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DOSSIER DE JURISPRUDENCIA

PRISIÓN PREVENTIVA

Acreditación de los presupuestos procesales


(arraigo, obstrucción y peligro de fuga)

I. INTRODUCCIÓN ocasiones de forma correcta, y en otras no


tanto, pero sin duda conocer los más impor-
La prisión preventiva es la medida caute- tantes pronunciamientos de estas altas cortes
lar personal más gravosa de las que exis- resulta fundamental para el correcto ejercicio
ten en el ordenamiento jurídico, por la cual de la defensa técnica en los casos que conoz-
se priva de la libertad locomotora a una per- can sobre prisión preventiva.
sona sometida a un proceso penal al internár-
sele en un centro penitenciario, cuando toda- En ese norte, podemos traer a colación la
vía no existe una sentencia condenatoria de Casación N° 626-2013-Moquegua, que expli-
por medio y, por ende, aun goza de la pre- citó y aclaró los temas que debían ser deba-
sunción de inocencia. De ahí que se sostenga tidos en una audiencia de prisión preventiva.
que la prisión preventiva no tiene una finali- También se puede mencionar la dación de la
dad punitiva sino solo una finalidad preven- Sentencia Plenaria Casatoria Nº 1-2017/CIJ-
tiva de evitación de riesgos para asegurar el 433, en donde la Corte Suprema establece
normal desarrollo del proceso penal, y pueda el grado de sospecha que se requiere para
cumplirse lo que se disponga al final de este, poder imponer prisión preventiva. Por parte
es decir al emitirse la sentencia penal que del Tribunal Constitucional se puede traer a
corresponda. colación la STC Exp. Nº 04780-2017-PHC/
Sin embargo, en la práctica, parece ser que TC y Exp. Nº 00502-2018-PHC/TC (acumu-
la finalidad que le corresponde a la prisión lado) en donde hace referencia el supremo
preventiva, de acuerdo a su propia natura- intérprete de la Constitución que la grave-
leza, ha sido pervertida, utilizándosele como dad de la pena y la pertenencia a una orga-
una pena anticipada, observándose que en la nización criminal no justifican por sí solas el
audiencia respectiva no existe una adecuada mandato de prisión preventiva. Aspecto que
valoración de los presupuestos que legitiman ha sido desarrollado, también, por el reciente
la imposición de dicha medida, o en todo Pleno Jurisdiccional Penal de la Sala Penal
caso se da interpretación equivocada de los Nacional.
mismos.
Estos pronunciamientos y otros de igual
Es por ello que la Corte Suprema y el pro- importancia serán reseñados a continuación,
pio Tribunal Constitucional han ido perfi- poniendo especial énfasis en lo que se ha
lando los contenidos o alcances de los presu- sostenido sobre los presupuestos de la pri-
puestos de la prisión preventiva, en muchas sión preventiva.

DIÁLOGO CON LA JURISPRUDENCIA | Nº 249 • JUNIO 2019 • ISSN: 1812-9587 11


II. PRESUPUESTOS DE LA PRISIÓN PREVENTIVA

De acuerdo al artículo 268 del Código Procesal Penal de 2004, los presupuestos materiales de
la prisión preventiva son: i) Fumus delicti comissi: Que existen fundados y graves elementos de
convicción para estimar razonablemente la comisión de un delito que vincule al imputado como
autor o partícipe del mismo; ii) Gravedad de la pena: Que la sanción a imponerse sea superior
a cuatro años de pena privativa de libertad, y; iii) Peligro Procesal: Que el imputado, en razón
a sus antecedentes y otras circunstancias del caso particular, permita colegir razonablemente
que tratará de eludir la acción de la justicia (peligro de fuga) u obstaculizar la averiguación de
la verdad (peligro de obstaculización).

