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que es un clamar «abba» (Rom 8,15; Gal 4,6), que es

Oir lo que vosotros estáis oyendo. Sólo ver no basta.


una exuberancia del conocimiento de fe y proviene del Al ver debe añadirse el oir. Sólo se puede ver debidamente
fondo de la comunidad de don con el Padre y el Hijo. a Jesús cuando se oye lo que dice sobre él la revelación.
El fondo más íntimo del que brota el diálogo del alma Ver los acontecimientos históricos y oir lo que la revela-
con Dios es la unión con él según el arquetipo de la unión ción de Dios dice sobre ellos: esto es lo que da al cris-
de Jesús con Dios, del Hijo con el Padre. tiano el verdadero conocimiento que proporciona gozo.
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Y vuelto hacia sus discípulos, les dijo a solas: Di-
chosos los ojos que ven lo que estáis viendo. 24 Porque yo 3. OBRAS Y PALABRAS (10,25-42).
os digo: muchos projetas y reyes quisieron ver lo que
vosotros estáis viendo y no lo vieron, y oir lo que vosotros Jesús va por el país dispensando beneficios y anunciando la
estáis oyendo, y no lo oyeron. palabra de Dios. Los discípulos sólo están pertrechados con el
amor al prójimo, que se extiende al mundo entero (10,25-37), y
en la palabra, que se recibe escuchando a Jesús.
Sólo a los discípulos reveló el Hijo quién es el Padre.
Los inició en su singularísima relación con el Padre. La
entera historia salvífica aguardaba la satisfacción de este a) Amor al prójimo (10,25-37).
anhelo. Los profetas miraban y escudriñaban sólo desde
muy lejos qué nos es aportado por la salvación y quién es 25
Entonces se levantó un doctor de la ley que, para
el que nos la trae. La soberanía de los reyes era caduca y tentarlo, le pregunta: Maestro, ¿qué debo hacer para he-
perecedera, imperfecta y limitada; ellos miraban al rey redar la vida eterna? 26 Él le contestó: ¿Qué es lo que
cuya soberanía no tiene límites. Los profetas eran porta- está escrito en la ley? ¿Cómo lees tú? 21 Y él le respon-
dores de la palabra divina, los reyes eran administradores dió: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con
del poder divino. Jesús reúne en sí a ambas prerrogativas, toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente,
la palabra y la autoridad, la palabra llena de autoridad. y a tu prójimo como a ti mismo. 28 Jesús le dijo: Bien
Dichosos los ojos que ven lo que estáis viendo. Los has respondido; haz esto y vivirás.
discípulos deben ser y permanecer conscientes de la gra-
cia de que Dios les haya revelado el conocimiento del Jesús ha hablado de la victoria sobre Satán, los dis-
Mesías y el comienzo del tiempo de salvación. En estas cípulos mismos han experimentado el reino de Dios, sus
palabras resuena también el júbilo de la Iglesia primitiva, nombres están inscritos en las listas de ciudadanos del cie-
que transmitió estas palabras, porque ella misma estaba pe- lo, son llamados dichosos porque están viviendo el tiem-
netrada del gozo del don de la fe. A los pequeños y a los po de la salvación: nada más normal que preguntar qué
ignorantes se reveló lo que se negó a los sabios y a los en- hay que hacer para entrar en la vida eterna. Asunto serio,
tendidos. Los discípulos son dichosos porque son peque- cuestión candente, que el rico planteó a Jesús (Me 10,17)
ños y pobres. y que dirigían a los doctores de la ley sus discípulos.

