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Capítulo VI: La conformación básica del agro moderno 1880-1914

La ocupación del espacio y la expansión del transporte

La combinación de las necesidades de expansión de la ganadería, de la defensa de los


pobladores de frontera y de dirimir el conflicto con Chile por la ocupación del sur hizo que
se liberara un enorme territorio para uso ganadero y posteriormente agrícola.

Hasta 1880 se habían alcanzado a construir más de 2500 kilómetros de vías férreas, y se
concentró inicialmente en Buenos Aires y Rosario. La red ferroviaria alcanzó más de 9400
km y valorizó tres puertos: Bahía Blanca, BsAs y Rosario. La configuración de la red
ferroviaria argentina ha sido representada como parte del modelo agroexportador y de
acuerdo con las necesidades de Gran Bretaña.

En relación con el movimiento fluvial, se destacaba la gran importancia del transporte a


través del sistema formado por ríos Paraguay-Paraná-Uruguay y el Río de la Plata.

El movimiento portuario de Buenos Aires, el más significativo del país, se basaba en


razones políticas y en intereses económicos. El mismo se desarrollaba por medio de
lanchas y carros que internándose en el Río de la Plata recibían cargas de los barcos
anclados lejos de la costa.

Tres sectores caracterizaban la zona portuaria:

 el que corresponde a Córdoba, mitad del sur de Santa Fe, y parte del río Paraná, es el
sector de explotación del puerto Rosario;
 el que incluye el sur de Córdoba y San Luis y mitad de Buenos Aires, que constituye el
sector del puerto Buenos Aires – La Plata;
 el que abarca mitad de Bunoes Aires y rincón este de La Pampa, sector vinculado a los
puertos marítimos de Buenos Aires , Mar del Plata a Bahía Blanca.

3. La notable expansión de la agricultura.

Los actores sociales de la expansión agrícola.


Buenos Aires ocupaba el primer lugar en la producción agrícola, seguida por Córdoba. La
Pampa, incorporó hectáreas para el trigo. Mientras que Santa Fe disminuyó su producción
de trigo, su volcándose a la de maíz.
Estos importantes movimientos intrarregionales son combinación de varios fenómenos.
Por un lado, la relocalización de los diversos cultivos en función de las zonas de mejor
aptitud natural. Por otro, el avance del ferrocarril y nuevos puertos, que hacen viable el
transporte del cereal en términos económicos y permiten el abastecimiento de las
poblaciones que se van localizando en espacios relativamente vacíos. Otro aspecto
significativo está dado por la combinación de agricultura y ganadería, en función a las
estrategias de los actores sociales con las distintas formas de acceso a la tierra.

El país se autoabastecía de trigo y harinas para su consumo interno. La gran expansión de


la producción de un país de pocos habitantes y por ende de escaso consumo interno
coloca a la Argentina como un gran exportador de trigo, maíz y lino.

El proceso de evolución implicó un cambio total en las formas de producir y de los actores
sociales involucrados. También se desataca: la influencia de los procesos de colonización
en la expansión de la agricultura cerealera en Santa Fe y Córdoba; la extraordinaria
inmigración desarrollada en ese periodo, predominio de italianos (en zona pampeana) y la
aparición de una importante red de comerciantes.

La agricultura requirió de una gran cantidad de población que tuvo lugar a partir de dos
grandes movimientos poblacionales. El de los emigrantes internos, que se desplazaron
desde otras regiones hacia la pampeana y el flujo migratorio del exterior.

El desarrollo de cinco líneas ferroviarias impulsó en forma notablemente acelerada la


radicación de una gran cantidad de migrantes.

Dado el rápido éxito alcanzado en la producción agrícola dominada por las colonias, un
importante sector de propietarios de tierras se volcó al arrendamiento. Estos procesos se
desarrollaron hasta 1895, en que el valor de la tierra comenzó a aumentar
significativamente por el desarrollo del ferrocarril y los altos beneficios que arrojaba la
actividad agrícola.

Por otras parte, los obreros realizaban extensas jornadas de trabajo. Además tenían
salarios muy bajos, corrían riegos, se lastimaban, había malas condiciones de trabajo,
manejaban complejas máquinas.

Los nuevos procesos productivos y tecnológicos de la agricultura pampeana.