1. Fundados y graves elementos de convicción o fumus delicti comissi


- La imposición de la prisión preventiva requiere una sospecha grave de la probable
comisión del delito

“La sospecha grave, propia para dictar mandato de prisión preventiva –el grado más
intenso de la sospecha, más fuerte, en términos de nuestro Código Procesal Penal, que
la sospecha suficiente y que resulta necesaria para la acusación y el enjuiciamiento–,
requiere de un alto grado de probabilidad de que el imputado ha cometido el hecho puni-
ble y de que están presentes todos los presupuestos de la punibilidad y de la perseguibi-
lidad (alto grado de probabilidad de una condena) (…).

(…)

La expresión ‘sospecha grave’ debe ser interpretada en sentido cuantitativo, es decir,


denotando un grado de intensidad mayor que la precedente, que permitan ya sostener
desde un principio, aunque provisionalmente, que la persona inculpada es responsable
del delito” [Odone Sanguiné: Prisión provisional y derechos fundamentales, Editorial
Tirant lo Blanch, Valencia, 2003, p. 471].
(Sentencia Plenaria Casatoria Nº 1-2017/CIJ-433, considerando 24.d).

- La determinación de los fundados y graves elementos de convicción debe hacerse en


base a los criterios de imputación objetiva y subjetiva

“(…) para la prisión preventiva solo se requiere un alto grado de probabilidad de la


comisión del delito, para cuyo efecto deben examinarse los actos de investigación de
manera individual y en conjunto. La apariencia de delito es un presupuesto de la prisión
preventiva, cuyo alcance es definido no solo desde una perspectiva sustantiva (que el
hecho imputado esté regulado en la normativa penal y que sea subsumible en ella según
criterios objetivos y subjetivos), sino también procesal (la existencia de fundados y gra-
ves elementos de convicción que permitan sostener la alta probabilidad de su comisión).
En esa medida, la evaluación del hecho debe realizarse conforme con los criterios pro-
pios de la teoría de la imputación objetiva y subjetiva, en cuanto al análisis de la proba-
ble realización del injusto penal. (…)”.
(Casación Nº 564-2016-Loreto, considerando 5).

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PRISIÓN PREVENTIVA

- En la audiencia de prisión preventiva se deben valorar las pruebas de descargo de la


imputación

“La Sala, no obstante, consideró que no podía atenderse lo solicitado ‘esencialmente


porque el escenario cautelar no requiere consolidación probatoria o acreditativa a ple-
nitud’, agregando que los argumentos incriminatorios y defensivos ‘serán depurados en
la etapa intermedia, debatidos, reforzados o refutados en el discurso del ulterior juicio
oral’ (Cfr. fojas 15 del expediente 04780-2017-HC/TC). Es decir, la Sala considera que
en el escenario cautelar no se requiere consolidación probatoria para dar por cumplido
el primer requisito del artículo 268 del Código Procesal Penal para el dictado de una pri-
sión preventiva, pues, no es necesario que en dicho espacio se valoren pruebas de des-
cargo. ¿Esta argumentación resulta constitucional? A consideración de este Tribunal, la
argumentación esbozada por la Sala emplazada para no valorar las pruebas de descargo,
resulta patentemente inconstitucional, pues ha terminado afirmando que en el espacio
del debate judicial acerca de si corresponde o no el dictado de una prisión provisional
–medida cautelar limitativa de la libertad personal–, solo deben tenerse en cuenta los
elementos de juicio que se hayan aportado con miras a justificar dictarla, pero no aque-
llos que se aporten con la pretensión de justificar su rechazo, lo cual a todas luces,
resulta lesivo del derecho a probar, componente del debido proceso.
Es evidente que cuando se discute la pertinencia o no de la prisión preventiva ninguna
prueba es analizada con fines de acreditación punitiva. De hecho, hacerlo, resultaría
inconstitucional por violar la presunción de inocencia. Pero asunto muy distinto es con-
siderar que las pruebas de descargo no merecen valoración en esta etapa. También en
el espacio del debate sobre la justificación o no del dictado de una prisión preventiva,
todos los elementos de juicio, tanto de cargo como de descargo, deben ser valorados en
su justa dimensión, es decir, no con el objeto de formarse convicción acerca de la cul-
pabilidad o de la inocencia, sino con la finalidad de determinar si existe verosimilitud o
no en relación con la vinculación de los investigados con un hecho delictivo. Un razo-
namiento distinto es violatorio del derecho a probar, del derecho de contradicción, del
derecho de defensa y de la presunción de inocencia”.
(STC. Exp. Nº 04780-2017-PHC/TC y Exp. Nº 00502-2018-PHC/TC
(acumulado)-Piura, ff.jj. 59 y 60).

