VII. EL NUEVO PARADIGMA CRIMINOLÓGICO: EL LABELLING APPROACH O ENFOQUE
DE LA REACCIÓN SOCIAL. NEGACIÓN DEL PRINCIPIO DEL FIN O DE LA PREVENCIÓN.
1. EL LABELLING APROACH: UNA REVOLUCIÓN CIENTÍFICA EN EL ÁMBITO DE LA
SOCIOLOGÍA CRIMINAL.
Los tipos de comportamiento dependen mucho menos de una actitud interior
intrínsecamente buena o mala, social o asocial, valorable positiva o negativamente por parte de los individuos, que de la definición legal que distingue -en un momento dado y en una sociedad dada- el comportamiento criminal del lícito. Se revela como determinante el problema de la definición del delito con las implicaciones político-sociales que él exhibe. Es esto lo que acontece con las teorías de la "reacción social" o labelling approach, puestas hoy en el centro de la discusión en el ámbito de la sociología criminal. Es imposible comprender la criminalidad si no se estudia la acción del sistema penal que la define y que reacciona contra ella. El estatus social del “delincuente” (como estatus social) presupone el efecto de la actividad de las instancias oficiales del control social de la delincuencia (o sea que para ser delincuente tienen que haber tenido efecto las actividades de las instancias), de manera tal que no llega a formar parte de ese estatus (delincuente) quien, habiendo tenido el mismo comportamiento punible, no ha sido alcanzado aún por la acción de aquellas instancias. Este último, por tanto, no es considerado por la sociedad como “delincuente” ni se lo trata como tal. En este sentido, el labelling approach se ha ocupado hasta ahora de las reacciones de las instancias oficiales del control social, consideradas en su función constitutiva respecto de la criminalidad. Desde este punto de vista se estudia el efecto estigmatizante de la acción de la policía, de los órganos de acusación pública y de los jueces. 2. LA ORIENTACIÓN SOCIOLÓGICA DENTRO DE LA CUAL SE SITÚA EL LABELLING APPROACH.
El horizonte de investigación dentro del cual se sitúa el labelling approach está
en amplia medida dominado por dos corrientes de la sociología estadunidense estrechamente vinculadas entre sí. Según el interaccionismo simbólico, la sociedad (esto es, la realidad social) está constituida por una infinidad de interacciones concretas entre individuos, a quienes un proceso de tipificación confiere un significado que es abstraído de las situaciones concretas, y continúa extendiéndose por medio del lenguaje. Asimismo, según la etnometodología, la sociedad no es una realidad que pueda ser conocida sobre el plano objetivo, sino como producto de una "construcción social", obtenido gracias a un proceso de definiciones y de tipificaciones por parte de individuos y de grupos diversos. En consecuencia, según el interaccionismo y la etnometodología, estudiar la realidad social (por ejemplo, la desviación) significa esencialmente estudiar estos procesos partiendo de los que se aplican a simples comportamientos y llegando hasta las construcciones más complejas, como la propia concepcióndel orden social. La criminología positivista, y en buena parte la criminología liberal contemporánea, piden de prestado al derecho y a los juristas sus definiciones del comportamiento criminal, y estudian este comportamiento como si su cualidad criminal existiese objetivamente. Según el interaccionismo simbólico, la coordinación de los comportamientos en relación con ciertas normas no se efectúa de manera automática sino que depende de algunas condiciones, y por ello tal coordinación debe considerarse como una operación problemática. Dos distinciones conceptuales son fundamentales para el modo como la teoría de la desviación se ha desarrollado en el marco del interaccionismo simbólico. La primera distinción es la que se opera entre comportamiento y acción. La acción es el comportamiento al cual le ha sido atribuido un sentido o un significado social dentro de la interacción. Esta atribución de significado que "transforma" elcomportamiento en acción se produce según algunas normas.Aquí interviene la segunda distinción. Hay normas socialesgenerales, como por ejemplo las normas éticas o las normasjurídicas; pero también hay normas o prácticas interpretativas que determinan la interpretacióny la aplicación de las normas generales a las situacionesparticulares. Estas normas o prácticas interpretativas y deaplicación están en la base de cualquier interacción social. Ydeterminan el "sentido de la estructura social". La pregunta relativa a la naturaleza del sujeto y del objetoen la definición de los comportamientos desviados haorientado las búsquedas de los teóricos del labellingapproachen dos direcciones: una dirección ha conducido al estudio dela formación de la "identidad" desviada y de lo que se definecomo "desviación secundaria",es decir el efecto de laaplicación de la etiqueta de "criminal" (o también de “enfermo mental”), sobre la persona a quien se adosa la etiqueta; y la otra dirección conduce al problema de la definición, de laconstitución de la desviación como cualidad atribuida a comportamientosy a individuos en el curso de la interacción.