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NT, Le I, 20
«Rabí, enséñanos los caminos de la vida, para que por dades de la revelación necesitan ser compendiadas y pre-
ellos alcancemos la vida del mundo futuro» " . sentadas sistemáticamente a fin de que sirvan para la vida
El doctor de la ley preguntó a Jesús para tentarlo. Lo religiosa.
interpela como maestro y doctor, y quiere probarlo y ver El precepto del amor a Dios (Dt 6,5) con entrega de
qué puede responder a su pregunta candente. Hace la todas las potencias del alma a Dios, con una existencia
pregunta como la hacían los judíos y pregunta por las dedicada a él sin reserva, era formulado diariamente ma-
obras. Las obras exigidas por la ley, salvan; lo que se tiene ñana y tarde por los judíos del tiempo de Jesús en su
en cuenta son las obras, no la actitud interior. ¿Qué obras profesión de monoteísmo. Este precepto liga al hombre
y qué preceptos son los que importan? Los doctores de con Dios hasta en lo más profundo de su ser. Con este
la ley hablaban de seiscientos trece preceptos (doscientos precepto está asociado el precepto del amor al prójimo
cuarenta y ocho mandamientos y trescientas sesenta y cinco (Lev 19,18). El amor a uno mismo se presenta como me-
prohibiciones). dida del amor al prójimo.
La respuesta a la pregunta del doctor de la ley indica Con esto se dice mucho. La actitud fundamental del
la ley misma, la ley escrita de la Sagrada Escritura. Jesús hombre debe ser el amor. El hombre que cumple la vo-
halla la respuesta en la ley, en la que se da a conocer la luntad de Dios y corresponde a su imagen, no es el que
voluntad de Dios. La ley muestra el camino para la vida piensa únicamente en sí sino el que existe para Dios y para
eterna. Los doctores de la ley habían tratado de compen- el prójimo. Dios es el centro del hombre, pues lo ama
diar los mandamientos y prohibiciones tan numerosos, re- con toda su alma y con todas sus fuerzas. El amor a sí
duciéndolos a unas cuantas leyes. Un medio de lograrlo era y el amor al prójimo está absorbido por esta entrega total
la «regla áurea»: Lo que a ti no te agrada, no lo hagas a Dios. En el amor del prójimo se ha de expresar el amor a
a tu prójimo; esto es toda la ley, todo lo demás es ex- sí mismo y la entrega a Dios.
plicación (rabí Hilel, hacia el año 20 a.C). Otro doctor Todas las leyes dadas por Dios arrancan de este pre-
de la ley indicaba el precepto del amor al prójimo (Lev cepto del amor y desembocan en él como en su meta. El
19,18). El doctor de la ley que interrogó a Jesús resumía amor es el precepto más importante, el que todo lo abarca y
toda la ley en los mandamientos del amor de Dios (Dt todo lo anima. El amor es el sentido de la ley. Si se expone
6,5) y del amor del prójimo (Lev 19,18), al igual que la ley de tal manera que se viole el amor o no se le per-
Jesús (Me 12,28). Esta manera de compendiar la ley no mita desarrollarse, se comete un error. Toda ley, incluso
debía de ser conocida para el judaismo del tiempo de las establecidas en la Iglesia, debe servir al amor. Para
Jesús". Jesús da la razón al doctor de la ley por hallar llegar a la vida no basta el conocimiento del mandamiento
compendiada la ley en estos dos mandamientos. Las ver- más importante y decisivo. Se requieren también las obras.
Haz esto y vivirás.
77. BlLLERBECK 1, p . 808.
78. En el Testamento de los doce patriarcas (escrito judío no exentu de 29
añadiduras cristianas), Testamento de Isacar 5,2, se dice: «Amad sólo al Pero él, queriendo justificarse, preguntó a Jesús:
Señor y a vuestro prójimo.» ¿Y quién es mi prójimo?