Los cambios centrales en la agricultura se vincularon con la incorporación de nuevas


variedades vegetales de mejor rendimiento y con la incorporación de maquinaria agrícola
e instrumentos. Otro importante adelanto fue el uso de semillas de buena calidad.

En 1910 llegaron equipos de tracción llamados locomóviles, lo que suprimió los bueyes o
caballos y a los peones ligados a su manejo.

Las transformaciones tecnológicas y el complejo agroindustrial fueron debidos a la


iniciativa privada. En todas estas actividades el papel del Estado nacional y el de los
estados provinciales fue pobre. La ausencia estatal tuvo como principal problema la falta
de un adecuado sistema de movilización de las cosechas. Desde los sectores más
avanzados de la sociedad nacional se impulsó la generación de los aparatos estatales
básicos. Es así que en 1872 se creó el Departamento de Agricultura.
Las estructuras financieras, comerciales e industriales ligadas a la agricultura pampeana.
Los grandes propietarios rurales trabajaban directamente con los bancos, mientras que los
arrendatarios, medieros y los pequeños ganaderos y productores se integraban al circuito
bancario a través de una red acopiadora de granos, de martilleros y rematadores de
ganado.

El sistema bancario estaba conformado por los bancos oficiales y los privados. El Banco
Nación controlaba casi un tercio de las transacciones bancarias directas.

El desarrollo de la agricultura impulsó la creación de diversas industrias procesadoras. En


las colonias santafesinas, asociados estrechamente con la expansión de trigo se fueron
instalando molinos harineros. En 1893, Santa Fe cubría la totalidad de la demanda
nacional de harina.

4. La estructura agraria pampeana conformada hacia fin del período.


Las estrategias de acceso a la tierra y su puesta en producción eran complejas, y los
productores llevaban adelante distintas opciones, generalmente en búsqueda de rápidos
excedentes y no necesariamente de asentarse como propietarios. Eso explica la prioridad
dada a inversiones en cierto tipo de capital (maquinarias) que permitiera abordar la
agricultura extensiva frente a las posibilidades de compra de tierras, disyuntiva presente
en diversos periodos históricos.

Se fueron generando diversas capas de propietarios de acuerdo a los sucesivos desarrollos


productivos y sociales.

Es importante asociar los actores y las modalidades contractuales a las diferentes


producciones y formas de producir. El arrendamiento en la pampa argentina es una
categoría que solo indica una alternativa de acceso a la tierra. La región pampeana fue
muy relevante tanto en la agricultura como en la ganadería. Por un lado permitió la
flexible articulación de los factores productivos, por otro, la transferencia de excedentes a
distintos propietarios del suelo.

1. La constitución del complejo productivo azucarero.


En el siglo XIX, el sector azucarero tucumano comenzó su proceso expansivo. Tucumán
era una provincia con un importante desarrollo agrícola asentado en pequeñas y
medianas explotaciones orientadas tanto al mercado como al autónomo. La caña de
azúcar tenía el quinto lugar en superficie cultivada pero el primero respecto de los montos
de capitales invertidos. Los sectores comerciales más poderosos de la provincia
impulsaron la modernización inicial de la industria azucarera. La creciente
especialización en esta producción, así como también la de aguardientes, le permitió a
Tucumán llegar a los mercados de las provincias cercanas.

A partir del 1881, el ferrocarril se expandió por todo el territorio de la provincia ampliando
en gran medida la superficie cultivada con caña, lo que provocó a su vez un gran aumento
del valor del suelo. En 1885, se inició un proceso de continua suba las tarifas aduaneras
para los azucares importados.
La expansión del azúcar en Tucumán se dio en un proceso internacional de grandes
innovaciones tecnológicas en los países europeos.

En 1889, la producción de azúcar de Tucumán representaba el 81% del total nacional. La


expansión se basó en la articulación de los complejos agroindustriales con diversos
productores de la caña de azúcar.

En ese periodo el ciclo productivo del azúcar estuvo permanentemente condicionado por
dos tipos de factores. El primero tiene que ver con el volumen de la producción. La
tendencia central fue que la alta inversión de capital que determinó una gran expansión
de la superficie sembrada también se tradujo en una gran mejora técnica del proceso
industrial, lo cual ocasionó un crecimiento de la oferta. En cuanto a la producción agrícola,
se difundieron prácticas agronómicas como la adecuación del periodo de plantación y
cosecha y las labores culturales adecuadas. En su conjunto incrementó la productividad de
azúcar por hectárea. El segundo factor se relacionó con la demanda nacional, la cual se
caracterizaba por un crecimiento que acompañaba al de la población.
La distribución de la población en las provincias del norte sufrió importantes
modificaciones. Las migraciones intrarregionales adquirieron un carácter masivo
favoreciendo a la provincia de Tucumán.

