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LECCIÓN CUATRO LAS PRIORIDADES DEL PASTOR
INTRODUCCIÓN
4.1 PRIORIDADES BÍBLICAS
4.2 ORDEN DE PRIORIDADES
DIOS
FAMILIA
MINISTERIO
RESPONSABILIDADES LABORALES
OTRAS PERSONAS O ACTIVIDADES
CONCLUSIÓN
4.3 PREGUNTAS PARA LA LECCIÓN CUATRO
LECCIÓN CINCO LA FUNCIÓN DEL PASTOR
INTRODUCCIÓN
5.1 PRÁCTICA DEL MINISTERIO PASTORAL
5.2 FUNCIONES MÚLTIPLES DEL PASTOR
EL PASTOR COMO PREDICADOR
EL PASTOR COMO MAESTRO
EL PASTOR COMO MINISTRO
EL PASTOR COMO CONSEJERO
CONCLUSIÓN
5.3 PREGUNTAS PARA LA LECCIÓN CINCO
LECCIÓN SEIS LA VISIÓN DEL PASTOR
INTRODUCCIÓN
6.1 VISIÓN INTEGRAL
MINISTERIO LOCAL
MINISTERIO MISIONERO
6.2 CAMBIO DE PARADIGMA MINISTERIAL
PASTOR DISEÑADOR
CONCLUSIÓN
6.3 PREGUNTAS PARA LA LECCIÓN SEIS
LECCIÓN SIETE EL PASTOR COMO LÍDER
INTRODUCCIÓN
7.1 PRINCIPIOS DEL LIDERAZGO BÍBLICO
3
PRINCIPIOS DE LIDERAZGO QUE USÓ
NEHEMÍAS
EVALUACIÓN PERSONAL DE LOS PRINCIPIOS
QUE USÓ NEHEMÍAS.
PRÁCTICAS DEL LIDERAZGO BÍBLICO
EL PASTOR COMO LÍDER DE SU FAMILIA
El PASTOR COMO LÍDER DE LA COMUNIDAD.
7.2 PRECAUCIONES PARA EL LIDERAZGO DEL
PASTOR
CONCLUSIÓN
7.3 PREGUNTAS PARA LA LECCIÓN SIETE
LECCIÓN OCHO EL PASTOR Y EL LEGADO
INTRODUCCIÓN
8.1 EL PASTOR Y EL LEGADO
8.2 LA MULTIPLICACIÓN DE LOS LÍDERES
PASTOR FORMADOR DE SEGUIDORES
PASTOR FORMADOR DE LÍDERES
EL LEGADO FAMILIAR
EL LEGADO MINISTERIAL
CONCLUSIÓN
8.3 PREGUNTAS PARA LA LECCIÓN OCHO
BIBLIOGRAFÍA
MANUAL DEL PROFESOR
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
BIOGRAFÍA
APÉNDICE
4
PRÓLOGO
Este libro es escrito no al principio de su ministerio pastoral, sino después de haber
recorrido 33 años como Pastor. Ha sido sostenido por el Señor en medio de las dificultades,
limitaciones y adversidades, gracias a la convicción de su llamado. No ha desperdiciado
ninguna de las oportunidades para servir mejor al Señor y a su pueblo. Ha estado dispuesto
al sacrificio y sufrimiento para ser moldeado por el Señor en su carácter. Ha aprendido a
ejercer prioridades en tiempos difíciles. Cada momento de su vida sigue creciendo en el
ejercicio de sus funciones. Desarrolla cada día una visión clara del propósito de Dios,
fortaleciendo así su liderazgo y preparándose para dejar un buen legado a su familia, a su
iglesia, a la obra bautista y evangélica en general ¡Ese es el Pastor William Ospina! Se nos
presenta con un libro cargado de su buena experiencia pastoral y de buenos consejos, en
especial, para los pastores que están comenzando su ministerio. Con su sencillez que le
caracteriza, su pasión por enseñar, y su inmenso deseo de hacer un aporte más a la
preparación de una nueva generación de pastores misioneros para el engrandecimiento del
reino de Dios. Su lectura y estudio le hará comprender mejor las implicaciones del
ministerio pastoral y le proveerá herramientas que le ayuden a cumplir su ministerio con
gozo, fe y perseverancia.
5
PREFACIO
Una de las cosas que me estimuló a escribir sobre el ministerio pastoral fue observar la
cantidad de pastores jóvenes que Dios ha llamado en estos tiempos. Me sentí responsable
de compartir algunos principios bíblicos y de liderazgo que me han sido de beneficio en
treinta tres años de ministerio. ¡Cuánto Me hubiera gustado contar con un manual de este
tipo en el inicio del pastorado! Me sentí comprometido de contribuir en algo, en esta y otras
generaciones, respecto a una tarea tan noble, como es el cuidado de la grey del Señor.
El escribir estas líneas me llevó a reconocer que Dios ha sido misericordioso conmigo
dándome parte en su ministerio. Doy gracias a los profesores del seminario; a mentores
como Boanerges de Armas, German Núñez y Ramón Ochoa. También agradezco a mi
amada esposa Yenacia Rodríguez y a mis hijos Laura, Priscila y Josué que han sido de
apoyo y de equipo en todos estos años de servicio al Señor. Por supuesto también
reconozco la ayuda de los jóvenes pastores William Dick y Carlos Pérez que me
colaboraron con la transcripción; y a los hermanos de la I.B.M La Gran Comisión y a los
grupos de MINTS del Sur Oriente del país, que han sido de gran estímulo a través de sus
oraciones y sus palabras de aliento; a Dios sea la gloria.
6
GUÍA DE ESTUDIO
Bienvenidos al curso “La Clave del Éxito en el Ministerio Pastoral”. Durante este estudio
se analizarán varios aspectos importantes de la tarea pastoral: El llamado, la preparación, la
función, las prioridades, la visión, la multiplicación, el liderazgo y el legado.
EVALUACIÓN DE LA MATERIA
7
LECCIÓN UNO
EL MINISTERIO PASTORAL
INTRODUCCIÓN
En Venezuela, para ser un buen médico se necesita tener una gran vocación y una buena
preparación. La formación incluye muchos años de estudios, práctica y actualización.
Normalmente son tres años de educación inicial, once años entre educación primaria y
secundaria. A esto se le suma ocho años de pregrado en la educación superior y como
cuatro años en una especialización o postgrado. Esto quiere decir que para trabajar
eficazmente en pro de la salud física de un paciente es necesario por lo menos veinte seis
años de preparación ¿Cuánto tiempo necesitará un pastor para ocuparse de la salud
espiritual y la salvación de un alma?
Creo que pocos se dejarían operar por un estudiante de medicina o por un médico recién
graduado. Una mala praxis llevaría a un paciente a la muerte, y un mal pastor puede llevar
un alma al infierno 1. Si en las ocasiones cotidianas y profesionales no se debe improvisar,
mucho menos en el área espiritual. La vocación y el llamado a la tarea pastoral no
provienen del hombre ni de ninguna institución, sino directamente de Dios. En la biblia se
encuentran los principios sobre cómo se debe participar en el ministerio pastoral. Esta
enseña que los pastores son llamados por Dios y que estos deben preparase con eficacia
(2Tim. 2:15; 3:16-17).
1
Gedeón King, Misionero Coreano, Conferencia. 15/09/2015.
2
William Ospina, Manual Práctico de Homilética, P. 36.
8
1.2 BASES BÍBLICAS SOBRE EL LLAMAMIENTO
Las Sagradas Escrituras enseñan que no hay nadie que busque a Dios (Rom. 3:11B). Es
Dios que escoge al hombre y lo llama para salvarlo y darle parte en el ministerio. De esta
manera lo expresó el apóstol Pablo:
Pero no solo Pablo se refirió en sus escritos sobre este tema, sino que lo hicieron Pedro,
Lucas, Juan, Jonás, Jeremías, Isaías y muchos más.
El evangelio de San Juan registra las palabras y las enseñanzas de Jesús al respecto: “No
me elegisteis vosotros a mí sino que yo os he elegido a vosotros, y os he puesto para que
vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca” (Jn. 15:16). Lucas refiriéndose a
Bernabé y al apóstol Pablo escribió:
Isaías entendió que Dios lo llamó al ministerio profético. “Jehová me llamó desde el
vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria” (Is. 49:1). De igual
manera Jeremías reconoció que antes que el naciese Dios lo había llamado como profeta a
las naciones (Jer. 1:5). Esto quiere decir que se cuenta con suficiente base bíblica y
consistencia teológica para creer y afirmar que tanto el llamado a la salvación y el
ministerio es netamente asunto de Dios y no del hombre. Es un privilegio y una
responsabilidad que tenemos los que hemos sido llamados por gracia al ministerio pastoral
o a cualquier otro ministerio. Este es suficiente motivo para servir en obediencia, humildad
y gratitud. Pues lo dijo Juan el Bautista: “No puede el hombre recibir nada si no le fuere
dado del cielo” (Jn. 3:27).
Los autores del material de discipulado mi experiencia con Dios mencionan que “Dios está
obrando en el mundo y que Él está trabajando por medio de personas, por eso los llama
para que participen en su obra 3.” Cuando Dios juzgó al mundo con el diluvio llamó a Noé,
3
Enrique Black y Claudio King, Mi Experiencia Con Dios, P. 81.
9
cuando iba a formar la nación hebrea llamó a Abraham, y cuando Él escuchó el clamor del
pueblo, llamó a Moisés para sacarlo de Egipto4.
La biblia también registra muchos casos más, donde es evidente que Dios es el que llama a
sus ministros. Así lo hizo con los patriarcas, los jueces, los reyes, los profetas, y los
apóstoles. Fue Dios el que llamó a Samuel (1Sam. 3), el que llamó al rey David (2Sam. 2:1-
4). En estos tiempos Dios sigue obrando, escogiendo y llamando obreros para el ministerio.
Por eso es de vital importancia que los que asuman un ministerio, tengan la certeza que son
llamados por el Señor. Una de las cosas primordiales para tener éxito en el pastorado, es
tener la convicción de ser llamados por Dios al ministerio.
El éxito de muchos personajes que fueron llamados para servir, según el relato bíblico, tuvo
algo en común: Todos tuvieron la convicción del propósito por el cual Dios les llamó. Esto
les permitió estar enfocados y obtener buenos resultados. Entre muchos podríamos
mencionar a Moisés, Josué, David, Esdras, Juan el Bautista, Pablo y muchos más.
El Señor Jesucristo cuando resistió las tentaciones del enemigo (Mat. 4:1-10), puso de
manifiesto la seguridad de su identidad y llamado como Hijo de Dios y Mesías. El apóstol
Pablo también nos dejó un excelente ejemplo de lo que significa un ministerio exitoso. Él
supo quién lo llamó y para que lo llamó. La claridad de su llamado, la pasión y la fidelidad
le permitieron llevar mucho fruto y cumplir su misión. Claramente daba evidencia de que
fue
Que Dios nos ayude a imitar el ejemplo de los personajes que fueron llamados y que
respondieron en obediencia y que por consiguiente, tuvieron mucho éxito. Que entendamos
que “el mayor título en esta tierra es el de ser un hijo de Dios y el mayor privilegio es
adorar y servir al Señor.”
4
Ibíd.
5
Howard Hendricks, Enseñando Para Cambiar Vidas, P. 17.
10
El llamamiento que Dios hace a sus ministros es doble. Primero es para salvación y luego
para el servicio. Es por eso que la biblia dice que el cristiano es colaborador de Dios (1Cor.
3:9). Por una parte, se nos enseña que todos los nacidos de nuevo somos salvados para
servir, por otra, que cada creyente es llamado a un ministerio específico 6. “El Señor
constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y
maestros” (Ef. 4:12; 1Cor. 12:28).
Para ejercer con éxito el ministerio pastoral es necesario, como Jesús le dijo a Nicodemo:
“Nacer de nuevo” (Jn. 3:6). Debe ser convertido, pues si no tiene el Espíritu, no está
capacitado para adorar y servir al Señor. “Pues el sacrificio del impío es abominación a
Jehová” (Prov. 15:8). Dios es Espíritu, y los que adoran en espíritu y en verdad es
necesario que le adoren” (Jn. 4:24). Se conocen testimonios donde hubo personas frente a
ministerios pastorales sin ser convertidos, es decir sin haber nacido de nuevo. Supe de dos
casos en Venezuela en el Estado Bolívar. El uno ocurrió en una población del municipio
Sucre. Alguien que estaba al frente de una congregación fue sorprendido ingiriendo licor y
haciendo cosas impropias de un llamado al ministerio. Cuando se le interrogó al respecto, él
mismo reconoció que no era un convertido. Otro caso ocurrió cuando un “pastor” se estaba
capacitando en un instituto bíblico, y en una clase de Homilética el instructor, como
ejemplo, predicó un mensaje evangelístico y el estudiante reconoció que no había nacido
de nuevo y entonces confesó a Jesús como su Salvador. Él se había criado en una familia y
una congregación cristiana pero no se había convertido al Señor. Por eso es tan importante
que cuando se instale un pastor en una iglesia, éste debe públicamente dar testimonio tanto
de su conversión como de su llamado al ministerio. La mayoría de los institutos bíblicos
hoy en día, exigen el testimonio de conversión y del llamamiento al ministerio como parte
del protocolo para graduarse, por ejemplo, el Seminario Internacional de Miami (MINTS).
El profeta Juan el Bautista refiriéndose al ministerio de Jesús dijo: “No puede el hombre
recibir nada sino fuere dado de arriba” (Jn. 3:27). Así es, por supuesto, como lo dijo el
Señor Jesucristo “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere” (Jn.
6:44). En la elección de los apóstoles dejó muy claro cómo es que funciona el llamamiento
al ministerio, “Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él, y
estableció doce, para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar” (Mr. 3:13-14).
Hay dos cosas que deben evitarse a la hora de considerar el llamado al ministerio pastoral.
Lo uno es despreciar o desobedecer el llamado de Dios para servirle, como lo hizo Jonás.
Lo otro es incursionar en ese ministerio sin ser llamado. Dios es Soberano y llama a quien
él quiere. Esto no depende de las virtudes o limitaciones que puedan tener, sino de la gracia
de Dios. El Señor no aceptó la negativa de Moisés, Jeremías, y de Jonás; y tampoco lo hará
hoy con nosotros. Nunca se debe olvidar que “Irrevocables son los dones y el llamamiento
de Dios” (Rom. 11:29).
6
Eleazar Bermúdez, Entendiendo El Llamado de Dios, P. 2.
11
CONCLUSIÓN
La biblia enseña claramente que los “los dones y el llamamiento son irrevocables.” El
llamado que Dios hace a sus siervos no debe verse como una carga, como lo percibió el
profeta Jonás. Por el contrario es un privilegio; así lo tomó el apóstol Pablo. Dios en su
soberanía llama al ministerio según su gracia a quien él quiere. Algunos de los que Dios
llamó fueron intelectuales como Pablo, pero también llamó a pescadores y campesinos.
También llamó a pobres y a ricos. Esto quiere decir que Dios llama a el que él quiere. Lo
más importante no es las características del llamado, sino la soberanía y el poder del que
llama. Si Dios es nuestro creador y salvador, tiene todo el derecho para llamarnos a
participar en el ministerio, pues “Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan
para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos” (2Cor. 5:15).
