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Historia Argentina II – 1° Parcial Domiciliario

Universidad Nacional de La Plata


Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación

Alumno: Agustín Carini


Legajo: 106319/1
e-mail: agustin-carini@hotmail.com
Profesora: Ayelén Fiebelkorn
Comisión A

1) Analizar el impacto de la crisis del liberalismo en el plano ideológico durante el


período 1930-1943 a través de los aportes de Silvia Saítta y Sandra Mc Gee
Deutsch.
2) ¿Qué argumentos esgrime James para explicar el atractivo político del
peronismo para la clase trabajadora? ¿En qué sentidos las imágenes analizadas
por Gené contribuyen a dicha hipótesis?

A comienzos de la década de 1930, la Argentina empezaba a recuperarse del


cimbronazo que significó la crisis económica generada por la Gran Depresión del 29,
que a su vez trajo consigo la decadencia del proyecto económico y político liberal. Ante
la incapacidad del gobierno de Hipólito Yrigoyen para resolver los problemas generados
por la crisis, empezaron a tomar mayor protagonismo, por un lado, los intelectuales de
izquierda quienes a través del arte o artículos en revistas periodísticas plantearon la
salida revolucionaria, inspirados en la experiencia soviética y en el bando republicano
de la Guerra Civil Española, y los grupos de extrema derecha por el otro, quienes al ver
los resultados de la crisis radicalizaron sus posiciones críticas al liberalismo, inspirados
por el fascismo italiano, al considerar que los conservadores habían sido los causantes
de la llegada al poder de la UCR. Ambos grupos serán analizados a continuación en
base a los aportes de Silvia Saítta y Sandra Mc Gee Deutsch respectivamente. Éstos
últimos serían quienes instigarían el golpe de Estado liderado por el general José Félix
Uriburu, cercano a ellos, en septiembre de 1930.
Estos grupos nacionalistas tendrían una mayor influencia en las políticas
estatales durante el breve período de Uriburu en el poder, y podrían impulsar, entre otras
medidas, un acercamiento al corporativismo como política económica. Durante el
gobierno de Agustín Justo, en cambio, Mc Gee Deutsch plantea que los conservadores
intentarían constantemente desprenderse de la extrema derecha, pero los problemas de
legitimidad del gobierno acarreados por el fraude electoral permitieron a la ultraderecha
expresar sus opiniones libremente y presionar al gobierno a través de la crítica. No
obstante, Justo también lograría cooperar con los nacionalistas e incluso aprovechar su
participación política. Hacia fines de la década, sin embargo, la ideología y las prácticas
de los nacionalistas se radicalizarían y se apartarían de las tendencias conservadoras de
la derecha moderada, representada por el Partido Demócrata Nacional y la
Concordancia liderada por Justo.
De acuerdo a la autora, los grupos nacionalistas surgieron en gran diversidad
debido, en parte, a ambiciones personales y rivalidades de sus miembros, pero también a
diferencias de opinión reales, y señala, además, que los intentos por unir a estos grupos
en un solo movimiento fracasaron. Pese a esta heterogeneidad, la autora identifica en
ellos una serie de características ideológicas comunes. En líneas generales, todos
defendieron el catolicismo, el corporativismo y el hispanismo y fueron críticos del
liberalismo, la democracia electoral, el imperialismo, el feminismo, el izquierdismo y el
cosmopolitismo, además de manifestar un claro antisemitismo. Asimismo, Mc Gee
Deutsch sostiene que, a pesar de sus diferencias, los distintos grupos cooperaron entre
sí, y plantea que “más que dividir al nacionalismo en facciones mutuamente
excluyentes, es mejor verlo como una coalición de fuerzas cambiantes de extrema
derecha, algunas más extremas que otras” (Mc Gee Deutsch, 2004, p. 267).
El anti-izquierdismo comenzó a tomar protagonismo en la ultraderecha en los
inicios del gobierno de Justo, debido, de acuerdo a la autora, principalmente a la fuerza
que el partido socialista había tomado en la ciudad de Buenos Aires y la presencia
diplomática de la Unión Soviética, a la cual los nacionalistas adjudicaban un rol de
potenciadora del desarrollo propagandístico de la izquierda, entre otros factores. Por
otra parte, las medidas favorables a los trabajadores impulsadas por el propio gobierno
alarmaron a muchos nacionalistas, convencidos de que Justo estaba corriéndose a la
izquierda. De esta manera, la extrema derecha iniciaría una serie de actos violentos
perpetrados principalmente contra socialistas y comunistas a lo largo de toda la década.
Además, como forma de presentar una alternativa a la izquierda, los
nacionalistas abogaron por el establecimiento de un Estado corporativista fuerte
caracterizado por la jerarquía y la cooperación y que limitara el individualismo
económico en beneficio del interés comunitario, con el objetivo de eliminar el conflicto
de clases al delegar las disputas entre el capital y el trabajo en tribunales especiales. Del
mismo modo, los nacionalistas asignaron al Estado la labor de nacionalizar el crédito,
auxiliar a los desempleados y a los ancianos y fijar un nivel salarial decente. También, y
en relación al modelo corporativista como alternativa a la izquierda, los nacionalistas
adoptarían una postura anti-imperialista y de nacionalismo económico que buscaba
incentivar la industria nacional y, por lo tanto, limitar la actividad económica extranjera.
En ese sentido, buscaron medidas como la creación de una marina mercante y el cultivo
de las relaciones comerciales con los países vecinos, con la finalidad de lograr la
hegemonía económica de la región.
En consonancia con el rechazo hacia el capital extranjero, los nacionalistas
encontraron en la figura de Juan Manuel de Rosas a un líder que había enfrentado al
imperialismo y lo tomaron como personaje histórico con el cual identificarse. Además,
Rosas también les resultaba atractivo por su tradicionalismo y los valores relacionados
al campo y la vida rural. Las relaciones paternalistas y señoriales que muchos
nacionalistas buscaban recrear estaban presentes en la imagen de Rosas, y la figura del
caudillo demostraba que un líder anti-liberal podía obtener el apoyo popular. Por último,
la relación de Rosas con la tradición criolla les fue funcional para promover el
hispanismo y como ícono opositor al cosmopolitismo de la Argentina inmigrante.
Por otro lado, Saítta plantea que en los trabajos de los intelectuales de izquierda
durante la década del 30 se puede identificar una división entre el pesimismo y la
desesperanza de unos, que con el golpe de Estado de Uriburu vieron un país que había
perdido el rumbo, y otros, que encontraron en la decadencia y crisis liberal la
oportunidad de una salida a través de la revolución, inspirados en la Rusia soviética y
los republicanos españoles. Entre estos últimos se cuentan, entre otros, Roberto Arlt,
José Portogalo y a los hermanos Raúl y Enrique Gonzáles Tuñón, entre otros autores.

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