2. La consolidación de la producción vitivinícola.


La llegada del ferrocarril a Mendoza en 1895 provocó un doble efecto de debilitar el papel
de la región como productora triguera y al mismo tiempo de especializarla en la
producción vitivinícola con destino al resto del país.
El cultivo de viñas comenzó a gravar la mitad que el resto de los cultivos. El gobierno
provincial también realizó importantes inversiones en irrigación.

3. La explotación de los bosques en el norte.


Comenzó a adquirir una gran importancia la explotación de bosques. Para 1914 existían
leñadores mayoritariamente en Santiago del Estero, Chaco y Santa Fe. Pero en
Santiago del Estero la escasez de agua y las dificultades de desarrollo de producción
agrícola hicieron a la industria forestal totalmente dependiente del ferrocarril.

En el Chaco oriental se extraía el quebracho colorado. La explotación de este producto se


inició en 1890 con una pequeña fábrica de extracción de tanino. Esta empresa se
expandi´p rápidamente en tierras propias y arrendadas, y construyó una red propia de
ferrocarriles.

La explotación de los bosques era realizada por empresarios que tenían una estrecha
dependencia de las compañías procesadoras. Estas monopolizaron el comercio regional de
importación y exportación.

Otra zona relevante de explotación forestal era Misiones, donde el objeto principal de la
actvidad forestal era la explotación de la yerba mate. Los trabajadores argentinos,
brasileros y paraguayos podaban las ramas con hojas y las llevaban a los hornos. Los
empresarios se encargaban de la recolección y recibían un adelanto monetario con el que
contrataban a los peones y compraban insumos.

4. La producción de tabaco en Corrientes y Misiones.


En Corrientes y Misiones la producción de tabaco tiene una larga tradición. El cultivo de
tabaco es complejo y requiere múltiples cuidados culturales, y una alta mano de obra.
Además, el proceso de secado requiere procedimientos refinados. Luego de 1895, se
realizó en Corrientes una gran extensión del cultivo. La gran producción de ese año
promovió una severa crisis porque el mercado consumidor todavía no aceptaba
plenamente el tabaco nacional frente a la competencia extranjera. La producción
nacional, por razones de calidad, debía ser cruzada con tabacos extranjeros para satisfacer
la demanda. La protección generada por los impuestos aplicados no impedía su
importación y se compensaba con bajos precios a los productores locales.

El Departamento Nacional de Agricultura realizó esfuerzos para mejorar la producción de


tabaco. Introdujeron semillas de Cuba para adaptarlas y distribuirlas a los agricultores de
las regiones tabacales, lo que determinó que las variedades criollas se modificaran. En
Corrientes, la expansión de siembra de éste producto estuvo asociada al desarrollo de la
colonización. Las características de la oferta nacional del tabaco y las complejidades del
mercado demandante dificultarían una expansión sostenida durante este período.

5. La expansión de los ovinos hacia la Patagonia.


Hasta 1880 las provincias de Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego
estaban en manos de indígenas. Pero Carmen de Patagones fue un polo de difusión de
ganado vacuno, permitiendo la exportación de carne salada. Fortalecidos con el
intercambio con los indígenas, los comerciantes de la cuidad compraban ganado robado a
la provincia de Buenos Aires con destino al mercado chileno.

Llegan inmigrantes de diversas nacionalidades que organizan la expansión de estancias en


Neuquén y Río Negro.

Las estancias requerían grandes extensiones de tierra dada la escasez de agua. Establecían
su casco en las zonas con mayores pastos donde se llevaban los rebaños de ovejas para su
tratamiento. La instalación de las graserías hacia 1895 y los frigoríficos en el siglo XX
impulsaron la reconversión hacia el ganado de raza Lincoln, de mayor peso y crecimiento
más rápido. La tierra fue siendo apropiada por quienes poseían capital suficiente para
afrontar la instalación, con terrenos disponibles para su libre elección.

La región patagónica tiene ahora una importante cría de ovejas para la producción y
exportación de lanas.

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