Vous êtes sur la page 1sur 6

Manuel J. Reboredo.

Cuando surge la necesidad, tenemos la posibilidad de construir nuestra casa y la


queremos hacer de acuerdo a nuestra manera de pensar: ecológica, sana, lo
menos contaminante, económica aprovechando la energía solar de manera
natural, se nos plantea el problema de cómo enfocar y desarrollar esta empresa
para llegar a un resultado feliz.

Antes que nada me gustaría dejar claro que cuando se toma esta decisión es muy
bueno que participen todos los miembros de la familia que habitarán la futura
casa, dando cada uno su opinión en lo que crean les concierna más, aún
tratándose de los pequeños espacios para estudiar, jugar, etc., para llegar a un
buen acuerdo entre todos. Esta actitud de consideración y respeto es un buen
ejercicio de comunicación dentro de cualquier familia y puede fomentar una
buena armonía en la convivencia.

Este planteo que abordamos puede aplicarse tanto para el caso de una casa
unifamiliar aislada como para dos o m s familias que se pongan de acuerdo para
construir casas pareadas o una colectiva .

Parto de la base de considerar la vivienda no como un <producto más para


vender> en el que sus moradores se han de adaptar a ella, sino todo lo contrario:
La vivienda es el cobijo de la familia y este hogar se ha de adecuar a sus
necesidades y formas de vida. Ya en la "Carta de Atenas", manifiesto urbanístico
de los años cincuenta elaborado por los padres de la arquitectura moderna,
definieron lo que se considera "LAS ALERGIAS ESENCIALES", que son: el
Aire, el Sol, el espacio abierto, la vegetación, el silencio, la privacidad, que
deben tener todo ser humano cualquiera que sea su condición.

Cuando la distribución interna de una vivienda se hace con un criterio flexible, si


en un momento determinado y por la circunstancia que sea, la familia que la
construye decide alquilarla o venderla, se podrá adecuar con poco gasto y
fácilmente a sus nuevos ocupantes.

La figura del "promotor" tal cual está planteada ahora, vinculada a las entidades
de crédito y con el beneplácito del estado, ha de hacer un cambio sustancial,
pasando del negocio especulativo a un auténtico servicio a los usuarios de las
viviendas. Si no es así esta figura deber desaparecer. Han de ser los propios
moradores de las viviendas quienes obtengan créditos a bajo interés - como
deberían ser los créditos hipotecarios disponibles actualmente para comprar el
terreno y edificarse ellos mismos sus casas.

Ahora tratar‚ de manera clara y escueta de explicar los pasos necesarios para
llevar este proceso adelante.

El primer paso ser el de la elección del terreno b hacer un análisis exhaustivo del
que ya poseemos. Este examen lo haremos con la ayuda del arquitecto que
proyectar la vivienda y un radiestesista de confianza, de manera que ambos
inspeccionen el terreno y den su veredicto. Si el arquitecto también es
radiestesista, tanto mejor, porqué estar en condiciones de comprender mejor la
problemática global que ha de resolver en el proyecto.

No es fácil encontrar un terreno perfecto que reúna absolutamente todas las


condiciones, pero si el que tenemos es realmente malo, con geopatías insalvables
y mal orientado, no dudemos en desprendernos de él, y buscar uno adecuado. Es
mejor este criterio que construir una casa sobre un lugar que comprometa nuestra
salud.

Los puntos que se tendrán en cuenta entre el futuro propietario y el radiestesista-


arquitecto son:

1.- Tamaño del terreno de acuerdo a las necesidades del proyecto.

2.- Verificar que no existan en sus cercanías: Líneas de alta tensión,


transformadores sectoriales, industrias contaminantes, vías férreas, carreteras o
aeropuertos ruidosos. En esta última observación hay que tener en cuenta la
dirección del viento en ese momento, pues nos podemos engañar.

3.- Buena orientación, que comporta una cuidadosa observación del asoleamiento
y posibles barreras solares, ya sean topográficas, edilicias o vegetales. Es muy
útil en esta observación el empleo de una máscara de recorrido solar para esa
latitud. (Trataremos de explicar de forma práctica como se construye una de estas
máscalas de recorrido solar en la próxima publicación de nuestra revista).
4.- Topografía del terreno y tipo de suelo.
Observar que sus desniveles, no distorsionen la
idea que tenemos de lo que será nuestra casa y
su relación con el propio terreno, como así
también de nuestro presupuesto, ya que los
movimientos de tierra y tipo de cimentación
necesaria en estos casos pueden resultar caros.
Esto mismo es válido para el tipo de suelo, pues
hay casos que por su composición y
características requieren fundamentos
especiales.

5.- Buen entorno: vistas, paisaje y vegetación adecuada.

6.- Obtener datos y conocer el microclima del lugar.

7.- El radiestesista deberá examinar:

a) Si hay venas de agua.


b) Fallas geológicas.
c) Si existe contaminación eléctrica, magnética, química, anímica y
ambiental. Si existen indas de forma nocivas, radioactividad, gas radón,
aire ionizado negativamente o yacimientos minerales perniciosos .
d) Ubicación de las líneas Hartmann y Curry y sus cruces.

8.- Pedir al ayuntamiento la calificación del terreno para conocer las


reglamentaciones a las que está sometido, no sea que existan limitaciones que
pongan en serio peligro el desarrollo del proyecto, o que esté afectado por alguna
razón y nos prohiban edificar.

9.- Examinar la escritura y el título de propiedad en el Registro de la Propiedad,


por si estuviera embargado o en sucesión. Si está en estas circunstancias y aún en
vías de resolverse, tener en cuenta que si necesitamos un crédito hipotecario para
edificar, la entidad financiera no lo otorgará hasta que todo esté legalmente en
condiciones.

