos le han vencido por medio de la sangre del
Cordero y de la palabra del testimonio de ellos” (Apocalipsis 12:11).
De esta profecía bíblica que acabamos de citar (Apocalipsis 12),
podemos deducir no solamente que la iglesia estará en guerra hasta
el tiempo de su encuentro con Cristo, sino también podemos identi
ficar cuáles son las características de la iglesia que el enemigo odia
más, y a las que dedicará más celo y energía en tratar de destruir: la
observancia de los mandamientos de Dios, y la posesión del testi
UNA MIRADA HACIA EL FUTURO • 77
Conflicto y Liberación
El conflicto de las fuerzas del mal y sus instrumentos contra la
iglesia de Dios, crecerá rápidamente en extensión y profundidad.
Lo que se iniciará como un decreto a nivel de una sola nación, se
84 • VIENE. ESPERALO CON ALEGRIA
capacidad destructiva:
“Satanás obra asimismo por medio de los elementos para
cosechar muchedumbres de almas aún no preparadas. Tiene
estudiados los secretos de los laboratorios de la naturaleza
y emplea todo su poder para dirigir los elementos en cuanto
Dios se lo permita...
“Al par que se hace pasar ante los hijos de los hombres
como un gran médico que puede curar todas sus enfermeda
des, Satanás producirá enfermedades y desastres al punto
que ciudades populosas sean reducidas a ruinas y desola
ción. Ahora mismo está obrando. Ejerce su poder en todos
los lugares y bajo mil formas: en las desgracias y calamida
des de mar y tierra, en las grandes conflagraciones, en los
tremendos huracanes y en las terribles tempestades de gra
nizo, en las inundaciones, en los ciclones, en las mareas ex
traordinarias y en los terremotos. Destruye las mieses casi
maduras y a ello siguen la hambruna y la angustia; propaga
por el aire emanaciones mefíticas y miles de seres perecen
en la pestilencia. Estas plagas irán menudeando más y más
y se harán más y más desastrosas”.14
Los fenómenos geológicos y meteorológicos mencionados en la
declaración anterior, cubren una amplia gama de desastres que, efecti
vamente, se han hecho más y más comunes desde que se escribieron
estas profecías hacia fines del siglo pasado. Por supuesto, no podemos
atribuir todos los accidentes y desastres naturales al cumplimiento de
esta profecía en particular, y debemos ser conscientes de que hay por lo
menos tres razones por las cuales ocurren desastres naturales. La pri
mera de ellas es porque existen fallas geológicas, depresiones meteo
rológicas, efectos climáticos y, a veces, fallas humanas que producen
calamidades y accidentes. La segunda razón, es la capacidad de los
poderes malignos de utilizar los elementos naturales para producir el
caos. Y en tercer lugar, están los juicios de Dios.
Tanto las acciones punitivas de las fuerzas del bien que traen
las últimas plagas y los juicios de Dios sobre los habitantes de la
tierra, como las acciones de las fuerzas del mal que traen el caos
mediante calamidades y desastres, producen un tiempo de angus
tia generalizado, descrito por el Señor en los Evangelios: “... y en
la tierra angustia de gentes, confundidas a causa del bramido del
UNA MIRADA HACIA EL FUTURO • 89
necesidades...
“Los centinelas celestiales, fieles a su cometido, siguen vi
gilando. Por más que un decreto general hayafijado el tiempo
en que los observadores de los mandamientos puedan ser
muertos, sus enemigos, en algunos casos, se anticiparán al
decreto y tratarán de quitarles la vida antes del tiempo fijado.
Pero nadie puede atravesar el cordón de los poderosos guar
dianes colocados en torno de cada fiel. Algunos son atacados
al huir de las ciudades y villas. Pero las espadas levantadas
contra ellos se quiebran y caen como si fueran de paja. Otros
son defendidos por ángeles en forma de guerreros...
