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Introducción

Vicente Huidobro nace en Santiago en 1893 y muere en Cartagena en 1948.


Creador y exponente del creacionismo, es considerado uno de los cuatro grandes
de la poesía chilena junto con Parra, Neruda y De Rokha.

En este trabajo se analizará su obra El espejo de agua, publicado en 1916


en Buenos Aires por la editorial Orión. Cabe señalar que ese mismo año, Huidobro
visita Europa junto a su familia. Este viaje influirá claramente en su actividad
creativa, la cual antes de este viaje estaba influida por el modernismo, simbolismo
y romanticismo, elementos patentes en su obra que comprende el período de Ecos
de alma (1911), hasta Adán (1916). Por otra parte, el nombre de este último indica
un hecho asociado al nacimiento del hombre primigenio. Podría entenderse,
entonces, que desde este título en adelante la obra de Huidobro da un giro.

Al igual que toda su obra, este libro no está exento de polémicas: similar a lo
ocurrido con Altazor, la fecha de publicación de este libro es también dudosa.
Huidobro afirma que fue en 1916, en Buenos Aires, teniendo una segunda
publicación en 1918 en España. Sin embargo, varios teóricos suponen como fecha
real de publicación el año 1918. Se desprende de este suceso el carácter
vanguardista de Huidobro, su afán innovador y transgresor, sus ansias de ser un
adelantado a su tiempo (realmente lo fue).

El espejo de agua consta de nueve poemas breves, los que fueron luego
vertidos al francés y se incorporaron a Horizon carré. Este poemario es la antesala
del carácter vanguardista de su futura obra, ya que los poemas se caracterizan por
ser cortos, de verso y estrofa libre, en ellos se borran nexos discursivos y se
superponen las imágenes, guiando su creación literaria hacia Altazor, texto
creacionista por antonomasia. Ligado a lo anterior, el poemario incluye Arte poética,
en el cual nace la afamada concepción del poeta como “pequeño dios”. Así, esta
obra se aleja del romanticismo y modernismo que influyó en su obra inicial.
Los poemas abordan los siguientes temas: autorreflexión poética,
autorreflexión del oficio de poeta, fin de la poesía, reflexión del momento histórico,
entre otros.

A continuación, se analizarán los poemas y se establecerán las posibles


relaciones que haya entre ellos.

Arte poética

Este poema, como Non Serviam y La poesía, es casi un manifiesto del


creacionismo. Se entregan en él los lineamientos para escribir esta nueva poesía
de vanguardia:

Que el verso sea como una llave

Que abra mil puertas

(…)

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;

El adjetivo, cuando no da vida, mata.

A su vez, se entrega también una especie de consejo, antecedido por una


apelación, a la persona que desempeñe el oficio de poeta:

Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!

Hacedla florecer en el poema

Se hace patente aquí uno de los postulados del creacionismo: las palabras
crean realidades, ya no solo las describen. Lo que se debe hacer no es cantarle a
la rosa, como dice textualmente, no es hablar de ella, sino que es crearla, “hacerla
florecer en el poema”. En estos dos versos se resume, maestralmente, lo medular
del creacionismo.
Por otro lado, conforma esta poesía el que será tal vez el verso de oro de
Huidobro:

El poeta es un pequeño Dios.

Se sintetiza en estas seis palabras el oficio de quien escribe creacionismo;


un ser sobrenatural, que por medio de las palabras y su disposición en el poema
crea elementos, no copia ni define.

Por último, se hace patente en este poema el fin de la poesía, como un


proceso que renueva la creación poética anterior, incluyendo nuevos términos,
nuevas maneras de referirse, nuevos roles, en fin, una nueva concepción de la
poesía.

El espejo de agua

A diferencia del primer poema, este no habla de reflexión poética-escritural.


Tiene una métrica y rima irregular.

Las primeras dos estrofas comienzan con “mi espejo”: se hace énfasis,
entonces, en el carácter personal de este poema.

Por otro lado, un motivo importante es el agua, dándole a este elemento las
siguientes características:

Fluidez:

Mi espejo, corriente por las noches,

Se hace arroyo y se aleja de mi cuarto.

Permite movilidad:

Sobre sus olas, bajo cielos sonámbulos,

Mis ensueños se alejan como barcos.


Es así que este elemento se manifiesta de cuatro maneras: como arroyo,
como corriente, como estanque y como mar.

Por otro lado, Cedomil Goic afirma que, en cuanto al temple de ánimo del
hablante lírico, este

se percibe de inmediato como autogozo creador, eufórico y exaltado, de


polaridad positiva bien marcada en lo que afirma y de intensidad mayor
particularmente en el epifonema en que concluye.

