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CRÍTICA DE LIBROS 161

MICHEL MAFFESOLI: La part du diable: Précis de subversion postmoderne,


Flammarion, París, 2002. 251 páginas.
El autor de Elogio de la razón sensi- sociología o la filosofía dominantes tie-
ble y, más recientemente, del libro El nen grandes dificultades para analizar la
instante eterno, vuelve por sus fueros con vida orgiástica —o simplemente para
un texto exquisitamente postmoderno: por observarla— es porque ellas están atrapa-
su temática, por su estilo, por la agude- das en ese postulado moderno que es la
za de su variadas sugestiones, por la lógica de la identidad”; p. 197), como
persistencia —casi obsesiva— de una también en el terreno de lo político don-
síntesis entre rigor intelectual y capaci- de Michel Maffesoli ha logrado posicio-
dad para desafiar el lenguaje y sus encie- nar una doble mirada: tanto de los proce-
rros (sobremanera, sus encierros discipli- sos políticos mismos y su peculiar feno-
narios que tanto daño han hecho en el menología de lo cotidiano, como de los
mundo académico). paradigmas tradicionales de la Ciencia
Con el libro La parte del diablo, Mi- política, brutalmente cuestionados en toda
chel Maffesoli se reafirma en un tipo de la obra de este autor.
reflexión sobre las derivaciones del Mal “No hay nada peor que aquéllos que
que tiene un trayecto bien ubicado en la quieren hacer el bien, en particular, el bien
producción nietzscheana y que Jean Bau- para los otros” (p.11). La ironía de la pa-
drillard elevó al paroxismo de la razón en labra oblicua recorre el texto de un lado a
su libro La transparencia del mal (“este otro. El desvelamiento de las hipocresías
libro quiere indicar una tendencia de fon- de los buenos está en todos los poros de
do de la vida postmoderna: la ligazón este libro. No para reivindicar linealmente
orgánica entre el bien y el mal”; p. 23). un “principio del mal”, sino para hacerse
La familiaridad de estos textos (de su plas- cargo de este lado oscuro de la existencia
ticidad y su impronta literaria) no es que las religiones, las ciencias y las dis-
casual. Más allá de las proximidades in- tintas moralidades intentan inútilmente
telectuales parisinas —que son pocas—, escamotear con toda clase de simulacros.
de las combinaciones académicas —casi La gran conclusión de este interesante
inexistentes— o de los repartos calcula- libro se resume en estas alentadoras pa-
dos de elogios y reconocimientos —aje- labras de su autor: “desde el punto de
nos a los estilos de trabajo de estos auto- vista social uno puede subrayar que más
res— lo que en verdad resalta es una clara allá del proyecto higienista propio de la
propensión al cultivo del lenguaje pulsio- modernidad occidental, del riesgo cero y
nal, metafórico, aforístico. Modos de decir la asepsia generalizada de la existencia,
y modos de pensar van de la mano. Esti- el deseo del mal retoma siempre fuerza
lo y contenido se entrecruzan, solicitán- y vigor” (p.176); “el reto de la mutación
dose de ambos lados. Esta condición del postmoderna…consiste en reconocer la
análisis está presente tanto en la agenda parte del diablo, saber hacer su buen uso
de problemas propiamente epistemológi- para que no sumerja al cuerpo social”
cos, donde una perspectiva postmoderna (pág. 17).
ha radicalizado la crítica de la razón cien-
tífica y sus múltiples engendros (“si la RIGOBERTO LANZ

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