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Perversión en Berlín

En los años 20 el desenfreno invadió las calles de Berlín, lo que


antes podía parecer inmoral se volvió en algo totalmente
permitido dando lugar al erotismo.

Sin prejuicios acogían muy bien a todas aquellas personas que


gustaban de probar y experimentar del sexo en todas las formas
posibles.

Fotografía de la obra de teatro “Kabarett Der Namerlosen” basada en la República de Weimar.


Daggi Binder. (IG @kabarettdernamenlosen)

Tras la primera guerra mundial y la derrota de Alemania se instaura la


República de Weimar, la cual surgió cuando se exilia al emperador Guillermo II
a Holanda, nace un gobierno parlamentario y por primera vez en Alemania su
sistema político se transforma en democracia; es así como la censura en el
teatro, en la literatura y en el cine desaparece, brota una actitud de libertad
entre las personas y Berlín se convierte en la capital del hedonismo.

En los años 20 el desenfreno invadió las calles de Berlín, lo que antes podía
parecer inmoral se volvió en algo totalmente permitido dando lugar al
erotismo; en el día la ciudad era como cualquier otra del mundo, pero por las
tardes y noches la gente podía ser y celebrar su vida sin tener que ocultarse,
explorar su lado salvaje y dejarse llevar por la sensualidad que ofrecían los
diversos sitios del lugar.
Los teatros y los distintos centros nocturnos como sótanos, cabarets e incluso
restaurantes tenían en común actos que se destacaban por el sexo, la sátira e
incluían mujeres desnudas; la cultura y la libertad sexual emanban por todo el
lugar atrayendo a personas de todo el mundo, desde artistas y escritores hasta
arquitectos y científicos, quienes querían vivir la experiencia de la ciudad de
Berlín.

Sin prejuicios acogían muy bien a todas aquellas personas que gustaban de
probar y experimentar del sexo en todas las formas posibles; los gays,
lesbianas y los transgénero que eran rechazados en otros estados y países
eran seducidos por la tolerancia y la discreción de la ciudad. Derivado a la gran
cantidad de gente que visitaba Berlín miles de hombres y mujeres se
dedicaban a alquilar su cuerpo transformando su casas en centros de placer.

Todo lo relacionado con el mundo sexual estaba disponible en las calles de


Berlín, en una noche hasta cien mil prostitutas recorrían la ciudad o trabajaban
en clubes sexuales. Existía un mercado variado de prostitutas, mujeres
embarazadas, con cicatrices o deformidades, madres e hijas vestidas de igual
forma o mujeres que calzaban botas verdes lo cual indicaba su especialidad en
azotes, todas ellas para todo tipo de gusto.

La venta de sexo ofrecía cualquier tipo de fetichismo o perversión, no había ni


un solo antojo sexual que no pudiera saciarse en Berlín, sin embargo, esto
causó que mucha personas hablaran de la ciudad criticando su estilo de vida e
incluso diciendo que el aire tenía alguna especie de toxina que hacía que se
liberan todas las perversiones sexuales, lo llamaba Berlin Air y los berlinenses
realmente pensaban que en el aire había una especie de anfetamina que los
mantenía despiertos y les ayudaba por las mañanas para salir a trabajar;
incluso existían revistas que hablaban respecto a esto.
Fotografía de la obra de teatro “Kabarett Der Namerlosen” basada en la República de Weimar.
Daggi Binder. (IG @kabarettdernamenlosen)

Así que sí, todo lo relacionado a lo sexual lo podías encontrar en cualquier


esquina de Berlín.
Claro que comprar sexo en este país era algo totalmente permitido por la ley.
Y como en toda historia, tiempo y lugar, hay un icono muy importante que
representa las etapas y en los años 20 de Berlín, este icono de pasión y deseo
sexual fue y es Anita Berber, fue una de las primeras bailarinas sin
absolutamente nada de ropa en un escenario alemán, sus gustos no tenían un
límites hacia un género, pues era una mujer bisexual.
Fotografía de Anita Berber. Baile y erotismo en Weimar-Berlín.
Uno de los lugares más populares para vivir una noche divertida sobre sexo,
era en el famoso Residents casino, un lugar en el que sobre todo era para ligar
con un método que hacía especial este palacio de libertad pasional, ya que las
personas se sentaban en unas mesas que cada una estaban numeradas y
podían llamarse de una mesa a otra, en las que las conversaciones claramente
eran eróticas, y luego quedar de verse en un lugar para complir sus fantasias.

