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DEFENSA

XX

"Soy puesto para la defensa del Evange-


lio". Filipenses 1:17.

GUARDANDO LIMPIA NUESTRA LABOR


POR CRISTO.
1
Por
L. O. ENGELMANN.

INSTITUTO BíBLICO DE GuAYAMEO,


San Jeronimito, Guerrero, México.

EDITORIAL JOSE M. CAJICA JR., S. A.


19 Sur 2501
Puebla, Pue., Méx.
1973
INTRODUCCION

Hemos considerado en números anteriores de DEFEN-


SA las bases de nuestra fe como Cristianos. Las hemos com-
parado con las enseñan~as de los Saduceos modernos, los
Modernistas, que ahora pretenden llamarse ••Liberales", aun-
que nada tienen de liberales, ya que enojados y con desprecio
se oponen a todo aquel que no quiere seguir sus teorías. Til-
dan de ignorante a los que no caen luego en sus trampas,
aunque generalmente ellos mismos son los ignorantes, por
tener menos preparación y sus mentes cerradas a las ideaa
que no van de acuerdo con sus filosofías.

Estoy convencido que la gran mayoría de mis hermanos


Bautistas en México, y en toda la América Latina, creen en
la Biblia, y de cora2;ón desean guardar puro nuestro Santo
Mensaje. Pero muchos están algo inciertos acerca de cómo
lograr esto. El propósito de esta obrita es dar varias suge-
rencias sobre esto, para que podamos tener Iglesias, y aso-
ciaciones limpias y una convención también limpia. Pero
mis amables lectores deben leer con cuidado y estudiar dete-
nidamente lo que en seguida se dice, especialmente los pasajes
bíblicos. Se necesita valor santo para llevar a cabo lo que
se resuelve y debe hacerse. Dios necesita hombres que a nadie
teman sino a Dios.
CAPITULO I.

LA ENSE~ANZA BIBLICA.

Para comenzar es necesario precisar claramente cuál es


nuestro Mensaje. Lo que es el Evangelio, se declara bien en
1 Corintios 15: 1-4. ''Además os declaro, hermanos, el evan-
gelio que os he predicado, . . . Que Cristo fue muerto por
nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue se-
pultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escri,
turas''.

Muy sencillamente se presenta aquÍ lo que es el Evange-


lio. No es de una reformación de vida. No es reformar la
sociedad. No es establecer instituciones buenas. No es ini,
ciar leyes buenas y reformar las existentes. En esencia, NO
es un movimiento social, sino la salvación del pecador por
la muerte y resurrección de Jesucristo, el Hijo de Dios.

Aquí los, Qristianos nos separamos de todo movimiento


humano. Los hombres buscan hacer ellos las reform~ Los
Cristianos buscamos proclamar lo que Dios hi~. y loo que
continúa haciendo en la vida y alma de la; que reciben a
Cristo como Rey.

Por supuesto que nuestra vida tiene su lado social. Nues•


tra salvación se muestra en sus frutos en nuestra vida. El
hombre salvo, que nació desde arriba, del Espíritu Santo,
procurará de ser justo en sus tratos con sus semejantes. Pero
estas buenas obras son resultado de la salvación, de modo
que nuestras a;cciones sociales tienen un lugar secundario a
la salvación del alma. La salvación del alma producirá co-
mo fruto, las acciones sociales, mientras que sí se da un lu•
gar prominente a esas acciones sociales, éstas destruyen la
vida espiritual y nulifican el Evangelio.

En Tito 1:9•11, se nos dice que el obispo (pastor) debe


ser (v. 7) "Retenedor de la fiel Palabra que es conforme
a la doctrina: para que también pueda exhortar con sana
doctrina, y convencer a los que contradijeren, porque hay
aún muchos contumaces, habladores de vanidades, y enga•
ñadores de las a;lmas, mayormente los que son de la circun•
cisión, a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan
casas enteras, enseñando lo que no conviene, por torpe ga•
nancia".

Nótese aquí que se hace énfasis en la sana doctrina.


Nótese también que el pastor debe tratar de taparles la boca
a los que así andan enseñando un falso evangelio. Nótese
también que los falsos predicadores lo hacen para hacerse de
torpes ganancias. Buscan ser los líderes, los grandes, y ocu-
par los puestos de mayor sueldo.

En Judas 3·4, se nos amonesta: "Amados, por la gran


solicitud que tenía de escribiros de la común salud, me ha
sido necesario escribiros amonestándoos que contendáis efi·

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ca.zmente por la fe que ha sido una vez dada a loo santos.
Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los
cuales desde antes habían estado ordenados para esta ton•
denación, hombres impíos, convirtiendo la gracia de nuestro
Dios en disolución, y negando a Dios que sólo es el que tie•
ne dominio y a nuestro Señor Jesucristo".

Notemos cómo la sabiduría divina nos dijo de antemano


de la venida de estos hombres malos que trastornarán la fe.
Nótese también que repite que entran encubiertamente, es
decir, sin hacer públicas sus malas enseñanzas y sus funestos
propósitos. Nótese también que el centro de sus malas en•
señanz,as es negar a Dios y a Cristo. Dicen que creen en
Dios, pero un dios chiquillo, imagen del hombre, que no
puede hacer milagros. Y rebajan a Cristo hasta presentarlo
como un mero hombre, bastardo, hijo de una mujer tonta
de N azareth.

Y en Filipenses 1: 27, se nos manda combatir unánimes


por la fe del Evangelio.

En Gálatas 1:8·9 se nos manda considerar como maldito


al que traiga un evangelio distinto, aunque fuera el mismo
Apóstol Pablo o un ángel del Cielo.

En Mateo 7:15, leemos: "'Y guardaos de los falsos pro-


fetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, mas aden-
tro son lobos rapaces".

Y en los versículos 21-23 agrega: "'No todo el que me


dice: Señor, Señor, entrará en el remo de los cielos: mas
el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profeti..
zamos en Tu nombre, y en Tu nombre lanzamos demonios,

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y en Tu· nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les
·protestaré: , NW1C3. os conocí; apartaos de mí obradores de
maldad~·.

Notemos aquí que Cristo de antemano nos amonesta


para que tengamos mucho de no recibir a los falsos profe•
tas, a los ministros que predican ''otro evangelio", y que
vienen ante nosotros como ovejas, con sermones muy agra•
dables, y con palabras cariñosas y engañadoras. .Pero por
dentro son como lobos rapaces, que obtienen ganancias de
su supuesto ministerio.
Notemos también que nos amonesta para no hacerles
caso si hablan bien y en forma bonita de .Cristo, hasta de•
cirle Señor. No todos los predicadores Bautistas son hom•
bres de Dio5, ni siquiera todos son salvos. En el día del
juicio ·se pondrá en claro todo esto, pero mientras, debemos
estar alertas. El fin de ellos será el Infierno, el Lago de
Fuego, mas mientras viven en esta tierra echan a perder
a multitudes de almas. Estemos alerta, hermanos, y prote•
jamos a nuestras Iglesias de estos enemigos de las almas.
En 1 Timoteo 4: 1•2, nos dice Dios: .. Empero el Espíri•
tu dice manifiestamente, que en los venideros tiempos algw
nos apostatarán de la Fe, escuchando a espíritus de error y
a doctrinas de demonios; que con hipocresía hablarán mentí•
.ra, teniendo cauterizada la conciencia".

Otra vez vemos aquí cómo Dios de antemano nos avisa


del peligro. Otra vez dice que son apóstatas de la Fe. Afir•
ma que hablan mentira, porque son dados a la hipocresía.
Y nos dice el origen de sus falsas enseñanzas, que vienen de
los demonios. Y repetimos yue toda la base del peligro mo-
-dernista se halla en que ellos por costumbre hablan mentira,
guiados por la hipocresía.

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':...:.~::·
En 2 Timoteo 3:1-4 hallamos la predicción de falsos
Cristianos, con una descripción terrible de lo que son por
dentro. Sus palabras son bonitas, y saben portarse bien a
manera de ganarse la simpatía de las masas. Pero por den-
tro son: amadores de sí mismos, avaros, (siempre buscan un
mayor sueldo), vanagloriosos, soberbios (se consideran ma-
yores que los sencillos predicadores de la Palabra, jactáw
dose de sus estudios), detractores, desobedientes a sus padres,
ingratos, sin santidad, sin afecto, desleales, calumniadores,
destemplados, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores
(a Cristo y a la Verdad), arrebatados, hinchados, amadores
de los deleites más que de Dios. El versículo 7, dice: ..que
siempre aprenden y nunca pueden acabar de llegar al cono-
cimiento de la verdad". Y en el siguiente versículo se añade
que son ..réprobos acerca de la Fe".

Todo esto; por supuesto, es por dentro, de manera que


la gente no lo ve. Por fuera son sonrientes, afables, de modo
que fácilmente se hacen de amigos. Son maestros con título
de Doctor en Filosofía cuándo se trata de la hipocresía y el
engaño.

