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LA ENTREVISTA COMO ESTRATEGIA DE ABORDAJE (*)

Cristina de León, Blanca García, Carla Giordano, Magdalena Marqués, Juan


Luis Mila, Claudia Ravera, Cristina Steineck, Viviana Trías, Jeannette
Podbielevich. Psicomotricistas

Este trabajo es producto de un grupo de estudio de psicomotricistas coordinado


por el Prof. Dr Luis Prego Silva.
En un momento del proceso reflexivo de este grupo surge la necesidad de
organizar un protocolo, guía de entrevista, como respuesta a la importancia que ha
cobrado la o las entrevistas con los los padres en el diagnóstico y proceso
terapéutico en psicomotricidad.
Esta jerarquización progresiva de la entrevista se fue dando en forma paralela con
una serie de cambios fundamentales en el concepto de alteración psicomotriz y de
la postura frente al niño que llega a tratamiento.
En el marco de una visión global del individuo, término que implica concebir al niño
como unidad somática, afectiva y cognitiva, con una historia y una situación actual,
entendemos que la alteración psicomotriz no es una dificultad aislada sino que se
inscribe dentro de la personalidad total.
Es una dificultad que se estructura a lo largo del desarrollo, con un significado para
el niño, para la familia y para el medio y, que traduce y a su vez condiciona una
determinada forma de relacionarse con el mundo, siendo este entorno, uno de los
factores que a su vez, posibilitan la estructuración de esta dificultad.
Al analizar la entrevista como instrumento clínico, se nos hizo evidente que el
proceso terapéutico comienza ya con el primer contacto con los padres.
Diferenciamos así en este proceso terapéutico dos etapas:
Una primera etapa que llamamos de aproximación diagnóstica, que implicaría la
entrevista inicial con los.padres, una o varias sesiones de observación de la
actividad psicomotriz del niño y, una instancia de devolución y formalización del
contrato de trabajo.
La segunda etapa es el tratamiento psicomotor propiamente dicho.
Es este tratamiento con el niño y las sucesivas entrevistas con los padres, lo que
nos permitirán ir precisando o remodelando el diagnóstico y el proyecto de
tratamiento inicial.
En este trabajo, nos referiremos a la primera etapa del proceso terapéutico,
centrándonos en la entrevista con los padres, ya que consideramos la alteración
psicomotriz, como ¡o dijimos anteriormente, como una dificultad que se estructura
a lo largo del desarrollo del niño y, es al conocimiento de la historia de ese
desarrollo a lo que apuntamos.
En psicomotricidad, la entrevista, es entonces una instancia de investigación
clínica, en la cual el psicomotricista, manteniendo una actitud de escucha y
receptiva, que favorezca el diálogo, le da un lugar a los padres y facilita el aporte
de datos del desarrollo psicomotor.
En un intento de organizar los datos del desarrollo que entendemos útiles y
fundamentales, para la aproximación diagnóstica y para establecer los objetivos
del tratamiento es que hemos elaborado un protocolo de entrevista.
Es importante aclarar aquí que este protocolo, no es, ni debe ser, aplicado como
un cuestionario, sino que es utilizado como guía, y es muy posible, que esta serie
de datos requieran ser recogidos no sólo en la entrevista inicial, sino en los
sucesivos encuentros con los padres en el curso del tratamiento.
Empleado de esta forma, nos posibilitará tener presente en el transcurso de la
entrevista, aquellas áreas sobre las que nos interesa investigar.
Las áreas sobre las cuales nos interesa indagar y que dan forma a este protocolo,
las podríamos agrupar en dos niveles: por un lado lo que se refiere al niño y su
dificultad en el momento actual, y por otro, lo referente a la historia del desarrollo.
En este encuadre de entrevista, consideramos de mucho valor para nuestra
aproximación diagnóstica, en primer término, la presentación de los padres, con
qué expectativas vienen ellos al tratamiento psicomotor, y cómo presentan ellos la
problemática del niño.
Las áreas a investigar son las siguientes:
1. Identificación del niño.
2. Motivo de consulta.
3. Historia de consultas médicas, paramédicas y otros tratamientos.
4. Núcleo familiar.
5. Principales actividades e intereses del niño.
6. Escolaridad.
7. Antecedentes"personales y desarrollo psicomotor.