2. Gravedad de la pena
- La prognosis de la pena concreta se determina analizando los principios de lesividad
y proporcionalidad

“Como es doctrina consolidada la prognosis de pena implica un análisis sobre la posible


pena a imponer. Es claro que no solo tiene que ver con la pena legal fijada, sino con una
valoración transversalmente con el principio de lesividad y proporcionalidad, previstos
en los artículos IV y VIII del Título Preliminar del Código Penal y/o de las diversas cir-
cunstancias, causas de disminución o agravación de la punición, fórmulas de derecho
penal premial, que podrían influir sobre la determinación de la pena final, que no nece-
sariamente va a ser la máxima fijada por ley”.
(Casación N° 626-2013-Moquegua, considerando 30).

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- La magnitud de la pena no puede ser utilizada como único criterio para imponer pri-
sión preventiva

“La magnitud de la pena prevista desde luego, por su carácter abstracto, no puede ope-
rar como único criterio –de aplicación automática y mecánica– para ponderar la nece-
sidad de imposición de la medida de prisión preventiva, sino que, asumiendo incluso
como un criterio más concreto, la naturaleza del hecho punible, debe ponerse en rela-
ción con otros datos relativos (i) tanto a las características personales del imputado o
investigado –arraigo familiar, profesional y social, conexiones con otros países, contac-
tos internacionales (existencia de cierta infraestructura en el extranjero), sus bienes (su
tenencia genera arraigo, como lo precisó la Sentencia del Tribunal Constitucional 1091-
2002-HC/TC, de doce de agosto de dos mil dos), los medios económicos de los que dis-
pone y su proximidad a la jurisdicción–; (ii) como a las circunstancias que concurren en
el caso concreto” (…).
(Casación N° 1445-2018-Nacional, considerando 3).

3. Peligro procesal: peligro de fuga y peligro de obstaculización de la actividad pro-


batoria
- El peligro de fuga y el peligro de obstaculización como vertientes del peligro procesal

“El peligro procesal es el elemento más importante de esta medida y la razón por la que
se dicta, lo que ha sido reconocido por la jurisprudencia constitucional en las sentencias
recaídas en los expedientes números mil noventa y uno-dos mil dos-HC/TC y dos mil
doscientos sesenta y ocho dos mil dos–HC/TC. Se divide en dos: i) Peligro de fuga. ii)
Peligro de obstaculización probatoria”.
(Casación N° 626-2013-Moquegua, considerando 33).

- El peligro procesal es el criterio más importante para determinar el peligro procesal

“Que, ahora bien, el peligro procesal (periculum in mora) es el elemento más importante
para valorar en un auto de prisión preventiva. Éste tiene un carácter subjetivo, pero obje-
tivado legalmente a través de diversos criterios de carácter meramente enumerativos, y,
por ende, reconoce un margen de discrecionalidad en los jueces. La Ley, como se sabe,
establece la presencia de dos peligrosismos: fuga –que es el paradigma del periculum
libertatis– y obstaculización (artículos 268, apartado 1, literal c y 269- 270 del Nuevo
Código Procesal Penal)”.
(Casación N° 631-2015-Arequipa, considerando 4).