En 2 Corintios 11 : 13-15 sigue la descripción de estos fal-


sos ministros: ••porque estos son falsos apóstoles, obreros
fraudulentos, transfigurándose en apóstoles de Cristo. Y no
es maravilla, porque el mismo Satanás se transfigura en án-
gel de luz. Así que, no es mucho si sus ministros se trans-
figuran como ministros de justicia, cuyo fin será conforme
a sus obras".

A veces se critica a los fieles ministros de la Biblia si


hablan en contra de los Modernistas y otros herejes..· Perpo
todavía no he oído a un ministro Fundamentalista Bautista
u8ar palabras tan duras y tan claras acerca de ~ allbO
13
las que usa el Espíritu Santo al inspirar estos pasajes que
hemos leído. Dios no usa palabras suaves acerca de los ene-
migos del Evangelio. -

Nótese que los enemigos de la verdad, los agentes de


Satanás, se transforman en "ministros de justicia". Con mu-
cho cuidado Dios evita decirles ministros del Evangelio. Pues
los Modernistas no predican el Evangelio, sino la "justicia"
humana, poniendo "obras sociales" en lugar de la salvación
por la fe. Es, realmente, el "otro evangelio" a que se refiere
el texto que hemos citado, texto que nos llama a maldecir a
quien predica ese "otro evangelio".

En 2 Pedro capítulo 2, se halla un extenso pasaje que


por razones de espacio no podemos transcribir aquí; pero
recomiendo a mis buenos lectores lo lean antes de seguir
adelante.

Nótese que en este pasaje se predice que habrá falsos


maestros (doctores, o pastores) que introducirán herejías de
perdición encubiertamente, negando al Señor (Jesucristo).
Esto lo hacen los Modernistas cuando nieguen que Jesús
nació de una virgen, y que es Dios en la carne. Dice el
pasaje que hablarán con palabras fingidas, que son avaros,
y que hacen mercadería de los santos (tratando de lograr los
mejores sueldos), y causando que venga blasfemia sobre el
Evangelio. '-

· Pero sigue presentando el castigo que al fin vendrá so-


bre ellos, poniendo ejemplos de la justicia de Dios sobre los
malos.

En el capítulo 3 continúa hablando de estos hombres


perversos, y agrega (en el versículo 3-4) que se burlarán de

14
la doctrina de la segunda venida de Cristo. Llamo la aten-
ción de mis amables lectores sobre cómo los Modernistas se
oponen a la predicación de esta hermosa doctrina, de que
Cristo vendrá un día a esta tierra en la nube santa, y que
reinará aquí, después de haber levantado a los Cristianos
muertos para reinar con El. Llaman fanático al que se atre-
ve a predicar acerca de nuestras hermosas esperanzas con-
forme a las promesas de la Biblia.

En el capítulo 2, versículo 12, Dios les asemeja a bestias


brutas, y afirma que hablan de lo que no entienden. Es cosa
muy cierta, que estos señores, que hablan tan pomposamente
de sus vastos conocimientos, y de ser tan superiores en eru-
dición a los sencillos Cristianos, resultan unos ignorantes,
especialmente en asuntos religiosos y en lo .que se refiere a
la Biblia.

En 2 Juan 9-11, se nos instruye acerca de nuestra rela-


ción con estos herejes: "Cualquiera que se rebela y no per-
severa en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que
persevera en la doctrina de Cristo, el tal tiene al Padre y
al Hijo. Si alguno viene a vosotros y no trae esta doctrina,
no le recibáis en casa, ni le digáis: bienvenido. Porque el
que le dice bienvenido, comunica con sus malas obras".-

Aquí vemos claramente varias cosas: Primero, que el


centro de su herejía es la "doctrina de Cristo", la que ellos
no siguen. La doctrina de Cristo abarca: Su eternidad, Su
nacimiento de virgen, sin padre humano, que es Hijo de Dios,
verdadero Dios en la carne, que hizo muchos milagros, que
murió en la cruz para nuestra salvación, que resucitó corpo-
ralmente de la muerte, venciendo la muerte y al Diablo,
que ascendió al Cielo en la nube, y que está ahora sentado a
la diestra de Dios Padre, intercediendo por nosotros, y que

15

---------------------------
Qll dia vendrá otra ve-4 aquí para reinar. Esta es la doctrina
de Cristo. Y nótese bien: el que no PERMANECE en esta
doctrina
~''--...
de Cristo, no tiene a Dios, es decir, no es salvo.

Nuestra actitud hacia ellos está claramente marcada en


este pasaje: No debemos recibirlos en casa, ni darles la bien-
venida en nuestras reuniones. Porque darles la bienvenida es
participar con ellos en sus malas obras.

Recibí una carta de uno de estos señores, que me dio de


veras lástima. Me preguntó por qué no le decía ''Hermano",
siendo que él estaba dispuesto a llamarme así. Contesté, con
triste.4a, que no le decía ..hermano", porque no es mi her-
mano. Mis hermanos son 'los hijos de mi Padre celestial,
Dios y según 2 Juan 9-11, él, que no cree en la doctrina de
Cristo, no es salvo, no es hijo de Dios, no es mi hermano.

A primera vista parece que tal actitud es muy dura. Pe-


ro Dios es el que nos puso la regla; a nosotros nos toca obe-
decer; el futuro de la Obra depende de nuestra fidelidad en
este punto.

Y este mandamiento se repite con énfasis en 2 Corintios


6:14-18: ..No os juntéis en yugo con los infieles: porque
¿qué compañía tiene la justicia con la injusticia? ¿y qué co-
munión la lU-4 con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo
con Belial? ¿o qué parte el fiel con el infiel? ¿Y qué con-
cierto el templo de Dios con los ídolos? porque vosotros sois
el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y an-
daré en ello8; y seré el Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo".

Aquí el Espíritu Santo se detiene para explicamos la ra-


.4Ón de la llamada a la santidad. Y agrega: ..Por lo cual,
Salid de en medio de ellos, y apartáos, dice el Señor, y no

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toquéis lo inmundo y yo os recibiré. Y seré a vosotros Padre,
y vosotros
,. me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopode..
roso .

La llamada a la salvación abarca la llamada a la separa..


ción.

Notemos que, según este pasaje, nos está estrictamente


prohibido estar junto con los infieles en las organizaciones
de éstos. Yo doy testimonio que, de joven, creí lo que a}..
gunos me dijeron, que podría servir mejor a Dios como miem..
bro de una logia. Me inicié; pero pronto aprendí que no
podía servir a Dios en alianza con los incrédulos. La noche
que me incié me pidieron que .. disparara los tragos a todos".
Me negué. Tres veces esa noche me peleé con ellos. Después
de algunos años me retiré de la logia, diciendo que desde esa
fecha no pertenecería sino a Dios, a mi Iglesia, y a mi es--
posa.

Pero tampoco debemos ser miembros de organizaciones


religiosas que incluyan a los inconversos, como los grupos
interdenominaciohales. ..Apartáos". Y no debemos ser miem..
bros de ninguna Iglesia, asociación o de convención que re..
ciba también a los herejes. Y no debemos tener relaciones de
noviazgo, ni menos pensar en casarnos, salvo con una per,
sona Cristiana y fiel.

De los pasajes arriba citados (podríamos dar algunos más)


se obtienen las siguientes verdades:

1, Que hay, y habrá, lobos con piel de oveja, que inten.._-


cionadamente y sin que lo advirtamos desde luego, se meten
dentro de nosotros para enseñar filosofías humanas, trasto.r,
nando el Evangelio para sus fines, y engañando a los he:rtmv

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nos. ·Parecen ángeles de luz, pero son movido"' por influen~
cías satánicas.

2, Que el centro de sus enseñanzas es atacar la "doctri~


na de Cristo", lo milagroso de Su Persona, de Su vida, y
de Sus promesas.

3, Que éstos son nuestros enemigos, y que debemos cuí~


darnos de ellos.

4, Que no debemos tener comunión (amistad) con ellos,


ni recibirlos en nuestras reuniones, Iglesia, asociaciones y con~
venciones.

5, Que si nos encontramos en algún grupo dentro de


cuyos miembros hay tales hombres malos, debemos retirar~
nos de esta asociación. Pues "un poco de levadura leuda toda
la masa". (1 Cor. 5:6. Gál. 5:9).

6, Que tratemos de limpiar a tal organización, sea Igle~


sia, sea asociación o sea convención, expulsando a los here~
jes. Y si esto no puede lograrse, debamos salir nosotros.

Hablamos de la "lealtad a Cristo". Bonito, y bueno. Pe~


ro la lealtad abarca mucho: Abarca pureza de vida, siguiendo
las reglas de Dios, la santidad, la consagración. Significa la
obediencia a la Palabra de Dios, aun en los detalles. Signi~
fica Creer y proclamar las doctrinas puras. Significa comple~
ta FE en la Palabra de Dios y sus promesas. Significa una
lealtad de corazón, y no tan sólo exterior. Significa tener a
Cristo como Rey y Señor en TODO. Significa tener por
santa la Persona de Cristo, y por santo Su Nombre. La
lealtad del verdadero Cristiano es una lealtad absoluta a Cri~
ro, teniéndolo no sólo como Salvador, sino también, y espe~

18

.-·1
cialmente, como Rey, Señor absoluto de nuestras vidas y
deseos. Para el verdadero Cristiano, es nuestro hermano todo
aquel que Le es leal; y es nuestro enemigo todo aquel que
trabaja en contra de los mandatos de Cristo.