“Si la sangre de los fieles siervos de Cristo fuese entonces
derramada, no sería ya, como la sangre de los mártires, se
milla destinada a dar una cosecha para Dios. Su fidelidad
no sería ya un testimonio para convencer a otros de la ver
dad, pues los corazones endurecidos han rechazado los lla
mamientos de la misericordia hasta que éstos ya no se dejan
oír. Si los justos cayesen entonces presa de sus enemigos,
sería un triunfo para el príncipe de las tinieblas”.17
prueba más dura es tan grande y tan tierno como en los días
de su mayor prosperidad; pero necesitan pasar por el horno
de fuego; debe consumirse su mundanalidad, para que la
imagen de Cristo se refleje perfectamente”.20
¡Cuánto anhelarían los justos saber que el sellamiento ha termi
nado, y que sus pecados han sido definitivamente eliminados! Pero
Dios tiene sus razones para no revelarlo. Durante el último período
de prueba, la vida y el carácter de los justos puede ser visto en una
doble perspectiva: desde la perspectiva de Dios, los redimidos ya
han alcanzado el estado de impecabilidad y perfección total, por
que todos sus pecados han sido perdonados; sus manchas e impure
zas están definitivamente limpias, y su carácter, preparado para el
cielo. Pero ellos no lo saben aún, ni lo sienten así. Desde su pers
pectiva, se sienten indignos y sólo confían en Cristo; en su sacrifi
cio y su intercesión; en sus promesas y en su amor.
Pero esos sentimientos de indignidad y angustia, dan paso muy
pronto a una intensa seguridad de su encuentro feliz con Cristo. Los
santos ángeles vienen constantemente en su apoyo, y la voz de Dios
se oye repetidamente para asegurarles la cercanía del encuentro.21
Conclusión
El futuro de la iglesia de Dios es brillante y glorioso. Con los
ojos de la fe podemos vemos entre los redimidos, cantando el cán
tico de Moisés y del Cordero, y diciendo: “Grandes y maravillosas
son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son
tus caminos, Rey de los santos. ¿Quién no te temerá, oh Señor, y
glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las
naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifes
tado” (Apocalipsis 15:3-4).
Referencias
1. Elena G. de White, Eventos de los últimos días, p. 179.
2 . ____ . Testimonios para los ministros, p. 112. Parcialmente en Eventos de
los últimos días, p. 181.
3. _________ , El evangelismo, p. 167. Parcialmente en Eventos de los últimos días,
p. 181.
4 . ________ , Eventos de los últimos días, p. 182.
UNA MIRADA HACIA EL FUTURO • 93
5. Hay varias citas apócrifas como ésta, que han circulado profusamente. Para un
comentario sobre ésta y otras citas no inspiradas, vea Comprehensive Index lo the Writings
ofEllen G. White, tomo 3, pp. 3189-3192.
6. Elena G. de White, Eventos de los últimos días, pp. 184-186.
7 . _________ , Mensajes selectos, tomo 3, p. 438.
8 . _________ , Eventos de los útimos días, p. 17.
9 . ________ , Comentario bíblico adventista, tomo 4, p. 1205. Parcialmente en
Eventos de los últimos días, p. 201.
10. ________, El evangelismo, pp. 418-419.
11. ________, Eventos de los últimos días, pp. 228-229.
12. Vea, Eventos de los últimos días, pp. 136-141.
13. Elena G. de White, El conflicto de los siglos, pp. 693-694.
14._________ , Id., pp. 646-647.
15._________ , Id., p. 687.
16. ________, Eventos de los últimos días, pp. 254-255.
17. _________ , El conflicto de los siglos, pp. 687-692.
18. Vea, Eventos de los últimos días, pp. 231-238.
19. Vea, El conflicto de los siglos, pp. 682-683.
20. Id., pp. 676-679.
21. Pueden encontrarse varias ocasiones en que la voz de Dios es oída por los justos.
Vea El conflicto de los siglos, pp. 690-691, 694-695, 698-699.
Una Mirada al Calendarla de Dius
95
96 • VIENE. ESPERALO CON ALEGRIA
que los seres humanos podamos pretender captar todo lo que está
en la mente del Eterno, y menos aún tratar de amoldar sus planes a
nuestras propias expectativas.
