Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
net/publication/270684327
CITATIONS READS
4 6,653
1 author:
Lluís Flaquer
Autonomous University of Barcelona
149 PUBLICATIONS 569 CITATIONS
SEE PROFILE
Some of the authors of this publication are also working on these related projects:
Father involvement and child well-being with a particular emphasis on shared parenting View project
All content following this page was uploaded by Lluís Flaquer on 11 January 2015.
Pero hay algo más. En esos años también ha cambiado tanto la na-
turaleza como el valor del empleo, al menos para las categorías altas y
medias de la población. El trabajo ha pasado de ser una especie de
condena a eludir a una fuente de realización personal. Con la configu-
ración del trabajo como bien escaso en las sociedades occidentales y su
conversión en privilegio y génesis de status social este proceso se inten-
sifica. Cabe afirmar que esos cambios han afectado tanto al empleo de
41
los hombres como de las mujeres, pero para éstas últimas no tan sólo
ha representado una renta emocional y simbólica, sino sobre todo una
garantía del mantenimiento de su recién ganada independencia.
Habría que interpretar la escasa fecundidad de las mujeres espa-
ñolas (una de las más bajas del mundo) a la luz de esas consideracio-
nes anteriores. En los últimos años la mujer en España se ha incorpo-
rado en masa a la educación media y superior hasta el punto de que
en la Universidad predomina ya sobre los varones. Se ha alcanzado
un punto de no retorno. Sin embargo, esta estrategia se está revelan-
do frustrante en unos momentos en que la precariedad del mercado
de trabajo no autoriza muchas esperanzas en lo que concierne a la
creación de empleo. Contrariamente a lo que se cree, en nuestra so-
ciedad, las mujeres no dejan de tener hijos porque trabajen sino todo
lo opuesto. Hasta que no obtienen un empleo no pueden procrear
porque se convertirían en dependientes de su marido y ello hoy en
día es difícilmente aceptable para una mujer, especialmente si ha cur-
sado estudios. Así que las grandes dificultades que los jóvenes en-
cuentran para formar familias son por supuesto atribuibles a diversos
factores, como la falta de empleo, la carestía de la vida, el encareci-
miento de la vivienda, etc., pero todo ello opera en un contexto de
mayor independencia de la mujer y de su negativa a seguir las huellas
de la gran mayoría de sus madres y abuelas, cuya identidad como
mujeres se compendiaba en la fórmula plasmada en su propio DNI:
«De profesión, sus labores.»
de subsidios para los hijos (child benefits) y ayudas monetarias para las
familias monoparentales (income support).
¿Qué hacer, pues, ante esta situación de crisis? Existen varias op-
ciones, que tal vez no sean totalmente incompatibles entre sí. Una de
ellas podría ser hacer una apuesta decidida a favor del crecimiento
progresivo del Estado del Bienestar, que en nuestro país todavía se
halla a unos niveles muy inferiores a los de la media europea. A pesar
de que la coyuntura actual no parece ser muy favorable a esta solu-
ción, seguramente se impondrá como imperativo ante el aumento del
número de ancianos que viven solos y que en los próximos años van a
requerir cuidados que no les podrán suministrar sus familiares. Ello
supondría la creación de puestos de trabajo en el sector público de
servicios sociales. Así, en el modelo sueco clásico existe casi un pleno
empleo de las mujeres (lo cual les permite una mayor independencia)
gracias al desarrollo de numerosos empleos relacionados con el Esta-
do del Bienestar, además de muchos trabajos a tiempo parcial que les
permiten conciliar su vida profesional y familiar. Con ello, en aquel
país, una importante proporción de mujeres accedieron al empleo ha-
ciendo labores asistenciales parecidas a las realizadas en las familias,
pero con cargo a los presupuestos del Estado, a cuyas arcas contribu-
yen a través del sistema fiscal. De esta forma se ganan la vida cuidan-
do a personas que no son sus familiares.