Hemos mostrado con la misma Biblia que el Evangelio es


la misma Persona de Cristo: Su muerte por nuestros peca-
dos, Su entierro y resurrección para nuestra justicia, todo
conforme a las profecías. Y ahora unas palabras acerca de
las enseña~s bautistas.

Hay algunos que tienen ideas erróneas acerca de las doc-


trinas y los principios bautistas. Estas ideas falsas tienen su
origen en los enemigos de los Bautistas, pero hay unos her-
manos Bautistas sencillos y sin educación que las repiten, sin
saber ni considerar el grande error de ellas.

Los Bautistas creemos, y por los siglos de la historia cris-


tiana hemos defendido, la idea de la libertad de conciencia:
que no se puede forzar las creencias religiosas de nadie. Pero
hay personas que han torcido esto para derJr que no tenemos
creencias, y que todo hijo de vecino puede impunemente de-
cirse Bautista. Ellas afirman que nuestra religión acepta a
cualquiera persona, sin preguntar sus creencias. Esto es un
gran error. Nosotros reconocemos el derecho que cada uno
tiene de ser Bautisa o Metodista, o Modernista, si le pare-
ce que lo que ~ree es la verdad. Pero no reconocemos su de-
recho de decirse Bautista cuando cree como Metodista o como
Modernista. Creemos en la honradez: cada uno debe decir
qué es lo que cree, y llevar el nombre que le corresponda en
atención a sus creencias.

Todos los países civilizados tienen una ley de marcas.


Esta ley prohibe, bajo muy serias penas, ponerle una marca

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fal~ a una botella de medicina o a un paquete de alimentos.
No- se permite ponerle etiqueta que diga ''Jarabe para Ni-
ños", a una botella que contiene ácido fénico u otro veneno.
Hace unos años salió en los periódicos metropolitanos que se
había castigado duramente a unas personas que vendían tor-
tillas preparadas con lejía y no con cal. Es uná estafa vil,
una jugada satánica, decirse Bautista y andar enseñando
ideas Modernistas. .

Hay otros, que fundándose también en su abismal igno-


rancia, afirman que la única diferenciá entre los Bautistas y
los Protestantes es la forma del Bautismo. Y dicen cándi-
damente que todos los que practican la inmersión son ''Bau-
tistas,. El hecho es que la doctrina de la inmersión no es la
única doctrina bautista, ni es la importante, la central, si-
no una doctrina muy secundaria; pero los enemigos la han
atacado, obligándonos a defenderla.

Las doctrinas distintivas de los .Bautistas, son las siguien-


tes:

1, Que hay un Dios, infinito en poder, Quien hiz;o el


mundo de la nada, y Quien todo lo rige.

2, La inspiración VERBAL de la Biblia, es decir, que


Dios de tal manera controló a la escritura de la Biblia que,
desde su principio hasta su fin (en los escritos originales),
cada palabra es exactamente como Dios quiso. Esto abar-
ca que Dios de antemano preparó a los escritores para es-
cribir a Su gusto. La Biblia es nuestra única y suficiente
ley ele creencia y de práctica.
1
3, Que el centro de la revelación es Cristo: Su eterni-
dad, Su deidad, que es Dios en la carne, Su nacimiento vir-

20
ginal, sin padre humano, Su vida. sin pecado, Su muerte ex--
piatoria en la cruz, Su resurrección corporal, Su ascención
al Cielo en la Nube, y Su regreso un día para hacer juicio
y para establecer Su Reino celestial en este mundo. ·

4, La completa independencia de cada Congregación,


sin intervención de papas ni de convenciones ni de llamadas
••iglesias". Estamos eternamente opuestos a todo ecumeni&'
mo o interdenominacionalismo, aunque no a la cooperación.

Hay mucha:s otras doctrinas qrue predicamos; pero é&'


tas son consecuencia de nuestra insistencia a la fidelidad a la
Biblia. Predicamos la inmersión como la única forma de
bautismo porque la Biblia así lo enseña.

21
CAPITULO 11.

PREDICANDO EL EVANGELIO.

La base de la Obra de Cristo es la propaganda, dar a


. conocer a los hombres la Verdad de Dios.

La base de la obra de Satanás es también la propaganda,


dar a los hombres las ideas falsas.

Se sigue de esto, por consecuencia que el que publica,


sea por V0!4 o por escritos, la Verdad es siervo de Dios. Y
el que publica, sea hablado o por libros o folletos, ideas
falsas es siervo de Satanás.

La propaganda Cristiana se hace de varias maneras.


La más común, y la mandada directamente es por medio
de la predicación. Cristo envió a Sus discípulos a. predicar
el Ewngelio. Y todavía nos envía a la misma tarea. En
1 Corintios 1:21, se nos dice: ..Agradó a Dios salvar a
los creyentes por la locura de la predicación". La palabra
que generalmente se traduce por "prediCílr" es la palabra
griega, ''kerusso", que significa literalmente "proclamar". Y
es todavía el plan de Dios salvar a los que creen por la
proclama, el anuncio, de este Evangelio de la muerte y
resurrección de Cristo.

Pero la inversa también es cierta: Era, y todavía es~ el


plan del Diablo, perder, por medio de la proclamación del
error, a los sencillos que lo creen.

Aquí está la terrible responsabilidad de los Cristianos,


muy especialmente de los pastores, de no permitir nunca
hablar en la Iglesia y en la convención u otra reunión, a
los infieles, a los Modernistas. Pues el que los recibe, par•
ticipa de sus malas obras.

La propaganda cristiana toma varias formas. N atural•


mente la primera es la predicación desde el púlpito. Pero
no es la única.

Muy importante en el plan de Cristo es el testimonio


personaL Cuando Cristo sanó al endemoniado de Gádara,
éste quiso seguir con Cristo. Pero Cristo le mandó, "Vuél-
vete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios
contigo" .. (Lucas 8:39).

Y los discípulos fueron por todas partes dando su tes-


timonio personal, y con muchísimo efecto. (Hechos 8:4).

Otra manera de propagar la Fe cristiana es la circula·


ción de la Biblia. "La fe es por el oír; y el oír por la Pa·
labra de Dios". (Rom. 10: 17). ·

Relacionado con lo anterior está el trabajo de hacer

23
circular los folletos Cristianos y los buenos libros cristianos.
No hay mucha diferencia entre escuchar un sermón y leer
un sermón en un folleto o en un libro. La literatura criS'
tiana es una potente manera de predicar.

Pero, el Diablo es astuto; hace uso de las mismas armas


que deben usar los Cristianos. También sus ministros cir,
culan literatura que es de su agrado. Y si circular, prestar,
regalar o vender un libro bueno es servir a Ctisto, pro-
pagando la Fe, entonces regalar, prestar, vender un libro
malo es servir al Diablo, haciendo la labor de un prc;>pa'
gandista del Diablo.

Hemos dicho que la tarea del siervo de Dios es la pro-


paganda del Evangelio. Ahora agregaremos que la propa,
ganda es, en su esencia, dar a conocer al público lo que
consideramos la verdad. La propaganda comercial explica
el valor de los productos que se desea vender. La propa'
ganda política es presentar al público la plataforma del cafl'
didato o partido político. La propaganda cristiana es dar a
conocer al mundo las verdades que Cristo nos legó. La
propaganda del Diablo es dar a conocer las ideas que él
quiere que la gente acepte.

Pero la propaganda va más allá. Da a conocer las ra,


~es que se esgrimen a favor de las ideas ofrecidas. El pro-
pagandista explica los buenos resultados que se obtienen
al usar lós productos que él ofrece. El propagandista po-
lítico ofrece mejoras de gobierno. El propagandista cristia,
no debe presentar las hermosas ventajas que se obtienen al
aceptar la Verdad, y que sqn la salvación, el Cielo, la vida
eterna. Y los propagandistas del error, incluyendo a los
Modernistas, dan argumentos a favor de sus ideas.

24

. ·~-<.·.-~ ~-
Ahora, hermano mío: ¿Qué clase de trabajo quiere
Ud. que se haga en nuestra labor Bautista? ¿Quiere Ud.
que se inviten a predicar en nuestras convenciones a perso-
nas que, no creyendo en las santas doctrinas de la Biblia,
predicarán ideas modernistas, doctrinas erróneas? ¿Quiere
Ud. que en nuestras librerías se ofrezcan en venta libros
modernistas, en los que se expongan esas funestas doctrinas?
¿Quiere Ud. tener un pastor que sirva como propagandista
de Satanás? ¿Quiere Ud. llenar su propia mente y cora~
~ón de lecturas paganas? ••De la abundancia del ~ón
habla la boca... Como lee Ud., así al fin irá predicando.
No puede uno meterse en el agua sin mojarse. En la men" 1

te es cierto, como en todo, que una poca de levadura leuda


toda la masa. ¿Quiere Ud. ser ministro del Diablo? ¿Quie~
re Ud. que nuestra amada convención, por la cual hemos
luchado tantos años, se convierta en instrumento de Sata~
nás? ¿Quiere Ud. que nuestras librerías bautistas vendan
propaganda anticristiana? ¿Quiere Ud. que el dinero que
Ud. y su Iglesia mandan para evangeli~ar a los indígenas
y para sostener el seminario que prepare ministros cristia..
nos, se gaste en pagar profesores y miembros de una junta
que nieguen nuestra santa fe?