Muchas personas cuando entienden que Dios los llamó al ministerio entran en crisis.
Algunos se sienten confrontados a dejar el estilo de vida al cual estaban acostumbrados.
Algunos piensan como lo hizo Moisés antes de responder al llamado: que no son aptos para
esa tarea. Pero también han existido y existen los que aceptan en obediencia y en humildad
el llamado al ministerio pastoral o cualquier otro ministerio que el Señor demande.
Existen muchas razones para responder al llamado divino. Dios es soberano y escoge a
quien él quiere. Él conoce las virtudes y las deficiencias de sus llamados, pues él fue quien
nos hizo, y nos llama a pesar de ellas. El Señor no acepta excusas, ni negativas de sus
llamados. Él mismo da las estrategias y los recursos para que los llamados tengan éxito en
la tarea ministerial7.
7
William Ospina, Manual Práctico de Homilética, P. 51.
12
1.4 PREGUNTAS PARA LA LECCIÓN UNO
13
LECCIÓN DOS
LA PREPARACIÓN INTEGRAL DEL PASTOR
INTRODUCCIÓN
Conozco una iglesia en Venezuela que se quedó sin pastor. Esta congregación cuenta con
muchos miembros y recursos económicos. Ellos estaban solicitando un pastor y habían
establecido un perfil del ministro que ellos querían. Este debería ser extranjero, que hablara
inglés y preferiblemente debería ser europeo o norteamericano. Quizás les faltó exigir que
fuera de buena presencia, con prosperidad económica, de veinte años de edad y de
cincuenta de experiencia. Pero las Escrituras no mencionan esas cualidades.
Existe suficiente base bíblica para conocer las cualidades y requisitos necesarios para
cumplir con éxito la tarea pastoral. Porciones como: “1Timoteo 3:1-7, Tito, 1:5-9 y 1Pedro
5” nos ayudan a entender perfectamente lo que hace que un pastor sea pastor; el ser
llamado por Dios, estar espiritualmente calificado y adecuadamente preparado 8. En
algunos países es necesario que el pastor sea ordenado al ministerio para tener la
oportunidad de pastorear. En el caso de Venezuela no es muy común que los pastores sean
ordenados al ministerio. Lo más usual es que cuando alguien es instalado como pastor sea
dedicado a través de una oración. Quizás algunos puedan decir que esto es lo mismo que la
ordenación, pero no es así. Porque si un pastor cambia su ministerio para servir en otra
iglesia también lo dedican, pero la ordenación no se repite, este es un acto único.
8
Dennis J. Mock, Ministerio Pastoral, P. 86.
9
Ibíd.
14
2.1 PREPARACIÓN ESPIRITUAL DEL PASTOR
El pastor es un líder que ha sido llamado por Dios para un ministerio espiritual. Por lo
tanto, debe prepararse para poder cumplir con su tarea. Se espera de él, que modele a la
congregación respecto al significado de la vida espiritual y el carácter cristiano. La vida
espiritual empieza con la salvación, pero no termina allí. La vida espiritual tiene que ver
con el proceso de la santificación. El que tiene vida espiritual es aquel que está creciendo
continuamente en la comunión con Dios. Existe el peligro de que alguien esté tan ocupado
en el trabajo ministerial, que descuida la comunión con Dios. Por eso es necesario cultivar
la vida espiritual.
La vida espiritual debe desarrollarse día a día por medio de la oración, la meditación y la
obediencia a la Palabra de Dios. Un pastor o ministro que no tiene comunión con Dios, no
está preparado para servir eficazmente. Así que la preparación empieza cada día con tiempo
devocional consistente que trasciende todos los días.
Jesús impactó como líder en su ministerio terrenal por su autoridad moral y espiritual, pues
vivía lo que enseñaba. Fue un gran contraste con los fariseos que decían y no hacían (Mat.
23:3). “Enseñamos lo que aprendemos, pero reproducimos lo que somos.”10 Para un pastor
predicar, enseñar, discipular, aconsejar, estimular e inspirar a las ovejas, necesita estar
avivado y ministrado por Dios cada día para poder ministrar a otros. Por eso fue que el
apóstol Pedro dijo: “No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy, en el nombre de
Jesucristo de Nazaret, levántate y anda” (Hech. 3:6).
La iglesia nació en Jerusalén y se extendió desde ese lugar a Roma en treinta años. La vida
espiritual de los apóstoles también había crecido y esto permitió influenciar con el poder
del evangelio y tener éxito en el ministerio. En una ocasión, cuando los apóstoles estaban
siendo entrenados por Jesús, no pudieron sacar un demonio porque su vida de oración era
pobre, pero cuando empezaron a ejercer el ministerio que recibieron del Señor, lo
asumieron con compromiso y tenacidad. Los que prohibían a Pedro y Juan predicar se
admiraban de ver el denuedo de su predicación y las señales que hacían en el nombre de
Jesucristo. La gente sabía que ellos estuvieron con Cristo porque veían su poder
10
Lidere, Un Millón de Líderes para América Latina, Vol. 1, p.10
15
manifestado en ellos y muchos se convertían al Señor (Hech. 4:13, 38; 5:14). La
preparación espiritual para el ministerio es vital. Ningún pastor o congregación podría ser
exitosa en el ministerio, sino tiene el hábito de orar y meditar en la Palabra de Dios diaria y
consistentemente. El material de discipulado (G.A.E) enseña cómo desarrollar la vida
espiritual del creyente por medio del acróstico CRISTO:
Billy Graham leía cada día en la mañana un proverbio y un salmo según la fecha de cada
día. Hay otras maneras para cultivar la vida devocional y para crecer en la vida espiritual.
Se puede adoptar parte de la estrategia que usaba Graham, leer el salmo y el proverbio de
cada día y contabilizar los días que han pasado desde el primero de cada año para leer un
salmo según los días que han transcurrido. Esto puede hacerse en las mañanas o en las
noches. Además, se puede leer tres capítulos diarios iniciando desde génesis, de esta
manera el ministerio leerá, cada año, toda la biblia. Al despertarse puede sentarse y
empezar a orar, si tiene su esposa es mucho mejor, pues de esta manera pueden orar juntos,
por lo menos, una hora. Como testimonio sugiero que pueda hacerlo con los que lo
acompañen de la congregación en un matutino de lunes a viernes. Que realice el altar
familiar por lo menos una vez a la semana, y que planifique y participe en ayunos y vigilias
individuales y congregacionales. Como alguien dijo: “Mucha oración, mucho poder, poca
oración, poco poder11” los apóstoles entendieron lo que debe ser prioridad en la vida de los
ministros del santuario, ellos dijeron:
“No es justo que nosotros dejemos la Palabra de Dios, para servir a las
mesas… Y nosotros persistiremos en la oración y el ministerio de la
Palabra… Y crecía la Palabra del Señor y el número de los discípulos se
multiplicaba” (Hech. 6: 2A, 4 y 7A).
11
Dennis Mock, La Predicación De Mensajes Bíblicos, P. 24.
16
2.2 PREPARACIÓN TEOLÓGICA DEL PASTOR
Qué bueno que ahora en Venezuela hay federaciones o denominaciones que antes no se
preparaban teológicamente, pero que en este tercer milenio lo están haciendo. Recuerdo que
algunos nos decían que su instituto era el BOA (Biblia, oración y ayuno), por supuesto que
es necesario meternos con la Palabra, con la oración y en ayuno, pero es necesario ser
enseñado por los maestros de la Palabra. Hoy en día gracias a Dios contamos con los
pastores, evangelistas, y maestros que Dios constituyó para perfeccionar a los santos en
para la obra del ministerio. Bien lo dijo el apóstol Pablo: “Lo que has oído de mi ante
muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a
otros” (2Tim. 2:2). El escriba y sacerdote Esdras del Antiguo Testamento nos arroja luz
sobre lo que debemos hacer con la Palabra de Dios: “Porque Esdras había preparado su
corazón para inquirir (Estudiar) la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en
Israel sus estatutos y decretos” (Esdr. 7: 10). Fue Samuel el que tuvo la primera escuela de
profetas, que es lo equivalente a lo que conocemos como un instituto bíblico o un seminario
teológico.
Recuerdo que en 1984 el Señor me salvó y también me llamó al ministerio. A los siete
meses de convertido fui encargado para fundar una congregación. Me capacite en varios
adiestramientos intensivos en la federación bautista sobre la vida devocional, la
evangelización, el discipulado y la homilética. Con esta preparación escasa empecé como
misionero, pero al poco tiempo me di cuenta que necesitaba prepararme mejor. Muchas
veces no hallaba qué predicar, se me había acabado el tema, a pesar de que la biblia tiene
sesenta y seis libros. Dios me dio la oportunidad de estudiar en el Seminario Teológico
Bautista de Venezuela por cuatro años a nivel de Licenciatura. Luego me permitió seguir
los estudios teológicos a nivel de Maestría y Doctorado en el Seminario Internacional de
Miami (MINTS). Gracias al Señor por esta institución, que prepara de manera andragógica,
pues estuve quince años esperando una oportunidad como esta para proseguir la
preparación a nivel de post-grado. Fue a los 60 años cuando pude alcanzar el Doctorado en
teología, así que los pastores jóvenes tienen hoy muchas oportunidades para prepararse
teológicamente.
Dios me llamó a capacitar a los llamados desde 1987, lo he estado haciendo con la ayuda
del Señor. Entendí que no podemos llevar a nadie a un nivel teológico o ministerial donde
nosotros no hemos llegado. El deseo de conocer más a Dios y la necesidad de discipular y
de capacitar al máximo nivel a los llamados, me ha obligado (en el buen sentido) a
seguirme preparando con las nuevas materias de MINTS.
CONCLUSIÓN
Para que el pastor pueda predicar y enseñar la Palabra de Dios eficazmente, debe
convertirse en un estudiante comprometido con el estudio de la biblia. Si el pastor ha tenido
una formación teológica previa, no debe conformarse, sino que debe actualizarse y seguir
preparándose continuamente. Es necesario invertir tiempo en oración y en la meditación de
la Palabra para estar avivado y capacitado para transmitir con frescura el consejo de Dios.
No se debe tener en poco la preparación bíblica o teológica. Los institutos no deben enseñar
costumbres, o prácticas de su federación, pues esto causa división. El teólogo o maestro
debe enseñar la biblia y no las tradiciones como si fueran doctrinas. El pastor que tiene
éxito en el cumplimiento de su tarea ministerial, valora la preparación espiritual y la
teológica. Hay que tener en cuenta que el “Espíritu Santo no es un sustituto del estudio
bíblico, el Espíritu Santo es el que hace que nuestro estudio sea efectivo12.”
12
Dennis Mock, Métodos de Estudio Bíblico y Reglas De Interpretación, P. 23.
18
2.3 PREGUNTAS PARA LA LECCIÓN DOS
19
LECCIÓN TRES
INTRODUCCIÓN
El carácter del cristiano no se forma en un solo día. Nadie nace físicamente con un carácter
Cristocéntrico, sino que debe nacer de nuevo primero, y por medio del discipulado el
estudio y la obediencia a la palabra de Dios va creciendo y pareciéndose más al Señor
Jesucristo. Ese proceso de santificación que se va desarrollando por fe, nos permite
parecernos cada día más a nuestro salvador en carácter, conducta y conversación.
Una de las tareas del pastor es reproducir el carácter de Cristo en la grey, y para eso tiene
que ser un modelo. Lo que debe caracterizar la conducta del pastor en todas sus áreas es la
integridad. Esta se define como totalidad, plenitud y rectitud. Así que un pastor integro es el
que se conduce con rectitud en todas las áreas de su vida. Por supuesto esto no quiere decir
que es perfecto, pero si es alguien que está creciendo cada día en el modelo de Cristo. El
carácter del apóstol Pedro no fue el mismo de cuando Jesús empezó a entrenarlo como
discípulo, que el que nos mostró después en el ministerio. Así que cuando se hace
referencia al carácter del pastor, estamos haciendo alusión a la integridad que se espera de
él en su vida personal y como siervo de Dios. La integridad de un pastor produce confianza.
El carácter del cristiano no es un don, sino una victoria. “Nos convertimos en lo que nos
estamos convirtiendo. El carisma atrae, pero la integridad mantiene13.”
Hay tres pasajes bíblicos que son fundamentales para hacer referencia a las exigencias o
requisitos espirituales que deben tener los que desempeñan la tarea pastoral. En 1Tim. 3:1-7
se menciona los requisitos de los obispos; 1Ped. 5:1-4 cita los requisitos para apacentar la
grey, y por supuesto que no puede faltar la referencia de la epístola de Pablo a Tito:
13
Lidere, Un Millón de Líderes para América Latina, Vol. 1, P. 12.
20
En este pasaje se resalta la palabra irreprensible, como una característica indispensable para
un ministro del Señor. Irreprensible es el que no merece reprensión, es decir que es
irreprochable. Esto no quiere decir que nunca falla, pero que cuando lo hace lo reconoce,
pide perdón y pasa la página.
El pastor Adrián Rogers preparó un manual de estudio, y en el habla sobre lo que debemos
saber en cuanto a la integridad personal del pastor. El menciona las dimensiones y las
dinámicas de la integridad del pastor. La integridad emocional: un corazón resuelto. La
integridad intelectual: una mente firme. La integridad volutiva: una voluntad firme. Pablo
menciona cinco características que no deben encontrarse en un hombre de Dios: no debe
ser soberbio, ni tener un temperamento descontrolado y no debe tener apetitos
descontrolados, no debe ser violento ni codicioso (Tit. 1:7). Así mismo existen
características positivas que deben acompañar al pastor: debe ser hospedador, amante de lo
bueno, debe tener autocontrol, actuar en justicia, santidad y disciplina (Tit. 1:8)14.
Existen cuatro elementos que tienen que ver con el carácter del cristiano. Cuando
conocemos acerca de ellos por medio de la preparación espiritual y teológica tenemos las
herramientas para crecer en esta área. La identidad en Cristo, la seguridad emocional, la
ética y los valores espirituales y la disciplina. Estos forman parten del carácter y debemos
conocerlos, creerlos y aplicarlos, de tal manera que podamos ser cada día más íntegros e
irreprensibles para cumplir con éxito la tarea pastoral o ministerial a la cual Dios nos ha
llamado a participar.
LA IDENTIDAD EN CRISTO
Unas de las carencias de muchos miembros de la iglesia en estos días, son la falta de
identidad, de compromiso y de actuar conforme a los principios bíblicos. Por supuesto que
esto es motivo de oración y de accionar a través del discipulado. Este debe apuntar no solo
14
Adrián Rogers, Lo Que Todo Pastor Debe Saber, Pp. 12-14.
15
Dennis Mock, Ministerio Pastoral, P. 89.
21
a dar información o capacitación, sino que debe ser integral para que produzca una
transformación en el carácter, la conducta y conversación del creyente de tal manera que
refleje a Cristo.
Una de las cosas que se observan a través del ministerio terrenal de Jesús fue su identidad.
