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Introducción
Si la inteligencia es nuestra salvación, la estupidez es nuestra gran amenaza. Por ello
merece ser investigada, como el sida.
Si la estupidez no tuviera algún parecido que le permitiese pasar por talento, progreso,
esperanza o perfeccionamiento, nadie querría ser tonto.
- Inteligencia estructural: 1º Piso ! capacidad intelectual. La que miden los test de inteligencia.
También denominada inteligencia computacional.
- Uso de la inteligencia :2º Piso ! uso que hacemos de la capacidad intelectual. Es la inteligencia en
acción. No se mide en los test.
Cuando la vergüenza desborda sus límites y dirige la vida entera de una persona puede
considerarse un fracaso de la inteligencia.
fracasa cuando se equivoca en la elección del marco. El marco superior jerarquía para el
Para solucionar todos los problemas de este capítulo: uso racional de la inteligencia el
cual busca evidencias universales que se pueden compartir. Distingue entre uso racional
e irracional de la inteligencia: el uso racional consiste en buscar evidencias compartidas,
ya que eso es imprescindible para convivir
III. Los fracasos afectivos
Las emociones se vuelven irracionales cuando se adueñan de toda la mente humana. Las
diferentes experiencias afectivas se organizan en:
-Celos: muy relacionados con la envidia. Una persona es celosa por amor propio.
Marina pretende ayudarnos a conseguir una personalidad inteligente para que podamos
ser felices. Un problema de la gente joven es creer que es necesario gustar a todo el
mundo, cuando eso es imposible e innecesario.
Los estilos afectivos, que son laboriosas construcciones biográficas, forman parte de
nuestro carácter. Son aprendidos y, a veces, pueden ser desaprendidos. Como más vale
prevenir que curar, trabajo en una psicología emergente, que estudie la emergencia de
una personalidad a partir de la fisiología, del temperamento, la educación y el
entramado social. Se trata de una psicología evolutiva y evaluativa que tiene como
meta ayudar a la aparición de una personalidad inteligente, es decir, en las mejores
condiciones posibles para ser feliz, y que tiene su prolongación en una pedagogía de la
posibilidad, de la creación y de los recursos personales.
reparto de cartas que nos ha correspondido al comenzar el juego de la vida. Nos hace
naturaleza”. Sin duda son muy estables, pero son aprendidos. Aquí hay que situar los estilos
-Personalidad elegida: es el modo como una persona concreta en una situación concreta se
Todos nacemos con una personalidad recibida, una matriz personal que nos hace
propensos a la felicidad o a la desdicha. Los psicólogos infantiles que ha estudiado el
temperamento hablan de niños difíciles o de niños con un tono hedónico negativo.
Afortunadamente no se trata de un determinismo biográfico irremediable. Salvo en
casos patológicos, las propensiones temperamentales pueden cambiarse o al menos
reciclarse. A mis alumnos más jóvenes suelo decirles que la inteligencia humana se
parece mucho al juego de póquer. Al comenzar la partida, al nacer, nos reparte unas
cartas, genéticas o de baraja. Hay naipes mejores y naipes peores, y es mejor tenerlos
buenos. Pero no suele ganar el que tiene las mejores cartas, sino el que sabe jugar mejor.
Al educar la inteligencia lo que estamos haciendo es enseñar a jugar bien… con lo que
se tiene, que muchas veces no es mucho.
Los estilos afectivos son uno de los componentes del carácter. Como todos los hábitos,
acaban formando parte de la inteligencia computacional. Van a su aire. Son fuentes de
ocurrencias, mecanismos activos de la memoria, una segunda naturaleza. Seleccionan
información, dirigen la experiencia animan a la acción o la disuaden. Pero atención, son
aprendidos, y eso nos abre la puerta para intervenir en la construcción de nuestra
maquinaria mental, de nuestra inteligencia computacional.
Para saber como podemos ayudar a su construcción podemos indicar sus ingredientes
principales: 1) El sistema de deseos y proyectos. 2) Las creencias sobre el
funcionamiento del mundo y sobre lo que podemos esperar de él. 3) Las creencias sobre
uno mismo y sobre su capacidad para enfrentarse con los problemas. Es fácil ver que se
mezclan hábitos afectivos y hábitos cognitivos. Así estamos hechos.
V. El fracaso de la voluntad