De esto trataremos en otros capítulos de esta obrita.

25
~"' <

CAPITULO 111.

PROTEGIENDO LA IGLESIA LOCAL.

Al hablar de fidelidad a nuestra labor bautista, gene•


ralmente pensemos primero en nuestra convención. Y cier-
to, no debemos olvidarnos de ella, porque es importante.

Pero hay un viejo adagio mexicano que dice que .. El


buen juez por su casa comienza". Y vamos. a comenzar
con la Iglesia local, la. Congregación de los Creyentes en
un lugar. Pues ésta es la base de toda la obra bautista. La
Iglesia local ni tiene superior alguno ni está facultada para
ceder a. otro grupo, como una convención, sus responsabi-
lidades. La Iglesia es, por naturaleza, totalmente indepen•
diente; y recae sobre la Congregación misma la responsabi-
lidad de mantenerse limpia, no sólo de pecado, sino tam•
bién en membresía y en dootrinas. No debe ligarse con
ningún grupo que preten.da ejercer autoridad sobre ella, ni
que no sea puro en las doctrinas y en la práctica. El fiel
Cristiano debe estar siempre vigilante para guardar la pu-
reza de su Iglesia en · doctrinas y en vida.

Esto abarca que luchemos contra toda impostaon ..su,


perior", sea de gobierno o sea de convención u oficial, o
sea de grupo exterior que digaJ tener poder o dirección
sobre las Iglesias.

Mientras esto escribo, me llama la atención un anun-


cio publicado en nuestro periódico convencional, ..La Luz",
en el que se dice que un grupo interdenominacional se ha-
bía dirigido a las Iglesias, y prorrogándose la representa-
ción de la obra Bautista en México, puso a un desconocido
como representante en él de la Convención Nacional Bau-
tista, cuando el supuesto representativo no sólo nunca fue
nombrado para eso, sino que es desconocido por los ofi-
ciales de la convención. No creamos toda la literatura que
nos mandan grupos desconocidos o interdenominacionales.

Pero debemos también vigilar para que no perdamoo


paulatinamente nuestra libertad ante el predominio que la
misma convención quiere tener sobre las iglesias, erigién-
dose en su jefe, siendo que la convención es nuestra sierva. '
Es característica de toda organización que crece arrogarse
poco a poco poderes y derechos sobre los demás. Y hay
en el mundo actualmente una manía por la grandeza, la
centralización, el dominio, para formar una autoridad cen-
tral. Hace cuarenta años hubiera sido causa de escándalo,
y de muchas protestas, que alguien llamara a los mensaje-
ros de las Iglesias ..delegados". Ahora se les llama así sin
haber palabra de protesta. Hace unos años ni se soñaba
en decir que la convención se componía de Iglesias. Se
reconocía que la convención cada año se compone de los
mensajeros que llegan. Ningún mensajero decía que ''re-

27
~taba" su Iglesia. Cada persona que asistía a las reu~
Iliones de la convención lo hacía por sí misma, y votaba
00010 él, personalmente, quería. Cuando una Iglesia salía
.dtl orden, no la ..expulsaban", sino que la .. desconocían"
como Iglesia Bautista fraternal. En un tiempo se protestó
ante la Sociedad Bíblica porque en sus informes dijo haber
recibido de ..la Iglesia Bautista de México" cierta cantidad
durante el año, en lugar de decir que de ..las Iglesias Bau~
tistas". ;;

Los creyentes tienen en su.s pequeñas Iglesias· la tarea


de defender su completa independencia. Pero también d&
ben vigilar por la pureza doctrinal. Hay seminarios apó~
tatas, que enseñan a sus estudiantes que la Biblia es un
libro humano, de fábulas y cuentos, llena de errores cientí~
, ficos y contradicciones. Estos seminarios recomiendan a
las Iglesias como pastores, los que en ellos se gradúan. Y
allá predican las más nefandas herejías, sirviendo al Diablo.
Casi siempre son muy afables, caballeros en todo sentido,
pero enemigos del Evangelio de la sangre de Cristo. Ma~
tan el evangelismo. Destruyen la espiritualidad. De los ta~
les deben los hermanos defender la Iglesia. Cuando van a
llamar a su pastor, deben investigar bien al candidato, no
aceptando de por sí la recomendación de los profesores del
seminario, sino preguntando a los que conocieron al candi~
dato en su vida anterior, y haciéndole preguntas al mismo
candidato a quien se les recomienda llamar como pastor.
De esto, trataremos más adelante.

Y repetimos, que el precio de tener una Iglesia limpia


y cristiana es la eterna vigilancia.

A la. vez, el Cristiano debe tener cuidado de lo que lee.


Hay libros que me han regalado que no he leído. Los ojeé

28

·,A_- ";J'_,-
y hallé que no eran de los que me conviene usar para llenar
mi mente y pensamiento. Gravemente pecan las librerías
cristianas que venden y ·hasta recomiendan libros modernis-
tas ..para que sepan los hermanos" estas ideas. Esas libre•,
rías están haciendo la labor del Diablo diseminando sus
ideas funestas.

El Creyente debe leer cada día la Biblia, y estudiarla.


Hay numerosos libros buenos que ayudan para ello. Pero
el Cristiano debe estar siempre alerta para ver si en estos
libros encuentra errores o ataques o menosprecio de la san•
ta Biblia.

Debemos leer con cuidado los folletos que vamos a re,


partir, para ver si son fieles a la Biblia. Y no debemos com,
prar folletos que no sean fieles a la Biblia. Y si nos rega,
lan tales folletos (como lo hacen ciertos grupos) debemos
quemarlos o de alguna manera disponer de ellos sin repar•
tirios.

Y aquí vale la pena contestar la alegación de los Mo-


dernistas de que' debemos leer la Biblia como leemos cual•
quier otro libro, y con la misma actitud de crítica y duda.
La Biblia NO ES como oualquier libro, y no debe leerse
de la misma manera. Es la Palabra de Dios, divinamente
inspirada, guardada por el poder del mismo Dios contra
todo error y debe leerse con sumo respeto y reverencia, bus-
cando en cada lectura un mensaje personal para cada lector.

¡Qué insensatos son estos enemigos de la Biblia! ¡No


se leen de igual manera los demás libros! El estudiante de
medicina no lee sus libros de texto en la misma forma en
que lee una novela. El abogado no lee sus códigos de la
misma manera que un libro de chistes. Sería un ton~ bien

29
hecho el que quisiera leer todos los libros de la misma ma-
nera. Y cuando piden los enemigos de Dios que se lea la
Biblia como se lee cualquier otro libro, sólo demuestran su
colosal insentatez e ignorancia de lo que es1 el verdadero
estudio.

El creyente debe también leer con cuidado la declara-


ción de fe de su Iglesia y la de la Convención Nacional
Bautista de México. Tenemos una buena declaración de fe,
aprobada por la convención. Y el miembro de Iglesia Bau-
tista debe estudi.arla hasta conocerla a fondo. Y el pastor
de la Iglesia debe enseñarla a los hermanos, sea por una
serie de sermones o estudios bíblicos, o sea por clase que se
reúna entresemana, teniendo cada asistente un ejemplar de
esta declaración. Esta declaración de fe de la convención
se ha impreso, y puede conseguirse en la EDITORIAL
CAJIGA, 19 SUR 2501, PUEBLA, PUE. No cuesta mu-
cho, y a los pastores se les regalará un ejemplar para que
la enseñen. El títrulo del libro es QUIENES SON LOS
BAUTISTAS.
Pero insistimos en que, al estudiar este libro, se lea
con atención cada texto citado, para ver con qué fidelidad
se apega a la Biblia. Pues los Bautistas somos el "pueblo
del libro".

Hemos dicho que al llamar pastor, debe entrevistarse al


candidato que se considere. Debe hacérsele una serie de pre-
guntas. Yo sé que hay numerosos graduados que vienen de
un seminario apóstata que no van de acuerdo con lo que
allí enseñan, y que son verdaderos siervos de Dios. A éstos
no hay que rechazar. Pero hay otros que siguen las doctri-
nas que se les enseñó en el seminario apóstata, y a éstos
hay que evitar. De modo que sugiero se les haga una serie
de preguntas, más o menos como sigue:

30
1, ¿Cree Ud. que Dios vive, y con el mismo poder con
que creó el mundo al principio, tiene dominio sobre las le-
yes de la naturaleza de tal manera que puede cambiarlas
cuando Le place para hacer lo que llamamos un "milagro"?

2, ¿Cree Ud. que Dios es justo y santo, que castiga el


pecado al fin en el Lago de Fuego?

3, ¿Cree Ud. que La Biblia es verbalmente inspirada,


que Dios de tal manera cuidó y dirigió a los escritores de la
Biblia que desde el primer versículo del Génesis hasta el
último del Apocalipsis, todo resultó exactamente como Dios
quiso, sin error ni contradicción?