El Señor, en su presciencia e infinita sabiduría, se reserva algunas
informaciones sobre este vasto tema. Y una de ellas es la fecha de la
venida de Jesús y nuestro encuentro con él. En las ocasiones en que
los discípulos manifestaron un definido interés por conocer
específicamente el tiempo de los eventos finales, Cristo fue muy cla
ro en recordarles que la fecha o el tiempo de su venida no habría de
ser revelado: “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de
los cielos, sino sólo mi Padre... Velad, pues, porque no sabéis a qué
hora ha de venir vuestro Señor... Por tanto, también vosotros estad
preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pen
sáis”. “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el
Padre puso en su sola potestad” (Mateo 24:36, 42, 44; Hechos 1:7).
Certeza y Seguridad
¿Significa todo esto que la venida del Señor podría demorarse
indefinidamente si las condiciones en el mundo y en la iglesia no se
cumplieran? ¡De ninguna manera! Dios nos ha dejado suficiente
información para saber claramente que él es quien controla los acon
tecimientos humanos y cósmicos, y que él ha puesto límites para
que su paciencia y misericordia se manifiesten:
Eventos Inminentes
Nos preguntábamos anteriormente si Dios tiene alguna razón es
pecial para dar a sus profetas el sentido de inminencia en los men
sajes relativos al retomo de Cristo, a pesar de que muchas de esas
profecías fueron dadas varios siglos antes de la cercanía del evento.
Seguramente el Señor puede tener varias razones para ello. Una de
esas razones puede estar en el hecho de que ninguno de los tres
eventos que aún están en el futuro y que son absolutamente impor
tantes para cada individuo, tiene fechas indicadas. Nadie conoce la
fecha de la venida de Cristo; ningún ser humano sabe la fecha de la
terminación del tiempo de gracia, y ningún individuo conoce el día
de su muerte. ¿Podría usted descubrir alguna forma de alertar a cada
ser humano acerca de la urgencia de prepararse para el gran evento,
que no fuera darle un sentido de inminencia y de urgencia a esa
decisión? Si Dios hubiera elegido informarnos exactamente la fe
cha de la venida de Cristo, o del fin del tiempo de gracia, muchos se
sentirían tranquilos esperando esas fechas, sin comprender quizá
que la muerte podría terminar hoy mismo con su esperanza de estar
preparados.
Desde el punto de vista de la vida humana, la muerte es el even
to final antes del encuentro con Cristo, no importa que transcurran
pocos o muchos años entre los dos acontecimientos. De igual ma
nera, para aquellos que estén vivos hasta el fin, la terminación del
tiempo de gracia es el evento final para ellos, no la venida de Jesús.
Siendo que en todos estos eventos no hay una fecha indicada, la
104 • VIENE. ESPERALO CON ALEGRIA
Conclusión
Nuestra certeza en relación con la cercanía del encuentro con
Cristo, no se funda en especulaciones, ni en ansiosas expectativas.
Nuestra seguridad va acompañada de la serenidad de saber que los
UNA MIRADA AL CALENDARIO DE DIOS • 107
Referencias
1. Elena G. de White, Mensajes selectos, tomo 2, p. 130.
2 . ________ , El conflicto de los siglos, p. 510.
3. Los que aceptan la cronología de James Ussher, fijan la fecha de la creación en el
año 4004 a.C., con lo cual los 6.000 años se cumplirían en 1996. Otra interpretación
considera los siete días de la creación como simbólicos de siete períodos de mil años. El
año 2000, entonces, sería la iniciación del séptimo período, que coincidiría con el milenio
bíblico.
4. Elena G. de White, El conflicto de los siglos, pp. 12, 572, 609, 714, 717-718,731.
5. La primera referencia a los “seis mil años” fue publicada en 1864 en Spiritual
Gifts, tomo 3, p. 92.
6. La última referencia a los “seis mil años” fue publicada en 1913, y dice: “La
continua transgresión del hombre durante casi seis mil años ha producido enfermedad,
dolor y muerte” (Consejos para los maestros, p. 453).