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Los fariseos cuidaban mucho de su prestigio. Se jus- Jericó (350 m bajo el nivel del mar) está mil metros
tificaban. «El fariseo, erguido, oraba así en su interior: más bajo que Jerusalén (740 metros sobre el nivel del
¡Oh Dios! Gracias te doy, porque no soy como los de- mar). El camino solitario y rocoso (unos 27 kilómetros)
más hombres...» (18,11). Jesús les echa en cara que se va por una región en que abundan los barrancos. Asaltos
justifican delante de los hombres (16,15). ¿Merecía repro- de ladrones se refieren desde la antigüedad hasta la edad
che el doctor de la ley cuando preguntaba, aunque sabía moderna. Un hombre bajaba a Jericó. No se menciona su
lo que hay que hacer para alcanzar la vida eterna? ¿No nacionalidad ni su religión. Era un hombre. Esto basta
había todavía bastantes preguntas que reclamaban solución, para el amor. Es posible que los ladrones fueran guerri-
aunque eran claros los mandamientos más importantes? lleros celotas fanáticos que se ocultaban en las grutas y
El doctor de la ley hace una pregunta que no había ha- escondrijos de aquella región y vivían de la rapiña, pero
llado todavía una solución clara y decisiva. ¿Quién es mi que no quitaban a sus compatriotas más que lo que nece-
prójimo? ¿Dónde están los límites del precepto del amor? sitaban para vivir y, sobre todo, no atentaban contra la
La ley extiende el amor a los compatriotas y a los extran- vida si ellos mismos no se veían atacados. Aquí aparece
jeros que viven en Israel (Lev 19,34). En el judaismo la víctima de los ladrones en un estado lastimoso: des-
tardío se restringió el amor de los extranjeros a los ver- pojado de todo, molido a golpes, medio muerto. El hom-
daderos prosélitos (gentiles que habían aceptado la fe en bre debió sin duda defenderse cuando se vio asaltado por
un solo Dios, se circuncidaban y observaban la ley). Los los ladrones.
fariseos excluían también del amor al pueblo ignorante
de la ley. Se negaba el amor a los contrarios al partido. 31
Casualmente, bajaba un sacerdote por aquel camino,
La ley de Dios deja por tanto cuestiones pendientes. Sólo
y, al verlo, cruzó al otro lado y pasó de largo. n Igual-
el espíritu de Dios puede resolverlas en la debida forma.
mente, un levita que iba por el mismo sitio, al verlo,
cruzó al otro lado y pasó de largo. 33 Pero un samaritano
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Jesús continuó diciendo: Un hombre bajaba de Je- que iba de camino, llegó hasta él, y, al verlo, se compa-
rusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, que, además deció; 34 se acercó a él, le vendó las heridas, ungiéndolas
de haberlo despojado de todo y molido a golpes, se fueron, con aceite y vino, lo montó en su propia cabalgadura, lo
dejándolo medio muerto. llevó a la posada y se ocupó de cuidarlo. 35 Al día siguien-
te, sacó dos denarios y se los dio al posadero, diciéndole:
Jesús cuenta un relato. El Evangelio de Lucas narra Ten cuidado de él; y lo que gastes de más, yo te lo pagaré
cuatro más de este estilo. Las parábolas comparan el cuando vuelva.
obrar divino con el humano. La acción de Dios se hace
comprensible a partir de lo que hace el hombre. En cam- Jericó era una ciudad sacerdotal. Sacerdotes y levitas
bio, en estos relatos se presenta el hombre a los hombres (servidores del templo, cantores) habían desempeñado su
para que examinen su comportamiento tomando como nor- ministerio en el templo y volvían a casa. Con gran efecto
ma al hombre mostrado por Jesús. se repite: Al verlo cruzó al otro lado y pasó de largo.

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Por qué pasaron de largo sacerdotes y levitas no se dice Jesús le pregunta: ¿Cuál de estos tres te parece que vino
en la narración. Quizá porque les pareció que el hombre a ser prójimo del que había caído en manos de los la-
tan malherido estaba muerto y no quisieron tocarlo, pues drones? En la pregunta del doctor de la ley ocupa el cen-
el contacto con un cadáver causaba impureza legal (Lev tro el que pregunta; en la pregunta de Jesús, el necesitado
21,1). ¿Quizá porque temían caer también en manos de de socorro. Según el precepto de la ley, tal como lo inter-
los ladrones? ¿O porque no querían detenerse? En todo preta Jesús, es prójimo todo el que tiene necesidad de
caso les movía más su propio interés que la compasión por ayuda. Nada tienen que ver aquí la nación, la religión, el
el miserable, si es que la sentían. En su calidad de sacer- partido. Todo hombre es prójimo. Donde la necesidad
dotes y levitas servían a Dios, eran personas que encarna- llama a la misericordia, también llama a la acción el pre-
ban el precepto del amor a Dios. Pero ¿el amor al próji- cepto del amor del prójimo.
mo? Se establecía separación entre culto y misericordia. Jesús no dio una respuesta abstracta, teorética. No
Los samaritanos son enemigos del pueblo judío. No dijo: El prójimo es cualquier persona que se halla en es-
hay contacto entre unos y otros. Se odia por las dos par- trechez y necesita ayuda. Da más bien una indicación
tes. Una vez más vuelve a decirse: Al verlo. Pero inme- práctica. La pregunta de Jesús se refiere a la acción, y la
diatamente viene la mutación: Se compadeció. Esta com- acción se rige conforme a las circunstancias. Al responder
pasión no es estéril. El samaritano obra como se debe el doctor de la ley no pudo menos de confesar: El que
obrar en esta situación. Cuidadosamente se describen los practicó la misericordia con él. Jesús invita a obrar: Haz
seis actos de amor que se practican con la mayor sencillez tú lo mismo. El amor al prójimo es amor de obrar. «Hi-
y naturalidad, no sólo en el momento presente, sino hasta jitos, no amemos de palabra ni con la lengua, sino de
la curación del herido. Los dos denarios dados al posa- obra y de verdad» (Un 3,18). «Si un hermano o hermana
dero era lo que se pagaba a los jornaleros por dos días se encuentran desnudos y carecen del alimento diario, y
de trabajo. No es mucho. En efecto, en Italia, hacia el alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y har-
año 140 a.C. se pagaba 1,32 denarios al día por la pen- taos, pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de
sión completa. Lo que hace el samaritano no es precisa- qué servirá esto?» (Sant 2,15ss).
mente un acto heroico, pero sí todo lo que era necesario Los dos ministros del culto divino solemne sirvieron
para salvar al desgraciado. ciertamente a Dios, pero no al prójimo que se hallaba en
la necesidad. El samaritano los aventaja en el cumpli-
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¿Cuál de estos tres te parece que vino a ser prójimo miento de la ley... Jesús echa mano de la doctrina profé-
del que había caído en manos de los ladrones? 37 El doctor tica: «Misericordia quiero, y no sacrificio» (Os 6,6).
de la ley respondió: El que practicó la misericordia con La mejor preparación para el cumplimiento del pre-
él. Díjole Jesús: Pues anda, y haz tú lo mismo. cepto del amor al prójimo es un corazón accesible a la mi-
seria, el sentir misericordia o, como lo expresa la sencilla
La pregunta de Jesús suena como algo inesperado. El psicología de la Biblia: el «conmoverse las entrañas» a la
doctor de la ley había preguntado: ¿Quién es mi prójimo? vista de la miseria humana. Cuando un hombre se siente