En esta área se centró el ataque del satanás. En tres ocasiones puso en tela de juicio la
identidad de Cristo como Hijo de Dios y como el único digno de ser adorado y servido,
El Señor Jesús estaba claro de que Él es el Hijo de Dios, también acerca de su ministerio
como Mesías y cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Así mismo, podemos
conocer en los apóstoles y muchos creyentes de ayer y de hoy la claridad de su identidad en
Cristo y la convicción de su llamado.
La biblia enseña que “Todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús” (Gal. 3:26). Que
la salvación es por gracia y que lo más vil de este mundo Dios escogió para avergonzar a
los sabio y entendidos (Gal. 2:8; 1Cor. 1:26). Así que una sanidad y seguridad emocional y
espiritual en los llamados al ministerio no les permite ser prepotentes en el pastorado, pero
tampoco acomplejados para creer que Dios no pueda usarlos. Es cierto que nadie merece la
salvación ni el ser llamado al ministerio. Solo por la gracia de Dios somos participantes y
colaboradores de Dios (1Tim. 1:12-16; 1Cor. 3:9). Esto debe ayudar a todo pastor y
ministro a servir a Dios con gratitud. Pero también con humildad y obediencia, según el
ejemplo del Señor Jesucristo (Fil. 2:5-8).
El conocer la identidad en Cristo como hijo de Dios y como llamado al ministerio permite
estar bien enfocado para cumplir con eficacia la tarea y nos capacita para tener una sana
autoestima. La biblia dice que no debemos tener mayor concepto de nosotros (Rom.12:3)
Por eso es necesario vernos como Dios nos ve. Como alguien dijo: “No somos los mejores,
pero somos los que Dios ha llamado.” No podemos subestimar el llamado que Dios hace.
“El mayor título en la tierra es el de ser hijo de Dios, y el mayor privilegio es de servirle a
Él.” Somos llamados como iglesia a amar, obedecer y honrar a nuestros pastores y a seguir
su ejemplo porque ellos son los que velan por nuestras almas (Heb. 13:7,15).
La identidad en Cristo es parte del carácter y es igual tanto para alguien que es llamado al
ministerio pastoral, como para cualquier otro servidor del Señor. En agosto del 2007 tuve la
oportunidad de asistir a una conferencia en Puerto la Cruz con el pastor Neil T. Anderson,
el habló en esa oportunidad sobre la libertad en Cristo y entregó una guía que hacía
22
referencia a la “Identidad en Cristo.” La dinámica es que cada creyente pueda encontrar
por medio de la Palabra de Dios su identidad y sentir valor en Cristo. Renovar la mente con
esta verdad. Su aceptación, seguridad e importancia es en Cristo es saturar su mente con las
siguientes verdades16:
16
Neil T. Anderson, Pasos Para La Libertad En Cristo, P. 20.
23
2Corintios 6:1 soy colaborador de Dios
Efesios 2:6 estoy sentado con Cristo en los lugares celestiales
Efesios 2:10 soy hechura de Dios
Efesios 3:12 puedo acercarme a Dios con toda confianza y libertad
Filipenses 4:13 todo lo puedo Cristo a Dios que me fortalece
Como dijo el Señor Jesús: “conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Jn. 8:32). La
identidad en Cristo es cuando conocemos, creemos y aplicamos la Palabra de Dios a
nuestras vidas, cuando le creemos a Dios y nos vemos a nosotros mismos como Dios no ve.
Como dicen los hermanos de Lidere en cuanto al tema de la identidad, “Una directriz moral
fuerte viene solamente a través de una persona que ha establecido su identidad como una
nueva criatura en Cristo. No tiene nada que demostrar o algo que esconder. Esta cultiva
confianza entre los demás17.
SEGURIDAD EMOCIONAL
John Maxwell, un escritor y pastor cristiano con mucha trayectoria en el tema de liderazgo,
dice que el “Líder es conocido por las decisiones que toma.” Eso es cierto, y todos estamos
llamados a tomar decisiones y estas influyen en otras personas. El pastor cuando toma
decisiones y acciones en su ministerio, muestra su carácter. Por ello, es importante para él y
para la grey estar sano emocionalmente y gozar de seguridad emocional para que pueda
percibir objetivamente las situaciones y conflictos cotidianos que se presentan dentro del
pueblo de Dios, de tal manera que pueda apacentar con sabiduría al rebaño.
Cuando un pastor como líder espiritual tiene inseguridad emocional, no percibe con
claridad la realidad de muchos acontecimientos y esto va en detrimento de su ministerio y
de la congregación que preside. Por tal razón, es muy importante crecer en la sanidad y
seguridad emocional, de tal manera que sea parte de la solución y no del problema.
Entonces es necesario saber lo que significa actuar con inseguridad emocional para poder
hacer ajustes, sabiendo que el “Conocer la verdad nos hace libres” (Jn 8:32). Por supuesto,
cuando se detecta la enfermedad y se toman los correctivos, entonces aprendemos a crecer
y actuar en esta área tan importante del carácter cristiano.
17
Lidere, Un Millón de Lideres Para América Latina, Manu. 2, Vol. 2, P. 35.
24
Determine el evento iniciador que fomenta la atadura o mentira.
Descubra la mentira que usted ha creído sobre la situación.
Decida qué respuesta es la verdadera, apropiada y realista18.
Nunca debemos depositar nuestra salud emocional en las manos de alguien más, la verdad
es un requerimiento para la salud espiritual y emocional. Los lastimados e intimidados,
lastiman e intimidan a otros. La identidad y la verdad nos ayudarán a tener seguridad, pues
nuestro valor personal está atado a lo que somos y no a lo que hacemos 19. En el apéndice se
podrá observar algunos consejos para creer en la seguridad emocional.
La ética y los valores espirituales revelados en la Palabra de Dios son los que deben guiar
nuestra conducta y las actitudes de un pastor y de todo ministro del Señor. No es la cultura,
las emociones o la razón las que deben guiar el estilo de vida de un siervo de Dios, sino los
principios contenidos en las Escrituras. Como lo dijo el apóstol Pablo a Timoteo, el joven
pastor de la iglesia de Éfeso: “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino se ejemplo de los
creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1Tim. 4:12). Si se espera que
un pastor joven se conduzca como un modelo, cuánto más los pastores que no son tan
jóvenes. La exhortación de los apóstoles para los llamados apacentar la grey del Señor,
siempre ha sido pertinente
18
Lidere, Un Millón Lideres Para América Latina, Manual. 2, Vol. 1, P. 11.
19
Ibíd.
25
“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad,
estimando a los demás como superiores a el mismo; no mirando cada uno
por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de otros” (Fil. 2:3-4).
Pedro también nos dejó una exhortación muy útil para los pastores, respecto a la ética y el
trato que debe tenerse con el rebaño:
El 6 de diciembre del año 2016 en Ciudad Bolívar se presentó una situación que alertó el
orden público y hubo saqueos en supermercados y centros comerciales, y lamentablemente
entre los detenidos por la policía y que fueron registrados por las cámaras de seguridad y de
televisión, se encontraron algunos “pastores” que habían participado en esas acciones.
También la teología de la “prosperidad” ha dejado mal testimonio en Venezuela, donde el
énfasis está en el dinero y no en la salvación de las almas y en la madurez del cristiano. Por
eso es importante que los llamados al ministerio pastoral recordemos que los valores y la
ética cristiana son parte del carácter cristiano. El ministerio es del Señor y los llamados solo
somos participantes y mayordomos. El trabajo es establecer el Reino de Dios y no el del
pastor. “Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores…
que cada uno sea hallado fiel” (1Cor. 4:1-2).
26
El pastor debe tener sus disciplinas espirituales respecto a la devoción y la preparación.
Necesita la disciplina para planificar, evaluar y cumplir el propósito de Dios para su vida y
para la iglesia. Cuando hay disciplina, lo que se empieza se termina. Es necesaria la
disciplina para la vida personal: para acostarse, levantarse, preparar los mensajes, cumplir a
tiempo los compromisos y para seguir preparándose. Para dirigir a otros, primero debemos
dirigirnos a nosotros mismos. Como dice Pablo en 1Timoteo 3:5 “pues el que no sabe
gobernar su propia casa, ¿Cómo cuidará de la iglesia de Dios?”
CONCLUSIÓN
Como dijo Howard Hendricks, “Una vida sin reflexión no vale la pena vivirla20.” También
el rey David lo dijo de otra manera “Examíname, oh Dios y conoce mi corazón, pruébame
y conoce mis pensamientos, y ve si hay en mi camino de perversidad, y guíame por el
camino eterno” (Sal. 139: 23-24). Es necesario evaluar constantemente los resultados en la
obra del Señor. Autoevaluarnos y preguntarle a Dios Cómo está nuestro carácter, nuestra
identidad, la seguridad emocional, la ética y la disciplina, si nos estamos conduciendo con
integridad y de una manera irreprensible, o si hay fisuras en nuestro carácter. “Nos
convertimos en lo que nos estamos convirtiendo 21.”
20
Howard Hendricks, Enseñando Para Cambiar Vidas, P.35.
21
Lidere, Un Millón de Lideres Para América Latina, Manual. 1, Vol. 1, P. 14.
22
Ibíd, Manual. 2, Vol. 2, P. 40.
27
3.3 PREGUNTAS PARA LA LECCIÓN TRES
1. ¿Cuáles son los tres pasajes bíblicos que hablan de los requisitos para los ministros
del santuario?
2. ¿Qué se entiende por un pastor o anciano irreprensible?
3. ¿Cuáles son las tres áreas donde el pastor debe ser integro según Adrián Rogers?
4. ¿Qué debe hacerse en el caso de que un pastor o ministro deje de cumplir los
requisitos bíblicos para el cual ha sido llamado?
5. ¿Por qué es importante el carácter o integridad del pastor?
6. ¿Cuáles son los cuatro elementos que forman el carácter?
7. ¿Qué pasa cuando un pastor o ministro no tiene seguridad emocional?
8. ¿Cuáles son algunas de las características que evidencian la falta de seguridad
emocional?
9. ¿Qué puede pasar en el ministerio de un pastor que está fallando en ser disciplinado
y en actuar con ética y valores bíblicos?
10. ¿Qué le llamó la atención respecto a la integridad o el carácter?
28
LECCIÓN CUATRO
LAS PRIORIDADES DEL PASTOR
INTRODUCCIÓN
Todo tiene su tiempo dice Eclesiastés. Jesús enseñó a sus discípulos que debemos “Dar a
Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es de Cesar.” Que debemos honrar a Dios con las
finanzas, pero también tenemos responsabilidad para con nuestros padres. Hay que hacer lo
uno sin dejar de hacer lo otro. Debemos tener equilibrio en lo que hacemos. Esto nos
permite entender claramente que en el ministerio y en la vida en general, las prioridades son
sumamente importantes para tener éxito.
Los apóstoles se dieron cuenta que no podían servir a las mesas y al mismo tiempo
dedicarse al ministerio de la palabra y la oración. Cuando ellos establecieron claramente sus
prioridades, resolvieron un conflicto y esto produjo como resultado un crecimiento
indetenible: “Crecía la palabra del Señor y el número de los discípulos se multiplicaba
grandemente en Jerusalén” (Hech. 6:2-5, 7). Cuando se trabaja en la obra de Dios según
las prioridades que están establecidas en la Palabra de Dios se logran dos cosas: se evita el
desgaste ministerial y se obtiene mayor resultado en el ministerio.
La biblia dice: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente, este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante:
amarás al prójimo como a ti mismo” (Mat.22:37-39). Es la Palabra de Dios la que
establece las prioridades. Es la comunión con Dios la prioridad número uno de todo
cristiano y por supuesto del pastor. Jesús lo enfatizó
“Grandes multitudes iban con Él, y volviéndose les dijo: si alguno viene a
mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos y
hermanas, y aun también propia vida, no puede ser mi discípulo” (Luc.
14:25-26).
29
El autor Dennis Mock trata el tema de las prioridades del pastor de una manera muy
didáctica. El expone que primero es Dios, luego la familia, seguido del ministerio, las
responsabilidades laborales, y por último otras actividades23.
DIOS
La prioridad del pastor debe ser la comunión con Dios. La relación tiene que ver con el
parentesco espiritual como hijo de Dios, pero su comunión con el Señor es lo que le
permite desarrollarse como un hombre de fe. Por lo tanto, es imprescindible que el ministro
crezca cada día en su vida de comunión con Dios, a través de la meditación de la Palabra, la
obediencia, la oración y la alabanza. Como se lo dijo a Josué:
El pastor que trabaja mucho en la obra de Dios, pero que ora poco y escudriña poco las
Escrituras, tiene poco resultado y no es buen modelo para la grey. Es un error dedicarle
tiempo a la obra del Señor y poco al Señor de la obra. El hombre llamado por Dios necesita
consultar a Dios y llevar las peticiones a Dios para tener paz, respuesta y fortaleza en las
dificultades del ministerio. Cuando Josué no consultó a Dios fue engañado por los
gabaonitas (Jos. 9:14). La Palabra de Dios nos exhorta a orar por sabiduría (Sant. 1:5). Y
los pastores y líderes necesitamos la sabiduría de Dios para pastorear. Los discípulos de
Jesús no pudieron echar fuera un demonio porque su vida de oración era pobre. Por
supuesto, que el poder no está en la oración, sino en Dios a quien oramos, pero la oración y
la obediencia a Dios desatan su poder en nuestra vida y ministerio.
El ministerio pastoral en la fuerza humana es mucho más difícil. Para poder avanzar y tener
éxito es necesario aprender a descansar en el Señor, tener paz en medio de cualquier
circunstancia, tener una buena actitud y fe para estimular y dar esperanza al pueblo de Dios
aún en medio de la crisis. Para eso hay que invertir tiempo en la intercesión, en renovar
nuestra mente y en llenarnos de pensamientos elevados por medio de la Palabra de Dios.
23
Dennis Mock, Ministerio Pastoral, P. 95.
30
Si el pastor tiene a Dios como su prioridad en la práctica, entonces será un ministro que
conoce a Dios y se esfuerza en el poder de su gracia, que se deleita en el Señor, se nutre con
su Palabra, piensa, siente y actúa con entusiasmo, poder e influencia espiritual.
LA FAMILIA
La segunda prioridad del pastor y del cristiano en general es la familia. Muchas personas
ignoran esto, y algunos pastores lo olvidan y eso es causa de problemas. Se mencionó antes
que debemos amar a Dios con todo nuestro ser y que en segundo lugar al prójimo. El
prójimo más cercano es la esposa y los hijos, si los tiene. Es en el hogar donde debemos
brillar primeramente como luz del mundo y sal de la tierra. En este seno es donde empieza
el ministerio pastoral. “Pues el que no sabe gobernar su propia casa ¿Cómo cuidara de la
iglesia de Dios?” (1Tim. 3:5).
Por más de treinta y tres años he estado vinculado al ministerio pastoral; y una de las cosas
que aprendí y comparto es que el éxito en gran parte de un pastor es debido al apoyo de su
familia. Doy gracias a Dios porque en este caso particular he sido muy bendecido por el
Señor, ya que mis hijos y mi esposa son parte del equipo ministerial de la congregación
donde sirvo desde su fundación. He visto con preocupación ministerios pastorales donde
los hijos, y aun la esposa poco aportan a la obra, ese no es el plan de Dios.