4, ¿Cree Ud. que Jesús nació de una señorita, sin pa-


dre humano, y que por tanto es verdadero Dios en la carne,
que Cristo es eterno, y que dio Su vida voluntariamente en
la cruz para nuestra salvación, poniendo Su propia sangre
en nuestro rescate, que resucitó con todo y cuerpo de la
muerte al tercer día, y que ascendió físicamente al Cielo en
la N ube Santa, y que ahora está. sentado en el trono con
Dios Padre, intercediendo por nosotros, y que un día vol-
verá al mundo en la Nube para hacer juicio y para estable-
cer Su Reino en este mundo?

5, ¿Cree Ud. que todo ser humano tendrá que compa-


recer ante el tribunal de Cristo, los malos para recibir su
castigo eterno, y los salvos para recibir galardón de manos
del Rey?

6, ¿Cree Ud. que la grande tarea de una Iglesia es


ganar almas para Cristo, salvándolas así de la pena eterna,
y que NO ES hacer obras sociales, las cuales son resultado
de la salvación del alma?

31
Generalmente con estas preguntas basta para saber có-
mQ es' el predicador. La Iglesia donde pastoreaba antes,
podrá derir si allá fue evangelizador o predicador de obras
sociales.

7, Es bueno también fijarse cómo habla de los mila-


gros de la Biblia. Si los acepta tal como se cuentan en la
Biblia, probablemente es Cristiano; si trata de ··explicarlos"
en términos naturales, casi seguramente es Modernista.

8, ¿Habla de las bonitas enseñanzas de Cristo, y de Su


buen ejemplo para nosotros, o de Su sangre derramada a
nuestro favor?

Lo que arriba hemos dicho, tiene varios lados, o facetas.


El lado del pastor fiel, para que guarde limpia a su Igle-
sia, la que Dios ha puesto en sus manos para edificarla.
Hay el lado de la Iglesia, o Congregación en globo, que
debe ver por su pureza y fidelidad. Y hay el lado del miem-
bro individual que debe buscar su propia fidelidad y servi-
cio de Dios, y a la misma vez luchar por la fidelidad de
la Congregación, o Iglesia .

. Al miembro individual mando, no yo, sino Dios en la


Biblia, que si ve apostasía en su Iglesia, luche contra ella,
protestando contra los errores y las falsas enseñanzas, tra-
tando de limpiar a la Iglesia de la levp.dura de maldad. Y
si no logra hacerlo, que cumpla con el texto arriba citado,
··salid de ella, y apartáos". No debe un verdadero Cris-
tiano seguir como miembro de una Iglesia apóstata, ni que
coopere con otras organizaciones herejes.

El pastor de una Iglesia tiene mucha responsabilidad.


Debe ser el primero en luchar por proteger a su Congrega-

32

,l-•."'~~·:,, -
ción. No debe permitir que ocupe el púlpito ningún vtw
tante que no sea fiel a la Biblia. Todavía recuerdo un día
de 1924, cuando por primera ve.z visité la Iglesia (ent<>Il'
ces la única) en Guadalajara, Jalisco. Hablé con el pastor
el día sábado, diciéndole qué asunto traía. Por media hora
estuvo haciéndome preguntas, comenzando con los misione,
ros que conocía, y luego sobre las doctrinas que profesaba.
Al fin, se convenció, y me dio la palabra en el culto del
domingo. Hizo bien. Así protegía a su Congregación de
los enemigos.

Y no debemos dar por fiel al que viene en el nombre de


la convención o de otro grupo. Ya hemos mencionado có,
mo algunos grupos interdenominacionales Hegan diciendo
que tienen la aprobación de la convención o de algún mi,
sionero. Debemos pedirles por escrito tal aprobación y no
aceptar su mera palabra. Y aunque venga un oficial de la
misma convención, no debe cedérsele la palabra en el cul,
to si no es fiel a la Biblia. Se dio~ el caso de un oficial de
la convención que llegó a dos Iglesias, afirmando que, como
oficial de la convención, tenía derecho de dirigir la pala,
bra en cualquiera Iglesia Bautista de la República. Sabia,
mente, las dos Iglesias se negaron a darle la palabra, pues
aquel oficial era Modernista.

Al pastor le toca vigilar, y avisar a los hermanos cuando


ve algún peligro para ella, o para la Obra en general.

33
CAPITULO IV.

TRABAJANDO EN LA CONVENCION.

En nuestros tiempos, es difícil trabajar en cualquier


ramo sin asociamos con otros del mismo trabajo. Y resulta
que en los últimos dos siglos se han levantado aun entre
los Bautistas que se jactan de su independencia, asociacio-
nes y convenciones para la cooperación en la obra, y para
fraternidad. Esto no es malo. Pero abre la puerta a un
peligro. Es muy natural (aunque no siempre bueno) que
los hermanos Cristianos quieren copiar, e imitar en la obra
de Dios, los planes que se usan en los asuntos mundanos.
Resulta así una tendencia a formar superorganhaciones, que
se atribuyen una jerarquía y pretenden adjudicarse la direc-
ción de la obra y quieren mandar.

Al principio las asociaciones y convenciones eran senci-


llas reuniones de hermanos para comunión y consejo. N a-
da se refería al sostén de instituciones ni a una obra unida.
Las primeras instituciones fueron creadas por individuos o

/
por pequeños grupos de hombres consagrados, y las prime-
ras fueron escuelas y asilos para huérfanos. Naturalmente,
los demás hermanos, sabiendo que ésta era una obra buena,
comenzaron a dar su cooperación, y al paso de los años,
recibieron la dirección y la autoridad sobre ellas. También
los hermanos hicieron planes para iniciar la obra misionera,
y se formaron sociedades para ello, sociedades compuestas de
individuos, no gobernadas por las convenciones.

Asistían a estas asociaciones y convenciones los herma-


nos que deseaban ir. Al principio eran personas conocidas,
pero llegó el día en que se vio la necesidad de pedir que
trajeran credencial de sus Iglesias para comprobar que cier-
tamente eran Bautistas en buenas relaciones. La. convención
o asociación se componía de los hermanos que asistían. Hoy
se afirma cuando se dice que son las Iglesias las que for-
man la convención, y que quienes asisten a ella son dele-
gados, es decir, que llevan autoridad para representar sus
Congregaciones. Y en medio de las Iglesias y la conven-
ción se han designado las asociaciones, y se ha sentado la
regla de que para "ser miembro" de la convención tienen
forzosamente que pertenecer a una asociación. Todo esto es
una tontería. Hace pocos años no había asociaciones en
la mayor parte de la república. Yo, personalmente, tomé la
iniciativa en comenzar asociaciones en dos ocasiones. Pro-
moví las cosas para organizar la "Asociación Bautista de
Michoacán y Guanajuato", la que después se dividió. Tam-
bién tomé la iniciativa para formar la "Asociación Bautista
del Va1le del Balsas", la que ha cambiado su nombre después
por el de ..Asociación Bautista de Guerrero".

Y las Iglesias de estas regiones que existían antes no


fueron miembros de ninguna asociación cuando se adhe-
rieron a la convención nacional. Probablemente la tercera

35
parte de las Iglesias de nuestra convención no fueron parte
.~ ninguna asociación cuando por primera ve-4 se adherieron
a la convención.

También, la mayoría de las Iglesias de la convenc10n


nunca pidieron ..entrar", o ••pertenecer" a la convención.
Las primeras nada pidieron. Después, por un tiempo, ma•
nifestaban adherirse a la convención pidiendo que ésta reco-
nociera a la Iglesia como bautista y ortodoxa.

Para llevar adelante la obra que gradualmente iniciaba


la convención, se comen.4aron a nombrar comisiones. Y és-
tas poco a poco se cambiaban en juntas, y reclaman auto-
ridad. Y así se ha ido formando una organi.4ación superior.

El pastor no debe ser anticonvencionista, pero debe ver


por la buena marcha de la convención y proteger a su
Iglesia. Para ello daré algunos consejos:

1, El pastor debe, si es posible, asistir a las reuniones


de la convención. Esto le sirve para conocer y estrechar
relaciones con los demás obreros, y para gozar de la amis-
tad y comunión con ellos.

2, Le sirve también al pastor para saber a quién o quié·


nes de los obreros quiere recomendar a su Iglesia para que
ésta los il)vite a rea.li.4ar campañas de avivamiento y de
evangeli.4ación.

3, Estando presente en la convención, podrá el pastor


dar su apoyo a las medidas buenas y oponerse a las malas
o no sabias. Y podrá darse cuenta, con el tiempo, de quié·
nes son los obreros fieles y quiénes los que no sirven o que
son herejes.

36

:-~ ~?7,":t.\_ ::!.-: L ·.L


4, Esto implica que debe tomar parte ac.tiva en la con~
.vención, y no sólo estar presente en ella. Lo~ apóstatas
siempre están, prontos para hablar; pero los fieles pare~
cen casi siempre ser silenciosos. Esto no debe ser.

