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LANGLOIS Charles Victor, SEIGNOBOS Charles.

Introduccion a los estudios históricos,


Publicaciones Universidad de Alicate (España), 2003

Langlois y Seignobos nacidos respectivamente en 1863 y 1854 nacidos en Francia siguieron


estudios similares. Charles Langlois se formó en la École des Chartes, fue un gran erudito y
documentalista, fue un historiador y paleógrafo francés que se especializó en el estudio de
la Edad Media y enseñó en la Sorbona , donde enseñó paleografía, bibliografía, y la historia
de la Edad Media, en cuanto a Seignobos, se formó en la École Normale Supérieur, fue
un historiador francés, especialista en la III República francesa y miembro de la Liga de los
derechos del hombre. Fueron discípulos del positivismo de Comte por lo cual buscarron
otorgarle a la Historia un método científico y técnico objetivo. Con ello demostraban el
carácter científico de la historia dejando a un lado a quienes la consideraban arte postulando
la finalidad de esta ciencia como la exposición, análisis y verificación de hechos para indicar
los lazos que los unen. En 1890 publican su obra principal “Introducción a los estudios
históricos”, un manual de metodología histórica positivista que logro la recepción de una
numerosa audiencia. Una de las motivaciones de esta obra es que los autores señalan que
sentían la necesidad de reflexionar y construir un método que le dé rigurosidad a la Historia
como ciencia, no solo se limitan a crear un manual que enseñe como investigar y el método
que deben usar también logran reflexionar sobre el que es ser historiador y por qué lo es.

El primer capítulo de esta obra se titula “La búsqueda de la documentación (Heurística)”,


aquí los autores exponen que la heurística es primordial para ejecutar una investigación,
proponen a la heurística sentido más cuantitativo. Para estos autores la historia se hace con
documentos, el documento es el medio transparente para acceder al pasado, era “una ventana
abierta de acceso directo a la realidad”. El documento adquirió una connotación idólatra,
nada podía suplir al documento y sin él no había historia. Es por ello que la recolección de
documentos (antes actividad de anticuarios y eruditos) pasó a ser la tarea principal del
historiador. Para los positivistas, entre más documentos recopilados existieran, mejor
oportunidad tenía el historiador para conocer la realidad, tal como había ocurrido. La historia
en sí misma, era el documento, donde no existía tal, no podía haber conocimiento de lo
histórico. Por consiguiente muy importante que los documentos estén inventariados y
catalogados ya fuera en archivos, bibliotecas o museos.

Por: Sandra Ximena Benavides Gomez


Universidad Industrial de Santander
Facultad de Ciencias Humanas
Escuela de Historia y Archivística Curso de Teoría de la Historia
Profesor Juan Alberto Rueda Cardozo
2019
En el capítulo dos se refieren a las ciencias auxiliares, aquí señalan que es necesario que el
autor se valga de ciencias auxiliares, pues el historiador no se puede formar aparte del resto
de los oficios, debe tener cierto bagaje técnico, esto en función al manejo del documento, por
ejemplo, la paleografía sirve al historiador para no caer en errores históricos, estos
conocimientos auxiliares ofrecen herramientas para la crítica del documento ayudando al
historiador para que comprenda a cabalidad el documento según la época al que pertenece.
En este capítulo también se encargan de postular el análisis del documento, dado a que la
historia se hace con los documentos ya que son las huellas del pasado, el análisis seria la
forma indirecta de conocer el pasado, el análisis del documento. Reconocen al objeto
material, al vestigio material entendiéndolos como producciones que son manifestación de
ordenamientos psicológicos complejos y es dificultoso descifrar su significado, es difícil
entender por medio de estos objetos lo que deseaba expresar el autor, estos objetos materiales
solo valen por su materialidad precisamente, requieren construir otra forma de análisis para
este tipo de fuentes.

Para comprender el documento propone dos tipos de crítica, la crítica externa y la crítica
interna, la primera se refiere al documento en relación a su materialidad y a la tipografía, en
esta crítica mencionan la importancia de tener presente el hecho de que los documentos ya
sean libros, manuscritos o un tipo de expediente contienen en muchos casos enmendaduras,
modificaciones, supresiones y hasta por su mal cuidado la información contenida en el
documento puede estar en condiciones muy deplorables, en análisis estos aspectos materiales
del documento se refiere la crítica externa, En cuanto a la crítica interna se refieren al análisis
del orden del documento, conocer quién es el autor las fechas en el que fue creado y en donde
fue creado como también el porqué de su producción, también señalan lo importante de estar
al tanto frente a la tipografía, el lenguaje con sus cambios, es decir la semántica del
documento donde desde la lingüística es posible entender el significado de las expresiones,
para definir su autenticidad es preciso ahondar también sobre la uniformidad del estilo del
documento. Posterior a la crítica se reúne y clasifica metódicamente aquel material que el
historiador a elegido para su investigación, para ello se debe ordenar, clasificar de manera
sistemática y referencias la información extraída, con el fin de ordenar la información para
su fácil consulta, ordenarla ya sea alfabéticamente, cronológicamente, geográficamente y por
temas.

Por: Sandra Ximena Benavides Gomez


Universidad Industrial de Santander
Facultad de Ciencias Humanas
Escuela de Historia y Archivística Curso de Teoría de la Historia
Profesor Juan Alberto Rueda Cardozo
2019
El asunto clave que se trata en la Introducción a los estudios históricos es el de la profesión,
su formación, sus controles, la disciplina a que obliga, la materia con la que trabaja y los
métodos de que se vale. Retomando el valor de su obra se debe tener presente que sus aportes
contribuyeron a la Historia como ciencia en varios aspectos, uno de ellos es en relación al
hecho histórico, para ellos el hecho histórico es o no histórico dependiendo de la manera
como se aborda, un hecho solo se convertirá en histórico cuando se le incorpore a un relato,
por otro lado respecto a los aportes que hicieron sobre el trato al documento como lo concibe
y que extraer de él, defienden la sujeción del historiador que tiene como compromiso
documentar los enunciados que establece, ello para no caer en la recreación fantasiosa o a
especulaciones, el historiador se ocupará ahora de lo concreto, de lo que pueda fundamentarse
en el archivo, de lo que tenga respaldo en fuentes. El por ello que precisamente que
construyen un capítulo en defensa de la heurística y de sus instrumentos (inventarios,
catálogos, repertorios bibliográficos, etcétera). Ahora bien, no basta con recopilar
rigurosamente, sino que para ellos la idea misma de documento es decisiva, pues define y
distingue la operación histórica. Hay una técnica precisa del historiador, que es la de la crítica
externa e interna, una crítica de índole etimológica, lingüística y gramatical que aclara la
entidad material del documento y el sentido del texto. De ese modo, cuando el historiador
aprecia el vestigio que sobrevive lo examina como soporte físico que alguien produjo en un
tiempo determinado. La erudición le permitirá aclarar la autoría, pero sobre todo fundamentar
la autenticidad del documento. Sin embargo, no acaba aquí su empeño, pues la labor crítica
se completa con la interpretación.

Por: Sandra Ximena Benavides Gomez


Universidad Industrial de Santander
Facultad de Ciencias Humanas
Escuela de Historia y Archivística Curso de Teoría de la Historia
Profesor Juan Alberto Rueda Cardozo
2019

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