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Nombre de la materia

Psicología Transpersonal

Nombre del alumno


Yariela Atala Guerrero Pimentel

Nombre de la tarea
Ensayo Psicologías Existenciales

Nombre del profesor


Dr. Ildefonso Hernández Castro

Fecha de entrega
26/06/19
Las Psicoterapias existenciales como una alternativa a la vida
moderna de México

Introducción

La vida México suele ser muy caótica, debido a la violencia que se ha


desencadenado en el país desde hace varios años atrás, y cada vez son más las
personas que presentan depresión y ansiedad que se han desarrollado en la población
(https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/280081/descifremos15-2.pdf).

No existen los suficientes recursos a nivel salud metal, que es solo el 2% del
presupuesto federal (http://www.cua.uam.mx/news/miscelanea/en-mexico-solo-el-2-del-
presupuesto-federal-destinado-a-salud-se-emplea-para-la-atencion-a-pacientes-con-
trastornos-mentales) para poder atender esta situación, los casos que llegan a ser
atendidos, no reciben los tratamientos más específicos en el sentido de que se llega a
“etiquetar” a las personas con un trastorno mental y se les encajona en un tratamiento
preestablecido (fármacos y terapia en la mayoría CC o psicoanalítica) dejando a un lado
la raíz de la condición de la persona, y encasillándolo como un paciente más, o un
número de cama más, y además con una atención poco constante debido a la
insuficiencia de recursos, es decir, el paciente puede esperar meses para su próxima
cita con el psicólogo y/o psiquiatra.
El presente ensayo pretende vislumbrar si la psicología existencial sería capaz de
aportar una nueva visión al trato de estos pacientes que al ser “etiquetados” quedan
totalmente despersonalizados.
Desarrollo

Significado de existencialismo:

Se aplica a menudo este término, a partir más o menos de 1930, a un conjunto


de filosofías o de direcciones filosóficas que tienen en común el instrumento de
que se valen: el análisis de la existencia, aunque no tengan en común los
supuestos y conclusiones. Estas direcciones toman la palabra existencia, como
el modo del ser propio del hombre en cuanto es un modo de ser en el mundo, es
decir, siempre en una situación determinada, analizable en términos de
posibilidad. Por lo tanto el análisis existencial es el análisis de las situaciones
más comunes o fundamentales en que el hombre llega a encontrarse
(Abbagnano N., & Fornero G., 1998, p.446).

La psicología existencial da mucho énfasis al hecho de que es más importante para el


profesional entender cómo es que el ser humano le da sentido a la experiencia, o cómo
esa experiencia le da sentido a su vida; no solo de manera conductual o intrapsíquica, si
no en todo su entorno, y esto aplica tanto a la persona que llega a la terapia, como al
profesional que va a desarrollar o implementar dicha terapia.

El buscar una explicación del comportamiento de alguien sin haber comprendido


antes la experiencia de dicha persona lleva siempre a una imagen inadecuada
de dicho ser humano, ya que al mismo tiempo que no captamos la individualidad
de cada persona, estaremos ajustando a cada ser humano a nuestra propia
imagen del mundo, en la cual se apoya toda explicación (Castro, et al., 2017,
p.29).

Cómo podemos en la actualidad, con tanta información que tenemos a la mano,


pretender que todos los seres humanos pueden ser tratados de la misma forma y por
las mismas directrices de trabajo; cada ser es único e irrepetible, y si no le damos esa
individualidad que merece a la hora de implantar un tratamiento, en cierto sentido se
pierde la forma en la que este ser único está viviendo su propia experiencia, y no va a
alcanzar jamás una “sanación” (por llamarlo de alguna manera), ya que a pesar de que
existen lineamientos establecidos para tratar ciertas enfermedades (por ejemplo las
enfermedades mentales), si no nos detenemos a indagar de qué forma el individuo está
viviendo su experiencia (en este caso de enfermedad), no podremos llevarlo más allá de
la misma, simplemente lo que haremos, será apaciguar o disfrazar los síntomas por un
tiempo remoto, pero al final de cuentas, la “ enfermedad” va a seguir manifestándose en
cualquier momento.

Así, el concepto de comprensión toma un lugar primordial en la psicología


fenomenológica existencial, lo cual nos exige que debemos empezar por admitir
que los seres humanos, aunque apuntan a fines universales, tales como la
realización personal y la convivencia, entre otros, también debemos apreciar y
aceptar que cada ser humano apunta a estos de forma particular. Es decir, que
los valores, motivaciones e intereses de un ser humano pueden ser distintos de
los de otro y ambos pueden llegar a realizarse como personas a pesar de
centrarse en supuestos totalmente distintos en cuanto al contenido. De esta
manera, los psicoterapeutas existenciales insisten en que debemos
preocuparnos por la comprensión del mundo interno y privado de cada ser
humano, antes que concentrarnos en las desviaciones que cada persona
presenta con respecto a nuestro marco teórico particular en el que están
basadas nuestras concepciones del ser humano y la psicopatología (Castro A.,
et al., 2017, pp. 29-30).