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mal al ver la miseria, está preparado para el amor. «Bien- por nombre Lidia, traficante en púrpura, de la ciudad de
aventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán Tiatira, que adoraba a Dios, y a la cual el Señor abrió el
misericordia» (Mt 5,7). corazón para atender a lo que Pablo decía. Una vez que
El mayor impedimento es el corazón endurecido. La se hubo bautizado ella y los de su familia, nos rogó di-
misericordia debe convertirse en amor de obras, tal como ciendo: Si me habéis juzgado fiel al Señor, entrad y que-
lo exige el momento. El precepto del amor no puede des- daos en mi casa. Y nos forzó a ello» (Act 16,14s).
menuzarse en artículos. Lo que la realidad muestra, exige
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y hace posible, eso debe hacerse. Así obró el samaritano Tenía ella una hermana llamada María, la cual senta-
en su situación. Así se pone en práctica la entrega a la da a los pies del Señor, escuchaba su palabra. 40 Marta,
voluntad de Dios. En efecto, el que ama prácticamente y entre tanto, andaba muy atareada con los muchos queha-
sabe responder a todo llamamiento de la miseria humana, ceres del servicio; por fin, se presentó y dijo: Señor, ¿es
ése es obediente a Dios. que no te importa que mi hermana me deje sola para ser-
vir? Dile, pues, que venga a ayudarme.

b) Escuchar la palabra (10,38-42). María, hermana de Marta, se sentó a los pies de Jesús.
Estaba sentada, como Pablo a los pies de Gamaliel, su
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Siguiendo ellos su camino, entró Jesús en cierta al- maestro (Act 22,3). Jesús es maestro, María su discípula.
dea; y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Los doctores judíos de la ley no explican la ley a las
mujeres. El Maestro, en cambio, que es también Señor,
El comienzo de esta narración tiene semejanza con anuncia su doctrina también a la mujer (8,2). Lucas pre-
la primera del relato del viaje. Se pone de relieve el ca- senta el hecho con palabras que procedían de la comu-
minar de Jesús. Aquí halla Jesús lo que no había hallado nidad primitiva: Jesús es el Señor, María escucha la pa-
en la aldea de Samaría: alojamiento. No se nos dice dónde labra. La Iglesia es la comunidad de los que no cesan de
se hallaba esta aldea ni cómo se llamaba. Según la tradi- oir la palabra del Señor (8,21). Jesús se ve honrado en
ción de san Juan se trataba de Betania (Jn 11,1), que su visita de dos maneras. María está sentada, sin hacer
estaba situada cerca de Jerusalén. Esto no podía decirlo nada, a los pies del Señor y escucha sin pestañear su pa-
Lucas, aunque lo supiera. En efecto, Jerusalén es la meta labra. Marta andaba muy atareada, preocupada por el
de la expedición, que sólo se podía alcanzar cuando hu- servicio de la mesa. Jesús es honrado con las obras de
biera llegado la hora de su muerte y de su ascensión un amor que presta servicios y con el hecho de escuchar
al cielo. su palabra, como lo dijeron los padres de la Iglesia: con
Una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Jesús la vida activa y con la vida contemplativa. Marta sirve a
se hospedó en la casa a fin de que fuera oída su palabra. Jesús atareada con muchos quehaceres, María sirve sin
Como Marta, también otras mujeres acogieron y alojaron atarearse con muchos quehaceres, como dice san Pablo
a los mensajeros del Evangelio: «Escuchaba una de ellas, cuando recomienda la virginidad: «Y esto lo digo miran-

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