3. EL COMPORTAMIENTO DESVIADO EN CUANTO COMPORTAMIENTO
ETIQUETADO COMO TAL. La más importante consecuencia de la aplicaciónde sanciones consiste en un cambio decisivo de la identidadsocial del individuo; un cambio que tiene lugar en elmomento en que se le introduce en el estatus de desviado. Según Lemert, una distinción central para una teoríade la desviación basada en la perspectiva de la reacción social es la que se practica entre delincuencia "primaria"y delincuencia "secundaria". Lemert desarrolla particularmenteesta distinción para mostrar cómo la reacciónsocial o el castigo de un primer comportamiento desviadotiene a menudo la función de un "commitment to deviance",generando, por medio de un cambio de la identidad social delindividuo estigmatizado de ese modo, una tendencia a desempeñarel papel social que la estigmatización le ha asignado. Mientras la desviación primaria se remite,pues, a un contexto de factores sociales, culturales y psicológicosque no se centran en la estructura psíquica del individuo,y no conduce por sí misma a una "reorganización de la actitud que el individuo tiene hacia sí mismo y hacia su funciónsocial", las desviaciones posteriores a la reacción social,comprendidas la incriminación y la pena, están fundamentalmentedeterminadas por los efectos psicológicos que tal reaccióntiene en el individuo que es su objeto;el comportamientodesviado (y el papel social correspondiente) posterior a la reacción "deviene un medio de defensa, de ataque o de adaptaciónrespecto a los problemas manifiestos y ocultos que secrean por la reacción social a la primera desviación". Los resultados de esta primera direcciónde investigación en la criminología inspirada en el labellingapproach sobre la desviación secundaria y sobre las carrerascriminales, ponen en duda el principio del fin o de la prevencióny, en particular, la concepción reeducativa de la pena. Esos resultados muestran, en efecto, que la intervención delsistema penal, y especialmente las penas que privan de libertad,en lugar de ejercer un efecto reeducativo sobre el delincuente,determinan, en la mayor parte de los casos, una consolidaciónde la identidad de desviado del condenado y suingreso en una verdadera y propia carrera criminal. "Si tratamos como criminal a unapersona, es probable que se convierta en tal."
5. LOS PROCESOS DE DEFINICIÓN DEL SENTIDO COMÚN EN EL
ANÁLISIS DE LOS INTERACCIONISTAS Y DE LOS FENOMENÓLOGOS. Los procesos de definición que llegan a ser significativos dentrodel modelo teórico en examen no pueden limitarse a losrealizados por las instancias oficiales del control social; antesbien, se identifican, en primer lugar, con los procesos dedefinición del sentido común, los cuales se producen en situacionesno oficiales aun antes de que las instancias oficialesintervengan, o aun de un modo del todo autónomo respecto de su intervención. La desviación es un proceso en el curso del cual algunosindividuos pertenecientes a algunos grupos, comunidades y sociedades a) interpretan un comportamiento como desviado,b) definen una persona, cuyo comportamiento correspondaa esta interpretación, como alguien que forma parte deuna cierta categoría de desviados y c) ponen en acción un tratamientoapropiado frente a esta persona. No es el comportamientopor sí mismo el que desencadena una reacción por la que unsujeto hace la distinción entre "normal" y "desviado", sinosolamente su interpretación, que hace de este comportamientouna acción provista de significado. En un cierto sentido,el comportamiento es indiferente en relación con lasreacciones posibles, en la medida en que es la interpretaciónla que decide lo que es o no calificado de desviado.En consecuencia, todas las preguntassobre las condiciones y las causas de la criminalidad setransforman en interrogantes sobre las condiciones y las causasde la criminalización, ya sea desde la perspectiva de la elaboración de las reglas (penalización y despenalización, es decir criminalización primaria), o bien de la aplicación de lasreglas (criminalización secundaria: proceso de aplicación delas reglas generales). La manera en que los miembros de lasociedad definen un cierto comportamiento como de tipo criminalforma parte, por eso, del cuadro de la definición sociológica del comportamiento desviado, y su estudio debe, precisamentepor esta razón, preceder al examen de la reacciónsocial ante el comportamiento desviado. Lo que la criminalidad es se percibe fácilmente, en verdad,observando la reacción social frente a un comportamiento, encuyo contexto un acto se interpreta (valorativamente) comocriminal, y a su autor se le trata en consecuencia. Partiendode tal observación podrá fácilmente advertirse que el comportamientocapaz de desencadenar la reacción social ha deser el que pueda perturbar la percepción habitual, de routine, es decir el comportamiento que suscita indignación moral,embarazo, irritación, sentimiento de culpa y otros sentimientosanálogos entre las personas implicadas. Tal comportamientoes, ante todo, aquel percibido como opuesto al "normal", y lanormalidad es la representada por un comportamiento predeterminado en las propias estructuras, según ciertos modelosde comportamiento, y correspondiente al papel y posición dequien actúa. El análisis del proceso del etiquetamiento en el plano delsentido común muestra, pues, que para que un comportamientodesviado sea imputado a un autor y éste sea consideradocomo violador de normas, para que le sea adosada una "responsabilidadmoral" por el acto que ha infringido la routinees necesario que desencadene unareacción social correspondiente.Hay,en verdad, condiciones cuya inexistenciajustifica una excepción; evita,digamos, la definición de desviación y la correspondiente reacción social. Estas condiciones, que podrán llamarse condicionesde adscripción de la responsabilidad moral en el sentido común, han sido analizadas por Peter McHugh, quien las reagrupa en dos categorías: a) la convencionalidad: se preguntasi las circunstancias habrían podido permitir un comportamiento diferente, esto es, si la voluntad y la intenciónhan estado involucradas en el caso, o si, por el contrario, la acción ha sido fortuita o debida a un constreñimiento o a unevento excepcional; b) la teoricidad: se pregunta si el autor tenía conciencia de lo que hacía, si sabía que obraba contra las normas. Las condiciones generales que determinan la aplicación"con éxito" de la definición de desviación en el plano del sentidocomún, es decir, la adscripción de responsabilidad moraly una reacción social correspondiente, son entonces: 1) uncomportamiento que infrinja la routine, alejándose de los modelosde las normas establecidas; 2) un autor que, si hubiesequerido, habría actuado diversamente, es decir conforme a lasnormas; 3) un autor que sabía lo que estaba haciendo.