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Los derechos se deben entender de acuerdo con RUBIANES como criterios,

directivas, orientaciones o en una sola palabra, guías para la comprensión del

ordenamiento procesal, Se endiente a los derechos como interdependientes

pues, están relacionados entre sí, y ciertamente cada uno depende del otro, son

fundantes en el entendido que sirven de derrotero para la creación de normas

legales tales como las contenidas en el ordenamiento procesal y casi todos son

universales pues se aplican a todo ser humano y proceso bajo la jurisdicción

colombiana.

1. Debido Proceso: Entiéndase el debido proceso como un principio rector

contenido en la Constitución Política y desarrollado por el Código de

Procedimiento Penal, este inmerso intrínsecamente con el principio de la

Legalidad contenido en el Código Penal. Está enmarcado en lo dispuesto

en los artículos 29, 94 de la Constitución, Articulo 15 de la Declaración

Universal de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, en la Convención

Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica,

1969, Artículos 8 y 9) en concordancia con el artículo 6 del Código Penal.

Podemos entenderle como el derecho que tienen las personas a que se

le juzgue de acuerdo a las leyes pre existentes, con un juez natural

competente y se apliquen penas prestablecidas en las normas, a que

siempre se le juzgue en caso de cometerlas, a las conductas establecidas

previamente como punibles, que exista la presunción inocencia de toda

persona, se le provea de un abogado, se adelante un juicio sin dilaciones

y a que cuando existe una ley penal favorable aunque sea posterior a la

imposición de la pena, se le aplique al procesado.


2. Dignidad humana: El estado colombiano en su plexo normativo busca

reconocer la calidad de humano, y las consecuencias jurídicas y naturales

que este hecho dispone, por ello además de las normas nacionales,

Colombia integra a su universo jurídico disposiciones internacionales que

tienen efecto vinculante en el país. Es por ello que los humanos, por el

hecho inalienable de ser humano, deben recibir un trato digno, no

denigrante en cualquier proceso penal que se adelante, en cualquier

forma que se integre como parte de estos.

3. Libertad: En nuestro concepto, la libertad es uno de los derechos más

importantes y preciados de toda persona, pues significa que todo humano

pueda realizar acciones como movilizarse, actuar, expresarse, en sus

completas facultades orientadas por el deseo, siempre y cuando no se

transgredan los derechos de los demás seres que integran la sociedad.

En el Derecho Procesal Penal, la libertad se protege de acuerdo a las

disposiciones constitucionales y legales que evitan que una persona se le

sea transgredida su derecho sin mandamiento escrito de autoridad judicial

competente con las formas y motivos establecidos por la ley.

Solo un juez de control de garantías puede ordenar la restricción de

libertad de un individuo, sin embargo debe siempre debe existir solicitud

previa de un Fiscal, para que se entienda como legal la restricción y así

de acuerdo a la ley, se puede limitar este derecho.


4. Prelación de los tratados internacionales: La figura jurídica

constitucional conocida como el bloque de constitucionalidad, artículo 93

superior es la razón por la cual los tratados ratificados por Colombia en

materia de derechos humanos tienen efecto vinculante y prevalecen aún

sobre los estados excepción, lo que nos indica que no se pueden inaplicar

bajo ninguna circunstancia y que su aplicación adquiere un rango similar

a los de cualquier otra disposición de la Carta Magna al reconocer

derechos humanos.

5. Igualdad: De acuerdo con Aristóteles quien sostenía que para que

existiera justicia debe tratarse con “Igualdad para los iguales, desigualdad

para los desiguales". Un entendido implícito en lo contenido en el artículo

4 del CPP, donde se manda que los servidores judiciales deben tratar por

igual a los intervinientes en una actuación procesal y a aquellos en

situación de vulnerabilidad, se les dé un trato diferenciado en el entendido

que se lleve a una situación de igualdad frente a los demás intervinientes,

esto sin afectar la imparcialidad del operador judicial, que también se

configura como otro derecho, sin distingo de raza, sexo, profesión, origen,

opinión lengua o credo.

6. Imparcialidad: Este derecho y mandamiento jurídico obliga a los

operadores judiciales a fallar siempre en Derecho, con criterio de la

verdad y la justicia, en el desarrollo de sus actividades judiciales en

representación del Estado colombiano; por ello sus acciones no se

pueden sesgar a criterios no concebidos en las normales legales, ni


cambiar el sentido de sus acciones por motivos ajenos a la ley y la

Constitución.

7. Legalidad: El derecho de la legalidad es el desarrollo en materia procesal

penal del artículo 29 numeral segundo y tercero de la Constitución. En

este se establece que nadie podrá ser investigado ni juzgado si no se

hace de acuerdo de las normas procesales vigentes y que se le debe

aplicar la disposición procesal más favorable incluso después de su

promulgación, cabe resaltar su intrínseca relación con el derecho al

debido proceso, expuesto con anterioridad y su interrelación que se

destaca por su evidente característica.

8. Presunción de inocencia e in dubio pro reo: Toda persona es inocente

hasta que en un juicio se demuestre lo contrario, y por tanto deberá ser

tratado como tal hasta el momento en que se contraríe esta presunción.

Este principio destaca una de las características de un sistema penal

acusatorio, donde se parte del supuesto que una persona no ha cometido

u omitido una acción considerada como punible. Sin embargo se le puede

controvertir en el marco de un procedimiento penal donde se le hace

responsabilidad de la carga probatoria a la Fiscalía y que en ningún caso

se puede invertir la carga probatoria. Es por ello que el operador judicial

para poder proferir una sentencia condenatoria, debe en su momento no

tener duda alguna de la culpabilidad del procesado en la comisión u

omisión de una conducta tipificada en la ley penal y en caso de existir una

duda sobre ello, se deberá el beneficio al procesado, lo que se conoce


con la expresión romana y latina “In dubio pro reo” que absolvería al

procesado, dejándolo en libertad.

9. Defensa: El derecho a la defensa, desarrolla las condiciones mínimas que

necesita un imputado para que no se le violente el debido proceso en la

actuación judicial, asimismo es un desarrollo de otras disposiciones

constitucionales que protegen los derechos humanos. Como el derecho a

no declarar ni incriminar contra sí mismo, su cónyuge, compañero

permanente o pariente dentro el cuarto grado de consanguinidad,

segundo de afinidad o primero civil (Art 33 de la Constitución). Y demás

disposiciones legales que garantizan la defensa de un procesado.

10. Oralidad: En aras de una actuación procesal que se celebre con la mayor

celeridad posible, toda actuación procesal penal será oral, y deberá ser

registrada con las herramientas más adecuadas posibles para permitir

una mayor eficiencia y celeridad en su registro. Esta es una de las

características más relevantes del sistema penal acusatorio de la ley

906/2004 en Colombia y su sistema penal acusatorio.

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