En este lugar resaltaba otro detalle, ponían unos tubos neumáticos que
estaban alrededor del club, este tenía el propósito de hacer llegar regalos que
la gente enviaba, de hecho, el mismo club vendía varios artículos para poder
regalar, por ejemplo drogas como la cocaína, condones, etc.

Aquí mismo, había una bodega en el que las personas podían entrar para
satisfacer sus necesidades carnales.

Berlín era el lugar más deseado por visitar para los extranjeros, ya que no
existían tabúes, incluso el fetichismo sexual más cruel o raro, era algo sino
bien visto, neutral. Un gran ejemplo de ello, es que en ese entonces había un
restaurante en el que justo al centro del lugar, había una caja de cristal en el
que adentro se encontraba un hombre muriéndose de hambre, lo tenían ahí
dentro por días sin probar ni un solo bocado de alimento o líquidos,
seguramente en este momento han de pensar “¡Cielos, qué horrible!”, pero
para la gente que iba a comer ahí, les parecía algo muy excitante.

Y a comparación de hace unos años, era bien visto en los 20 de Berlín, la


humillación y el poder que tenían las mujeres en los hombres, era algo muy
excitante para la mayoría de esa población para ambos géneros.
Después de ocho años, se esparció un folleto de propaganda en el que se
acusaba a Berlín.

En 19928, un folleto de propaganda acusó a Berlín de ser un entorno en el que


se habituaba todo lo malvado, la prostitución, las casas de bebida, los cines, el
marxismo, los judíos, las striper y los bailarines negros. Pero esto no quitó la
esencia de la pasión sexual en Berlín, pues empezaron a practicar la
Nadculture, que prácticamente consiste en clubes nudistas.

Tristemente esto no duró mucho tiempo, por cuestiones políticas empezaron a


cerrar varios lugares en el que se podía vivir una experiencia sexual totalmente
abierta.

En los años 33 los bares gays de Berlín empezaron a sufrir operaciones


policiacas, también acosaban a los clientes, cerraban sus clubes, o lo peor que
podía suceder era que los policías nazis los arrestaban o les daban una paliza.
Un cabaret que se llamaba “Los dorados” que era un punto de encuentros para
travestis, fue convertido en un cuartel general nazi.

Y así fue como hubo un lugar del mundo en el que nadie era un bicho raro por
sus gustos y preferencias, en el que la noche era lo más esperado todos los
días y como en todo, siempre hay un final, aunque no siempre es feliz.

Fuentes de información:
1. Ciudades del pecado - Berlín años 20.
Resp. KASKARRABIAS 69. Youtube. 19-05-18. Web. 22-02-19
<https://www.youtube.com/watch?v=ARengSOWdaM>
2. Anarte, Enrique "La capital de Alemania en los años 20: un paseo por el
Berlín de “Cabaret”" Made for minds. 28-12-2018. Web. 22-02-19.
<https://www.dw.com/es/la-capital-de-alemania-en-los-a%C3%B1os-
20-un-paseo-por-el-berl%C3%ADn-de-cabaret/a-46886329>
3. Cabaret., Dir. Fosse Bob. Act. Liza Minnelli, Joel Grey, Michael York,
Marisa Berenson, 1972. Plataforma digital.
4. Cerdá, Manuel. "Berlín Cabaret (II) Sexualidad y política." Texto, video.
Música de comedia y cabaret. 07-07-15. Web. 22-02-19
<https://musicadecomedia.wordpress.com/2015/07/07/berlin-cabaret-
ii-sexualidad-y-politica/
5. Babylon Berlin: Alemania, el renacer. Resp. Movistar+. Youtube. 13-
Noviembre-17. Web. 22-02-19. <https://www.youtube.com/watch?
v=GMsUKzvN3wk&t=449s>

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