“El peligro procesal es el elemento más importante de esta medida y la razón por la que
se dicta, lo que ha sido reconocido por la jurisprudencia constitucional en las senten-
cias recaídas en los expedientes números mil noventa y uno-dos mil dos-HC/TC y dos
mil doscientos sesenta y ocho dos mil dos–HC/TC. Se divide en dos: i) Peligro de fuga.
ii) Peligro de obstaculización probatoria”.
(Casación N° 626-2013-Moquegua, considerando 33).

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PRISIÓN PREVENTIVA

- La inexistencia de arraigo no implica la imposición automática de la prisión preventiva

“El primer inciso del referido artículo, establece una serie de situaciones de las que se
debe extraer la presencia o no de arraigo. Este elemento exige establecerse de manera
permanente en un lugar, vinculándose a personas y cosas. El Código Procesal Penal
señala que el arraigo en el país del imputado está determinado por el domicilio, residen-
cia habitual, asiento de la familia y de sus negocios o trabajo y las facilidades para aban-
donar definitivamente el país o permanecer oculto.

(…)

[e]ntonces, no existe ninguna razón jurídica para entender que la presencia del algún tipo
de arraigo (criterio no taxativo) descarta, a priori, la utilización de la prisión preventiva.

Tampoco la sola situación de inexistencia de arraigo genera que deba imponerse nece-
sariamente la prisión preventiva (ejemplo, ser extranjero no genera la aplicación auto-
mática de la prisión preventiva), sobre todo cuando existen otras que pudieran cumplir
estos fines. Por lo que este requisito, debe valorarse en conjunto con otros, para estable-
cer si es que en un caso concreto existe o no peligro de fuga”.
(Casación N° 626-2013-Moquegua, considerando 36, 39-40).

- En los delitos de mayor gravedad se requiere una exigencia de arraigo más estricta
para imponer prisión preventiva

“[E]l peligrosismo procesal –concretamente, riesgo de fuga– se advierte de la relación


entre gravedad de los delitos acusados y pena solicitada por la Fiscalía con la falta de
arraigo de los imputados. Es preciso puntualizar que cuanto más grave es el delito, más
relevante es la trascendencia social del delito hecho y lo que significa la propia comi-
sión del mismo (preparación debida, ejecución previamente planificada, lógica plural
en la intervención delictiva, tenencia de armas de fuego, ataque a numerosas personas e
incursión a un local educativo) la exigencia de arraigo es más estricta, tanto más si indi-
vidualmente es de resaltar el carácter de reincidentes de los imputados”.
(R.N. Nº 1882-2018-Lima, considerando 5).

- El hecho de que el imputado tenga dos o más viviendas no desvirtúa la presencia de


arraigo familiar

“El encausado tiene esposa e hijo menor de edad, vive en un inmueble adquirido con
una hipoteca –incluso, el que se tenga dos viviendas a su nombre, no es prueba de falta
de certeza de su dirección domiciliaria, como acota el fiscal superior, solo revela que
tiene dos predios a su nombre– y, además, ha consolidado para su hijo un colegio donde
estudiará. Su arraigo familiar es pues sólido. No consta que el imputado recurrente
trató de confundir respecto al domicilio donde vive con su familia a fin de dificultar su
ubicación”.
(Casación N° 1445-2018-Nacional, considerando 5).

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- Si el arraigo familiar es de mediana intensidad no debe imponerse prisión preventiva
sino una medida cautelar menos gravosa

“Es claro, finalmente, que si la Sala consideró que existe arraigo familiar, pero este es de
‘mediana intensidad’, la opción obvia era una medida menos intensa que la prisión pre-
ventiva, pues para esta última calificaría, en todo caso, una ‘máxima o superior intensi-
dad’ de falta de arraigo”.
(Casación N° 1445-2018-Nacional, considerando 5).