5, Hay que cuidar bien las elecciones. Los Modernistas


tienen un admirable sistema para lograr la selección de sus
amigos. Primero proponen que se limite el número de can~
didatos para cada puesto, generalmente a tres, y entonces
tienen listas tres personas que rápidamente proponen a tres
de los suyos, de modo que, sea como sea el voto, resulte
electo uno de los suyos, y así controlen la marcha de la
convención.

6, Debemos a todo trance quitar esa costumbre diabóli~


ca de limitar el número de candidatos propuestos para un
puesto. Los que piensan no pr<;Jponen pronto, sino hasta
haber meditado bien quién es la' persona idónea. Los que
brincan pronto para prop()ner candidatos, o son de los que
no piensan, o de antemano están de acuerdo para forzar la
elección a su gusto.

Pero también tienen los hermanos fundamentalistas que


pensar de antemano en quiénes deben ocupar los puestos en
la mesa directiva. Bien dice la Biblia que los hijos de tinie~
bias son, en su generación (o por raza) más astutos (o
sea, más vivos) que los hijos de Luz.

7, Debe el mensajero a la convención insistir en que los


oficiales electos protesten creer en, y ser fieles a, la decla~
ración de fe de nuestra convención. Hemos adoptado una
declaración buena, y es de seguirse. Pero de poco sirve si
los oficiales de la convención no creen en ella y trabajan
en contra de ella. Al tomar la protesta para sus puestos,
37 .
debe incluirse una adhesión personal a la declaración de fe
de la convención. Y si alguno se negare a protestar, que
no tome posesión de su puesto. Vuélvase a elegir otro.

8, De la misma manera debe el mensajero a la conven·


ción vigilar la pureza de las juntas. Debemos estar listos a
presentar otra planilla si la que propone la comisión contie·
ne Modernistas. Y esto implica otra cosa de suma impor•
tancia. La comisión de candidatos, que recomienda los
miembros de las juntas y consejos de dirección de las escue-
las, debe presentar su informe CUANDO MENOS 24
horas antes de votarse sobre ellos, para que los hermanos
tengan tiempo de meditar sobre los varios candidatos y re•
solver si quieren presentar en algún caso una planilla dis-
tinta. Cuando se lee la lista y se pasa inmediatamente a
votación nadie tiene tiempo para investigar ni estudiar so-
bre los candidatos y la elección y así en realidad, quien hace
la designación es la comisión de nombramientos y es algo
feo y no deseable, que los hermanos tengan que aceptar
esto casi a fuerza. La comisión estudió la cosa, y nombró a
los amigos suyos, y los miembros de la convención no tie•
nen ni conocimiento de las ideas de los candidatos propues·
tos, ni tiempo para investigarlos. Resulta la comisión dicta·
dora de la convención.

9, Debe tenerse especial cuidado en quiénes formarán


parte en la comisión de candidaturas, dado que ellos son
casi dictadores de:l resultado de las elecciones.

Huelga decir que nadie, como Cristiano, debe votar a


favor de un Modernista ni de otro hereje, sólo porque sea
su amigo, o porque siempre parezca sonriente y afable CO'
mo para captarse amistades.

38
10, Debemos insistir en que las nuevas Congregaciones
que soliciten adherirse a la convención declaren antes de
ser admitidas que aceptan nuestra declaración de fe.

11, Debemos buscar y promover la expulsión de la con-


vención de las personas que abiertamente son conocidas por
herejes, sean Modernistas o de otra clase.

12, Cuando se propone alguna cosa que no es ortocloxa


o que no es sabia, el mensajero fiel debe protestar enérgi•
camente.
13, El fiel Bautista, como Cristiano, debe buscar la
amistad de los Bautistas Independientes. Entre muchos exis-
te la idea de que debemos pelearnos con todo Bautista que
no coopere con la convención. Este es un grandísimo error.
Cuando los discípulos dijeron al Señor que habían visto a
algunos hombres que en nombre de Jesús echaban fuera de-
monios, y que se lo habían prohibido porque no andaban
con ellos, Cristo respondió que no se les prohibiera, por•
que si no estaban en contra de Cristo, estaban a Su favor.

Los Independientes son Cristianos y Bautistas, y si bien


no se han adherido a la convención, o se han retirado de
ella en protesta, son nuestros hermanos, y debemos amarlos
y hacerles cualquier bien que nos sea posible. Debemos ser
amigos de ellos, y tratar de ganar su amistad y respeto.

14, Si llegare un día en el que los Modernistas lograran


el control absoluto de la convención, y nuestras protestas
no se escucharan y nuestra labor de purificación de la con•
a vención no tuviese esperanza, entonces, con toda tristeza y
amargura de espíritu, debemos separarnos de la convención,
para trabajar independientemente de ella o formando otra
convención que sea fiel a Cristo y a la Biblia.

39
,, ,:~-15"'. <A todo trance debemos evitar la burocracia. La
·tíendencia de todo el mundo, en la actualidad, es formar
.JrUpos investidos que controlap a los .demás o a cualquiera
órganización. Y cada vez es más y más difícil no quedar
· ·bajo su dominio, librarse de su mando o eludir sus órdenes.
Debemos evitar que el poder quede en manos de las juntas
o de la mesa directiva. De hecho, éstas no tienen autoridad
para iniciar cosas nuevas ni para resolver los problemas
que se presenten en las sesiones de la convención. Sólo
tienen facultad para llevar adelante los planes hechos por
la convención y para cumplir las directrices de ésta. Son
siervos de la convención, no sus amos.

16, Hay también actualmente la tendencia de hacer


planes para un grupo centralizado, y exigir que los grupos
menores aceptan los planes que se les presenten. Así es en
nuestra convención. El grupo formado por la ..directiva"
presenta a las Iglesias planes que éstas deben aprobar y se-
guir. Puede concederse que esto se hace con la más buena
y santa intención, que la directiva desea servir a Dios así,
que de corazón creen sus miembros que sus. planes son los
mejores, y que son sabios. Pero todo esto no le quita a
esos planes el ser hechos por unos cuantos hombres, sin ha-
, ber ronsultado la inmensa mayoría de los hermanos ni
haber. oído las críticas de éstos.

No creo que toda la sabiduría está en unos pocos, por


buenos y santos que sean. Y repito que no critico de por
sí a los hermanos que forman el grupito planeador. Creo
que en su mayoría son buenos Cristianos y con regular in-
teligencia. Pero no siempre será así; y de hecho, ahora, hay
a1gunos Modernistas en el grupo, cuya influencia es perni-
ciosa en ese grupo.

40

~:.> '• t-v


Pero debemos guardar cuidadosamente la independencia
de la Iglesia local, la única que, existe bíblicamente ahora.
Se ha dicho, y con mucha razón, que ''donde todos piensan
igual, nadie piensa mucho". Esto es muy cierto en la obra
cristiana. . Si un grupito hace los planes, y se pide a todos
los demás que los aprueben y sigan, con toda seguridad se
criticará y condenará· a los que no vayan de acuerdo. Na,
die sabe lo anterior mejor que el que esto escribe, que- ha
hecho críticas a algunos planes, y ha recibido por respuesta
condenación dura de los planeadores. Y, repito, los que así
hicieron son buenos Cristianos, que de corazón buscan ser-
vir a Dios, y a quienes yo tengo cariño y respeto. Pero el
mero hecho de tener el poder de hacer planes para toda
la convención, los hace ciegos para no ver algunos peligros.
e

Concedamos, también, que estos planes se presentan co-


mo ..recomendaciones", o ..sugestiones", y no como manda,
tos. Pero la · idea persiste de que estas sugestiones tendrán
que aceptarse, y se critica duramente al que se atreve a no
estar de acuerdo.

Y ¿qué debe hacer el fiel pastor en tales situaciones?


Y ¿qué debe hacer una Congregación en este caso? Con,
testo que debemos evitar los dos extremos. No deben recha,
.zarse los planes que se nos presenten, sin que los estudie,
mos. Tampoco debemos aceptarlos sin más. Debemos en
cada Iglesia recibir los planes que se nos presenten, estu,
diarios con cuidado (Primero el pastor, y después los ofi,
ciales y toda la Congregación) para que cada quien en el
[ugar que ocupe vea si son o no útiles. Muchos de los
planes son buenos y sabios, aunque hechos por· hombres,
que por tanto no son infalibles. Pero casi todo plan gen&
ral tendrá que modificarse al adaptarse a las condiciones
locales. Los planes que son buenos en el Valle de México

41
~·-·

casi nunca son buenos en mi estado de Guerrero. NuestraS


Iglesias · no son urbanas, sino rurales. N o están cerca una
de otra, sino tan lejos y con tan malas comunicaciones que
no pueden tener las reuniones rápidas que se tienen en la
ciudad. Para avisar a las Iglesias de un cambio de fecha
de una reunión, es indispensable enviar el aviso con un
mínimo de SEIS SEMANAS de anticipación. Pues el co-
rreo por estos rumbos es tardado y tiende a serlo más. Y
en pocos lugares hay telégrafo. Un telegrama enviado a
mi pueblo a medio camino se echa en el correo, y llega a
las dos o tres semanas. Y pocos son los lugares que tienen
teléfono~ Nos critican porque no asistimos a las reuniones
que los líderes de la convención arreglan. Pero el hecho es
que la gran mayoría de veces nos llega el aviso después (a
veces mucho después) de la fecha indicada para la reunión.
Lo único que nos queda es echar el aviso inoportuno al
canasto de la basura.