Los desarrollaremos brevemente:


1. Identificación del niño como se hace usualmente. Debe ser completa y precisa.
2. Motivo de consulta: Se abre el diálogo con una pregunta amplia acerca del
motivo de consulta actual. Por quién fue derivado (neuropediatra, psiquiatra,
psicólogo, maestra) y diagnóstico.
Los padres aportan su punto de vista sobre el niño y la dificultad. Cómo y cuando
se manifiesta, cómo la vive el niño y los padres y qué valor tiene para ellos el
problema.
Cuáles aspectos del problema jerarquizan.
Es frecuente observar en la práctica que la dificultad a la que los padres dan más
valor, no es la dificultad principal, sino que forma parte de un conjunto de
dificultades de mayor entidad.
Muchas veces el verdadero motivo de consulta surge en el correr del proceso
terapéutico.
3. Interesa conocer la historia de consultas médicas, paramédicas y tratamientos
actuales o por los que haya pasado el niño, de esta especialidad o de otras.
Solicitamos también los estudios realizados.
Este aspecto nos permite conocer si hay dificultades a otros niveles del desarrollo
(fonoaudiológico, psicológico, pedagógicos) y cómo ha sido encarada la
problemática general del niño.
4. Núcleo familiar Es de valor investigar sobre la constitución del grupo familiar.
Qué lugar ocupa el niño y cómo son las relaciones con los integrantes de este
grupo.
Dónde y con quién pasa el niño la mayor parte del tiempo. Si hay instancias
familiares compartidas (paseos, juegos).
Cuál es la actividad de los padres, lo que condicionará seguramente el valor que
éstos den al síntoma.
Cuáles son las condiciones de vivienda y espacio, que posibiliten o no experiencias
psicomotrices en el niño.
5. Principales actividades e intereses del niño.
Un aspecto importante y a tener en cuenta es la actividad e intereses principales
del niño.
Cuál es el tiempo ocupado en actividades preestablecidas (es- colares, clases
paralelas, otros tratamientos), con qué tiempo cuenta fuera de estas actividades y
en que lo ocupa.
Posibilidades e interés por el juego. Qué capacidad tiene de jugar solo o en grupo.
Qué tipos de juego lo atraen. Si le atraen o realiza juegos que le permitan una
actividad
corporal. Qué valor dan los padres al juego del niño, si lo posibilitan o
estimulan.
Investigar sobre el juego del niño es de suma importancia, ya que, en el
tratamiento psicomotriz, partimos del juego espontáneo, porque como dice
Winnicott, (1) "esta es una intensa realidad para el niño", "jugar es hacer", "es-
siempre una experiencia crea- dora", "una forma de comunicación". "Conduce a
relaciones de grupo, facilitando así el crecimiento y el aprendizaje". Y también i¿en
el juego y sólo en él, pueden el niño y el adulto crear y usar
toda la personalidad, y el individuo descubre su persona sólo cuando se muestra
creador".
Creemos importante recordar aquí también a Piaget (2), en lo referente al juego
simbólico, como medio de asimilación de lo real al yo, ya que el niño se ve
obligado a adaptarse a un mundo que no llega a comprender bien, por lo tanto
necesita de un sector de la actividad que transforme lo real a las necesidades del
yo, construyendo además un lenguaje simbólico propio construido por el yo y
modificable a la medida de las necesidades. El juego para Piaget se encuentra
también al servicio de intereses cognitivos.
6. Escolaridad
Los datos referidos al rendimiento escolar surgen general- mente en forma
espontánea. Interesa preguntar sobre cambios de escuela, integración escolar,
aceptación o rechazo por el grupo, aceptación o rechazo por la escuela y las
actividades escolares.
Cómo vive el niño su dificultad en la escuela y qué valor le dan en ese medio.
7. Nos referiremos ahora a los antecedentes personales y al desarrollo psicomotor.
Para no hacerlo excesivamente extenso, hemos sintetiza- do acá los puntos claves
a investigar, con respecto a los anteceden- tes personales y al desarrollo
psicomotor, cuya necesidad de profundizar variará de acuerdo a cada caso en
particular.
a) Antecedentes personales Embarazo: - deseado o no
- actitud frente al mismo - factores físicos y emocionales
- sexo esperado - movimientos fetales
- Parto: - si fue a término o no - duración - presentación - maniobras
- Primeros contactos con la madre: - incubadora o no -alojamiento conjunto -
amamantamiento
- - tipo de sostén y manipulación
- En las diferentes etapas del desarrollo: - características personales del niño -
relación de interés por objetos y personas -juegos y juegos corporales - conducta
del sueño - conducta alimentaria - enfermedades e internaciones - intervenciones
quirúrgicas - tolerancia de los padres a la motilidad y exploración del niño.
- b) Desarrollo psicomotor
- - sonrisa social - mirada - sostén cefálico -juego con sus manos - prensión
- - posición sentado - rodado - gateo - posición de pie
- - marcha - imitación -comunicación gestual, verbal - funciones práxicas: comer,
- vestirse
- actividades gráficas otras.
- Es nuestro interés profundizar en la fundamentación de los datos obtenidos en
este item ya que nos acercan a una interpretación de cómo han sido los orígenes
de lo que el Prof. Aucouturier (3) llama la expresividad psicomotriz, que es esa