- La existencia de arraigo laboral no solo se evalúa en mérito a que el agente tenga un


trabajo dependiente y formal

“(…) es de acotar que el imputado es un abogado de profesión, ejerce labores de secre-


tario arbitral y es gerente de una empresa –más allá de que esta sea una empresa inves-
tigada: no se mencionó, al respecto, con un nivel razonable de acreditación que esta se
formó exclusivamente para ocultar, utilizar o transferir dinero maculado–. Luego, los
vínculos laborales en cuestión son razonables, por lo que el arraigo laboral se cumple
puntualmente. No se puede exigir lógicas de arraigo laboral basadas en la exigencia de
un trabajo dependiente y formal, un contrato de trabajo permanente o una línea de vida
laboral en una empresa o institución con máximos niveles de funcionamiento e inte-
gración en el comercio o industria de primera categoría (máxima estabilidad institucio-
nal en los sectores de la vida económica de una localidad, región o país). Se requiere de
una persona que realiza labores concretas y percibe ingresos para mantenerse y susten-
tar a su familia”.
(Casación N° 1445-2018-Nacional, considerando 5).

- El intenso movimiento migratorio no determina automáticamente la presencia del


peligro de fuga

“Que es cierto que los alcances del arraigo en el país también pueden valorarse desde los
lazos familiares que el imputado mantiene en el exterior, más aún si es extranjero, situa-
ción que le permitiría abandonar el país y refugiarse en su localidad de origen cuando
advierte riesgo para sí. Sin embargo, esta situación tiene que ser apreciada caso por caso.
Si se tiene en cuenta que prima facie está consolidado el arraigo del imputado, pues vive
en el país, tiene estatus de residente, su familia nuclear está con él y su centro de labores
es una empresa residenciada en el Perú, solo podría afirmarse la persistencia del riesgo
de fuga si se toma en consideración otros datos que permitan concluir razonablemente
que se alejaría de la justicia peruana para evitar su procesamiento, enjuiciamiento y. en
su caso, la condena correspondiente. Estos factores concurrentes deben ser evaluados
con suma atención desde que un acercamiento genérico al problema, asumiendo un peli-
gro de fuga por la sola condición de extranjero del imputado, importaría un acto discri-
minatorio por razón de la nacionalidad. En efecto, cuando se acredite indubitablemente
que un procesado extranjero tiene arraigo en el país, ello permite entender un riesgo
menor de peligro de fuga, salvo que conste razonablemente otros datos de ese orden que
vislumbren un sólido riesgo fundado de fuga.

16 ISSN: 1812-9587 • JUNIO 2019 • Nº 249 | DIÁLOGO CON LA JURISPRUDENCIA


PRISIÓN PREVENTIVA

[Un] criterio tomado en cuenta para determinar el peligro de fuga fue el intenso movi-
miento migratorio del imputado (...), aunque se trata de viajes por motivos laborales,
vinculados a su labor profesional, de corto alcance y de regreso inmediato al Perú. Al
respecto, la Sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos del 10 de noviem-
bre de 1999, recaída en el Asunto Stogmüller contra Austria, estableció que la simple
posibilidad o facilidad que tiene el procesado para pasar la frontera no implica peligro
de fuga. De esta forma, no puede estimarse el peligro de fuga en función de los diversos
viajes fuera del país que puede realizar un imputado extranjero o peruano. No es conclu-
yente, por tanto, los pocos o muchos viajes que un encausado realice al extranjero. Lo
que determina un fundado peligro de fuga es que un imputado no tenga arraigo laboral,
familiar o laboral y tenga contactos en el exterior que le permitan alejarse del país, a la
vez que, concurrentemente, consten otros datos derivados de la naturaleza del hecho y
de la gravedad de la pena –el monto de la pena, tampoco debe ser examinado en forma
aislada–, sino debe ser considerado en relación con otras circunstancias, tales como
(i) el comportamiento del imputado durante el procedimiento o en otro posterior, en la
medida que indique su voluntad de someterse a la persecución penal, (ii) la personalidad
del imputado y/o (iii) sus relaciones privadas (sus vínculos familiares, laborales) (...)”.
(Casación N° 631-2015-Arequipa, considerandos 6 y 7).