Todo esto lo digo, no sólo por criticar, sino para expli-


car que los planes no sirven en todas las localidades. Cada
Congregación debe estudiar bien las recomendaciones para:
( 1) ver si son buenos y bíblicos. ( 2) ver si pueden utili-
~arse en su campo. ( 3) adaptarse a las condiciones locales
donde sea necesario o deseable. ( 4) substituirse por otros
p[anes mejores si los recomendados no sirven en el lugar.

Pero por ningún concepto debe establecerse la costum-


bre de aceptar los planes que se nos mandan sin estudiarlos
y sin ver si nos convienen o no en nuestro campo.

Y si recibimos planes que no estén de acuerdo con los


principios bíblicos, no debemos callamos; tenemos EL DE-
BER CRISTIANO DELANTE DE DIOS, de escribir a
quienes hicieron tales planes, protestando contra ellos.

42
Lo que hemos dicho arriba acerca de nuestra relación
con la convención, se aplica también a nuestras relaciones con
la asociación. Esta es una convención en miniatura, y a la
vez es Congregación o Iglesia, con reuniones anuales.

En resumen: cada mensajero a convención o a asocia-


ción, muy especialmente los ·pastores, deben tomar en serio
su puesto y tomar parte en la convención, vigilando por la
pureza y fidelidad de ella.

43
CAPITULO V.

TRABAJANDO CON LAS LIBRERIAS Y CON


LA LITERATURA.

El uso de la literatura cristiana es una forma de predi~


car. Leer un sermón es, hasta cierto punto, lo mismo que
escucharlo. Falta el impacto de la personalidad del predi~
cador, pero por otra parte, permite ir más despacio y repe~
tir lo que no se entendió bien a la primera lectura. Y per~
mite escoger el asunto del sermón, cosa que no se puede
hacer cuando se escucha en un culto.

Un folleto, en su esencia, es un sermón impreso, y tiene


el mismo propósito. Un libro es realmente una serie de
sermones sobre algún asunto central. Al regalar un folleto
a un inconverso, en efecto lo invitamos a escuchar un ser~
món ..

Claro es, pues, que debemos tener mucho cuidado que


nuestra literatura sea netamente cristiana, bíblica. Pues, si

•..','1.-:;r,..,.,.:)", ;.:, ·, •.!o_..,. <l'' ,¡:: :-_.F .<,~~A..;:-':


predicar la verdad es servir a Dios, predicar lo falso es ser-
vir al Diablo.

Nuestras librerías cnsttanas, digo, bautistas, se- estable-


cieron con el propósito de proclamar el Evangelio. Esto, por
medio de libros que evangelizan, y por medio de estudios
bíblicos que ayuden al Cristiano, máxime al predicador, a
preparar sermones mejores que aumenten la eSpiritualidad
de los Creyentes. Hacer esto es tarea noble, pues el que
circule folletos o libros bíblicos es evangelista, y hace la
labor de Dios. Y el que circule literatura hereje, modernis-
ta, está sirviendo de colportor del Diablo, y se constituye
en apóstol de las tinieblas.

A veces se oye a uno decir: uPero queremos que los


pastores con02;can las ideas de los ministros falsos. Y por
ello vendemos también literatura modernista". Pero acuér-
dense, hermanos, que .Hcomo piensa d hombre en su cora-
zón, así es". El hombre que llena su mente de mugre, poco
a poco va acostumbrándose a la mugre, y al fin la acepta.
Nadie puede acostarse con -los puercos y levantarse limpio.
Un ministro americano ha escrito un libro con el título:
••El Valor del Pensamiento Positivo". No debemos pensar
negativamente. llenar nuestras mentes de las ideas falsas,
aun cuando nos proponemos no creerlas, tuerce nuestros
pensamientos y los conduce a una base falsa.

Pondremos, pues, algúnas reglas que debemos seguir los


que somos de Cristo:

1, No debemos vender, prestar, regalar, circular, libros


infieles a la Biblia. Porque no queremos convertirnos en
ministros de Satanás.

45
2, Debemos exigir a nuestras librerías bautistas que no
ofrezcan a la venta libros herejes. Un encargado de libre-
na me dijo que hay pastores que desean conocer el ..otro
lado", y que quieren comprar libros modernistas. No les
alego en esto. Si un hermano pide un libro modernista,
puede el director de la librería decirle, ..No vendemos esta
clase de libros. Pero si Ud. desea comprar uno, se lo pedi-
remos". Pero nunca, NUNCA debe una librería cristiana
ofrecer a venta un Hbro que no sea fiel a la Biblia. Mu-
cho menos debe recomendarlo al público, o exhibirlo pro-
minentemente a la vista del público.

3, Los hermanos, especialmente los pastores, deben fa-


jarse el cinturón. Cuando ven un libro malo en una libre-
ría bautista, deben SIN FALTA protestar enérgicamente
ante los directores de la librería. Si nos recomiendan un
libro (como ha sucedido a veces), y compramos el libro,
si hallamos que: no es fiel, debemos devolver el libro a la
librería y EXIGIR que nos regresen nuestro .dinero. No
debemos hacernos partícipes en la obra nefanda de promul-
gar las ideas de Satanás.

4, La misma regla debe usarse en la literatura periódica.


No debemos comprar literatura, por ejemplo de la Escuela
Dominical, que no sea fiel a la Biblia. Y si nos mandan
literatura con enseñanzas falsas, debemos sencillamente de-
volver la literatura a la casa de publicaciones, insistiendo
que nos devuelvan el importe más gastos de correo.

5, Si llegare el caso de que notamos que nuestra libre-


ría por constumbre vende libros malos, y que no hacen
caso de nuestras protestas, debemos cambiar de librería. En
los últimos años se han abierto varias librerías nuevas que

46
prometen vender sólo libros de valor cristiano. En ellas
podemos surtir nuestras necesidades.

6, Nuestra literatura de Escuela Dominical ha ganado


la fama de ser la mejor y más apegada a la Biblia que hay.
Pero si llegare el caso de que no siga así, si llegaran a me-
terse enseñanzas modernistas en esa literatura, cambiemos.
Hay otra casa que publica literatura de Escuela Dominical
que trata de ser fiel a la Biblia. Las casas de publicaciones
y las librerías no son sacrosantas. Mientras sirvan a Cristo
y a Su Evangelio, las apoyamos, pero cuando dejaren de
ser fieles a la Biblia, debemos dejar también de apoyarlas.

7, Aquí debemos repetir lo que ya dijimos en otra oca-


sión. Tengamos cuidado de los "colportores" interdenomi-
nacionales que a menudo vienen a nuestras asociaciones y
campamentos, ofreciendo en venta libros de todo origen.
Generalmente estos colportores son buenos hermanos, pero
sin conocimiento bíblico, y generalmente sin lealtad deno-
minacional. Traen libros buenos, pero también libros ma-
los o dudosos porque alguna persona se los recomendó, o
porque alguna librería les ofreció una buena ganancia en su r.
venta. He visto así ofrecer a la venta entre los Bautistas · \,
libros de los Adventistas, de los Testigos, y de los Moder- -:,__ ..,
nistas. Y algunos de ellos saben bien hacer atractivos a
sus libros, con hermosa encuadernación, y con bonitas lámi-
nas. Otros los ofr;ecen a precio tan barato que a los her-
manos sencillos se les hace difícil negarse a comprados. Los
pastores y directores de campamentos y los encargados del
templo donde se realicen las reuniones de las asociaciones
y convenciones deben vigilar la clase de libros que permi-
ten venderse en ellos. Y si algún colportor anda vendiendo
esos libros en las casas, el pastor debe prevenir a los herma-
nos.

47
CAPITULO VI.

CONCLUSION.

Hay otras instituciones que sostenemos los Bautistas de


México. No trataremos separadamente de cada una de
ellas; en general lo que antes hemos dicho debe aplicarse
·~
también a otras instituciones.
,_, rAe
.~--
Históricamente, los Bautistas hemos apoyado siempre la
educación de los nuestros, fundando muchas de las escuelas
que hoy son famosas. Pero una escuela bautista debe tener
un fin religioso, y no sólo el de ••educar a las masas". Se
están estableciendo escuelas públicas en todas partes, de
modo que nuestros hijos podrán aprender. Y si bien estas
escuelas oficiales tienen mucho que desear, podemos usarlas,
y en el hogar tratar de corregir las faltas. Por ejemplo, en
todas las escuelas de gobierno se da enseñanza antirreligiCY
sa, basada en la teoría de la evolución. Los maestros no son
Cristianos, y no podemos esperar que den ¡¡:nseñanza cri&-
tiana. Pero podemos dar instrucción cristiana en el hogar~

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con el Culto Familiar y con pláticas en la mesa. Y debe-
mos mandar a nuestras familias, (o, mejor dicho, llevarlas,)
a los cultos, especialmente a la Escuela Dominical.

