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Fatima Tapia Escobedo

Pedagogía 102

La Ilustración alemana presenta asimismo sus propias características. La crítica a la superstición, al


dogmatismo y al oscurantismo toman en Alemania la forma de estudio analítico de las
posibilidades y límites de la misma razón. Esta orientación, que comienza con Ch. Wolff, culmina
brillantemente en la filosofía de Kant, que dedica al estudio sistemático de la razón tres Críticas.
Antecedentes de la filosofía alemana en esta época son las teorías racionalistas de Leibniz, el
espíritu científico de Newton, la crítica escéptica de Hume y las ideas ilustradas de los franceses.
Los grandes representantes de la Ilustración alemana son Christian Wolff, en quien confluyen
todas estas tendencias como en una enciclopedia del saber, y Kant, quien con su apriorismo
sostiene una forma de síntesis entre empirismo y racionalismo. El análisis de la razón lleva, en
cambio, al wolffiano Baumgarten a considerar un tipo especial de conocimiento: el obtenido por
las cualidades sensibles de las cosas, el conocimiento estético, o la percepción de lo bello. El
deísmo tiene también sus seguidores en Alemania: Hermann Samuel Reimarus (1694-1768)
escribe una justificación de la religión racional en Tratado sobre las principales verdades de la
religión cristiana (1754), y un ataque contra la religión revelada y el poder en Fragmentos de un
anónimo (parte de Apología de los adoradores racionales de Dios, y obra publicada entre 1774 y
1777). Moses Mendelssohn, en cambio, argumenta contra la mera religión natural, pero es un
verdadero ilustrado que defiende el valor de la difusión de la filosofía (pertenece al grupo de la
Populärphilosophie, filosofía popular, de la que Christoph Friedrich Nicolai [1733-1811] es el
miembro más notable) y la tolerancia. En Gotthold Ephraim Lessing, poeta, polemista y filósofo,
autor de Laocoonte o las fronteras de la pintura y de la poesía (1766), obra en que distingue la
pintura (espacial) de la poesía (temporal), de un poema sobre la tolerancia, Nathan el sabio
(1779), y de Educación del género humano (1780), donde trata de la relación, más que de la
oposición, entre religión natural y religión revelada, la religión ha de entenderse como un
fenómeno histórico visto desde la perspectiva del progreso humano; cada religión positiva
(revelada) es una nueva y más madura etapa que completa a la anterior, la verdadera, no
obstante, es la natural, la de la conciencia, que consiste en la actuación moral racionalmente
fundada. Auténtico ilustrado, defensor de la tolerancia y autor de obras sobre crítica de la religión,
ya que -según afirma- no puede criticar el poder político, se constituye en centro de la discusión
sobre religión en Alemania por dos razones: por el llamado «problema de Lessing», publicado en
Sobre la prueba del espíritu y de la fuerza (1777), con el que plantea la cuestión de cómo un hecho
histórico (la vida de Jesús que cuentan los Evangelios) puede ser el fundamento de una religión
que se considera trascendente, y por su supuesto panteísmo, origen de la polémica religiosa
conocida con el nombre de Pantheismusstreit.

Las ideas de Locke, Hume, Newton y las de los philosophes llegan a Italia con algo más de retraso,
pero hacia 1750 Milán y Nápoles se constituyen en centros difusores de ideas ilustradas. En 1761
Pietro Verri (1728-1797), economista y filósofo, organiza en Milán la «Società dei Pugni» (sociedad
de los puños), a la que se adhieren también, entre otros, su hermano Alessandro Verri (1741-
1816), crítico literario, y Cesare Beccaria, cuya obra De los delitos y de las penas (1764) -la obra
cumbre de la ilustración italiana- pronto le proporciona fama mundial. En torno a la universidad de
Nápoles, que, tras la expulsión de los jesuitas en 1767, se orienta hacia el derecho y la economía,
destacan Antonio Genovesi (1713-1769), alumno de G. Vico, Ferdinando Galiani (1728-1787) y
Gaetano Filangeri (1752-1788), teóricos de la economía política y de la jurisprudencia.
Fatima Tapia Escobedo
Pedagogía 102