- El peligro de fuga no se configura por el menor hecho de que el imputado tenga pasa-
porte y registre viajes al extranjero

“Otro factor o circunstancia para apreciar el riesgo concreto de fuga es la existencia de


conexiones con otros países o de contactos internacionales (existencia de cierta infraes-
tructura en el extranjero). El hecho de que una persona tenga pasaporte y registre viajes
al extranjero –de los que volvió–, sin señalarse desde los datos de la causa que al lugar
donde viajó tiene conexiones que le permitan quedarse u ocultarse, o que por sus contac-
tos con terceros en el extranjero tienen una infraestructura para albergarlo y evitar que la
justicia lo alcance, obviamente no constituye riesgo alguno de fuga, que por lo demás,
en estas condiciones, puede evitarse con impedimento de salida del país”.
(Casación N° 1445-2018-Nacional, considerando 5).

- Inconcurrencia a citaciones policiales o fiscales puede ser considerado como un indica-


tivo de peligro de fuga y no de obstaculización

“Además, no debe olvidarse que, aunque los investigados decidan no acudir a declarar,
pueden ordenarse los apercibimientos que autoriza la norma procesal para su convoca-
toria y apersonamiento forzoso.

Empero, una vez conducidos a las instancias pertinentes, nada obsta para que estos deci-
dan no declarar, en uno irrestricto de su derecho a no autoincriminación o de guardar
silencio (sin que ello sea entendido como aceptación tácita).

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Así bien los procesados tienen el deber y obligación de concurrir a las citaciones perti-
nentes (bajo los apremios de Ley), el no hacerlo no constituye peligro de obstaculiza-
ción, debido a que la norma procesal cuenta con herramientas para su satisfacción.

En todo caso, dicha inconcurrencia puede ser valorada como indicativo de peligro de
fuga, bajo aspectos de su comportamiento durante el proceso u otros (numeral 4 del
artículo 269 de la norma adjetiva), siempre que sea debidamente sustentada y motivada”.
(Casación N° 1673-2017-Nacional, considerando 9).

- La gravedad de la pena y los indicios de pertenencia a una organización criminal no


son criterios suficientes para justificar la imposición de prisión preventiva

“En definitiva, pues, sostener que pueda bastar la gravedad de la pena y los indicios de
pertenencia a una organización criminal para justificar una orden preventiva de prisión,
es violatorio de los derechos fundamentales a la presunción de inocencia y a la libertad
personal. Este Tribunal considera que pueden ser elementos que contribuyan a presumir
el peligro procesal (ya sea de peligro de fuga o de obstaculización probatoria), pero por
sí solos no son suficientes. De ahí que se discrepe de lo sostenido en el fundamento 54
in fine de la Casación Nº 626-2013 (“en ciertos casos solo bast[a] la gravedad de la pena
y [la imputación de pertenencia a una organización criminal] para imponer [prisión pre-
ventiva]”), por tratarse de una afirmación reñida con la Constitución”.
(STC. Exp. Nº 04780-2017-PHC/TC y Exp. Nº 00502-2018-PHC/TC
(acumulado)-Piura, f. j. 122).

“Conforme al mandato legal la valoración del peligro de fuga comprende cinco criterios
según lo prevé el artículo 269 del CPP, por tanto, la gravedad del delito y la pertenen-
cia a una organización criminal no pueden erigirse como únicos criterios para imponer
la medida cautelar. Por el contrario, la aplicación del dispositivo legal conlleva a valorar
elementos objetivos que den contenido específico al peligro de fuga u obstaculización.

Específicamente, tratándose de procesos complejos contra integrantes de organiza-


ciones criminales, (artículo 6 de la Ley N° 30077 “Ley contra el crimen organizado”)
corresponde al juez examinar la pertenencia a una organización criminal, en función del
elenco de criterios fijado en la casación precitada, vale decir emitir pronunciamiento res-
pecto de: a) la organización criminal en sí misma; b) su permanencia; c) la pluralidad
de investigados; d) la intención criminal, e) la vinculación del investigado con la orga-
nización criminal y, f) el peligro procesal concreto que se configura por pertenecer a la
organización. Quedando proscrito un razonamiento probabilístico del peligro procesal
basado exclusivamente en la gravedad de la pena y la imputación de pertenencia a una
organización criminal.