El hombre triste / El hombre alegre

Hay una clara oposición semántica en ambos poemas: alegría-tristeza. En el


primero, destacan los siguientes versos
Despierta el recuerdo y el dolor,
Tened cuidado con las puertas mal cerradas.
Hay, entonces, una clara alusión a la tristeza. Por otro lado, se habla de la memoria
que renace con “las puertas mal cerradas”, los ciclos aún no terminados. El
ambiente de este poema es lúgubre, hay alusiones al ámbito sombrío del
sentimiento: dolor, muere, lloran, languidece, obscuro, agonizaban, etc.
En otro aspecto, en “Triste” hay una clara imagen espacial: la casa. Se
nombran la alcoba, la chimenea, los rincones, la ventana, el jardín, etc., como los
espacios en los cuales se desarrolla esta tristeza.
En contraposición, en “Alegre”, el espacio es más abierto: caminos, cielo,
universo, vuelo, son conceptos que actúan como una diferencia de los lugares del
poema anterior.
Por otro lado, el ambiente es más claro, pues se habla del día, ya no hay
noche. Hay presentes niños, árboles, cielo, etc.
Dos versos que pueden resumir estas características, son los que siguen:
El día se rompe contra los vidrios
Y las angustias se desvanecen.
Nocturno / Nocturno II

Al igual que en El hombre triste, en estos poemas el ámbito espacial es la


casa, en la cual reina lo lúgubre:
En la casa alguien ha muerto.

Las sombras salen de debajo de los muebles,


Y allá lejos, los objetos perdidos
Se ríen.

A su vez, se advierten elementos sombríos en ambos textos: hay muerte,


noche, angustia, silencio, miedo, llanto.
En Nocturno, se aprecia un carácter apocalíptico en los versos
Se diría que es el fin de las cosas.
Todo el mundo duerme…
Debido a, tal vez, la coyuntura histórica que rodea la creación de este
poemario: la Primera guerra mundial y sus consecuencias nefastas en la sociedad
mundial.

Año Nuevo / Alguien iba a nacer

Asociado al carácter apocalíptico de Nocturno, se encuentran estos dos


textos. En el caso de Año Nuevo, hay alusiones directas al proceso social que se
está dando en la época:
La película mil novecientos dieciséis
Sale de una caja.
La guerra europea.
Llueve sobre los espectadores
Y hay un ruido de temblores.
Por otro lado, el hablante lírico presenta estos hechos como si se hablara de
dramaturgia, de cine: la película, los espectadores, la sala, tal vez por el hecho de
que todo lo que estaba ocurriendo parecía más ficción que realidad.
En Alguien iba a nacer, se pasa del carácter apocalíptico a un renacimiento
de la sociedad, como algo nuevo y aún en ciernes, en constante proceso de cambio.
Esto se retrata a la perfección en los siguientes versos:
Ciega aún.
Alguien busca una puerta,
Mañana sus ojos mirarán.
Conclusiones

Según se pudo apreciar con el breve análisis temático de los poemas


mencionados, se concluye que esta obra se enmarca dentro del proceso del fin de
la literatura. Esto, debido a que existe una reflexión sobre la poesía dentro del
poema, sobre el proceso creativo del mismo. Este nuevo paradigma estético es
característico de las sociedades posindustriales, lo que se explica por la coyuntura
social en que se enmarca la creación de esta obra.
Por otro lado, tomando como referencia lo visto en clases de Formas del
discurso, esta obra se inscribe dentro de la literatura experimental, pues juega con
el lenguaje, con las formas literarias y reflexiona sobre sí misma. Es la vanguardia
del posestructuralismo.
Asimismo, según el Esquema diacrónico del profesor Juan Zapata, El espejo
de agua se encuentra en los Movimientos de Vanguardia Artístico-Literario, toda vez
que Huidobro atiende a la crisis de la representación de la realidad, creando su
propio manera de crear y recrearla: el creacionismo.
Por último, en cuanto a La noción de literatura de Tzvetan Todorov, en esta
se afirma que la literatura consta de un lenguaje no instrumental, cuyo valor está en
sí mismo. Por otro lado, se advierte belleza (1996, p.19). Ambos elementos, como
se explicó en el análisis, están presentes en esta obra.
Así, el afán de Huidobro de estar a la vanguardia, de ser la vanguardia, se
cumple a cabalidad, pues su obra abre el camino hacia nuevas maneras de pensar
la literatura y la poesía.
Referencias

Goic, Cedomil. Vicente Huidobro, poesía de dos tiempos: “Perit ut vivat”. Artículo
recuperado de [http://revista-
iberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/article/download/6429
/6605]

Huidobro, Vicente (2011). El espejo de agua. Santiago de Chile: Editorial Pequeño


Dios.

Todorov, Tzvetan (1996). Los géneros de discurso. Capítulo “La noción de


Literatura”. Madrid: Editorial Monte Avilés.

Zapata, Juan. Esquemas diacrónicos.


Análisis de El espejo de
agua de Vicente Huidobro

Nombre:
Fátima Morales Bustamante

Ciudad Universitaria, 03 de julio de 2014

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