Y podemos, y debemos, decir f~ a nuestros


hijos que los maestros no son Cristianos, y que cuando h3.'
blan de la evolución y otras cosas mundanas, no debemos
aceptar sus enseñanzas. Debemos decirles de un maestro
inconverso lo mismo que decimos de un oomerciante incoo-
verso, que compramos sus mercancías, pero que no acepta-
mos sus ideas. Debemos decirles que aunque escuchamos
sus enseñanzas, no aprobamos su borrachera ni aceptamos
como infalible lo que dice. Hay comerciantes mentirosos, y
hay profesores mentirosos. Y los profesores actuales de es-
cuela pública tienen el cerebro lavado en cuanto a la evo-
lución, los bailes, el alcohol, el cigarro, y otras cosas mun-
danas. Hay que enseñar a nuestros hijos desde chicos, que
deben aprender a escoger en lo 'que oyen, lo que es de
creerse y lo que no. HaY. que enseñarles que no hay que
esperar enseñanza cristiana de personas paganas. Y hay
que ponerles un buen ejemplo.

Una escuela Bautista debe ser más que una buena es-
cuela. Debe ser netamente cristiana. En un seminario bau-
tista no debe permitirse enseñar a uno que no sea fiel a
la Biblia, Cristiano, nacido de nuevo, y que no considere la
Biblia como la última autoridad del seguidor de Jesús. Y
los Bautistas de México deben exigir a los directores de
nuestros seminarios que así sean los profesores, y que la
enseñanza sea pura y sana. El día que no se haga esto, debe
clausurarse la escuela.

Si se cree prudente tener una escuela primaria bautista


u otra clase de escuela, debe vigilarse que sea cristiana, bus-

49
cando la salvación de los alumnos, y no sólo su "educa•
., ,,
aon .

Ha entrado algo la moda de los "hogares estudiantiles,,


para que los hijos de los Cristianos tengan ambiente cristia·
no en que vivir mientras estudian en escuela que sabemos to
bien no es muy cristiana. Esto es bueno, excelente, mien•
tras se haga un ambiente verdaderamente cristiano en la
casa hogar. Para tal fin debemos ser sumamente estrictos
en la admisión de jóvenes inconversos, y de su conducta
mientras estén en la casa hogar. Bajo ninguna circunstan·
cia debe permitirse a los estudiantes inconversos hacer "cov
mo hacen los demás,. Si uno de ellos insiste en la vida
mundana porque los otros de la escuela lo hacen, y porque
él no es Cristiano, debe sencillamente mandarse a casa. No
debe permitirse en el internado Cristiano.

Hace tiempo vino conmigo un hombre, diciendo que


quería meter a su hijo en mi escuela, porque había oído
buenos comentarios sobre ella. Dijo que su hijo no es Cris•
tiano, y que le gustaba el alcohol, el cigarro, el juego de
az,ar y las mujeres, pero que él pensaba que estando entre
un grupo sano, el joven se mejoraría. Le contesté: "díga-
me, si se mete una papa podrid-a en un canasto de papas
buenas, ¿la papa podrida se hacía buena?". Contestó que no,
que las demás se pudrirían. Y le dije que no podíamos reci•
bir a su hijo, pues sería la ruina de la escuela.

Un "Hogar Estudiantil Cristiano" tiene valor SOLO


mientras sea verdaderamente cristiano.

Hace tiempo que estuve en un hospital fundado por


Bautistas. Al entrar, me dijo el director del hospital: "Quie•
ro advertirle que mientras esté aquí no queremos que hable

50
su "educa- de la religión. Tenemos la cooperación de doctores católi-
cos y liberales, y no permitimos que se mencione la religión
aquí". Gracias a Dios que tenemos los Bautistas de Mé•
xicp un hospital fiel y evangelizador, el de Guadalajara.

Hay instituciones que deberíamos dausurar lo más pron. .


to posible. Un hospital bautista debería tener un ambiente
cristiano, y facilitar al capellán su labor de ganar almas pa. .
ra Cristo, y de ayuda a los enfermos cristianos en sus pro-
blemas espirituales.

En Resumen:
hacer "co-
en la vida El Cristianismo tiene como centro a Cristo. Nuestra
y porque labor es proclamar el Evangelio, que es: 1, Que el hombre
No es pecador que no puede salvar a sí mismo. 2, Que Cris-
to murió por nuestros pecados, y que el pecador podrá ser
salvo por la fe, entregándose a Cristo. 3, Que la Biblia es
nuestra ley, verbalmente inspirada y verdad sin mezcla de
errores, base final de toda doctrina y enseñanza. Los mi·
lagros son verdad, y no sólo parábolas. 4, Que Cristo es el
Dueño del mundo, que un día vendrá para juzgar a todos,
y establecerá Su Reino en todo el mundo. 5, Que después
de la muerte el hombre será juzgado, y pasará la eternidad
en la dicha del Cielo si es salvo, y en el Lago de Fuego si
no es salvo.

Nuestra actitud debe ser: 1, Proponernos ser fieles a


Cristo y a la Biblia en todo, en nuestra vida personal, y
nuestras creencias, en guardar limpias nuestras Iglesias, nues·
tras asociaciones y nuestra convención, en no asociarnos con
los infieles, ni en éstas ni en ninguna otra agrupación.

2, Estudiar y conocer bien nuestras Biblias, y la confe·


sión de fe de nuestra convención, considerando bien cada

51

.,......_______________________ ------------ ________....,


punto y comparándolo con las Escrituras para ver la ver~
dad; Sería bien que cada pastor enseñara una clase por dos
o tres semanas, sobre nuestra declaración de fe, y que pre-
dicara con frecuencia sobre las varias doctrinas. La decla-
ración de fe podrá conseguirse a poco costo pidiendo a
esta editorial DEFENSA: QUIENES SON LOS BAU-
TISTAS, con un ejemplar gratis para el pastor.

3, Debemos vigilar por la pureza de nuestra Iglesia, aSCY


ciación y convención y otros grupos, y protestar enérgica-
mente cuando vemos faltas a la verdad bíblica. No debe-
mos callar, pues "el que calla otorga". Y si los que somos
fieles nos callamos, se reirán los enemigos de la verdad, y
ellos dominarán. Debemos oponemos al nombramiento de
Modernistas como oficiales o miembros de juntas o comi-
siones. Sé que nos gusta la paz, y nos disgusta mucho to-
mar parte en un pleito. A mí lo mismo. Tuve que batallar
mucho conmigo mismo para decidirme a entrar en la lucha
contra el Modernismo. Pero es nuestro deber.

4, Si no se nos hace caso, y si vemos que no nos es


posible corregirla debemos, con tristeza y dolor, pero con
lealtad a Cristo, retiramos de la membresía del grupo para
trabajar independientemente para Dios. Si se hace hereje
nuestra Iglesia, podemos comenzar una misión o una nueva
Iglesia. Si se hace Modernista nuestra convención, debe-
mos salir, para trabajar independientemente o formar una
nueva convención que sea fiel a Dios.

5, Si nuestras librerías no hacen caso de nuestras pro-


testas, y venden literatura Moden1ista, debemos dejar de
patrocinadas, e irnos a otra librería más fiel. Y si nuestra
literatura va saliendo con herejías y no escuchan nuestras
protestas, debemos cambiar a otra literatura más fiel.

52

E"- ITM-~i ,,_;,.,..___ -;..


. e q a: u; 0.144

6, Debemos orar mucho por nuestra Iglesia, nuestra


asociación y nuestra convención, a que Dios las guarde del
mal, que guíe a los pastores y oficiales a una verdadera
fidelidad a Cristo y a Su santa Palabra.

7, Debemos buscar a todo trance guardar nuestra vida


espiritual sana, con oración, con estudio diario de la Biblia,
y con tratar de ganar para Cristo a nuestros vecinos y ami-
gos y especialmente a nuestras propias familias.

Hagamos voto HOY a Dios de que seremos fieles en


la DEFENSA de la fe. "Sé fiel hasta la muerte, y Yo te
daré la corona de la vida". (Apoe. 2:10).

o comi- Instituto Bíblico de Guerrero,


.mucho to- San Jeronimito, Gro .
batallar Enero 2 de 1973.
la lucha
-L. O. Engelmann.-

53
INDICE

Introducción . . . . . . . . . . .. 7

CAPITULO l.-La Enseñanza Bíblica . . . . . . 9

CAPITULO H.-Predicando el Evangelio ..... : 22

CAPITULO !H.-Protegiendo la Iglesia local 26

CAPITULO !V.-Trabajando en la convención 34

CAPITULO V.-Trabajando con las librerías y


con la literatura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44

CAPITULO VI.-Conclusión . . . . . . . . . . . . . 48
,

SE DIO TERMINO A LA IMPRESION DE

ESTE LffiRO, EL DIA 25 DE MAYO DE

1973, EN LOS TALLERES GRAFICOS

DE LA EDITORIAL JOSE M. CA-


.\
í
JICA JR., S. A. INSTALADOS EN
ii
LA CASA NUMERO 2501 DE ¡
J

LA CALLE 19 SUR DE LA

CIUDAD DE PUEBLA,

PUE., MEX.

N2 111 l

Tiro: 2,000 Ejemplares.

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