En términos prácticos en el sistema judicial, los requerimientos de prisión preventiva


son incoados al inicio de la Investigación Preparatoria, y precisamente en esa etapa, con-
forme a la progresividad del acopio de la evidencia, en algunos casos la organización

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PRISIÓN PREVENTIVA

se visualiza en forma incompleta, generalmente respaldada por prueba indiciaria; este


diagnóstico impone al juez de garantías mayor exhaustividad en el análisis de los cri-
terios restantes, en coherencia con la lógica excepcionalísima de la prisión preventiva.

Un razonamiento en sentido contrario, atentaría contra el derecho garantía a la presun-


ción de inocencia y el derecho fundamental a la libertad personal, pues no se cumpliría
con una valoración de carácter personalísimo que corresponde a cada investigado, pues,
“si bien toda organización criminal genera estrategias para eludir el sistema de justicia
y contribuir a la fuga del detenido, se debe fundamentar qué papel juega en ella y qué
grado de mando tiene el detenido, la sede y el espacio físico de actuación de la organiza-
ción criminal, para determinar en el caso concreto la intensidad de este criterio”.

El Tribunal Constitucional en la STC 4780-2017-PHC/TC y 00502-2018-PHC/TC acu-


mulado analiza un criterio de la Corte Suprema a partir de la nuda lectura del funda-
mento quincuagésimo séptimo de la Casación N° 626-2013-Moquegua, el mismo que
hace referencia ineludible al fundamento quincuagésimo octavo que complementa
el razonamiento y exige al juez que valore en forma conjunta los componentes de la
organización criminal y determine qué tipo de peligro procesal surge por la pertenen-
cia a la mencionada organización. En esa inteligencia lo argumentado por el Tribunal
Constitucional se complementa con lo expuesto en los dos fundamentos aludidos en
la mencionada casación, solo de esa manera, se supera cualquier contradicción con la
Constitución”.
(Sala Penal Nacional.
II Pleno Jurisdiccional 2018.
Acuerdo Plenario N° 02-2018-SPN, considerandos 18-22).

- Criterios que deben evaluarse para determinar el peligro de obstaculización

“De otro lado, para calificar el peligro de obstaculización, debe tenerse en cuenta el
riesgo razonable que el imputado: a) Destruirá, modificará, ocultará, suprimirá o fal-
sificará elementos de prueba; y, b) Influirá para que su coimputado, testigos o peritos
informen falsamente o se comporten de manera desleal o reticente. Para fundamentar el
peligro de obstaculización requieren que el peligro sea concreto y no abstracto, lo que
supone que el riesgo ha de derivar de la realización por parte del imputado de conducta
determinada que revele su intención de suprimir la prueba”.
(Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria. Prisión preventiva N° 7-2018 “1”,
Resolución N° 02, considerando 17).

“En este aspecto se analiza si las fuentes de prueba podrían ser afectadas por la con-
ducta del imputado, esto es, que podría destruir, modificar, ocultar, suprimir o falsificar
elementos de prueba e influenciar sobre los órganos de prueba para que informen falsa-
mente, desleal o reticentemente o inducir a otros a realizar tales conductas. Al respecto,
se indica que deberá tenerse en cuenta la capacidad de imputado para acceder por si o a
través de terceros a las fuentes de pruebas o lo que es más peligroso ‘influir sobre otros

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imputados’. El TC comparte tal criterio, puesto que en el caso Humala Tasso preciso
que para justificar el peligro de obstaculización, no se requiere probar que estas con-
ductas efectivamente se han dado, sino solo el riesgo razonable de que puedan dar (ver
SN 1.7)”.
(Sala Penal Especial. A.V. N°06-2018-“5”, considerando 2.4.8).

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