El iluminismo italiano,estrechamente unido al francés,se ocupó preferentemente de problemas


morales,políticos y jurídicos,siendo su principal representante César Beccaria:De los delitos y de
las penas,que incorpora los principios fundamentales de la filosofía moral y política del iluminismo
francés.En gnoseología tendió a suavizar las tesis extremistas del iluminismo francés,consiguiendo
un prudente eclepticismo.Los dos centros del iluminismo italiano fueron Nápoles y Milán.En
Nápoles con Historia civil del Reino de Nápoles (1723) de Pedro Giannone (1676-1748),que
muestra cómo el poder eclesiástico debilitó poco a poco,el poder político,y cuánto conviene al
poder político ir reduciendo al eclesiástico a sus límites espirituales

El abate napolitano Fernando Galiani (1728-1787),secretario durante diez años (1759-1769) de la


Embajada del Reino de Nápoles en París,escribió De la moneda (1751),criticando la tesis
mercantilista de que la riqueza de las naciones consiste en la posesión de metales preciosos.Y sus
Cartas,escritas en francés,no desentonan del ambiente francés de la época:el Ilumnismo.Vio ateos
patentes en quienes piensan que no hay Dios porque no hizo el mejor de los mundos,y no
concedió mucha libertad al ser humano.La convicción de la libertad crea
conciencia,justicia,recompensa y castigo.

Antonio Genovesi (1712-1769) fue profesor de Comercio en la universidad de Nápoles desde


1754,y llamó interés evitar el dolor que nace de la necesidad insatisfecha;fue pues un sensista que
estudió la importancia del interés en la economía,artes y ciencias.Escribió Meditaciones filosóficas
sobre la religión y sobre la moral (1758),y Diceosina,o sea,doctrina de lo justo y honesto
(1776).Considera el placer de existir fundamento de la vida humana,y fue un espiritualista que
habló de la razón calculadora.

Cayetano Filangieri (1752-788) se inspiró en Montesquieu para escribir su Ciencia de la legislación


(1781-1788),y basó la felicidad y educación del ciudadano en las reformas legislativas.Defendió la
educación pública.

Mario Pagano (1748-1799),en Ensayos políticos de los principios,progresos y decadencia de la


sociedad (1783-1785) adoptó las tres edades de Vico,aunque sin su problematicidad histórica.El
curso y recurso de las naciones es un orden fatal,debido a causas físicas.Considera natural el
mundo de la historia,con leyes semejantes a las del mundo físico.La decadencia y muerte de las
naciones es por tanto inevitable,después de haber llegado al máximo desarrollo.El ser humano no
puede evitar las catástrofes naturales,es muy esclavo de sus pasiones,su existencia es precaria,y
depende de lo externo.En su Discurso sobre el origen y naturaleza de la poesía la considera nacida
de pasiones.

El iluminismo milanés se desarrolló en torno al periódico El café,dirigido por los hermanos Pedro y
Alejandro Verri.Pedro Verri (1728-1797) fue filósofo y economista, y en su Discurso sobre la índole
del placer y del dolor (1781) defiende que todas las sensaciones agradables o dolorosas dependen
de la acción de los objetos, la esperanza y el temor. El placer moral es cese de dolor o privación, y
aceptó la conclusión de Maupertuis,de que la suma total de los dolores es superior a la de los
placeres. El dolor es así motor. En Sobre la felicidad afirma que es imposible para el ser humano,
siendo posible la infelicidad y miseria. La sabiduría consiste en medir deseos y posibilidaes, y por
tanto es propia del hombre virtuoso e ilustrado.
Fatima Tapia Escobedo
Pedagogía 102