Se cuenta de un pastor que partió con el Señor y cuando estaban en el funeral muchos
hablaban de como ese ministro ayudaba a los miembros de la congregación. Uno de los
hijos adolescentes le dijo a su mamá, es decir a la esposa del pastor que había fallecido, que
se asomara a la urna a ver si era que le habían cambiado el difunto, pues su papá ayudaba a
muchos en la congregación, pero en su casa no metía ni un clavo en la pared. Esto no debe
suceder en una familia pastoral.
Una de las cosas que aprendí en la clase de ministerio pastoral en el Seminario Teológico
Bautista de Venezuela, es que el lunes es un buen día para que el pastor se quede en casa o
que salga con su familia y que haga un alto en el ministerio con la congregación. Que
dedique ese día para hacer algo pendiente en casa, ir de compras, de paseo o cualquier otro
asunto.
Un pastor se dio cuenta que había descuidado a su familia, cuando su esposa le dijo que le
consiguiera una cita con un pastor que ellos conocían, porque quería consultarle algo y que
necesitaba consejería. Esto resultó para bien, pues el esposo y pastor reaccionó y se dio
cuenta que estaba tan ocupado con la iglesia que se había olvidado que antes del ministerio
está la familia. Por eso es importante que el tiempo que se pase como familia sea de
calidad, bien aprovechado. Otra de las cosas que no se debe olvidar es que la familia
también necesita recreación y esparcimiento. Es de mucha utilidad salir de vacaciones con
la familia y el recibir ministración en los campamentos de las familias pastorales.
31
EL MINISTERIO
Cuando se trabaja en el inicio o plantación de una nueva iglesia el pastor misionero trabaja
mucho y hace de todo, porque no tiene gente preparada para hacer la obra. Por lo tanto debe
discipular bien y formar un buen equipo. La capacitación de éste debe ser continua y
completa, de tal manera que pueda delegar parte del trabajo ministerial y de esta manera
ocuparse de algunas cosas de la cuales es responsable, y que no debe delegar con facilidad,
como lo concerniente a la oración y el ministerio de la palabra.
Hay congregaciones que tienen demasiadas expectativas sobre el trabajo pastoral. Algunos
esperan del pastor que sea el chofer de la iglesia, el conserje, el albañil, el mensajero, el
prestamista y muchas otras cosas más. Es cierto que el pastor es un siervo pero no se puede
abusar ni ponerle cargas que no corresponden con el ministerio, pues se agotará y no tendrá
tiempo para atender a su familia, ni para orar y prepararse a través de la Palabra de Dios.
Es importante que el pastor haga una lista de las cosas que no debe hacer, sino que va a
delegar. Además es necesario que aclare a la congregación cuáles son sus prioridades y las
responsabilidades bíblicas del ministerio pastoral.
RESPONSABILIDADES LABORALES
El apóstol Pablo con su ministerio narrado por Lucas en el libro de los Hechos, nos da
algunas pautas al respecto, como misionero muchas veces tenía que trabajar haciendo
carpas, pero cuando la iglesia empezaba a crecer se dedicaba por completo a la predicación
y la enseñanza. Aunque la iglesia de los corintios no fue muy generosa con él; les enseñó
muchos principios bíblicos en su segunda carta. Instruyó acerca de que el “obrero es digno
de su salario y que no debe ponerse bozal al buey que trilla.” Una iglesia pequeña o que no
atiende bien económicamente a sus pastores, los obligará a tener un empleo de tiempo
parcial o completo para que pueda cumplir con su responsabilidad de proveer para él y para
su familia. Por supuesto, el pastor que no esté a tiempo completo en el ministerio, está
limitado para atender y extender la obra de Dios.
Se conoce de congregaciones que tienen abundantes recursos económicos, pero que dan a
sus pastores salario mínimo. Si un ministro no tiene lo que necesita para atender
adecuadamente a su familia, este tendrá limitaciones para realizar el trabajo y enfrentará
muchas dificultades. Puede ser que los hijos del pastor le agarren fobia al ministerio y a la
congregación.
32
Por otra parte, se ven casos donde hay hombres que son llamados al ministerio pastoral,
pero no quieren dejar su empleo, porque están luchando con una crisis de fe o porque el
empleo que tienen les remunera súper bien. Lo ideal es que el pastor se dedique
completamente al ministerio y que la iglesia asuma totalmente su sostén. En caso de que las
condiciones inicialmente no estén dadas, esta debe ser una oración y una meta que se puede
lograr. Dios se provee y como dijo el misionero Hudson Taylor “La obra de Dios hecha a
la manera de Dios nunca carecerá de recursos.”
La quinta prioridad tiene que ver con la relación con otras personas o entes fuera de la
congregación o del ministerio local. En algunos casos es la participación en cargos a nivel
de otras instituciones como la Asociación Regional o la Convención Nacional. Muchos
pastores también les gustan asumir responsabilidades con clubes, asociaciones de negocios
y otros más. Es cierto que estas instituciones desarrollan causas nobles, pero hay que tener
cuidado que estas actividades le desvíen del propósito e interfieran con la atención del
ministerio pastoral al cual Dios les ha llamado. Lo mejor es proponer a hermanos fieles e
idóneos que se ocupen de esos cargos y ofrecerles el apoyo para que hagan bien el trabajo.
El pastor que establezca bien en claro sus prioridades y que desarrolle su ministerio con
equilibrio y disciplina, seguro tendrá buenos resultados.
CONCLUSIÓN
El pastor que está claro respecto a lo que son sus prioridades, puede disfrutar de varios
beneficios, uno de ellos es que entiende con exactitud a qué ha sido llamado, y esto le
permite estar enfocado en su trabajo y al mismo tiempo ser exitoso en su ministerio.
Es preciso que los pastores y ministros del santuario conozcan y cumplan con las
prioridades para tener éxito. Pero no deben olvidar las necesidades y los retos propios que
deben plantearse y resolver, para realizarse y acabar su carrea con gozo. El pastor necesita
seguir fortaleciéndose en las tres dimensiones en las que creció Jesús: intelectual, física y
socialmente. “Y Jesús crecía en sabiduría, y estatura, y gracia para con Dios y con los
hombres” (Luc. 2:52). Un ministro que promete, también cumple e inspira, no cae en
anquilosamiento en ninguna de estas áreas. En la parte intelectual debe ser un estudioso de
la biblia, un lector integral que aprovecha para hacer cursos, seminarios y que se inscribe en
un programa de formación teológica continuo, tales como el MINTS y otros. En la parte
física, debe cuidar de su salud; caminar, hacer deporte, cuidar su alimentación, no descuidar
las finanzas, el buen uso del tiempo y no descuidar la salud sexual, el esparcimiento y el
descanso. Respecto al área social, es muy importante crecer y extender el radio de
influencia social. Hacer nuevos contactos con personas que necesitan de Cristo, estrechar
también los lazos del compañerismo con la familia y aprovechar la oportunidad para
ministrarles.
33
Es de gran valor que se aparte tiempo para reflexionar y autoevaluarse. Debe preguntarse
como dijo Howard Hendricks, ¿Cuáles son mis puntos fuertes, cuáles son mis debilidades,
en dónde debo cambiar? O ¿Cuánto tiempo invierto con otras personas, en el trabajo, solo y
en divertirme?24 Todo esto es de mucha utilidad porque muchas veces los pastores se
ocupan de mucho y de todo, pero muchos se olvidan del pastor, y hasta él mismo lo hace.
24
Howard Hendricks, Enseñando Para Cambiar Vidas, Pp. 27-37.
34
4.3 PREGUNTAS PARA LA LECCIÓN CUATRO
35
LECCIÓN CINCO
LA FUNCIÓN DEL PASTOR
INTRODUCCIÓN
Es una clase de preescolar se le preguntó a los niños sobre la profesión u oficio que
desempeñaban sus papás. Unos decían mi papá es médico, abogado, electricista, obrero y
en sí, todos desempeñaban roles diferentes. Cuando le preguntaron a la niña que estaba
sentada al final del aula ¿Qué hace su papá? Ella respondió con un poco de incertidumbre:
mi papá no trabaja, él es pastor. La niña creció, se casó, sirve al Señor y ahora entiende que
un pastor desempeña una tarea muy ardua, exigente y especial.
Hoy en día, muchos robots hacen el trabajo que realizaban algunas personas en sus
empleos, pero lo que la tecnología no ha podido desplazar es la tarea pastoral. Imagínese
una máquina dando testimonio de su conversión y del llamado, aconsejando a alguien y
diciéndole te entiendo, voy a orar por ti. Todavía Dios sigue constituyendo pastores, pues
aún muchos andan en este mundo “Como ovejas que no tienen pastor” (Mat. 9:36B).
Aunque muchos no valoren el beneficio de tener un pastor, algunos si lo reconocen y ven
los resultados de su labor en las comunidades. Muchos son llevados a Cristo para salvación,
y las familias son restauradas por el poder de Dios. Para poder entender un poco sobre la
tarea de un pastor en una comunidad y una congregación es importante ver el ejemplo del
Señor Jesucristo y la revelación que Dios aporta a través de su Palabra. Jesús enseñó que el
buen pastor ama las ovejas y da su vida por ellas. El las llama por su nombre y va delante
de ellas dándole dirección y cuidado. Estas características de los buenos pastores contrastan
con las enseñanzas del Maestro respecto a los falsos pastores, los que son impostores, que
roban a las ovejas (Jn. 10:1). El buen pastor “Llama a las ovejas por su nombre, va delante
de ellas, y las ovejas le siguen porque conocen su voz. Y el da su vida por sus ovejas” (Jn.
10:3, 4,11).
El Salmo 23 también muestra el perfil y modelo del Señor como el buen pastor, Él es que
provee el alimento espiritual, el que apacienta, guía, protege, conforta y disciplina. El autor
de Hebreos dice que es necesario obedecer a los pastores y tenerles en honra por la tarea
que realizan.
36
5.1 PRÁCTICA DEL MINISTERIO PASTORAL
Cuando se inicia o funda una congregación o iglesia local el mayor énfasis en las primeras
de cambio es la evangelización o predicación. Cuando ya hay un grupo de nuevos
convertidos no se deja de predicar, pero el trabajo se centra en mayor grado en la
consolidación de los creyentes; que incluye el discipulado y la enseñanza o capacitación. El
libro de los Hechos dice que “Todos los días en el templo, y por las casas, no cesaban de
enseñar y predicar a Jesucristo” (Hech. 5:42). Una de las cosas que caracterizaba
justamente a la iglesia primitiva era que predicaba todos los días, debido a esto la se gente
se convertía cada día al Señor. “Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de
ser salvos” (Hch. 2:47B). Por eso el pastor debe saber que si descuida la predicación frena
el crecimiento numérico.
25
Dennis Mock, Ministerio Pastoral, p. 108.
37
EL PASTOR COMO MAESTRO
Muchas congregaciones están limitadas para fundar nuevas congregaciones o para enviar
misioneros, porque no han preparado completamente a sus miembros. Se entiende que
discipular y capacitar al más alto nivel exige tiempo, trabajo y estar dispuesto a invertir
recursos económicos. El pastor debe estar preparado para hacer bien el trabajo y si no lo
está, debe aprender. El pastor que tiene éxito en su ministerio, es el que hace su trabajo con
amor y esfuerzo para ver los resultados; es por eso que no debe flojear, ni ocuparse en cosas
urgentes, las cuales no son importantes.
Una de las grandes responsabilidades del pastor es proteger a la iglesia de las herejías y de
los falsos maestros. Para eso es importante alimentar bien espiritualmente a las ovejas, no
sean que estas tengan que ir a pastar a otros lugares y se vayan definitivamente del rebaño o
que sean contaminadas con falsas enseñanzas. Hace algunos años me visitó en el templo
una familia que asistía a otra congregación. El hermano me preguntó: ¿Es usted el pastor de
La Iglesia Bautista Misionera La Gran Comisión? Le dije: si, lo soy por la gracia de Dios.
Y él me dijo: mi familia y yo nos vamos a congregar con usted, el domingo venimos. Le
conteste: ¿Dónde se congrega usted, quien es su pastor? No puedo recibir miembros así de
esta manera y no quiero tener problemas con Dios ni con ningún pastor. Pero el insistió y
me comunicó cual era el nombre del pastor, el cual yo conocía. Me comentó que él había
consultado y había dicho que él quería congregarse en un lugar donde pudiera crecer y
aprender bien de la palabra. Que el pastor le había dado su carta de membresía y que él se
venía en paz. Siendo así tuve que recibirlo y ponerlo en observación, pero resultó un
miembro fiel e idóneo y ahora ocupa el cargo junto a su esposa como diáconos. Esto puede
pasar cuando hay miembros que tienen hambre de la Palabra de Dios, quieren prepararse,
pero no ven satisfecha esta necesidad. En noviembre del 2018, la iglesia local que presido
cumplirá 21 años de constituida, cuando empecé con mi esposa a fundar esta iglesia, fue
evangelizando y discipulando fuertemente. Como es normal en una iglesia nueva, todos son
38
nuevos creyentes, no hay líderes preparados y los pastores y misioneros son los que
predican, enseñanza, limpian y hacen casi todo. Pero luego cuando se hace bien el trabajo
hay respiro, fruto y contentamiento. La iglesia tiene un ministerio de enseñanza que ha
trascendido a otros estados y ciudades por medio del C.C.B.P que es una capacitación
básica para pastores y líderes y a través del MINTS que forma teológicamente a nivel
superior. El Señor nos ha permitido formar pastores y líderes de la iglesia local y de otras
denominaciones. Se cuenta con un buen equipo ministerial para llevar a cabo la obra local.
Algunos que no conocían cual era el propósito de Dios para su vida, han entendido el
llamado y han asumido su responsabilidad como pastores, maestros, misioneros y líderes.
La palabra ministro significa servidor y en su sentido general todos los nacidos de nuevo
son servidores. Algunos cristianos no lo saben y otros que lo saben no lo practican. Pero en
esta ocasión se hace referencia al pastor como servidor de Dios y de la iglesia local. Este
servicio se manifiesta cuando este se ocupa de las necesidades físicas, mentales,
emocionales y espirituales de la grey. Cuando se relaciona con los miembros de la
congregación para alimentar espiritualmente, consolar, animar, y por supuesto realizar
servicios en favor del rebaño 26.
Es de suma importancia que el pastor cuente con un registro de los miembros donde se
recoja la información en lo referente a las fechas de conversión, bautismo, los dones y
talentos de cada uno. También debe contener la profesión, dirección y necesidades
particulares. Esto hace que se pueda ministrar eficazmente a los diferentes congregantes.
Cuando la iglesia es menor de 200 miembros un pastor y su equipo ministerial pueden
realizar el trabajo, pero cuando esta es mayor, es necesario que haya más de un pastor.
El pastor es responsable de que la visitación a los miembros se realice. Esto no quiere decir
que el ministro tenga que estar en cada visita. Muchos esperan que el pastor visite a todos
los enfermos, a los presos, a los que se ausentan, pero esto no es posible. La prioridad del
pastor es el ministerio de la Palabra y la oración. El ministro no puede llenar todas las
expectativas que la iglesia tiene sobre lo que él debe hacer. Él debe hacer algunas visitas y
es responsables que estas se hagan, por eso es menester que se apoye en los diáconos y de
un comité o equipo de visitación, sobre todo cuando la congregación ha crecido
significativamente.