El concepto de sentido, nos exhorta a prestar atención a dos componentes importantes


que son parte inherente de los seres humanos, por un lado el concepto de valores, en el
sentido de cómo es que el ser humano los aplica en su diario vivir; y por otro lado, el
beneficio que tiene a través de la experiencia vivida, para así poder lograr este sentido
de vida, y éste último (el sentido que le da a la vida el ser humano) es el principio básico
para poder entender, desde la terapia existencial hacía dónde va esta persona.

Ahora bien, a partir de la Psicología Fenomenológica Existencial, será preciso


consolidar algunos fundamentos que se consideran universales, que pueden ser
parecidos para algunos o la mayoría de los seres humanos, pero que les permitan
trabajar desde lo individual para no perder la oportunidad de ampliar sus capacidades,
habilidades, dones, etc., que los hace únicos.
Desde esta perspectiva es preciso aclarar la manera de cómo se entiende la idea de
experiencia a partir de la Psicología Existencial:
Romero (2003) (citado en Castro A., et al., 2017, p. 30), clarifica lúcidamente
cómo los sujetos se van constituyendo debido a sus experiencias, las cuales,
debido a los rasgos peculiares de cada ser humano y por la intencionalidad,
tienen matices muy concretos o particulares. Así, mientras las experiencias
pueden ocurrir a los seres humanos de manera similar, cercana o aproximada
en diferentes situaciones y condiciones, las vivencias expresan lo más íntimo y
particular del ser humano respecto a su forma de atender intencionalmente al
mundo.

Un gran influyente en la terapia existencial fue Sartre, con sus ideas de que el ser
humano de que el sentido de la vida se encuentra a partir de la experiencia con el
exterior, es decir, cómo interactúo hacia fuera y no solamente cómo le doy sentido
desde dentro.
“La comprensión del ser humano se alcanza mejor por medio del estudio de las
experiencias subjetivas de las personas que de las fuerzas objetivas de la naturaleza”
(Martorell J., 2014 p. 57).
Por otro lado, uno de los exponentes más importantes del existencialismo fue Ludwig
Bingswanger, quien “criticó a Freud por su énfasis en lo biológico y en lo mecanicista”
(Martorell J., 2014 p. 57) y planteó que para realmente lograr entender al ser humano,
se debe empezar por observar la inclinación de éste a darle un significado a la vida
misma y a todo lo que pasa en ella por muy mínimo que sea, para que desde este punto
el ser humano pueda llegar a una verdadera trascendencia.

Bingswanger utiliza el concepto de Heidegger de ser-en-el-mundo (Dasein) para centrar


su modo de concebir la acción terapéutica. Ésta estaría basada en los siguientes
puntos:
 Los trastornos psicopatológicos representan una alteración del ser-en-el-
mundo.
 El ser-en-el-mundo tiene estructura y por lo tanto puede ser estudiado,
descrito y rectificado.
 La psicoterapia pretende entender el proyecto existencial de la persona.
 La psicoterapia procura ayudar a asumir la propia experiencia en toda su
plenitud, descubriendo las formas y áreas de alienación, para recobrar la
auto-posesión y la autodeterminación (Martorell J., 2014 p. 58).

Existen otros tipos de ideas sobre la implementación de las terapias existenciales,


mencionar a Rollo May (citado en Martorell J., 2014 p. 58) , es muy interesante, ya que
plantea un enfoque existencial desde la perspectiva o punto de vista estadounidense
(otra cultura, otra forma de ver la vida), donde nos habla de las terapias existenciales
pero para trabajar específicamente con el amor, la ansiedad y el poder.
Este autor plantea seis postulados de la terapia existencial con base en el amor,
ansiedad y poder:

 El punto de partida de la terapia existencial es el de aumentar la conciencia


del cliente respecto de su propia existencia y, así, ayudar a que experimente
su existencia como real.
 La técnica debe estar subordinada al conocer, y seguir, más que preceder, al
conocimiento. La técnica, por lo tanto, debe ser flexible y ajustarse a las
necesidades de cada cliente.
 El terapeuta y el cliente son dos personas en una auténtica relación. El
terapeuta no interpreta los hechos sino que los pone de manifiesto en su
relación con el cliente.
 Los dinamismos psicológicos no son primariamente considerados comunes a
la especie humana, sino que se pone el énfasis en considerar que la
significación particular de las dinámicas del cliente derivan de su contexto de
vida. El terapeuta no siempre sabe qué es lo que motiva al cliente, y su
actitud, más que aplicar una teoría, consiste en escucharle con atención y
respeto.
 El terapeuta procura analizar todas las formas de comportamiento, tanto de
él mismo como del cliente, que impiden el encuentro real entre ambos.
 La terapia existencial se caracteriza por la importancia que da al
compromiso. Estar comprometido es el verdadero modo de estar vivo
(Martorell J., 2014 p. 58)
La Psicología Humanístico-Existencial se ha denominado como la tercera fuerza de la
Psicología, debido a que es una opción más de las corrientes psicológicas que ya
existían, que son la Terapia Cognitivo-Conductual y el Psicoanálisis, y se consolida de
una forma muy fuerte, debido a que ofrece otras alternativas que las primeras dos
fuerzas no hacen, partiendo desde el punto en cómo se ve al ser humano desde ésta
disciplina.
Esta disciplina o enfoque, tiene una diversidad de autores que han contribuido de gran
manera en el desarrollo de la misma, no existe en sí un todo que la englobe, pero si se
pueden delimitar las particularidades y cualidades propios de este enfoque, que van
dirigidas totalmente a la parte psíquica, conductual, cognitiva, emocional, social y hasta
espiritual del ser humano:

 El ser humano es superior a la suma de sus partes. Debe ser


concebido globalmente: sentimiento, pensamiento y acción forman un
todo integrado.
 La conducta humana es intencional. La búsqueda de sentido y las
motivaciones axiológicas (libertad, dignidad), y no sólo las materiales,
son aspectos fundamentales del ser humano.
 La existencia humana se realiza en un contexto interpersonal.
 El hombre es autónomo, es decir, tiene la capacidad y la
responsabilidad de tomar decisiones que dirijan su propio desarrollo.
Este principio es complementario con el anterior: sólo un individuo
autónomo puede asumir su responsabilidad interpersonal.
 El hombre tiende a la autorrealización . Ésta es la tendencia inherente
del organismo hacia el crecimiento y la diferenciación.
 El ser humano está presente a sí mismo en términos de una
experiencia interior . Esta vivencia inmediata y el significado que le da
la persona son elementos fundamentales en la comprensión del ser
humano (Martorell, J. 2014, p. 56).

Unas de las particularidades de la terapia existencial, es que se hace una unión cliente-
terapeuta, para que juntos puedan ahondar en cómo es que el cliente vive su propia
existencia, enfatizando la relevancia de que el cliente examine constantemente la forma
en la cual va a enfrentar la angustia, misma que desde este enfoque es un estado
inherente del ser humano por solo hecho de existir. En este enfoque se toma en cuenta
o tiene más relevancia todo aquello que se puede expresar a través de la palabra sobre
el tema de la angustia y la inseguridad que ésta causa de una manera natural en la
existencia del ser humano (Martínez A., & Romero E., 2011).
También es relevante mencionar que, desde la perspectiva existencial inglesa, se
rechaza el modelo médico en el sentido de “etiquetar” a los clientes con diagnósticos, si
no más bien, se les considera que son personas que tienen problemas y que cualquiera
puede estar en esta misma situación en algún momento de su vida, ya que el simple
hecho de estar vivos, la existencia misma, nos expone en el día a día a enfrentarnos
con situaciones diversas que pueden llegar a desequilibrarnos (Martínez A., & Romero
E., 2011).

La terapia no es vista como “solucionadora de problemas”, ni como apoyo para


salir y acabar con duelos y/o crisis, ni como “entrenamiento en habilidades”. Se
trata más de un encuentro de perspectivas, un análisis conjunto de la existencia
y los dilemas cotidianos , y una revisión de las diversas formas y estilos de
relación que la persona desarrolla y despliega en su existencia. Esto lo convierte
en el más filosófico de los modelos existenciales de Psicoterapia (Martínez A., &
Romero E., 2011, p. 7).
Conclusión

La forma en la que trabaja la terapia existencial, es una manera de enfrenarnos a la vida


dejando de un lado las “etiquetas” desde los modelos de salud mental, en lo que se
refiere ha ya no encasillarnos como los pacientes mentales, es una forma más
“humana” de tratar a los clientes (desde este enfoque son llamados así), no para dar
una solución a sus problemas de una forma “convencional”, en el sentido de las terapias
más implementadas en los sistemas de salud, como lo son la TCC y el Psicoanálisis; si
no, más bien, para ayudar al cliente a darse cuenta por el mismo, cómo es su
existencia, cómo la vive y cómo es la mejor manera para él y desde él vivirla, haciendo
de la “alianza” terapéutica un motor para el cliente y no fomentar una dependencia hacia
el terapeuta, más bien es darle al cliente la visión de que con ayuda del terapeuta
encontrará una manera de vivir más placentera, con menos angustia, y que se le darán
las herramientas para poder manejar situaciones posteriores, pero siempre desde el
enfoque de la auto-percepción para llegar a la trascendencia de las limitantes que la
angustia haya fomentado en el ser.
Referencias

Abbagnano N., Fornero G., 1998. Diccionario de Filosofía. Tercera Edición actualizada y
aumnetada. México. Fondo de Cultura Económica.

Castro, Correa, Alberto de, et al. (2017) Psicología clínica: fundamentos existenciales
(3a. ed.), Universidad del Norte.

Martínez, A. & Romero E. (2011). Las psicoterapias existenciales. Colombia: Editorial El


Manual Moderno.

Martorell, José Luis. (2014) Psicoterapias: escuelas y conceptos básicos (2a. ed.),
Difusora Larousse - Ediciones Pirámide.

(https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/280081/descifremos15-2.pdf).

(http://www.cua.uam.mx/news/miscelanea/en-mexico-solo-el-2-del-presupuesto-federal-
destinado-a-salud-se-emplea-para-la-atencion-a-pacientes-con-trastornos-mentales)

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