7. Elena G. de White, Eventos de los últimos días, pp. 36-37.
8. La serie “el Gran Conflicto” está constituida por los libros Patriarcas y profetas,
Profetas y reyes, El Deseado de todas las gentes, Los hechos de los apóstoles, El conflic
to de los siglos.
9. Elena G. de White, El evangelismo, pp. 504-505.
10. ________ , Testimonies, tomo 5, p. 524. Parcialmente en Eventos de los últi
mos días, p. 40.
11. . Joyas de los testimonios, tomo 2, p. 63.
12. ________ , Profetas y reyes, p. 307.
Epílogo
E
n las páginas precedentes hemos recorrido, en visión panorámi
ca, eventos del pasado, del presente y del futuro. Hemos mirado
hacia atrás, para encontrar a Cristo en la cruz, y hacia adelante, para
verlo venir en gloria; hemos mirado hacia arriba, para encontrarlo
en el santuario celestial, y hacia adentro, para sentirlo dentro de
nosotros mismos a través de su Espíritu. Este recorrido nos ha dado
la oportunidad de descubrir —o redescubrir— los elementos que
nos permiten esperar a nuestro Señor con seguridad, tranquilidad y
esperanza. Ahora sólo resta hacernos algunas últimas preguntas y
reflexiones.
Reflexiones Finales
Las primeras preguntas de reflexión que vienen a nuestra mente,
tienen que ver con la ubicación de cada uno de nosotros cuando
ocurran los sucesos escatológicos o finales. Por supuesto, esta ubi
cación no tiene nada que ver con estar en primera o segunda fila en
el “teatro” de los acontecimientos, porque en estos eventos no po
demos ser meramente espectadores. La pregunta es seria y solem
ne: ¿Dónde estaremos, usted y yo, cuando estas cosas acontezcan?
¿De qué lado estaremos cuando la iglesia sea dividida por la crisis
del zarandeo? ¿En qué categoría seremos hallados cuando el Juez
diga: “Hecho es”, y todos los seres humanos sean divididos en “in
justos todavía” y “justos todavía” (Apocalipsis 22:11)? ¿En qué
grupo estaremos cuando simbólicamente el Pastor separe las “ove
jas” de los “cabritos” (Mateo 25:31-46)?
109
110 • VIENE. ESPERALO CON ALEGRIA
que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy
seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni
potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo,
ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios,
que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 8:33-39).
Conclusión
La finalización de un libro es una especie de despedida entre el
autor y el lector. Sin conocemos quizá, nos hemos hecho compañe
ros de jornada; de una jornada que debe llevarnos hasta la Canaán
celestial. Toda despedida es triste, excepto ésta; porque en realidad,
con nuestra fe en la segunda venida de Cristo y nuestra certeza en el
cercano establecimiento del reino de Dios, nos queda la alegría de
saber que, mediante la gracia de Cristo, nos encontraremos allá, en
el mar de vidrio, para no separamos jamás. “El que da testimonio
de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven,
Señor Jesús” (Apocalipsis 22:20).
GUIA DE ESTUDIO
a. Un disfraz [ !]
b. Una vestimenta “prestada” para la boda [» ]
c. Un vestido nuevo encima de los harapos [ ]
d. Una ropa nueva a cambio de las viejas [ ]
e. Un vestido a ser usado después de estar limpio [ ]
f. Una vestimenta para estar limpio [ ]
g. El “uniforme” que vestirán todos los salvados [ ]
Reflexión personal:.
118 • VIENE. ESPERALO CON ALEGRIA
a. Condenación e. Confianza 1.
b. Ministerio sacerdotal f. Amigo 2.
c. Temor g. Juez 3.
d. Salvación h. Destrucción 4.
GUIA DE ESTUDIO *11 9
Reflexión:
Mi decisión:___________________________________
Mi interpretación:_____________________________________
GUIA DE ESTUDIO • 123
Reflexión personal:_____________________________________
ara quienes vivimos a las puertas del reino