26
Ibíd, P. 110.
39
ciudad o del país. En este caso como en otros servicios, es necesario que el pastor haya
preparado un equipo ministerial para que supla su ausencia. El pastor es responsable de que
se realicen los servicios ministeriales, incluso cuando el delegue en otros miembros estos
actos: presentación de niños, bautismos, bodas y cenas del Señor.
En la congregación en la cual soy pastor por la gracia de Dios, desde que se fundó hace
veinte años, he participado en la formación de un equipo ministerial. Varios de ellos sirven
a la iglesia a tiempo completo y algunos parcialmente. Unos empezaron a prepararse desde
niños y otros desde adolescentes. Estos han recibido discipulado inicial, básico y avanzado.
Se capacitaron por mes y medio en el adiestramiento de misioneros voluntarios. Estudiaron
por dos años en el Centro de Capacitación Bíblica Para Pastores y Lideres (CCBP).
Recibieron por cinco años los tres niveles de Un Millón de Lideres Para América Latina.
Actualmente siguen preparándose en el Seminario Internacional de Miami (MINTS). Parte
de ese equipo ha salido a fundar nuevas obras, otros son parte de la plantilla de facilitadores
y profesores a nivel local, regional y nacional tanto en el CCBP como en el MINTS que la
iglesia coordina. Por testimonio recomiendo, que el pastor para ministrar eficazmente a la
iglesia, debe preparar a través del discipulado y la capacitación a sus miembros al más alto
nivel. Este equipo debe estar preparado, consagrado, comprometido, capacitado y facultado
por la iglesia para suplir al pastor en cualquier área del ministerio donde se les demande.
Ellos son de gran ayuda porque se les da la oportunidad para bautizar, ministrar la cena del
Señor, visitar y presidir funerales, todo por supuesto, en acuerdo y armonía con el pastor.
La grey del Señor necesita del consejo y la orientación del pastor. Como líder espiritual, es
la persona indicada para exhortar, reprender y dirigir al pueblo de Dios por medio de los
principios bíblicos. Hay muchos casos donde se amerita la necesidad de consejería en la
iglesia. Cuando los miembros piden ayuda respecto a toma de decisiones, conflictos
personales, cuando van a contraer nupcias y en otras situaciones más. Cuando alguien está
siendo discipulado o capacitado, hay un campo de relación o acercamiento propicio para la
consejería.
Es de gran apoyo cuando un miembro que necesita consejería forma parte de algún
ministerio como: ujieres, adoración, intercesión o cualquier otro. El líder de ese ministerio
es el responsable más cercano para aconsejar. Pero en caso que la situación se dificulte, es
necesaria la intervención del pastor. Y si el asunto se complica mucho más, hay que buscar
apoyo, remitiendo el caso a profesionales en ese campo específico. Hay iglesias que han
crecido y cuentan con un equipo preparado para la consejería. El pastor no debe desligarse
de la responsabilidad de la consejería, pero tampoco debe cargarse de trabajo en esta área.
40
Los casos pequeños deben delegarse al equipo de consejería, si no se cuenta con él hay que
establecerlo.
Es muy importante que el pastor, para aconsejar, establezca citas con los hermanos; que el
tiempo de este ministerio no lo agote. Debe decirle al aconsejado cuánto tiempo tiene
disponible y para seguir reuniéndose con la misma persona deben verse cambios y deseo de
la persona por avanzar. El pastor no debe involucrarse demasiado con los casos de los
hermanos y tiene que tomar medidas cuando va a aconsejar mujeres. Es recomendable en
algunas ocasiones que la esposa del pastor esté presente. Hay literatura que se ha escrito
sobre este tema y que es importante consultar.
CONCLUSIÓN
Si un pastor quiere ser exitoso en su ministerio, es necesario que tenga claro sus prioridades
y responsabilidades. Que no olvide que debe predicar, enseñar, servir y aconsejar. Todo
tiene su tiempo, si no se descuida la comunión con Dios y se trabaja con disciplina, se
verán los frutos “Sabiendo que el trabajo en el Señor no es vano” (1Cor. 15:58).
El pastor que por inseguridad o falta de capacidad y disciplina no delega el trabajo a otros,
le pasa lo que le ocurrió a Moisés antes que su suegro Jetro le aconsejara que preparara un
equipo y delegara parte del trabajo. Moisés fue sabio y obedeció el buen consejo. Esta es la
mejor manera de evitar el desgaste físico y emocional. Además ayuda a integrar a otros a la
obra y obtener buenos resultados en la práctica del ministerio pastoral.
41
5.3 PREGUNTAS PARA LECCIÓN CINCO
42
LECCIÓN SEIS
INTRODUCCIÓN
Para tener éxito en la tarea pastoral es necesario contar con una visión y un propósito claro.
Los evangelistas, pastores y maestros deben ocuparse de “perfeccionar a los santos para la
obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” (Efe. 4:12). La victoria de un
pastor y de una congregación se da cuando los miembros del cuerpo de Cristo están
alcanzando madurez, están creciendo en la comunión con Dios, en la capacitación para
asumir el ministerio local y para extender el reino de Dios. Para lograrlo hay que ser
intencional. No se puede lograr esto fácilmente cuando no hay un plan diseñado al respecto.
Por supuesto que esto no se logra de la noche a la mañana, lo importante es iniciar y
sostener un movimiento discipular integral. Eso fue lo que hizo el Señor Jesús y también lo
que mandó hacer. “Y estableció a doce, para que estuviesen con él y para enviarlos a
predicar y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios”
(Mar. 3:14-15).
El ministerio terrenal de Jesús inicialmente fue a las ovejas de Israel, aunque su gracia
alcanzó a muchos gentiles. Pero su visión fue a todas las naciones, ese es y será su plan, él
lo dijo “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me
seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”
(Hech. 1:8). La tendencia de una iglesia local después que se establece es caer en el
conformismo, en establecer una rutina que le permita tener un compañerismo cerrado y un
cúmulo de actividades que mantenga ocupado a los integrantes. Eso mismo le pasó a la
iglesia de Jerusalén. Pero Dios usó la persecución que se inició después de la muerte de
43
Esteban. Fue a partir de ese acontecimiento que se empezó a predicar, hacer discípulos y a
fundar congregaciones en el mundo conocido. En treinta años se llevó el Evangelio de
Jerusalén a Roma. Por lo tanto, los pastores no solo deben enfocarse en el ministerio local,
sino que deben ver más allá de su comunidad.
MINISTERIO LOCAL
Tanto el pastor como la congregación deben tener muy claro tanto el propósito de la iglesia,
como el del ministerio local. La misión de la iglesia es el cumplimiento de la Gran
Comisión. Claro que en primer lugar es que la gente glorifique el nombre del Señor, pero
esto no podrá ocurrir sino cuando reciban a Cristo como Salvador. Por eso es necesario que
las personas sean evangelizadas para “enseñarles que guarden las cosas que Jesús mandó”
(Mat. 18:19). Se entiende que la iglesia necesita ser apacentada y protegida, pero no se
puede esperar que esta labor la realice un solo pastor. Él es responsable del rebaño, sin
embargo, es necesario un equipo ministerial que ayude hacer el trabajo, así como lo
necesitó Moisés cuando escucho el consejo de su suegro Jetro.
El pastor es responsable de que se realicen los diferentes servicios de adoración, cena del
Señor, bautismo, presentación de niños, matrimonios, funerales, visitas y demás, pero él
debe delegar muchas de estas funciones para no terminar extenuado. Si él realiza todos los
servicios, no estaría dando la oportunidad para que los discípulos se desarrollen y desde
luego, que así la obra poco puede avanzar y no habrá tiempo ni fuerzas para que el pastor
ore, medite en la palabra y capacite a los obreros.
No está mal el servicio social, pero la iglesia está llamada es hacer discípulos. No hay que
ser insensible a las necesidades de la comunidad, pero el Señor dijo que a los pobres,
siempre los vamos a tener (Mt. 26:11), pero la oportunidad de cumplir con la
responsabilidad de hacer discípulos es prioritaria. Si el pastor de la iglesia local se dedica
por completo a dirigir programas de la iglesia para tener satisfechos y ocupados a los
27
Bill Hull, El Pastor hacedor de discípulos, p.27
44
miembros, quizás podrá ser popular, sin embargo, no tendrá tiempo para diseñar un proceso
para hacer discípulos. No estamos hablando de un programa para hacer discípulos, sino un
movimiento discipular donde las actividades o programas de la iglesia no sean un fin en sí
mismas, sino que sean un medio o una herramienta para que los miembros alcancen
madurez espiritual y para que se reproduzcan y se multipliquen en otros discípulos.
MINISTERIO MISIONERO
Un pastor y una iglesia sana y con madurez espiritual tienen visión misionera. Su iglesia
local es un instrumento para extender el reino de Dios y no un imperio humano. La iglesia
de Antioquía descrita en el capítulo 11 de Hechos, es un buen ejemplo. Esta contaba con
buenos líderes que bajo la dirección del Espíritu Santo no dudaron para obedecer y enviar
nada menos que a Pablo y a Bernabé a la obra misionera (Hech. 13:1-3). También es
preciso reconocer la iglesia de Filipos como un modelo en cuanto al apoyo económico para
la obra misionera. El apóstol Pablo les reconoció y les dio crédito
Una de las maneras fáciles de corroborar si un pastor y una iglesia tienen visión misionera,
es cuando podemos analizar el porcentaje del presupuesto que una congregación local tiene
para la evangelización, el discipulado y la obra misionera. Muchos pastores y líderes
cuando no tienen visión misionera les cuesta enviar sus obreros y mucho más disponer
recursos económicos para la extensión del reino de Dios. Ciertamente esto no ayuda a
formar una conciencia y una visión misionera en la congregación. La biblia dice: “el que
siembra escasamente, también segará escasamente, y el que siembre generosamente,
generosamente también segará” (2 Cor. 9:6). Es importante recordar que el dinero del
Señor debe ser bien invertido. Cuando se es fiel en lo que Dios nos confía, entonces, nos
confiará más. Hay una promesa para las iglesias generosas. “Mi Dios, pues, suplirá todo
los que os falte conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Fil. 4:19).
Los pastores que no tienen visión misionera, deberán comprar literatura sobre el tema.
Participar en conferencias y congresos para obtener visión. Se recomienda estudiar con la
congregación biografías de misioneros e invitar a uno de ellos para que predique y de
testimonio. Esa es una de las maneras de iniciar para luego tener un ministerio misionero.
45
6.2 CAMBIO DE PARADIGMA MINISTERIAL
PASTOR DISEÑADOR
Las entrevistas por estos autores a los líderes de la iglesia “La cruz”, descubrieron que ésta
no era una iglesia de puros programas, sino una muy enfocada y muy productiva. Estaba
comprometida en amar a Dios, amar a los demás y servirlos. Ellos les pedían a sus
miembros que hicieran tres cosas: primero, la asistencia semanalmente a una reunión de
adoración para amar más a Dios y a su Palabra, segundo, asistir a un grupo pequeño para
amar a los demás, tener comunión y, tercero, servir en un ministerio para producir un
impacto en otros. Como se ve, es algo simple y enfocado; el proceso y los programas de esa
iglesia están relacionados y los miembros van avanzando, pasan de un nivel a otro.28
La Iglesia Bautista Misionera La Gran Comisión, la cual pastoreo por la gracia de Dios
desde su fundación en 1997, ha tenido dos etapas que la han marcado en su ministerio. En
sus inicios, era una congregación tradicional que trabajaba por programas; nos reuníamos
anualmente, para confirmar o elegir los directores de cada ministerio y a planificar lo que se
iba hacer ese año. Con esta manera de trabajar había muchos conflictos, muchos opinaban y
pocos laboraban; en esta modalidad se nos dificultaba pasar los 50 miembros. Pero hace
como 10 años, Dios me permitió después de tener un tiempo de estudio, reflexión y
oración, escribir una visión y un propósito claro para ministrar. Esta fue compartida con la
congregación; incluso, se escribió esa definición de propósito en un pendón, el cual está
fijado en el templo, y nos referimos a él en las predicaciones, en publicidad y en otras
ocasiones para que los líderes no pierdan el enfoque y los nuevos creyentes y las visitas
entiendan lo que hacemos y cómo lo hacemos.
La visión consiste (I.B.M “La Gran Comisión”) en formar discípulos multiplicadores que
adoren a Dios, evangelicen a los perdidos y edifiquen a los creyentes. En función de esta
visión, tenemos el propósito de preparar a los llamados, fundar nuevas iglesias y restaurar
congregaciones. Para lograr estos objetivos nos hemos planteado estrategias para crecer y
extendernos como lo son: los movimientos de oración, devocional, evangelización,
discipulado, celular y misionero. Para capacitar a esos discípulos contamos con el Centro
de Capacitación Bíblica para Pastores (CCBP) y el Seminario Internacional de Miami
(MINTS).
28
Thon Rainer y Eric Geiger, Iglesia simple, p.41
47
Este proceso o diseño para hacer discípulos y extender el ministerio, ha hecho, por la gracia
de Dios, que estemos enfocados y tengamos mejores resultados en el cumplimiento de la
misión. Para el año 2018, se cuenta con un equipo ministerial que fue formado, muchos de
ellos desde la adolescencia, con esta visión de ministerio. La iglesia está sosteniendo
misioneros en cinco lugares: en Guárico, Caicara, Guarataro, Barinas y en el Sector La
Encaramada, del estado Anzoátegui. Para el mes de agosto, si Dios lo permite, estaremos
instalando una pareja misionera en Margarita. Todo esto está ocurriendo en un tiempo de
híper inflación en Venezuela. Estamos participando en la ofrenda misionera local, regional
y nacional. Por otra parte, la iglesia está capacitando obreros para el ministerio a nivel
básico y superior en varios estados como: Bolívar, Anzoátegui, Nueva Esparta y Miranda;
todo esto ha sido posible por la gracia de Dios y el trabajo en equipo. Todos los misioneros
que la iglesia está apoyando económicamente han sido formados a través de herramientas
como el CCBP y el MINTS. Por eso es recomendable que las iglesias no se centren en ellas
mismas, ni programas o actividades para tener a la gente ocupada y servida. Es urgente que
los pastores actuales y los jóvenes se capaciten para tener éxito en el ministerio con una
visión clara. Que establezcan un proceso para hacer discípulos, de esta manera se logrará
desarrollar discípulos maduros y se podrá hacer parte significativa en el cumplimiento de la
misión de la iglesia del Señor Jesucristo.
CONCLUSIÓN
Recuerdo lo que decía un instructor de karate a sus alumnos cuando los estaba enseñando
sobre cómo debían golpea. Él decía que el oponente no solo debía saber que su contrincante
golpeaba, sino que lo hacía fuerte. Así pasa con el ministerio pastoral, el ministro no debe
conformarse solo con estar por mucho tiempo al frente de una congregación, sino que debe
esperar y trabajar para tener resultados.
Un pastor que tiene una visión y un propósito claro, que entiende cuáles son sus prioridades
y la misión de la iglesia, y que además, logra con la ayuda de Dios establecer un proceso
para hacer discípulos, seguro que es un buen candidato para dejar un legado para la gloria
de Dios. Por eso es muy importante que el pastor no sea un programador de actividades,
sino un diseñador de un proceso para hacer discípulos. Por supuesto, deberá formar un
equipo para que se pueda cumplir con facilidad la responsabilidad del ministerio.