Immanuel Kant
(Königsberg, hoy Kaliningrado, actual Rusia,
1724 - id., 1804) Filósofo alemán. Hijo de un
modesto guarnicionero, fue educado en el
pietismo. En 1740 ingresó en la Universidad
de Königsberg como estudiante de teología
y fue alumno de Martin Knutzen, quien lo
introdujo en la filosofía racionalista
de Leibniz y Christian Wolff, y le imbuyó así
mismo el interés por la ciencia natural, en
particular, por la mecánica de Newton.
Su existencia transcurrió prácticamente por
entero en su ciudad natal, de la que no llegó
a alejarse más que un centenar de
kilómetros cuando residió por unos meses
en Arnsdorf como preceptor, actividad a la
cual se dedicó para ganarse el sustento
luego de la muerte de su padre, en 1746.
Tras doctorarse en la Universidad de Königsberg a los treinta y un años, ejerció en ella la
docencia y en 1770, después de fracasar dos veces en el intento de obtener una cátedra y
de haber rechazado ofrecimientos de otras universidades, fue nombrado por último profesor
ordinario de lógica y metafísica.

La vida que llevó ha pasado a la historia como paradigma de existencia metódica y rutinaria.
Es conocida su costumbre de dar un paseo vespertino a diario, a la misma hora y con
idéntico recorrido, hasta el punto de que llegó a convertirse en una especie de señal horaria
para sus conciudadanos; se cuenta que la única excepción se produjo el día en que la
lectura de Emilio o De la educación, de Jean-Jacques Rousseau, lo absorbió tanto como
para hacerle olvidar su paseo, hecho que suscitó la alarma de sus conocidos.

La filosofía de Kant

En el pensamiento de Kant suele distinguirse un período inicial, denominado precrítico,


caracterizado por su apego a la metafísica racionalista de Wolff y su interés por la física de
Newton. En 1770, tras la obtención de la cátedra, se abrió un lapso de diez años de silencio
durante los que acometió la tarea de construir su nueva filosofía crítica, después de que el
contacto con el empirismo escéptico de David Hume le permitiera, según sus propias
palabras, «despertar del sueño dogmático».
Fatima Tapia Escobedo
Pedagogía 102
En 1781 se abrió el segundo período en la obra kantiana, al aparecer finalmente la Crítica
de la razón pura, en la que trata de fundamentar el conocimiento humano y fijar asimismo
sus límites; el giro copernicano que pretendía imprimir a la filosofía consistía en concebir el
conocimiento como trascendental, es decir, estructurado a partir de una serie de principios
a priori impuestos por el sujeto que permiten ordenar la experiencia procedente de los
sentidos; resultado de la intervención del entendimiento humano son los fenómenos,
mientras que la cosa en sí (el nóumeno) es por definición incognoscible.

Pregunta fundamental en su Crítica es la posibilidad de establecer juicios sintéticos (es


decir, que añadan información, a diferencia de los analíticos) y a priori (con valor universal,
no contingente), cuya posiblidad para las matemáticas y la física alcanzó a demostrar, pero
no para la metafísica, pues ésta no aplica las estructuras trascendentales a la experiencia,
de modo que sus conclusiones quedan sin fundamento; así, el filósofo puede demostrar a
la vez la existencia y la no existencia de Dios, o de la libertad, con razones válidas por igual.
El sistema fue desarrollado por Kant en su Crítica de la razón práctica, donde establece la
necesidad de un principio moral a priori, el llamado imperativo categórico, derivado de la razón
humana en su vertiente práctica; en la moral, el hombre debe actuar como si fuese libre, aunque
no sea posible demostrar teóricamente la existencia de esa libertad. El fundamento último de la
moral procede de la tendencia humana hacia ella, y tiene su origen en el carácter a su vez
nouménico del hombre.

Kant trató de unificar ambas "Críticas" con una tercera, la Crítica del juicio, que estudia el llamado
goce estético y la finalidad en el campo de la naturaleza. Cuando en la posición de fin interviene el
hombre, el juicio es estético; cuando el fin está en función de la naturaleza y su orden peculiar, el
juicio es teleológico. En ambos casos cabe hablar de una desconocida raíz común, vinculada a la
idea de libertad. A pesar de su carácter oscuro y hermético, los textos de Kant operaron una
verdadera revolución en la filosofía posterior, cuyos efectos llegan hasta la actualidad.

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