10.- El precio ha de ser justo y adecuado en relación de la casa que se construirá.


Nunca está de más comparar su precio con otras parcelas en venta dentro de la
zona.

11.- Tener en cuenta las comunicaciones para trasladarnos a ciudades o centros


cercanos sin necesidad del automóvil.
12.- Y por último, llevar a toda la familia al terreno, permaneciendo una buena
parte del día para verificar que todos se "sientan bien" en el lugar.

ELECCION DEL
ARQUITECTO Y EL
APAREJADOR

Elegir al arquitecto
adecuado cuando queremos
construir una casa ecológica,
sana y bioclimática, no es
sencillo. La mayoría de estos
profesionales aún
desconocen o no se han
interesado por este enfoque
de la arquitectura. En las
universidades españolas todavía no se enseñan estas cosas.

La mejor manera de realizar esta elección es asegurarnos que éste comparta


nuestra filosofía. La forma más directa es encontrarlo a través de alguna
asociación ecologista y de estudios geobiológicos, como es el caso de GEA. No
obstante es muy importante que haya una buena sintonía humana entre cliente y
arquitecto, y no está de más pedirle que nos enseñe alguna casa hecha por él y
nos hable de los materiales que utilizó para construirla, las razones que le
llevaron a la solución adoptada tanto funcional como bioclimática los resultados
obtenidos en la economía de combustible para la climatización de ésta.

La elección del arquitecto también puede venir a través de un aparejador que esté
vinculado a alguna de estas asociaciones. El seguramente conocerá el arquitecto
que trabaje dentro de esta filosofía y lo recomiende.

ELECCION DEL CONTRATISTA O CONTRATISTAS.

El proyecto de una casa ecológica no tiene porqué ser más complicado que uno
de una casa ordinaria. Pero sí se debe tener muy claro como se dispondrán los
aislantes térmicos diferenciados así como los sistemas bioclimáticos a adoptar
según las posibilidades existentes y los materiales adecuados. Estos serán lo más
naturales según el clima, zona y circunstancias, pudiendo ser: piedra, adobe,
tapial, ladrillos de barro cocido o bloques cerámicos para los muros exteriores y
de estructura.. Madera para puertas, ventanas, estructura de techo o cubierta y
estructura de forjados, estos últimos combinados con bovedillas cerámicas y
hormigón liviano. Por razones ecológicas no usar plásticos en las tuberías de
instalaciones de fontanería, saneamientos y electricidad. Dichas instalaciones
estarán proyectadas con buen criterio, evitando que pasen tuberías de agua y
desagües debajo de dormitorios, lugares de trabajo o de estar, impedir la
contaminación electromagnética disponiendo la instalación eléctrica en forma de
espiga y con una descarga a tierra bien hecha.

Todos los detalles constructivos, de materiales e instalaciones serán claros y


fielmente reflejados en la memoria y planos confeccionados por el arquitecto
para que los contratistas puedan determinar correctamente los presupuestos. Todo
olvido o imprevisto que no conste en la memoria y que se tenga que realizar
mientras se ejecuta la obra, deja la puerta abierta para que se cobre un excesivo
precio por parte del industrial que lo hace.

La obra se puede contratar de diferentes maneras:

a) Contratar a un constructor o empresa


constructora que se encarga de todo con un
presupuesto global cerrado, siempre y cuando
no surjan imprevistos, que se cobrarán a
parte.
b) Contratar a un constructor sólo la
albañilería incluyendo materiales y mano de obra por un lado; y la
contratación de cada uno de los gremios, tales como: electricista,
fontanero, carpintero, vidriero y pintor, por el otro.
c) Contratar sólo la mano de obra de albañilería a precio cerrado y proveer
los materiales el propietario. Contratar a cada uno de los otros industriales
independientemente.
d) Contratar a los albañiles pagándoles por horas sin establecer un precio
cerrado y proveer los materiales el propietario. Contratar a los otros
gremios independientemente.
El caso <<a>> es el que normalmente es adoptado por la mayoría de la gente que
se hace una casa. Es el sistema más caro, pero según algunas opiniones es el
menos problemático.

Los casos <<b, c y d>> son generalmente adoptados por los promotores que
están en el "negocio" de la construcción, cuando no son las mismas empresas
constructoras que hacen de promotores. En todo caso generalmente hay un
aparejador fijo que coordina y dirige los trabajos.

El caso que más se adaptaría a una construcción ecológica, aun precio mejor es el
<<b>>.Los casos <<c y d>> no son aconsejables para particulares. En todo caso
siempre se ha de pedir al menos tres presupuestos de diferentes contratistas para
poder comparar y decidir. Es conveniente que nos enseñen trabajos ya realizados
y pedir informes a los propietarios de esas obras.

Personalmente creo que dentro de un enfoque ecológico la honestidad, la


confianza y la profesionalidad deben ser los pilares de la relación entre el
propietario, el arquitecto y el aparejador. Cualquiera de estos dos últimos
deberían ser los coordinadores de los gremios en el caso <<c>> y supervisar la
contratación con cada uno de estos como servicio habitual, cobrando por
supuesto los honorarios que correspondan por este trabajo adicional y que está
especificado por los colegios profesionales.

De esta forma la casa deberá salir a menor coste y con un control técnico mucho
más eficiente. No olvidemos que al plantear una casa bioclimática y ecológica,
usaremos materiales y sistemas constructivos que el albañil no está habituado a
realizar, por lo que este control adicional es necesario.

Para terminar, espero que esta exposición sirva de orientación práctica a todas
aquellas personas con inquietudes ecológicas que estén decididas a emprender la
apasionante experiencia de hacerse su propio hogar.

Manuel J. Reboredo.

Vous aimerez peut-être aussi