48
6.3 PREGUNTAS PARA LA LECCIÓN SEIS
49
LECCION SIETE
EL PASTOR COMO LÍDER
INTRODUCCIÓN
Un líder del mundo guía a la gente para que le sirva a él. Un líder bíblico dirige sirviendo a
otros de acuerdo a la palabra de Dios, no enseñoreándose de otros como lo hacen los líderes
del mundo.”30 John Maxwell define liderazgo con la palabra influencia, y esto es cierto.
Aunque hay quienes influyen negativamente, pero por supuesto, que esto dista de lo que es
el liderazgo bíblico o espiritual. Esto de la influencia, es una responsabilidad; Jesús dijo:
“Que el Hijo hace lo que hace el Padre” (Jn. 5:19). El pastor es el “padre” espiritual de la
iglesia local, y por lo tanto, debe ser ejemplo de la grey. Como dice una canción: “Señor
quiero ser como tú, porque mi hijo quiere ser como yo.”
El pastor que vive lo que enseña, tiene credibilidad e inspira confianza a la grey. Los
resultados en el trabajo ministerial no se logran de la noche a la mañana. Pero “los que
siembran con lágrimas, con regocijo segarán” (Sal. 126:5). La gente sigue a las personas
que tienen resultados, como le ocurrió a David: la casa de Saúl después de su muerte, siguió
al nuevo rey porque se acordó que él era el que sacaba el pueblo a la guerra, el que vencía a
sus diez miles, y el que derrotó al gigante Goliat. Así que, el pastor que se relaciona bien
con los miembros de la iglesia, que se conduce con un carácter Cristocéntrico, y el que
tiene resultados en su ministerio se gana el respeto y constituye una buena influencia al
pueblo de Dios.
Para liderar al pueblo de Dios es necesario estar bajo el liderazgo del Señor. Como lo
dijeron los apóstoles “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hch. 5:29).
Los líderes obedecen y sirven a Dios antes que a los hombres, la principal responsabilidad
29
William Ospina, Conviértase en un Líder productivo conforme al corazón de Dios, p.13.
30
Dennis Mock, Ministerio Pastoral, p.140
50
de un líder es para con Dios. Buscar la aprobación de Dios, aunque esto le cause problemas
muchas veces (Gal. 1:10-11).31
Los líderes esforzados que viven piadosamente y que sirven con amor e integridad, se
ganan el respeto de las personas. Esto es primordial y necesario para que haya credibilidad
y aceptación. El ejemplo de liderazgo e influencia sobre sus discípulos lo encontramos en el
Señor Jesús y en el apóstol Pablo. Jesús dijo:
La iglesia local y el pueblo de Dios serán influenciados por líderes piadosos que tienen
credibilidad por su visión, carácter, sensibilidad y por los resultados en la obra Dios.
Estudiando ciertos personajes del Antiguo y Nuevo Testamento, pude observar algunos
principios bíblicos claves, que fueron usados por líderes que tuvieron éxito en su
ministerio:
Los libros sobre liderazgo hablan de muchas leyes y principios, pero un modelo bíblico,
práctico y efectivo, es el de Nehemías. Aunque es un libro histórico, presenta el ejemplo de
un líder espiritual y exitoso. Sin ser profeta, ni sacerdote, ni levita restauró los muros de
Jerusalén y a la provincia de Judá, e inclusive, la vida social y espiritual de su Nación. Fue
un instrumento para acercar el pueblo a Dios y para producir un avivamiento. Por esa
razón, en este curso se presenta un cuadro, para que los lectores y estudiantes de MINTS
puedan evaluar su nivel de liderazgo según ese modelo.
31
Dennis Mock, Predicación de mensajes bíblicos y ministerio pastoral, p.138.
51
PRINCIPIOS DE LIDERAZGO QUE USÓ NEHEMÌAS
1. Vida de oración y fe
3. Visión espiritual
4. Propósito claro
8. Integridad
9. Trabajo en equipo
52
Es muy importante que el pastor y el líder cristiano evalúe constantemente su liderazgo,
para ver si está actuando de acuerdo a los principios bíblicos. Como se observa, para liderar
eficazmente es necesario tener una visión y un propósito bien claro. Si no vemos con
objetivos claros, no podemos guiar a nadie. Por eso es clave que el pastor o ministro
conozca sus dones espirituales, los talentos, el temperamento y el propósito de Dios para su
vida, y no solo el de él, sino también el de los miembros del equipo que lo acompañan. Para
ese fin, se invita a los estudiantes de MINTS, a revisar el curso: comentario expositivo de
Nehemías “Conviértase en un líder productivo conforme al corazón de Dios” escrito en
español por un estudiante en Venezuela. 32
Para tener éxito, los pastores, iglesias e instituciones necesitan tener una visión clara de lo
que deben lograr a nivel general e individual. Muchos ministerios han desaparecido o han
sido infructuosos, porque nunca tuvieron un propósito claro. Moisés, Josué, David, Pablo,
Nehemías y otros tuvieron éxito porque sabían a que habían sido llamados. Ellos actuaron
en obediencia a Dios e integraron a otros para cumplir satisfactoriamente sus objetivos. Lo
bueno en todo esto, es que hoy en día se cuenta con muchas herramientas para liderar con
una visión clara y que contagie. El autor Andy Stanley ofrece en su libro “Una Visión
clara”, muy buenas ideas para que los llamados por Dios puedan escribir y compartir con el
equipo y con el pueblo, el propósito que se proponen:
El liderazgo de un pastor se mide por las decisiones que toma y por los resultados que
obtiene. Liderazgo tiene que ver con sacrificio. Éste empieza en el ámbito de la familia,
luego se hace presente en la iglesia y trasciende a la comunidad. Una familia pastoral que
obedece los principios bíblicos respecto al diseño de Dios para un hogar cristiano, es de
mucha edificación para la iglesia y de gran impacto para la comunidad, que necesita buenos
modelos para restaurar sus vidas. Por eso, es pertinente que se haga referencia a la práctica
del liderazgo del pastor en la familia, en la iglesia y en la comunidad que necesita buenos
modelos.
32
William Ospina, Conviértase en un líder conforme al corazón de Dios, p.124-150
53
EL PASTOR COMO LÍDER DE SU FAMILIA
Lo que la biblia enseña respecto al pastor como líder de su familia, es que este debe ser un
siervo amoroso y responsable para proveer para los de su hogar (1 Tim. 5:8). Es el que
instruye a sus hijos en los caminos del Señor y los cría en disciplina y amonestación del
Señor (Prov. 22:6; Ef. 6:4). El ministro que obedece estos principios va a cosechar buenos
resultados, porque será semejante al “hombre prudente que edificó su casa sobre la roca”
(Mt. 7:24).
El pastor que vela por las necesidades físicas, emocionales y espirituales de su familia será
de inspiración. La esposa y los hijos deben ser de apoyo al ministerio del pastor; esto no
quiere decir, que deban cargarse de actividades en la iglesia, pero tampoco, deben ser
apáticos. Por supuesto que la iglesia debe honrar y tener en mucha estima a los pastores y
su familia, pues esto contribuirá para que ellos valoren y amen el servicio en la obra del
Señor. La esposa del pastor juega un papel importantísimo en la familia pastoral, ella debe
ser honrada por su esposo y debe ser tratada como un vaso frágil, con mucho amor y
consideración. El pastor es responsable por el bienestar y el crecimiento espiritual de su
esposa. Se recomienda que el día lunes los pastores estén en casa con su familia, que
descansen y que puedan salir y tener un tiempo de esparcimiento. Que asistan a los
campamentos de familias, que salgan de vacaciones y que la iglesia local dedique por lo
menos una semana en el año para reconocer y bendecir al pastor y a su familia. Esto
contribuirá a que los hijos de los pastores consideren en el futuro dedicarse al ministerio.
54
Ya se mencionó que el pastor no debe ocuparse ni desgastarse en muchos programas o
actividades. Que debe invertir la mayor parte de su tiempo en la oración y en el ministerio
de la palabra; capacitando y haciendo discípulos. No debe permitir que la congregación le
haga la agenda y que lo utilice en tareas que no ha sido llamado. Hay miembros que tienen
demasiadas expectativas de lo que deben hacer los pastores; pero hay muchas cosas que no
son responsabilidades de su ministerio. Hay quienes esperan que el siervo que Dios ha
llamado para servir a la grey sea conserje, chofer, prestamista y mucho más. Que esté
presente en todas las reuniones y comités. Por lo tanto, es necesario que se oriente a la
congregación sobre la verdadera responsabilidad del pastor como líder de la iglesia.
“Si Jesús hubiese venido para alimentar a los pobres, hubiera fundado un
gran supermercado. Su hubiera venido solo a sanar hubiera fundado un
gran hospital, pero “el vino a salvar al que se había perdido y para dar su
vida en rescate por muchos” (Mr. 10:45b).33
33
Eleazar Bermúdez, Entendiendo el Llamado, P.46
55
7.2 PRECAUCIONES PARA EL LIDERAZGO DEL PASTOR
Es cierto que el pastor es llamado para servir, esa es su función. Pero también Dios le ha
puesto en autoridad sobre la congregación. La autoridad le viene de arriba, es decir, de
Dios, pero también la congregación reconoce y acepta su autoridad espiritual. Por eso es de
suma importancia que el pastor manifieste un espíritu de servicio y humildad y que no se
comporte como un dictador.34 No es lícito usar la posición y los resultados para enaltecerse
o promoverse a sí mismo; sino para que las personas se acerquen a Dios.
El pastor no debe comprometer las verdades de la palabra de Dios, ni debe compararse con
otros pastores. Solo debe compararse con Jesús. Como líder debe levantar a otros líderes y
desarrollar el mayor potencial en ellos. Para multiplicar y formar un buen equipo debe
educar al pueblo en las verdades de Cristo, edificarles en el carácter cristiano y equiparlos
para el ministerio.
34
Dennis Mock, La predicación de mensajes bíblicos y Ministerio pastoral, P.136
56
CONCLUSION
El liderazgo del pastor es crucial para el avance de la obra del Señor. Recuerdo en una de
las conferencias en honor al pastor “Silva Ovalles”, que se mencionó sobre cuatro clases de
liderazgo: El líder comandante o dictador, El congraciador que es cuando el dirigente
quiere agradar a todos. El paralítico que es cuando el que está al frente hace todo lo que le
dicen. Y el persuasivo que es cuando el líder tiene una visión clara y el comparte las ideas
para que el equipo se sienta parte del trabajo y participe con identidad y agrado.
El liderazgo se aprende y es por eso que debe estudiarse y contar con buenos mentores. El
mejor modelo de liderazgo se encuentra en el ejemplo del Señor Jesús; de Pablo y de
Nehemías se puede aprender también. El liderazgo en el ministerio pastoral es clave para el
crecimiento y extensión de la iglesia; el mismo, empieza en el seno del hogar, se traslada a
la iglesia e impacta en la sociedad.
57
7.3 PREGUNTAS PARA LA LECCIÓN SIETE
1. Según el modelo del Señor, hay dos citas bíblicas y tres principios que deben
caracterizar el liderazgo espiritual.
2. ¿Qué es lo que le da credibilidad al liderazgo del pastor y hace que la grey lo siga?
3. ¿Cuál es un principio de liderazgo que capacita a un pastor para que lidere a otros?
4. ¿Por qué clase de líderes será influenciada la iglesia y el pueblo de Dios?
5. Mencione los principios de liderazgo que usó Nehemías
6. ¿Cuáles son las cosas que debe proveer el pastor como líder de su familia?
7. ¿Mencione algunos líderes del Antiguo Testamento que descuidaron la orientación
y amonestación espiritual de sus hijos?
8. ¿Qué pasa con el ministerio de un pastor cuando su familia no le apoya en la obra?
9. Eclesiastés 10:1 hace una advertencia y German Núñez mencionó sobre las 4F
¿Cómo relaciona esto con la cita bíblica y diga cuál es la consecuencia de caer en
esto?
10. ¿Cómo debe el pastor usar la autoridad que Dios le confiere en el ministerio?
58
LECCIÓN 8
EL PASTOR Y EL LEGADO
INTRODUCCIÓN
Hubo dos casos en diferentes congregaciones que me hicieron reflexionar y valorar sobre la
importancia que el pastor y los líderes en general, formen un equipo y dejen un legado para
cuando ellos ya no estén presentes. Un pastor partió con el Señor y no había preparado bien
el liderazgo de la iglesia local que presidía. Los miembros se fueron a otras congregaciones
y algunos se apartaron de la fe. No surgió nadie que tuviera la capacidad de seguir con ese
ministerio. El otro caso fue el de un pastor que hace veinticinco años había asumido el
ministerio en una iglesia local. Sus hijos estaban pequeños y por supuesto crecieron y él fue
delegándoles muchas tareas ministeriales, pero no les preparó bien bíblicamente, no
confraternizaban con otras congregaciones de su denominación, y terminaron cambiando
sus fundamentos doctrinales. Salieron de la denominación y el pastor principal quedó fuera
de la iglesia y de la organización, aunque con ganas de volver a la asociación, pero esta
agrupa a iglesias, y no a pastores.
Como dice John Maxwell: el valor duradero del líder se mide por la sucesión. El apunta que
los líderes que dejan un legado, dirigen con el hoy y el mañana en mente. “Entonces el
éxito no se mide por el sitio donde uno parta sino por lo que uno deja detrás.”35
A una persona que había vivido una vida desordenada, le preguntaron sobre ¿Cuál sería el
legado que él iba a dejar después de partir de esta tierra? Él respondió: lamentablemente lo
único que voy a dejar es “La mala fama”. Eso no le debe pasar a un pastor, líder o padre de
familia. El legado es la herencia que dejamos a otros. Es la manera como nos van a
recordar, y como podemos contribuir a otras generaciones.
35
John Maxwell, Las 21 Leyes Irrefutables del Liderazgo, P.234-244
59
8.2 LA MULTIPLICACIÓN DE LOS LÍDERES
Para poder dejar un buen legado en la vida, es necesario influenciar en otros con lo que
hacemos. Esto ocurre cuando tenemos resultados; cuando nos relacionamos cordialmente
con líderes potenciales, y cuando diseñamos un proceso para integrar y capacitar un equipo
de trabajo. Este debe ser formado integralmente y empoderado para que cumpla su función
con excelencia. La multiplicación de líderes no ocurre de un momento a otro, ni por
casualidad. Para lograr esto es necesario la intencionalidad y un liderazgo que instruya y
modele.
Todo pastor o líder debe ser un multiplicador. Si no lo hace, está condenado hacer el
trabajo solo, como lo hacía Moisés antes de convertirse en un líder. Pero cuando se
convirtió en un líder comenzó a preparar y delegar el trabajo a otros líderes. La voluntad de
Dios es que sus discípulos sean multiplicadores y dejen un legado “Jesús les dijo otra vez:
Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío” (Jn.20:21). Muchos
pastores, líderes e iglesias no pueden encargar, enviar o dejar a nadie, porque no lo han
preparado. Hay cosas urgentes, y cosas importantes. El que no le da el lugar de prioridad a
la preparación de líderes para la multiplicación; debe hacer un alto, reflexionar y reorientar
su trabajo. Es necesario hacer un inventario y preguntarse ¿Con quién cuento para hacer el
trabajo? o ¿Quién haría el trabajo que estoy haciendo cuando yo no esté?