forma particular de cada individuo de ser y estar en el mundo.
- Según Aucouturier (3), la expresividad psicomotriz, actualiza, una vivencia lejana
cuyo sentido puede ser captado gracias a las variaciones más diversas de su
relación tónico-emocional con las personas, con el espacio y con los objetos.
- Los datos apuntan a formarnos una idea global del desarrollo del niño del punto
de vista psicomotor, afectivo y cognitivo. En qué momento del desarrollo se hace
evidente la instalación del síntoma psicomotor y que fenómenos pueden haber
incidido en su estructuración.
- El Prof. de Ajuriaguerra (4), sostiene la importancia dé recoger datos biográficos
sobre la primera etapa del desarrollo, tanto sobre el equipamiento anátomo-
fisiológico, como sobre el tipo de relaciones que estableció el niño con su entorno,
a fin de comprender mejor las praxias y sobre todo las dispraxias.
- Por esta razón investigamos sobre datos pre y perinatales y de las primeras
etapas del desarrollo.
- Los datos referentes a los primeros contactos con la madre, al tipo de sostén y
manipulación son de fundamental importancia ya que al comienzo las primeras
reacciones del niño son reacciones tónicas, estas reacciones, inconscientes,
adquieren valor de comunicación en la medida en que son comprendidas por el
adulto. El niño capta a través del contacto, las reacciones tónicas de la madre en
su modo de tomarlo, moverlo, hablarle, mirarlo. Se establece así un diálogo
tónico, anterior al lenguaje, base de toda relación posterior.Debemos tener
presente que el componente tónico-emocional primario, como dice Ajuriaguerra
(4), juega un rol en la evolución posterior del sistema motor y que su
desorganización puede comprometer a la acción misma.
- El niño pasará de vivir en una fase de indiferenciación con el otro, de una etapa
en la que vive el cuerpo del otro y el suyo como una sola cosa a descubrir su
propio cuerpo, a través de los movimientos que le son impuestos y por la
actividad automática-refleja, para adquirir luego en el curso de la maduración una
capacidad para experimentar y vivir sus propias experiencias. Cuerpo que se
transforma en actuante.
- Descubre así el placer de la acción, de jugar con el cuerpo del otro, con los
objetos y con su cuerpo (manos, pies), de modificar su forma, de desplazarse. El
placer de vivenciar su cuerpo a través del juego corporal, etapa fundamental que
debe ser plenamente vivida.
- Por eso preguntamos por juegos corporales en las diferentes etapas del
desarrollo. Sobre la tolerancia y miedos de los padres a la motilidad y la
exploración del niño y posibilidades de experiencias que se le brinden.
- Todo esto apunta a conocer la forma especial en que el niño ha investido el
movimiento, el espacio y los objetos.
- Profundizamos en los dos primeros años de vida, ya que es el período sensorio-
motor, como lo llama Piaget (2), ya que es a través de la acción sobre los objetos
y el mundo que el niño irá conociendo y construyendo la realidad de un punto de
vista espacial temporal y causal. En estas primeras etapas, a falta de lenguaje y
función simbólica, esta construcción se efectuará apoyándose en percepciones y
movimientos, esto es mediante una coordinación senso-motora de la acción para
más adelante dar lugar a la representación y al pensamiento.
- Al referirnos a los datos del desarrollo psicomotor, debemos aclarar, que no sólo
nos interesa en qué momento aparecen las conductas motoras y práxicas sino
cómo ha sido su adquisición.
- El proceso de maduración, junto a las experiencias que el medio le brinda, van
permitiendo al niño un desarrollo psicomotor, que le permite mayor libertad de
movimientos y una independencia que le posibilitará conquistar y explorar el
espacio y el mundo de los objetos y de los demás.
- Le permitirá sentirse bien en su cuerpo, ocupando el espacio y moverse en él con
una motilidad intencional y más adelante simbolizada.
- Recordaremos aquí, nuevamente a Ajuriaguerra (4), cuando vincula al desarrollo
de la inteligencia, al desarrollo motor, al del esquema corporal y a la afectividad.
- No queremos terminar, sin retornar a ¡a razón de la elaboración de este protocolo:
que nos permita en sucesivos encuentros con los padres ir organizando los datos
de la historia del niño que nos llega para tratamiento, entendiendo la alteración
psicomotriz como la consecuencia de una cadena de fenómenos que la
anteceden y como expresión de un trastorno más global. Siendo nuestro
propósito interpretar de la forma más exacta posible, y en el con- texto de su
historia personal, lo que esta alteración es a cada niño.

- Bibliografía.
- (1) Winnicott,D., Realidad y juego, editorial Gedisa, España, 1978..
- (2) Piaget, J., Inhelder, B., La psicología del niño, Ediciones Morata, Madrid, 1978.
(3) Lapierre, A., Aucouturier.B., Simbología del movimiento. Psicomotricidad y
educación, editorial Científico-Médica, Barcelona, 1977.
- (4)Aucouturier,B.;Darrault,I.;Empinet,J.L.,Lapráctica psicomotriz. Reeducación y
terapia, EditorialCientíñco médica, Barcelona, 1985
- (5) de Ajuriaguerra, J.; Manual de Psiquiatría infantil. EditorialToray-Ma- son,1980.
(cap. 11)
- (6) de Ajuriaguerra, J.; "Las dispraxias en el niño".
-

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