El apóstol Pablo como mentor, multiplicador de discípulos, nos dejó un gran legado
respecto a la preparación o multiplicación de líderes. En las iglesias que él fundó; les dejo
un discípulo como Pastor. La lista de los discípulos de Pablo fue considerable; no solo fue
Timoteo, Tito, Filemón y Epafrodito. Él se movía con otros discípulos que formaba en la
60
marcha, mientras realizaba el ministerio. Lucas nos permite conocer de otros grandes
prospectos de la obra del Señor. “Y le acompañaron hasta Asia, Sópater de Berea, Aristarco
y Segundo de Tesalónica, Gayo de Derbe, y Timoteo, y de Asia, Tíquico y Trófimo” (Hch.
20:4).
¡Dios permita! Que todos los pastores y líderes de las iglesias sean multiplicadores de
discípulos. Que no se malgaste el tiempo y la vida solo en realizar actividades y en formar
seguidores. La tarea es formar líderes multiplicadores. Es cierto que se debe discipular a
toda la iglesia, pero hay que entender que en la congregación hay gente fiel y gente idónea.
Hay algunos que son fieles, para apoyar y hay otros que además de ser fieles son idóneos
para aprender, enseñar y multiplicarse. En estos líderes potenciales es necesario invertir
más tiempo para enseñarles, delegarles y exigirles, porque esos son la materia prima para la
multiplicación y para dejar el legado. Por eso, Jesús no se dedicó a discipular o capacitar a
las multitudes, sino que dedicó mayor tiempo a los doce discípulos. Y de estos doce, tuvo
un círculo de discípulos más pequeño: Pedro, Juan y Jacobo. Estos fueron los que vieron la
transfiguración y los que tuvieron un ministerio más relevante. Si esto es lo que enseña la
Palabra de Dios, entonces, esto es lo que funciona. La idea, es no hacer las cosas a nuestra
manera, sino a la manera de Dios, pues solo así tendremos éxito en la tarea pastoral y en el
ministerio en general.
El evangelio de San Lucas nos menciona una realidad sobre los que acompañaban a Jesús
en su ministerio. Se puede distinguir fácilmente que se trataba de dos clases de personas.
Los seguidores y los discípulos. Pero la expectativa del maestro estaban y están es en los
discípulos:
“Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: si alguno viene a
mí, y no aborrece a su padre y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y
hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo” (Luc.
14:25-26).
Los discípulos se destacan por el compromiso y los seguidores se caracterizan por no estar
integrados totalmente con el maestro, el líder y con el equipo.
Alguien me dijo en una ocasión que hoy en día se habla mucho de liderazgo y que esa
palabra no aparece en la biblia. Pero no es así, ya que hay palabras que no aparecen en la
Escrituras pero sí la idea y la enseñanza. Una de ellas es la palabra “Trinidad”. La palabra
de Dios enseña de un Dios en tres personas, no hay dudas sobre ello. Así mismo pasa con el
liderazgo. El liderazgo tiene que ver con servicio. Un líder espiritual según el modelo de
Jesús es un siervo. Por lo tanto, el pastor es llamado a ser un siervo (líder) que influencia
61
sobre la grey para que alcance madurez espiritual. Esto se logra por medio del discipulado.
Para lograr esto se necesita ejercer los principios bíblicos de liderazgo. De esta manera
podrá obedecer el mandato del Señor Jesús de “enseñándoles que guarden todas las cosas
que os he mandado” (Mat. 28:20). Preparar lideres implica servir por medio del
discipulado este es integral, los músicos, los ujieres, los intercesores y otros deben
multiplicarse. Esto quiere decir que formar líderes y hacer discípulos es una misma tarea,
cuando se usan los principios bíblicos y el modelo de Jesús.
Existe el pastor y el líder que forman seguidores y el que forma discípulos o líderes. La
visión y el énfasis son totalmente diferentes. Un pastor me comunicó que contaba en su
congregación con cierta cantidad de miembros fieles, pero que no tenía muchos líderes
preparados para predicar y discipular. Se le ofreció un plan para ayudarlo a capacitar la
congregación por medio de un núcleo del instituto bíblico, pero me dijo que en día de
semana era difícil, y que los fines de semana estaban todos muy ocupados preparando
almuerzos para darle a la comunidad. Esta actividad exige mucho esfuerzo e inversión y es
algo noble, pero esa es la causa por la cual esa congregación tiene muchos seguidores y
pocos líderes. Es que no invierte tiempo en hacer discípulos. No se necesita muchos líderes
preparados para alimentar una comunidad, pero si se necesitan líderes preparados para
cumplir La Gran Comisión.
“Líderes que multiplican seguidores añaden una persona a la vez. Líderes que desarrollan
líderes multiplican su crecimiento.”36 Muchos pastores no están desarrollando sus líderes
potenciales en un proceso discipular al más alto nivel. Los que lo hacen, dejan una huella
en el cumplimiento de la Gran Comisión y aportan obreros para la extensión del Reino.
Estos son los que dejan un legado por medio de la multiplicación de obreros. Las causas
por las cuales los líderes desarrollan seguidores y no líderes son variadas: algunos por
inseguridad emocional, por no saber hacerlo, por negligencia, falta de visión o porque es un
trabajo arduo. Esto es verdad, pero muy gratificante y productivo a la postre. Es como un
espejismo: pretender tener cantidad sin tener calidad.
36
Ibid, 227
62
Solo impactan a quienes tocan ellos personalmente37
Los pastores o líderes multiplicadores de líderes dejan una gran huella en las instituciones.
En la obra bautista venezolana podemos citar a varios: Germán Núñez, Francisco Aular,
Boanerges de Armas, Calixto Patricio, Carlos Clark, Efraín Silva Ovalles y otros muchos
más. A nivel internacional es justo nombrar a un líder muy influyente como Jonh Maxwell.
El cual ha escrito, vivido y enseñado con éxito sobre lo que es el liderazgo y cómo formar
líderes. El menciona en su libro “Las 21 Leyes irrefutables del Liderazgo” las
características de los líderes que desarrollan líderes:
Lo más fácil es desarrollar seguidores, pero lo más sabio y productivo es desarrollar líderes.
Es más lento pero seguro y efectivo. Esto es lo que le aporta más a la iglesia y a la
extensión del reino de Dios. El que desarrolla seguidores puede impactar una generación,
pero el que desarrolla líderes y se multiplica deja un legado e impacta sobre otras
generaciones.
EL LEGADO FAMILIAR
Una de las familias que describe el Nuevo Testamento que sirven como base o testimonio
de lo que es un legado espiritual familiar, se encontró en el hogar de Timoteo. A pesar de
que su papá fue griego, fue instruido por su abuela y mamá en los caminos del Señor. Fue
un cristiano de tercera generación. La base bíblica nos dice: “Trayendo a la memoria la fe
no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y
37
Ibid, 228
38
Ibid, 228
63
estoy seguro que en ti también” (2 Tim. 1:5). Esto pone de manifiesto la influencia
espiritual que deben tener los padres sobre los hijos, sobre la esposa, los nietos y la familia
en general. Esto es bíblico y desde el Antiguo Testamento se encuentra el mandamiento de
instruir a los hijos en la palabra de Dios en todo lugar y en todo momento.
Los niños no van a ir a Jesús si no los llevamos, por lo tanto, los hijos mientras estén en la
cobertura de la casa paterna, no deben quedarse en casa, sino que deben congregarse.
Cuando estudiaba en el seminario se hizo una encuesta sobre cuáles personas habían
influenciado en los estudiantes, para que ellos conocieran la palabra de Dios. Esta muestra
arrojó como resultado que el ochenta por ciento había sido impactado con el evangelio por
sus mamás o por sus abuelas. La influencia del papá, en esta encuesta, quedó
lamentablemente muy baja. Esto debe ser motivo de oración, pues aunque la esposa debe
participar en la crianza de los hijos, en disciplina y amonestación del Señor, la
responsabilidad del liderazgo espiritual recae sobre el varón, y si este es un líder o un
pastor, con mucha más razón. El cuidado espiritual de la iglesia empieza por las familias y
en primera instancia por la casa. Un requisito para los pastores, obispos o ancianos desde
perspectiva bíblica es muy claro:
Los pastores somos responsables del discipulado de nuestra familia. El Señor me dio por su
gracia el privilegio de ganar para Cristo y discipular a la que ha sido mi esposa por treinta y
un años. Tuve el gozo de llevar a los pies de Cristo y de discipular también a mis hijos.
Ellos crecieron en los caminos del Señor. Priscila y Josué fueron capacitados en el Instituto
que funciona en la Iglesia. Son adultos jóvenes y en breve se graduarán de la universidad.
Están activos en la iglesia liderando el ministerio de adoración. Somos una familia
ministerial, y me comunicaron que tienen la convicción de que son llamados a servir al
Señor y que el ministerio es una prioridad en sus vidas antes que cualquier carrera
profesional.
64
El ejemplo es primordial porque no solo muestra lo que se espera de ellos, sino que si es
posible lograrlo.39 Los padres son responsables de proveer con la ayuda de Dios un
ambiente para criar hijos temerosos de Dios, sanos emocionalmente y preparados para
servir el Señor. Los hijos son los indicados para ver en nosotros si somos hombres o
mujeres de fe. Somos responsables de mostrarles con hechos la pasión y la sana motivación
para servir al Señor. Son los padres quienes inspiran a sus hijos a tener comunión con Dios
a través del lugar que se le da a la vida devocional diaria, a los altares familiares, a la
preparación teológica, al congregarnos y al servir al Señor.
Una de las cosas que recomiendo como anciano, es que los pastores no deben hablar
negativamente de los hermanos de la iglesia, ni ventilar frente a los niños, asuntos que
puedan cargarlos. Es importante que los hijos vean y reciban el trato amoroso en la familia.
Que les modelemos en la resolución de conflictos. Que si nos ofendemos en público,
podamos pedir perdón y perdonar delante de toda la familia. Esto ayuda a los padres a tener
hijos amorosos, perdonadores, pacientes, y con un carácter Cristocéntrico. Pero al mismo
tiempo firme en los principios bíblicos, con amor y carácter cristiano. Los pastores sabios
integran a su familia en actividades ministeriales, laborales y recreativas. Todas estas cosas
contribuyen para que podamos honrar a Dios y disfrutar de las bienaventuranzas que nos
comunica en el Salmo 128. “Que bienaventurado el que teme a Jehová y anda en sus
caminos” Bendito su trabajo, su esposa será productiva, sus hijos, sus nietos y será de
bendición para la Nación. Esto es, lo que todo pastor y hombre de Dios debe aspirar y
disfrutar.
EL LEGADO MINISTERIAL
El éxito de la tarea pastoral para que sea completo debe evaluarse por los resultados, por la
multiplicación y el legado que deje. Por esta razón, el fruto debe ser evidente tanto en el
ámbito familiar como ministerial. El pastor exitoso trabaja con un equipo. La calidad y
tamaño del equipo de un pastor es proporcional a la visión y el liderazgo que posee. Esto se
puede observar en el Señor Jesús, su visión es universal, el empezó con doce discípulos,
luego eran setenta y antes de Pentecostés había ciento veinte. Pablo, para los viajes
misioneros que realizó y las iglesias que constituyó, contó con un gran equipo que el
preparó y encargó. Esto nos permite evaluar el ministerio de cada uno. Podemos
preguntarnos. ¿Qué grande es la visión de ministerio y cuál es el tamaño del equipo con el
cual cuento, para realizar el trabajo? La idea no es el conformarse con estar en un
ministerio, sino hacerlo bien; hay que dejar un legado para que el éxito continúe a través de
los sucesores.
39
John Maxwell, Desarrolle Lideres que están alrededor de usted, p.178.
65
En la empresa se recibe un salario y para escalar y recibir mayor remuneración es necesario
que el obrero sea capacitado, que su liderazgo y resultados aporten más a la organización.
Mientras mayor cantidad y calidad del liderazgo se tiene, mayores serán los dividendos. Se
entiende que la oportunidad de dejar un legado en la familia es más factible por el tiempo y
la cercanía que se tiene. Pero es necesario dejar también un legado en la parte ministerial.
Es necesario que toda la grey crezca, pero es crucial que se invierta un tiempo extra en
preparar a los líderes en potencia, aquellos que son fieles e idóneos y que están dispuestos a
crecer. Estos son la materia prima del equipo que puede multiplicarse para que quede un
legado. Hay condiciones que aplican para los que serán el equipo de apoyo y de relevo.
Estos deberán tener el deseo de crecer, es decir, de aprender y lo que es más difícil y
necesario, de cambiar. De poco sirve que la gente adquiera conocimiento, sino cambia en
su manera de actuar. No se puede obligar a nadie a que cambie. El discípulo debe permitir
ser corregido y ayudado para que se amolde al carácter de Cristo.40 Por eso es que en la
formación del equipo de liderazgo no solo apela al conocimiento, sino que los objetivos son
también el cambio de conducta y actitud.
El Señor Jesús pasó toda una noche orando, antes de escoger al equipo de discípulos. Estos
aceptaron el llamado, siguieron al maestro, fueron enseñados, corregidos y enviados. Jesús
nos dice: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto
para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca” (Jn. 15:16). Se espera que los
discípulos lleven fruto. El fruto de los discípulos son otros discípulos.
El pastor debe orar para seleccionar el equipo de líderes a formar. Para esto debe tener
cuatro cosas presentes. Una meta común (La Gran Comisión), y un sentido de cooperación,
de comunicación y de compromiso.41 Así como en el estudio de homilética se enseña que
para predicar eficazmente se necesita dos tipos de preparación: la espiritual y la preparación
técnica para elaborar y predicar el mensaje. De igual manera el discípulo o líder debe ser
formado en dos áreas: las disciplinas espirituales como la oración, la meditación de la
Palabra, el compañerismo cristiano, el testificar y la obediencia. Pero también es parte
necesaria la preparación teológica teórica y práctica para el ministerio.
El discipulado al más alto nivel debe ser integral. Por eso este proceso debe incluir una
pastoral para lograr la sanidad emocional y mental, la identidad en Cristo, la práctica de los
principios espirituales y la disciplina. Esta preparación incluye la enseñanza aprendizaje de
las Escrituras, para que los nuevos líderes vean el mundo a la luz de la revelación de Dios,
de tal manera que hablen y empiecen a sentir y actuar conforma a la Palabra.
40
Ibid, p.179
41
Ibid, p. 133
66
congregación adoptó un plan anual para ministrar cada aspecto del carácter a través de los
cuatro trimestres. Luego dieron testimonio del avance en esta área en la formación de
discípulos.
Se entiende que no son los materiales los que hacen discípulos. Los discípulos hacen
discípulos, los líderes forman líderes, pero es la palabra de Dios lo que tiene poder para
cambiar vidas, indiscutiblemente de los materiales que usemos. Es cierto que no todos a los
que pretendemos formar se convierten en líderes o discípulos multiplicadores, pero si hay
quienes lo logran y llegan a ser parte del legado ministerial. Algunos líderes formados
saldrán a otros lugares para servir, y esto no es pérdida, sino ganancia, de esta manera, el
radio de influencia y el legado se extiende.
Este proceso discipular debe ser un movimiento que empieza con pocos, pero que se
multiplica y se perpetúa para la gloria de Dios. Un pastor y una congregación que tienen
como prioridad la visión de formar discípulos multiplicadores hasta lo último de la tierra,
que adoren a Dios, evangelicen a los perdidos, edifiquen a los creyentes y preparen a los
llamados; tendrán éxito en el ministerio del Señor Jesucristo y dejarán un legado para la
gloria de Dios. “Tomar seriamente la Gran Comisión significa que los líderes de la iglesia
en sí mismos son evangelistas, comparten su fe y hacen discípulos.”42
CONCLUSIÓN
En el tiempo que se escribió este curso de ministerio pastoral para MINTS, se estaba
realizando el mundial de Fútbol, y los equipos que tenían grandes “estrellas” del deporte
perdieron. Ganaron los que jugaron como equipo, no brillaron las estrellas en esta ocasión,
sino los equipos. Lo mismo sucede en el ministerio pastoral: Cuando la obra depende, sobre
todo, de lo que hace un pastor o líder, que tiene seguidores y no un equipo de líderes; si este
se enferma, va a otro lugar o falla, entonces la iglesia o la organización decae, por eso, el
trabajo debe ser como lo enseñó el Señor Jesús: con un equipo de discípulos que se
multipliquen y asuman la continuidad de la Gran Comisión. Solo así habrá legado. Es
tiempo de que los llamados por Dios al ministerio estemos enfocados, que nos ocupemos
intencionalmente de la multiplicación de discípulos. Esta es la manera de obedecer a Dios
en el cumplimiento de la Gran Comisión, de cumplir con el propósito y de dejar un legado.
42
Bill Hull, El Pastor Hacedor de Discípulos, p. 33
67
Veo con beneplácito el hecho que actualmente en Venezuela han surgido ministerios en las
iglesias para evangelizar y discipular a los niños y adolescentes. Los equipos deportivos
que se ocupan de desarrollar las “canteras”, es decir, las nuevas generaciones, son los que
siempre están en los primeros lugares y los que cuentan con los mejores jugadores, porque
los descubren y los preparan eficientemente y desde muy temprano. La I.B.M La Gran
Comisión es la iglesia local que el Señor me ha permitido pastorear desde su fundación
hace veintiún años. Allí empezamos con niños y unos pocos adultos. Estos niños fueron
discipulados en un proceso que todavía continúa. Ahora estos jóvenes algunos se han
casado, y se han prepararon teológicamente y profesionalmente, y están al frente de
diversos ministerios.
Recordaba el testimonio de uno de los líderes de la obra bautista venezolana que dejó un
gran legado en la formación de predicadores. Este fue don German Núñez, él contaba que
cuando fue pastor de la Iglesia Bautista Central de Caracas, en una ocasión pensaba
renunciar al pastorado porque pensaba que tenía muy poca gente que le apoyaba en la
congregación. Después de sacar cuentas descubrió que había como cien personas que lo
apoyaban. Esto lo motivó a pedir perdón, darle gracias a Dios y a continuar en el ministerio
pastoral. Algo similar me ocurrió a mí. Me preguntaba ¿Por qué Señor la iglesia la Gran
Comisión no ha podido pasar de doscientos miembros hasta ahora? También me puse a
sacar cuentas y note lo que el Señor ha estado haciendo en nosotros y con nosotros como
congregación: el apoyo económico y de capacitación de una nueva obra en Puerto
Ayacucho, la fundación de la Iglesia Jesucristo es el Señor en Ciudad Bolívar, la reapertura
de un local que se había cerrado y la fundación de Libertad en Cristo, también en Ciudad
Bolívar. La fundación iglesias en Caicara del Orinoco, Guarataro en el Estado Bolívar. La
Iglesia “Pueblo Nuevo” en Santa Rita Estado Guárico, la iglesia la Gran Comisión de la
Encaramada, Estado Anzoátegui. El apoyo a la consolidación de la Iglesia Bautista el
Sembrador de Mucuchies, Estado Mérida. El apoyo a la fundación de la iglesia en obispos,
Estado Barinas y recientemente la apertura a una nueva obra en Margarita, Estado Nueva
Esparta. Por otra parte, el apoyo a la formación de los llamados por Dios al ministerio de
una manera interdenominacional, a través del CCBP y del MINTS en varios estados de
Venezuela. La mayoría de los pastores y misioneros de las obras mencionadas fueron
capacitados por la iglesia. En tiempos de crisis el Señor sigue proveyendo para apoyar
económicamente a los pastores de las iglesias antes mencionadas y para participar en las
ofrendas misioneras locales, regionales y nacionales. También terminé después de esta
evaluación, pidiéndole perdón a Dios y dándole gracias por su misericordia y por el
privilegio de participar en su obra.
68
Dios nos ha dado como iglesia local. Estoy contento porque creo que cuando el Señor me
llame a sus moradas celestiales la congregación seguirá sirviendo y extendiendo el
ministerio del Señor Jesucristo.
69
BIBLIOGRAFÍA
Bermúdez, Eleazar. Ser y Hacer Discípulos en el siglo XXI, Sociedades Bíblicas Unidas,
2016.
Blackaby, Enrique y King, Claudio. Mi Experiencia con Dios, Editores: Ramón Martínez y
Tito Fafosuli.
Hendricks, Howard. Enseñando para Cambiar Vidas, Publicado y distribuido por Editorial
Unilit, 2003.
Hull, Bill. El Pastor Hacedor de Discípulos. Ediciones Berea, Bogotá Colombia, 2008.
Maxwell, John. Los 21 Leyes Irrefutables del Liderazgo, Impreso en Quebecor World Pilar
S.A. Argentina, 2006.
Maxwell, John. Desarrolle los Lideres que están alrededor de Usted, Editorial Caribe, 2006.
Rainer, Tomas y Geiger, Eric. Iglesia Simple. Publish Group Nashville, Tennessee, 2007.
Rogers, Adrián. Lo que todo Pastor debe Saber, Instituto de Entrenamiento Pastoral, 2006.
Santa Biblia: Versión Reina Valera 1960, Impresa en Corea del Sur, 2015.
70
Stanley, Andy. Una Visión Contagiosa, Editorial Vida, Miami, Florida, 2009.
71
MANUAL DEL PROFESOR
ESTRUCTURA DE LA CLASE
ENCUENTRO 1:
ENCUENTRO 2:
ENCUENTRO 3:
ENCUENTRO 4:
ENCUENTRO 5:
72
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
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PREGUNTAS PARA LA LECCIÓN DOS
74
PREGUNTAS PARA LA LECCIÓN TRES
1. ¿Cuáles son los tres pasajes bíblicos que hablan de los requisitos para los ministros
del santuario?
1Tim. 3:1-7; 1Ped. 5:1-5; Tit. 1:6-8
2. ¿Qué se entiende por un pastor u anciano irreprensible?
Que nadie lo puede reprender o señalar respecto a su testimonio, sus cualidades
como ministro
3. ¿Cuáles son las tres áreas donde el pastor debe ser integro según Adrián Rogers?
En las áreas emocional, intelectual e individual
4. ¿Qué debe hacerse en el caso de que un pastor o ministro deje de cumplir los
requisitos bíblicos para el cual ha sido llamado?
Debe ser confrontado, puesto a prueba o disciplinado. Hay casos en cuales debe
cesar temporalmente del cargo y hasta renunciar. Pero no se puede acusar con
ligereza a un pastor sin agotar los recursos bíblicos para restaurarlo.
5. ¿Por qué es importante el carácter o integridad del pastor?
Porque es el modelo espiritual de la iglesia y esto es lo que le da credibilidad y le
capacita o faculta para apacentar la grey
6. ¿Cuáles son los cuatro elementos que forman el carácter?
La identidad en Cristo, la seguridad emocional, la ética y valores cristianos y la
disciplina
7. ¿Qué pasa cuando un pastor o ministro no tiene seguridad emocional?
Está limitado para relacionarse bien y resolver los conflictos que se forman en la
congregación. El problema es que percibe de forma distorsionada la realidad y es
necesario que busque ayuda en esa área, pues esto sabotea su ministerio
8. ¿Cuáles son algunas de las características que evidencian la falta de seguridad
emocional?
Cuando existe la tendencia de compararse con otros, de ser competitivo, de
condenar y de controlar todo para poder sentir que vale
9. ¿Qué puede pasar en el ministerio de un pastor que está fallando en ser disciplinado
y en actuar con ética y valores bíblicos?
Respuesta del estudiante
10. ¿Qué le llamó la intención respecto a la integridad o el carácter?
Respuesta del estudiante
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PREGUNTAS PARA LA LECCIÓN CUATRO
76
PREGUNTAS PARA LECCIÓN CINCO
77
PREGUNTAS PARA LA LECCIÓN SEIS
78
PREGUNTAS PARA LA LECCIÓN SIETE
1. Según el modelo del Señor hay dos citas bíblicas y tres principios que deben
caracterizar el liderazgo espiritual.
R: la obediencia, el amor y la humildad (Mr. 10:45; Fil. 2:5-8)
2. ¿Qué es lo que le da credibilidad el liderazgo del pastor que hace que la grey lo
siga?
R: cuando vive lo que enseña y predica y cuando tiene resultados en el trabajo
ministerial.
3. ¿Cuál es un principio de liderazgo que capacita a un pastor para que lidere a otros?
R: que este en obediencia a Dios y que se lidere primero a sí mismo. (Que tenga
templanza)
4. ¿Por qué clase de líderes será influenciada la iglesia y el pueblo de Dios?
R: por líderes piadosos, que tienen credibilidad por su visión, carácter, sensibilidad
y resultados.
5. Mencione los principios de liderazgo que uso Nehemías
R: Vida de oración, sensibilidad, visión espiritual, propósito claro, planificación,
evaluación, perseverancia, integridad, trabajo en equipo, delego, decisiones
pertinentes, acerco el pueblo a Dios.
6. ¿Cuáles son las cosas que debe proveer el pastor como líder de su familia?
R: Proveer para las necesidades físicas, emocionales y espirituales. Debe instruir en
los caminos del Señor y criar los hijos en disciplina y amonestación del Señor tiene
que proteger y proveer esparcimiento.
7. ¿Mencione algunos líderes del Antiguo Testamento que descuidaron la orientación
y amonestación espiritual de sus hijos?
R: El sacerdote Eli, Samuel y David.
8. ¿Qué pasa con el ministerio de un pastor cuando su familia no le apoya en el
ministerio?
R: Respuesta del estudiante o lector.
9. Eclesiastés 10:1 hace una advertencia y German Núñez menciono sobre las 4F
¿Cómo relaciona esto con la cita bíblica y diga cuál es la consecuencia de caer en
esto?
R: Respuesta del estudiante a lector.
10. ¿Cómo debe el pastor usar la autoridad que Dios le confiere en el ministerio?
R: Sin enseñorearse, es decir, debe usarla para servir y guiar.
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PREGUNTA A LA LECCIÓN OCHO.
1. ¿Cuáles fueron dos cosas que hicieron reflexionar al autor sobre la necesidad de
dejar un legado en la iglesia local?
R: La iglesia donde el pastor partió con el Señor y la congregación se fue a otras
iglesias y algunos miembros se apartaron del Señor. No hubo quien siguiera con el
ministerio y el pastor que delego el trabajo a sus hijos en la iglesia. No los preparo
bíblicamente y el quedo fuera del pastorado y de la organización.
2. ¿Qué significa dejar un legado en el ministerio?
R: Es la herencia que deja un líder cuando sale. El equipo o líderes preparados que
han sido formados para realizar el trabajo cuando el líder no está.
3. ¿Cuál es la estrategia que debe usarse para dejar un legado?
R: La multiplicación de discípulos (lideres).
4. ¿Cuáles son los modelos de multiplicación que menciona la Biblia?
R: El del Señor Jesucristo y el del apóstol Pablo.
5. ¿Por qué hay líderes que forman seguidores y no líderes o discípulos?
R: por inseguridad, falta de visión, por no saber cómo se hace el trabajo, por
negligencia por ser un trabajo arduo.
6. ¿Cuáles son algunas diferencias entre los líderes formadores de seguidores y los
formadores de líderes?
R: Los que preparan los seguidores quieren ser necesitados, pasan tiempo con ellos,
se ocupan de sus necesidades y los que preparan líderes quieres ser sucedidos por
los nuevos líderes, invierten tiempo en ellos y se ocupan de desarrollar sus
potencialidades.
7. El Nuevo Testamento presenta el ejemplo de un legado familiar ¿Cuál fue ese
legado y quienes lo dejaron?
R: El legado que se dejó en Timoteo de parte de su abuela Loida y su madre Eunice.
8. ¿Según una encuesta que realizo cuales fueron las personas que influyeron más en
los estudiantes del seminario para que ellos conocieron la palabra de Dios?
R: Las abuelas y las mamas influyeron en el 80%.
9. ¿Cuál debe ser la mayor responsabilidad del pastor y de la iglesia?
R: El tener un proceso discipular, que no sea un programa sino un movimiento.
10. ¿Qué significa tomar en serio la Gran Comisión?
R: Significa que los líderes de la iglesia en sí mismos son evangelistas, comparten
su fe y hacen discípulos.
11. ¿Dejara usted un legado? ¿Cómo piensa hacerlo?
R: Respuesta del alumno o lector.
80
APÉNDICE
Se propone un modesto plan para iniciar un proceso discipular multiplicador. Este funciono
en la Iglesia la Gran Comisión, pues contribuyo para la formación de varios discípulos que
han asumido ministerios de tiempo completo. Algunos sirven en la iglesia local y otros
como misioneros y pastores. Aunque no se pretende dar una receta que funciona en toda
congregación, si se quiere estimular a que todo pastor y congregación tenga como prioridad
ministerial un movimiento discipular multiplicador que permita dejar un legado en la obra
del Señor.
1. Deben estar dispuesto y disponibles para aprender, aplicar, enseñar y servir a los
demás.
2. Compromiso con Cristo, el mentor y el grupo discipular.
C OMUNICARSE
R UNIRSE
I NSTRUIRSE
S OSTENERSE
T RABAJAR JUNTOS
O RAR JUNTOS
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7. Capacítese para evangelizar, discipular, predicar, liderar y para el ministerio local y
misionero por medio del Centro de Capacitación Bíblica para Pastores y Lideres
(CCBPL) y el Seminario Internacional de Miami (MINTS) o cualquier otro instituto
bíblico que enseñe la sana doctrina.
8. Cada participante debe presentar un reporte mensual de su crecimiento espiritual y
del trabajo que está realizando en la obra del Señor.
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BIOGRAFÍA
William Ospina Castaño
Tiene 33 años en el ministerio pastoral y misionero. Egresó como licenciado en teología del
Seminario Teológico de Venezuela en 1990. Cursó estudios de liderazgo en la
organización Lidere de Venezuela desde los años 2006-2015. Se graduó de Magister en
teología por el Seminario Internacional de Miami (MINTS) en el 2013 y recibió el
Doctorado en ministerio en noviembre de 2015.
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